Cuatro vergas juntas
Esta vez queria estar con 3 a la vez.
Esta vez quería estar con 3 travestís al mismo tiempo. Era algo que había soñado desde hacia algún tiempo, y aunque me iba a costar mucho no importaba.
Como les contaba en el relato anterior yo conocía una chica/chico llamada Verónica que tenia varias amigas. Esta vez llegue a su casa y la pude encontrar desde la primera vez. Lucia unas mallas negras muy pegadas que hacían lucir sus piernas bastante bien. Arriba traía una blusa muy holgada que no permitía adivinar demasiado. Ella tenia un busto pequeño y no operado. Ahora lucia un pintado rubio su cabello, el cual le quedaba mejor que su color natural.
Le conté de mi fantasía, y para ello era necesaria la presencia de 3 chicas, y le conté que si pudiese ser me gustaría que fueran la tan mencionada Zulema que aun yo no conocía, su amiga rubia que les conté en el relato anterior que por fin ahora sabia que se llamaba Paulina y por supuesto Vero.
Ella inmediatamente y sin perder tiempo, hizo un par de llamadas y al terminar me dijo que ya estaba todo arreglado. Nuevamente me comento que si ya tenia arreglado algún hotel o que si quería hacerlo en su casa. Esta vez prefería que fuera en un hotel, y les voy a decir por que.
Momentos antes de llegar a la casa de Vero había pasado por un hotel de paso, el cual anunciaba una habitación con alberca, pase a preguntar detalles y me gusto mucho el lugar, contaba con dos camas king size, una alberca de buen tamaño, varias televisiones por supuesto con 3 canales para adultos independientes, cascada y un domo sobre la alberca. Por lo que lo deje apartado para que pudiera volver ya acompañado una hora después. También había pasado a la sex shop mas completa de la ciudad, y como no tenia prisa, había revisado la sección de videos trans que esta junto a los gays, las revistas yo otros artículos mas. De aquí salí con la compra de tres mini bikinis y una tanga de esas que dejar el culo totalmente expuesto con dos liguitas laterales.
Por lo que le dije que yo me adelantaría al hotel y las esperaba tan pronto ellas se hubieran arreglado y puesto guapas. Unos minutos después llegue al hotel y lo primero que hice fue quitarme la ropa para probarme la tanga que recién había comprado, me vi ante el espejo y me encanto como apenas me cubría mi verga la cual de solo pensar lo que pasaría en unos momentos mas ya estaba alcanzando una erección. También pude ver como por la parte de atrás las liguitas enmarcaban mi culo parado, me lo acaricie por encima. Me quede con la tanga puesta y la playera larga que ya traía. Entonces me puse a ver una de las películas porno que se veía en la televisión en donde a una mujer con unas tetas deliciosas se la cogían por el culo un tipo negro con una impresionante verga y un rubio se la dejaba en la boca.
Algunos minutos después escuche que la cochera se abría y entonces supe que mis tres noviecitas ya habían llegado. Como ya le había pagado a Vero desde que la vi por primera vez, entraron directo a la habitación. Primero fue Verónica que venia vestida igual que hacia unos momentos, luego fue Paulina con un pantalón de mezclilla embarrado luciendo sus nalgas y cadera de forma espectacular, y un top que se amarraba por la parte de atrás el cual dejaba ver las tetas medianas deliciosas que tenia. Hasta al final entro Zulema la cual no conocía con anterioridad, una morena alta de mas o menos 1.80, con unos pechos enormes, jugosos y firmes. Seguramente operados. Esas tetas venían apenas cubiertas por una playerita ombliguera blanca y un pantalón rojo entallado que permitía adivinar unas piernas estupendas y largas. Su abdomen era impresionantemente plano y sus nalgas altas y duras.
En ese momento yo estaba al mil, las tres me gustaban y se veía que venían con muchas ganas.
Nos saludamos al tiempo que yo les daba los regalitos que había obtenido para ellas. En ese momento ellas se dieron cuenta de mi atuendo, y alcance a sentir la uñas de la mano de Zulema como finamente me alcanzaron a rozar las nalgas.
Inmediatamente se empezaron a cambiar Zulema en el baño, Verónica en una de las dos mini recamaras y Vero enfrente de la alberca en donde yo me encontraba. Mientras tanto alcanzaba a escuchar risitas y varias bromas que decían las otras dos que estaban un poco mas retiradas.
De pronto salieron Zulema en un bikini rojo y Paulina en uno similar de color azul cielo. Vero ya estaba junto conmigo en uno de color amarillo. Me preguntaron que para que quería estar con tantas chicas al mismo tiempo, a lo que respondí, que quería que cogiéramos como locos unos a los otros, sin cuartel, todos contra todos.
Entonces todos nos metimos al agua y empezamos a fajarnos los unos a los otros, yo sentía manos en mi pecho en mis nalgas, y en mi pene por encima de la tanga, a la vez que con mis manos sentía tetas preciosas, nalgas duras y miembros que empezaban a alcanzar sugestivas proporciones. Nos besábamos la cara y nos lamíamos nuestros cuerpos. De pronto una verga empezaba a recargarse en la raya de mis nalgas, era Zulema cuando gire el rostro. Mientras tanto Paulina y Vero ya se habían quitado la parte superior del bikini y frotaban sus senos como si quisieran meterse al cuerpo de la otra. Gire todo mi cuerpo y a la vista quedaron dos senos inmensos coronados por unos pezones casi negros y duros, no dude en llevármelos a la boca, al tiempo de que ella empezó a jalarme la tanga para quitármela. Mi otra mano exploraba regiones mas bajas de su cuerpo hasta llegar a una verga impresionante, extremadamente grande, larga y gruesa, en mi vida no había visto algo así, y ya me moría de ganas por mamarla y verla de forma directa, no a través del agua. Por lo que la jale hasta la orilla de la alberca y la saque de forma que se pudiera sentar en la orilla, cuando alcance a bajarle la tanga, su verga durísima reboto hacia arriba chocando con mi barbilla, de verdad era una vista increíble, el glande salía brilloso de color casi morado, contrastando con lo oscuro de el resto. Por debajo sus testículos colgaban deliciosamente. Ni siquiera lo pensé, abrí mi boca lo mas que pude y empecé a lamerlo por los lados y por debajo.
Al mismo tiempo y mientras mi cuerpo aun se encontraba dentro de la alberca llego Vero con un flotador de unicel que encontró por allí, y lo coloco en mi abdomen de forma que mi espalda y culo salieran del agua. Paulina abrió mis piernas y comenzó a darme lengua en mi ano, esa lengua puntiaguda que ya anteriormente lo había explorado y que lo había agradecido tanto empezaba a entrar y a salir. Mientras tanto Vero me jalaba la verga y acariciaba con sus dedos mi glande fuertemente. Esto era la gloria tenia una verga en la boca, una lengua en mi ano y una mano en mi verga, y todos lo estábamos disfrutando.
Yo tenia ganas de comparar y ver las tres vergas juntas, mamarlas y tratar de meter mas de una a la vez en mi boca, por lo que se los comente y empezamos a salir del agua. Los penes de Zulema y Paulina eran espectaculares uno mas moreno que el otro, y el de Zulema impresionantemente gordo, en contraste con el pequeñín de Vero. Era el mas pequeño de todos, sin embargo a ella le gustaba mucho que así lo fuera, ya que a sus clientes les gustaba mucho, ya que al cogérselos no les causaba demasiado dolor. Yo me hinque delante de los dos mas grandes y empecé a mamarlos alternadamente, mientras Verónica me empezaba a preparar el culo metiendo sus dedos. Sentía sus uñas postizas al principio, pero una vez dentro era una sensación muy rica.
Empecé haciéndolo suavemente y mas tarde fui incrementando la fuerza, hasta el momento en que me detuvieron, ya que no querían venirse tan rápido y aun querían disfrutar muchas cosas entre ellas mi ojete. Por lo que les empecé a contar mis fantasías para ver cual de ellas íbamos a realizar primero.
La primera fue ver a una chica así ser cogida mientras me cogían a mi, y así poder mamar y ser mamado. Por lo que le indique a Zulema que se cogiera a
Vero estando esta ultima boca arriba y Zulema a la orilla de la cama, mientras que yo le mamaba la verga a Vero, ella me la mamaba a mi y Paulina me cogía. Había escogido así por que Zulema tenia el pene mas grande y lo quería dejar para el gran final, y al mismo tiempo para que mi culito se fuera acostumbrando con un pito no tan enorme.
Era contrastante el tamaño del pene de Vero y el de Zulema cuando los vi ya muy cerca uno del otro, así como su color. Zulema se coloco un condón al tiempo de que Vero se untaba vaselina para hacer mas fácil la penetración. Al mismo tiempo yo me disponía a volver a disfrutar la formidable reata de Paulina. Ella misma me puso la vaselina en mi culo, y se puso el condón el cual apenas y le quedaba de lo hinchada que tenia su verga. De hecho y si no mal recuerdo ahora la tenia aun mas crecida que la primera vez que me cogió en su casa.
La posición era sublime a mi me cogían, me la mamaban, yo mamaba otra verga y a ella también la cogían. Yo no se si el aire acondicionado no funcionaba, pero por la agitación empezamos a transpirar muchísimo, alcanzaba a sentir como el sudor escurría entre mis nalgas y resbalaba hasta llega a donde Paulina me estaba taladrando. Duramos en esta posición por lo menos media hora. En ocasiones Paulina dejaba su gran instrumento por unos segundos para que mi ano se acostumbrara al tamaño y luego en otros momentos la metía y sacaba frenéticamente. Nuevamente lo apretado de mi entrada le encanto a Paulina.
Hicimos una pausa, ya que aun no quería que todos explotáramos, aun quería disfrutar mucho mas. Entonces les pedí que cambiáramos a una posición en donde ahora si estaría a merced de la poderosa tranca de Zulema, hasta nervioso estaba de solo pensar que esa porción de carne tan grande ahora estaría dentro de mi. Yo me acosté boca arriba con el culo en la orilla de la cama, Paulina me puso su rica verga en la cara, aprovechaba en ocasiones a lamerle el ojete que estaba por detrás de los grandes huevos que le colgaban. Y Vero me ayudaba a mamar esa rica verga en lo que jalaba con decisión la mía.
La entrada de Zulema fue muy dolorosa, por momentos pensé que no seria posible de disfrutarla hasta el fondo, lo intento varias veces pero costaba trabajo. Entonces de su bolso saco un vibrador color carne casi del mismo tamaño de ella, le coloco un condón y le puso vaselina, me decía que me iba a preparar aun mas para que no me doliera. Y vaya que lo hizo, me lamía el ojete y me metía el consolador alternadamente. Al grado que dijo, ya estas lista, coloco su verga en la entrada y sin titubear lo fue metiendo despacio pero con firmeza, esto era la gloria. De pronto sentí sus huevos chocando con mis nalgas y supe en ese momento que por fin lo había logrado. De pronto empezó un mete y saca cada vez mas fuerte.
En ese momento lo que yo ya quería era que me bañaran en sus jugos deliciosos, por lo que se los dije y empezaron a sacudírselas y empezaron a explotar sobre mi pecho y mi cara, no quería que se desperdiciara nada. Lamí y chupe todo lo que pude, y quedamos muy cansados todos encimados. El olor era de mecos por todos lados.