Cuatro pajas diarias

El vicio de la masturbación

Contemplo absorto a la actriz sonriente,

muevo mi mano con ojos perdidos,

cual bestia expulso salvajes gruñidos

mientras se desperdicia mi simiente.

Mi soledad es un turbio aliciente

para acceder a oscuros contenidos,

para perder el tiempo y los latidos,

para sumirme en un vicio demente.

Esclavo de estas pulsiones sombrías,

suelto de mi propio cuerpo el timón

y naufrago en tetas y lencerías.

Por vídeo o por imaginación,

navego en depravadas fantasías

sin hallar jamás la satisfacción.