Cuatro desconocidos me cogen en una fiesta

Comienzo cogiendo con uno de mis grandes amigos del trabajo, más tarde, los borrachos hacen la diferencia.

Abrió la puerta del cuarto con rapidez mientras nos besábamos, pasando su mano por tu mi trasero. El cuarto estaba oscuro, pero la luz de luna entraba por la ventana, iluminándolo un poco, lo suficiente para ver el cuerpazo de Fabio. Cerró la puerta mientras nos dirigíamos a la cama sin dejar de besarnos. Nos tumbamos y empezamos a quitarnos la ropa rápidamente.

Estaba arriba mío, entre mis piernas, mientras su cuerpo musculoso chocaba contra el mío, haciendo que mis senos se aplastasen un poco. Se levanta un poco y se quita el polo, dejando ver su abdomen bien marcado, mientras se desabrocha el pantalón.

Por mi parte, abro más las piernas para que mi vestido dorado se suba asta la cintura, dejando ver mis piernas tonificadas y gran parte de mi calzón. Esa imagen excita tano Fabio que coloca su pene, aun dentro del bóxer, sobre mi vagina, sin averme quitado las bragas. Nuestros miembros chocaban y se presionaban, rozándose y sintiendo como Fabio se va excitando a medida que empuja su pene erecto contra mi coño.

-Que rica que estas Victoria – me dice Fabio al oído.

-Lo mismo digo de ti chico.

Mientras me besa, Fabio se baja el bóxer lentamente, dejando caer su glande sobre mis bragas húmedas, sintiendo lo erecto que esta, lo cabezón que es. Fabio baja su mano para sentir mi vagina, posando sus dedos encima de este y sobando en círculos, sobando mi clítoris, haciéndome gemir, retorciéndome de placer bajo su cuerpo.

-Ahhhh Fabio ahhhh como me encantas – gemía y gemía son el baile de sus dedos en mis labios.

Después de dejar bien empapados sus dedos, hace la braga a un lado, dejando expuesta mi vagina ante su gran pene erecto. Con sus dedos empapados de mi flujo, decide lubricar su pene, sobándolo de arriba abajo, como su se estuviera haciendo una paja. Luego de lubricar, coge su pene por el tronco y posa su glande sobre la entrada de mi coño, subiéndola y bajándolas.

Su glande resbalaba sobre mis labios, sintiendo como los abre al bajar, sintiendo como llega a mi clítoris y, estando su glande sobre mi clítoris, empezar a moverlo de izquierda a derecha rápidamente. Lo más delicioso del mundo.

Una vez su verga quedó bien empapada y babosa, la colocó sobre la entrada de mi raja, empujando un poco para meter la cabeza para comenzar. Metió todo su pene con más libertad una vez se da cuenta de lo resbalosa que esta mi vagina, facilitando el mete saca, haciendo que comience a gemir al ritmo de sus embestidas.

Fabio movía su pelvis de arriba abajo, abriendo mis labios, haciendo que sus pelotas choquen con mi culo. Mientras me penetra, lo abrazo con las piernas, haciendo que lleve una de sus manos hacía una de ellas, sosteniendo una de mis piernas para poder cogerme con más facilidad.

-¿Te gusta mi verga Victoria? – pregunta Fabio entre jadeos.

-Me encanta ahhhh está muy rica ahh – digo entre gemido un poco entrecortados por las bruscas embestidas.

Mientras me cogía, iba besándome el cuello, mordiéndolo a su antojo, dejándome chupones por todas partes. Cuando se dio cuenta de mis pezones duritos, por lo excitada que estaba, bajó el escote para sacarlo por ahí, lo cual logró. Mis pechos salieron rebotando de mi escote por lo grandes que estaban, es que mi vestido estaba muy apretado.

Empezó a chuparlos, lamiéndolos y tratándolos con cariño.

-Muerde mis pechos amor – le dije mientras pasaba mi mano por detrás de su cabeza, sintiendo su cabello ondulado y todo enredado por sus rulos.

En eso, dejó de morder mis pechos. Me agarra de la cintura, y me pone encima mientras él se acuesta, ahora soy yo quien está arriba.

Esa posición dice – dale mami, cógeme como te coges a tu noviecito – mientras me da una nalgada, haciendo gemir.

Comienzo a darle sentones cortitos pero rápidos, haciendo que mi gemir se entrecorte, haciendo que mis pechos revoten rápidamente sobre cara mientras él saca la lengua. Los apretaba y los mordía a su antojo. Ponía sus manos sobre mis manos nalgas, apretándolas para guiarme con los sentones, haciendo que suba más para metérmela por completo bruscamente.

Cogió mi vestido y lo alzó para quitármelo, quedando completamente desnuda, como él estaba.  Continuamos con los sentones, a la par que el movía su pelvis de arriba abajo, haciendo que mis nalgas revoten.

Fabio y yo nos entretuvimos tanto que olvidamos la fiesta en la casa, cuando, inesperadamente, la puerta de la habitación se abre de golpe, dejando entrar la luz del pasadizo junto con una sombre.

-¡Oye! ¡¿Qué no ves que estamos ocupados imbécil?! – grita Fabio a la extraña sombra.

-¡Fabio lo siento! Te estaba buscando para beber unas cervezas – dice la sombra mientras intento taparme con las sábanas de la cama.

-¿Eres tú Yójar?

-Quien más jajajaja veo que andas de suerte

-Jajajaja entra nomás, la suerte se comparte – le dice Fabio a la sombra.

-Oye espera, ¿Qué estás haciendo? – le pregunto a Fabio con temor.

-Nena tranquila – me dice mientras pasa una mano por mi rostro, acomodando mi cabello – él es el cumpleañero, hay que darle un regalo ¿no crees?

-Tampoco es que muerda linda jajaja – dice Yójar

-Pero ella si jajaja – dice Fabio mientras me hace a un lado para salir de entre mis piernas.

Yójar se va acercando mientras Fabio se para, se dan la mano – Se delicado, es una ricura, no la estropees idiota – dice Fabio. Yójar me ve con morbo, tirada en la cama apenas tapada con las sábanas finas. Se acerca a mí lentamente, pasando su mano por todo mi cuerpo por encima de la sábana. Llega hasta mi rosto, posa su mano en mi mejilla, y me besa. Me da un morreo intenso, con saber a alcohol u cigarros.

Mientras nos besamos, lleva su mano a mis pechos que, cubiertos por las sábanas, los toca con toda libertad. La situación me comienza a gustar, tanto, que dejo que baje sus manos entre mis piernas para tocar mi vagina, toda babosa y mojadita.

-Vaya ricurita conseguiste hoy Fabio

-Tú sabes como soy – dice Fabio con una sonrisa mientras está sentado sobre la cama, viendo como su amiga está a punto de cogerme.

Yójar comienza a dedearme mientras me besa, metiendo su lengua en mi boca y sus dedos en mi coño. Siento como su pulgar toca mi clítoris mientras mete y saca sus dedos, claramente sabía como hacer feliz a una chica. Baja sus labios a mi cuello para comenzar a besarlo apasionadamente, dando una sensación de placer única.

Dejó de besarme, para parase y desabrocharse el pantalón con rapidez. Se quedó en bóxer, dejando ver lo erecto que ya estaba, a simple vista veía lo grande que era.

Empezó a quitarme las sábanas lentamente a la par que se iba tocado el bulto, bulto que estaba enorme. Al dejarme completamente al descubierto, pasó a quitarse el bóxer, lentamente, dejando ver como su pene sale revotando de este.

-Ven aquí cumpleañero – dije mientras lo jalaba por la cintura. Se acercó a mí, con su pene apuntándome, y abrí la boca para metérmelo.

Comencé a chupar ese pene, dejándolo baboso y listo para penetrar. Lo sacaba y metía de mi boca, dando arcadas y succionando toda la baba con líquido préseminal que Yójar botaba. Lo tenía tan grande, que no entraba por completo en mi boca.

-Saca esa lengua preciosa – decía, haciéndole caso para que me de golpecitos en mi lengua con su verga. Los golpecitos soban mucho por lo baboso que estaba, incluso se podía ver tiritas de baba que bajaban desde mi lengua asta mis pechos. Seguí chupando ese pene con esmero mientras se quitaba el pelo, mientras Fabio estaba viendo el espectáculo, mientras el sonido de la música retumbaba en el cuarto.

Una ves Yójar se quedó completamente desnudo, me quitó su verga de la boca desprevenidamente y se colocó entre mis piernas. Fue rápido en meterla pues, tanto mi coño como su verga estaban bien lubricados.

Sus embestidas eran rápidas, casi desesperadas. Era como si no tuviera tiempo para coger, pero era claro que ese no era el caso.

-Disfruta tu cumple Yójar, que no siempre será así jajaja o al menos para ti no jajaja – decía Fabio en todo de burla.

Yójar estaba tan concentrado cogiéndome y haciéndome gemir, que fue inevitable que burlarme de Fabio por estar sentado.

-Sin duda coge mejor que tú Fabio ahh – digo entre gemidos

-Jajajaja así que lo disfrutas zorrita – dice Fabio.

-Con esta verga ahhh siemprahhhh – Yójar era tan bueno que sus embestidas me hacían gemir mucho, al punto de no dejarme hablar.

Yójar siguió cogiéndome, a la vez que mordida mis pechos, me besaba el cuello, me daba morreos. Pareciera que no hubiera cogido en mucho tiempo. Su verga entraba y salía con ímpetu, desesperadamente, como si me estuviera cogiendo un perro. Sin embargo, me encantaba. Se esmeraba tanto por hacerme sentir bien que incluso me preguntaba cada cambio de movimiento “¿Te gusta?” A lo que respondía con “me encanta”

Cogimos como marido y mujer, sintiendo el sudar de su espalda caer hacia sus nalgas, hasta que dos borrachos entran al cuarto cantando.

♪ La otra noche te esperé bajo la lluvia dos horas, mil horas, como un wowwww ♪ ¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?! – gritan los borrachos.

Fabio se para rápidamente, denudo, a cerrar la puerta de golpe. Ellos se impresionan de su desnudez y ríen a carcajadas. Yo me asusto un poco, pero Yójar no para de cogerme.

-Creo que la fiesta es aquí mano jajaja – dice uno de los borrachos.

-Obvio mano, mira como disfruta Yójar de su regalo jajaja ¡Yójar, al fin te coges a una puta!

-¿Son tus amigos Yójar? – le pregunta Fabio.

Yójar para de cogerme, sacando su verga de mi coño, y parándose para ir con sus amigos. Yo trato de taparme con la sábanas, otra vez.

-Si si, son mis causas – dice Yójar cansado.

-Ehhhh mano, ¿crees que nos des chance? – pregunta uno de los borrachos.

-Claro mano, compartiré mi regalo con mis amigos jajaja – dice Yójar regresando a mirarme.

Continuará...