Cuatro chicos en la mansión (1)

La verdad es que no sabían bien lo que les estaban ofreciendo. Pero la idea era tentadora, nunca habían podido imaginar un sueño así. Aunque claro, esos tíos tenían unos cuerpazos impresionantes que podían explicar toda esa suerte.

CUATRO CHICOS EN LA MANSIÓN DE LOS COÑOS

La verdad es que no sabían bien lo que les estaban ofreciendo. Pero la idea era tentadora, nunca habían podido imaginar un sueño así. Aunque claro, esos tíos tenían unos cuerpazos impresionantes que podían explicar toda esa suerte.

EPISODIO 1: LA PROPUESTA

Nico, Dani, Pablo y Andreu eran 4 chicos que les encantaba el sexo y que sabían como montárselo. Los cuatro eran chicos perfectos, y que todas las chicas se les tiraban, sin ninguna exageración. Los cuatro eran super guapos y con cuerpos esculturales, al igual que su instrumento. Nico era mayor de los cuatro, tenía 24 años, era un pelirrojo alto, con un pelo corto. Con un cuerpo perfectamente marcado (y al igual que el resto de sus amigos, totalmente depilado). Le seguía Andreu de la misma edad, de padres extranjeros, era un morenazo de rompe y rasga, con un pelo con una pequeña melena, chiba y un cuerpo también perfecto super marcado y depilado. Pablo tenía 22 años, era rubio con ojos azules un cuerpo super formado y cuerpazo. Y por último el novato del grupo, Dani de 20 años, de pelo castaño y cuerpo perfecto.

Estos chicos se conocían porque se habían presentado a un concurso de belleza y habían quedado en los primeros puestos. A partir de ahí se hicieron amigos y montaron un gimnasio juntos.

Una noche cuando iban a cerrar una rubia impresionante y buenisima entró al gimnasio. Respondía al nombre de Yohana. Quería hablar con los cuatro así que fueron a una mesa de reuniones que tenían.

Soy Yohana como ya me he presentado

Encantados, y en qué te podemos ayudar?- le preguntó Nico, sin saber muy bien, que quería esa pedazo de mujer

Muy bien, iré al grano. No tiene nada que ver con vuestro gimnasio sino con vosotros.

Estamos confusos, qué desea?- le preguntó Pablo.

Yo y un grupo de amigas, somos bastantes. Tenemos una casa, una mansión, donde pasamos largas temporadas viviendo y divirtiéndonos

Y queréis unos monitores de gimnasia, ¿no?

Te podía decir que sí, pero para que engañaros. Queremos a cuatro sementales, cuatro tíos cachas y buenorros, como vosotros. Para divertirnos

Para follar- dijo Dani

Exacto. Os ofrecemos un par de semanas, en el más auténtico lujo. Hay jacuzzis, piscinas, playa privada y un montón de comodidades- la chica acabó y vio la cara de ellos, estaban impresionados- ¿Qué me decís?

Se miraron los cuatro chicos

Vale- dijo Pablo- podremos dejar esto un par de semanas.

Muy bien- dijo Yohana- Pues os daré la dirección. Nos vemos mañana

¿Y no te apetece hacernos una prueba y ver nuestros cuerpos, a ver si somos lo que queréis?- dijo Pablo, caliente

Creo que es mejor que no, así será una sorpresa. Hasta mañana

La chica se fue, y los chicos no se podían creer lo que había pasado allí. Una chica sin conocerles pretende que vayan a vivir con ellas un par de semanas. Y sin cortarse, para follar con ellos.

Yohana les dio, antes de irse, un papel con la dirección y las cosas necesarias. Y en cuanto a esas cosas, ponía que llevaran sólo lo puesto, porque allí se les daría todo lo necesario

EPISODIO 2:

¿Seguro que la dirección está bien?- preguntó Nico

Sí, es por ahí- le contestó Dani

Estaban en un lugar donde no había nada, un descampado enorme a 50 kilómetros de algo de civilización. Hasta que llegaron a una zona verde y frondosa, y al fondo una valla enorme que cercaba una gran extensión que se veía verde. Y vieron un timbre en la verja que tocaron.

Contraseña- dijo una voz femenina- Está en el documento que os han entregado

Aquí está- dijo Nico- ¡Qué fuerte!. La contraseña es estamos empalmados y con ganas de daros placer

Adelante

La verja se abrió y el todo terreno de los chicos entró en la finca. La finca era enorme, gigantesca. Había un camino lleno de árboles por donde iba el coche, y a los lados, casitas y de más cosas. Al fondo del camino, estaba la mansión, enorme, gigantesca. Y se veía una de las piscinas. Era una casa de ensueño.

Aparcaron el coche y se bajaron, aparecieron tres chicas, con uso minúsculos tangas.

Bienvenidos- dijo la pelirroja, con unas tetas preciosas- seguidnos vamos a enseñaros la casa.

Los chicos siguieron a la pelirroja y a sus dos amigas morenas, también impresionantes. Las chicas le enseñaron todas las instalaciones, aunque ellos prestaron más atención a sus cuerpos. Les llevaron por una cocina enorme, luego por una infinidad de salones, con todas las comodidades. Les enseñaron tres piscinas, jacuzzis, saunas, piscinas en el interior de la casa. Un gimnasio bastante más grande que el suyo. Y hasta una playa privada, con arena marroncita clara y un agua cristalina.

Luego las chicas los llevaron a un jardín donde estaba Yohana.

Hola chicos- le saludó

Hola- contestaron

Chicas luego nos vemos, ya sigo yo- les dijo a las tres chicas- seguidme os explicaré un par de cosas y os enseñaré vuestras habitaciones.

Yohana les explicó una especie de normas de la mansión. Lo que se trata es pasarlo en grande. Los chicos eran la diversión de todas, y podían hacer lo que quisieran. Pero cuanto más salidos y con más imaginación mejor. Tendrán todas las comodidades. El mejor de los cuatro será recompensado y el otro tendrá un pequeño castigo, pero siempre divertido.

Algún problema- les preguntó

Ninguno- contestaron

Perfecto. Cada uno tiene una habitación, unida a la del resto por una habitación. Y cada uno tiene un armario con ropa, toda muy sexy y caliente. Desde que os deje en la habitación podéis hacer lo que queráis. Pasadlo genial y nos veremos en un par de días.

Tenían una casa para ellos, llena de chicas deseantes de sexo. Era un sueño, increíble.

Nico les dijo a los chicos que le apetecía darse un baño en la piscina. Sin dudarlo un momento se cambió, se puso un tanga que encontró en su vestidor y un albornoz. Nico quería ir a la piscina de interior y intentándose de acordar donde estaba fue hacia ella. Por el camino no vio a ninguna chica. Llegó a la piscina y al lado estaba el jacuzzi y vio que en el estaban una de las chicas morenas y la pelirroja que les enseñaron todo. Ambas las dos eran guapisimas. Cuando se acercó vio que estaban desnudas, lo que le gustó

Hola, soy Silvia- le sonrío la morena

Hola- le contestó

Yo soy Ann- le sonrío la pelirroja

Encantado. Iba a darme un baño

Aquí hay sitio- le contestó Silvia

Vale

El chico no lo dudo. Se quitó el albornoz y les enseño a las chicas su tanga verde, que marcaba paquetazo y que le ensañaba su perfecto culo.

Estás muy muy bien- le dijo Ann

Vosotras no estáis nada mal, tampoco- dijo él

Mientras el agua del jacuzzi daba directamente a sus partes y le excitaba más de lo que ya estaba. Las chicas no dudaron en tocarle su paquete.

No sé si podrás con las dos- afirmó Ann

Puedo con las dos y me sobro

Demuéstralo

Lo haré. Esperad- el chico se levanto del jacuzzi y tiró el tanga fuera, saliendo al aire su enorme y empalmada polla. Luego se volvió a meter- Es para las dos

Las chicas no lo dudaron, y Ann se la metió de golpe en su boca, hasta dentro, para sacarla luego y frotar con su lengua el glande. Mientras Silvia le comía los pezones del chico, y él a su vez le tocaba las tetas. Luego él invito a Silvia para que la acompara comiéndose la polla. Ella lo hizo con gusto y le comió los huevos.

Joder tías, seguid así

Qué bueno estás semental- le dijo Ann

Ahora os voy a follar y veréis lo que es bueno

Silvia le comió un poco la polla, y luego se la metió por el coño a Ann, y le empezó a galopar sin piedad

Ohhh, sigue- decía ella

Nico, mientras comía el coño de Silvia, que había salido del jacuzzi y se puso cerca de su cara, y que también gemía.

Luego, él se la metió a Silvia mientras se comía las tetas de Ann y su coño, cuando estaba haciendo eso último, le metió un dedo y luego se lo dio a comer a Silvia, la cual lo hizo de manera placentera, lo que le calentó más, si cabe.

Él chico las siguió follando a las dos, de manera placentera y alargada, hasta que llegó el momento.

Me corro- gritó

Las chicas se pusieron debajo de su polla y él se masturbó hasta que su caliente líquido cayó. Fue parar a las bocas de ellas. Mientras él gemía de placer ellas se comieron su leche

Ha sido genial- dijo Ann, luego, mientras Silvia le limpiaba la polla

Ya lo creó- sentenció él.

Esto sólo el principio de los relatos. Continuará