Cuarteto de putas
Finalmente estábamos en el aeropuerto esperando a mis amigas. Nos habíamos conocido hacia un buen tiempo por el chat, ellas Viven en diferentes ciudades del planeta (Chile, México y Guatemala) después de largas conversaciones, decidimos hacer un encuentro para disfrutar de las fantasías de las que tanto nos habíamos escrito.
Finalmente estábamos en el aeropuerto esperando a mis amigas. Nos habíamos conocido hacia un buen tiempo por el chat, ellas Viven en diferentes ciudades del planeta (Chile, México y Guatemala) después de largas conversaciones, decidimos hacer un encuentro para disfrutar de las fantasías de las que tanto nos habíamos escrito.
Como yo era la anfitriona, decidimos que sería en mi país, Venezuela, donde sería el encuentro. Ya teníamos todo dispuesto para la ocasión, alquilamos una pequeña cabaña en la colonia Tovar, este es en un pueblito alejado de la ciudad constituido en su mayoría por inmigrantes alemanes, así que toda la infraestructura del pueblo esta construida en base a su ciudad natal y es de un clima predominantemente frio porque queda enclavado en una zona montañosa que se accede sabiendo por el junquito.
También alquilamos una pequeña van para transportarnos y que nos seria de utilidad por el espacio, para varias ideas que tenía en mente. Ellas querían sexo y yo le daría varias experiencias inolvidables.
Llega el avión, y esperamos la descarga de pasajeros con nuestro cartel en alto con el nombre de mi amiga, para que pudiera ubicarnos, ¿Quién llego de primera? Mi gran amiga Olga. Cuando salió del tumulto de personas y llego hasta nosotros, nos dimos un gran abrazo y el beso quedo plasmado en la comisura de nuestros labios.
─ ¡Hola amiga! ¡Por fin te conozco en persona! ─ le dije como saludo… y luego le comento ─ déjame decirte que esa foto que me enviaste para que te reconociera, no te hace honor. ¡Te ves mucho mejor en persona!
Ella sonríe por el cumplido y nos damos otro fuerte abrazo y acariciamos nuestras espaldas mutuamente. ─ ¡lo mismo digo amiga! ─ respondió ella.
Después de ella saludar a mi esposo, nos dirigimos al bar del aeropuerto para refrescarnos un poco antes de emprender el viaje de regreso a casa.
Nos sentamos, pedimos unos cubalibres al mesonero y nos pusimos a hablar de nuestras cosas para conocernos mejor.
─ ¿Isabel y Silvia ya llegaron? ─ pregunta Olga.
─ ¡No! Ellas llegan mañana ─ le comento, y agrego sonriendo ─ ¡así que empezaremos nosotras dos con la fiesta!
─ ¡MMMM! ¡Esa me parece una buena idea! ─ agrego Olga sonriendo.
Después de tomar un par de tragos mas, nos dirigimos a la van, nos sentamos en la parte trasera para ir mas cómodas y mi esposo empezó a conducir. Íbamos charlando animadamente y nos acariciábamos los brazos, las piernas distraídamente.
Siempre que hablaba con mis amigas por chat de sexo lésbico, les comentaba que jamás había participado en esas prácticas, así que no sabía cómo reaccionaría y sería muy difícil que tomara la iniciativa en el momento dado. Olga estaba al tanto, así que después de un largo tonteo, ella tomo mi rostro entre sus manos y me dio un pequeño beso en los labios, fue solo un piquito. Yo cerré los ojos e instintivamente y separe mis labios un poco.
Ella aprovecho la oportunidad y metió su lengua en mi boca, fue distinto pero muy agradable, después de un rato, estábamos fundidas en un abrazo mientras nos comíamos mutuamente, nos chupábamos las lenguas para luego pasar a los labios, nuestras salivas se confundían mientras explorábamos nuestras cavidades con las lenguas, podía sentir el sabor del cubalibre en su cavidad.
Yo sorbía su baba por la comisura de sus labios y ella hacía lo mismo conmigo, hacia una incursión bucal hasta donde mi lengua lo permitía y luego daba pasó a la suya para que entrara profundo en mi boca. Fueron largos minutos que mantuvimos esa exploración hasta que nuestras manos cobraron vida y empezaron a recorrer nuestros cuerpos.
Olga se separo y abrió mi camisa para dejar mis senos al aire, lo cual no fue difícil ya que no tenía sujetador, mis senos son pequeños así que tengo la facilidad de llevarlos sin sostén. Se abalanzo sobre ellos y comenzó a mamarlos con maestría.
─ ¡UUUUFFFFF! ─ deje escapar un fuerte suspiro ─ ¡QUERICOO!
Chupaba el pezón y luego lo aprisionaba entre dientes dándome pequeños mordiscos, Hacia lo mismo con el otro y luego repetía la operación con uno y con otro. Los juntaba y luego pasaba la lengua por medio de los senos, sentía la saliva tibia sobre mi piel, tenía todas las tetas pringosas de su baba y me estaba gustando mucho. Su mano bajo a mi entrepierna y comenzó a sobarme el coño por sobre el pantalón, yo separe las piernas para darle mejor acceso y facilitar la operación.
─¡ya suficiente! ─ le dije, mientras la separe de mi.
Era mi turno, había tenido la idea de todo este asunto así que debería llevar la batuta.
La abrí la camisa y saque sus senos, por supuesto mucho más grandes que los míos, le subí el brassier para dejarlos libre y le dije.
─ bueno amiga para ser las primeras tetas que me voy a comer… ¡no están nada mal!
Comencé dándole besos para tomar confianza, en realidad el olor que tenían era exquisito y su textura muy agradable, luego succionaba el pezón, solo me deje llevar y repetía en sus tetas todo lo que Olga había hecho con las mías, y en pocos minutos los suspiros de mi amiga me confirmaban que estaba haciendo un buen trabajo.
─ ¡HHHAAAAYY! ¡SSIIII! ¡SI AMIGA, ASI SIGUE ASI! ¡AAAAAA! ¡COMELAS TODA, ANDA ASI, ASI!
Seguía deleitándola y deleitándome con mis recién dotes adquiridos. El coño, me acorde y continúe masajeándoselo por sobre el pantalón mientras le mamaba las tetas.
Luego me vino a la mente una escena que vi en una de las películas que me trajo mi esposo de sexo lésbico para que fuese tomando ideas y decidí ponerla en práctica.
Me incorpore y choque mis senos contra los de Olga, pezón contra pezón. Como estábamos todas ensalivadas, nuestros senos rodaban fácilmente, podía sentir la turgencia de sus pezones sobre los míos. Por la sensibilidad, al sentir sus protuberancias rosando con las mías, me recorría un escalofrió por toda la columna vertebral, que bajaba y explotaba en chispas de placer sobre mi coño.
Ella me tomo del cuello y me halo hacia ella para comerse mi boca, luego las manos a nuestras entrepiernas para seguirnos frotando los coños.
¿Me atrevería a dar el siguiente paso? No estaba segura pero tenía que intentarlo.
Le quito las sandalias y coloco la planta de sus pies sobre mis senos, los estrujo, meto mis pezones entre sus dedos y me digo internamente «Vamos hazlo, fue tu idea y tienes que finalizar lo que comenzaste» ahí voy, desabrocho su pantalón y la ayudo a quitárselo, pero solo el pantalón, le dejo las pantaletas puestas para no apresurar la cosa.
Se acomoda de nuevo sobre el asiento y coloca las piernas en el espaldar del delantero, yo quedo en medio de ellas y nos observamos directamente a los ojos por un instante, al bajar la mirada hacia su cucan, me doy cuenta que esta empapada en flujos, puede notarse claramente la humedad a través de la prenda y el olor de su sexo, era fuerte, penetrante y embriagador.
Aprieto mi mano contra su coño y comienzo a frotarlo por sobre la tela, la humedad traspasaba hasta mis dedos. Luego tomo su prenda y la aparto ligeramente, va dejando una estela de flujo entre las pantaletas y su cuca semejando una telaraña. Ya su coño esta a la vista frente a mi perfectamente depilado. Avanzo más, separo los labios lentamente, ella solo me observa a la expectativa de mi reacción.
Al observar la flor abierta, volteo hacia mi marido y le digo
─ ¡negro, el coño de esta puta es como los que a ti te gustan!
Los labios de un color más oscuros que la piel, y al abrirlos, el rosa pálido de su interior dan un contraste alucinante y morboso que invitan a mamarlos (como dice mi esposo)
Con esa frase en mi mente, me acerco, inspiro y el olor se mete por mis fosas nasales dándome pequeños escalofríos por el cuerpo, avanzo y coloco mi lengua directamente en su gruta, palpo el flujo y siento su consistencia como un almíbar salado. Repito la operación, pero esta vez recorro la vagina desde su inicio en el agujero y llego al clítoris.
Degusto el sabor de su almíbar y me lanzo esta vez de lleno a mamarle el coño, chupo sus labios vaginales por separado y luego meto la lengua en su hueco por donde sale gran cantidad de su sabia, trago y mamo, la impregno con mi saliva y sigo comiéndole el coño, llego a su clítoris y lo saco del capuchón con mis dedos, lo veo, esta grande, hinchado y luego lo meto en mi boca, se lo chupo y acaricio suavemente con mi lengua.
─ ¡AAAAHHH! ¡AAAHHHH! ¡ASI BERNARDA, ASI!─ Los suspiros y quejidos de Olga, me demostraron que iba por buen camino. No me lo podía creer, estaba haciendo disfrutar a una mujer con mis caricias y mi boca, sus jadeos y gemidos entraban por mis oídos dándome descargas de placer, de verdad me estaba gustando esto del lesbianismo más de lo que esperaba.
─ ¡MAMI ME VAS A HACER ACABAR! ¡SI SIGUES ASI TE LA VOY A DAR TODA EN LA BOCA! ¡AAAAHHH! ¡ME VAS A VACIAR!
─ ¡Espera un momento perra! ¡Esto recién comienza!
Separo sus nalgas mientras pienso « ¿será que me atreveré? Si, debo hacerlo, ya estoy aquí, así que adelante» me acerco y paso mi lengua por su culo, el sabor acre me golpeo fuertemente, pero insistí con mi lengua y lo hice desaparecer. Le mame el culo un buen rato mientras ella se deshacía en suspiros y suplicas.
─ ¡UUUYYYY! ¡ME GUSTA! ¡COMEME EL CULO! ¡SOY TU PUTA, TU PERRA!
Mientras le mamo el culo, meto dos dedos en su coño y los giro haciéndola retorcerse de placer, pero cuando ella acoplo sus caderas de forma que se cogía sola con mis dedos… los saco y comienzo a darle círculos en el culo, impregnado su esfínter con el flujo.
─¡ANDA, MÉTELOS DE NUEVO AMIGA! ¡ME ESTAS DESESPERANDO! ─ me dice con voz suplicante.
─¿ESO ES LO QUE QUIERES? ¡PUES YA VERÁS! ─ y sin que ella lo esperara, le meto los dos dedos de un solo golpe por el culo.
─¡UUGGG! ¡QUE MALA ERES AMIGA! ¿QUIERES SODOMIZARME? ─ se quejo algo sorprendida.
─ ¡para nada! Sabes que eso no va conmigo pero me provoca hacerte cochinadas, voy a disfrutar de tu cuerpo como me dé la gana, eres mía, lo acabas de decir, así que hare contigo todo lo que se me ocurra, pero te prometo que no habrá sadismo.
─¡OK! ¡Lo que quieras pero hazme acabar de una vez por favor!
─¡está bien mi zorrita, pero recuerda que luego te toca complacerme! ¿De acuerdo?
─¡SI, SI, SEGURO!
Me acomodo, y sin sacarle los dos dedos del culo, con mi otra mano inserto dos dedos más en su coño y comienzo a masturbarla al mismo tiempo por el culo y la cuca, me subo un poco y comienzo a besarla en la boca, me alejaba y dejaba caer mi saliva dentro de su boca para luego besarla y recogerla de nuevo con mi lengua y repetir la operación.
─¡MMMM! ¡MMMM! ¡Hay amiga, no te gusta el lesbianismo pero déjame decirte que me estas matando de placer! ─ me decía Olga con palabras entrecortadas.
Acelero los movimientos y ella me toma de la nuca para besarme mejor, nos unimos en un beso de lengua mientras siento las contracciones en mis dedos anunciando el esperado orgasmo, me concentro en su punto G, y le doy masajes enérgicos.
─ ¡MMMM! ¡MMMM! ─ sus gemidos eran ahogados por mis labios y lengua.
¡EXPLOTO! Se vino en un orgasmo riquísimo mientras gritaba y se contorsionaba contra mis dedos en sus agujeros.
─¡AAAAAAA! ¡AAAAAAAA! ¡RICO BERNARDA! ¡DALE ASI, ASI, ASI! ¡AAAAAAAAAA!
Seguí masturbándola hasta que todo su orgasmo y jugos quedaron sobre mis dedos.
─ ¿Cómo lo hice? ¿Pase el examen? ─ le pregunte a Olga mientras lamia mis dedos para limpiar todo el flujo que quedo en ellos.
─ déjame recuperarme cariño, ¡de verdad me sorprendiste! Para ser la primera vez con una chica como dices tú, fue increíblemente bueno.
─¡ahora te toca a ti mostrarme lo que tienes! ─ le contesto mientras comenzaba a quitarme los pantalones. ─ ¡quiero que te acuestes en el asiento! ─ le ordeno, una vez que estaba desnuda de la cintura para abajo.
Mi coño estaba, ¡aunque no me lo esperaba!, chorreando flujos a mares.
Me coloco a horcajas sobre su rostro y planto mis labios vaginales sobre su boca, mis secreciones bajaban en torrentes y sabía que Olga lo estaba bebiendo todo.
─ ¡ASÍ PERRA! ¿TE GUSTA MI CUCA?
─ ¡MMMMMM! ¡MMMMMM! ─ solo contestaba con gemidos porque le tenía toda la boca tapada con mi vagina.
Movía mis caderas para impregnarle todo el rostro con mi sabia. Me encanta que me mamen el culo, así que no desperdicie la oportunidad, me rodé hacia delante y coloque mi hoyito sobre su boca.
─ ¡vamos zorra! ¡Mámame el culo! ─, apreté mis nalgas contra su rostro, quería sofocarla con mi trasero.
Me inclino hacia su coño y comienzo a meterle los dedos, primero uno, luego dos, y después de un rato, ya tenía todos mis dedos metidos en su vagina. Hago presión, quería meterle toda la mano pero aun estaba estrecha. Empujo fuerte, en cada envestida que le daba, ella succionaba mi clítoris como avisándome que le dolía o algo, pero no sabía que su maniobra lejos de molestarme, me excitaba mas y me obligaba a empujar mi puño contra su coño.
Escupo sobre su coño para lubricarlo e intento de nuevo meter la mano y… ¡AAAAAAA! ¡OOHHHHH! ¡ACABO! Me vengo como una puta sobre su boca.
─ ¡AAAAAA COÑO! ¡UUWWU QUE RICO OLGA, CÓMEME MAS DURO POR FAVOR!
La verdad estaba muy excitada desde la mañana con la expectativa del encuentro y el orgasmo lo tenía a flor de piel, mis flujos salían de mi vagina directo a su boca. Batí mis caderas sobre su cara hasta dejar la última gota de mi corrida sobre su rostro y luego me incorpore.
Yo sabía que ella había quedado caliente porque no la lleve al orgasmo, pero la dejaría así, excitada hasta la noche.
Nos recompusimos la ropa y continuamos el camino con las piernas entrelazadas y dándonos besitos de vez en cuando mientras charlábamos.
Por fin llegamos a casa, la acomodamos en su habitación y nos dispusimos a preparar la comida y dejar todo listo para noche.
Dimos una vuelta por el pueblo para enseñarle a Olga el paisaje y desde luego meternos mano mientras nadie nos veía. Mi esposo no perdió oportunidad así que eso era un toqueteo mutuo. Mi esposo a ella, ella a mi luego yo a mi esposo y así nos sobábamos y besábamos todos. Después de varias horas regresamos. Comimos, bebimos, charlamos y ya dispuestos a seguir con la cogedera, nos fuimos a la habitación, nos dimos un baño los tres dando caricias para mantener la calentura viva.
─Olga ─ le comento. ─ ¡esto lo compre espacialmente para ti! ─, era un conjunto de baby doll completo con medias y liguero.
Nos vestimos para la ocasión, yo me coloque un hilito negro con un vestidito transparente que me llegaba a la altura de los muslos.
Mi esposo se nos acerco y yo hice que Olga se agachara.
─ ¡abre la boca mi zorrita! ─ agarro la verga de mi esposo y comienzo a restregársela por la cara, la meto en su boca y le digo que la mane fuerte.
Luego la halo fuerte por el pelo hacia mí, aparto el hilo y le restregó el coño en la cara. Así pasamos un rato, le hago mamar la verga de mi esposo y luego la traigo hacia mi coño pare que me chupe a mí.
La acuesto sobre la cama y mi esposo se fue directo a mamar su coño, tenía muchas ganas de hacerlo desde que le dije que era como a él le gustaban, luego me subo sobre ella y estampo mi cuca sobre su boca. Así, mientras mi esposo le comía el coño, ella me lo comía a mí y yo ayudaba a mi esposo abriéndole los labios vaginales a ella para que él se deleitara con su comida.
─¡MMMMMM! ¡MMMMM! ─, solo se escuchaban gemidos y suspiros en la habitación.
No quería dejarla acabar así, le hago señas a mi esposo para que se tumbara a su lado en la cama, luego me levanto y la tomo por el brazo.
─ ¡es hora de que uses ese coño para que hagas disfrutar a mi esposo!─ La coloco sobre él, guio la verga de mi esposo para que entre en su coño.
─¡UUFFFF! ─ soltó un fuerte suspiro ─, ¡AAHHH, BERNARDA POR FIN ESTO ESTABA ESPERANDO! ¡YA QUERIA UNA VERGA DENTRO DE MI COÑO! ─Me decía entre suspiros.
Los dejo solos un momento mientras voy por mis jugueticos. Cuando llego, ella estaba sobre mi esposo y se daban un gran beso de legua, y ella abrazada a él, movía el culo como una licuadora con su verga clavada hasta la matriz, claramente se veía que quería exprimirle la verga con su coño.
Me coloco el consolador mientras los observo, deleitándome con la cogida. Aunque nunca antes les había comentado esto: «me gusta mucho ver a mi esposo cogiendo con otras»
El dildo en cuestión, lo habíamos comprado para esta ocasión, era algo espectacular (foto referencial)
Una vez que estoy prepara con el vibrador, me coloco detrás de Olga, le doy unas lamidas en el culo y luego deslizo el dildo contra su culo y voy traspasando su esfínter lentamente.
Cuando la tengo empalada totalmente, la tomo por las caderas y comienzo a darle embestidas largas y lentas, me introduzco totalmente en su agujero y luego salgo lentamente, hasta que acople mis movimientos con los de mi esposo y comenzamos a taladrarla por ambos agujeros a la misma velocidad, entrabamos y salíamos al mismo tiempo, arrancando suspiros de placer en Olga que me ponían los bellos de punta.
Cambie el ritmo de acometida para cogerla mejor y ahora cuando mi esposo entraba, yo salía y viceversa.
─ ¡AAAAA! ¡AAAAAHHHH! ¡OOOOHHHWWW! ─ los suspiros y gemidos de Olga eran todo un poema─ ¡HAY, ASI BARNARDA! ¡AMIGA ME VAS A HACER ACABAR! ─ aunque mi esposo y yo la estábamos torturando con la cogida que le dábamos, ella solo expresaba su placer conmigo.
La vibración del consolador estaba haciendo sus efectos sobre mi vagina, sobre el culo de Olga y a su vez, sobre la verga de mi esposo atreves del perineo de Olga.
Después de un rato ensartados los tres, acabamos al unisonó, así, mientras mi esposo llenaba el coño de Olga con su leche caliente, ella nos regalaba un exquisito orgasmo y yo me venía clavando mi consolador bien profundo en su culo para que transmitiera la vibración a mi coño con más intensidad.
─¡AAHHHH! ¡AAHHH! ¡OOHHHWWW! ¡RICO, RICO, SIII, ASIII AAAAAHHHH! ─ suspiros y gemidos de cada uno, trasmitiendo más intensidad y placer a nuestro orgasmo triple. La compenetración fue perfecta tanto como el final del acto.
Yo me Salí de Olga y ella cayo rendida sobre mi esposo.
─¡vamos! ¡Levante que tu no viniste hasta acá para dormir! ─ le digo a Olga mientras le doy una fuerte nalgada, el cachete le quedo rojo y mis dedos se veían claramente en la marca que se le hizo en la nalga.
─¡HAAYYY! ─ se incorpora rápidamente y yo le pase el consolador lleno de mis flujos para que se lo introdujera.
─ ¡ahora es mi turno! ─ le digo mientras me recuesto en la cama boca arriba. ─ ¿tú no me querías coger? ¡Ahora es tu turno de hacerlo, y espero que lo hagas bien! ¡Quiero que me des una buena cogida! ¡Pero primero mámamela zorra! ¡Quiero tu lengua hurgando muy profundo en mi cuca!
Acto seguido, flexionó las piernas y las separo para darle el mejor acceso a mi coño mojado, ella, sin espera se fue directo a él y comenzó a comérmelo con delicia, mi esposo se acomodo a mi lado y me dio su verga a mamar. Tenía el sabor del coño de Olga así como sus flujos y restos de su semen.
Me abandone y devore la verga con maestría mientras Olga me hacia latir el coño de placer con cada lengüetazo que me daba.
Me tenía en las puertas del orgasmo con su lengua, pero no era esa la forma en que quería acabar, así que la tome del pelo y la hale, ella respondió enseguida y mientras se subía sobre mí, guio el vibrador y lo encajo todo en mi coño y empezó a envestirme fuertemente mientras buscaba mis labios para fundirnos en un beso lascivo.
Mi esposo que esperaba esa oportunidad, y sin que ella lo sospechara, se acomodo detrás, y separándole las nalgas, la clavo por el culo en un solo golpe.
Se le fue completico ya que yo lo había disfrutado al tope y se lo había dejado bien horadado.
─¡AAAHHHHHHH! ─ dejo salir una fuerte exclamación, mi esposo la sujeto por la cadera y comenzó a taladrarla fuerte y sin pausa. Sus movimientos, hacían que ella a su vez, entrara con el consolador bien profundo en mí, así que nos acoplamos los tres y comenzamos de nuevo a disfrutar esta nueva postura.
Mientras nosotras nos comíamos a besos y disfrutamos la cogida, mi esposo disfrutaba del culo de ella y la ayudaba con sus golpes a que me cogiera mejor.
─¡MMMMMM! ¡MMMMMM! ¡UUFFF! ¡WWOOOWWW! UUWWWW! ─ gemidos, sexo, placer. Estábamos disfrutando de todas las sensaciones juntas. Mi primera experiencia lésbica y la estaba disfrutando a tope. Claro que lo de la camioneta fue el preámbulo pero esto ya era la cúspide del placer y me estaba llevando al orgasmo vertiginosamente.
─¡AHHHHHAAHHH! ¡DAME DURO QUE ME VOY! OLGA, MAMI DAME DURO! ¡ME GUSTA ZORRA! ¡ME GUSTA COMO ME COGES! ¡AAHHHHH!
Me vine a chorros y mi esposo no se quedo atrás, inundaba los intestinos de Olga con su leche caliente mientras ella convertida en un sándwich, no soporto los embates de ambos y se vino con nosotros en un fuerte y sonoro orgasmo.
─¡HAYYY BERNARDA QUE RICO! ¡ME SACASTE LA LECHE Y TU ESPOSO ME TIENE EL CULO ABIERTO CON SU VERGA! ¡SOY SU PUTA CÓJANME TODO LO QUE QUIERAN!
Continuamos el movimientos copular, para sacar todo vestigio de placer de nuestros cuerpos hasta que quedamos rendidos.
Mi esposo salió del culo de Olga y fue al baño a asearse, pero nosotras continuamos un rato mas en nuestro agarre, acariciando y besándonos mientras ella seguía dándome estocadas por el coño con el consolador, pero más despacio, para disfrutar el momento.
Cuando mi esposo regreso, fue el turno de nosotras, nos fuimos al baño y nos dimos una ducha, mientras nos enjabonábamos mutuamente, nos besábamos y acariciábamos por todas partes.
Habían pasado unas cuantas horas, era prácticamente de noche, así que cenamos y nos dispusimos a dormir.
Yo quede a un lado de la cama, mientras Olga en medio me abrazo por la espalda y mi esposo a su vez la abrazo a ella. Teníamos que descansar para el día siguiente, aun quedaba por ir a buscar al aeropuerto a Isabel y a Silvia.
Continuara.