Cuarentena con su novio... y si padre. Parte 2

La cuarentena sigue para Theo, Hugo y Juan. Pero todo tendra consecuencias.

Seguíamos encerrados pero esa noche mientras Juan estaba viendo una película de esas que le gustan a él basada en hechos reales. Hugo y yo empezábamos a calentarnos, hasta que explotamos, me tiro a la cama y lo siguiente que siento es el bulto duro de Hugo rozando mi culito peludo mientras el devoraba mi boca. Cada vez que separaba sus labios de los míos, no sabía que podría pasar, lo mismo recibía el mejor lapo del mundo antes de otro beso, que gemía retorciéndome rozando más el bulto duro de mi macho en mi culo.

Mi macho, mi Hugo, estaba ya perdido en su propio morbo y en los gemidos que salían de mis labios, siempre silenciados con los suyos o con su mano para que no escuchara nada su padre, estaba disfrutando del cuerpo de su sumiso a su antojo, ahora mismo no éramos pareja, en este juego no, era un macho dominante y su sumiso en una sesión de juegos no aptos para todos.

Cuando mi macho se dio cuenta que mis ganas de olerlo y lamerlo estaba a punto de llegar a mi mente a la locura más absoluta, Hugo se acercó a mi oído y me dijo:

-          Ahora te toca a ti disfrutar de tu macho como te gusta- me dio la vuelta y me puso encima de él.- ya sabes lo que me gusta cabron- alzo su brazo y vi su axila peluda, estaba deseando recrearme oliéndola- vamos huele y lame la axila de tu macho.

No tuvo que pedirme más, como un animal metí la cabeza en la axila, olía a él, a sudor, a cloro, y ese olor me embriagaba y hacia que me mojase. Olí cada mm de su sobaco hasta que el morbo me pudo, le escupí y pase mi lengua por todo su sobaco, con ansia volví a él y me lo comí, todo el sabor de mi macho lo tenía en mi boca.

-          ¿Qué tal sabe hoy el sobaco de tu macho? – dijo Hugo con una cara de cabron, se lo que quería…

-          Mi macho sabe rico siempre pero hoy más…- llevaba días deseando hacerlo, y como sé que le encantaba me incline y le di mi boca para que la devorase, para que descubriese el sabor que tanto a mí me gusta y a él también.

En medio de otro salvaje beso saboreando los dos el sabor del sobaco de mi macho, siento que me coge la cabeza y me dice:

-          Creo que más abajo están deseando también que huelas, pero antes siéntate en el… siente lo duro que esta,- yo me senté, y restregaba mi ojete por todo su bulto, me movía como un loco, solo quería tenerlo dentro, pero me haría sufrir un poco más,- si mi perrete

-           esta mojado- dijo mientras yo seguía rozándome y el alargo su dedo para probar el líquido pre seminal que estaba soltando.

-          No vas a oler nada ahora- dijo sacándose su rabo, 19cm de rabo duro, gordo y venoso- abre bien la boca, cuando la tengas entera dentro te dejare que huelas, asique ya sabes, perrete.

Abrí bien la boca, sentí como cada cm de polla se iba deslizando por mi garganta. Mi macho sacaba la polla me echaba un buen lapo en la boca, y volvía a meterla, me estaba follando la boca a su antojo.  Yo solo escuchaba los bufidos que estaba pegando mi macho, y sentía como tenía todo el rabo en mi boca, entraba y salía al antojo de mi macho. En una de las veces que las saco, sentí que esta vez sus manos estaban en mi nuca, haciendo presión, quería entrar todo lo posible en mi boca, yo se lo permitía, intentaba aguantar el máximo tiempo posible en esa follada de boca profunda, mis ojos lloraban y sentía como follaba con ansia la garganta de su perrete. Sentía que iba a vomitar, pero no cesaba y cuando al ratito corto la sacó, estaba pringada, babosa, las babas de su polla llegaban a mi boca. Mi macho se levantó y cogió todas las babas y las llevo a mi ojete.

-          Perrete que caliente tienes el ojete- decía metiendo dos dedos llenitos de babas.

-          Si cabron…- no podía hablar…. Solo gemir, gemía y me retorcía mientras notaba un tercer dedo.

-          Estas bien abierto, te has puesto a mil en la piscina eh?

-          Siiiiii…- estaba loco y no quería los dedos de mi macho dentro sino su rabo.

-          Sabes que te preñe, me dio tanto morbo como movías el culazo con mi padre delante que no pude aguantar más.

-          Eres un hijo de puta pervertido- dije calentándolo más, y me di cuenta como miro hacia la puerta, en mi cabeza pensé…. ¿la cerré?, no le di mucha más importancia, sino lo hubiera hecho yo, lo había hecho Hugo.

-          Y más que lo voy a ser. Ahora empieza el juego perrete, vamos ponte a 4 patas – dicho y hecho, ya estaba yo a 4 patas esperando el rabo de mi macho – hoy me apetece que nos grabemos así luego guarreamos viéndolo.

-          Vale

No pude decir más, mi nivel de excitación estaba altísimo, solo deseaba algo, y esa su rabo dentro,  pero en ese momento se levantó cogió el antifaz y me lo puso, perdí el sentido de la vista.

Estar tan dominado, hacía que mi excitación estuviera en la estratosfera, movía la cabeza intentando escuchar algo, hasta que sentí la punta del rabo de Hugo en mi culo, la sentía más gorda de lo normal, sentía como entraba en mi centímetro a centímetro, yo no podía parar de gemir en esa postura sin moverme recibiendo el rabo de mi macho.

Mi macho disfrutaba de mi culo a mi antojo, seguía metiéndolo lentamente, -  ¡joder!

¡Como esta Hugo hoy! Pensaba mientras disfrutaba del placer que me estaba dando.

-          Ya la tienes el pollón de tu macho dentro perrete….Ahora te voy a follar como me gusta, aguanta, no te corras es una orden, - decía Hugo

Yo sentía todo el rabo dentro mi culo, empezaba a embestirme tímidamente, yo no paraba de pensar en lo gordo que sentía el rabo de Hugo esa vez, se notaba que estaba disfrutando del polvo que nos merecíamos, disfrutaba tanto como yo, sabia como jugar con su rabo y mi ojete,  yo como sumiso era insaciable y viendo que estaba gimiendo como nunca y tan cachondo como él me sabe poner. En ese momento note una embestida que me partió en dos y así se lo hice saber, en ese momento escucho:

-          Perrete estas disfrutando, ¿eh?, escucha atento – intentaba parar de gemir, estaba empalado, tenía todo el rabo dentro – Si mueves hacia delante tu mano derecha hay un botecito que te gusta. Te quiero ver disfrutando y entregándome el culo.

Cogí el bote, no aguantaba el placer de sentirlo tan dentro, lo destape y empecé a inhalar, primero un lado y luego el otro lado de la nariz. Cuando ya iba a taparlo escucho:

-          Te quiero bien colocado cabron, dale otro dos – era Hugo se le notaba excitadísimo.

Imaginaba el esfuerzo que debe de ser para él, el estar quieto mientras me coloco. Mientras inhalaba otra vez como me había pedido mi macho, escuche que él también estaba en la misma guisa que la mía. Y de repente sin esperármelo cuando deje el Popper, saco su polla de golpe y la metió con ansia, me estaba reventando el ojete, pero él sabía que pedía más, que necesitaba que lo siguiera follando, y sentí un puntazo que me llego al alma. Con un gemido caí rendido en la cama.

Hugo me acariciaba, me quito el antifaz, me miro a los ojos y me beso de una manera que era nueva para mí, como si le hiciese falta, en realidad no me beso en toda la follada que me acaba de meter.

Ya un poco más tranquilo los dos, no obstante, igual de calientes. Hugo se levanta coge la cámara y me dice:

-          ¿Lo vemos?

-          Claro que si nene. ¿Te has corrido? – pregunte notando mi culito muy muy mojado.

-          No cariño, luego cuando veamos esto, si quieres te preño.

-          ¡Pues allá vamos! Ponlo estoy deseando verte, te he notado el rabo más gordo hoy, seguro que estabas cerdÍsimo.- le dije mientras acurrucaba en su pecho peludo.

Note a Hugo nervioso, mientras que enchufaba la cámara al portátil. Ya volvíamos a estar juntos, desnudos, sudados y abrazados. Esperando ver lo bien que lo acabábamos de pasar.

Pero mi asombro fue cuando vi que no estábamos solos, que estaba también Juan, y cuando mi suegro empezó a metérmela, mire a Hugo y él me dijo:

-          Por favor cariño, no te cabrees conmigo. Has disfrutado.