Cuarentena con mi novio.... y su padre. Parte 9

Los dias empezaban a pasar sin pena ni gloria, por lo que se les ocurrió hacer una fiesta de disfraces muy especial en la cuarentena.

PARTE 9:

Empezaron a pasar los días, los momentos de sexo eran lo que hacía que estuvieran los 4 entretenidos con sus morbos y vicios más ocultos. Una mañana Theo y Hugo estaban en la cama, no tenían mucho que hacer por lo que Theo empezó a comentar a Hugo que podrían hacer una fiesta de disfraces el sábado. Hugo se lo comento a su tío, estaban todos encantados. Juan se encargaría de la comida, Hugo de comprar la bebida, y Pedro y Theo se encargarían de los disfraces. Lógicamente no sería unas fiestas de disfraces al uso, ya que lo que tenía pensado Theo, sorprendería al tío y haría que su novio se volviese loco.

Pedro y Theo empezaron a buscar en Amazon todo lo que necesitaban, entre los dos habían decido el vestuario de los dos machos, un buen arnés, un cockring metálico, unos suspensorios de cuero, unos calcetos negros altos y unas botas militares. Para Juan fue Pedro quien lo decidió, fue a buscar algo morboso de mujer y lo encontró, vamos que si lo encontró, un bodi de cuerpo entero con una cremallera que llegaba del culo al ombligo, pero no solo le compro eso, sino también unas botas altas, una peluca y un antifaz a juego. Para Theo todo era más claro, fue y se compró un plug con forma de colita de perro, un arnés, un cockring metálico también, un collar y una máscara de perro de cuero, se podría imaginar la cara de Hugo al verle así vestido y se volvía loco de satisfacción.

Pero no todo quedo ahí Theo le comento a pedro si pillaban también algo para el repartidor podrían hacer que se uniera a la fiesta, esa idea era una locura, pero Pedro muerto del morbo que le daba la idea de Theo accedió y le compraron al repartidor un arnés, un cocokring de silicona negro y un suspensorio, todo se lo quedaría Juan cuando la fiesta se acabase.

Pedro y Theo ya tenían todo, les iba a llegar el viernes, pero prefirieron que fuese el sábado a medio día el último reparto, que si tenían suerte seria el suyo y podrían hacer que se quedara el repartidor. Pedro y Theo guardaron un pacto de silencio en lo que correspondía a los disfraces, el padre y el hijo no sabrían nada.

Aun que intentaron ser sonsacados cuando dijeron que tenían todos los disfraces pedidos, todos llegarían el sábado a mediodía, habría comida y bebida y todos disfrazados. Solo quedaba esperar que llegase el sábado.

Los días pasaron sexo y más sexo, alguna vez en esos días Hugo fue follado por su padre y su tío, pero también descubrió una parte de Theo que no conocía, su parte dominante en la cama.

Una noche, bueno más bien la noche que descubrió Hugo esa faceta de Theo, este se fue pronto a dormir no tenía ganas de follar esa noche con su suegro y el tío Pedro, por lo que se subió a la habitación mientras Hugo terminaba de cenar y hablaba con su padre y su tío de la fiesta de disfraces, intentando saber de qué irían cada uno y que indumentaria la habían comprado, Pedro solo decía que era una sorpresa, pero que la indumentaria esta elegida contando con el morbo de los 4. Mientras Theo estaba en la habitación, cogió el arnés se lo puso, preparo lo que iba a utilizar con Hugo, cuerdas, el antifaz, el suspensorio que tenía Hugo con cremallera en el paquete, las bolas chinas, el estimulador, unos plugs, un bote de lubricante, y dos botes de Popper estaban sobre la cama. Ya teniendo todo preparado se puso él, el suspensorio y cogió el móvil y le hizo una foto a la cama, que contenía el siguiente mensaje:

“Hugo, tu amo te necesita”

ME hubiera gustado en realidad ver la cara de Hugo, subió con la cara de sorpresa sin saber a qué atenerse, no tenía ni idea de lo que tenía pensado, pero le podía segura que iba a disfrutar tanto como yo.

Cuando llego al marco de la puerta con un tono chulesco y dominante dijo:

-          Perrete, ¿no crees que lo de amo te va a venir un poco grande?

-          Cariño, tu solo relájate y disfruta, ya sabes qué sino fueses a disfrutar tanto como yo no jugaríamos – Dijo Theo quitándole la camiseta a Hugo

Empezó a desnudarlo y a ponerle todo lo que le tenía preparado, Hugo vio los juguetes y sabía por dónde podía ir la cosa pero le desconcertaron las cuerdas.

-          Theo, ¿las cuerdas para qué son? – dijo Hugo

-          Para atarte, para que si no – dijo Theo en un tono guasón, cogiendo dos cuerdas y empezando a atar sus muñecas.

Cuando ya las tenía atadas, le pidió a Hugo que se tumbara en la cama, este lo hizo sin rechistar. Cuando ya estaba tumbado y atado, Theo empezó a restregar su culo por el paquete de Hugo calentándolo al instante, le besaba y le decía cosas al oído que hacían que bufara como un toro salvaje, y eso que esto solo acababa de comenzar.

Después de su boca, orejas y cuello, siguió con sus sobacos, los olio y lamio hasta dejarlos bien limpios, ya no solo bufaba como un toro Hugo sino que también gemía e insultaba a Hugo por lo que le estaba haciendo. El rabo le una a explotar, sentía Hugo en su ojete el rabo cada vez más duro y eso hacía que moviese más sus caderas y lo llevase a la locura, aunque Hugo no se quedaba quieto, impulsaba las caderas pidiéndole que le dejara follarle el ojete, pero Theo al ver la desesperación de su novio se acercó al oído y le dijo:

-          Antes que eso tengo planes para ti cabron, vas a disfrutar como nunca.

Le exigió un escupido a Hugo y cuando lo hizo se lanzó a su boca. Cuando se canso fue bajando hasta llegar a su pecho, jugo un poco con los pezones, y siguió bajando dejando un reguero de babas mientras Hugo jadeaba.

Theo empezó a bajar la cremallera y le salto en la cara la polla de Hugo, dura y venosa, y se notaba muy caliente al tacto, por lo que le escupió en la punta del rabo y empezó a frotárselo hasta que Hugo empezó a chillar, a llamarme de todo, el placer le podía, pero iba a ser sometido a mas placer todavía.

Empezó a pajearlo mientras escupía varias veces en el ojete peludo de su novio, le encantaba comérselo y se lanzó a ello, lo devoro sin dejar de pajearlo, devoro y emito al lengua hasta que la tenia entera dentro y los cojones se le colocaban en los ojos. La cara de Theo estaba llena de babas, así que acercándose a la cara de Hugo le dijo:

-          Ya veo que te está gustando…. Límpiame un poco la cara cabrón.- y así hizo Hugo, empezó a lamer toda la cara de su amo, le besaba.

-          Por favor déjame metértela cariño - suplicaba entre jadeos, sentía el ojete de Theo en la punta de su rabo.

-          Todavía no me has comido el culo cabron, pero todo a su tiempo. – Theo seguía su plan y estaba volviendo loco a Hugo.

Theo prosiguió chupando solamente el capullo del rabo de su novio, mientras con la otra mano ya tenía casi dos dedos dentro, seguía con la locura de ese capullo en la boca jugando con la lengua, y dándole pequeños bocados, llevado a Hugo a gemir sin importarle que nos escucharan.

Cuando Theo metió 3 dedos de golpe en el ojete peludo de Hugo, también metió todo su rabo en la boca, aguantándolo dentro follándose la garganta mientras le reventaba el culo con los dedos, Hugo no paraba de mover las caderas quería más profundidad en mi garganta y yo se la estaba dando, cuando saco el rabo de la boca, tenía una gruesa capa de babas, Theo cogió esa capa y le unto en su ojete y en el de Hugo.

Alargando el brazo cogió un bote de Popper y le dijo a Hugo que inhalase, este le hacía caso, estaba disfrutando como nunca en manos de su novio, su perrete, pero ahora también su amo. Cuando cerro el bote, cogió el estimulador y empezó a introducírselo en su culo, era algo grueso y se resistía, hasta que con un pequeño empujón acompañado de un gemido de Hugo entro dejando el control remoto fuera.

-          Ahora cabron cómeme el culo – dijo Theo sentándose en la boca de Hugo dándole todo su ojete, mientras cogía el móvil, entraba en la app del estimulador y lo ponía en el nivel 1.

La reacción de Hugo no se hizo esperar comía con desesperación y gemía a la vez, sabía que contra más me pidiese follarme más tardaría en hacerlo, por lo que aprendió a la lección y comió culo y lo lubrico para lo que estaba por venir. Theo noto como Hugo ya asimilaba ese tipo de placer así que, volviendo a coger el móvil subió al 3 de potencia.

Mirando cómo se retorcía Hugo empezó a pajearlo y comerle el rabo mientras subía un punto más en el estimulador. Miro a Hugo y le dijo:

-          Ahora si cabronazo, llego el momento que tanto has pedido.

Y de golpe se metió todo el rabo y cogió el bote de Popper, primero le dio a su Hugo, y luego, inhalo él. Y empezó a mover las caderas a un ritmo frenético, hacia delante y hacia atrás, subiendo y bajando y de vez en cuando hacia algún círculo que hacía que Hugo no solo bufase fuera de sí, sino que gimiese como nunca lo había visto.

Y llego el momento, Theo estaba tan cerdo que estaba a punto de correrse, así que mientras se follaba el rabo de Hugo subió al máximo desde el móvil la potencia del estimulador, Hugo empezó a chillar y a mover las caderas como un loco, yo no podía más y me acompase a ese movimiento de caderas que tenía Hugo, hasta que no pude aguantar más y sin tocarme de mi polla salieron 5 trallazos de lefa espesa que acabaron en el peludo pecho y barriga de mi novio, mientras el no pudo aguantar más y me termino preñando suplicándome que apagara el cacharro que lo iba a matar.

Ya con el estimulador apagado y fuera, me saque la polla de Hugo y de cuchillas vacié la lefa de mi macho de mi culo a su pecho, donde estaba la mía.

Hugo seguía atado, intentando recuperarse, pero Theo no había acabado todavía su tarea, tenía que limpiar esa leche, y empezó a coger borbotones de lefa con la punta de la lengua y a limpiarlo, estaba ensimismado limpiando el rabo para luego seguir con el vello púbico y la barriga que fue Hugo quien lo saco de su trance diciendo:

-          Cariño yo creo que también me merezco un poco de leche – Theo rio, y fue a besarle.

-          Toda la que quieras cariño - le dijo besándolo y compartiendo la leche que tenía la boca.

Ya la parejita más calmada y Hugo ya desatado se quitaron todo, de quedaron desnudos, pringados se lefa y sudor, pero no importaba, así se metieron en la cama y se durmieron abrazados, fue para los dos una noche inolvidable que seguramente volverán a repetir.

Los días fueron pasando y ya era sábado, eran como las 13.00. Hugo y Juan estaban como dos niños chicos esperando sus juguetes, tuvieron que claudicar en lo de sacarnos el regalo, porque sabían de sobra que no se lo diríamos ni Pedro ni yo.

Todos estábamos preparando, mantas en el suelo, cojines por todos lados. Y unos bote de Popper y unos porros ya hechos para amenizar la fiesta. Hasta que se pronto llamaron al timbre, estaban desnudos, así que Pedro miro a Theo, y fueron los dos a abrir.

Cuando abrieron la puerta apareció un tío joven de unos 25 años, bastante corpulento y alto, y porque no decirlo bastante guapo, era calvo y con una barbita con canas que le daba un punto muy sexy. Pero Theo no se fijó en mucho más que el paquete que se le intuía en ese ceñido pantalón, la respuesta de su rabo fue inmediata, ya estaba duro.

Pedro empezó a coger los paquetes y a charlar con el repartidor, todo era lo más normal del mundo hasta que noto como me mete dos dedos en el ojete, yo gemí y mordí su hombro.

-          ¿Has visto como traga este ojete? – dijo Pedro follándole con los dedos a Theo el ojete.

-          Joder – El repartidor no pudo decir mucho más, su rabo hablaba por él, se le estaba empezando a poner duro y a notársele todo el capullo en el pantalón.

-          Si quieres, estas invitado. Es una fiesta de disfraces – dijo pedro sacando los dedos del ojete ya abierto de Theo -  también pensamos en ti y tienes el tuyo – termino de sentenciar Pedro, era una invitación oficial que esperase que no rechazase.

-          ¿Es tu último reparto? – pregunto Pedro.

-          Si – contesto el repartidor.

-          Pues si quieres estas invitado – dijo Pedro dándole los paquetes a Hugo para que colocase los disfraces con el mientras le daban la espalda al repartidor esperando que tomase una buena decisión.