Cuarentena con mi novio.... y su padre. Parte 5

Sigues las aventuras de la cuarentena en casa del padre de Hugo.

PARTE 5:

El confinamiento, el sexo más salvaje ya sin tabúes con Hugo en lo referente a que su padre nos viese o nos oyese iba haciendo el encierro más llevadero. Pero Theo tenía una duda en la cabeza - ¿desde cuándo le iban los tíos a Juan? – intentaba saciar su duda con Hugo, pero el hijo sabia poco de la vida sexual de su padre hasta que compartió a su novio con su padre.

Una tarde estaban en la piscina, tomando unas copas para sobrellevar los días confinados que ya cargaban en sus espaldas. Estaban en bolas los tres, Hugo fue a por unas copas para seguir disfrutando de lo que quedaba de tarde.  Hugo traía las copas y se sentaba con nosotros en la piscina mientras pensaba como preguntar a Juan todas mis inquietudes.

Empezamos una conversación amena, Juan nos contó a Hugo y a mí como su hermano y el follaban de adolescentes y como de vez en cuando quedaban para follar. También nos contó que muchas veces su hermano traía una putita que tenía y entre los dos de lo follaban hasta dejarlo reventado y sin fuerzas.

Una mañana Theo entro a la cocina y vio como Juan hablaba por teléfono con alguien, no se interesó hasta que escucho el nombre de Pedro (hermano de Juan, y tio de Hugo). Cuando termino de hablar mientras desayunaba antes de atender a mi macho que estaba haciendo ejercicio me comento que su hermano vendría a terminar de pasar la cuarentena aquí, el aislamiento le pillo en pleno proceso de divorcio y no aguanto más y le pregunto a Juan si podía pasar los días restantes con él y con su hijo.

A la mañana siguiente todo estaba en calma, Hugo y Theo estaban tomando un baño en la piscina antes de empezar a hacer los quehaceres del almuerzo. Los juegos y el morbo de la piscina tenían a Theo y Hugo ya calientes con ganas de disfrutar el uno del otro. Hugo ya no aguantaba más el juego que tenía Theo poniéndole el rabo tan gordo y venoso que sentía que le iba a explotar. Hugo se sentó en los escalones de la piscina llamando a Theo con el rabo en la mano.

-          Perrete mira lo que tengo para ti, ven a por él.

Theo se acercó a Hugo y se metió todo su rabo en la boca, le llegaba a la garganta, mientras Hugo presionaba su nuca para que entrase más y saliese con esa capa de babas al meterla tan al fondo que ambos disfrutaban. Theo seguía mamando y lamiendo las babas del rabo de su novio, lo escupía y se lo volvía a meter entero en la boca intentando aguantar un poco más que la anterior vez, sabía que a Hugo le volvía loco y a él le gustaba complacerle.

Después de esa mamada tan profunda como morbosa y llena de saliva, Hugo cogía los hijos densos de saliva que había entre su polla venosa y dura y la boquita tragona de su perrete.

-          Ponte a 4 patas en el césped perrete que no aguanto más las ganas de metértela – Decía Hugo mientras restregaba esa saliva en mi ojete y metía tres dedos del tirón, haciendo que Theo se volviese loco gritando.

-          Ahora te voy a meter mi rabo perrete, que ganas tengo de mearte dentro del culo – dijo Hugo fuera de si por el calentón que tenía.

-          Hazlo cabrón, Hazlo y no la saques, follame sin sacar el rabo. –Dijo Theo fuera de sí.

Theo esperaba como el capullo de Hugo entrase en él, no tardó mucho en sentirlo en su culo ya dilatado, y lo siguiente que sintió era un líquido caliente que le estaba llenado el culo. Cuando Hugo termino de mear. Se la clavo con tanta fuerza que el gemido de Theo lo había escuchado hasta Juan, el meo salpicaba a los dos, los bufidos de Hugo hacia que Theo se calentase y gimiese más. Estaban en su salsa hasta que escucharon una voz, era Juan que venía con Pedro, este estaba ojiplático, con un bulto en el pantalón corto que era notable. Hugo saco el rabo del ojete castigado de su novio y los dos desnudos se acercaron a saludar.

Parece que Juan y Pedro les habían cortado el rollo, pero Theo seguía con ganas de rabo, ya no solo de su novio o el padre del novio, tenía ganas de probar el rabo del tío de Hugo. Entraros todos en casa y Theo decidió entrar en el baño, estos días siempre habían entrado con total libertad, así que entro y se quedó helado mirando el hombre que había delante de él, era Pedro, se parecía mucho a su hermano juan, eran altos y robustos y con mucho vello, pero lo que tenía entre las piernas hizo que la boca se le hiciera agua y el culo le chorreara deseando tenerlo dentro.

-          Perdona Pedro, tenía que haber llamado – dijo Hugo excusándose, sin dejar de mirar e rabo de pedro, era un rabo más o menos del tamaño de Juan, pero si era algo mas gordote.

-          Pasa, estaba poniéndome cómodo, no veas la follada que te daba el cabrón en el patio –dijo Pedro mirando el culito peludo de Theo.

-          Nos gusta mucho jugar, y ese tipo de sexo a su sobrino y a mí nos encanta -  le decía Hugo mientras meaba.

-          ¿Quién pudiera jugar con el también? – dijo Pedro metiendo un dedo en el ojete de Theo mientras meaba

-          Para eso tienes que pedirle permiso a tu sobrino, ese ojete es suyo, y solo si te da permiso podrás follarme – dijo Theo tocando ya le rabo duro del tío, le ardía en la mano.

De repente Hugo y su padre aparecieron por la puerta del baño.

-          Tio Pedro ¿te gusta el culo de mi perrete? – Dijo Hugo calentándose por lo que veía.

-          Hermano, no veas como traga polla ese culito, es toda una putita, nada que ver con las que traes de vez en cuando – dijo Juan

-          Pero… Juan, ¿lo saben? – dijo Pedro un poco asustado

-          No te preocupes hermano, seguro que no dirán nada, además ya has notado en tu dedo el calor del culo de esa puta, no veas como se va a tragar tu polla.

Pedro, miro a Hugo, suplicándole que le dejase probar el ojete de su novio. Pedro volvía a tener el rabo que le palpitaba, ese culo se lo quería follar, a ver si aguantaba bien a un hombre como él.

Hugo se acercó a Pedro, cogió su rabo lo escupió mientras lo pajeaba, desde la puerta Juan con el rabo ya otra vez a tope, se estaba pajeando disfrutando de esa escena tan inesperada. Hugo seguía con la paja al rabo de su tio, este bufaba, y Hugo disfrutaba de como llevaba el mando en esta morbosa situación.

-          Theo, apóyate en el lavabo, mi tio está apunto de correrse – decía Hugo sintiendo que el rabo de su tio Pedro palpitaba. lo rozaba con el agujerito abierto ya de Theo.

-          Hugo porfa,  me corro– Dijo bufando y fuera de sí Pedro, de repente hugo situó la polla de pedro en el ojete de su novio mientras miraba a su tio dándole permiso para que se corriese dentro.