Cuarentena con mi novio.... y su padre. Parte 4

Theo se vengara de su novio, su plan es que los dos hombres lo hagan suyo.

Ya había amanecido, Hugo se había ido a hacer ejercicio al patio, yo fui a la cocina, había una nota del padre, que se iba a tirar toda la mañana arreglando el garaje de atrás de la casa.

Desayuné y me puse el bañador y me fui a la piscina, y empezó mi plan.  Por lo que después de estar un rato escuchando música y leyendo, debido a que Hugo no tardaría en venir, fui a por el altavoz y cuando llegue a la piscina me quite el bañador quedándome desnudo.

Puse música y me tire al agua, estaba nadando con toda la libertad del mundo, cuando veo a Hugo aparecer.

-          Hola Theo, que bien te veo, que ambientado, ¿no me das ni un beso?

-          Claro pero bájate que como no está tu padre me metí en la piscina sin bañador.

-          Eres un vicioso de mucho cuidado a ver si te va a ver mi padre.- dijo Hugo en tono burlón-

-          Mi suegro ya me ha follado, ¡que más dará cariño!

Eso que se agacho para darme un beso y acabo en el agua. Hugo se cabreo en un principio, pero yo estaba juguetón y me siguió el juego.

Ya los dos en la piscina empecé a desnudarlo,  besarlo y calentarlo – sabía que si padre todavía le quedaba un rato para venir y al no encontrarnos nos buscaría en la piscina –. Cuando lo tuve completamente desnudo rodee sus caderas con mis piernas haciendo que su ya duro rabo rozase de vez en cuando mi ojete que cada vez estaba más caliente con el juego que tenía pensado, si salía bien.

Hugo se sentó en el borde de la piscina, no le dije a qué hora iba a venir su padre, por lo que empecé a jugar con su rabo desde el agua, se lo mamaba, intentaba tragármelo todo, el me ayudaba apretando mi nuca contra su rabo.

Estaba disfrutando de una buena mamada al aire libre, él estaba de espaldas, bufando disfrutando de la mamada que le hacia su perrete como él decía, pero no veía que su padre se acercaba hacia donde estábamos nosotros en la piscina, yo le miraba y sabía perfectamente que estábamos haciendo.

Se quedó parado, tocándose el gran bulto que tenía ya en ese pantalón corto, disfrutando de como su yerno se la mamaba a su hijo.

-          Siéntate en mi rabo Theo, necesito metértela – dijo Hugo deseoso de seguir jugando ahora follándome.

Miraba a su padre, le hacía ver como disfrutaba con el rabo de su hijo, cada vez que conseguía meterla entera gemía y cada vez los gemidos eran más seguidos, ya que cada vez me clavaba la polla de Hugo más seguido.

Veía como el padre seguía ahí, desabrochándose la camisa y sacándose el rabo duro y venoso de los pantalones. Yo cada vez me empecé a calentar más y más, tenía ganas de comprobar bien el sabor de la polla de mi suegro Juan.

-          Hugo, tenemos compañía, está ahí tu padre pajeánose – dije entre gemidos y muy cerda de la oreja de Hugo.

Hugo giro la cabeza y le dijo a su padre que se acercase. Se acercó y se desnudó dejando en el suelo toda la ropa.

-          Déjale que huela tu gayumbo papa, veras como se pone. –decía Hugo mientras era el quien se follaba mi culo mientras yo estaba de cuclillas.

-          Hugo, quiero ver si traga igual por la boca que por el cucho el cacho cerdo que tienes por novio – dijo su padre mirando a Hugo mientras este aceptaba con la cabeza.

-          Come polla puta, así entera que sé que puedes, trágatela toda – decía el padre fuera de sí con el rabo entero en la garganta de Theo.

Los dos machos bufaban y empalaban una y otra vez a Theo, él solo podía dejarse llevar por el morbo de que lo estaba compartiendo su novio con su padre, nada más y nada menos que con su padre.

Hugo saco el rabo y le dijo a su padre que me follara, ya reconocía esa forma delicada de follarme de Juan, era una locura para mí. Me excitaba y necesitaba más, Hugo no me perdía ojo, por lo que dijo:

-          Papa, a Theo le gusta que le den caña… así poco le harás disfrutar – dijo Hugo a Juan cuando este estaba follándome el culo muy lentamente y con mucho cuidado.

-          ¿Qué quieres que me lo folle como a las putas? – dijo juan bruscamente acelerado por el calentón que tenía.

-          Sí, eso es, como te follarías a una puta papa, pero esa puta es mi novio.

Empezó a meterme y sacarme sus 21cm de rabo duro en mi culo, me hacía chillar, me llamaba puta, pero yo no era capaz de decir nada. Hugo me estaba follando la garganta de tal manera que su polla estaba cubierta por una capa de baba muy considerable.

Vamos papa, vamos a probar una cosa contigo, ven.

Se tumbaron los dos en el césped con sus pollas muy juntas, y Hugo me hizo una señal para que me las metiera las dos, me fui empalando poco a poco, Hugo cogía el bote de Popper y me daba para que me doliese menos al estar colocado, pero cada vez que inhalaba entraba un bue  cacho más de esos dos delicioso rabos.

Una vez pude meterme esas dos bestias en mi culo empezaron a follarme al unísono, yo estaba derritiéndome entre sus pollas, el culo sentía que me chorreaba, estaba en la gloria, en un éxtasis, solo había placer y el placer me lo daba mi novio y su padre, pero ahora yo era consciente de ello.

Me empecé a agitar, empecé a sentir que no podía aguantarme más, la leche estaba chorreando en la barriga y el pecho peludo de juan mientras ellos seguían follándome, yo ya no gemía gritaba! Hasta que sentí que los dos a la vez me la clavaban hasta lo más profundo de mí ser, descargando dentro.

-          Ufff perrete que buena corrida te he echado – dijo Hugo exhausto

-          Putita, que buena eres- dijo juan dejándose caer para atrás.

Estábamos reventados, saque las dos pollas y me las puse a limpiar, primero la de juan y luego la de Hugo. Cuando termine Hugo me abrazo y me dijo, eres todo lo que necesito, gracias Theo por esto.