Cuarentena con mi novio.... y su padre

Una celebracion hizo que esta pareja pasase la cuarentena en casa del padre de Hugo, Juan.

Todo nos pilló muy de repente, yo me encontraba pasando unos días en casa del padre de mi novio porque había una celebración familiar. Mi novio se llama Hugo, era un chaval normal, alto en comparación conmigo, el mide 190 de buena planta y muy peludo. Era un fiel reflejo de su padre con unos años menos, Juan era el padre de mi novio Hugo, nunca me había fijado en el como hombre, pero ya os contare cuando llegue el momento como fue todo.

Ahora tocara presentarme a mí, me llamo Teo, un osete de 170, peludito y anchote.

Todo el día de la celebración del cumpleaños de Juan, nos habíamos ido a pasar el fin de semana con él. Todo cambio cuando el sábado escuchamos en medio de la celebración que teníamos los tres que estamos en estado de alarma, que no se puede salir.

Estuvimos hablando los tres de que si había algún problema que nos quedásemos ahí en la cuarentena a lo que Juan estaba encantado, pasaría más tiempo con su hijo, ya que normalmente viven en ciudades distintas.

La convivencia al principio fue muy tranquila, hasta que un día escucho desde lejos mientras leía que Hugo discutía con su padre Juan, no me entere muy bien que pasaba, pero las discusiones entre ellos cada vez eran más continuas, y solo llevábamos una semana encerrados en una casa con todos los lujos habidos y por haber.

Yo realmente no quería meterme en las discusiones ya que Hugo, no me comentaba que pasaba, solo que su padre se estaba pasando de la raya. Intentábamos ser cuidadosos cuando teníamos sexo, no era el tipo de sexo que más nos gustaba a Hugo y a mí, pero no se podía hacer nada más… no estábamos en nuestra casa y sería una falta de respeto con Juan que nos había acogido en la suya.

El encierro fue haciendo de las suyas, los calentones tontos entre Hugo y yo cada vez éramos más descarados, pero siempre buscando esa intimidad (que muchas veces creíamos que teníamos, pero no sería así). Un día estábamos en la piscina besándonos cuando llego Juan, nos separamos de inmediato, aunque Hugo me cogió de la cintura y me sentó en su duro rabo mientras su padre se acomodaba para hablar.

-          Hugo por favor, está aquí tu padre.-Le dije

-          No pasa nada Teo, solo un poco

-          Hugo ni un poco

De repente siento todo el rabo entrando, me tenía el ojete tan caliente que se lo fue tragando todo hasta dejarlo entero dentro. Tuve que besar a Hugo para ahogar un gemido.

La conversación seguía y yo de vez en cuando movía el culito (cosa que hacía que se me pusieran los ojos en blanco), me estaba follando el rabo de mi novio delante del padre sin que se diese cuenta alguna. (O eso creía yo)

-          Theo, ¿quieres una copita? – pregunto Juan pillándome desprevenido- Hugo vamos no seas vago y ayúdame a traer las cosas para montar aquí la mesa para las copas.

-          Vale papa –dijo Hugo- dame dos minutos.

-          Sácala ya y contrólate –le dije- está esperándote tu padre.

La saco tan despacio que un gemido salió de mi sin darme absoluta cuenta de ello, mire para todos los lados y vi en la ventaba a Juan preparando las copas – no me ha escuchado llegue a pensar (ignorante de mi).

La velada se fue tornando más divertida, de repente le pregunte a Hugo ya Juan que si querían que trajese el altavoz y poníamos un poco de música. A ellos les pareció una idea increíble, por lo que me encamine a por el altavoz. A la vuelta veo muy cómplices a Juan y Hugo, me gustaba verlos así, disfrutar de esas vistas de Hugo siendo feliz con su padre no tenía precio. No le di importancia a que dejasen de hablar cuando yo llegué, pensé…- Cosas de padre e hijo-.

La noche seguía si ritmo, copas, porros, risas y diversión. A pesar de que el cabron de mi novio Hugo sabía cómo calentarme, cuando si padre no estaba porque se iba al baño o a rellenar las copas el aprovechaba para meterme dos dedos en mi culo, acercándose a mi oído me decía:

-          Teo tengo pensado esta noche algo morboso

-          Hugo, por favor –decía entre gemidos, sus dos dedos se movían en el interior de mí- por favor.

-          Cariño –decía Hugo – esta noche vamos a disfrutar como nos gusta, tengo una sorpresa para ti, pero lo sabrás en su momento.

-          Vale, pero para que estoy que reviento, y tu padre estará a punto de volver.

-          Recuerda, ese culo es mío...-dijo antes de sacar los dedos, no sin antes meter en vez de dos, tres de golpe.

-          Cabron! – fue lo único que me dio tiempo a decir mientras ahogaba un gemido mordiendo su hombro.

Todo volvió a una normalidad más o menos estable, ya se iba haciendo de noche y yo solo pensaba en la sorpresa de mi chico. – Que habrá pensado el cabron este, seguro que terminaremos cerdos y satisfechos-. Pero para eso todavía había que esperar un poco más.

Nos fuimos a cenar, yo no tenía hambre, bueno si, pero no de esa comida que me estaban poniendo en la mesa, tenía ganas de que llegase el momento de que mi macho me revelara su sorpresa.

-          Theo, es mejor que te des una duchita rápida antes de dormir.

-          Vale –le dije a Hugo- coloco esto y voy, desapareció con una cara picara guiñándome un ojo y pude leer en sus labios “la que te espera…”

Llegue al baño, siempre era el mismo ritual, música y una ducha donde nadie me escuchara cantar. Quería estar bien limpito por lo que tarde un poco más de lo habitual, que sería una simple ducha.

Cuando termine me lie la toalla a la cintura y en la habitación estaba Hugo. El muy cabron estaba en suspensorios y arnés, - este chico va con esto a todos lados pensé yo- pero encima de la cama estaba el arnés que me ponía yo, mis suspensorios, mi cockring y un antifaz.

Hugo empezó a prepararme, mientras se rozaba para calentarme, sabía cuál era mi punto débil y le sacaba partido, en una de las veces que rozo mi pezón mientras me colocaba el arnés me susurro:

-          Esta noche quiero hacerte disfrutar como nunca,

-          Si Hugo – le dije mientras retorcía mi pezón y me besaba

-          Me encanta como sabes – me dijo, y me comió los pezones mientras me tenía inmovilizado.

-          Vamos a terminar de vestirte para jugar – dijo cuándo saco el pezón de su boca, ya estaba duro y sensible.

-          Si vamos a terminar de arreglarnos que si no me follas así mismo – dije riéndome

-          Tienes ya el rabo húmedo Theo, vas a mojar todo el suspensorio – dijo con una sonrisa pícara y morbosa, ya que no había cosa que más le pusiera que ver como mojaba la ropa interior de líquido pre seminal.

Ya me tenía vestido con el arnés y los suspensorios, me puso de pie, me empezó a besar, cada vez con más pasión, el beso era devuelto por mí con la misma intensidad, todo era lengua y saliva. En medio de ese beso que desataba los instintos más primarios de los dos, siendo que Hugo me coge la cabeza y me dice:

-          Abre bien la boca cabrón

Tenía esa mirada que hacía que yo me perdiese en el morbo más absoluto, estaba ya sometido por Hugo, había salido el macho que tanto me gusta, el mismo que nada más abrir la boca me lanzo un lapo, y me empujo a la cama como un animal, que se lanza a su presa a comerlo…