Cuando un Hombre no atiende a su Mujer (3)

Como la mujer de Sergio se entera de la nueva infidelidad de su esposo y decide ella hacer lo mismo.

Después de salir de la casa de Pao y Vale, recibí una llamada de la que yo pensé era la hermana de Sergio, pero me enteré de que éste estaba casado y me había usado para cubrir sus infidelidades.

Fui a ver a su mujer quien me pidió una entrevista para que le dijera que era lo que en verdad ocurría con su marido y yo por una extraña sensación fui a verla y esto es lo que sucedió después.

Cuando subió a la camioneta, se sentó en el lugar del copiloto y se quedó viendo al suelo, se notaba que había llorado y no creyó que fuera en realidad a verla, quizá ella ya sospechaba demasiado, pero nunca pensó que alguien le fuese a decir lo que ocurría. Yo me quedé un momento quieto, no vi a nadie más, así que arranque, ya que no quería que los típicos entrometidos fueran a malinterpretar las cosas, como es muy común.

Después de que arranque, ella seguía callada, así que yo fui quien tuve que romper el silencio, era lógico que no iríamos a tomar un café, mucho menos a un lugar cercano, ya que no era un tema para hablarlo en frente de todas las personas, ya que por lo menos a mi me daba pena ajena hablar de un tema con una mujer tan bella y decirle que era engañada enfrente de todos.

¿Dónde quiere que vayamos? – pregunté para saber a donde enfilarme y saber donde hablaríamos, pero ella no contestó de inmediato, yo aclare mi garganta y ella contestó.

Gracias, te agradezco mucho que hayas venido, sé que es incómodo para ti, pero si necesito que me respondan.

No sé preocupe, no me agrada que me involucren en cosas que no son ciertas, sobre todo cuando no sé siquiera nada de esas personas, pensé que usted era su hermana, no sabía que Sergio estaba casado.

¿Cómo se conocen? – me preguntó

Bueno por medio de Rubén como le dije, él es quien me lo presentó y hemos ido varias veces a antros y bueno, lugares comunes para jóvenes – contesté de forma muy natural y luego el dije- ¿Dónde quiere que vayamos?, no creo que quiera hablar mientras manejo.

No sé donde ir – dijo mientras se le quebraba la voz y casi rompía en llanto, cosa que a mi no me agrada, ya que me siento inútil, por lo que le dije

Si gusta vamos a mi casa, ahí tendrá privacidad

Me parece bien – contestó casi de inmediato y no me dejó rectificar el que no era un buen lugar para llevar a una mujer casada, pero ya no había marcha atrás, así que me dirigí a mi casa.

Entré a la privada de la casa, el guardia no dijo nada, ya que ella se veía muy joven y era muy común que llevara a mujeres a mi casa, ya que vivo sólo y soy muy activo sexualmente hablando. Llegué a la casa y entré a la cochera. Bajamos de la camioneta y la encamine a la casa, yo pensaba que me había metido en un buen problema, como ella paso delante de mí, no pude dejar de pensar que Sergio era un idiota, tenía una mujer muy deseable y él imbécil era infiel.

Ella entró y no dijo nada, no había nadie de la limpieza, por lo que la llevé a la cocina y le dije

¿Gustas café o un té?

Té, por favor – me contestó con la misma voz llorosa de antes, yo puse agua en la tetera y vi que tenía de té, vi uno de Relaja-T, un té que sirve para calmar los nervios y relajar el cuerpo, así que puse ese y le dije

Siéntese, por favor, tenga confianza, no la conozco, pero no me gusta que me traten como un señor, todavía soy chavo y bueno, pues es algo delicado de lo que hablaremos y bueno, pues mi nombre es Eduardo, como ya lo sabe, mis amigos me dicen Wuaco, así que espero que usted me llame así – dije de forma cortés, mientras me sentaba del lado contrario de donde ella se había sentado.

Platicamos de tonterías mientras el agua hervía y serví los tés, entre lo que hablamos me dijo su nombre, Lizeth, un nombre bello pero muy común, luego tomó su té muy callada y despacio, ya había pasado poco más de una hora desde que llegamos a la casa, luego dejó la taza y me dijo:

Disculpa que te involucre en algo que tu no tienes ni siquiera información y no creo que tengas interés – yo me quedé callado, ya que era cierto, pero vi que esperaba una respuesta y dije

Bueno, si somos prácticos, no me involucraste lo hizo Sergio y la verdad que poca que me usara para algo así – "sin avisarme" pensé y mucho menos si no es mi amigo.

No es la primera vez que me hace esto – me contestó con voz llorosa, pero esta vez era de coraje- ya una vez me había enterado y me dijo que iba a cambiar.

¿Qué quieres saber?- dije ya que me había enterado que ella ya sabía que la engañaba

Quería ver si eras tan valiente para hacerme frente – me contestó y yo me quedé sacado de onda- Por lo menos tienes valor

Oye creo que te estas yendo por otro lado, yo nada tengo que ver con lo que Sergio te hace, como te dije ni siquiera sabía que era casado, pensé que eras su hermana y muy bella para aclararlo- dije pensando que eso suavizaría las cosas

Ah, no dudo que seas igual que él, por lo menos diste la cara, con amigos como tú ya sé por que es así – me contestó enfadada

Oye, cálmate, en primer lugar Sergio no es mi amigo y si quizá soy un mujeriego, pero tengo una diferencia muy grande, no soy casado y bueno, creo que eso me libra de que me compares con el cabrón de tu esposo- dije algo molesto, ya que no me parecía que ella me atacará a mi, aunque la entendía de cierta forma.

Pero sin duda no es la primera vez que pasa y que tú lo sabes y además quizá si sabes que estaba casado y sólo te quieres salir del problema – me dijo ya llorando y parándose

¡Mira si yo fuera él me quedaba en la casa para cogerte como es debido y no estaría saliendo a buscar otras! – dije ya enojado, ella se quedó callada y dejo de llorar, yo me quedé algo asombrado reflexionando lo que dije y luego le dije a ella- disculpa, me molesto que me atacaras, tienes razón, soy un mujeriego, pero me gusta disfrutar mi juventud y bueno, no me gustaría que me compares con alguien como Sergio y...

¿Es cierto lo que dijiste?- me preguntó

Si, soy muy mujeriego, pero no le veo nada de malo – dije repitiendo lo anterior

No me refiero a eso, lo que dijiste antes – me dijo, yo me quedé callado un momento, la verdad no sabía a que se refería, así que pregunte

¿Lo de que si yo fuera él?

Si – me preguntó, yo me quedé pensando, pues como no, pero la verdad no sabía como reaccionaría, así que suavice lo que dije

Claro, mira yo no me siento preparado para el compromiso, pero si me casara sería por que así lo deseo y deseo a mi mujer y cada que pudiese estaría con ella.

Con que eso era – dijo ya un poco desilusionada.

Bueno, diciéndolo con palabras menos agresivas y vulgares, ya que a mí se me sale lo vulgar de vez en cuando- dije mientras sonreía y ella sonrío

¿Sabes? – me dijo ya más tranquila – Yo sigo amando a Sergio – que estúpida pensé- sin embargo extraño las noches que pasábamos juntos, ahora él ya no me busca como al principio y por lo que veo es que ya no le atraigo. Dime ¿Cómo son las mujeres con las que anda? – yo me quedé callado, supe que se sentía menos que otras mujeres aun cuando era muy bella, no una modelo pero si tenía una belleza natural, además de un cuerpo bien formado, recordé a Esther, que era con la que había visto que se le hacía a Sergio, era guapa, pero sin duda Liz era mucho más guapa y tenía mejor cuerpo y además una cara más bella, pero de lo que me di cuenta es que ella tenía una autoestima destrozada.

Mira, la verdad le conozco poco a Sergio, sólo me consta una vez, si vamos sincerarnos, así que no puedo decir mucho, pero eso no es lo importante, tu eres muy guapa, un manjar, si me lo permites decir, no debes de compararte con otras mujeres, eres muy guapa y te lo digo en serio, no para consolarte ni nada más – me quedé callado y dije después- Mira cuando pensé que eras la hermana de Sergio, hasta pensé hablarle más para conocerte. Aunque te comento para nada serio, pero si te me hiciste un buen manjar que quería probar.

Gracias – dijo algo sonrojada y ya con un mejor aspecto- Tu también eres muy guapo

Gracias, pero de verdad no te sientas mal, aquí entre jóvenes – dije viendo que ella parecía que lo decía por cortesía- estas bien buena, como para hacerte de todo – ella se ruborizó un poco y sonrío, luego vi la hora, eran más de las siete y pensé que ya era tarde para que ella viera a sus hijos y le pregunté- Oye, ya es tarde

¿Quieres que ya me vaya?- me dijo con los ojos muy abiertos

No – dije sorprendiéndome a mi mismo- lo que pasa es que es tarde y tendrás cosas que hacer

Para nada, como no viene Sergio – me contestó

¿No tienen hijos? – pregunté casi al instante

No, no tenemos – me dijo sonriendo

¿Cuánto llevan casados? – pregunté, quizá era una relación joven

Cuatro años- me respondió y continúo- Lo que pasa es que somos jóvenes aún, yo soy menor que Sergio por seis años y pues nos cuidamos, ya que queremos lograr varias cosas antes de encargar hijos, además como esta la situación, ¿Crees que voy a traer un hijo? – yo me quedé callado, según algunas veces los hijos cambian a los padres, los asientan en la casa, aunque a veces sufren más que los adultos, pro lo que no contesté y siguió hablando- Yo uso la "T" para cuidarme, además que tomó pastillas constantemente, para evitar el embarazo, quiero que si tenemos un hijo sea deseado de verdad por ambos.

Bueno eso me parece lo mejor – contesté, aunque ya no sabía de que más hablar, así que le dije- Oye no te apetece algo de comer, puedo pedir comida china, si te gusta

Claro – me dijo contenta, me pare y hable al restaurante y luego le dije

Oye no me he cambiado de ropa en varios días, deja y subo a cambiarme rápido. Aquí te dejo el dinero de favor recoges la comida.

Claro no te preocupe – me respondió .

Yo subí a bañarme, vi unos papeles que me habían llegado desde el viernes y los revisé rápido, saque ropa cómoda y me metí a bañar, pasaron como quince minutos y oí el timbre, sin duda la comida había llegado, al cabo de unos tres minutos oí ruido en mi cuarto, aunque fue poco y pensé que lo había imaginado, así que me apresuré a terminar de bañarme, cuando estaba secándome la puerta del baño se abrió y entró Liz.

¿Qué paso? - pregunté casi de inmediato

Nada – me contestó mientras se acercaba sensualmente a mí, por primera vez la vi bien, tenía tetas pequeñas, pero bien formadas, pero lo que le faltaba de tetas lo recompensaba en culo, era redondo y se veía bastante firme, a no llevaba la chamarra encima y se veía bastante delgada se siguió acercando, hasta que llegó a mi lado y me acaricio el pecho y comenzó a besármelo, yo me quedé un momento quieto, pero dije que diablos, la deseaba y la abrace, ella me volteo a ver a los ojos y me dijo- Hazme gozar

Más que una petición parecía una orden, dejé caer la toalla y comencé a besarla, y acariciarla, la lleve hacia mi cuarto, mientras le quitaba la playera que llevaba encima, comencé a besar su cuello, mientras le desabrochaba el sostén y comenzaba a quitarse ella misma sus jeans y se quitaba los zapatos con los pies, la tumbé sobre la cama y comencé a acariciarle sus tetas que cubría con toda la palma de mi mano y las presionaba y apretaba también sus pezones, luego que ella terminó de quitarse el pantalón y quedarse en unas bragas blancas de encaje, seguí besando su cuello y poco a poco bajando a sus tetas, mientras con mi mano izquierda acariciaba su conchita sobre la pequeña braga que apenas la cubría, sentí como tenía bastante bello, ella gemía con mis besos y alzaba sus brazos, mientras meneaba sus piernas y giraba su cuerpo para acercármelo, después de varios minutos de dedicarme a comer, lamer, mordisquear y chupar sus tetas, comencé a besar su abdomen, bajando poco a poco hacía su entrepierna, al llegar ahí, me salte a besarle los muslos y luego hice a un lado la braguita y comencé a darle lengua, aunque no estaba ella depilada, su bello era fino, el típico olor me invadió y comencé a lamer su rajita, separando un poco sus labios vaginales y dejando que mi lengua hurgara en su interior. Así seguí unos minutos mientras ella se retorcía, parecía mirar sólo hacía el techo y no bajar la vista, pero su esbelto cuerpo se retorcía de una manera deliciosa. Luego comencé a bajar su braguita y ella alzó sus caderas para facilitarme el trabajo, y nuevamente me pegue a ella comiéndole la puchita mientras ella ya tímidamente comenzaba a tocarme la cabeza, aunque sus gemidos eran todo lo contrario a tímidos, jadeaba excitada y a todo volumen. Yo con una mano la tomé de sus bien torneadas nalgas y la jale hacia arriba haciendo que se encontrara con mi boca, mientras que con mi mano libre le acariciaba y estrujaba sus tetas. Así estuve un rato hasta que ella comenzó a venirse, diciendo:

Así, que delicia, si así sigue ¡Ah!, ¡Ah!, así

Yo solo seguí con mi trabajo, cuando con mi mano que acariciaba sus tetas la baje y metí un dedo en su puchita y ella dio un respingo hacia arriba, para de inmediato bajar y sentir mi dedo en ella, luego metí un segundo y seguí moviéndolos, por un momento más hasta que su respiración fue mas tranquila.

Luego ella me jalo y comenzamos a besarnos, mientras yo la seguía acariciando y ahora aprovechaba para apretarle el culo y ella acariciaba mi pene, moviéndolo de arriba abajo, estando de lado ella separó sus piernas y comenzó a meter mi pene dentro de su húmeda puchita, yo ni siquiera pensé en el condón y lo seguí metiendo hasta que nuestros cuerpos estuvieron juntos y comencé a moverme lentamente primero (esa posición es algo incómoda) así seguí meneándome, hasta que me salí y la recosté en la cama y e separé sus piernas y me acomodé apuntando mi verga a su cueva húmeda y comencé a meterla, moviendo mi cadera en circulo, mientras ella se hacia arriba y abajo, luego comencé a menearme más rápido, mientras ella decía:

Así, muévete más, más duro

Yo no decía nada, sólo aumentaba mis embestidas contra ella apoyándome de sus piernas, mientras que con una mano acariciaba sus tetas, luego la tomé de la cintura y la jalé hacia a mi, haciendo que ella quedara sentada sobre mis piernas con mi verga dentro de su coñito, ella comenzó a moverse en círculos mientras yo la besaba y apretaba su culo y movía mi pelvis hacia delante y atrás y comencé a hurgar en su ano, cosa que hacía que ella brincará un poco pero no me lo impedía, luego ella me dijo

Déjame subirme en ti

Yo la recosté nuevamente y me acosté ahora yo, ella paso su pierna al otro lado, quedando yo en medio, ella tomó mi verga y la dirigió nuevamente a su coño, y se dejo caer clavándosela de un solo movimientos, yo la tomé con una mano de la cintura y con la otra acariciaba sus tetas, mientras ella brincaba sobre mi y se arrojaba un poco hacia atrás, su cuerpo ya estaba brilloso por el sudor y el agua que yo mismo le había pasado, me senté cuando ella estaba echada hacia atrás y así le comencé a comer sus tetas y acariciar nuevamente su culo, ella movía su cadera de atrás a adelante y disfrutaba el momento. Sentí como ella empezaba a contraer sus paredes vaginales alrededor de mi pene y nuevamente sus gemidos eran más fuertes y prolongados.

¡Ah, Ah, ah, ahhhhhhhh!, así sigue, así házmelo así

Al cabo de unos segundos se hizo hacia delante y me abrazo fuertemente, mientras sentía como su cuerpo temblaba un poco en espasmos y se relajaba bastante, ella se quedó quieta un rato así, luego la dejé en la cama y seguí besándola, ella comenzó a besarme el cuello y yo me recosté, mientras ella iba bajando a mi pene y comenzó a lamerlo, como una paleta, poco a poco, mientras acariciaba mis testículos, luego comenzó a meterlo en su boca y succionarlo, yo la tomé del cabello y la guíe en sus movimientos, ella siguió así un rato hasta que la jale hacía a mi y la volteé recostándola en la cama (en la posición de cuchara) y así la volví a penetrar, mientras le acariciaba las tetas, así estuvimos un rato hasta que sentí que me iba a venir y me salí de ella y me vine en su espalda, ella volteó y bajo con su boca a terminar de sacar la leche que tenía en mí.

Luego se recostó y me abrazo escondiendo su rostro en mi pecho, así estuvimos unos minutos hasta que ello comenzó a llorar, yo me quedé algo sacado de onda, ya que no esperaba esa reacción y la abracé y le dije:

¿Qué pasa?

Gracias – me contestó y yo me tranquilicé, pensé que se había sentido culpable y diría que aproveché la situación y continúo- No pensé que de verdad me desearas y que fuera bella como me decías, así que pensé en ver tu reacción y hace tiempo que no me sentía así

Yo te dije que estabas para comerte y fue una delicia – contesté mientras le acariciaba la puchita y ella apretaba mi mano manteniéndola ahí y me preguntó

¿Por qué no hablabas cuando me lo estabas haciendo?

Es que soy medio vulgar cuando estoy muy caliente y bueno no a todas les gusta eso – respondí mientras la besaba, ella se separó y se puso encima de mí nuevamente mientras acariciaba mi verga y me preguntó

¿Qué me hubieras dicho?, dime – dijo mientras me veía con unos ojos de deseo

¡Mmm!, te hubiera dicho que me fascinan tus tetas y que tienes un culo hermoso, como para rompértelo – dije mientras le acariciaba su culo y poco a poco mi pene volvía a tomar fuerza- Que eres una putita que necesita que la cojan bien – dije cuando ella ya movía sus labios de la puchita alrededor de mi pene y yo apretaba ahora su culo

Si – me contestó ella- Soy una putita mal atendida por su marido y tu tienes la medicina que necesito

En ese instante volvió a tomar mi pene y lo dirigió a su coño y se lo enterró fuertemente yo me levanté y comencé a comerle sus tetas diciéndole

Así putita apriétame con esa puchita que tiene hambre

Si, hambre de tu verga cabrón, fóllame como lo necesito

Yo comencé a moverme rápido, así estuvimos un tiempo, hasta que le dije

Ponte en cuatro perra que voy a culearte

Si

Ella se puso en cuatro y yo comencé a comerle el coño en esa posición mientras recorría sus propios jugos a su culo, ella gemía fuertemente y me paré y comencé a darle en su coño mientras que con el pulgar le iba dilatando su culo. Ella se agacho instintivamente y me dijo

Nunca lo he hecho por ahí

Calla puta, que te haré gozar – dije mientras le daba una nalgada

Ella sólo gimió y le metí poco a poco el dedo pulgar, meneándolo en círculo, luego que sentí que se aflojó, metí el dedo índice y poco a poco me hice espacio para el dedo central hasta que entró todo, me acerqué a un cajón y saqué un condón y vaselina.

Me puse el condón y le puse vaselina a ella, así comencé poco a poco a meterle el pene, ella se quejaba, pero yo comencé a acariciarle el clítoris y las tetas, haciendo que ella se relajara, pero me sorprendió cuando ella misma se aventó hacía atrás, haciendo que entrará más de la mitad y me dijo

Soy tu puta, házmelo

Me esperé unos segundos a que aflojara nuevamente y la fui penetrando por completo hasta que la tenía enculada por completo, así ella misma comenzó a moverse de adelante para atrás, mientras yo veía ese hermoso culo y como ella comenzó a gemir y le dije jalándola del pelo

Te gusta ¿Verdad mi putita?

Me fascina papi, quiero tenerte así siempre – me contestó apretando su esfínter.

Así estuvimos un buen rato hasta que yo terminé dentro de su culo y lo saqué, vi un poco de sangre, por lo que la limpie bien y luego le di algo de antibiótico para que no tuviera una infección, esa noche ella la paso en mi casa, ya que no habría nadie en su casa y ella generalmente cuando Sergio salía se iba a casa de su madre o sus hermanas y nunca le llamaba Sergio.

Yo la rasuré dejándola como a mi me gustan y estuvimos esa noche y el día siguiente disfrutando de nosotros, pero eso ya se los contaré en la última entrega de cuando un hombre no Atiende a su mujer.

Espero les guste, es una historia real y detallada, cortando ya algunas cosas que no les gustó, espero sus comentarios.