Cuando tu hermano se hace un hombre....

No sabia lo que tenia en casa hasta que me di cuenta de que ya no era tan niño...

Mi hermano ya se estaba haciendo mayor. Cuando llegó a los 16 (yo por esas fechas tenia 18) me llegaron rumores que decían que tenía mucho éxito con las chicas, incluso tenia fama de "cabroncete". Desde ese momento empecé a verlo como un hombre, no como un hermano.

Pero claro, después de muchas noches desvelada por la calentura de pensar en el chico que dormía enfrente, me decidí a planear un encuentro, algo que él no pudiera rechazar.

Por miedo a que me dijera: "Estás loca??!!" pues decidí hacerlo poco a poco, como quien no quiere

Un lunes en el que mi madre se fue a trabajar, yo me acerqué a su habitación. Eran las 11 de la mañana y después de borrachera colosal dormía como un bebe. Me acerqué a su cama vestida con una camiseta y un tanguita y comencé a tocarle la frente, el cuello, la mejilla y el pecho.

  • ¿Qué haces? ¿Qué hora es?- Al escucharlo me apresuré a decir rápidamente:

-Es que como ya es tan tarde pensaba que estabas enfermo y viéndote así destapado y sudando pensé que tenias fiebre y lo estaba comprobando.

  • No, estoy bien, lo que pasa es que tengo una resaca horrible.

Yo me senté a su lado de la cama y le pregunté por los rumores que corrían.

  • Me han dicho que eres todo un machito… es cierto? Mira que yo sin saberlo

-jejejeje, nada la gente exagera, no he estado con tantas.

Miré alrededor y vi que tenía la habitación hecha un desastre. Y pensé que era mi primera oportunidad. Entonces encendí la luz y delante de él me agache recogiendo sus zapatos y reprochándole en todo cariñoso que era un pequeño desastre.

Cuando me volví lo vi mirándome el culo. Se sonrojó y se dio la vuelta.

El miércoles de esa misma semana mi madre se fue a ver a mis tíos y los dos nos quedamos viendo la tele. Él se fue a dar una ducha y… "mi segunda oportunidad" pensé. Esperé unos minutos a que le diera tiempo de meterse en la ducha y subí al baño con mi albornoz colgado del brazo y entre sin llamar.

Estaba de espaldas a mí y en ese instante giró la cabeza:

  • Que haces aquí? Ya te dije que estaba yo

-Perdona, no me enteré.

-Pero si se escucha el agua desde fuera!, anda sal que ahora me aclaro y te dejo a ti.

-Es que me llamó Mary y ha quedado en pasarse por aquí dentro de media hora. Mientras tu terminas yo me lavo los dientes, que si no no me da tiempo.

-Anda sal que ahora acabo, que me da vergüenza.

  • jajajaja, vergüenza? Si te he visto desde que eras enano, no te acuerdas que era yo la que te bañaba?.

Mientras me lavaba los dientes salió de la ducha dándose la vuelta

-Huuuu, ahora ya se porque tienes tanta fama de Don Juan- Le dije mientras señalaba a su verga.

  • Nos es por fardar pero… tu no has visto nada… jejeje

Se colocó la toalla a la cintura y como siempre jugueteando me dio una palmadita en el culo y me empezó a hacer cosquillas. Aprovechando esta situación me pegaba a él cada vez más con mi culo y revolviéndome hasta que la toalla se le cayó al suelo, entonces la cogí y la tiré para el pasillo. Esta era mi oportunidad: le comencé a hacer cosquillas. A la mínima oportunidad extendía la mano y le tocaba disimuladamente su sexo, me acercaba a el y poco a poco cada vez el me tocaba más el culo, me rozaba el pecho, me agarraba

Su miembro comenzaba a crecer con el jueguecito y mi calor también. Veía que se le ponía cada vez más gruesa cuando

  • Ya he vuelto! La tía Manuela estaba pachucha y no quería molestarla mucho.- Se me cayó la cara al suelo, mi madre había llegado antes de la cuenta.

Salí del baño como quien corre delante de un toro y bajé al salón junto a mi madre.

Los siguientes días notaba que mi hermano estaba más cariñoso de lo normal, dándome abrazos y besos sin motivo. Yo, cada vez estaba más provocativa y en más de una ocasión giré la cara cuando me iba a dar un beso para que sus labios aterrizaran en mi boca.

9 días más tarde de mi encuentro con él en la ducha, estaba en mi cama pensando que hacer, como conseguir que diera él el primer paso cuando se me ocurrió ir a ver si estaba dormido. Salí de mi habitación y crucé el pasillo, cuando abrí la puerta me encontré con una agradable sorpresa. Estaba sobre la cama tumbado y destapado acariciadose su pecho mientras que con la otra mano subía y bajaba la piel de su sexo lentamente.

Sin darme mucha cuenta de lo que hacía, me acerqué a él. Desperté del atontamiento que tenia y observé que me estaba mirando, no se había tapado ni siquiera había parado de hacerlo.

Me senté en la cama y le di un profundo beso en la boca mientras sus manos se metían bajo mi camiseta y apretaban mis pechos.

  • Si supieras las veces que me imaginé algo así contigo…-dije

  • Y si tú supieras las veces que te espiaba mientras te vestías y te duchabas

Nos echamos a reír y me quité lentamente la camiseta mientras él me miraba y se mordía los labios. Estábamos acostados, de lado, cara a cara besándonos. Era algo que parecía imposible, incluso asqueroso hacia unos meses pero ahora… era algo muy excitante que hacía que mis sentidos se desarrollaran. Notaba su gusto, el olor de su pelo, la suavidad de su piel

Mientras nos besábamos bajé mis manos hasta llegar a su sexo, lo acariciaba lentamente con las dos manos, subiendo y bajando mis dedos por su tronco. Bajé la cabeza y mi lengua recorrió toda su verga, desde los huevos hasta el glande unas cuantas veces. Estaba muy excitaba, notaba como jadeaba, los ojos cerrados y sus manos me cogían el pelo. Abrí la boca y me introducí todo su capullo en mi boca mientras con la lengua se lo acariciaba. A cada momento el se revolvía más y los gemidos eran más altos.

  • Calla, nos van a escuchar- dije

  • Será culpa tuya, no sabía que un piercing en la lengua fuese capaz de provocar tanto placer

En el fondo me sentí orgullosa de escuchar eso

Volví a mirar esa verga, realmente grande, unos 19 o 20 cm. Sus venas se marcaban por todo su tronco, una visión muy, muy excitante.

Me la metí en la boca todo lo que pude, pero no era suficiente, más de la mitad estaba fuera, no me cabía, así que con una mano la agarré y comencé a subir y bajar al mismo tiempo que mi boca. Estaba muy excitado, notaba el sabor de su sexo en mi boca, era delicioso.

Me agarró la cabeza con fuerza y entonces él marcó el ritmo y ZASSSS varios chorros chocaron contra el fondo de mi garganta. Cuando levanté la cabeza vi como me miraba incrédulo, gotas de sudor le recorrían la frente y el pecho. Me limpié la boca y le di un suave beso en sus labios y me fui a mi cama.

  • Te vas a ir como si nada?- parecía que no se creía que me lo tomara así

  • Si, ya sabes donde estoy, la próxima vez te toca a ti… te quiero, buenas noches

Y si me hizo una visita a mi cuarto pero, eso os lo contaré otro día.