Cuando tres no son multitud (1)

Un amigo y una amiga deciden hacer un trio. Para ello la chica hace uso de un amigo para pasarlo en grande

Cuando tres no son multitud. (Primera parte)

Saludos a todos los lectores.

Me presento, soy de Alicante (España), tengo 33 años, mido 1,70, delgado y moreno.

Voy a contaros una historia real que me sucedió a finales de agosto de 2009.

Un trío, es simplemente un trío. Tengo una buena amiga con la que he estado varias veces, pero insisto en que sobre todas las cosas somos amigos.

Se llama Olga, tiene 35 años, también de Alicante. Es morena, muy delgada, poco pecho, y poco trasero, pero bastante interesante de tratar.

Ella y yo nos conocimos a través de una amiga común, y las cosas de la vida, nos hicimos muy amigos… nos contamos confidencias, hablamos de sexo... lo típico con quien no tienes una relación, que le cuentas todo porque no está dentro de tu círculo de amistades.

Muchas veces habíamos comentado de hacer un trío, ella, otro chico, y yo. Es algo que a los dos nos ponía mucho, ella no lo había probado nunca, pero le apetecía mucho, según me confesó, desde niña. Simplemente había que buscar un tercero, y ese tercero lo encontró Olga. Era un amigo suyo del chat que ya había quedado varias veces con él, y le daba confianza.

Se llama Iván, tiene 19 años, también es de Alicante. Es moreno, delgado, 1,75, y para ser chico, aunque no me gustan, es guapete.

A mi me costaba quedar, pero conseguimos un sábado por la tarde, quedar en casa de Olga, que vive con su hijo pequeño, pero que no estaba en ese momento.

La verdad es que al principio lo pasé mal. Cuando simplemente surge es fácil, pero cuando vas ya con todo planeado… yo a Ivan solo le conocía del msn, tenía miedo que no hubiera buen rollo entre los tres, aparte de querer estar a la altura, etc.

La cuestión es que cuando llegué a casa de Olga, ya estaban tomando una cerveza en el salón. Después de presentármelo y hablar un rato de cosas sin demasiado interés, Olga propuso ver una película porno y ver como salía. Evidentemente dijimos que sí, y puso la película, estando sentada Olga entre los dos.

Recuerdo que al cabo de poco tiempo Olga empezó a acariciar a Iván, hasta llegar a su paquete. Después me lo tocó a mi, hasta que dijo que nos quitáramos los pantalones. Eso hicimos. Iván ya la tenía empalmada y yo simplemente tenía el bulto.

Nos desnudamos y Olga nos empezó a masturbar a cada uno a la vez. La verdad es que fue una pasada, el morbo de la situación fue genial.

Consiguió ponerme la polla a tope. Os cuento que por suerte no me quejo, es bastante grande, mide 21cm, aunque apunta hacia abajo, y no descapulla del todo, pero bueno… No os he contado que la de Iván no era grande, mediría unos 14 cm, y era gordita, aunque si descapulla totalmente.

Bueno, continuo. Al rato de pajearnos Olga nos dijo que nos sentáramos juntos, y nos hizo una mamada de las de recordar, mientras que a uno se la comía al otro lo masturbaba, fue impresionante. Reconozco que en ese momento tuve que pararla porque casi me corro. En ese momento Olga nos dijo si seguíamos allí o si nos íbamos a la cama. Dijimos que nos daba igual, y ella dijo de ir a la cama. Cuando fuimos, se quitó la ropa y se tumbó en la cama, esperándonos. Iván se puso frente a ella y empezó a comerle el coño. Yo decidí tumbarme junto a ella y jugar con sus pechos.

Al poco rato, nos pidió que la penetráramos, y sacó del cajón un par de condones. Iván empezó a penetrarla mientras yo le daba mi polla a Olga para que me la mamara. No tardó en correrse el chavalín dentro del condón dentro de ella. Iván me dijo: Te toca tio. Y a Olga: ten cuidado con ese pedazo pollón, Y ambos rieron.

Me tumbé en la cama boca arriba y Olga se puso sobre mi, metiéndose la polla y empezó a botar. Iván, mientras, fue al aseo a limpiarse. Cuando se fue, Olga me dijo en el oído que Iván le había encantado mi polla, yo me reí sin parar de penetrarla.

Cuando volvió se sentó en la cama mirando como follabamos. Cuando estaba apunto de correrme le dije que parara para descansar, no quería irme aún, y me puse a comerle el coño, mientras Iván se tocaba para ponérsela dura de nuevo.

Yo ya estaba que me moría. Hasta que Olga me dijo: Da, te atreves a que Iván de pajee? Me entró bastantes nervios, pero como no era algo que no hubiera echo ya de más joven, y en ese momento, cuando estoy caliente, hago casi de todo (aunque insisto que no me gustan los chicos, pero sí el morbo), dije que los dos a la vez.

Y eso hicieron. Empezaron a masturbarme entre los dos. Eso hizo que me calentara tanto que empezara a gemir (no soy de mucho gritos, jeje). En ese momento Olga se la metió en la boca y empezó a restregar toda su lengua por mi polla. En ese momento, Olga le dio mi polla Iván que continuó con la mamada de Olga. Estaba que me moría mientras ambos se iban pasando la polla hasta que no aguanté más, y eyaculé en el pecho de Olga. Fue increíble.