Cuando te inicias y tienes que ceder

Sensación no tan desconocida, como cuando se la estás chupando a uno y este, me la sustituye por la de otro. Momentos en que dudas, pero apechugas, pues quizás no tenga otra oportunidad, disfrutando y acabando por escuchar… “Tienes más gomas”, dando por hecho que me van a follar más de uno.

Cuando te inicias y tienes que ceder

Antes de todo, gracias a todos esos lectores que de una manera u otra me han animado a continuar publicando, ya no solo leyendo mis experiencias, sino mediante comentarios a este portal como a mi correo personal. Y dicho esto, debo deciros que desde que me inicie, siempre he explotado mi juventud en la manera de lo posible, pues uno no siempre elige quedarse en una etapa de la vida. No elegí aparentar mucha menos edad de la que tenía, dándome la oportunidad de explotar esta faceta de lo mejor posible, aunque muchos la han disfrutado mucho más, siendo de agradecer.

Puedo decir que desde que tengo recuerdos, debo deciros que anécdotas como aquellas en la cual, con tan solo quince años, edad que cierto día se me acercaron unas amigas de mi madre. Amigas que preguntaron a esta por su hijo mayor, haciéndole saber mi madre que esa persona era yo, quedándose estas asombradas pues no aparentaba los quince años sino trece años. Esto quizás os habrá parecido una tontería, pero para nada lo es, pues debo deciros que confusiones como esta he tenido muchas, aprovechándome precisamente a raíz desconcierto precisamente esta aparente edad. Pero esto también me ha llevado, como contrario de aparentar menos, cuando he tenido la mala fortuna de querer a locales mayores de dieciocho y los porteros no dejarme entrar, aunque les daba mi DNI, pues me hacían saber que era falso… aunque eso sí muy bien logrado, cuando en verdad no lo era.

O como aquella vez que fui a un cine X, vez que hacía unos días que había cumplido los dieciocho años, usa vez que tras adentrarte en ese pasillo al cual accedes al cine, me encuentre a medio camino la taquilla. Cuya persona no es otra que una señora mayor que, nada más verme requiere mi carnet de identidad pues no se cree que tengo los 18 años, haciéndome saber que la entrada al cine es exclusivamente para mayores de dieciocho años. Aquello me desconcertó, quizás más cuando después de haberle dado mi DNI, está seguía con la misma actitud, acabando por ceder ante mi insistencia, bueno eso y que un par de hombres le animaban a que yo entrara, no dejándole de decirle…

  • “Déjalo entrar, quizás no sea tan yogurín como parece”.

En esa primera vez no pude hacer nada, pues mis nervios me traicionaron, ya que con solo entrar mi adrenalina se puso a mil, no decir cuando accedí y la oscuridad me dejo indefenso durante unos minutos, tiempo en que te adaptas a la penumbra. Nervioso te sientas y en minutos, sientes las miradas de extraños, escuchas ruidos que se mezclan con la misma película, no sabiendo distinguir los gemidos. En la penumbra divisas movimientos y por el rabillo del ojo, adviertes como en mi misma fila comienzan a acceder, persona que se me sienta al lado, desconocido que comienza a magrear mi pierna, continuando ante mi impasibilidad por magrear mi entrepierna… uuummm!!. Tomar mi mano y masturbarlo, pero mis nervios me traicionan, pues fue sentir esa polla en mi mano y de forma descontrolada, comencé a correrme… ooohhh!!.

Esa vez intente aguantar, continúe masturbándolo unos minutos, tiempo que escucho primero y luego veo, como otra persona accede por mí misma fila, pero por el lado contrario, persona que se nos sienta a dos butacas de la mía. Momento en que este primero me rodea con su brazo, oprimiéndome, pero sin hacerme sentir que es forzado, oprimiéndome hasta oler su glande. En ese preciso momento en que me inclino y mis labios roza su glande, noto como tocan mi trasero, como intentan introducir unas manos por el borde de mi pantalón hacia mis nalgas, mano que viendo que el cinturón hace su trabajo. Es cuando intentan desabotonar el botón de mi pantalón, momento en que intento zafarme de esa otra persona, lucha que me hace lograr no solo un orgasmo sino hasta dos más, quedándome de lo más perdido.

Esto me hace levantarme, escabullirme del primero, ese que intentaba que se la chupara, salí como pude de mi fila hasta salir de ese cine, camine rápidamente hasta un lugar donde pudiera asearme, servicios que pude ver las condiciones que me había dejado las tres corridas… uuummm!!. Aquella noche en mi casa, me comporte como un quinceañero, pues no solo me lamente de la experiencia desaprovechada, sino de masturbarme hasta por tres veces hasta quedarme dormido. Esa experiencia malgastada me hizo recapacitar, me hizo comprender que no hay que dejar nada a medias, aunque tenga que aguantar hasta el final, cosa que aprendes.

Vez que nuevamente deambulando por el centro, me da por acercarme al cine X, volviendo a repetir la escena de la vez anterior, aquella en que aquella mujer madura rubia y de caderas anchas me niega la entrada, pero ante la elevación de las voces acaba por ceder. Entro hasta las puertas que accedes al interior de la sala, cuya cortina es una pesada lona negra, apartas con fuerza y de pronto todo es oscuridad, quedándome pegado a la pared hasta que mis pupilas se adapten. Luego es solo ver donde me puedo sentar, observando unas filas sin persona alguna, fila que me senté en un extremo, comenzando a ver la película X, cuyas escenas ponen rápidamente a tono.

Un recuerdo como en no más de diez minutos, acabo por acercarse un desconocido, sentándose como es habitual junto a mí, cuyo juego comienza con la misma rodilla. Continuando con esa mano acariciar mi pierna, deslizándola a lo largo de esta, apartándola una vez tras otra para no aparentar ser fácil, pero que poco a poco as accediendo. Comenzando este a magrearme sobre el pantalón, para que en apenas minutos continúe y con mi ayuda, directamente con mi miembro fuera… ooohhh!!. Minutos que estas en la gloria, minutos en que este acaba por tomar mi mano y llevársela a su miembro, no muy grande, pero si duro. Comienzo a masturbarlo, mientras este comienza a acariciarme, llegando incluso a desabotonar los botones de mi camisa, extraño que disfruta de mi pecho sin vello alguno y sobre todo con tetillas, pellizcando mis pezones… ooohhh!!.

Y siento como esa mano la sustituye su boca, cuyos labios van descendiendo hasta mi entrepierna, tomando mi morcillón miembro e introduciéndosela en su boca, comenzando a darme una mamada de infarto… uuuffff!!. Mamada que no me dejan disfrutar del todo, cuando otro extraño se nos acerca, colocándose delante de mí, sacándose con descaro su miembro y tras tomarme por mi nuca, acaba por hacérmela tragar… aaahhh!!. Por su fisionomía le eché los cincuenta años, no pudiendo verificar mucho más, ya que estaba entretenido, pero la labor hacia aquella polla me hizo olvidarme de correrme… uuummm!!.

Pero viéndome disfrutar, el primero saco mi polla de su boca y el segundo, saco su miembro de la mía, acabándose por sentar este y hacerme continuar ahora inclinado, momento en que el segundo le da por tirar de mis prendas hacia atrás. En esos momentos me viene a la memoria la vez anterior, vez que traicionado por mis nervios, me hacen irme y desaprovechar una oportunidad como esa… uuuffff!!. Recapacito, pero sin dejar de chupar esa polla, cuya longitud me embriaga, tanto como sus enormes genitales, semental que disfruta conmigo… uuummm!!. Actitud pasiva que el otro acaba por entender, descalzándome de un pie y sacar mis prendas por este, dejándome mis prendas religadas en mi otro pie. Extraño que siento como sus manos acarician mis nalgas, como magrean y pellizcan mis glúteos, dándome un par de palmadas que suena en toda la sala, continuando por deslizar sus dedos entre mis glúteos, tensándome cuando siento presionar mi orificio… uuummm!!.

Me vuelven las dudas, pero me embriaga el placer de esos momentos, cuyo morbo me estoy entregando, tanto como cuando ese dedo comienza a introducirse… ooohhh!!, dedo que en minutos son dos los que me entran… aaahhh!!. Pero no tan desconocida sensación, como aquella en la que ese macho semental al cual se la estaba chupando, desconocido que me hace sacar su polla de mi boca y ser sustituida por otra… uuuffff!!. Momentos en el cual disfruto, pues pienso que quizás no tenga otra oportunidad como aquella, disfruto y me dejo, acabando por escuchar decir uno a otro…

  • “Tienes más gomas”.

Y es cuando comprendo que me van a follar, sintiendo como el capullo de uno de ellos, comienza a alojarse entre mis glúteos, glande que presiona mi orificio y despacio, comienza a presionar… uuummm!!. Sintiendo como voy cediendo ante esa polla, como me va entrando poco a poco, deteniéndose lo que me parece una eternidad, aunque son escasos segundos, adaptándome a ese tronco… uuummm!!. Comenzando pasado este tiempo a acelerar, comenzando sus embestidas, penetrándome a la vista de esos dos e ignoro si de más público, escuchando como unos me insultan y otros adulan al semental, incluso otros pidiendo la ‘B’.

Ese primero no aguantó mucho, corriéndose en interior, pero dentro de ese preservativo, pero al mismo tiempo me corrí yo, descargando sobre el asiento de esa butaca… ooohhh!!. Siendo sustituido por ese al cual se la chupaba, pero no sin antes verme como me cambian de postura, dándome de pensar que quizás sea para favorecer su altura. Quedando ahora yo arrodillado sobre el asiento de la butaca, cuyo cuerpo echado hacia delante, descansando sobre el cabezal de esta misma butaca. Pero cuya posición, me hace más fácil tragarme la polla de ese primer desconocido, aquel que poseía un miembro bastante grande y unos huevos enormes… uuuffff!!. Hombre que di por hecho que cuando percibió mi camisa empapada por el sudor, acabo por quitármela y dejarme casi desnudo ante esa jauría de lobos. Cuyos insultos se esbozaban, insultos como maricona, puta o zorra eran repetitivos, estaba disfrutando como pocas veces, pues grupales como este hasta el momento pocos.

Entre arcadas y náuseas, tragaba esa enorme polla, sintiendo como sobrepasaba mis amígdalas, mientras era empalado, pero viendo como aquello iba a más, cuando cogía una de mis manos y me hacía masturbar a otro, acabando por sacarme esa enorme polla y tener que alternar a hora dos… ooohhh!!. Escuchando con temor a uno…

  • “Ostias… no puedo más, ¡menudo coñito tan estrechó tiene esta zorra… uuuffff!!, siento mucho, pero te voy a preñar ya… aaahhh!!”.

Momento en que siento y doy por hecho que este me estaba follando a pelo, descargando en su totalidad dentro de mí, mientras el invitado a darle la mamada, descarga en mi boca… uuummm!!. Quedando el semental por follarme, siendo el último, pero no por eso era el peor, pues tuve que ayudarle a introducírmela y todo. Mientras era embestido por esta persona, continuaba chupándosela a otros, penetración que era bastante profunda, quizás más cuando tomo de mis hombros y tiraba de mí hacia él… aaahhh!!. Acabando por correrse, no sin antes sacará de mi orificio, descargando sobre mis nalgas y espalda, corrida que el mismo me impregno con ella, empapo mi boca, cuello y pecho. Y mientras se vestían para marcharse, no dejaron de intentar fijar un nuevo encuentro, nuevo que di mis señas y ellos sus números de teléfono.

Todos estos datos dimos mientras íbamos a los aseos, pues era para poder asearme yo, viéndonos por primera vez a la luz a estos, pudiendo ver que de los tres, dos de ellos eran cincuentones e incluso uno de estos, estaba más cerca de los sesenta años. Mientras que el tercero, ese al cual denominé semental, persona a la que di por hecho, ya sea por su fisionomía y vitalidad, que este debía de estar en torno entre los treinta y los cuarenta años. Llevándome la sorpresa que era mucho más mayor, edad de los que me pone, pero esa no fue la sorpresa, sino que este hombre era de color, cosa que viendo su herramienta ya no era de extrañar… uuummm!!.

Pues sí, aquello lo repetimos en dos ocasione más, dejándolo pues el morbo fue solo en el interior del cine, quedando plasmado en las siguientes dos veces, donde eso sí, me dejaron bastante satisfecho, pero no siendo igual de morboso. Veces que nos hemos visto en otras ocasiones de forma más individual, aunque eso sí con los más mayores, cuyos encuentros han sido gratificantes… uuummm!!. Aunque está misma confusión, se me ha dado en más ocasiones, como aquella por ejemplo cuando fui a realizarme una inspección médica previa a entrar al servicio militar, inspección que el médico… un abuélete muy bonachón, me hizo saber…

  • "Perdona chico, pero esto es solo para chicos mayores de edad, si quieres ser voluntario eso es otro cantar".

Acabándole por aclarar que era mayor de edad, aunque no lo aparentara, volviéndome este a decir…

  • "Bueno, lo cierto es que no lo aparentas por nada, ni por el físico y menos por el tamaño de tus genitales, pues parecen los de un adolescente de doce años".

Fue decir esto y sentarme como una patada en los cojones, pero viéndole que pie cojea (una expresión del sur de España), pues no dejaba de mirarme de arriba hacia abajo, incluso de tocarme demasiado. Esto me dio una idea, idea que no era otra que la de provocarlo, acabándole por sugerir si deseaba hacerme una exploración completa. Llegándole incluso a sugerir la anal, soltándole eso de…

  • "Bueno, ya que estamos una buena exploración para ver que estoy completamente sano".

Sugerencia que parecía que se le había encendido los ojitos (otra expresión), pues no veáis como se puso, estaba todo nervioso ante mi propuesta, pues fue soltarle eso último y ver como acabo por echar el pestillo a la puerta. Continuando por desvestirme por completo… dándome una bata que apenas cubría, comenzar una exploración muy exhaustiva, tanto que cuando me pidió que me inclinara sobre la camilla, me pidió calma por lo que podría sentir, pero ante mi actitud sumisa. Actitud que solté a modo de provocar hasta un pequeño gemido, algo que note que le debió de gustar, pues comenzó a introducirme un objeto que no era otro que un 'espéculo', objeto que utilizan los ginecólogos para las exploraciones vaginales… ooohhh!!.

Fue introducirme eso y me tuve que sujetar a la camilla, sacándolo un par de veces y tras untarme hasta por dos veces algo de vaselina, acabo por introducírmelo otra vez hasta el mismo engranaje… uuuffff!!. Observando como este no dejaba de magrearse su entrepierna, viéndose una visible mancha húmeda en su entrepierna, pena que no me la hubiera metido… uuummm!!. Pero confusión también gorda e incluso a vergonzante para mí, cuando cierta vez me encontré a un conocido al cual le abordé, creí que era uno de mis ‘conocidos’. Pero en vez de esta persona, no era otro que su hermano gemelo, mi confusión digo gorda pues este mismo me llego a besar, me extrañé, pero lo acogí ese beso por amistad, acabándomelo el por confesar. Y proponerme un trio con su hermano gemelo, propuesta que dude, pero…

Pero bueno lo dicho, ya me decís que os ha parecido, estaré esperando vuestras respuestas, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).