Cuando se pone el sol 5
Pero el hecho de que esté enamorada cambia absolutamente todo. La verdad no se quien es, tampoco me importa. Pero no puedo creerlo. Me lastima mucho esto. Me destroza por completo
Acá estoy de vuelta con la histria. Primero quiero disculparme por la demora. Si ya se que ultimamente estoy demorando demasiado. Pero bueno hay una razon para todo eso, mas bien 2 razones: la 1, es que ahora tengo cien mil y un cosas por hacer, y no me alcanza el tiempo, para estar sentada escribiendo. Y la 2da, es que me faltaba inspirazion para continuar la historia. la verdad es que la persona que me inspira, no estaba y no tenía ganas ni de escribir. Ahora volvió y todo es mejor cuando ella esta. Bueno volvio de un modo metaforico. Esa persona sabe quien es, y quiero decirle que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Angel, Te Amo.
Espero que la disfruten.
Lunes 27 noviembre
Querido Diario:
Tengo que pedirte perdón, por haber pasado tanto tiempo sin escribir. Es solo que no he tenido mucho tiempo libre. Ademas cuando llegaba a casa, estaba tan cansada que lo único que quería era dormir.
Es que la verdad todo está marchando de maravilla. Ahora tengo nuevos amigos. Ahora no me arrepiento en nada. Por haber llegado a la ciudad. Cuando no estoy con él, estoy con Dani y Chess, nos volvimos muy amigos. Siempre nos mandamos sms, es como que no podemos pasar mas de 2 horas sin saber uno del otro.
Lo único malo, es mi madre. El hecho de que no este en mi casa tanto tiempo, sirve también para que mi madre, no me siga molestando. Porque la verdad no hace otra cosa sino eso.
Falta poco para mi cumpleaños y la verdad, me encantaría celebrarlo con ellos.
Yo: tengo una sorpresa para vos.
Eran cerca de las 11 de la mañana. Ya había despertado, yo no había dormido en toda la noche. Ella intento despertarse por completo para entender lo que yo estaba diciendo.
Ella: bien.
Yo: bueno esperame unos minutos. Ya vuelvo. Hace lo que quieras, prende la tele. Cambiate, puedes probarte mi ropa si quieres. No se haz lo que quieras.
Bajé, preparé unos sándwiches. Busqué un par de Coca Colas. Y las metí en mi mochila. Luego subí, Ema había ordenado mi habitación. Entré y la miré, intentando decirle con la mirada lo que estaba pensando, y me entendió.
Ella: es lo menos que podía hacer, además dijiste que podía hacer lo que yo quisiera.
Yo: esta bien, no voy a decir nada pero no lo vuelvas a hacer.
Ella: me parece bien.
Yo: bien vamos.
Ella: A donde?
Yo: es una sorpresa.
Ella: si bien pero y el colegio?, te recuerdo que es viernes, y los viernes tenemos que ir al colegio.
Yo: no se vos, pero yo no quiero ir. Ademas un día que faltes, que te pueden hacer?
Me miró haciendo gesto de aprobación.
Bajamos, y fuimos al garaje. Había olvidado las llaves. Asique le pedí, que abriera la puerta del mismo, mientras yo iba a buscar las llaves.
Cuando volví ella estaba asombrada. Reacción que esperaba.
Ella: no me malinterpretes pero… De que trabajan tus padres?
Nos subimos a uno de los 3 cuatriciclos. Siempre íbamos, con mi padre y mi hermano a hacer un recorrido, por la playa. Pero mi hermano había dejado de acompañarnos hacía mucho tiempo, razón por la cual el suyo estaba en malas condiciones. Yo era muy apegada a mi padre. Pero igual hacía como un mes o mas que no los usábamos. Busqué una botella, que tenía combustible, y se lo coloqué al rojo. Eran 3 cuatriciclos Polari, 500 cc 4x4. Uno rojo, uno azul y el negro de papá.
No solo eso, si no que además habían otros 3 vehículos, un BMW de papá. Un Honda civic, de mi madre. Y un Ford Mustang del ’67. Que mi padre había comprado para mi hermano, y que nunca había usado. Él tenía otro, pero seguramente en ese momento lo estaba usando. Por lo tanto no estaba, ahí.
Nos subimos.
Yo: recuerdas los restaurantes de la playa?
Ella: no me digas que..
Yo: si son de mi padre.
Ella: no me lo podría haber imaginado.
Subimos, y fuimos todo el camino costeando el mar.
Yo: agarrate fuerte.
Y sentí como sus brazos tomaban suavemente mi cintura. No sé por qué, pero me encantó que lo hiciera.
Luego de media hora. Paré el motor, y bajamos.
Yo: Veni, seguime.
Nos acercamos al borde, era un precipicio. Como de 15 mts. No había oleaje.
Nos sentamos, y comimos. Hablaba contando historias de mini Dani, algunas venían acompañadas de mini Chess. Al fin había logrado sacarle una sonrisa. Verla feliz me hacía tan bien.
Habíamos terminado de comer, pero ya hacía un rato que habíamos llegado. Me paré.
Yo: acompañame.
Ella: que vas a hacer?
Yo: vos vas a venir conmigo.
Ella: estas loca?
Yo: Confías en mi?
No me dijo nada, solo me miró a los ojos y tomó mi mano. Y saltamos dejando todo atrás.
Fue como que si el tiempo se detuviera, como que íbamos en cámara lenta. Cerré los ojos, esperando sentir el golpe contra el agua, en vez de eso sentí su mano. Tan suave.
No solo eso, sino que también sentí como cuando aguantas la respiración por un rato. Cuando vuelves a respirar, sientes que te falta el aire y como tu pulso aumenta, haciendo latir tu corazón a mil por segundo. Deducí que era la adrenalina del salto.
De repente entramos en el agua. Y solté su mano, para poder volver a la superficie. El agua estaba como nunca. Estaba muy helada. Casi congelada. De igual modo no importaba, ya que no había vivido día mas caluroso que ese, el sol estaba fuertísimo.
Sali a la superficie. Y respiré profundo. Había sido increíble. Ningún salto había sido igual a ese. Ema ya estaba fuera del agua para cuando salí. Ella estaba riendo. No lo podía creer. Hacía menos de 10 horas, había estado llorando tanto, y ahora estaba riendo.
Nadamos hasta el borde para poder subir nuevamente. La misma piedra era como que se había moldeado formando una escalera.
Al salir, nos sentamos nuevamente en el borde.
Yo: Amo venir acá, es como que hace parecer las cosas más fáciles. Hace que me olvide de todos mis problemas.
Al parecer hacía mucho tiempo que habíamos llegado, porque el sol ya se estaba escondiendo.
Ella: ah mira, esto me lo dio tu hermano. Lucas.
Y sacó una carta, yo no entendía nada y al parecer mi cara lo demostró.
Ella: no se aun no la leí, es que no es que no quise pero... todo lo que pasó.
Abrió la carta. Y comenzó a leerla:
Ema: Hola Ema como estas? Espero que bien. Bueno antes que nada, quiero que termines de leerla, antes de pensar cualquier cosa.
Ya se que entre nosotros hay 3 años de diferencia, pero no importa, bueno por lo menos a mi no me importa. No se como decir esto… por eso solo lo voy a decir.
Cada canción me recuerda a vos.
(Cada vez que Ema terminaba de leer una oración yo reía, y ella me daba un golpe señalándome que me callara).
Cada vez que te veo, mi corazón se acelera. Me quedo sin respiración. Y desde el primer día que te vi sé que estoy enamorado de vos.
A partir de ese momento, mi mente dejó de escuchar. Algo había entrado en mi cabeza.
Mientras el sol se ponía, y Ema leía la declaración de amor, yo comencé a caer en la cuenta, en la realidad.
Habían cosas en su carta que me sonaban familiares, y no entendía por qué.
No te conozco hace mucho, pero siento como si te conociera de toda la vida.
Cada vez que me tocas, un sensacion inexplicable me corre por dentro.
Adoro tu mirada indescifrable.
Y cada vez que sonríes, haces que todo parezca más fácil.
Cada vez que escucho tu voz, siento como si el tiempo se frenara.
Y lo único que quiero es estar junto a vos.
Me haces Feliz, y lo único que puedo decir es… Te Amo.
Ahora entendía todo. Todo se venía abajo, pero a la vez una alegría única me recorría por dentro.
Ahora todo tenía una explicación, pero a la vez surgían cientos de preguntas.
La realidad me atormentaba, pero a la vez ahora me sentía tan bien de vivirla.
Ahora sabía que todo había cambiado, ya nada iba a volver a ser igual.
Esto era inconcebible, no era lo que yo esperaba, y aun no terminaba de entenderlo.
Aun no lograba entender como era que me estaba enamorando de mi mejor amiga.
Ema: Y ahora que le voy a decir?
No estaba escuchando aun seguía intentando entender que sucedía.
Ema: Dani!! … voy a desilusionarlo si es asi como el dice que esta enamorado, no siento nada por él. Es solo un amigo.
Yo: espera… ustedes dos se siguieron viendo?
Ema: si, todas las semanas él me invitaba cuando no era al cine, era a alguno de los restaurantes de tu padre.
Yo: Ahora entiendo. Ya se, no le hables por un par de días y dejará de molestarte.
Contestaba automáticamente, era como si tuviese una contestadora como los teléfonos que contestaba cuando yo no me encontraba presente.
Ella siguió hablando el resto del tiempo y yo no la escuchaba, a veces decía algunas cosas. Pero la verdad es que no era consciente de mis palabras.
Luego la llevé a su casa. Y volví a la mía. Tomé una ducha. Y me metí en la cama.
Sono el celular. Era un sms de ella:
No te imaginas como se puso mi mama, cuando llegué. Porque no sabía nada sobre mí. Gracias por lo que hiciste por mi. Gracias por ser mi amiga. Te quiero mucho. Que duermas bien.
Si ella supiera, si ella al ver mi mirada hubiese entendido, seguro no me hubiese mandado ese texto. Aunque por un lado, me hacía bien. Por el otro sabía que era una amiga, y que arriesgaba a perder eso.
No sabía que hacer. Pasé toda la noche, sentada en el balcón pensando e intentando convencerme de que todo aquello era una locura, y que lo mejor sería dormir un rato. Que mañana todo cambiaría, que mañana solo sería un recuerdo. Eso fue lo que hice me acosté e intenté dormir.
Si dormí, y tuve el mismo sueño. El cine, la persona y el beso. Esta vez fue diferente, esta vez esos ojos marrones indescifrables eran únicos, y yo ya los conocía.
Al igual que esa sonrisa, que era única. No entendía como antes no me había dado cuenta. Esa noche todo fue igual. Excepto que esta vez yo ya entendía que pasaba. Ojala yo siguiera soñando. Ojala no despertara jamás. Ojalá esa fuese mi realidad.
Además no fue lo único diferentes, el sueño jamás terminó. Ella sonreía. Y yo despertaba. Jamás terminaba. Jamas la besaba.
El siguiente día, fue lento. Cuando la ví. Me di cuenta que lo que había estado haciendo, intentando convencerme a mi misma de que no era verdad, estaba mal. No hice mas que pensar, y pensar. Y al irme a dormir, pasó exactamente lo mismo que la noche anterior. Cada vez me parecía mas eterno.
El domingo, recibí un sms de Chess. Invitándome al centro comercial. Decidí ir ya que me despejaría un poco la cabeza.
Al llegar allá Chess no estaba solo, me acerqué.
Yo: Hola Como están?
Chess: hola Dani… ella es Mía.
Lo había olvidado, los familiares de mi amigo, llegaban ese domingo.
Ella no era muy alta. Rubia y tenía cuerpo de pasarela.
Rápidamente ganó mi confianza.
Mía: Hola … vos sos Dani.
Yo: sisi.
Nos sentamos en una banca. Y nos pusimos a charlar. Ella era de la ciudad. No le gustaban los animales, ni los bebes. Hizo el comentario porque justo en la banca que estaba atrás nuestro, había una mujer con una bebe, que lloraba demasiado. Estuvimos un rato conversando. Hasta que… la ví. Ella estaba, simplemente hermosa. Esa delicada forma de vestir que tenía. La hacía ante mí, irresistible.
Yo: Por qué esta ella acá?
Chess no dijo nada sobre mi reacción al parecer no le había tomado en cuenta. Pero su prima si, en el momento en que lo dije ella giró hacia mi, sin entender porque mi reacción a quien se suponía era mi mejor amiga.
Chess: Ema! Te estábamos esperando.
Ema: Hola! Como están?
Chess: Ella es Mía, mi prima.
Mía: hola que tal?
Ema: yo soy Ema…
Luego me miró, se acercó y me abrazó. Y respiré hondo para poder contenerme. Sus brazos me quemaban.
Como no se me había ocurrido, si habíamos estado saliendo siempre los tres juntos. Era obvio que ella iba a estar ahí.
Mía: quiero un helado, ustedes no?
Nadie contestó.
Yo: vamos yo te acompaño.
Fuimos las dos, hasta la heladería.
No podía dejar de mirarla, de apreciar su sonrisa. Pero no quería hacerlo, sabía que eso me haría perder su amistad.
Ella esperando que le entregaran el helado, y yo no podía despegar mi mirada de Ema.
Mía: Porque esa sonrisa?
Yo: que? Perdón... estaba no se pensando en algo.
Heladero: señorita, aquí tiene el helado.
Mía: Gracias. Adios.
Heladero: Chau.
Mía: y porque sonreías? Digo que estabas pensando?
Yo: no nada.. que se yo, ya me olvide.
Y ella me miro mostrandome, que claramente no me creía.
Ella: y Ema es tu mejor amiga verdad?
Yo: si. Eso creo.
Creo que era demasiado obvia. No podía dejar, que las cosas se dieran así. Su perfume, su sonrisa, sus ojos todo en ella, la hacía irresistible para mí. Cada vez me era más difícil resistirme, y creo que si volviera a abrazarme no podría. Algo tenía que hacer para evitar que las cosas se dieran a conocer.
Algo… se me acababa de ocurrir. Y era la única salida que veía en ese momento.
Chess: y que tal está el helado?
Mía: bien supongo.
Yo: mm chicos, perdon pero acabo de recordar que tengo que hacer algo. Lo dejamos para otro día si? Nos vemos.
Ema: pero yo acabo de llegar.
Hice como si no la hubiese escuchado, el tono en su voz claramente demostraba desilusion.
No les di tiempo a nada más. Y salí en dirección a la puerta.
Ya saliendo del lugar, alguien me tomó por el brazo. Esperaba que no fuese ella, no sabria que decirle. Y giré, era Chess.
Chess: Dani, pasa algo? La verdad decime.
A Chess, no podía mentirle, el era como un hermano para mí.
Yo: puede ser.
Chess: bueno pero contame.
Yo: ahora no por favor… en otro momento si?
Chess: de acuerdo, pero estas bien?
Yo: eso creo.
Chess: Queres que te acompañe a casa?
Yo: no esta bien, quedate con las chicas.
Chess: bien, entonces nos vemos?
Yo: Chau.
Chess: espera, perdón pero no te habras olvidado que me iba a quedar en tu casa verdad?
Si lo había olvidado.
Yo: no no lo había olvidado…
Chess: segura?
Y yo reí.
Chess: ya me parecía.
Yo: bien pero eso no cambia nada, podes ir cuando quieras, y eso vos ya lo sabes. Vas esta noche?
Chess: Ajá, pero no hay problema verdad?
Yo: no para nada. Bueno nos vemos entonces.
Chess: esta noche. Y me vas a contar que pasa. Esta vez no te vas a escapar.
Me fui, y caminé hasta el muelle. Había un lugar que yo amaba. Era un camino de piedras, que entraba en el mar, la verdad estaba prohibida la entrada. Pero jamás me habían dicho algo al respecto. Me sentaba en el punto mas extremo, y arrojaba piedras al agua.
Creo que el sonido, de las olas me relajaba. Y me dejaba pensar. El mejor lugar era el acantilado, pero en ese momento no tenía ganas de recordar ese lugar.
Golpearon la puerta.
Yo: yo abro.
Era mi mejor amigo.
Chess: estas mejor?
Yo: la verdad no.
Ya me había decidido le iba a contar a él, sería el único que me entendería.
Respiré hondo. Su cara lo decía todo, no entendía ni en lo más mínimo que sucedía.
Estábamos ambos sentados sobre mi cama, con la puerta de mi habitación cerrada.
Chess: espera me tengo que asustar?
Yo: solo escuchame, y espera que termine de hablar bien?
Asintió con la cabeza.
Yo: bien,creo me gustan las chicas.
Chess: mm y?
Yo: me gustan igual que te gustan a vos, me gustan en el sentido en el que a las demás chicas les gustan los chicos. Quiero decir, creo que soy lesbiana.
Chess: ahh… lo hubieses dicho de un principio así. Ahora entiendo. Espera soy la primera persona que se lo decis verdad?
Yo: si. La verdad no hace mucho que pienso en esto. Pero la verdad hay una razón que desato esto, bueno en realidad yo pienso que siempre fui así. Solo que ahora hay algo que lo ha despertado, hay un disparador. Me entendes?
Chess: a ver espera… recapitulemos, te gustan las chicas y hay una razón para que te hayas dado cuenta. Esa razón, disparador o como quieras llamarle, tiene algo que ver con Ema.
La verdad habían veces que Chess me sorprendía, y esta vez era una de esas.
Chess: no preguntes como solo se me ocurrió.
Ambos reímos.
Él: estas enamorada?
Yo: creo que me estoy enamorando.
Él: y porque no le has dicho nada aun?
Yo: no puedo. Como pretendes que le diga algo así?
Él: pero viste como estabas hoy? Eso no te hace para nada bien. Eso es porque te lo tenes guardado, y no se lo dices. No te voy a presionar, esta claro que es tu decisión pero, no me gusta verte asi, y estoy seguro que a ella tampoco le gustó verte así. Ella es mi amiga, pero la conozco hace nose, 3 semanas? … vos sos mi amiga de toda la vida, y nada va a cambiar eso. Yo voy a empujar para el lado que vos decidas tirar.
Yo: gracias. La verdad, no me hace bien tener que aguantar esto en silencio. Lo voy a tener que pensar.
Sábado 2 de Diciembre.
Querido Diario:
Como agradezco, el día en que la vida nos hizo amigas. La quiero mucho. Y después de lo que ella hizo hoy, es la mejor persona que conozco. Creo que odiaría si algo le pasara.
Domingo 3 de Diciembre.
Me agradó la prima de Chess.
Cuando Chess me preguntó que había hecho el sábado, le conté sobre el acantilado, y eso. Estoy muy sorprendida, me contestó que ese lugar ni él lo conocía. Que ella lo tenía reservado solo para si misma. Y que me sintiera especial porque lo había compartido conmigo.
Ojala tuviese poderes para leer el pensamiento. Asi sabría que le pasa. Que ella este mal me tiene mal a mí. Me sentí culpable al no poder hacer nada al respecto. Tampoco no me dio tiempo a nada, ella se cerró muy fácil. Según lo que Chess me contó cuando ella se fue, estaba verdaderamente mal. Pero no se cual es la razón. Y por lo tanto tampoco se como solucionarlo.
Ese lunes, intente siempre no dirigirle la palabra. Ella me hablaba y yo le contestaba, pero yo nunca le hablaba. También me preguntó que, qué me estaba sucediendo. Obviamente le mentí, le dije que había discutido con mis padres. La verdad odiaba mentirle de ese modo, pero tampoco podía dejarla así sin nada, ni decirle la verdad.
Todos esos días fueron iguales, en el colegio siempre intentando evitar al amor de mi vida. Y en casa con Chess, insistiéndome que no podía seguir asi.
Entre esos días también, salíamos con Mía y Chess y a veces rogándole a èl, Ema no se enteraba de que habíamos salido.
Aunque me hacìa bien no tener que estar resistiéndome, también a veces tenía la necesidad de verla.
Creo que ya se que hacer, voy a intentar olvidar todo esto. Porque tenía que pasar todo esto, era mejor como era antes. Voy a olvidarlo todo. Voy a volver a hablarle, le voy a pedir perdón por mi actitud.
Viernes 8 de diciembre
Querido Diario:
Hoy fui a tomar algo con Mía, Chess nunca llegó. Y Dani, la verdad no puedo creer que esto sea posible Dani no es asi. Dani es diferente. Dani es mi mejor amiga. Dani es la única persona con la que puedo contar y si eso deja de ser así, no sé cómo voy a continuar. Simplemente no es posible. Quizás Mía está confundida, solo le pareció, o quizás solo bromeaba. Es imposible que Dani, como dice Mía, esté enamorada de mí. Ella no es así, ella no es lesbiana. No es que haya problema con que lo sea, pero es mi mejor amiga. Estoy completamente confundida, no logro caer en la realidad. Ojalá no sea esa la verdad. No se que hacer.
Cuando estábamos en la cafetería, no recuerdo como salió el tema. Entonces yo dije que ojala supiese que le pasaba a Dani. Y ella preguntó que si de verdad quería saber. Y yo le dije que era lo que mas quería en ese momento. Ahora preferiría no haberme enterado.
Al día lunes, ya había juntado las fuerzas suficientes para tenerla en frente y no decirle lo hermosa que era, estaba decidida a enferentarla y pedirle perdón por la actitud que yo había tenido.
En el colegio, dejó de dirigirme la palabra, y al igual que yo siempre que podía me evitaba. Ahora no entendía que le pasaba.
Luego del colegio, fui a su casa. Golpee la puerta. Y me atendió su madre. Me dijo que ella estaba por llegar. Me hizo pasar, y luego de invitarme distintas bebidas, nos sentamos. Estaba cenando, al parecer comían temprano.
Teresa: Puedo hacerte una pregunta?
Yo: claro
Teresa: quiero saber si… Ema esta de novia? O esta enamorada o algo por el estilo? Digo porque ayer la escuche, cuando estaba en el hospital hablando con su padre como lo hace siempre. Y le escuche decir que si podía ser que una persona amara a otra. Y que esa otra persona no sintiera lo mismo. Y yo pienso que algún chico le tiene que haber roto el corazón o algo asi. Porque la verdad, hace un par de días que esta algo diferente. Y ahora pienso que puede ser eso que la tiene mal.
Yo: mm la verdad…
En eso la puerta se abrió, era ella.
Ema: Hola mamá…
Se sorprendió bastante al verme ahí. No esperaba menos.
Yo: Ema
Ema: Daniela… mm yo tengo que estudiar ahora.
Yo: si disculpa no te interrumpo, solo quería saber como estabas.
Ema: Bien.
Era obvio que algo le pasaba, que las cosas no estaban bien. Su forma indiferente y cortante de hablar, lo decían todo.
Yo: bueno yo me tengo que ir. Muchas gracias. Adios.
Y me fui. No entendía porque su actitud. Bueno creo que estábamos a mano, yo había dejado de hablarle, y ella había tomado la misma decisión, la razón la desconocía. Pero de algo estaba segura, su razón no era la misma que la mía.
Había algo más, ella nunca había mencionado a su padre. Quizas estaba avergonzada de él. O simplemente no quería que nosotros lo conociéramos.
Chess: De donde venís?
Yo: fui a su casa…
Mi actitud y mi cara lo decía todo, no entendía lo que estaba pasando.
Chess: y que le contaste todo?
Yo: esta enamorada.
Chess: como que está enamorada? Buenísimo le dijiste que vos también.
Yo: pero no de mí. De un chico.
Chess: que?!
Su cara ahora era la misma que la mía.
Yo: si, no le dije lo que yo sentía. Solo su madre me contó que se lo había dicho al doctor.
Chess: al doctor? Que doctor?
Yo: su padre es doctor.
Chess: doctor? De donde sacaste eso?
Yo: si su madre dijo que se lo había dicho a su padre en el hospital, y deduje que era doctor y que allí trabajaba.
Chess: entendiste mal.
Yo: es enfermero?
Chess: no trabaja en el hospital.
Yo: no entiendo
Chess: su padre esta enfermo, esta en coma.
Su rostro cambió completamente.
Él: Cuando ellos vivían en la ciudad, iba conduciendo ella iba con él. Habían ido al cine. Cuando veían de vuelta algo se les atravesó en el camino. Su padre no pudo controlar el vehículo, y comenzó a dar tumbos, digo vuelta. Ella llevaba el cinturón de seguridad, él no. No murió, pero está en estado vegetativo desde entonces. Esa es la razón por la cual trasladaron a su madre aquí. Si ella aceptaba venir aquí, le darían un aumento. Ya que en su casa dejó de haber dos ingresos. Su padre está en el hospital de San Nicolás. Dentro de unas semanas va a ser un año del accidente.
Yo: y vos desde cuando sabes todo esto?
Él: Desde que ellas llegaron aquí. Mi padre me lo contó.
Yo: y porque no habías dicho nada antes?
Él: pensé que ya lo sabías.
Yo: pero como iba a saberlo, si ella no ha hablado jamás sobre él.
Él: esta bien perdón. Espera que me decías antes?
Yo: que ella le contaba a él, que como podía ser que una persona amara a otra, y esta otra persona no le correspondiera. Ella está enamorada de alguien.
Él: y no hablaste con ella?
Yo: algo le pasaba estaba enojada y no me dirigió la palabra.
Él: y bueno Dani, que esperabas si vos estuviste ignorándola tanto tiempo, es posible que ella se haya enojado, también.
Yo: si tenés razón, pero el hecho de que esté enamorada cambia absolutamente todo. La verdad no se quien es, tampoco me importa. Pero no puedo creerlo. Me lastima mucho esto. Me destroza por completo. Por otro lado, si ella es feliz. Eso me hace feliz.
Él: dani es tarde, mejor dormí. Mañana vemos como solucionarlo. Si?
Como si yo fuese a dormir algo, como si él no lo supiera. Que eso me iba a atormentar toda la noche, quitándome el sueño por completo.
Y asi fue. El sol salió. Y yo seguía mirando el techo. Intentando comprender todo aquello que estaba sucediendo tan rápido.
Yo: hola Ema, como estas?
Ema: bien.
Yo: Quiero hablar con vos.
Por que había dicho eso. Era como que solo había salido de mi boca.
Ema: yo no tengo nada para decirte.
Sus palabras me atravesaban como cuchillos.
Yo: después de clases puedes quedarte?
Ema: no no puedo, tengo cosas que hacer.
Al sonar el timbre, marcando el termino del día escolar. Ella salió como hacía siempre, sin darme tiempo a nada.
Yo volví al muelle. Tenía que ordenar mis ideas.
Tenía que encontrar el modo de llegar a ella. Un modo en el que no cortara mis palabras. Y me diese tiempo a terminar.
Algo se me iba a ocurrir. Saqué una hoja de papel, y un lápiz.
Y escribi todo lo que yo sentía, me expresé en esas hojas.
Sin importar como tenía que contárselo, no podía pasar un segundo más con esto adentro.
Yo: se que no me queres escuchar pero por lo menos leela.
Ema: bien.
Ella me miró algo asustada, pero su cara demostraba que no entendía absolutamente nada lo que sucedía.
Sali del colegio, y Chess estaba ahí esperándome. De camino a casa le conté todo lo que había hecho, el no podía creer que por fin me había animado.
Yo: gracias!
Chess: porque? si yo no hice nada
Yo: vos fuiste el que me ayudaste, el que me animó a hacer lo correcto.
Ahora había que esperar. No tenía muchas esperanzas de que la leyera. Despues de su actitud, seguro la tiraría a la basura. Aunque era muy cobarde de mi parte lo de la carta, no tenía otra forma de llegar a ella.
Martes 12 de diciembre
Querido Diario:
Ella es mi mejor amiga, la amo. Pero no se que pensar.
Miércoles 13 de diciembre
Querido Diario:
Tengo su carta en mis manos. Pero la verdad no se que hacer. Aun no la leí, pero una vez que la lea no habrá vuelta atrás, y no se si me voy a arrepentir.
No me da la cara para ver mañana a Dani. Creo que lo mejor va a ser faltar al colegio. Si eso voy a ser. Le voy a decir a mamá que no me siento bien.
Lo peor de todo esto es que dentro de unos años no quiero recordar mi cumpleaños de este modo. Peleada con mis únicos amigos.
Jueves 14 de diciembre
Querido diario:
Mi madre me creyó, y no fui al colegio. Mas tarde me llegó un sms de Dani. Diciendo que se había arrepentido de darme esa carta que no la lea. El problema es que ya es tarde, ya la he leído.
No tengo muchos deseos de hablar de lo que decía la carta. Pero esa carta me saco muchas dudas, no solo esa hoja sino que Mia también ayudo, y por mas que me cueste aceptarlo ella esta en lo correcto.
No tendría que haberle dado esa carta, la verdad ahora me arrepiento por completo. Hoy le mande un sms, advirtiéndole que no la leyera que todo era una equivocación. Pero no me contestó, espero que no la haya leído.
Mi aspecto se había deteriorado, ya que hacia tiempo que no dormía bien. Chess ya no estaba conmigo le había surgido un viaje por un campeonato de ajedrez. Yo había ido a acompañarlo al aeropuerto.
Luego de despedirlo en el aeropuerto ese viernes en la mañana, me fui al colegio. Ema al igual que el día anterior había faltado.
El resto del día me la pase encerrada en mi habitación al igual que el sábado.
Excepto, que a las 6 de la tarde, cuando salía de bañarme alguien toco mi puerta. Era mi hermano…
Lucas: se que no estas bien, y también se que no tiene caso que te pregunte porque. Pero no me importa, papá me pidió que hiciera algo para que estes mejor y ya se que hacer. No puedes decir que no. Dale ponete linda, que vamos a salir a comer.
Yo: a comer? No tengo hambre.
Lucas: no me importa ya te dije que no podes decir que no.
Yo: esta bien ahí salgo.
Tenia 0 ganas de salir por ahí. Aunque por otro lado creo que me hará mejor.
Yo: Ya estoy vamos?
El: vamos
Yo: no me vas a decir donde vamos, verdad?
El: no es una sorpresa.