Cuando se pone el sol 4

Sin importar cómo, tenía que contárselo, no podía pasar un segundo más con esto adentro.

Prometí algo mas largo y aquí esta. La verdad perdon por la demorá es solo que surgieron algunas cosas, que no me dejaban tiempo para conectarme a la computadora. Pero bueno finalmente aca esta. Espero lo disfruten, y tambien espero ver comentarios a ver que les pareció.. sin mas vueltas:

Martes 13 de noviembre

Querido Diario:

Al parecer todo es peor ahora, ya que cada vez me dirijen menos la palabra. Creo que esto no sirvió en nada.  Ojala mi madre fuera como él, y se diese cuenta como son las cosas. Aunque no serviría de nada. A estas alturas por mas positiva que intente ser, ya no sirve. Todo esta yendo cada vez peor creo que nada lo podría mejorar, o peor empeorar.  Lo único que me hace bien, o por lo menos por un rato, es el piano. Es mi descarga, es algo que nadie va a modificar.

Creo que lo mejor va a ser dejar de hablarles. Quisas yo sea la que esta mal.

Jueves 15 de noviembre

Querido Diario:

Ayer todo cambió, cuando pensé que todo estaba perdido. Ellos son muy buenas personas. Igual no me voy a ilusionar voy a esperar a que pasen las cosas.

Igual esto no cambia nada, es solo por un momento, cuando vuelvo a casa. La realidad me atormenta.

Creo que ahora era como que me perseguía. Ya era un sueño recurrente. Ya comencé a  pensar que algo iba a pasar, o algo andaba mal.

Ese miércoles, Ema no me dirijió la palabra, en todo el día. La realidad es que nunca hablábamos mucho, pero por lo menos que hablábamos, a como ahora no había dicho ni hola.  Lo mejor era averiguar que le pasaba, me intrigaba saber que era. Era un hecho, iba a hablar con ella, para saber que le había hecho yo.

En el recreo, me llegó un sms de Chess. Diciendo de que iba a comprar para esta noche, entradas para el cine, y que no hiciera otros planes.

Cuando tocó el timbre para la salida, del colegio. Ema salía antes que yo, cuando alcancé a tomarla del brazo y frenarla.

Yo: esperá quiero hablar un segundo con vos.

No contestó solo hizo un gesto, demostrando que no había entendido a que me refería.

Esperé que salieran, todos del curso. Y me quedé con ella.

Yo: quiero saber algo..

Ella seguía sin entender.

Yo: he hecho algo yo? O mejor dicho he hecho algo malo para que te hayas enojado conmigo?

Ella: Yo enojada con vos? Yo pensé que vos eras la que estaba enojada.

Yo: y yo porque iba a estar enojada?

Ella: es que como casi no hablábamos.. yo pensé.. que quizás no te gustaba hablar conmigo..

Yo: no no, nada que ver. Creo que todo es un mal entendido. Solo nos confundimos.

Ella: entonces todo esta bien?

Yo: creo que si..

Ella: bueno.. creo que hasta acá llegamos.

Yo: mm bueno.. tenes algo que hacer ahora?

Ella: no nada por?

Yo: queres ir a tomar algo? yo invito

Ella: no es necesario, pero como quieras.  Vamos.

Yo: bien, sos nueva acá verdad, te mudaste?

Que pregunta mas boluda, como si no fuese obvio.

Ella: mm si antes vivíamos en la ciudad, aunque la playa esta bueno me gusta la costa.

Yo: si?, que preferís el invierno o el verano? Digo el calor o el frío?

Ella: en realidad no tengo una preferida, pero si tuviese que elegir una elegiría el frío. Definitivamente.

Yo: jaja creo que no has venido al lugar indicado entonces.

Ella: yo no lo elegí, temas de mi madre…

Yo: por lo que veo te gusta el color verde..  (tenía una blusa de ese color, al igual que sus zapatillas)

Ella: si, bueno es mi favorito.

Yo: yo prefiero el violeta y el rojo.. pero para vestir definitivamente el negro.

Tenía pensado ir a una cafetería que vendía los mejores licuados y jugos frutales del lugar, estaba en la playa.

Yo: te gustan los deportes? (parecía que le estaba haciendo un interrogatorio)

Ella: si, pero desde un lado,  osea los deportes no son mi fuerte, prefiero la música.

Yo: de verdad la música? Mira vos.. y le haces a algún instrumento?

Ella: que si toco alguno? Si el piano..

Yo: que buena onda, a mi me gusta la guitarra y tengo una pero nunca aprendí a tocarla… no se siempre postergaba las clases.

Ella: yo se algo de guitarra no es mucho, solo algunas cosas que son parecidas al piano. Si queres te lo muestro.

Yo: podría ser… veni entremos (habíamos llegado, obviamente no era muy lejos la playa del colegio, bueno nada quedaba lejos de la playa)

Nos sentamos, y en ese mismo segundo apareció una chica a tomarnos el pedido.

Ella: no he venido acá aun, que me recomendás?

Yo: mm. Te hago una propuesta, yo pido por vos, y si no te gusta .. te debo una.. ok?

Ella: mmh .. me parece bien.

Yo: bueno traenos dos licuados daikiri .. (eran licuados de ananá, frutilla y jugo de limón, creo que eran los mejores …lejos).

La mesera dio la vuelta, y desapareció.  Ema me miró levantando una ceja, demostrando que se intrigaba por saber que eran. Yo empecé a reir.

Ella: de que ríes?

Yo: siempre intenté que me saliera eso, y jamás pude.

Ella: esto? (y volvió a hacerlo)

Yo: pará no lo sigas haciendo me haces dar envidia…

Ella: jajaja … esta bien no lo sigo haciendo.

Yo: y en el cole, no tenés problemas,  por lo que veo

Ella: Bueno te voy a ser sincera… ( en eso apareció la mesera, con los licuados)

Ema y yo: gracias..

Yo: probalo y me decis..

Ella: esta bueno… me gusta, la frutilla es mi fruta favorita.

Yo: mira vos.. yo prefiero el ananá..

Ella: ah te decía, bueno el colegio me gusta, si vas a pensar que soy ñoña. Me gusta mucho leer, y aprender cosas nuevas.

Yo: no no pienso eso, a mi también me gusta el colegio, lo que no me gusta son mis compañeros.. no lo digo por vos. Creo que vos sos la única diferente. Bueno diferente en buen sentido. Ya se no te conozco, pero tengo un buen presentimiento.

Ella: si, yo siento lo mismo, digo lo de nuestros compañeros.. sobre todo las chicas, son muy... mm  Como lo digo

Yo: superficiales? Inmaduras?

Ellas: si puede ser.

Yo: y fuiste ya a la playa me imagino…

Ella: sisi.. fui con unos chicos.

Yo: hablando de chicos, puede ser que te vi con mi hermano y con sus amigos hace un par de días..

Ella: con tu hermano?

Yo: si con Lucas, Pablo y Juan Manuel.

Ella: ah.. si ellos. Es que cuando llegamos el sábado, estaban por ahí cerca y nos ayudaron a bajar las cosas del camión de la mudanza.

Yo: mi hermano?

Ella: si Lucas…

Yo: mira vos… y yo que pensé que solo era una bolsa de gases… jajaja

Ella: jajajaja que mala que sos con él. A mi me calló bien.

Yo: si porque no estas con él las 24 hs del día.

Ella: y si bueno, la verdad lo poco que lo conozco, me agradó.  No te llevas muy bien con él por lo que veo..

Yo: no, para nada. Aun asi como lo ves con sus 18 años, es el “bebe de mamá” …

Ella: y no te llevas con gente inmadura verdad?

Yo: no es que no me lleve, es solo que prefiero estar con otras personas.

Ella: y a mi me consideras inmadura?

Yo: y no te conozco mucho, pero me caes bien. A ver espera… en tu tiempo libre haces algo más que hablar de chicos y pintarte las uñas?

Ella: chicos, no soy de las chicas que le gusta hablar sobre los demás. Y las uñas prefiero tenerlas en su color natural.

Yo: eso suma puntos.

Ella: menos mal.  Vamos?

Yo: bueno vamos… te acompaño hasta tu casa, hablando de eso, donde vives?

Ella: mm no recuerdo el nombre de la calle, pero es cerca del cine.

Yo: el cine? Uhh el cine, me había olvidado

Ella: porque hay algún problema?

Yo: es que había quedado de ir con un amigo al cine dentro de un rato…. Tengo una idea, tenes algo que hacer ahora?

Ella: e ir a casa, pero prefiero cualquier cosa antes que estar con mi madre. Porqué?

Había notado como tenía un profundo rencor hacia su madre, ¿y su padre? Nunca lo había nombrado, pero no tenía el valor de preguntarle sobre él.

Yo: bueno entonces me acompañas al cine?

Ella: bueno gracias.

Yo: vamos

Ella: pero pasemos por casa, y ahí vamos puede ser?

Yo: si no hay problema.

Le mande un sms a Chess diciendo de que estábamos en camino y que llevaba a alguien mas. Y luego fuimos a su casa. A pesar de que yo vivía en el lugar hacia mucho tiempo. No había andado por ahí nunca.

Su casa era de un color celeste aguamarina. Tenía un enrejado en color negro. Y un camino de piedras que te guiaba a través del jardín hacia la puerta. Era una casa de dos plantas. Las ventanas de madera en color blanco. Tenía el aspecto de una casa caribeña.

Ella: pasa.  Y toma asiento. Ya vuelvo.

Yo: si si te espero.

Ella: Mamá estas en casa?

Se escucharon unos pasos en las escaleras. Y luego se escucho la voz de una mujer.

Mujer: Ema, estas en casa…

Ema: si mama, pero me estoy por ir.

Mujer: a donde vas?

Ema: al cine.

Mujer: y con quien vas?

Ema: me vas  a hacer un interrogatorio?

Mujer: ah no me queres contar … que estas saliendo con alguien? Como se llama él?

Ema: quien?!!

Mujer: el chico con el que vas a ir al cine. Ah ya se quien es es el chico, este como se llamaba .. Lucas! Yo sabía que te había gustado…

Ema: Quien? … No MAMA!! Nada que ver, deja de hablar pavadas queres? Que no estamos solas en la casa.

Mujer: que querés decir con que no estamos solas?!

Ema: nada no importa ya me voy.

Escuche como los mismos tacos que se habían escuchado en la escalera, se acercaban cada vez más. Creo que en este momento Ema se estaba arrepintiendo de haber hablado.

En ese momento entró la misma mujer que había visto en el almuerzo ese día lunes.

Rápidamente me paré del sofá, cuando ella me vio se asombró.

Mama de Ema: hola…

Yo: mm eh... Hola, soy Daniela. Un gusto.

Mama de Ema: yo soy la mamá de Ema, podés decirme Teresa. Mucho gusto.

Yo: igual.

Teresa: ah sos amiga de Ema, me alegro de que ella se halla hecho de una amiga. A ella le cuesta mucho hacer amigos. Y con lo que le sucedió al padre, esta peor.

En eso baja las escaleras Ema. Se había cambiado, se había puesto una camisa negra. Y unos jeans. Tambien se había soltado el cabello, y había alisado su jopo. Ese momento fue como en las películas cuando, es el baile de egresados. Y el chico espera a la chica, que baja por las escaleras. Y cuando baja ella esta es deslumbrante. Pero no era igual, primero que eramos dos chicas. Apenas eramos amigas. Casi no nos conocíamos. Segundo no íbamos a ningún baile. Y tercero al parecer la madre se había decepcionado con que fuese una amiga, y no un chico.

Salimos de su casa, y era verdad estaba a dos cuadras del cine. Asique llegamos inmediatamente.

Ema: perdón por lo de mi madre. La verdad no tendrías que haber soportado eso.

Yo: no hay problema,  créeme yo ya estoy acostumbrada.

Ema: y es tu novio?

Yo: quien?

Ema: el chico que vamos a ver ahora. El del cine.

Yo: Quien? ah  Chess… no para nada. Es mi mejor amigo.

Ema: como se llama?

Yo: le decimo y le gustan que le digan Chess.

Ema: Ah esta bien. Pero no estas de novia?

Yo: yo?... no. Creo que por lo que dijo tu mama, no hace falta que te pregunte si vos estas de novia. A no ser que te lo tengas escondido.

Ema: no para nada. Me parecen muy inmaduros los chicos. A esta edad.

Yo: ey Chess, acá estas. Como estas? Compraste las entradas?

Chess: hola dani y … Como era tu nombre?

Yo: ah perdón me olvidé de presentarlos… ella es…

Ema: Ema. Hola Jesus.

Yo: para si yo no te dije su nombre. Ustedes se conocen, algo me perdi?

Chess: si es que la mama de Ema, es la señora que te conté hace unos días. Te acordás que te dije que cada vez que venía un empleado nuevo le hacían fiesta de Bienvenida? Bueno ella es la nueva empleada de mi papá.

Ema: si. Y cuando vos me lo nombraste no lo reconocí porque a mi me lo habían presentado como Jesús.

Chess: si pero no me digas así por favor.

Ema: está bien.

Yo: en fin, compraste ya las entradas o no?

Chess: si, entremos ya va a empezar.

Entramos, y nos sentamos en una de las ultimas filas, ya que mientras mas atrás te sentabas había mejor sonido.

No había mucha gente. Creo que si digo que habían unas 40 personas, estoy exagerando. A la mitad de la película, nos aburrimos y Chess comenzó a contar chistes. Y empezamos a hacer una guerra de palomitas de maíz. Nos divertimos mucho.

Al final de la película nos despedimos de Chess, que su casa quedaba para el otro lado. Y yo acompañé a Ema a su casa.

Ema: te gusta el cine?

Yo: si, me gustan mucho las películas dramáticas, y que muchas veces son reales. Me gusta el suspenso también, pero no el terror me parece demasiado fantástico. A vos te gusta?

Ema: si me gustan las películas sobre historia y mitología. También me gustan las películas románticas.

Yo: las de final feliz?

Ema: No todas las de final feliz no. Tambien me gustan las de finales tristes. Pero prefiero las de final feliz, porque en cierto modo es como que te ayudan a olvidarte de todas las cosas malas, que pasan en la realidad.

Yo: entiendo. Puedo hacerte una pregunta? Además de esta obvio

Ema: si.

Yo: veo que no te llevas muy bien con tu mamá. Puedo saber ¿Por qué?

Ema: No tengo ganas de hablar de eso ahora, pero prometo que en otro momento te contesto tu pregunta. Bueno llegamos acá me despido.

Yo: nos vemos.

Ema: Bien. Hasta luego.

Esperé hasta que entrara. Y marché rumbo a casa. No fue muy largo el camino, pero iba bien ya que iba mirando las estrellas.

Llegué a casa. Prendí el Tv de mi habitación y me tiré en la cama. Segundos después desperté sentada en la butaca del cine. En cierto modo ya me había acostumbrado, aunque me comía por dentro la intriga, que ya se había hecho común en mí.

El siguiente día Chess nos esperaba a la salida del colegio. Y fue parecido al día anterior, solo que esta vez en vez de ir al cine, fuimos los tres a la playa. Ya que habían unas gigantescas olas y a Chess le encantaba surfear.

Yo había tenido una lesión en el tobillo, justamente surfeando con Chess. Por la misma razón el doctor me había prohibido volver a las las olas por un tiempo, asique no tuve otra opción que quedarme charlando con Ema.

A partir de ese día, íbamos los 3 juntos a todos lados.  Pasaron como dos semanas desde ese miércoles, en el que Ema comenzó a ser más que una conocida o una simple compañera de banco.

Siempre los tres, buscando escusas para no estar con nuestras familias, o mas bien con nuestras madres. Ya nos habíamos acostumbrado a estar juntos, y cuando no lo estábamos nos faltaba la presencia de los otros 2.

Habia algo que a mi y a Chess, nos intrigaba de ella y era que cada Domingo desaparecía, no había rastros de ella. Ni sms, ni emails ni nada. Y cuando le preguntábamos porque?, fácilmente cambiaba de tema, para no contestarnos.

Hubo un jueves, en el que volviendo tarde a la casa de Ema, su madre no estaba digamos... en un estado presentable. Bueno, si estaba borracha. Al parecer estaba algo dolida y se le había ido la mano en copas.

Al ver la reacción de mi amiga, no fue necesario preguntarle, simplemente le dije:

Yo: vamos, quedate en casa esta noche.

Salimos, cerró la puerta. Y nos fuimos.

No dijimos una sola palabra en el camino. Su expresión lo decía todo.  Puso su brazo sobre mi hombro, apoyándose en mi. Era como que eso la había destrozado por completo, y ya casi no tenía fuerzas.

Yo: podés decir lo que quieras, desahógate conmigo. Y si queres llorar, también podes hacerlo.

Ella me miró, y una lagrima cayó por su rostro.

Pasé toda la noche viendo como caían sus lágrimas, y recorrían un camino ya marcado por muchas otras. Por veces, se relejaba en su rostro la bronca que llevaba dentro. Aunque la tristeza opacaba cualquier otro sentimiento.

En toda la noche, no dijo nunca nada. En ocasiones intentaba calmarla con simples palabras, pero sabía que no lo conseguiría.

Puso su cabeza sobre mi estomago, y mientras yo acariciaba su cabello, ella continuaba derramando lagrimas. Hasta un punto en el que ya no la escuche mas. Al parecer el sueño la había vencido. Yo a diferencia de ella, no logré dormirme. Estuve toda la noche pensando, que hacer para hacer que se sintiera mejor tenía que hacerlo, no podía seguir viéndola así. Eso me destrozaba.

Finalmente una idea había atravesado por mi mente. Y no me había quedado duda. Ya sabía que hacer. Sabía que esto funcionaría.