Cuando no buscas, encuentras... Cap. 2 de 3

La verdad, un cúmulo de sensaciones me acompañarón en ese instante en que la ví...

Literalmente la observe y me quede como estatua, no podía reaccionar, hasta que ella se me acerco y me dijo un timido hola... alli por fin me movi y la abracee profundamente, para luego regalarle un beso en la mejilla y sentirme totalmente cohibida ante su mirada... Ella solo solto una risa nerviosa, que a mi me encanto...

(Continuación)...

La verdad, un cúmulo de sensaciones me acompañarón en ese instante en que la ví... a traves de sus ojos se podía apreciar el esplendor del cielo, y yo estaba totalmente rendida ante ella... El sentirla tan cerca, me dio la seguridad de que no se trataba de un sueño más, pudo percibir su delicado perfume, y la suavidad de su piel cuando le di el beso en la mejilla... Yo quería besarla en los labios, pero no me quise ver muy desesperada, además que tal si la incomodaba delante de la demás gente que había en la terminal. Por otra parte, las maripositas aquellas que se sienten, ya parecián dragones en mi estomago, y no, les aseguro que no fue la cena de la noche anterior... Pude sentir una inmensa alegría por tan solo tenerla enfrente de mi, y mis ojos se cristalizarón ante semejante aparición, mi corazón parecía saltar de gusto mientras mis manos torpemente tomaban su equipaje...

Le pedi que me acompañara hacia donde estaban los taxis, y mi voz casi no quería salir por la emoción que sentía, ella un poco menos tímida que yo, no hizo mayor comentario, pero su sonrisa se ampliaba más y más conforme transcurrian los minutos.

Una vez abordo del taxi, ambas pareciamos cohibidas, yo no atinaba a preguntar nada y en ese momento me cuestione donde estaba toda mi experiencia en el tema y me reía para mis adentros, ella por su parte, observaba complacida el paisaje nocturno de nuestro recorrido... En algún momento y ya cerca de llegar a mi hogar, me arme de valor, como si me hubiera tomado un tequila doble y otro triple, y aprovechando derecha estaba colocada a un lado de la mía, la tome y la aprete dulcemente.... Ella giro su rostro  y me regalo una mirada, como diciendo "vaya, hasta que por fin..." y sonrío regalandome también un delicado apretón de manos...

Pronto llegamos a nuestro destino, así que "caballerosamente" tome su equipaje y le abri la puerta, rápidamente le indique donde estaba el baño, la cocina, y mientras yo acomodaba sus maletas en mi recamara, ella paso al sanitario...  Una vez que llego a mi habitación, no pude resistir más, y aprovechando que estaba mi pc encendida, puse la música romántica que tanto nos gustaba a las dos... y le pregunte mirandola a los ojos, si le podia besar y ella no me respondío, solo acerco sus labios a los míos y me llevo instantaneamente al paraíso.

Si las sensaciones en mi cuerpo me tenían acelerada, con ese beso, me llene de tranquilidad, de paz, fue como si unieran una parte faltante a un rompecabezas, y de pronto me sentía completa, no había espacios para dudas, para temor, ni para nada, cualquier emoción la representaba ella, cualquier sonrisa era por y para ella, cualquier lágrima solamente era de felicidad... Sus labios sabían a dulce, y yo cual niño castigado sin dulces por un mes, los probe y los probe una y otra vez, y no me parecería suficiente... Podía escuchar mi corazón y el suyo latiendo apresurados, pero a la vez, en armonía al igual que nuestras respiraciones...

En un momento dado, recorde que seguramente ella vendría cansada del viaje, y que lo justo sería dejarla dormir, así que la invite a mi cama, no sin antes mandar a dormir a mi diablito lujurioso muy muy lejos de allí... Sin embargo, ella entre apenada y risueña, acepto gustosa la invitación pero cuando le pregunte si se pondría el pijama, me dijo que se quedaría vestida tal cual estaba, yo no pude más que reirme, su cara al decir eso fue un poema jejeje, me habría gustado grabar el momento, pero bueno, después de insistirle que no tenía que ser así, que estaría más comoda en pijama y de que no lograra convencerla, por fin me resigne...

Apagamos la luz, y yo aproveche la oscuridad para ponerme mi pijama (ohh, que a mi tambien me daba penita) y mientras ella se recostaba sobre el lado derecho de la cama y acomodaba su almohada, encontro una pequeña sorpresita que yo le había dejado, unos chocolates ferrero que  sabía que eran su delirio jejeje, y ella bastante entusiasmada y aún a oscuras, me abrazo y me beso, y me abrazo y me beso y me beso y me beso... cof cof... total que entre besos y caricias empezó a hacer calor, mucho calor, y pude ver en sus ojitos un brillo travieso que no pude ignorar...

Así que con su permiso... fui deshaciendome de su ropa mientras no dejaba de besarla, y de decirle al oído lo feliz que me hacía, y lo mucho que la amaba... ella me correspondía ampliamente y se dejaba hacer todo cuando yo quería... Al final de cuentas, cuando me deshice de las prendas principales, pude percatarme de su carita sonroja por el pudor, ya que practicamente solo la había dejado en tanga mientras yo seguía en pijama jejeje... Y así, solo con la luz de los faroles de la calle iluminando brevemente mi recamará, aprecie la blancura de su piel, su suavidad, mi Larissa parecía una flor delicada, y por esta noche y muchas más yo sería el jardinero que la cuidara...

Sobra decir que esa noche no dormimos, que ella se entrego a mi en su primera vez con una mujer, y que yo sentía a su lado que también era mi primera vez... suena cursi lo sé, pero cuando el amor reina en tu corazón, esa persona que te quita el sueño y que a la vez te regala tanta paz entre sus brazos, se convierte en todo tu mundo, y cada experiencia es completamente nueva y única...

(Continuará)