Cuando mi hijo me forzó

Tal vez poner cachondo a mi hijo no fue buena idea...¿ o si?

Me llamo Becky, soy viuda desde hace años, cuando tenia 29 me operé las tetas así que ahora a mis 48 las tengo a la altura de las tetas, bien redonditas y apetecibles, soy profesora de educación física en un instituto así que me mantengo en forma y he conseguido que los años no me afecten demasiado, nunca entré por los ojos a ningún chico pero no soy nada fea, solo tengo un hijo, Ábsolon y esta es la historia del día que me forzó...el día que tuve los mejores orgasmos de mi vida.

Serían cerca de las seis de la tarde, es verano así que todavía faltaba para oscurecer, estaba doblando la ropa recién planchada cuando una falda se me escurrió y tuve que agacharme a recogerla, cuando me incorporé vi a Ábsolon, detrás de mi, mordiéndose un labio mientras me miraba el culo.

-¿qué miras?

-Eh...no nada,¿Que si vas a entrar al baño que me voy a duchar?

-No, iba con unas mallas negras como de costumbre, nunca llevo ropa interior con las mallas así que seguro que se me ''podían leer los labios''.Fui a guardar la ropa y cuando pasé delante del baño escuche un ruido algo raro dentro, como''fapfap'',así que abrí la puerta y vi a mi hijo machacándosela, no muy larga, normal, eso si ancha como el brazo izquierdo de Nadal, no le dí mayor importancia hasta que escuche detonar la bomba atómica,''Joder como me ha puesto con las mallas'' dijo en voz baja Absolon, casi se me sale el corazón de la boca, le había provocado a mi hijo una erección, es más tuvo que hacerse una paja, una ya tiene su edad y que alguien se masturbe pensando en mí, me pone bastante cachonda, pero claro es mi hijo.Cuando se acabó de duchar, se fue a los billares con sus amigos, no pude parar de pensar en su enorme rabo erecto como una viga, tuve que desahogarme augusto con mis dedos, estaba tan excitada que después de tener un orgasmo quería otro, cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo los remordimientos inundaron mi cabeza, pero mi apetito sexual podía a mi razón, más de diez años sin catar hombre pasan factura.

Ya era casi de noche y yo estaba haciendo la cena, cuando sonó el timbre del portal

-Soy yo, abre anda que se me olvidaron las llaves, mi perturbada mente conjuró una idea de los más perversa, me desnudé y me vestí tan solo con un sujetador rojo y un tanguita a juego, con unos taconazos, tan solo me coloqué el mandil encima para disimular, parecía una estrella del porno

-Hola hijo ¿traes hambre?

-eh...si.Me miró el culo con ganas y tragó saliva, no me podía creer que le pusiera tanto.Puse la mesa y nos sentamos a cenar, sin cambiar ni un ápice mi indumentaria, de vez en cuando se le escapaba una miradita a mi muslo o a mis tetas, me encantaba que me mirará

-Oye y ahora te vas a pasear por casa con toda la mercancía al aire?

-Pues si, por que, te molesta?

-Hombre no pero, de vez en cuando no puedo evitar fijarme, ya me entiendes

-Bueno no pasa nada, eres un adolescente, es normal, pero no me importa, somos madre e hijo, no hay nada sexual en ello.Por cierto hoy por la mañana me ha dado un tirón en clase, podrías darme un masaje de esos tuyos.

-Vale, pero déjame acabar de cenar.Acabamos de cenar y como había prometido accedió a darme aquel masaje, fuimos a mi cuarto, le dí la espalda y sin ningún pudor, me quité el sujetador y me tumbé boca abajo en la cama.

-Eh...donde ha sido?

-Aquí en los lumbares, me untó aceite de ese de masajes y comenzó a obrar su magia, tenía unas manos suaves y firmes y es que Absolon estaba estudiando para ser quiropráctico.De vez en cuando se me escapaba algún gemidito, y podía notar como se ponía cada vez más nervioso,sus manos eran una delicia

-Oye, ya que estas porque no me trabajas también los muslos y el culo.

-Me dijiste en la espalda

-Bueno pues ahora también el culo, empezó por los muslos, y cada vez subía más, sus dedos cada vez estaban más cerca de mi vagina, me estaba empezando a poner húmeda y me entró miedo de no poder resistirme.

-Te tengo que quitar el tanga para trabajarte el culo

-No dejalo da igual, mejor me doy una ducha.

-¿Seguro?

-Si seguro, me tapé como pude, cogí una muda y me fui al baño.Me quité el tanga y me metí en la ducha, con agua fría por supuesto, pero ni por esas, la única forma que tuve de saciarme fue con mis dedos, mi mano jugueteaba con mis tetas, la otra con mi raja, me siento en el borde de la bañera y pienso en Absolon mientras mis dedos me perforan, cada vez estoy más húmeda, pienso como podía haber acabado aquel masaje si no me hubiera ido, me hubiera apartado el tanga, me hubiera tocado el culo y ''sin querer'' me hubiera rozado mi sexo.Cada vez estoy más excitada, pero lo que vi supera todos los limites...con las prisas no había echado el pestillo a la puerta, Absolon no pudo resistirse y observó como me masturbaba, lo vi de reojo, pero él no se percató de que me había dado cuenta de que estaba allí, y bajo la atenta mirada de mi hijo, comencé a dar rienda suelta a mis gemidos y gritos, me pellizcaba los pezones, no tardé en correrme mientras mi hijo se tocaba al otro lado de la puerta, como antes la lujuria pudo a mi razón, saqué mis dedos empapados de mi coño y me los metí en la boca sabiendo que aquello le excitaría, pero en un arrebato de cordura, salí de la bañera y cerré la puerta como si nada, sabiendo que aún no se había corrido, no podía seguir con aquello, es mejor parar a tiempo.Me sequé, me puse un sujetador y unas bragas y salí de la bañera tapandome con la toalla, me metí en mi habitación esta vez sí cerré la puerta, pero antes ni siquiera de que pudiera quitarme la toalla, entro Absolon como un tornado, casi hace la puerta giratoria.

-¿¡Pero que haces!? Sin decir nada, me arrancó la toalla y me pegó una bofetada tirándome en la cama boca abajo, me intenté levantar pero se puso encima mio inmovilizándome, me arrancó las bragas usándolas a modo de mordaza impidiéndome hablar, me golpeó en la cara interna de los muslos haciéndome abrirme de piernas y comenzó a masturbarme con sus dedos, tan rápido que podría haber echo fuego con la fricción.

-Me has estado calentando todo el tiempo, primero paseándote en lencería, luego con el masaje, masturbándote delante de mi y cuando voy a correrme me cierras la puerta, pues ahora me voy a correr en tu boca puta, me susurra al oído, me da pánico lo que pueda hacerme, pero a la vez estoy deseando que trate como a eso, como a una puta.Sigue metiéndome sus dedos hasta el infinito y más allá, sin dejar que me mueva, su brutalidad no hace más que excitarme, mis muslos están empapados, de dos dedos pasa a tres, la excitación aumenta, sus dedos son magníficos, retuerzo con fuerza la sabana, me voy a correr con los dedos de mi hijo...pero no, se dio cuenta de que me iba a correr

-Tu nos has dejado que me corriera, así que tu tampoco vas a disfrutar ese lujo, me dice al oído mientras me arrodilla en el suelo y me agarra de las muñecas con una sola mano.Me quita las bragas de la boca permitiéndome hablar

-Déjame chupártela, consigo decir jadeante.Sin decir nada coloca su gordo e intenso rabo delante de mi boca, me lo restrega por la cara sin liberarme las muñecas que las agarra por encima de mi cabeza, no puedo esperar más y yo misma me abalanzo sobre ella, es deliciosa, el suspira y pone una cara de felicidad indicándome que no he perdido practica con los años.Me libera las manos y puedo usarlas para ayudarme en mi tarea, esta durísima, llego a notar sus venas, noto su glande hacer tope en mis labios, noto su excitación llevada al máximo, pero quiere más, me agarra de pelo y comienza empujar, usa mi boca como si fuera mi coño, me folla la boca, me empieza a caer saliva, nunca me habían echo algo parecido y me encanta que me trate tan mal.Acaba metiendo su rabo hasta el fondo, haciendo tope con sus huevos, me abre los ojos, me mira fijamente mientras noto como de su polla empieza a brotar semen, solo cuando ya ha descargado por completo me la saca de golpe haciéndome toser, el semen que no he podido tragar cae por mi barbilla, hacía mis tetas, me encanta su sabor y textura, noto su calor, nunca se habían corrido en mi boca.

-Te ha gustado eh mama, me dice Absolon mientras se desviste, miro su polla con asombro como sigue dura, no ha cambiado un ápice su aspecto, divina juventud

-Me debes un orgasmo, le digo mientras me limpio las ultimas gotas de lefa

-Vas a tener más de uno, me dice con seguridad tirándome de espaldas en la cama, me abre bien las piernas y comienzo a sentir el calor de su lengua, enseguida su saliva se mezcla con mis líquidos, cierro los ojos y siento como un escalofrío recorre mis espalda, se me eriza el vello, no oigo ni veo nada, solo siento el dulce placer que me proporciona la lengua de mi hijo en mi húmeda raja, ya no tengo remordimientos, solo deseos de sentir su polla dentro de mi.El objetivo de su lengua es ahora mi clítoris, sus dedos me perforan, me acaricio el pecho con fuerza, noto esa increíble sensación de que un orgasmo llama a las puertas, agarro con fuerza la cabeza de Absolon y miro al techo, no puedo retrasar lo inevitable, me corro como nunca lo había hecho, mis gritos de placer ensordecen el ruido del trafico que entra por la ventana, me acabo de correr con un hombre después de años, me acabo de correr en la boca de mi hijo y me encanta, nada de preocupaciones o remordimientos, simplemente me encanta.

-¿Cuanto hacía que no te corrías de verdad? y no cuenta el ginecólogo, me pregunta mientras me besa, su boca sabe a líquidos de hembra en celo, pero lejos de disgustarme me pone aún más caliente

-Mucho, hijo mucho le digo riéndome , no hay tiempo para cháchara, me agarra de las caderas y coloca mi culo en el borde de la cama, se inclina sobre mi besándome en la boca, en ese instante se da la casualidad de que se funde la bombilla de la habitación y solo la Luna nos ilumina, sin separar sus labios de los mios, noto como la cabeza de su rabo entra poco a poco dentro de mí, noto perféctamente su anchura es fantástico, aparto la boca para poder gemir, empuja despacio, sin prisas.

-Fóllame bien, vamos, le imploro mientras le agarro del cuello

-Cállate no hables, me dice mientras me aprieta las mejillas, aumenta el ritmo, cada vez más fuerte, que rabo tiene, desliza una mano por debajo de mi espalda y me levanta ligeramente, ahora siento mejor como entra, doy rienda suelta a mis gemidos, pero me corta dándome una bofetada en la cara, me tapa la boca, lo miro fijamente a los ojos mientras me pellizca un pezón, me libera la boca y vuelvo a gemir con fuerza, me toco el clítoris y aprieto los dientes, me derrite con su falo, un nuevo orgasmo está a las puertas, no me lo puedo creer, me agarro a su cuello y lo beso con fuerza, clavo mis uñas en su espalda, la corrida es brutal, es delicioso como su rabo me proporciona tanto placer, me corro mientras nuestras lenguas juegan traviesas, pero él es insaciable, me coloca a cuatro patas encima de la cama, me agarra los dos brazos y los lleva a mi espalda, poco a poco empiezo a notar otra vez esa increíble sensación, su rabo entrando despacio, aumenta el ritmo, las embestidas cada vez son más fuertes, mis gemidos también, me incorpora pegando mi espalda a su pecho, lo agarro del cuello, mientras me besa en el mio, su mano derecha me agarra las tetas, la izquierda hace que mi clítoris disfrute sus dedos, cada vez que sus huevos hacen tope es una nueva explosión de placer, que rabo tiene mi hijo, no puedo creer que no lo deseara hasta ahora. Pero esto no ha acabado, me tumba de costado izquierdo, sin sacármela, su mano derecha me estrangula con delicadeza el cuello, la otra frota mi ''triángulo'', sus embestidas no hacen más que retrasar lo inevitable, siento como su respiración aumenta, el ritmo es más torpe, se va a correr, al igual que yo.

-Te vas a correr hijo?digo entre gemidos

-Si dice jadeante

-córrete dentro, quiero sentir como me llenas de semen

-¿lo quieres dentro?

-Síííí

-Si...?

-Síííí, se corre dentro de mi sin piedad, noto como me inunda, está caliente, adoro su textura, me encanta su calorcito, es tanto que cuando me la saca un hilillo sale de mi empapada raja mojándome los muslos.

-Te ha gustado,mama?

-Sí,cielo sí, me ha encantado, le digo mientras saboreo el liquido que sale de mi entrepierna, delicioso

-Te he hecho daño?

-Sí un poco, pero solo has logrado que me ponga más cachonda hijo, de ahora en adelante quiero que me folles así todos los días, has despertado a una bestia...

Hasta la segunda entrega, votad y comentad,Un Saludo!!

- Estas bien

-No, no estoy bien, estoy a mil jodidas millas de estar bien

-¿Y ahora qué?

***¿Y ahora qué? Voy a decirte lo que pasará. Llamaré a un par de negros empapados en crack. Quiero que disequen a este colega empleando un soplete y un par de alicates. ¿Has apuntado lo que he dicho, maldito capullo? Aún no he acabado contigo. ¡Ni lo sueñes! Practicaremos el medievo con tu culo.Butch y Marsellus Wallace(Bruce Willis y

Ving Rhames respectívamente) en Pulp Fiction***