Cuando menos lo esperas 2

Continuación de la aventura en el siguiente fin de semana

Pasaron 5 dias desde ese fin de semana memorable e inesperado, Maite me seguía poniendo el café de la mañana, me saludaba un poco más efusivamente pero discreta, cuando llego el viernes me dejo una nota debajo de la taza

-          Estoy deseando estar contigo de nuevo

Se me dibujó una sonrisa en la cara y ella me miró de reojo mientras se relamía los labios de la manera más sugerente que había visto nunca, al pagar le di una tarjeta mía, con un mensaje, llámame después de trabajar.

Pasé la tarde medio alelado, esperando a que llegase la hora de salir, finalmente cuando me baje del coche y me dirigía al portal recibí su llamada.

-          Hola? Que haces?

-          Llegar a casa y tu?

-          Yo ya estoy en casa y estaba pensando en ti

-          Supongo que lo has hecho toda la semana no?

-          Si, la verdad, aunque no debería decirlo, voy a parecer que estoy colgada de ti

-          Bueno, lo parece pero con razón, yo también estuve pensando en todo lo que pasó

-          Y que?

-          Pues creo que deberíamos comprobar si fue solo un espejismo o tal vez hay algo más, no crees

-          Me da miedo pero siento mucha curiosidad, fue una experiencia impresionante e inesperada

-          Me agrada oírlo, aunque…

-          Aunque?

-          No te pareció algo precipitado?

-          Fue genial, muy intenso y apasionado

-          Me gustaría repetir este fin de semana

-          Y a mi

-          Como lo tienes?

-          Podemos vernos el sábado al mediodía y estar juntos hasta el lunes

-          Me apetece secuestrarte hasta el lunes

-          Me vas a secuestrar?

-          Si y no querras que te libere

-          Mmmmm suena interesante

-          Ya me lo dirás, prepara una maleta con algo de ropa sexy, vamos a ir a un hotel de montaña, reserve una suite, podemos disfrutar de unas vistas maravillosas y de una chimenea crepitante

-          Cada vez más interesante, no sé si podré esperar

-          Podrás y lo disfrutarás, hasta mañana

-          Hasta mañana mi secuestrador

Esa noche me costó dormir, me costó no hablar con ella, mensajearla, tocarme pensando en ella, pero era necesario, necesitaría todas mis energías.

Al despertar por la mañana, me fui directo a la ducha mientras la maquina de café hacia su ruido característico, al salir de la ducha el olor a café inundaba la casa, preparé la maleta con una muda completa y algunos “juguetes” para el finde, le di un toque de espuma al pelo, me puse algo de colonia y fui a por Maite que volvía a esperarme frente a la cafetería. Estaba increíble, pelo suelto, una cazadora de cuero, una camiseta negra, minifalda de cuero, medias negras, zapatos de tacón, maquillaje sutil y una sonrisa enorme con una pequeña maleta troley, salí del coche, puse la maleta junto a la mia en el maletero y le abrí la puerta, al sentarse pude notar que eran medias de medio muslo, le quedaban genial

-          Empieza el secuestro?

-          Acaba de empezar tenemos una hora de camino hasta el hotel, así que acomódate

Se quitó la cazadora y se acomodó en el asiento cruzando las piernas, fuimaos hablando durante todo el trayecto, eludiendo de la forma más elegante posible referencias al fin de semana anterior, aunque las miradas ya lo decían todo, cada vez que nos quedábamos sin palabras y la miraba ella decía

-          Queee?

-          Nada solo te estaba admirando, estás muy guapa y tus ojos brillan

-          Gracias pero creo que tienes gran parte de culpa

-          Me alagas pero también me impresionaste agradablemente

-          Y porque no me dijiste nada?, ni mensajes ni llamadas

-          Me veias todos los días y creo que las miradas dirigidas lo decían todo, te habría arrancado la ropa y te hubiera hecho mía encima de la barra a la vista de todos

-          Mmmmmmm me habría gustado

Empezó a pasar un dedo obscenamente por sus labios, descruzó las piernas y las abrió dándome una imagen espectacular de un tanga de encaje semitransparente, lo apartó a un lado y me mostró la crestita de sus labios vaginales, brillantes, estaba mojada, muy mojada, sin sacar el dedo de su boca me miraba desafiante, trataba de no sacar  la mirada de la carretera pero iba mirándola de cuando en cuando

-          Desde cuando estás así de cachonda?

-          Desde el lunes, no pude pensar en otra cosa en toda la semana, me he masturbado pensando en ti todos los días, el viernes incluso lo hice en el baño del bar, me tienes loquita

A medida que lo iba diciendo empezaba a sentir una presión insoportable en la bragueta

-          Vaya esa es toda una confesión

-          Es la verdad, acaso no te gusta

-          Me encanta, pero espera a que lleguemos, valdrá la pena

-          Mmmmmmm no se si podré aguantarme, quiero verla, sácala

-          No puedes aguantar

-          La deseo ahora

Se acomodo el cinturón y se acerco a mi bragueta, le hice sitio y mientras trataba de mantener el coche en el carril, desabrocho mi pantalón y saco mi polla por encima del bóxer, empezó a besar el glande, pasar la lengua, chuparla, fue creciendo en longitud, anchura y dureza, se lleno la boca con ella, la sorbía la lamía y tuve que contener las ganas de metérsela hasta la campanilla en un par de ocasiones, uffffffffff, no podía creerlo, llegamos al hotel y se lo indique acariciando su cabeza

-          Para Maite, ya hemos llegado, para o no podré cerrar la bragueta

-          Mmmmmm que rica y que bonita polla tienes, apenas me cabe la cabezota en la boca, me encanta

-          Venga recomponte que vamos a entrar

-          Uy lo siento, creo que he manchado el asiento

La muy salida dejo una marca de humedad del tamaño de un plato de taza café

-          Te has corrido?

-          Casi pero no

-          Venga salgamos, al menos lleguemos a la habitación

Me besó, nos besamos, como si hubiéramos guardado las ganas de hacerlo hasta ese momento, la saliva apenas la podíamos retener en las bocas hiperactivas, nos estábamos comiendo, separamos nuestras caras, nos mirábamos a los ojos y es como si pudiéramos ver nuestras almas, fue profundo y revelador, había algo entre nosotros, estábamos conectados.

-          Mejor nos vamos registrando

-          Vale, vamos

Nos registramos, fuimos a la suite, en el ascensor nos volvimos a besar, íbamos de la cintura hasta la habitación 303, amplia con un recibidor/sala con tresillo mesita TV de gran formato, el dormitorio tenía una cama enorme con dosel, un hogar de leña encendido con una alfonbra de pelo largo, otro sofa y un baño con ducha y jacuzzi.

-          Guau, es impresionante nunca estuve en una habitación asi

-          Bueno yo tampoco, casi siempre estuve en hoteles solo, por trabajo y esto es demasiado si no traes una pareja y estaba deseando tener la oportunidad de usarla como es debido

-          Y como es eso?

Dejamos las maletas a un lado y nos volvimos a besar, apasionados, desesperados, nuestras manos volaban, nos fuimos desvistiendo si dejar de besarnos, fuimos directos a la cama, no paraba de gemir y yo no paraba de saborearla, tocarla, olerla, que bien olía, ella tumbas de espaldas en la cama y yo encima, cuando me quise dar cuenta la estaba penetrando ni siquiera necesite acercarla, es como si mi polla y su coño se conocieran, entró ajustada pero sin resistencia, despacio y profundo, lanzo un gemido que se transformo en grito

-          Siiiii me encanta, siiii

Cada embestida sonaba con el chasquido de la humedad de su coño, estaba anegada, se corrió al llegar al fondo, me mordió el pecho, empecé a moverme despacio pero sin parar, me miraba con la boca abierta y los ojos desorbitados, como si no lo creyera

-          Oh dios, siiiii, siiii

Eran cuatro o cinco embestidas y se volvia a correr, una y otra vez, me estaba mojando por todos lados, seguía penetrándola cada vez mas fuerte, mas rápido, mas profundo, llegaba muy dentro

-          Aaaaaa, no tan profundo, me estas rompiendo me matas, aaaaaa, no puedo, Dios, no puedo, no puedo, aaaaaaa, quiero que te corras dentro conmigo, quiero toda tu leche, dámela por favor

-          Pídelo bien

-          Lléname por favor

Aumente mucho la velocidad, la profundidad,…. empezó a gritar como poseída, convulsionando, arañando mi espalda, mordiendo mi pecho, aferrándose a mi como si le fuera la vida, finalmente exploté dentro de ella, gritando los dos al unísono

-          Increible y yo que crei que el otro dia fue salvaje

-          Bueno, solo hemos llegado hace una… mire el reloj, vaya

-          Que?

-          Hace mas de una hora que llegamos

-          No puede ser

-          Míralo tu

-          Vaya, impresionante

Trate de aparentar normalidad, pero yo si que estaba impresionado, el sexo nunca se me dio mal pero esto era un nivel desconocido para mi y todavía no habíamos probado nada de lo que traje.

Nos duchamos entre besos y caricias, nos secamos y nos vestimos. Fuimos a dar una vuelta por los alrededores, bosques atlánticos con castaños, hayas, robles y caminos de ganado alfombrados de verde, risas, fotos, comentarios, hasta que se fue haciendo de noche y empezamos a ir de vuelta al hotel. Fuimos al restaurante y en la mesa le pase disimuladamente un huevo vibrador, de los que tienen mando a distancia y se meten dentro de la vagina.

-          Póntelo

-          Que dices?

-          Que te lo pongas

-          Aquí?

-          Puedes ir al servicio si te da vergüenza

Me miro desafiante y con media sonrisa, sin levantarse de la mesa maniobró las piernas y se lo introdujo no sin una mueca de excitación, empezó a morderse le labio y resoplar lo más sutilmente que pudo.

Pedimos la comida, sopa de pescado y berenjena rellena con tataki de salmon, de vez en cuando pulsaba el mando a distancia, dando lugar a pequeños saltitos en la silla, maite miraba ruborizada alrededor y yo sonreía, cambiaba la forma de vibración y ella se retorcia diferente o cerraba los ojos mientras me miraba con una mezcla de súplica y placer, uno de estod botes fue tan fuerte que se le cayó al plato un trozo de salmón, de repente, al llegar a los postres la carga del huevo se debio terminar pero ella seguía mirando pero ahora era todo pasión y lujuria, levanto una pierna y empezó a estirarla hasta ponerla entre mis piernas y presionar el bulto que tenia entre las piernas.

Me miraba como solo los animales lascivos pueden hacer y yo estaba maravillado alargando cada cucharada de tiramisú que tenía delante de mi, el juego siguió con el café los chupitos de licor, hasta que decidimos volver a la habitación. De nuevo el ascensor fue testigo de un beso de los nuestros que casi acaban con Maite derrumbándose en mis brazos, llevaba al borde del orgasmo más de una hora

-          Te vas a enterar

-          Ah si? Me tienes reservada alguna sorpresa?

-          Ya lo creo

Me acerque a su oreja y muy bajito le dije

-          Yo también

Entramos en la habitación y se fue directa al baño con su maleta y yo fui a por la mia

Saque una correa con collar, pinzas para pezones, velas de parafina, grilletes, fusta, antifaz y dos cintas de seda. Lo deje todo encima de la cama y me desnude por encima de la cintura. Tal y como pedí cuando hice la reserva, el servicio de habitaciones trajo dos botellas de champan en un cubo lleno de hielo, fresas y chocolate negro. Prepare dos copas de champan las puse en la mesita junto al fuego y esperé. Maite tardó unos 10 minutos en salir y mereció la pena. Su cuerpo ya era muy atractivo, pero salió con una batita de encaje transparente que apenas le llegaba al culo, medias de medio muslo casi opacas y unos impresionantes stilettos en los pies de casi 15 centimetros, que estilizaban su figura increíblemente, debía tener la expresión facial de un niño mirando el escaparate de una pastelería, me sonrió pícara, se paseo enfrente de mi, dio un par de vueltas sobre si misma,… estaba contemplando una diosa, algo en ella irradiaba encanto y felicidad desde sus ojos, negros y brillantes, por un instante pude recobrar el aliento y me levante con las dos copas, sin decir nada le acerque una, brindamos, bebimos, nos besamos mezclamos el champan y nuestra saliva en un beso largo y húmedo, dejamos las copas en la misita casi sin mirar, activé un mp3 con selección de música lenta de jazz, Diana Krall nos envolvía, bailamos casi sin pensarlo, juntos, mirándonos, nuestros corazones latían al unisono, la bata se fue abriendo y la piel de nuestros torsos entro en contacto, sentí sus pezones en mi pecho y ella los mios, nuestra piel iba haciéndose una, pasados unos interminables minutos, le di la vuelta, mi paquete a punto de reventar estaba a la altura de donde los glúteos se unen a los muslos, ocupando ese espacio libre, ella hecho la cabeza hacia atrás cerrando los ojos abrazando mi cabeza por encima de la suya mientras mis manos viajaban por su torso, la tripa, el estomago, los pechos, solamente rozando con las yemas de los dedos, notaba como se le erizaba la piel y echaba la cadera hacia atrás para sentirme mas cerca, algo casi imposible ya en ese momento, deje caer los pantalones y baje mis bóxer, le di la vuelta de nuevo y nos volvimos a besar, seguía sonando la música y entonces dirigí su mirada a la cama y vio todo lo que había allí.

-          Que quieres usar primero?

-          No lo se, nunca use nada de eso, que quieres usar tu en mi?

-          No digas nada y permíteme que vaya probando cosas, si tienes algún inconveniente, simplemente dilo

-          Vale

El ambiente estaba eléctrico, de pie y tal como estaba le puse el antifaz, comprobé que no veía nada, puse algo de champan en una copa, bebi y le di un beso, pasando champan de mi boca a la suya, por las comisuras cayo algo a su piel y limpie las gotas, al pasar mi lengua por uno de sus pezones, emitió un gemido

-          Te voy a atar a la cama, vale?

-          Vale

La conduje a la cama, la tumbe y le puse las esposas por encima de la cabeza, en cada movimiento o bien acercaba mis manos o mi boca a su piel apenas rozándola, cada vez que lo hacía daba un respingo, cogi las cintas de seda y puse una en cada tobillo, ate los extremos de las cintas a las patas del dosel, dejando sus piernas abiertas con un angulo de unos sesenta grados, sin apretar demasiado, pude ver como toda su entrepierna brillaba, incluso había algún rastro de gotas que habían resbalado por el interior de sus muslos, su excitación era evidente, pero debía ser más, inmóvil boca arriba seguía con mi juego de leves roces, la música de jazz suave lo inundaba todo, cogi con mis dedos sus pezones los estire y retorcí, ella suspiraba y arqueaba la espalda, gemía, meti sus pezones en mi boca y los absorví, se hincharon más de lo que ya estaban y puse una pinza en cada uno

-          Aaaaaaaaaah dioooooooos

-          Te duelen?

-          Noooo, sigue

Use las pinzas para tirar de los pezones hacia arriba, empezó a convulsionar y a gemir profundo, se estaba corriendo, llevaba su boca al brazo y lo mordia, yo observaba complacido, mientras lleve una mano a su entrepierna y la acaricié solo rozando su crestita, apareció su clítoris hinchado, rosado como fuera de su capucha y le di un toque con el dedo, ella gritó y pude observar como una gota de flujo salía de su rajita humeda, gritaba echando la cabeza hacia atrás, lleve el dedo mojado de flujo a su boca y en cuanto lo noto lo empezó a chupar desesperada, sedienta, lujuriosa, lo lamia, lo mordia

-          Mmmmmmmmmmmmmmmmmm

Decidí ir un paso más allá, encendí una vela de parafina y cogi un hielo de la cubitera, iba tirando en su pecho y su tripa gotas de cera templada que la hacían retorcer, al tiempo que pasaba el hielo por sus labios, el interior de sus brazos, el costado de sus pechos, los labios vaginales, se estaba volviendo loca, eran demasiados estímulos no hacia más que retorcerse con gemidos y gritos que no parecían provenir de una sola mujer. Estaba extasiado, llevábamos mas de una hora de tortura, perdí la cuenta de sus orgasmos y yo ya empezaba a desear pasar a una actitud más activa, me puse a horcajadas encima de su cara, me olia, trataba de llegar con su boca y con su lengua a mi polla o a los testículos y me fui acercando poco a poco quería agarrarlos, pero debía ser asi sin manos, ansiosa, hambrienta y fui moviendo mi cintura e iba alternando la zona genital, con el perineo, con el ano, no dejaba de chupar lamer y gemir, con su boca ocupada, debió correrse otra vez y yo estaba a punto, pero no sería ahora.

-          Por favor follame, métemela, te quiero dentro y duro, por favor

-          Aun no, espera, has traido algún juguete?

-          Si varios

-          Cuales?

-          Un vibrador y un masajeador

-          Uno de esos que vibran que parece un micorfono?

-          Si de esos

-          Donde esta?

-          En la maleta en el baño

Me fui al baño y dentro de una funda de tela estaba el masajeador con una cabeza de goma negra y grande, sin cable, perfecto. Volvi a la cama ella había recuperado la respiración, tire de las pinzas de los pezones sin previo aviso, lanzo un gemido/grito de sorpresa.

-          Te voy a dar la vuelta

Le quite las esposas y desate los tobillos, le di la vuelta y la puse a 4 patas encima de la cama

-          Ahora te voy a atar las manos a la espalda deja el culo en pompa todo lo que puedas y con las piernas muy abiertas

Obedeció, le ate las manos a la espalda, tenia todavía el antifaz y las pinzas en los pezones, la visión era espectacular tenía todos sus agujeros a mi merced, su coño chorreaba flujo, hasta su ano parecía excitado, ella estaba expectante, encendí el aparato y me puse detrás, tenia enfrente de mi cara sus apetitosos agujeros, acerque la cabeza vibrante del aparato a su clítoris y empecé a lamer a un tiempo los agujeros de su coño y su culo, los penetraba con la lengua e iba saltando de uno a otro alternativamente, parecía poseída no sabia si gemir o gritar, se estaba quedando afónica, empujaba su cadera contra mi cara y el aparato, entonces se me ocurrió. La desate, sin cambiar de postura hice que cogiera el aparato con las dos manos por debajo de su cuerpo y se lo pusiera ella misma en esa postura. Fui al baño registre su maleta y encontré el vibrador, era uno mas bien delgadito, perfecto, volvi a la cama donde ella se estaba frotando contra la cabeza del aparato que tenía fijo en sus manos, moviendo sus caderas haciendo círculos contra el, encendí el vibrador, mi polla que se ahbia relajado un tanto se había vuelto a poner en orden de batalla, me subi a la cama y le dije

-          Sigue asi, sigue frotándote

Gemia y gemia, no sabia si me había oído, me puse detrás y se tenso, encedí el vibrador, estaba a punto de moverse pero le di dos azotes para que no lo hiciera, juente el glande morado hinchado de mi polla en la entrada de su mas que muy mojada vagina y empece a penetrarla, como me gusta lento pero sin pausa que note cada milímetro, encendí el vibrador y lo arrime al agujero de su culo y lo deje posar, se la metí hasta el fondo y presione un poco el agujero del culo con el vibrador, se estaba volviendo loca, no atendía a razones, gritaba y gritaba y gritaba, estaba teniendo una serie de orgasmos uno detrás de otro, no paraba de penetrarla, notaba como me iba mojando, a ratos era como si tuviera una tubería rota, otras que hubiera flujo a presión, se formó un charco de flojo en mis rodillas, resbalaban los líquidos por nuestras piernas, empece a dejar de tener control en mis caderas, iban solas, la música, sus gritos, mis gemidos, era un concierto de lujuría, que ni tan siquiera me imaginé posible, una embestida tras otra y empezó a concentrarse una especie de corriente en la parte baja de mi espalda, le había metido el consolador en el culo, seguía penetrándola, cada vez mas dentro y cada vez mas rápido, se le había caído el masajeador de las manos, no tenía control de sus musculos simplemente se corria de seguido y llego mi orgasmo, imparable, abundante, no oia mas que sus gritos y un alarido mio largo y profundo como el aullido de un lobo a la luna, 6 o 7 latigazos de semen dentro de ella, mis caderas se seguian moviendo no las podía parar, iban solas ya no notaba las paredes de su coño, era todo flujo y semen, nos derrubamos, ella tenía todavía el consolador en el culo, las pinzas en los pezones y el antifaz, yo no paraba de sudar y trataba de reponer mi ritmo cardiaco a bocanadas a su lado, le desate las manos, le quite el consolador, las pinzas, lanzo un grito de dolor al hacerlo seguido de una sonrisa malévola, empezó a reírse y recuperar la respiración, apague los aparatos y me quede mirándola, empezó a hablar

-          Dios mio, he hecho hoy mas cosas contigo, que en el resto de mi vida junta

-          Si te digo la verdad, algunas solo las había pensado y las hice por primera vez hoy

Me levante cogi una copa de champan y unas fresas, todavía llevaba el antifaz y se las di asi, a ciegas, nos reíamos, nos besabamos, nos acariciábamos, era una sensación de paz y satisfacción profunda

-          Quitame el antifaz que tengo que ir al servicio

-          Un momento

Me levante rodee la cama le cogi las manos, la levante y la dirigi al baño, tenia sus medias y sus estiletos, la puse delante mio, frente al espejo del lavabo y le desate el antifaz, tuvo que acomodar los ojos a la luz, apague la luz del lavabo, se veía la tenue luz del hogar de leña, desnudos ella delante mio mirándome en el espejo, su mirada, expectante o suplicante, cierto movimiento de su cadera contra la mia, volvi a empalmarme y lo noto, abrió las piernas totalmente mojadas hasta la rodilla y atraves de esas medias casi opacas, acomodó su coñito abierto y húmedo sobre mi erección, apoyada el al pila del lavabo, empezó un baile rozando nuestros sexos, me estaba volviendo loco, fue agachandose moviendo la cadera hasta acomodar el glande en la entrada de su coño, sus piernas abiertas, su mirada, su humedad, solo tuve que empujar para adelante, entro ajustado sin roce, delicioso, agarre su cadera y ella cerro los ojos, comenzó a gemir otra vez, movía la cabeza se besaba el hombro yo le arañaba la espalda, estábamos conectados, nos movíamos con la cadencia de la música, ya habíamos oído esas ventitantas canciones unas tres veces, no nos importaba, azotaba su culo y le embestía más fuerte, empezó a doblar las piernas su excitación era tanta que no se sostenía, levante una abriendo aun más su coño, encendí la luz del baño, nos mirábamos a los ojos, desnudos follándonos, ella totalmente abierta y yo penetrándola delante del espejo, me miró fijamente

-          Por el culo, follamelo, por favor, hazme toda tuya

No espere que lo repitiera ella con una pierna en el lavabo, comenze a penetrar su culo mientras con una mano masajeaba su clítoris, fuerte, muy fuerte, el chorro salio desde dentro de su coño al espejo, un chorro largo, abundante, se cayo encima mio, tenía los ojos en blanco y le besaba el cuello, tardo unos segundos en volver en si, yo me había corrido también, giró la cabeza y me miró, cerro los ojos me besó mientras una lagrima salía de sus ojos

-          Dioooooos, nunca, esto es…, ….

-          Lo sé, crei que esto era cosa de películas,…

Nos duchamos, nos secamos, quitamos las sabanas mojadas y dormimos con solo una manta de pelo largo, abrazados, eran casi las 5 de la mañana y tal como nos dormimos nos despertamos.

Desayunamos, fuimos a pasear, apenas hablamos, nos besábamos en cada esquina, hicimos fotos de paisajes con nuestra cabezas juntas, nos miramos, no eran necesarias las palabras, fuimos a comer, volvimos a la habitación, vimos una película, desnudos, abrazados sin querer despegarnos el uno del otro, iba a ser un fin de semana de pasión… fue algo más, mucho más!