Cuando Los Grandes Desean 3/3

Las primeras experiencias sexuales de Ciel- mafia y sexo. Ciel se deja llevar por sus sentimientos, pero luego la violan salvajemente entre 3 hombres y una Prostituta. La gran final!

CIEL. (La versión de Ciel)

Abrí mis ojos. Una sensación de mareo y nauseas me invadió. Me ardía mi sexo, y me dolía todo mi cuerpo. Sentí algo pesado que me rodeaba, un brazo me sujetaba mi cuerpo desnudo. Recordé donde estaba y que había pasado. Solté unas lágrimas de resignación. ¿Seria el resto de mi vida tener sexo con Milenko?

Trate en vano deslizar su mano de mi cuerpo. Pero como resultado solo logre que Milenko me sujete más fuerte y se arrimara a mí. Me sentía sucia. No podía evitar repasar mentalmente una y otra vez como me maltrataba y al mismo tiempo me daba placer. Que tipo de monstruo podría disfrutar mientras estaba siendo violada.

Debí haberlo despertado tratando de moverme. Sentí como giraba hacia mi cuerpo. Yo estaba a espaldas de El, me daba pavor mirarlo. Con su otra mano se dispuso a acomodar mi cabellera. Sentía su respiración en mi nuca. Poso sus labios en mi espalda y me dio un beso. Empecé a llorar nuevamente.

-Tranquila- dijo mientras se arrimaba.

Nuevamente volvió a pasar sus dedos en cada una de mis heridas. El latigazo en mi espalda. Mis nalgas amoretonadas, mi cuello morado por la correa.

-lo siento- dijo suavemente mientras tocaba mi cuello.

Yo no respondía a nada. Solo lloraba.

-Vente, vamos a la ducha- dijo incorporándose.

Me levante con el, pero cubriendo mi cuerpo con la sabana. Me dirigió al baño de la habitación. Encendió la ducha. Antes que diga nada, estiro con brutalidad mis sabanas, dejando mi cuerpo al descubierto. Trate de cubrirme con las manos. Me sentía impotente.

Me tomo del hombro y me dirigió a la ducha, donde entro conmigo.

-vas a seguir luchando verdad?- dijo tomándome fuertemente del brazo. Me miro directo a los ojos esperando una respuesta, pero estaba muda…- ¿No me vas a responder?- dijo agitándome como esperando que reaccionara- Una luchadora atrevida…

Sentía como el agua caliente corría por nuestros cuerpos. El tomo mis manos apartando de mis partes intimas, dejándome al descubierto. Se acercó, y tomándome por el culo, me apretó contra su cuerpo. Tomo el jabón, y así juntitos los dos, empezó a pasármelo por el cuerpo. Lentamente cubrió mi espalda, bajo por mis nalgas. Separó su cuerpo y empezó a enjabonar mis tetas, mi cuello, mi abdomen, bajando hasta mi pubis, donde se esmero en dejar limpio, enjabonándolo hasta masturbarme. Soltó el jabón, y  acariciándome el clítoris, sujeto mi cabello y con brutalidad, empezó a besarme.

Saco su mano de mi clítoris y agarro una de mis manos y la dirigió hasta su miembro que estaba parado y me indico que lo masturbe también. Accedí, movía torpemente mi mano y de tanto en tanto me corregía, en presión y velocidad. Sentía el calor en mi cuerpo, lo bien que se sentía dejarse llevar…pero sabia que no era correcto.

Paro de besarme. Poso su mano sobre mi cabeza, ejerció presión como para que me arrodillara. El miedo me invadió. Otra vez no quería sufrir que meta su verga en mi boca sin dejarme respirar.

-Por favor, No me hagas esto- suplique con la voz quebrada a punto de llorar.

Hizo caso omiso a mi suplica. Con una mano en mi cabeza, y la otra abriendo mi boquita se dispuso a introducir su miembro en mi boca. Una vez más.

Esta vez fue diferente. Sostuvo quietecita mi cabeza con sus dos manos y fue el quien se movía. Al comienzo lo hico lento y metía solo parte de sus miembro. Pero parte de el perdió la compasión y se dejo llevar, aumentando el ritmo y metiendo su miembro como si estuviera follando.  Sentía como su miembro tocaba la campanilla de mi garganta y me daba arcadas, no podía respirar y él lo sabía. No le importo. En un momento sentía que iba  a desmayarme, era demasiado para mi. Lagrimeaba hasta más no poder. Luego de un rato, la metió casi completa y la dejo allí y volví a sentir como algo caliente se deslizaba por mi garganta. Me soltó y caí rendida a los chorros de la ducha que seguía corriendo.

Escupí lo que pude. El me miraba con cara de desaprobación.

-levántate, no eres invalida ni estas muerta- dijo despectivo- vamos.

Me incorpore mientras el cerraba la ducha. Salió el primero y se dirigió a la habitación. Creí que no regresaría. Así que volví a encender la ducha y quede unos minutos allí, tratando de limpiar mi cuerpo de tremenda cochinada.

Pero regreso. Regreso con una cuchilla de afeitar y crema.

-No confió en ti-me dijo señalándome a que me siente sobre la tapa del W.C.

Le mire unos segundos sin comprender y luego procedí.

-que me vas a hacer?- dije mientras me sentaba.

-te voy a dejar perfecta niña…- se arrodillo frente a mi y abrió mis piernas.

Con miedo cerré mis ojos. No quería ver. Sentí como me puso la crema y pasaba suavemente la cuchilla, una y otra y otra vez. Sentía las cosquillas cuando abría mis labios y pasaba las cuchillas, así también cuando llego a la zona de la entrada de mi vagina.

-enjuágate- ordeno y así lo hice, admirando mi nueva conchita donde ni un pelo se asomaba, había llegado a todos los rincones.

Me tomo con fuerza del codo y me arrastro mojada hasta la cama. Tomo mis manos y las junto con el cinturón que seguía allí de la noche anterior y me sujeto con el cabezal de la cama. Sin posibilidad de escapatoria.

Comenzó a besarme, mientras recorría todo mi cuerpo con sus manos. El cinto me empezaba a molestar por que cortaba la circulación. Cuando despego sus labios de mi boca, empezamos a platicar.

-me portare bien-dije apenas tuve la oportunidad- pero suéltame si?- dije con el mejor animo que pude.

Me observo desconfiado, mas luego me soltó.

-Si intentas algo…-dijo mientras liberaba mi mano- juro que lo vas a lamentar-.

Asentí. Puse mano sobre su torso, acariciando su cuerpo. Me abalance sobre el, sacando coraje de la lujuria que me poseía. Quede totalmente sobre el, besándolo con furia desmedida. Fui bajando por su cuello dando pequeños mordiscos, intensificando a medida que me dirigía hacia sus abdominales marcados.  Pero Milenko no aguantaba que yo tenga el poder y volvió a tomarme y posicionarse sobre mí.

-dale la vuelta y ponte de cuatro- ordeno mientras tocaba mi raja.

Obedecí sin más objeciones. Una vez de cuatro, empezó a lamerme el culo y la entrada de mi vagina. Estuvo unos minutos así hasta que se canso y empezó a penetrarme lentamente, observando mis reacciones y cuidando mis gemidos.

Cada vez lo hacia mas rápido y con mas fuerza mientras me sujetaba las caderas. Estaba disfrutando. Sentía como mi cuerpo se movía con el suyo y sentía como los orgasmos llegaban uno tras otros. Gritaba, ya no gemía… gritaba de placer.

Saco su miembro y termino por mis nalgas. Se tiro alado mio exhausto.

-serás mi zorrita Ciel- dijo acomodándome el cabello- mía y de nadie mas-.

Nos duchamos una vez más, juntos. Comencé a sentirme cómoda con Milenko…Era extraño. Lo abrace mientras nos duchábamos…el respondió y me lo devolvió. Beso mi frente y se marcho.

Esa tarde quede sola en mi habitación, mi corazón palpitaba con fuerza cada vez que recordaba ese ultimo beso en mi frente, lejos de ser lujuria… me cautivo.

Esa noche tuve una visita inesperada. Uno de los hombres de Milenko vino a mi habitación. Janos.

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GUSTAV- (narrado por Gustav)

Janos me había echo una propuesta que no podía rechazar. Íbamos a tomar Ciel mientras Milenko estaba fuera. Janos decidió ir primero. Le hice prometer que no tocaría su culo. Puesto que quería ser el primero en probarlo, si es que Milenko no se me adelanto.

Creí que Mirko se opondría a la idea… pero accedió sin amenazas.

Alrededor de la medianoche, luego de unas copas. Janos se adentro a la pieza de la chiquilla. Podíamos escucharla gritar con Mirko. A Mirko le dio mucho morbo y fue a buscar putas para entretenerse mientras.

Luego de unos minutos, escuchaba como la chiquilla gemía. Tremenda cochina, era fácil. No iba a gemir de felicidad cuando entre Yo. Ciel va a sufrir conmigo. Mi gran verga le va a costar trabajo complacer.

Fue como una hora para que salga Janos de la habitación. Si que sabia complacer a las mujeres… rápido, ágil y depravado.

-esta llorando-dijo feliz Janos refiriéndose a Ciel- le conté quien venia después-.

-que se prepare la muy zorra… no sabe que le espera aun- tome un ultimo sorbo de whisky y me dirigí directo a su habitación.

Abrí la puerta y no la encontré. Se había escondido. Buscarla me excito aun mas.

-No te vas a escapar zorrita- dije mientras tire un mueble abajo.- sal de donde estés y no te hare daño- mentí.

Busque bajo la cama, en el ropero y no estaba. Quise abrir la puerta de baño y estaba con llave.

-abre la puerta zorra- grite golpeando con fuerza- ábrela, o la tiro abajo- amenace golpeando mas fuerte.

Escuchaba sus sollozos del otro lado. Sonreí y de una patada tire la puerta.  Estaba allí en un rincón asustada como un ratoncito.

La sostuve del cabello arrastrándola hasta la habitación nuevamente. La tire a la cama boca abajo. Sostuve su cuerpo contra la cama con todas mis fuerzas. La zorra ya no tenía su ropa interior puesta.

Libere mi miembro y trate de encajarle a la zorra, pero estaba seca y apretada. Escupí en mi manos y masajee su ano. Ella gritaba de la desesperación y  agitaba sus brazos, pero mi fuerza era mucho más que  su desesperación. Probé encajar mi pene otra vez pero ahora con ayuda de mi dedo que abría su culito. Entro la punta y procedí a encajarle todo. Grito… y grito. Lloraba del dolor mientras que yo bombeaba su culo con todas mis fuerzas.

Al cabo de un rato ya no se movía mas… solo lloraba. Le encaje unas nalgadas para que reaccione, puesto que me gustaba cuando luchaba. Pero seguía allí semi inerte. Termine con lo mio y la deje allí tirada.

-Nos vemos mas tarde preciosa- le dije mientras ella permanecía inmóvil con los ojos abiertos.

Me dirigí al estar junto a Janos y no vi a Mirko.

-Donde esta Mirko?- dije buscándolo con la mirada.

-Mirko esta de putas en su habitación-respondió Janos mientras que jugaba con unas cuchillas contra la pared- y? que tal estuvo?- me pregunto.

-Bah… la puta se dejo culear al final- dije desinteresado- Odie que se quede quietecita, me gusta cuando luchan-.

-vamos a despertar su miedo y asco nuevamente… se me ocurrió una idea- dijo Janos sonriendo malvadamente.

Fue a la habitación de Mirko y le arrebato a la puta que estaba con el.

-Vamos a divertirnos- Janos dijo a Mirko… invitándolo a que se una.

Janos saco a Ciel de su encierro y la traslado al sofá de estar del hangar en el que estábamos todos.

Ciel tenía la mirada perdida. Estaba como ausente sin comprender muy bien la situación.

-Tú, puta, bésala y hazle el amor- ordeno Janos a la prostituta.

Ciel alejo cuanto puedo de la prostituta. Y la prostituta confundida miro a Janos.

Janos atrapo a Ciel mientras ella trataba de escabullirse. Gustav la sostuvo de la cadera, mientras Mirko ataba sus manos con una cuerda. Luego ato a un gancho al techo, que habían instalado para torturas de sus deudores y enemigos.

Entonces Ciel se encontraba con las manos atadas juntas sobre su cabeza, con imposibilidad absoluta de moverse. Ciel aun posea la remera larga masculina, cuando elevaron sus brazos dejo a exhibición su conchita perfectamente depilada.

-¿Qué vas a hacer?- empezó a decir desesperada Ciel- ¿Qué vas a hacer?  Que no ves lo que me están haciendo- suplicaba Ciel a la prostituta.

-Me voy a divertir contigo….zorrita- Contestó la prostituta acercándose junto a su victima -No te imaginas lo mucho que me calientas- dijo lamiendo un pezón sobre su ropa.

Ciel entonces comprendió de qué se trataba todo eso y comenzó a sollozar.

-¡No, por favor! ¡No me hagas nada! ¡Suéltame!- empezó a gritar.

Pero la prostituta la cayó con un beso, con una mano le apretó las mejillas para que no cerrara la boca y poder meterle la lengua. Entonces la prostituta se arrodillo frente las caderas de Ciel mientras esta lloraba consciente de que la iba a violar.

-Llora todo lo que quieras, Ciel- decía la prostituta mientras reía maléficamente. Janos se masturbaba sentado en el sillón mientras contemplaba la escena, Mirko le acompaño, yo me limitaba a observar y preparar rayas de coca .

Entonces la prostituta   subió hasta las manos bajo su remera, tan rápido sintiendo todo su cuerpo. Tomo la remera con fuerza y la desgarro de arriba abajo. La prostituta quedó unos instantes viendo los senos de Ciel, le parecieron deliciosos, bronce, redondos y firmes como eran; sin decir palabra comenzó a acariciarlos con ambas manos.

Ciel soltó un simple “¡NO!” que pareció casi instintivo y se arqueó ligeramente como tratando de escapar, aunque sin éxito. Ese mismo reflejo se hizo más fuerte al sentir una boca de violadora sobre sus rosados pezones; la chica se quedo un buen rato chupando y lamiéndole los senos, hasta dejarles marcas de rojas, a lo que Ciel solo podía responder sollozando más profundamente.

Luego la prostituta bajó por su delicioso vientre adolescente.

-Si supieras lo mucho que estoy disfrutando de este momento- Le dijo a Ciel y comenzó a comerle el coño;  Ciel arqueó la espalda, soltó un gemido y comenzó a llorar en serio.

Lo que verdaderamente estaba haciendo mella en su psique era el hecho de que era otra chica quien la estaba violando.

Entonces la prostituta se levantó y fue por su bolso; cegada por las lágrimas la zorrita de Ciel no pudo ver los juguetes sexuales que la prostituta tenía, preparados para toda ocasión… y quizá fue mejor así.

La prostituta estaba muy excitada viendo un coño desnudo, después de tanta pija, se quitó el sostén, se acarició los senos con una mano mientras con la otra tocada el sexo de Ciel. Finalmente se inclinó y comenzó a lamerlo y chuparlo, haciendo que Ciel se arqueara de nuevo.

-¡No, por favor no lo hagas! ¡Nooo!- suplicaba Ciel desesperada.

Pero la prostituta chupaba y lamía con ganas, con ansia; le abrió los labios con los dedos y le metió la lengua lo que hizo respinga a su victima con fuerza. De pronto, en la excitación, la puta le metió un dedo en el coño a Ciel y ella gritó:

-¡AAAHH! ¡Nooo, por favooor!-.

Pero la prostituta siguió metiendo y sacando el dedo, y al poco rato le metió un segundo dedo, mientras seguía lamiendo y chupando y se metía ella misma dos dedos de la otra mano en su propio coño. Ciel no paraba de llorar, no quería esos dedos invasores en su cuerpo.

La prostituta entonces se levantó, fue por su bolso y cogió un arnés con un pene de plástico que lubricó debidamente, Ciel se asustó al verla quitarse las bragas y ponérselo.

-¡No, te lo suplico! ¡No lo hagas! ¡NO!- volvía a pedir Ciel, como si la fuera a escuchar.

Pero las súplicas solo excitaron más a la prostituta del arnés. Se colocó sobre ella, la besó de nuevo en la boca y le dijo: -Ahora vas a ser mía- y comenzó a meterle el pene de plástico, Ciel gritó.

El plástico invasor penetró por completo, la prostituta lo sacó y volvió a meterlo una y otra vez, cada vez que lo hacía el arnés presionaba deliciosamente su clítoris.

-¡AHHH! ¡AHHH! ¡AHHH! ¡AHHH!- gritaba Ciel y la prostituta le besaba el cuello y le frotaba los senos contra los suyos. La zorra Ciel estaba roja de tanto llorar, tenía la voz ronca y casi no le quedaba aire, cuando de pronto la prostituta se arqueó y lanzó un profundo gemido de placer:

-¡GUUUU MMM AHHH!!!-.

Se había corrido… y Ciel sintió algo que le pareció horrible, el arnés tenía un conducto especial para fluidos y cuando la chica se corrió todos los fluidos de su orgasmo salieron disparados por la punta del pene de plástico, para Ciel era como si  hubiesen eyaculado como un hombre dentro de ella.

Ciel creyó que todo había terminado, pero se olvidó que era una mujer, no un hombre quien la tenía ahí. La prostituta le sacó el pene de plástico y, aprovechando que estaba débil, la volteó  y separo sus piernas. Pidió que la levantaran del suelo, haciéndola colgar por los aires. Obediente estire más la cuerda, dejando a Ciel suspendida en el aire.

Ciel no estaba muy consciente y solo reaccionó al sentir una lengua pasando por entre sus nalgas; Janos y Mirko se había unido a la diversión de la prostituta.  Mirko se dirigió directo a su culo, se las estaba separando con las manos y lamía con pasión su ano.

-¡AH! ¡No! ¡Basta! ¡Por Dios, basta!- gimió Ciel casi sin voz.

-Dime, Ciel- preguntó Mirko- te gusto por el culo?- Ciel se asusto mucho mas que antes.

-¡NO! ¡ESO NO! ¡POR EL CULO NO!!!- gritó, pero Mirko le metió un dedo en su agujerito haciéndola estremecer, lo metió y lo sacó varias veces tratando de abrirlo -Relájate, mi amor- le decía Janos mientras le sobaba las tetas y la prostituta le comía el coño- O esto te va a doler más de la cuenta-.

Entonces la prostituta, entrego a Mirko un juguetito más que tenía guardado. Comenzó a meterle unas bolitas anales, Ciel se arqueaba cada vez que una entraba -no…- lloraba, sentía horrible. Cuando la última entró, la prostituta se dirigió a su bolso y tomó un vibrador, era delgado y lizo, especial para culos. Regresó y le sacó despacio las bolas a Ciel, ella respingaba con cada una que salía.

Cuando la última salió la prostituta entrego el vibrador a Janos, quien se dirigió a su culo y le lamió de nuevo el culo un par de veces, encendió el vibrador he hizo círculos con la punta sobre el ano de su victima, al sentir la vibración ella lloró; entonces Janos se lo metió y Ciel gritó con una voz ya ronca:

-¡waaaaa! ¡Nooo! ¡Sácamelo! ¡Sácaloooo!-

Las vibraciones dentro de su ano la estremecían, hace unas semanas nunca había tenido nada ahí adentro y menos algo que vibrara. La prostituta entretanto se masturbaba aún con el arnés puesto viendo a Ciel temblar.

Luego de unos momentos, pensando que ya era suficiente, Janos le sacó el vibrador y se puso tras ella con su pene apuntando hacia el culo de Ciel. Sin decir se puso sobre ella, la cogió de la cintura y le metió el pene.

-¡AAHHH!- lloró Ciel con sus últimas fuerza -¡Ya no, por favooor! ¡Mi culo nooo! ¡Por lo que más quieras! ¡Por el culo ya noooo!-.

Pero ya era tarde, Janos sacaba y metía el pene en su ano como lo había hecho en su coño anteriormente. Pronto la prostituta del arnés, introdujo su pene de plástico en el coñito de Ciel y comenzó a gemir con más fuerza… y se volvió a correr al mismo tiempo que Janos.

-¡GUUUU MMMM AAAHHH!-.

Y Ciel sintió como se le inyectaban dentro del ano y en el coño los fluidos de sus violadores.

Todos estaban exhaustos. Ciel lloraba y lloraba sin poder controlarse. Rogaba por salvación.

Mirko se llevo a la prostituta de nuevo a su habitación a continuar follando. Y Janos complacido se sentó en el sofá admirando la vista. Yo fui el más tranquilo de todos. Creo que fue por que sentía lastima por la chiquilla.

De repente, algo inesperado paso. Escuchamos como se acercaban unos coches.

Milenko había regresado temprano. Y con todos sus hombres.

Nos desesperamos.

-CARAJO-grite tirando una botella a la pared.

Mirko salió corriendo de su habitación a medio vestir. Teníamos que arreglar la situación. Se veía muy mal todo esto.

Solté a Ciel y ella cayo al suelo quedando inconsciente.  Mirko la alzo del suelo poniéndola en su hombro corriendo trato de llevarla a  la habitación de Ciel.

Sentía como se acercaba más y más Milenko con varios hombres. Acaso como se entero lo que estábamos haciendo?

Finalmente la puerta se abrió. Serio e inexpresivo como era Milenko, levanto su arma y encajo un tiro sin previo aviso en la frente de Mirko.

-Ahí se fue nuestra rata- dijo mientras bajaba el arma.

Estábamos en problemas. Grandes problemas.

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MILENKO (Narrado por EL)

La traición es algo que no perdono.

Mirko me delato y fue el primero en morir. Entre al hangar donde deje a mis hombres de confianza. Y Todos ellos me habían traicionado.

-Janos, Gustav- los llame apacible mientras limpiaba mi arma.

Ellos fueron capturados por otros de mis hombres. Atados y torturados. Solo me quedaba hablar con ellos y darle mi sentencia. Prendí un pucho y me dispuse a conversar.

-¿Que pasa cuando se tocan cosas que son mías?- pregunte alzando mi arma

-Milenko, por favor, no es lo que tú piensas- salto Janos a su defensa. Le di con la culata de mi arma por su rostro.

-¿No es lo que yo pienso?.... – mande a que le propicien otro golpe- estaba tirada… desnuda… casi sin vida… Y NO ES LO QUE YO PIENSO?

.-Todo esto por una zorra?- dijo desafiante Gustav.

Sin pensar dos veces, le dispare en su pierna, haciéndole gritar de dolor.

-TU, Gustav… tu sabias que Mirko nos iba a traicionar y no hiciste nada- apunte mi arma a su rostro- ahora MUERE- y le di el tiro final.

Janos empezó a reír de los nervios.

-Confié en ti- dije a Janos y deje que mis hombres se encarguen de él.

Me dirigí a la habitación de Ciel. Que aun no recobraba conciencia. Habían pasado más de doce horas y ella aun no despertaba. Comencé a preocuparme. Importaba. Ella me importaba.

-No hay poder si hay debilidades- pensaba mientras acariciaba su rostro.

De repente ella empezó a recuperar la conciencia y en cuanto abrió los ojos y me vio, se apartó de mí y empezó a llorar.

La habían dañado demasiado. Habría de darle su libertad.

Me aleje de ella y no mire más atrás…

Siempre la vigilo. Aunque ella no lo sepa. Aunque a veces creo que lo sabe. Ella retorno a su vida con mucha dificultad. Pero sé que va a estar bien.

Ella salvo mi vida… y arruine la suya… espero que algún día me perdone.

FIN

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gracias a todos por leer! comenten y valoren! Gracias!