Cuando Gabriel me cogió
No sabia cuanto podia soportar las ansias y las ganas de que alguien me tocara... hasta que gabriel se topo conmigo.
Tenia mucho tiempo que nadie me cojia... estaba desesperada y muy ansiosa en que una verga atravesara mi coño y me hiciera gozar desesperadamente... quería gemir, revolcarme con cuanto fulano veía... pero nunca me di cuenta que era peligroso, que no siempre es bueno lo que se desea
Sali de la escuela con mi típico uniforme azul blusa blanca y corbata azul, falda tableada chica y calcetas blancas y largas... esa semana cumpliría 16 años y mi madre dejaría que asistiera a una pijamada con Fabiola y mis amigas
Ese día llegue tarde cómo siempre a la casa de Fabiola... al entrar me asombre cuando vi a su hermano quien salía cuando yo entraba ... un chico llamado Gabriel atlético, alto, y los ojos mas verdes que había visto ... como deseaba que me tocara pero me daba miedo.. Era 10 años mayor que yo
Salio el con sus amigos mientras que mis amigas y yo jugábamos en su casa ya que sus padres no estaría en esa noche
Me encantan las pijamas... rosas de tirantes... y transparentes que dejen ver mis senos... a pesar de mi edad son demasiado grandes.
La noche paso cuando entre risas y chismes de la escuela nos quedamos dormidas en el suelo... cómo a las 3 de la mañana me desperté con mucha sed y baje a la cocina por un vaso de agua... ahí fue cuando vi a Gabriel fumando en la sala en medio de toda esa oscuridad... pero no estaba solo... una amiga tenia su cabeza entre sus piernas le daba sexo oral... mientras el estaba fumando.
yo no podía creerlo... esa chica tenia toda la verga de Gabriel dentro de su boca succionando, chupando y lamiendo desesperadamente ese enorme pito... no podía seguir viendo aunque mi libido y mi interés a tocarme me mantuvo en la cocina mordiéndome los labios...
Gabriel parecía gozar enormemente... pero yo creo que esa no era la clase de mamada que quería que le hicieran aunque no se podía negar a correrse en su boca
Así que Gabriel... empujo su verga mas dentro de su garganta... mientras la agarraba del cuello y la cabeza con sus dos manos... igual de grandes como su verga...
Yo comenzaba a tener frío sabia que mi pijama no me ayudaría mucho a calentarme con tales transparencia... pero bajo la tela se veía como mis senos se erguían... y ponían duros... quería probarla también...quería que Gabriel me cojiera.... que mejor regalo que ese...
Mi cuerpo temblaba, quería salir y ser parte da tal espectáculo pero yo no la quería a ella.
Así que nada más mi mano bajo lentamente de entre el pantaloncito... pasando por mis bragas... y metí con fuerza dos dedos en mi vagina... tan mojada y húmeda deseosa de Gabriel.
Después un gemido ahogado salio de los labios de Gabriel, mientras corría su leche por la boca de esa chica, el se levanto se abrocho los pantalones y le abrió la puerta, ella sonrió le dio un beso y con la bolsa en mano se fue.
Me quede en la cocina esperado a que Gabriel se fuera para seguir gozando de mi misma, mi mano quería volver a entrar dentro de mis bragas cuando de repente entro en la cocina y se asusto al verme.
Cuánto tiempo llevas aquí -me pregunto Gabriel-
No supe contestarle, mi boca no se movía, me daba miedo esa mirada lasciva con la que me veía. No pude hacer nada cuando puso sus manos en mis senos.
¿Has visto todo verdad? Y dime ¿te gusto?, ¿Quieres que yo te haga eso a ti?-
No sabia que contestar, me daba miedo de lo que fuera a pasar, me gustaba y las ganas no se me iban.
No supe de mi, cuando me abrazo fuerte mientras mis labios se humedecían con los de el, me tocaba por todas partes, me apretaba y me mordía, sentía su verga elevada entre mis piernas deseosa de cojerme, me levanto y sobre la mesa pequeña de la cocina me sentó mientras quitaba esas trasparencias que no servían para ocultar mis fluidos.
El se quito la camisa y el pantalón quedando en ropa interior así como así, me levanto y sobre la pared sentí como su verga entraba lentamente por mi vagina, mi expresión no la olvidare.
Fue entonces cuando supe lo que era que un hombre de verdad penetrara bajo mi piel.
Empezó despacio, sentía como rasgaba mi vientre, dulce y carnoso, mis pezones erectos bailaban de entre sus manos, comenzó a bambolearme mas rápidamente, sentía su fuerza, ese fruto erecto embistiendo dentro de mi, cada vez mas y mas fuerte.
Me azotaba contra la pared agarrando mis nalgas, mientras yo veía su reflejo en el refrigerador metálico, veía como me manoseaba y su trasero se menaba una y otra vez para estar mas dentro de mi, fue la primera vez que me vi tan satisfecha y tan sexual, que me vi erótica y lasciva.
Lo quería todo, mis piernas rodeaban su cintura con firmeza, sentía mi trasero frió al aire, con sus manos sobre mis nalgas como adorno se veía en el reflejo como su verga entraba y salía de mi me mordía los labios para no gemir,
Explote en todos los sentidos Me deje tomar y beber cuanto el quisiera, me deje coger como nunca un hombre había hecho con mi cuerpo
Después me voleo y sobre la misma pared me cojio por atrás, sus enormes manos recorrían mis caderas y tocaban mis senos que se apoyaban sobre la pared. Me recargo en la mesa y me acostó y boca abajo sentía como entraba y me hacia suya.
Y ahí la mejor parte para mi, sobre la mesa se acostó y me puso sobre el, la mesa era tan estrecha, pero cómoda para dos, metí, su verga en mi boca y la succione como pude, la lamía, mordía, me la quería comer toda, con mis manos ayudaba mamarsela toda. Mientras sus manos sobre mi cabeza me tomaban con fuerza, (me encanta sentir sus deseos y su fuerza sobre mi cuello, es excitante)Sentía sus huevos hinchados y listos para explotar su leche, saque su verga y la puse entre mis senos apretados, meneándola, metiéndola y sacándola, mientras mi lengua buscaba su encuentro al estar entre mis pechos, creo que eso le encanto por que luego me monto sobre en el, y la verga me la metió con fuerza que no pude omitir mi gemido en la garganta, se sentía tan rico y tan placentero, como temblaba su verga, resistiéndose a correrse de nuevo, minutos después me corri, apretando cada vez mas fuerte y meneando la cadera con círculos interminables, el me abrazo con fuerza y en un abrir de ojos se corria dentro de mi casi al mismo tiempo que yo, su abrazo era tan fuerte que no podía moverme, me gusto sentir su leche caliente bajo mi piel, abrazar su sudor de la espalda y esa satisfacción interminable de seguir con su labor hasta partirme a la mitad, era impresionante, Gabriel me cojeria de nuevo, esa erección no cesaría y yo deseaba que me cogiera otra vez
Me di cuenta que Gabriel siempre me había deseado, desde que cruce la puerta de su casa
Esa noche no termino para mi si no hasta las 7 de la mañana antes de que despertaran todos.
Nunca supe a que hora salimos de la cocina, y terminamos en la sala, recorriendo todas las escaleras y terminando en su cuarto, pero no me importo saberlo, Gabriel toda la noche me cogio, me lamió, me mordió y me hizo suya cuantas veces quiso, al igual que yo, nunca dijimos palabra alguna, omitimos, gemidos para no levantar sospechas, el silencio invadió mi carne y mi coño así como mi boca lo hizo con su verga.
La mañana comenzó, Fabiola bajo las escaleras cuando yo aun estaba en la cocina tomando un vaso de agua que no tome cuando tenía sed. Nadie escucho nada, ni sospecho de lo ocurrido entre Gabriel y yo.
Mi aventura no termino en esa noche, si no continúa hasta mis 18 años y Gabriel sigue conmigo cojiendome cuantas veces quiera, en donde quiera, ni Fabiola sabe lo que pasa entre su hermano y yo cada vez que me quedo en su casa a dormir. Aun no formalizamos nada pero me encanta ser su puta las veces que quiera, aunque después de esa noche no puedo negar lo que siento por el, más allá de las ansias y del placer de cogerme en todos los sentidos y virtudes.
Continuara con el encuentro con Fabis