Cuando fue mía
Después de una ciber relación de 5 meses, por fin habíamos quedado para vernos... Veronica tenía mayor facilidad de movimiento que yo, así que el lugar ideal del encuentro fue mi ciudad
Después de una ciber relación de 5 meses, por fin habíamos quedado para vernos... Veronica tenía mayor facilidad de movimiento que yo, así que el lugar ideal del encuentro fue mi ciudad. Aprovechando que eran días festivos, y que la visita de turistas era enorme, nosotras, dos simples chicas enamoradas, pasariamos desapercibidas, sobre todo en mi ciudad, que si bien no era la más "open mind", al menos podría decir con seguridad que las personas no nos pondrían demasiada atención.
Yo estaba enamorada, era una chica de 21 años que por primera vez experimentaba ese grandioso sentimiento y la verdad, estaba rompiendo todos mis esquemas... Sobre todo porque realmente no pense sentirme así por alguien que ni siquiera conocía en persona.
A Vero la conocí a través de su prima... y claro que aunque la relación se dio de una manera un tanto rara, a decir verdad cada día que pasaba yo la amaba mucho más...
Vero, por su parte, era una recien egresada ingeniera, que hacía sus practicas laborales y que trabajaba de medio tiempo, aun dependia un poco de la economia familiar pero eso no era mucha limitante para ella, al contrario de mi, que aún estaba estudiando mi último semestre de universidad, pero gracias a que siempre fui una excelente alumna, me encontraba becada, así que podía sustentar uno que otro gastito y detalle para Vero.
Se comunicaba de una forma tan exquisita con mi corazón, que al solo escuchar su voz, toda tempestad se calmaba y podía imaginar un cálido arcoiris de emociones atravezando mi interior. No es tan fácil describirlo, pero sé que muchos se han sentido igual en alguna ocasión, así que me entenderán.
Por otra parte, nuestras conversaciones siempre eran "decentes" (por ponerle nombre, y sin ofender...), es decir nunca hablabamos sobre asuntos de sexo, porque cuando lo hacíamos, ambas nos apenabamos, ya que ninguna de las dos tenía experiencia física con mujeres, y eso nos ponía nerviosas, siempre nos preguntabamos que haríamos o si sabriamos como...
Saben? Vero era fascinante... por ella descubri mi gusto por la escritura y aunque casi nunca lo exploto, a ella le escribia poemas diarios que le encantaban... Se convirtio en mi inspiración... Conmigo mostraba sus sentimientos, y le gustaba provocar mis celos, a grados a veces no muy gratos, pero yo todo se lo perdonaba, porque para mi, era la mujer de mi vida. Quiza por ello, no a todos mis amigos les caía bien... Porque también se comportaba celosa y posesiva conmigo, pero yo se lo atribuía al miedo por la distancia que nos separaba y trataba de comprenderla.
Generalmente ella me hacía llorar a mi, y terminaba aceptando hasta culpas que no me correspondían, y Vero era la enfadada... hasta que un día, se paso con un comentario que me hizó y entonces, molesta como yo estaba la termine sin ganas de volver a saber de ella... (entenderán que ya llevaba muchas situaciones así)... Pero me sorprendió, cuando creí que no me buscaría (porque Vero nunca me buscaba a mi, por orgullo creo yo), me llamo por telefono y por primera vez la escuche llorando por mi... Su voz, la situación, todo lo que había pasado, me calo hondo en el corazón y yo solo deseaba verla, así que la perdone una vez más y pactamos finalmente nuestro encuentro...
El día esperado llego, y yo falte a clases para recibirla en la terminal... Le avise a mis amigos que iría, pero jamás les dije que me acompañaran, porque sabía que Vero se apenaría... Pero contra todo pronostico, ellos llegarón, yo le avise a Vero por un msg de texto y aunque se quizo enojar, la verdad también le ganaron los nervios. Mis amigos estaban conmigo y se los agradezco infinitamente, pues su motivo era demostrarle a mi princesa, que a pesar de todo, si me hacía feliz, ellos estarían gustosos de conocerla y brindarle su amistad...
Pasado unos minutos, Vero me anunció su llegada, pero ella y yo no nos conociamos por foto ni por nada, así que solo me restaba esperar a la persona que coincidiera con la vaga descripción que ella me daba.
Y entonces sucedió, al girar mi rostro hacia al anden de llegada, mi mirada y su mirada se cruzarón, y mi corazón latío desbocado, supe que era ella, y ella supo que era yo, y entonces las maripositas en el estomago estallarón, las sentí tan vivazmente dentro de mi, que temble un poco... Ella no dejo de verme ni un solo instante, y aunque saludo a mis amigos primero que a mi, su mirada estaba dirigida hacia mi... Cuando por fin la abrace, y le di un beso en la mejilla, la senti temblar entre mis brazos y el aroma de su cabello lleno mis pulmones, transportandome a un mundo de ensueño... Ambas estabamos nerviosas y yo la ayude con su equipaje... Nos despedimos prontamente de mis amigos y nos dirigimos hacía el hotel, donde pasaría su primer noche en mi ciudad.
En todo el camino, mi ansiedad por ella estaba al máximo, moría por probar sus labios, y ella se reía con una sonrisa tontita pero tan brillante que denotaba su nerviosismo... Así, y con esa sensación inundandome el pecho, llegamos a nuestra habitación... En cuanto cerramos, no pude resistir más y la bese en los labios, esos labios que eran mi suspiro, mi deseo y mi necesidad, mi corazón desbocado se acompasaba con el suyo, y mis manos jugaban con sus cabellos rizados... Su aliento, su respiración, su cuerpo, su mirada, sus mejillas, todo en ella era una provocación, y el amor que yo sentía crecía exponencialmente a cada instante... Y pude sentir lo que ella sentía por mi a traves de sus ojos, me lo dijo todo con cada mirada, con cada sonrisa...
No supe en que momento mi instinto y mi amor se hicieron cómplices, pero la lleve hasta la cama, y mirandole a los ojos le pedi permiso para desnudarla... Necesitaba hacerla mía, y ella me lo estaba pidiendo... Le segui besando los labios, probando su lengua con la mía, bajando lentamente por su cuello, por sus orejitas, mientras ella suspiraba fuertemente, con mis manos traviesas empece a acariciar su cuerpo, sus pechos, su piel blanca y tersa... y después de cada beso volvía mi mirada hacía su rostro y lo que veía me provocaba más y más... Yo estaba practicamente empapada... y podía percibir el aroma a mujer de mi princesa... Mis sentidos estaban al mil por ciento...
Tratando de no ser torpe, explore su cuerpo con delicadeza... lo explore con mis manos y con mi boca, uno a uno sus pezones fueron presa de mi atención y de mis caricias, excitados, duritos, yo los saboreaba como si fuera un manjar de los Dioses, y a ella le gustaba pues sus gemidos se agudizaban, y entonces, aun con cierta pena, empezo a guiar mi cabeza más hacia el sur de su cuerpo...
Poco a poco mi lengua navegaba por su vientre, por su ombligo, jugando y acariciando sus piernas a la vez... en este punto ella temblaba... y sus rizos caian por su rostro aperlado, haciendola ver sumamente sexy... Mis nervios poco a poco fueron dominados por mi excitación... y supe lo que tenía que hacer... Lentamente baje a su monte de venus, delicadamente depilado... y la bese.. y poco a poco la bese más y más, hasta adentrarme entre sus piernas... Cuando mis labios tocaron su tesoro más preciado y me impregne de su aroma y de sus mieles, ella se encorvo sobre la cama... y yo supe que estaba haciendo bien... Bebi delicadamente su nectar, y bese todo cuando pude, sin ningun pudor... con mi lengua juguetona hacía circulos en su entradita, y de vez en vez, la introducia, provocandole pequeñas descargas de placer... Mis labios capturaban su botoncito y los succionaban, lo apretaban lo mordian, y ella empujaba mi rostro hacia sus piernas, y con una voz sumamente excitada me decía TE AMO ANA, TE AMO... y mi corazón latía más fuerte... Mis manos seguían acariciando sus piernas y ella se movía a mi ritmo, así que alzando la mirada le pedi permiso para lo siguiente, ella me entendio perfectamente, y envuelta en el placer que le provocaba, asintió.. y supe que era mía y que podía hacer con ella lo que quisiera...Así que lentamente y después de lubricar mis dedos con mi propia saliva, y ver que ella se excitaba aún más ante este acto, introduje mis dedos en su interior... y la explosión de placer aumento... sus gemidos se hicieron más intensos, mientras yo la penetraba, primero lentamente sin dejar de chupar y besar su clitorís, ella empezo a tirar de mi cabello, pero sin ser doloroso, de hecho me gustaba que lo hiciera, y arqueandose como estaba, de repente alcanzaba mi espalda y la aruñaba... Eso me provoco mil sensaciones, y me pedía más, y yo introduje entonces un tercer dedito, y su calor, sus fluidos, todo me hacía sentir en la gloria, bebía sin saciarme de ella, y tenía aún más sed, hasta que la escuche decir, "amor amor, voy a venirme" y yo acelere la penetración, y por primera vez supe lo que era el sabor del amor en mi boca... Ella termino totalmente sonrojada, y yo estaba extasiada... No sé cuanto tiempo duro, pero para mi fue el momento más mágico de toda mi vida....
Así fue la primera vez que la hice mía... Y Los días siguientes estuvieron plagados de encuentros de todo tipo, pero sobretodo llenos de amor...
Hasta el día de hoy, ese es uno de los recuerdos que aún guardo con cariño en mi mente... y siempre será así...