Cuando Fabiola me Cogió
Era como si Gabriel fuese mujer, me cogía con la misma intensidad y fuerza...
Después de que Gabriel y yo comenzamos a tener encuentros de todos los tipos, Fabiola y yo empezamos a distanciarnos a pesar de dormir muy seguido en su casa y ser mi mejor amiga, era muy rara y comenzaba a ignorarme olímpicamente
Ya había cumplido 18 años y faltaba poco para salir de la escuela, fue entonces cuando Fabiola me encaro y me dijo que era muy mala onda por no contarle lo de Gabriel y yo
Me apeno mucho el que se haya enterado y que simplemente la use para poder acostarme con su hermano.
Me contó, que no me había encontrado una noche en su cama, que desaparecí de entre sus sabanas, se preocupo y fue en mi búsqueda y exactamente bajando las escaleras, escucho ruidos y nada menos me encontró en la habitación de su hermano follando como loca
Pero la neta no sabia su verdadero enojo, no tenia nada de malo andar con su hermano, hasta que me lo confeso muy peculiarmente un día en las vacaciones de invierno, cuando fui con su familia y la mía a pasarla en la playa, por lógica no podía toparme con Gabriel ya que ella no me dejaba ni a sol ni a sombra, al igual que mis hermanas, una noche salimos a nadar a la alberca del hotel solo Fabiola y yo, llegamos y no había nadie, en ella y comenzaban a llenarla de agua después de su limpieza rutinaria, fue muy rico apagar el calorcito con un buen chapuzón lo único que deseaba era que Gabriel bajara a coger conmigo en la alberca, estaba tan ardiente y deseosa de estar con el, pero así de simple Gabriel no bajo con nosotras, solo veía desde el balcón de su habitación y yo rogaba que no se quitara de ese lugar cuando me anime a nadar sin traje de baño en cuanto lo hice se quito de la ventana sonriendo, creí que iba a bajar pero por la presencia de Fabiola ni se apareció por la alberca, pero creo que fue un error hacer eso, Fabiola se puso de tras de mi, abrazándome con sus manos sobre mis senos, sentía su respiración tras mi nuca y sentía sus labios en mi cuello . Rozaba su suave piel con la mía, era tan excitante pero yo no podía, era mi amiga, intente safarme de ella y apartarme pero solo me volteo y me beso apasionadamente mientras tocaba mi trasero, no pude librarme de ella pero algo me impulso a seguir, después se aparto y me dijo.
Gabriel sabe que soy lesbiana, nunca lo dije por miedo a que me rechazaras, mas me enfada que se haya metido contigo, me gustas y no puedo ocultarlo mas, si te enfadas no me importa, solo quiero que lo sepas
No he sido nunca lesbiana, no niego que me gustan ver los cuerpos de mis amigas, se me hacen hermosos, pero de eso a que me coja una chica ni me lo imagino, pero creo que Fab. Tenia la misma atracción que Gabriel, sin decir nada mas siguió besándome y acariciándome los pezones, metía su mano en mi vientre y me apretaba contra ella
Mendigo Gabriel sonreír pensando que seria su hermana la que me cogia ahora, mire a la ventana y el estaba ahí, haciéndose una paja en lo que su hermana me quería comer por debajo del agua. Fue tan excitante saber que el mirara y que Fabiola me quería hacer suya.
Entonces Fabiola me besaba, me tocaba el trasero metiendo sus dedos entre las nalgas, pareciera mentira pero hizo lo mismo que Gabriel, me levanto las piernas y dejo que mi pubis tocara el suyo me arrincono en una esquina de la alberca y se meneaba como si fuera un hombre, haciendo una fricción increíble, solo sentía como sus senos rozaban los míos ambas somos muy tetonas, se sentía rico, al principio yo no quería pero mi boca no reaccionaba se dejaba llevar por la lengua de Fabiss, era excitante, dejarme tocar y ver como poco a poco acercaba su boca a mis pezones, los mordía y succionaba, mientras con su mano izquierda me metía dos dedos en la concha y la derecha me agarraba el trasero, y con sus caderas empujaba sus dedos, era como si Gabriel en versión femenina me cojiera.
Se sentía muy rico y muy excitante, estaba que pedía a gritos que no me dejara, me gustaba como quería liberar sus demonios de deseos hacia mí.
¿Te gusta lo que hago?
Podría decirte que me encanta y no quiero que te detengas al principio lo decía, con mucha timidez, me apenaba que Fabiola fuese tan directa conmigo.
Así que salimos de la alberca con los trajes de baño puestos y envueltas en las toallas, corrimos hacia el dormitorio, rápidamente, ya que el frió congelaba las nalgas, ahí sin mas ni mas de darme tiempo, Fabiola puso el cerrojo, y comenzó a besarme desesperadamente quitándome la toalla de las manos y quitando el sostén del traje delicadamente, no podía quitar mi lengua de su boca, me encantaba su sabor y todo lo que en ella contenía, me sentó en la cama y ella se hincaba frente a mi tomando mis senos y mamando fuertemente, yo mientras le quitaba el sostén, fue entonces cuando Fabiss, bajo su cara aun mas abajo me aparto las bragas a un lado sin quitármelas, fue erótico sentir la tela y su cara al mismo tiempo y yo no tuve otro remedio mas que tumbarme y dejar que ella tomara mi concha y bebiera de mis fluidos, succionando, chupando, lamiendo, sentí de nuevo sus maravillosos dedos, entrando una y otra vez dentro de mi piel, con fuerza y rapidez, cada vez mas constante, después de eso halle dentro de mi tres de sus dedos, y su lengua acariciando mi clítoris delicadamente, tan pequeño pero muy erecto, no podía evitar el gemir y retorcerme en la cama mis piernas rodeaban en su cuello, mientras ella se incorporaba un poco mas, así termine levantando las caderas con las piernas al aire y dejando que me hiciera toda suya, después vi, como una de sus manos hacia dentro de la tanga del traje de baño.. Se masturbaba mientras me lamía interrumpí un poco su labor para acomodarme mas al centro de la cama, la jale, para que me siguiera, y ahora era yo la que quería hacerla mía, así que le puse mi trasero en su cara mientras que hermosa concha hacia frente de mi, quite muy despacio su tanga, quería disfrutar del momento mientras ella me chupaba y metía sus dedos en mi vagina yo le correspondería igual Así que mi lengua descubrió su sabor que no me era desagradable, estaba húmeda, y eso me éxito aun mas, metí mis dedos hasta el fondo de su vagina y se estremeció, nunca he tenido a una mujer entre mis manos para cojerla, no sabia como pero la inercia me llevo, como dice la canción volamos como dos palomas al ras del suelo, estaba tan caliente y tan excitada que me vine en su boca, Fabiola no se aparto de mi y siguió sacando sus dedos, tan rápido y fuerte como le era posible y en segundos el segundo orgasmo llego a mi ser.. Yo tampoco me detenía... quería oírla gemir y retorcerse y en pocos minutos logre que explotara... sentí como con sus músculos comprimió mis dedos y sentí las palpitaciones de su vagina, salio mi mano húmeda, saco mi mano y la lamió de inmediato me beso y me abrazo con sus calidos pechos así bajando y besando mis senos que en ese momento eran tan sensibles y no podía evitar estremecerme de nuevo, era tan rico... Mis pezones estaban erectos y me dolían y yo gozaba como una loca.
Después de eso Fabiola solo se dedico a besarme y seguir acariciando, dejamos los juegos para después, en ese lapso se quedo dormida. Yo no podía conciliar el sueño de la noche tan rica que pasaba con Fabiola, Salí al bacón para tomar aire y reflexionar por mi nueva tendencia heteroflexible, me asuste al ver a Gabriel sentado en un sillón de reposo, con la verga afuera de su bata, tan flácida, como si nunca me hubiese conocido, fumaba y me sonreía, parecía que esperaba mi visita al balcón.
¿Que haces aquí?, ¿no me digas que miraste todo?, ¿tu sabias sobre esto verdad? - eso lo decía de la forma mas apenada y molesta a la vez, me enfadaba saber que no me dijo nada sobre Fabiola.
No te enojes, no puedes negar que te encanto que Fabiola te cojiera y que yo mirara, fue excitante, verte de una manera nunca antes vista y ahora me toca a mi -
Y no pude resistirme, Gabriel siempre me llevaba al éxtasis con cada palabra saliente de su boca, y al instante me vi, deseosa d esa verga mientras crecía rápidamente para cojerme, aun por eso, no dejaba de pensar en Fabiola y me excite aun mas, quería que ambos me cojieran juntos, y como siempre no supe de mi, hasta encontrarme penetrada en posición doma, meneando mis caderas ansiosas de explotar de nuevo en el orgasmo, no podía hacer diferencia pero ya moría por tener una verga de esa dimensión dentro de mi .
CONTINUACION... EL SENDERO DE UN KAMION