Cuando conocí a mi ángel

A mi ángel, gracias por venir del cielo :* . Un flechazo con una lectora.

A mi ángel, gracias por haber bajado del cielo :*

Cuando conocí a mi ángel

Una voz cálida se escuchaba en la radio.

  • Buenos noches, queridos oyentes. Son las 2 de la noche. Os saluda Inma, a todos los insomnes que me acompañan más allá de las ondas. Me acompaña como todos los días nuestro cordial amigo Enrique. ¿De que hablamos hoy, querido amigo?
  • Hoy hablaremos de literatura. Para ser exactos de literatura erótica.
  • ¡Hmm! Un tema muy adecuado para estas noches de otoño. ¿Que mejor que pasarlas calentándose mutuamente los cuerpos con tu ser querido?
  • Cierto- el interlocutor no pudo reprimir una ligera risa – Y que mejor para inspirar esos momentos ardientes que leyendo a una literatura que nunca se fue. Pero que ha vuelto con más fuerza que nunca.
  • Así es. Este tema es muy antiguo. Ya hay escritos con una picardía latente que se conservan desde la edad del bronce. Posiblemente el más famoso es el Cantar de los Cantares de la Biblia.
  • Correcto, mi querida compañera. En ese libro de la biblia se relata de manera sugerente la relación del rey Salomón con una princesa egipcia. O al menos esa fue la interpretación que le dio Teodoro de Moqsuestia. Queridos oyentes, dejemos que la erótica voz de la que guía este programa cante un pequeño trozo:
  • Exagerado que es mi compañero. Pero gracias por el piropo. Atentos queridos oyentes que nos acompañáis

CAPÍTULO V

ESPOSO

Vine yo al mi huerto, hermana Esposa,

y ya cogí mi mirra, y mis olores,

comí el panal, y la miel sabrosa,

bebí mi vino, y leche, y mis licores:

venid, mis compañeros, que no es cosa,

que dexeis de gustar tales dulzores:

bebed hasta embriagaros, que es suave

mi vino: el que mas bebe, mas le sabe.

ESPOSA

Yo duermo, al parescer, muy sin cuidado,

mas el mi corazon está velando:

la voz de mi querido me ha llamado.

ESPOSO

Abreme, amiga mia, que esperando

está la tu paloma este tu amado:

ábreme, que está el cielo lloviznando:

mi cabello, mi cabeza está mojada

de gotas de la noche, y rociada.

ESPOSA

Todas mis vestiduras me he quitado,

¿cómo me vestiré, que temo el frio?

y habiéndome tambien los pies lavado,

¿cómo me ensuciaré yo, amado mio?

Con su mano mi Esposo habia probado

abrirme la mi puerta con gran brio,

por entre los resquicios la ha metido,

el corazon en mí ha estremecido.

Levantéme yo á abrirle muy ligera,

de mis manos la mirra destilaba,

la mirra, que de mis manos cayera,

mojó la cerradura, y el aldaba:

abríle; mas mi amor ya ido era,

qu'el alma, quando abria, me lo daba:

busquéle, mas hallarle no he podido;

llaméle, mas jamas me ha respondido.

Halláronme las guardas, qu' en lo obscuro

de la noche velaban con cuidado:

hiriéronme tambien los que en el muro

velaban, y aun el manto me han quitado.

O hijas de Sion, aquí os conjuro,

digais, si acaso viéredes mi amado,

quán enferma me tienen sus amores,

quán triste, y quán amarga, y con dolores

  • ¡Que gran voz! Estimados oyentes, que delicia escuchar a Inma recitar estos versos.
  • Vas a hacerme ruborizar Enrique. Son unos versos que pueden leerse de diversas formas. Y la más sugerente es a la que dedicamos esta noche. Vayámonos a literatura más actual.
  • Como por ejemplo la trilogía Cincuenta sombras de Grey. Escrita por la escritora británica Erika Leonard James. Uno de los más vendidos actualmente, y calificada por muchos como porno para mamas. Una historia con momentos de romanticismo que van derivando a situaciones de sexo más salvaje hasta alcanzar cotas cada vez más extremas. Es la relación de dominación entre un soltero Grey y una mujer que se ofrece en sumisión sexual , una estudiante llamada Ana.
  • Lo curioso es que según tengo entendido, Enrique, es que esta historia se inspiro inicialmente en otro importante best seller de nuestro tiempo.
  • Cierto, la saga Crepúsculo de Stephenie Meyer. Pero en vez de tratar una historia de una adolescente que termina en un mundo de vampiros y hombres lobo. En este caso, Anastasia, una estudiante de Washington conoce el mundo del sadomaso.
  • Un tipo de historias que también fue popular más atrás en el tiempo. Como la también famosa Historia de O, de la escritora francesa Pauline Reage. Escrita en 1954.
  • Pero centrémonos en literatura erótica en nuestro idioma. Acaba de salir publicado una nueva obra de uno de nuestros escritores de ese rango. Manny, que acaba de poner a la venta “Vini, Vidi, Vinci”
  • Aquí lo tengo. Es una historia centrada en la vida de la reina Cleopatra VI del reino de los Ptlomeos. Como se alzo en el poder gracias a Julio Cesar y como gracias a sus habilidades amatorias enloqueció de deseo a este último y a su futuro monarca consorte Marco Antonio. Una típica historia de este escritor con intrigas, luchas, traiciones.
  • Y mucho sexo, aunque se trata de un tamiz de historias que se cruzan. Lo que se conoce como un relato polifónico. Aunque lo más cercano a un personaje principal es Charmión, una de las ayudantes de cámara de la reina egipcia.
  • Como has comentado hay sexo a raudales. Aunque la literatura actual no duda en introducir escenas calientes en sus relatos. Por ejemplo Ken Follet en Los pilares de la tierra o Un mundo sin fin tienen algunos párrafos abrasadores. También George R. Martín y su saga de Juego de Tronos tienen abundantes referencias sexuales. Es algo muy común en la literatura actual.
  • Es por eso que calificar estas historias como eróticas es un poco complejo. Quizás en el caso de Manny sea correcto porque la sexualidad de los personajes sea posiblemente el tema central de la trama.
  • Y atentos a sus lectores. Mañana en el hotel Princesa, en la Gran vía, Madrid. Manny estará de 5 de la tarde a 8 de la noche firmando ejemplares de su libro para sus fans. Ahora hacemos una pausa con un poco de música. Algo de romanticismo y a la vez fuerte. “I don't want to miss a thing” de Aerosmith. Banda sonora de Armagedon pero para muchos una de las canciones más románticas del rock duro.

~ ~ ~ ~

Estaba furioso. Llevábamos ya varios días de uñas Michelle y yo. Me sentía manipulado. Sus exigencias parecían no tener fin. Se había puesto muy pesada con la idea de que iniciase inmediatamente la escritura de un nuevo libro. Pero me sentía agotado después del último. Y yo ya me sentía cansado de sus chantajes sexuales. Ya me lo habían dicho ciertos amigos que nuestra relación era peligrosa. Como dice el refrán: Donde tienes la olla no metas la polla. Y lo que había descubierto había agotado mi paciencia. Las discusiones no terminaban y yo necesitaba un poco de paz de espíritu para poder escribir. Cosa que yo ya no encontraba en mi editora.

  • Vamos. Empieza un nuevo libro. Hazlo por mi.- suplicaba Michelle
  • ¿Qué lo haga por ti? Siempre tiene que ser tú, solamente tú y nada más que tú.
  • ¿A que viene eso?
  • Lo sabes perfectamente. Me tratas como un esclavo. Un negro que te escribe libros. Y todo para satisfacer tu inagotable sed de dinero.
  • Nunca te he tratado así. ¿Así piensas de lo nuestro?
  • ¿De lo nuestro? ¿Y que me dices de anoche en la fiesta de presentación del libro? ¿Que me dices de Paul? ¿De ese juntaletras sin talento?
  • Con Paul solamente tengo una relación puramente profesional. Trata de contratar a un nuevo escritor.
  • Claro, solo profesional. Ya me di cuenta de como le mirabas, como le acariciabas sutilmente la mano. Solo te falto meterle la lengua hasta la campanilla.
  • Sabes perfectamente que tengo que hacer cualquier cosa para triunfar.
  • Ya, ya te veo. Y yo ahora seré tu segundo plato. Me tienes hasta las narices. Pero esto se va acabar. No te pasaré ni una más.
  • ¿A que te refieres?
  • No te hagas la tonta. He mirado los extractos de mi cuenta. Y sigues sin pagarme la parte correspondiente a mis royalties de los últimos tres libros. Cada vez te inventas excusas más peregrinas en justificar el retraso de los pagos. Y mi paciencia se agotó. ¿Lo oyes? Quiero mi dinero ¡Ya!
  • Oye, pero que yo también tengo mis problemas, espera un poco más.
  • ¿Y por que no piensas porque tienes problemas? Te lo digo yo, porque tú solo piensas en tus lujos. ¿Has calculado lo que te has gastado en joyas en el último año? ¿Y por qué te gastate 200.000 euros en el Porsche 911? ¿Ahora que pasa? ¿Que estás sin blanca? Y yo tengo que pagar las consecuencias. Pues no, quiero mi parte especificada en nuestro contrato. Sino lo haces en una semana te las verás con mi abogado.
  • Maldito cabrón. Con todo lo que hice por ti. Sin mi no hubieses sido nada. Un mero articulista de periódico de provincias que sueña con la gloria. Yo te di una oportunidad. Sino ahora seguirías en aquel cubículo con una mierda de sueldo de becario. ¡Desagradecido!

Cada vez estaba más furioso. Aquello dolía. Era cierto que gracias a ella llegue a la cima. Pero era un trato de a dos en que cada parte sacaba beneficio. Pero me estaba robando. No recibía ingresos. En esos momentos estaba trabajando por nada. Ella se estaba quedando con mi dinero. No toleraría ser esclavo de ella.

  • No te preocupes. Estoy seguro que con Paul tendrás tu siguiente estrella. Una nueva muesca en las conquistas de Michelle. La reina del mundo editorial mundial- le reproche con rentitin de burla.

Ella parecía tener un gesto de desesperación y de pronto su cara cambio y pareció adoptar una voz sugerente, la que me conquistó. Estaba claro que adoptaba otra estrategia. Ahora pretendía seducirme. Pero ya no me hacia efecto. Después de todo esto, no.

  • Vamos, Manny. - comenzó a bajarse levemente el vestido por el hombro – Sabes que conmigo tendrás a tu mejor musa. No conocerás a mujer más ardiente que yo.
  • ¿Por que lo dices? ¡Pero si parece que se te olvidado como se folla!
  • ¡Y tú! ¿Que me dices? Picha floja.
  • Mira, yo no tengo porque soportar esto. Se acabo. Me voy.
  • ¿A donde vas? Tienes que ir a las firmas de libros. Tengo que llevarte en mi coche.
  • ¿Con tu Porsche? Va a ser que no. Iré solo. Me voy en el metro antes que contigo.
  • Manny, ¡Vuelve! ¡No te vayas!

Michelle comenzaba a llorar pero no me iba a dejar chantajear por sus lagrimas de cocodrilo. Abrí la puerta de mi apartamento y me volví hacia ella.

  • Lo siento Michelle. Ya es demasiado tarde. Resuelve el tema de mis derechos de autor. Me voy a la firma de libros. Volveré en cuatro horas. Espero que cuando haya vuelto hayas recogido tus cosas y te hayas marchado. Adiós

Di un portazo y baje las escaleras. No quise esperar en el rellano al ascensor. A lo lejos seguía escuchando las suplicas de Michelle. Pero ella ya era una pagina de mi vida que tenía que dejar atrás.

Me dirigí rápidamente hacia la boca del metro más cercana. No deseaba soportar la vergüenza de ser perseguido por mi editora y continuar la discusión en plena calle. Baje a toda prisa y pase la troqueladora. Tuve suerte y alcance uno de los vagones de la línea 5 justo antes de que cerrase la puerta. Lo que pasó es que no me percaté que eso me alejaba de mi destino. Bueno tampoco me importaba, En la siguiente estación intercambiaría por la línea correcta en dirección al centro de la ciudad. Eso en cierta forma me ayudaría a evitar el posible altercado.

Afortunadamente tuve suerte y Michelle pareció no querer hacer ninguna locura y no la vi el resto del día. Me senté en uno de los asientos libres a respirar tranquilamente , recuperar el aliento y ensimismarme en mis pensamientos. Aún mi cabeza y mi corazón estaban a cien por hora. La furia, la ira, pero también un cierto deje de arrepentimiento me asaltaban. Estaba dejando atrás una parte importante de mi vida. Estaba harto de todo. En aquellos momentos no quería volver a escribir. Harto del mundo literario , de sus intrigas, de sus envidias. A veces me parecía estar viviendo una versión de baja calidad de mis novelas. Si, en ese momento estaba decidido a no volver a escribir ni una sola línea más. Se acabó el Manny escritor. Lo sentía por mis seguidores. En cierta forma me dirigía a ellos a realizarles mi último homenaje. Un agradecimiento final por haberme seguido. Era cierto que había ganado mucho dinero, el suficiente para tener una vida muy acomodada sin tener que volver a dar un palo al agua nunca más. Pero también era cierto que cuando comencé a escribir no lo hice por motivos numismáticos sino por el mero placer de escribir y contar lo que mi sobreacelerada imaginación me desbordaba. Quería hacer disfrutar al público con historias calientes, darle un poco de erotismo al mundo. Un mundo que parecía , por momentos, estar gobernado por el dolor y la desesperación. Permitirles soñar a mis lectores con fantasías llenas de sexo y estimularles para buscar su placer solo o , mejor aún, en compañía. Era por eso que debía evitar mostrar mi pesar en el hotel al cual me dirigía. No debía mostrarles una cara mustia y amargada. Sino como mi ultimo deber como escritor ofrecerles lo que se merecen. La complicidad de un maestro de ceremonias de los sueños. Ya me acercaba a mi estación y empece a realizar fuertes inspiraciones para tratar de concentrarme en la tarea que tenía enfrente.

Me baje del vagón y subí las escaleras mecánicas . Justo al lado estaba la entrada del hotel. El representante del hotel me esperaba con un cierto deje de impaciencia. Pero a la vez se sorprendió de verme llegar usando el transporte público . Una marejada de fotógrafos comenzó su retahíla de flashes. Recordé el ultimo incidente en París pero en aquel momento la prensa no era el mayor de mis problemas. Así que trate de ignorarles.

  • Buenas tardes, señor Manny. Toda esta dispuesto. Es un gran honor tenerle de visitante en nuestras instalaciones.
  • Encantado.
  • ¿Por cierto? ¿Y su representante?
  • ¿Michelle? Le ha surgido una cita de última hora. Creo que se trata de contratar a una futura promesa- le medio mentí
  • Por favor acompáñeme, la sala de conferencias esta ya preparada.

Le seguí y por los pasillos había una larguísima hilera de personas con mi libro. Los maquetadores hicieron un gran trabajo con aquella portada con una Cleopatra que recordaba mucho a Elisabeth Taylor. Los asistentes profirieron en un aplauso que yo con tímidos gestos traté de complacer. Una mesa con una silla muy cómoda, una botella de agua y una copa me esperaban. Saque mi pluma para las grandes ocasiones. Y me senté a atender al primero de mis lectores.

No tardó mucho en llegar aquella mujer que iba a influenciar francamente en mi vida en los meses siguientes. En aquel momento no pasaba por mi mente en introducirme directamente en otra relación. Pero el destino es impredecible y es inevitable estar sujeto a sus caprichos. Pero ahora que escribo esto no puedo más que agradecer la fortuna de haberla conocido. Ya que la tengo a mi lado y a pesar del tiempo que seguimos juntos sigue sorprendiéndome y hacerme sonreír. Al igual que me encanta observar su sonrisa y el brillo de sus hermosos ojos. Esa mirada, quien lo diría. Pero como escritor me siento incapaz de describirla. Esa magia , ese … El brillo de sus ojos que siempre me encandila.

Era una mujer que en ese momento empezaba a entrar en el esplendor de la madurez. Por su aspecto estaba claro que estaba en los cuarenta. Unos cuarenta muy bien llevados. De una belleza calmada, sin estridencias. Una mujer que cualquier diría que es normal. No una Top-model. Pero ¿Acaso hace falta? Ya sé que es un tópico. Pero la belleza que conocí cuando tuve la extraordinaria suerte de conocerla y tratarla hasta saber sus más recónditos secretos. Sus deseos, sus sueños, sus ilusiones, sus esperanzas. Pero también pude compartir con ella sus momentos de desesperación, de tristeza. Momentos a los cuales me siento como su caballero andante para ayudarle una y otra vez a levantarse. Al igual que ella lo hace conmigo.

Ella portaba mi libro entre sus brazos pegado a su estomago, como portando el más valioso de los tesoros. Y en aquel momento me dirigió una de sus miradas brillantes, en que casi cierra los ojos. Pude adivinar una intensa emoción hacia mi. Estaba meridianamente claro. Me puse un poco nervioso. No me es habitual que una mujer me exprese sin palabras algo como ella me dedicaba en esos instantes hacia mi. Soy consciente que no soy precisamente muy atractivo. Lo cual me ha provocado no tener muchos contactos con el sexo opuesto, menos de los que me hubiese gustado. Lo cual no deja de ser llamativo como escritor erótico. Es por eso que en aquel momento me bloquee al percibir esa sensación en la otra persona. Me quede un poco embobado. Tras unos segundos de silencio al fin reaccione.

  • ¿A quién se la dedico?

Ella tardo unos segundos en salir de su silencio y darse cuenta de mi ruego.

  • Disculpe, señor Manny. Me llamo Pamela.
  • ¡Ah! Pamela. De acuerdo

Tome mi pluma y escribí en la primera página tras la portada:

A Pamela. Con todos mis mejores deseos.

Firme y anote la fecha. Ella recogió el libro con las manos temblando y nos rozamos suavemente los dedos. Ella abrió los ojos de par en par en ese instante. Solté el libro y volvió a ponérselo en su regazo. Girándose para dar paso al siguiente. Tuve que parar unos segundos para asimilar lo que acabó de ocurrir.

Pasaron las horas y la firma de ejemplares terminó. Y yo estaba listo para volver a mi apartamento con la esperanza que no encontrarme más a Michelle. Pero en ese momento me percaté de una nota que había sido puesta sutilmente en la mesa. Había una dirección de correo electrónico y la marca de labios de carmín. Aquello cambio mi vida radicalmente.

Dicen los teólogos que los ángeles están en el cielo. Puede ser. Sea un ángel caído o no, ahora tengo una a mi lado.

Continuará …

Ángel mio. Te dedico está canción: