Cuando conocí a mi Amo (2)

Servir una cena a mi Amo y su Dama y a otra pareja amiga, a quien yo solo conocía por los comentarios de mi Amo. La primera vez ......y encima sabiendo que al final de la noche vendría la prueba más importante.....Me metí en la ducha y dejé que el agua recorriese mi cuerpo largo rato; primero caliente y después fría mientras recordaba las normas....no eran muchas dada mi poca preparación, las básicas: trataría al amigo de mi Amo de Señor y de usted, me presentaría como "mar, la esclava de Don Diego,"estaría atenta a las necesidades de los cuatro, solo hablaría cuando alguien se dirigiese a mí, comería si acaso en un plato en el suelo, esperaría de rodillas a que fuese requerida y si algo tenía que hablar lo haría discretamente al oído de mi Amo.

Me vestí sin mucha convicción , con un pantalón negro, tacones, blusa semitransparente y un pañuelo negro en la cabeza, pues sabía que a mi Amo eso le encantaría.

No tuve que esperar demasiado para que él apareciese por la puerta del hotel con la comida."Estás muy guapa. No te preocupes, lo harás bien".Aunque no estaba convencida de ninguna de las dos cosas solo sonreí y me dispuse a sacar la comida de las bolsas. Al instante mi Amo abrió la puerta y solo escuché una voz masculina que preguntaba: "bueno......¿dónde está ....?" Respiré hondo y salí de mi escondite para saludar.

No encontraba las palabras , pero una mirada gélida de mi Amo hizo que de mi boca saliese atropelladamente...."soy mar , la esclava de Don Diego-"El Señor y el Usted se quedó en el tintero. Esperaba que el invitado de mi Dueño no lo tuviese en cuenta y que notase igualmente mis respetos. El notar su amabilidad hizo que mi corazón se decelerase un poco, y también ayudó el que enseguida los cuatro se sentasen a hablar de sus cosas. Mientras yo , de espaldas a ellos iba preparando los platos. "Mar..... no nos ofreces algo de beber....?" Se me había olvidado la primera regla de la cortesía.....pregunté entonces a cada uno lo que deseaba...y se lo serví. Volví a la cocina a la tarea , notando el rubor de mis mejillas y deseando por un momento que nunca se terminaran de abrir las latas. Escuchaba cómo ellos saltaban de un tema a otro sin parar, incluido en todo momento el bdsm...me sorprendió la confianza y el clima que se creó entre ellos. Cuando ya no quedaba nada por hacer, me giré y esperé sin atreverme a decir nada , intentando captar la mirada de mi Amo....que por fin llegó a mi rescate.

Se sentaron en la mesa y cuidé que cada uno tuviese lo que deseara. Quizás debido al ambiente relajado o a que mi Amo me notaba demasiado turbada cambió de opinión y me permitió coger un cojín y comer de rodillas , a cierta distancia, pero a la mesa con ellos. Durante la comida todo fue muy relajado y fui tomando confianza .Seguí pendiente de las necesidades de los cuatro, hasta que mi Amo y su Dama se fueron a fumar al balcón, aunque con la puerta abierta siguieron con la charla. No recuerdo de qué estaban hablando cuando escuché a mi Amo desde el balcón decir...."Mar también canta muy bien, ¿verdad?"...Me subió un sudor frío recordando la última sesión y temí que me pidiese de nuevo que cantase...pero no, aunque lo que me ordenó era algo que me daba casi la misma vergüenza...."Cuéntaselo, Mar"...de mi boca solo salió un "no", es más, cuando desde la distancia me dijo "¿cómo has dicho....?"....no pude más que bajar la cabeza y volver a decir "no"......aun sabiendo que era lo peor que podía salir por mi boca en ese momento..Creo que la Dama invitada salió en mi ayuda...aunque no recuerdo sus palabras o su cambio de tema.....solo la forma en que mi Amo me apartó la mirada cuando intenté disculparme con la mía. Una vez terminada la comida se sentaron en los sillones mi Amo y su Amigo y en los pies de la cama , las dos Damas. Recogí la cocina y me acerqué a mi Amo sentándome en el suelo a sus pies. Charlamos relajadamente , mi Amo me pisaba con su zapato uno de mis pies , jugando con él, lo que me hizo pensar que ya no estaba tan enfadado.

Desde mi situación tenía enfrente a mi Dama y por primera vez pude mirarla (hasta ahora no me había atrevido...)Estaba sentada en los pies de la cama, ligeramente inclinada hacia atrás, apoyando sus manos sobre la sábana y con la piernas ligeramente abiertas, estaba realmente bella. Noté que me producía cierta excitación , y me alegré de ello, pues sabía que a mi Amo eso le gustaría. Parecía muy tranquila y segura, lo contrario de cómo me sentía yo , al pensar en lo que ocurriría después, de lo que no tenía absolutamente ninguna información. La conversación giraba en torno al bdsm y en un momento dado el Amigo de mi Dueño ordenó a su esclava que me mostrase su anillado y marcado. Me acerqué a la cama y su Dama se tumbó hacia atrás en la cama, se subió la falda hasta la cintura y con mucha sensualidad y una pizca de picardía me pidió que le ayudase a bajar el tanga. Me lo tomé como un privilegio, el cual agradezco y con las dos manos deslicé la prenda hasta sus pies. Cuando levantó su culo para ayudarme quedaron al descubierto los aros plateados atravesando sus labios vaginales. Una visión excitante y encantadora, lo mismo que el marcado de las siglas en su nalga. Mi Amo me preguntó desde su sitio si yo lo haría.....no necesité meditarlo ni un segundo....." sí, Amo...."Volví a mi sitio en el suelo , el más confortable del mundo para mí mientras la esclava del Amigo de mi Amo se componía de nuevo su falda. Mi Amo me pidió que le descalzase por segunda vez y lo hice con mucho mimo. Cuando sus invitados anunciaron que se iban, ya que era medianoche, me sorprendió lo rapidísimo que se me había pasado la noche y miré tanto a mi Amo como a su Dama pensando si también se irían o se quedarían a dormir. Después de las despedidas y de la invitación de su Amigo a mi Amo para quedar a cenar en su casa, abandonaron el cuarto. Mi Amo entonces se acercó a mí y me dijo..."¿Te ha gustado la velada, esclava?....¿tenía o no tenía razón?"...Pues sí, nuevamente sí la tenía, y sus invitados resultaron tan encantadores, educados y especiales como me había anunciado mi Amo. Gracias.

-mar, esclava de Don Diego

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