Cuando acaba el placer; final
¿lo sabes no?... te llevaste mis alas...
Cuando acaba el placer. Fin
Me gustaría poder decir que fui fuerte y nunca más la busqué, decir que ya no la necesitaba o que la había dejado de querer, pero no. Ella siguió entrando y saliendo de mi vida una y otra vez y yo yo vivía pendiente de su llamada, de la próxima vez, intentando no escuchar a mi cabeza cuando me decía que de nada me servía tenerla solamente en mi cama, pero al final siempre me ganaban las ganas de sentirla mía por un instante, por unos breves momentos, no pensar en nada, no pensar en esa otra persona con la que compartía su vida, no pensar en que se iría con las estrellas, al llegar la mañana era tanto el miedo que tenia a perderla del todo, que me conformaba con lo que me daba puede que todo fuese una mentira pero mentía tan bien que a veces cuando susurraba cosas en mi oído mientras la amaba, conseguía que el corazón se me arrugara en el pecho con la intensidad de sus palabras; me negaba a creer que Daniela fuese capaz de mirarme a los ojos y herirme conscientemente con aquellas palabras.
Y una vez más subía con sus labios por mi cuello, lento, con calma, como si todo el tiempo del mundo nos perteneciera, como si afuera de mi cama no existiese un hoy ni un mañana, enredaba sus piernas a las mías, haciéndome sentir que esta noche era ella la que mandaba pero a mí me volvía loca cuando sus manos se volvían sutiles, ese escalofrío cuando sus dedos apenas rozaban mi piel, cuando se enredaba en mi cuerpo como una serpiente volviéndome loca intentando alargar hasta el infinito mi placer, buscando la caricia más sutil, el movimiento más certero regalándome siempre ese momento antes del momento, ese instante en que nada importa, en el que todos tus sentidos te abandonan, esa era su magia, lo que me volvía loca, su forma de darse, de entregarse a mí, su forma única de regalarme esos instante, ese segundo único antes de que se desate el placer Daniela lo conseguía una y otra vez, solo ella sabia llevarme a ese momento, a ese decima de segundo en la que sabes que vas a estallar y alargarlo aun un poco más, ese microsegundo en el que aferrarte a su cuerpo, buscar sus labios para acallar unos gemidos que ya no se pueden contener, tensarse, arquear la espalda dejarse ir solo ella era capaz de construir esa decima de segundo de placer antes del placer para mí.
Y paso otra vez, vino a buscarme y volví a caer como las cien anteriores, que se yo, ella me buscaba y yo no sabía o no podía decir no, tal vez para ella fuese un juego pero para mí para mí no. Apenas hablábamos, evitábamos hacernos daño, pero yo podía sentir como cada día la perdía un poco más, como se alejaba como inevitablemente llegaba el final
Daniela era como una droga que corría por mis venas, una adicción que no podía ni sabia como superar, era por eso por lo que me conformaba con lo que ella me podía dar, una noche, dos, tres, ¿Qué más?, pero algo en mi interior me gritaba que a partir de esta noche ya no habría más.
- esta vez no vas a volver ¿verdad?
- Y vos como sabes eso?
- Lo se
Otra vez inventaba mil excusas, me daba cien vueltas intentaba explicarme su marcha, otra vez a Caracas, esta vez sin retorno, no había nada para ella aquí, yo no era nada, ¿Cómo podía decir todo esto mientras me acariciaba la espalda? intenté suplicar que se quedara pero ella había elegido, y había elegido a su familia, a su país a la vida que llevaba allí, yo también elegí una vez deje algunos "amigos " en el camino junto con el respeto y la comprensión de mi familia, pero la elegí y lo haría otras mil veces si tuviera que elegir
- ¿me has querido alguna vez?
- Dudás de eso?
- Si
- No dudés flaca
dudaba, dudaba a cada rato a cada instante, por mucho que la tuviera conmigo, aunque hubiese dormido a mi costado casi por dos años, por mucho que me lo dijese, dudaba, dude todo el tiempo, porque creía que para ella solo era un juego, no quería luchar, no quería que yo lo intentara, echaba por tierra mis sueños, esos en los que ella siempre estaba, destrozaba mi mundo futuro, ella, yo ,algún lugar para ambas todo se esfumo con su marcha hacía mucho ya que de aquellos sueños no quedaba nada.
( )
Volvía a trepar por mis caderas, una última vez me decía un último beso, una última caricia, una última mirada qué difícil es saber que estás perdiendo a alguien y no poder hacer nada; mas besos, mas amor, más ganas otro momento antes del momento, otra profunda mirada, miles de palabras calladas cuando ella no estuviese yo ya no tendría nada.
Pero ella volvía una vez más a la carga, subía por mi espalda, podía sentir mi piel consumirse de deseo bajo sus palmas, a cada soplo de su respiración en mi piel mi bello se erizaba, no quedó un milímetro de mi cuerpo que no tocara, que no repasara con sus dedos, era como si quisiera grabar en su mente una imagen perfecta de mi cuerpo; mis labios, mi cuello, mis pechos, la circunferencia perfecta de mi ombligo, los dos huesos de mi cadera subió a beber de mi boca mientras su mano se perdía entre mis piernas reconociendo un camino mil veces andado, pero a la vez nuevo a cada paso encontraba como siempre el lugar adecuado para cada caricia, la presión justa para encender mi ya casi exhausto deseo mordía mi labio inferior consciente de que sabia como volverme loca un movimiento casi imperceptible, el calor de su sexo en el mío . Millones de mariposas invadiendo mi vientre, me incorpore un poco buscando sus labios, gemidos ahogados en mi garganta, los suyos, los míos volví a dejar mi peso sobre la cama, una gota de sudor resbalando por su garganta siento como me invade ese cosquilleo, ese placer antes del placer, esa sensación inconfundible que me anuncia que voy a tocar el cielo otra vez lo sabe, lo sé
- miráme Ana - susurrando en mi oído como si sus propias palabras le quemaran-
Llega el placer, sin resistencia sucumbo a él, vuelvo a tocar el cielo por unos instantes, me pierdo en sus ojos verdes una vez más, disfruto de esa fracción de segundo en la que mi cuerpo se sacude por última vez me revuelvo aun agitada. Ella abajo mía, intentando calmar su sed con la mía, mis dedos en sus entrañas, buscando el sitio exacto, ese que la hace explotar rápido, sus ojos clavados en los míos, como queriendo decirme algo ¿Por qué amarla hoy me tiene que doler tanto?... un último beso, un último abrazo le gana a las ganas el cansancio me dormí con ella aferrada a mi espalda, consciente de que había perdido la guerra y la batalla.
( )
Era invierno y aunque hacía rato ya que había anochecido y parecía que el diluvio universal se cernía sobre la ciudad, yo, salí a correr y corrí, como si quisiera huir del dolor que me provocaba su marcha y seguí corriendo hasta que la lluvia se mezcló con mis lagrimas hasta que la sensación de estar sin aire sustituyó a aquel nudo que tenía en la garganta y que me hacía vivir en la agonía pero continué mi marcha, corrí y corrí con la lluvia calando mis huesos, con el frio amenazando con congelarme los pulmones, corrí hasta que los músculos de las piernas me ardieron, hasta que mis pulmones parecieron estallar por el frío y el agotamiento yo no podía mas pero ella me seguía doliendo.
En mi cabeza se sucedían imágenes de mi vida con ella, Daniela lo ocupaba todo dentro de mí, desde aquellos primeros besos que le día llena de miedos, a aquel sentimiento de rabia e impotencia que lleno mis días sin ella, todas aquellas locuras que primero hice por tenerla conmigo y luego por qué no la tenía ella era todo, todo lo que era y lo que sentía pero ella solo me mentía su amor era una mentira la Daniela que yo conocí era una mentira pero aquella mentira me hacía sentir el corazón chiquito cada vez que sus labios rozaban los míos
Y ahí estaba ella, bocabajo en mi cama, con su pelo revuelto en la almohada, la espalda desnuda, descansando como si mañana no fuese el ultimo día de mi vida, solo mañana y yo allí, frente a ella, calada hasta los huesos, exhausta, intentando no llorar cada vez que pensaba que se marchaba, pero era demasiado orgullosa para permitir que ella viera mis lagrimas
- Flaca, te vas a enfermar
- Duérmete, me voy a la ducha
- ¿vos te encontrás bien?
¿Cómo podía preguntarme eso? ¿Acaso no lo sabía? El agua corría por mi espalda, el frio abandono mi cuerpo pero el hielo permaneció en mi alma, ¿Cómo iba a estar bien? Si a partir de mañana solo me quedarían sus recuerdos. Recuerdo cada segundo de nuestra primera vez ella fue mi primera mujer y hubiese querido que la ultima también, recuerdo perfectamente aquella corriente recorriendo mi cuerpo la primera vez que toqué su piel, recuerdo el miedo que sentía porque no tenía idea de que debía hacer, todas mis primeras veces fueron con ella, todas mi primer beso con una mujer, la primera vez que la vi desnuda, la primera vez que la acaricié, la primera vez que sentí que me perdía en aquellos ojos verdes de gata que tanto me gustaban, la primera vez que note el peso de su cuerpo sobre el mío, su piel con mi piel aquella mágica primera vez, a mi me descubrió lo que quería que fuese mi vida, a ella simplemente lo que no debía ser la suya irónico.
Daniela me gritaba que volviera a la cama, que hacia frio, todo era como siempre, como si mañana no significara nada
- ¿te encontrás bien?
- Si ¿no me ves?
- Por eso, porque te veo y porque te conozco
- No quiero hablar de eso, no quiero
Que le iba a decir, yo podía luchar contra el mundo, intentar hacer algo con su familia, intentar que sus papas comprendieran que la amaba, intentar demostrarles que su decisión no era mala, podíamos vivir aquí, podía darle todo . Pero no podía luchar contra ella, contra ese sentimiento que vivía en lo más hondo de su ser y que la hacía pensar que estar conmigo no estaba bien, tal vez si para estar en mi cama pero no para tener una vida en común ¿Cómo podía seguir con ella después que me dijo eso?, debí echarla de mi vida y de mi cama, pero soy una cobarde de mierda que sabe que sin ella mi vida se resume a nada maldita sea esta manera mía de amarla a pesar de que me mate el alma.
- ¿querés que me vaya a dormir a mi casa?
- ¿quieres irte?
- No, pero no quiero lastimarte mas ¿viste?
- ¿mas? ¿acaso puedes?
- Siento tanto todo esto, me mande una cagada con vos, lo se
- Déjalo así
- Siento tanto todo esto flaca, siento no poder vivir contigo esa vida que vos querés, siento no poder ser fuerte, pero no quiero tenerte más tiempo esperando por algo que no va a pasar, vos no sos la vida que yo quiero vivir, no lo sos.
Lo tenía claro, ella no quería ser lesbiana,( manda huevos), lo que no quería era que lo supieran los demás, que la señalaran, que la miraran raro, no quería tener que enfrentarse a ella misma por mí, ya estaba, ella se iría, yo me quedaría y intentaría buscar mi vida en otro lugar, buscar esa mujer que desease que la tomara de la mano cuando paseásemos, a la que no le importara que la besara en la entrada del cine y que no se muriera de vergüenza cuando tuviese que reservar una habitación en un hotel una mujer que me amase y que enfrentara el mundo por mi una mujer que no sería ella y a la que yo no sé si podré ¿amar?...
Quería abrazarla, apretarla por última vez contra mi pecho y dejar de sentir que la vida se me escapaba con ella, ella era lo que me corría por las venas, lo que hacía a mi corazón latir, ella era todo para mi, cuando la conocí fue como si hubiese pedido un deseo y dios me lo hubiese concedido multiplicado por mil, eso era ella, lo que siempre esperé, lo que anhelaba, lo que ya no tendré
- Daniela ¿te pido algo?
- Dale flaca, esta noche es tuya
- Miénteme necesito que lo hagas hazme sentir que me amas
- Sos una terca Ana ¿me estas cargando flaca?, ¿ pensás que no te quiero? Hacélo, ¿ ya que importa?, pensálo, odiáme por eso, te será mas fácil olvidarme
Dice todo esto mientras se levanta de la cama y se empieza a vestir junto a la mesa del escritorio como me gusta el color de sus ojos cuando se enfada se vuelven más verdes y parecen de gata me acerco a su espalda, beso su nuca, ¿Qué tendrás amor que tu piel me llama? Aparto su pelo, pongo mis manos en sus pechos, inclina su cabeza hacia delante pego mi cuerpo a su espalda, se retuerce buscando mi boca ahy amor, te vuelves de goma cuando el deseo te llama...te siento en a la mesa, me besas, veo fuego al mirarme en tus pupilas, me abrazas, te me pegas a la piel, recorres con tu lengua mi garganta, subes a mis labios, te aferras a mi espalda, "te necesito" me susurras con cada beso, me quemo en este fuego que me corre por dentro te empujo hacia atrás, te apoyas en las palmas, mi lengua desde tu pubis a tu pezón, a tu garganta, a tu oído, buscando la tuya en tu boca, mis manos en tus muslos, en tu espalda, bajando por tu cadera, acariciando tu ombligo, un brazo rodenado tu cintura, la otra mano buscando tu sexo, intentando hayar el camino que te haga subir al cielo, tu interior es como un volcán a punto de explotar un dedo, dos, tres, me pides mas buscas mi boca, ya esta, vas a llegar lo se, tu mano en mi nuca me atrae hacia ti, me besas, tus manos se aferran a mi cuello me miras a los ojos "te amo Ana", me desarmas, apoyas tu frente en la mia y en ese momento estallas
( )
Llegue corriendo al aeropuerto y allí estaba, sentada sobre una de sus maletas esperando para embarcar, creo que intuyo que la miraba porque levanto la cabeza al instante y en sus ojos había lágrimas.
- ¿Qué hacés acá flaca?
- Rogarte ¿Qué más?
- Ya te dije, ¿acaso vos no entendés? andate
- No, no entiendo, no entiendo que me pidas que me resigne a perderte, así sin más, Daniela te amo ¿no lo entiendes?
- Iría al fin del mundo detrás de ti ¿no lo entiendes? Solo pídemelo por favor
- No me hagas esto flaca, no nos lastimemos mas
- Algún día Daniela, conocerás una mujer que te parará el tiempo, el mundo, te regalará una primera mirada y sabrás que estas perdida, que todo lo que te queda por hacer en la vida es estar con ella, amarla, sentirás que tu mundo es ella, y entonces, querrás luchar y aprender a vivir una vida con ella no importará nada, ni ese tipo con el que vives, ni lo que opine nadie, solo podrás amarla
- ¿Cómo sabes eso?
- A mí me paso contigo
Por un instante creí ver una duda en sus ojos, creí que me iba a decir que me necesitaba hubiera mandado todo al diablo si hubiese dicho una sola palabra, pero en lugar de eso, cogió mi cara entre sus manos y me besó suave los labios, nunca antes lo había hecho en público, apoyó su frente en la mía la guerra estaba perdida
- Perdonáme flaca
Por megafonía anunciaban el embarque en su vuelo y mientras se separaba de mi no paraba de repetir que lo sentía echó a andar por el pasillo, dio su billete la esperanza se desvanecía
- Daniela, joder Dani!!! No me hagas esto
Grite su nombre pero ella ni siquiera volteo a mirarme la perdía, la amaba más que a nada en mi vida y la muy cobarde se iba
- Daniela !te amo! ¿me escuchas? ¡te amo¡
Por un segundo creí que voltearía pero no, se paró en seco y agachando la cabeza segundos después volvió a continuar su rumbo hasta que desapareció de mi vista Daniela salió para siempre de mi vida
Princesa, ¿ya sabes no? , quise ser libre y aprender a volar sin ti pero te llevaste mis alas
FIN.
PD: como siempre esperando que les guste; espero sus comentarios, agradeciendo a todos los que han dedicado un instante a comentar mi historia. Agradecida siempre.
Cachorra.