Cuando acaba el placer (2)
Hoy no necesito de tus palabras, tampoco de tus mentiras, simplemente no te necesito en mi vida.
Cuando acaba el placer 2
No voy a mentir, ni a decir un topicazo de esos que nos gustan tanto no sueño contigo, no lloro tu ausencia a cada rato, no me maltrato pensando en donde o con quien estarás, ya no lo hago, en lugar de eso tengo el corazón como recubierto de hielo, la vida no me toca, el dolor no me llega llevo un anillo en el dedo que me recuerda que el frio que siento por dentro lo provoca tu ausencia , que fuiste tú la que dejo mi vida en ruinas, que es por ti por quien desde hace tanto tan solo me dedico a sobrevivir, a dar y recibir placer de un cuerpo diferente de mujer sé que no es lo mejor, ni lo correcto pero es lo único que tengo para intentar borrar por unas horas tu recuerdo.
Te fuiste aquella noche y de repente todo mi mundo enmudeció, tu enmudeciste, tu teléfono, tu mail, todo lo que te pertenecía se marcho contigo, nunca más supe de ti, a pesar de que cada noche me moría pensando en que sería de ti, si tal vez en algún momento del día un recuerdo mío cruzaría por tu mente y te arrancaría aunque fuese una fugaz sonrisa cada noche me moría, pero sin morir, porque jamás podrás imaginar como mi hirieron todos aquellos días y noches sin ti y hoy, sin más vuelvo a tenerte aquí, frente a mí,
Sé que eres tú, mi subconsciente no me engaña, son tus ojos, tus labios, tus palabras, ese acento tuyo que me volvía loca cuando tu, deseosa, querías prender mis ganas; son tus ojos verdes de gata quiero hablar, articular palabra, pero en mi mente se amontonan las palabras que no saben ni pueden acudir a mi garganta soñé tantas veces con volver a tenerte enfrente mía que ahora, en el fondo, tengo miedo puedes volver a dejarme en ruinas
Pronuncio tu nombre con una voz que ni siquiera parece la mía, te volteas sorprendida, después de estos dos años todavía podías matarme con tu sonrisa, estabas en España y yo ni siquiera sabía en tus ojos creí leer muchas cosas, pero lo peor fue reconocer el miedo, el miedo de volver a verme tal vez, el miedo de saber que algunas explicaciones no iban a poder esperar más y por fin tu voz acarició mis oídos, ¿Cómo olvidar esa cadencia tuya al hablar? Como se alegro mi corazón al escuchar esa palabra con la que me solías llamar
Pedí explicaciones que creí que me correspondían, pero sé que tu solo dijiste aquello que te convenía, te escuche hablar, dar cien rodeos a la misma historia una vez más, para acabar como la ultima vez, haciéndonos más daño, hiriéndonos más, diciendo cosas que hicieron más grandes las heridas y más obvias las creencias
Intente explicarte que yo solo necesitaba una llamada, escuchar tu voz para saber que estabas bien, que estar sin mí no te mataba, no te cambiaba, saber, en el fondo que era yo la única que echaba en falta respirar el aire que tu respirabas te escuche en silencio, sin querer hacerte más reproches, sin querer echarte cosas a la cara pero al final me mataste con tus palabras.
- ¿y vos que querías? Sé que te lastimé, que te dejé y ya, que te partí la vida en dos, estoy consciente de eso, pero te dije, no le iba a contar a mis papas, acá es fácil, pero allá, allá todo es difícil con esto, allá solo sería un vida difícil, llena de comentarios de mierda, de miradas ¿Qué querés? Ya te dije, no podía ser viste
No quería ni podía escucharla más. Y acto seguido seguí mi camino intentando no prestar atención a todo lo que Daniela venia casi gritando atrás mío, intentaba justificarse, no sé, ¿Cómo te justificas cuando pierdes a alguien simplemente por no luchar?, creo que no se puede, así que me encaminé a mi casa pensando en que sería mejor no haberla visto mas y seguir manteniendo la esperanza de que tal vez algún día juntas podríamos luchar idiota este corazón herido mío no puede hacer otra cosa que pensarte a cada instante.
Y contigo en mis talones diciéndome cosas que ni siquiera me molestaba en oír llegue a mi portal dispuesta a no mirarte, a no escucharte, a no sufrir por ti mas, dispuesta a cerrar esa puerta tras de mí y hacer de cuenta que nunca habías pasado por mi vida con la fuerza de un ciclón, pero tu aun podías herirme un poco mas
- Escuchame, por favor, escuchame dale flaca, oíme
- Di lo que tengas que decir y lárgate no quiero verte mas, ¿entiendes? Cada vez que te apareces a mi vida me la dejas patas arriba y ya no quiero más Daniela
- Es que no entendes flaca no tenía nada para ofrecerte allá, solo una vida de mierda, juzgadas siempre, una vida difícil ¿querías eso flaca?, no entendés, ¿Cómo explicále a mis papas que me moría de amor por una mina?
- Igual que intentas explicarme a mí que eres una cobarde de mierda
Se hizo uno de esos silencios incómodos en los que siempre acaban pesando más las cosas que no se dicen que todo lo que uno piense decir ya no quería mas de ti, ni de tu recuerdo, ni del dolor que me causabas, ya no quería nada que viniera de ti necesitaba ser fuerte y seguir, cerrar aquella puerta tras de mí y dejarte a ti del otro lado para siempre, pero supongo que el destino me reservaba otros planes
- Flaca llevo algún tiempo con un tipo
- Define algún tiempo
- Más de un año
Y cerré la puerta, pero aunque ella se quedo del otro lado, el dolor atravesó aquella puerta destrozando todos los recuerdos de momentos pasados, que yo, celosamente, había mantenido a salvo de mi dolor estos años
( )
Alguien quería fundirme el timbre, que insistencia, y yo con aquel dolor de cabeza, abrí la puerta sin más, pensando que seguro seria carol que no traía llaves, cuando al girarme en el salón la vi ahí parada, mirando no se qué punto en el suelo, seguramente y se estaría mirando los zapatos, aun no perdía esa costumbre cuando estaba nerviosa.
- Daniela ¿tu no entiendes? No quiero verte mas, ya, vete y no vuelvas ¿no te das cuenta que me haces daño? ¿Qué te miro y el corazón se me hace pedazos?
- Flaca
Pero yo ya no quería jugar más, quería hacerle daño, hacerla entender que me había lastimado, que ya no la quería más en mi vida. Y entre otras cosas que se que la lastimaron se me ocurrió decir:
- Que pasa ¿tu macho dominante te dio permiso de venir?
No la vi venir, pero el sonido de su mano chocando con mi mejilla fue inconfundible
- La concha de tu madre flaca ¿Por qué no dejás la joda? Yo solo quería
Y me tire el farol ya estaba perdida, aunque tal vez solo quería verla herida
- Dilo, sexo, ¡¡¡querías sexo por que el idiota ese que está contigo no tiene ni puta idea de cómo dártelo ¡¡¡
Esta si la vi venir pero no llego a su destino, sujete su muñeca fuerte y tire de ella hacía mi, y poniendo mi mano en su nuca la bese, con rabia, arrinconándola contra la pared, sujetando aun su mano tras su espalda, escuchando mi nombre pero sin hacer caso, besándola llena de rabia, queriendo dejar en sus labios el dolor de todos estos años... en el pecho me ardía el coraje de pensar que donde ahora estaban mis manos todo este tiempo habían estado otras, que la boca que me besaba, la lengua que me invadía, besaba otra boca que no era la mía, pegue un tirón a su camisa, algunos botones rodaron al suelo, pero me dejaron a la vista un sujetador de encaje negro estaba siendo un poco bruta pero la prisa y el coraje me invadían, quería hacerle saber que aun era mía sentí sus manos meterse debajo de mi camiseta, sus labios buscar mi cuello pero no podía, me separe de ella, solté su brazo, deje sus labios, aparte mi vista de aquellos pechos que me llamaban a gritos no podía ser así, tratarla como a todas las demás no podía
- Vete Daniela , ¡ vete¡
- Pero flaca
- Vete, no quiero tenerte así a ti no
- Pero ¿Por qué no?
- Porque así puedo tener a la que me dé la gana, ¡vete¡ (no quería llorar, debía ser fuerte)
- Pero
Tras unos instantes de duda la vi acercarse a mí con aquella mirada me mataba y lo sabía, sentir su aliento en mi oído y sus manos bajo mi camiseta era más de lo que mi cuerpo estaba dispuesto a aguantar
- ¿y si te pido amor Ana?
Y me beso de aquella manera que yo ya no recordaba, de esa forma en la que solo ella lo hacía, y se cayeron todas mis murallas, todas mis defensas, y al roce de sus manos cada centímetro de mi piel parecía reconocerla. ¿Y qué podía hacer? ¿Rechazarla? Sé que era lo que debería haber hecho, por orgullo, por dignidad, pero no pude, sus labios en los míos y sus manos en mi cadera era más de lo que podía aguantar, así que cuando puse mis manos en su trasero y la apreté contra mí, mi sentido común y mi mente salieron por la puerta y ya solo pude pensar en una cosa ella,
Subí y baje por su cuerpo con mil besos con mil caricias, reconociendo cada rincón que antes fue mío, sintiendo el coraje arder en mi pecho, por saberla de otro todo este tiempo y me odie, me odie por no poder hacer con ella lo que hice todo estos años con las demás, sexo sin más, buscar placer en un cuerpo desconocido a la vez que lo das, pero no, era ella y todo era diferente, en cuanto mis manos reconocieron aquel tacto de su piel, y a mi nariz llego aquel olor que conocía tan bien todo el coraje de mi pecho desapareció y allí solo se quedo ese inmenso amor, mi amor
¿Cuántas veces recorrí su cuerpo? Unas veces con mis manos, otras con mis labios, intentando atraparla en un abrazo que durara por siempre; vi su cuerpo temblar con mis caricias, su piel erizarse al contacto de mis labios con mi saliva, escuche de sus labios entreabiertos palabras inconexas que a veces no entendía y que otras me suplicaban por mas, más adentro, mas rápido mas placer; intuí su mirada perdida cuando se perdía irremediablemente en aquel mundo imaginario que cree para ella, en aquel mundo en el que solo importábamos ella y yo, el amor, el placer, las mil y una sensaciones a las que podían reaccionar su piel. Aquel olor tan suyo, a mujer, que me embriagaba los sentidos y me hacia viajar a sitios a donde hoy se que no volveré, ese olor que me volvía loca y daba una dimensión desconocida a la palabra placer.
Y así gaste la ultima tarde con ella, subiendo mil veces con mi lengua desde su ombligo a su mentón, recreándome en el hueco entre sus pechos, oyéndola gemir, perdiéndome dentro de ella, atrapando su pezón entre mis dientes, acariciando cada porción de su cuerpo con mi cuerpo, con mis manos y así me quite el coraje de pensar en esas otras manos, en ese otro cuerpo que ahora era el dueño de su piel, me sentí por un instante ladrona de unas caricias que antes habían sido mías pero que ahora eran de el...ya no me pertenecías, no importaba que tus gemidos se ahogaran hoy en mi garganta, ni que tus uñas se enterraran en mi piel, no importaba que tus manos recordaran la forma exacta de hacerme enloquecer. Hoy ya no eras mía
Y así, mientras su cuerpo se contorsionaba debajo mía con mis dedos atrapados en sus entrañas por enésima vez, nos agarro la madruga, exhaustas, abrazadas, con el miedo de pronunciar las palabras equivocadas, esas que se salen solas cuando de verdad se ama, pero no dijo nada, nada que me llevase a entender que podría hacerla volver conmigo, luchar, y me dormí sin más, con la certeza de que cuando despertara ya no estaría conmigo, con la calma del que ya nada espera
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Los primeros rayos de sol entraban por mi ventana, te escuche por la habitación buscando tus cosas, me negó a abrir los ojos, quizás si no te veía marcharte me dolería menos te sentaste a mi lado en la cama, sentí tu mano apartando el pelo de mi frente, posaste tu mano en mi mejilla, podría jurar que había lagrimas en tus ojos, pero los míos siguieron cerrados cuando ya te ibas agarre tu mano, sin moverme, sin buscar tus ojos, sin querer retenerte y se me escapo un te amo un sollozo casi inaudible se ahogo en tu garganta y acto seguido escuche tus tacones ya casi lejanos atravesando el salón, se cerró la puerta, todo había acabado, esta vez no me habías dejado, era yo la que ya no quería retenerte.
Y abrí en mi mente aquel lugar que te pertenecía, aquel en el que celosamente guarde todos y cada uno de los mejores recuerdos que nunca tendré. Yo, que fui valiente solo porque tu lo necesitabas, que trate de calmar tus miedos cuando yo estaba aun mas asustada , yo que te di mi vida yo que en este instante irremediablemente te doy por perdida.
P.D. espero que esta segunda parte no les haya decepcionado, porque la verdad que después de los buenos comentarios a la primera he dudado mucho en sí debería contar o no este desenlace. Espero por lo menos que no sea una decepción. Espero sus comentarios que son la mejor valoración y como no la mejor compensación.
Cachorra