Cualquier cosa por aprobar 2
Marta se ha convertido en la putita de su profesor y pasa un gran día con él..
Marta todavía no se podía creer lo que había hecho con su profesor. Había follado con él, ¡en el polideportivo del instituto! Y no solo eso, sino que había accedido a ser su puta particular, le había prometido que haría todo lo que él le dijera… ¿y lo peor de todo? Que le había encantado.
Se sentía rara, pero a la vez solo pensaba en repetirlo. No dejaba de darle vueltas a la situación, de recordar todo lo que había ocurrido. Habían sido unos locos, a esas horas la mayoría de la gente ya se había ido del instituto, pero aun así les podría haber visto alguien y ella se hubiera muerto de vergüenza, claro que en ese momento eso era lo último en lo habían pensado.
Al día siguiente no le tocaba gimnasia, asique no pensaba ver a Alex, la verdad es que no sabía muy bien como debía actuar. En el recreo estaba sentada en un banco con sus amigas:
-Amiga: ¡mirad chicas! Por ahí se acerca Alex, que bueno está, ya podrían ser todos los profesores así!
-A: Marta, ¿puedes venir un momento conmigo? Tengo que hablar contigo del trabajo que me tienes que hacer para aprobar la evaluación.
-M: claro, voy.
Alex la dirigió hacia una clase que en ese momento estaba vacía para tener un poco de intimidad. Marta se sentó encima se la mesa del profesor y Alex se quedó de pie delante de ella.
-A: ¿cómo está hoy mi putita?- le preguntó mientras posaba la mano en la rodilla de la chica.
-M: ahora muy bien…
Alex acariciaba la pierna de Marta, con suavidad, con prudencia ya que estaban rodeados de gente.
-A: verás, he pensado que debíamos hablar del tema de ayer… ya me di cuenta de que te lo pasaste muy bien, eso no puedes negarlo. Quiero que me des tu número de móvil, así cada vez que quiera hablar contigo o verte te llamo y ya está, aquí no podemos correr el riesgo, como alguien se entere de esto me la cargo, lo sabes ¿verdad?
-M: sí sí, no te preocupes por eso, yo soy la primera que quiere que no se entere nadie.- Marta le dio a Alex su móvil y este se lo guardo.
-A: cada vez que te llame o te mande algún sms debes borrarlo por si acaso. ¿Tienes novio Marta?
-M: no
-A: ¿una chica como tú sin novio? Venga, seguro que tienes algún rollo por ahí, o algún chico que va detrás de ti… David sin ir más lejos, se le nota mucho jaja
-M: jaja bueno, algún rollo si que tengo de vez en cuando, ya sabes… y sí, David siempre está intentando que me lie con él…
-A: un chico listo, no me extraña que lo intente- Alex había subido su mano, ahora acariciaba el muslo de Marta y esta, inconscientemente, cada vez habría más las piernas, para facilitarle el acceso.- A partir de ahora soy yo el que manda, así que cada vez que quieras liarte con alguno, deberás pedirme permiso y si te has portado bien, no tendré ningún problema en dártelo. Por cierto, una cosa más, mañana ponte una camiseta con un buen escote, déjame admirar esas preciosas tetas que tienes, que así me alegras un poco la mañana.
-M: vale, me pondré un buen escote para ti
-A: venga y ahora vete, vuelve al recreo con tus amigas, ya recibirás noticias mías.
Marta se bajó de la mesa y Alex le dio un cachete en el culo a modo de broma y se fueron los dos, cada uno por su camino.
A Marta las tres últimas horas se le hicieron interminables, creía que o se terminarían nunca. Su amiga le había preguntado por el supuesto trabajo que le tenía que hacer a Alex, y se había tenido que inventar que si le hacía un trabajo sobre un deporte la aprobaba.
Al llegar a casa no había nadie, sus padres estaban trabajando. Todo el asunto de Alex hacía que se pasara el día excitada, no paraba de pensar en que cosas querría Alex que hiciera con él... deseaba tener noticias suyas cuanto antes, consultaba el móvil continuamente, pero no recibía ningún sms. Se tumbó en la cama a descansar y cuando se quiso dar cuenta estaba acariciándose las tetas. Se quito el pantalón y la camiseta y comenzó a acariciar su minúsculo tanguita, estaba tan excitada que al mínimo roce ya sentía placer. Se quitó el sujetador y acarició uno de sus pezones mientras con la otra mano masajeaba su clítoris. Solo pensaba en Alex, se imaginaba que era él el que le hacía todo eso. Se corrió enseguida, no le hizo falta ni meterse los dedos.
Eran las siete y media de la tarde, ya no pensaba recibir noticias de Alex ese día, cuando de repente recibió un sms: “Coge el autobús, el 50, y bájate en la tercera parada, donde hay un parque muy grande. Te espero en la esquina dentro de una hora con el coche. Ponte sexy putita ;). A.”
Marta se emocionó al leerlo, ¿Qué tendría pensado Alex? ¿A dónde iban a ir?
Se dio una ducha rápida y decidió ponerse una minifalda negra y una camiseta con toda la espalda al aire. Debajo se había puesto una conjunto de lencería negro con unas medias que solo llegaban hasta el final de los muslos. Se puso unos tacones y se miró en el espejo, estaba realmente sexy. Cogió una mochila y metió unos pantalones vaqueros y una sudadera, para que al volver a casa su madre no sospechara, y le dejó una nota donde decía que se iba a estudiar a la biblioteca.
Llegó al parque con diez minutos de antelación y se sentó en un banco. Al lado de ella había tres chicos de su edad fumando y uno de ellos empezó a señalarla y los tres sonreían. Se levantaron y se sentaron con ella en el banco.
-¿Qué hace una chica como tú por aquí solita?
-¿y a ti que te importa?
-Bueno bueno, no hace falta que seas tan borde, solo veníamos a entretenerte un ratito.- uno de ellos le pasó el brazo por los hombros.- ¿Quieres un cigarrillo?
-pues mira, a eso no te digo que no.
-pues chúpamela primero preciosa ;)
En ese momento un coche negro paró en la esquina y pitó
-¡tus ganas cerdo!- Marta se levantó y con paso firme entró en el coche. Nada mas entrar, Alex arrancó el coche y salieron de ahí
-A: hola putita ¿qué hacías con esos tres en el banco?
-M: solo eran unos pervertidos.
-A: ¿qué te han dicho?
-M: que se la chupara.
-A: ¿y lo has hecho?
-M: ¡pues claro que no!
-A: bueno no te pongas así, no es para tanto, no te olvides de que ahora no eres más que una putita, y eso es lo que hacen las putitas, ¿verdad?
Marta no contestó, Alex tenía razón. El semáforo se puso en rojo y Alex freno, en ese momento se acercó a Marta y la empezó a besar, llevó la mano directamente a su entrepierna y la metió por debajo de la minifalda y Marta abría bien las piernas. Pronto se separaron y el semáforo se puso en verde.
-M: ¿a dónde vamos?
-A: a mi casa. Apréndete bien el camino porque otro día no te voy a ir a buscar. ¿a dónde les has dicho a tus padres que ibas?
-M: a estudiar
-A: sí, anatomía no te jode jajaj, anda Martita, acaríciame un poquito la polla…
Y Marta así lo hizo, llevó la mano hacia la entrepierna de su profesor y comenzó a tocarle la polla por encima del pantalón de chándal. A los cinco minutos ya se le había puesto dura, se le notaba un gran bulto en el pantalón, a Marta le gustaba tocarla y veía en la cara de Alex que a él también le gustaba como lo hacía. Alex tenía una gran polla, no era excesivamente larga, pero si gruesa y Marta se moría de ganas por jugar con ella.
Enseguida llegaron a su destino, era un barrio residencial, a las afueras de la ciudad. Alex aparcó el coche y esperó para no encontrarse con ningún vecino, para que no vieran la tremenda erección que tenía. En el ascensor Alex no pudo contenerse y le dio a marta un gran beso pasional, metiéndole mano por todo el cuerpo, pero por desgracia el viaje en ascensor era muy corto.
Cuando subieron a su casa Marta se quedó alucinada, era grande y espaciosa, moderna, y tenía dos plantas.
-A: siéntate en el sofá putita
Marta así lo hizo y Alex se sentó al lado suyo
-A: dime putita, ¿cuántos chicos han tenido el privilegio de follarte ya?
-M: pues… sin contarte a ti, 8
-A: pero seguro que con más de uno has repetido ee jajaj- Alex había pasado la pierna de Marta por encima de las suyas, consiguiendo que la chica quedara bien abierta de piernas, y ya le había empezado a meter mano. Se acercó a ella y metió la lengua en su boca, buscando la lengua de Marta.
-M: jaja si con tres de ellos he repetido unas cuantas veces
-A: estas hecha toda una puta…-en ese momento, la mano de Alex ya tocaba por completo el sexo de la chica, y la falda comenzaba a molestar- anda ponte de pie y desnúdate, quiero que te quites toda la ropa, menos las media, me pones muchísimo con esas medias.
Marta se levantó y empezó a desnudarse ante los atentos ojos de su profesor de gimnasia, que en ese momento se quitó los pantalones, quedándose en calzoncillos, en los que se apreciaba su gran polla erecta.
-A: muy bien putita, y ahora vuélvete a sentar como estabas antes.- Marta así lo hizo.- y ahora quiero que me cuentes la situación más morbosa que hayas vivido con alguno de esos chicos- y comenzó a besar sus tetas con suavidad, deleitándose en sus ya duros pezones.
-M: fue en el viaje de fin de curso del año pasado, con Raúl, el novio de Carla. Desde siempre me está diciendo piropos e intentando liarse conmigo, pero yo nunca lo hacía porque era el novio de mi amiga. Pero el año pasado, estando en el hotel dio la casualidad de que nos quedamos solos en una de las habitaciones, todos los demás estaban en la de al lado fumando.- mientras Marta le contaba todo a Alex, este le sobaba el coño a su antojo, proporcionándole un gran placer a Marta, mientras a la vez seguía la tarea con sus tetas.- Raúl aprovechó que estábamos solos y se tumbó conmigo en la cama y me empezó a tocar el culo, pero yo no hice nada, asiqué siguió un buen rato, hasta que me pidió que le hiciera una paja.
-A: sigue contándome.
-M: pues yo se la empecé a hacer, pero enseguida me empezó a tocar las tetas y me dijo que se las enseñara y yo no quería, asique me obligo a quitarme la camiseta a la fuerza y siguió tocándomelas y a mí me empezó a gustar la situación. El caso es que ya sabes, una cosa lleva a la otra, y me dijo que se la comiera y esta vez si que no puse ninguna objeción y le hice una buena mamada y cuando termine él iba a masturbarme, pero la gente empezó a llamar a la puerta
-A: ¿y te quedaste con las ganas?
-M: esa noche sí, pero al día siguiente volvimos a ingeniárnoslas para quedarnos solos en otra habitación, y el muy cabrón me dijo que si quería disfrutar, debía repetir la mamada, y esta vez desnuda totalmente, así que así lo hice y después él me puso contra el lavabo y me folló, mientras nos mirábamos en el espejo.
-A: joder putita, asique lo pasaste bien ee.- en ese momento dejó de masturbar a Marta y Alex se puso de pie.- ven aquí puta, quiero que termines de desnudarme, y cuando acabes que te arrodilles
Marta se levantó y le quitó la camiseta y comenzó a besar su pecho y fue bajando hasta quedar de rodillas frente a él. Le bajó los calzoncillos y admiró la gran polla que tenía ante sus ojos.
-A: muy bien putita, ahora cómetela enterita
Marta no sabía si le iba a entrar entera en la boca. Comenzó chupando la punta, de la manera más sexy y provocativa que puto. Se la introducía un poquito en la poca y la chupaba con la punta de su lengua, con una mano agarraba la polla y con la otra tocaba el culo de su profesor. Poco a poco fue chupando toda la polla, subía y bajaba su lengua a lo largo de toda la polla
-A: joder lo haces muy bien, los huevos también, no te olvides.
Marta seguía con lo suyo, y llevó su lengua hasta los huevos de Alex, que los chupó e introdujo un poco en su boca. Después volvió a subir y comenzó a meterse la polla en su boca, apretando bien los labios. A Alex le estaba gustando realmente como lo hacía marta. Cuando hubo metido más de la mitad, Alex le agarró la cabeza y la empezó a mover al ritmo que él quería, Marta solo succionaba con sus labios. El rito cada vez aumentaba más y Alex no se conformó con eso, sino que empezó a follarse la boquita de su joven alumna, mientras apretaba con su mano en la cabeza, para dominarla por completo. Consiguió meterle toda la polla en la boca y Marta se estaba poniendo roja porque casi no podía respirar
-A: toma putita, comete toda mi polla joder!
Las embestidas cada vez eran más fuertes y a Marta le costaba respirar y de vez en cuando tenía alguna arcada. Alex siguió así un buen rato más, hasta que vio que la chica no podía más, entonces le sacó la polla y se sentó en el sofá. Marta se quedó inmóvil, estaba tan cansada que no podía moverse.
-A: lo has hecho muy bien putita, has aguantado sin quejarte y eso me gusta mucho, por eso te voy a recompensar. Vamos arriba, a mi dormitorio
Ambos subieron las escaleras, totalmente desnudos y Alex con la polla poco una piedra
-A: túmbate en la cama con las piernas abiertas
Marta enseguida obedeció y Alex colocó su cabeza entre las piernas de la chica. Comenzó a besar el vientre de Marta y fue bajando hasta llegar a su coñito, que estaba muy mojado y empezó a chupárselo. Llevaba su lengua a lo largo de toda su rajita y Marta disfrutaba de aquello. Enseguida centro su atención en el clítoris de Marta y a su vez introdujo dos dedos en su chochito. Jugaba con su lengua mientras cada vez metía y sacaba más rápido los dedos. Marta no pudo aguantar mucho, le estaba proporcionando un placer indescriptible.
-M: Alex vas a hacer que me corraaa jode!
Alex continuo el ritmo hasta que Marta empezó a jadear cada vez más rápido y finalmente arqueó su espalda y se corrió mientras Alex seguía lamiéndole el clítoris. Este estuvo un rato más así hasta que Marta no pudo más.
-A: espero que te haya gustado putita, y así no te quejas mucho de lo que viene ahora
-M: ¿qué viene ahora?
-A: tu culito, quiero darte por culo Martita
-M: pero… eso me va a doler mucho
-A: pues te aguantas, que para algo eres mi puta y más te vale no quejarte mucho. Ahora ponte bocabajo y pon ese culito de zorra en pompa.
Marta Así lo hizo. Tenía miedo de que le hiciera daño, pero sabía que no podía oponerse, le había prometido a Alex que haría todo lo que él le dijera. Alex le acerco la polla a la boca y le dijo que se la chupara bien para tenerla lubricada. Marta se la chupó un poco y Alex se fue a coger algo de un cajón.
-A: voy a ponerte un poco de lubricante, para que te duela menos, con lo bien que te has portado no tengo interés en hacerte sufrir.
Alex empezó a extenderle el gel por el culito, masajeándoselo y se puso un poco en su polla. Se puso detrás de Marta y empezó a pasarle su polla dura a lo largo de toda su raja, para que se excitara y no se pusiera nerviosa. De vez en cuando aprovechaba para tocarle las tetas. Después de un ratito así, la agarró de la cintura y apuntó su polla hacia la entrada del culito y con fuerza empezó a empujar. Se notaba muy apretado, le estaba costando peterla
-M: bff Alex me duele mucho….
-A: tranquila, no te quejes y aguanta
Consiguió meterla un poco, le gustaba muchísimo lo apretado que estaba. Y de unas fuertes embestidas empezó a meterle prácticamente toda la polla.
-A: joder Marta como me gusta! Es una maravilla! ¿a ti te duele?
-M: sí, mucho…
-A: pues te vas a tener que acostumbrar porque no pienso parar putita
Marta casi no se quejaba pero le dolía muchísimo. Alex había adoptado un ritmo rápido con fuertes embestidas, le gustaba ver en el espejo como se movía las tetas de su alumna. Al cabo de un rato, Marta se empezó a acostumbrar un poquito y aunque le seguía doliendo, ya no era para tanto, podía soportarlo. Así estuvieron un buen rato hasta que Alex empezó a acelerar el rito
-A: joder puta me voy a correr en tu culo, que gozada!!
Y entonces fue cuando Marta sintió como Alex se corría dentro de ella y la llenaba de su semen. Ambos cayeron rendidos en la cama, exhaustos. Alex había disfrutada de verdad follándose el culo de su putita y a Marta le había quedado un gran dolor.
-A: puedes entrar al baño a lavarte. Date prisa anda, que se ha hecho muy tarde y tus padres no se creerán que sigues estudiando, te voy a llevar en coche a tu casa.
Marta se aseó y se puso los vaqueros y la sudadera, una ropa que pegaba más con la versión de que había estado estudiando. Ambos bajaron a la calle y se montaron en el coche.
-A: ¿lo has pasado bien hoy putita?
-M: bueno, me ha dolido bastante y ahora me duele el culo, pero por lo demás he disfrutado mucho. ¿a ti te ha gustado? ¿lo he hecho bien?
-A: la mamada ha sido increíble y lo de tu culito lo pienso repetir. Lo que mas me gusta sin duda es lo obediente que eres, y lo poquito que te quejas.
Cuando ya estaban cerca de la casa de Marta, Alex paró el coche.
-A: bueno putita, mañana nos vemos en el instituto, y no te olvides de llevar escote.- y se acercó y la besó durante un buen rato.
Marta bajó del coche y se fue a casa. Por la noche, en su cama, pensó en todo lo que le había ocurrido ese día, sin duda, había estado muy bien…