Cruzando guantes - Capítulo 4

Las dos boxeadoras se encuentran cara a cara en privado

Al día siguiente, a las 10 de la mañana, las dos amargas rivales se encontraron en el gimnasio de la campeona. Quedaba en la parte alejada del pueblo y podrían evitar miradas e interrupciones.

-Campeona de mentira.... inflada por los medios. Sin protecciones te hago mierda. -siseó La Pantera cuando se acercaban al ring.

-¿Querés que peleemos sin protectores? ¡Perfecto! Te voy a dejar linda a trompadas, hija de puta. -replicó La Leona con los dientes apretados.

De esa manera, ambas irían con las zapatillas y medias, tanga y corpiño. Animal print de leopardo para la retadora y el mismo motivo pero en dorado para la anfitriona. Habían seteado el cronómetro para que les indicara el inicio y final de cada asalto y el tiempo de descanso. Cada una tenía una botella de agua mineral con pico vertedor al lado de la columna de su rincón.

Se colocaron los guantines de entrenamiento y las dos miraron el reloj en la pared. Un minuto faltaba.

-Ahora no te va a salvar nadie, negra de mierda. -espetó Analía.

-Lo dirás por vos... puta envidiosa. -replicó Mercedes con igual desagrado.

Se miraron con un fulgor lleno de odio y apenas sonó la campana se lanzaron al ataque arrojando certeros jabs y derechazos que eran bloqueados oportunamente. Durante casi un minuto intercambiaron golpes sin resultado mientras giraban en el centro del ring.

Hasta que Mercedes eludió una finta y contraatacó con un derechazo que hizo que su rival ladeara la cabeza con un gruñido. La réplica no se hizo esperar y ambas se dieron más preocupadas en atacar que en defender, sacudiéndose los bellos rostros hacia atrás y a los costados con cada nuevo impacto.

La campana sonó y las dos retrocedieron, con la respiración levemente acelerada para regresar a sus rincones y hacer un buche refrescante con agua.

-Espero que no te hayas cansado, vieja puta, porque yo todavía ni empecé a calentar. -siseó La Pantera.

-No me hagas reír, pelotuda. No me hiciste ni cosquillas.-la campana sonó.