Cruzando caminos: Encuentros 3/4

Vi sus ojos brillar en aquella oscuridad, mire a mí alrededor pensando en que caería plasmado, sin embargo ninguna parte de mi cuerpo reaccionaba, era como si esos ojos volvieran a atraparme en un profundo abismo, y al mismo tiempo llenaran mi corazón de un alivio que avía perdido hace rato.

ESPERO LES GUSTE…

Nati

Desperté ya bastante tarde, eran alrededor de las 11am, primero me asuste ya que pensé que tenía clases en la tarde pero luego recordé que era sábado, agarre mi celular intentando ver si no tenía nada y allí vi un mensaje de David que decía “Esta noche te esperamos” ahí fue cuando recordé sobre la salida que teníamos planeado.

Llame a Cami al celular y esta me contesto un poco molesta, seguramente la desperté de su sueño reparador.

-¿Qué puede ser tan importante que me llamas un sábado a esta hora?-me decía sin siquiera saludarme.

-¿Vas esta noche?-pregunte sin rodeos.

-¿Esta noche?-parecía perdida- ¡cierto!- dijo de pronto seguramente recordando- SI, voy, pero igual que hacemos, que yo sepa Sam va junto con Erick y los otros dos chicos por lo cual nos tendremos que ir por nuestra cuenta.

-No te preocupes, yo le pido el auto a mi tía y vamos nosotras junto con Ceci-le conteste.

-Perfecto, entonces para las 10pm pásanos a buscar-me dijo.

-Listo, seguí durmiendo-y me reí pero ella ya había cortado antes.

Pensé en levantarme, pero luego vi que el día estaba demasiado lindo como para desperdiciarlo y sin más me volví a dormir, pensando en que debía tener todas las pilas cargadas para esta noche.

Sebas

Era fin de semana por lo cual me levante temprano para hacer toda la limpieza, Fran seguía dormido para cuando yo termine, aunque en realidad no era raro en el levantarse tarde lo que si me parecía extraño era su forma de actuar en los últimos días.

Desde el jueves se mantenía ajeno, callado, y distante, cuando le preguntaba que le pasaba solo cambiaba de tema, era como si algo lo estuviera molestando en verdad, en un principio creí que era porque estaba avergonzado por lo sucedido esa noche en la que se fueron a tomar con Erick pero después me di cuenta que era algo totalmente diferente. Recuerdo que ese jueves entraba tarde a la facu, estaba seguro de que me había dicho que igual iría pero al fin no se fue y luego el viernes dijo que le dolía la cabeza por lo cual tampoco asistió a clases.

Estaba realmente preocupado por el, nunca se había comportado de esa forma al menos no delante de mí, siempre fue cerrado respecto a sus temas personales por lo que yo nunca me atreví a preguntar lo que realmente pasaba en su entorno.

-Buenos días-me dijo saliendo de la habitación y sacándome de mis pensamientos.

-buenas tardes-le dije- te dignaste a levantarte.

-si mama, es que estaba cansado-contesto.

-si fuera tu mama te habría levantado de los pelos hace tres horas atrás-le conteste.

-Ni que fuera tan tarde-me dijo.

-son las 12:30 de la mañana-le dije.

-Por eso mismo te digo que no es tan tarde-contesto riéndose.

-Tu humor volvió-le dije serio mirándolo.

-¿Cuándo lo perdí?-me contesto con un gesto divertido.

-Si estas mejor, me contarías ¿Qué paso?-pregunte ignorando su comentario.

-Nada-me dijo y fue hacía el baño-me lavo la cara y luego desayunamos.

-Querrás decir almorzamos-conteste.

-Es lo mismo-me dijo cerrando la puerta del baño.

Me fui hacia la cocina y puse la cafetera mientras hacia unas tostadas, aun no había desayunado asique me convenía bastante, lleve dos tasas hasta la mesa del comedor y allí acomode todo lo necesario. Fran tardo bastante en salir del baño lo que me dio tiempo a terminar de acomodar unos estantes que me había olvidado.

Cuando Fran salió me encontró en la mesa con las tazas de café y las tostadas. El se sentó en la silla del frente y comenzó a devorarse los aperitivos.

-No me vas a decir-le dije mirándolo fijamente.

-No es nada-contesto sin siquiera mirarme.

-Está bien que no confíes en mi pero me preocupas-le dije tocando un tema sensible.

-Tú sabes que eso no es….-quiso continuar pero lo corte.

-Entonces dime-conteste molesto.

-Tú tienes tus propios problemas-esa frase me molesto más de lo que esperaba.

-Problemas que durante estos meses eh estado compartiendo contigo-le dije y me pare dirigiéndome hacia la cocina.

-Sebas, espera, o vamos, no me hagas esto-me dijo.

-Está bien Fran-le dije-no importa, solo estaba preocupado pero si no quieres contarme está bien, lo entiendo-a decir verdad aunque dijera eso yo quería que él pudiera contarme lo que le estaba pasando.

El se paro y camino hacia donde yo me encontraba, me miraba fijamente a los ojos, manteniendo en su rostro una sonrisa irónica, simulando estar bien cuando se notaba las tristeza que lo inundaba.

Me abrazo tan fuerte prácticamente aprisionándome en sus brazos, queriendo que no me fuera de su lado, deseando protección en un amigo, deseando no cargar ese peso que llevaba encima, deseando tal vez un simple consejo, o palabras de comprensión. Yo le respondí como él lo había hecho cuando yo lo necesite ahora me tocaba de a mi estar a su lado.

-Sea lo que sea, sabes que siempre voy a estar aquí-le dije suavemente al oído.

-Lo amo-me confesó en un susurro.

-Y ¿Cuál es el inconveniente?-le dije un tanto sorprendido, no me imaginaba que fuera algo así, pero de igual manera fuera lo que fuere era algo que lo estaba haciendo sufrir.

-No puedo amarlo-me dijo.

-Todos pueden amar, no hay límites para ese sentimiento- en el momento en que le dije eso él se abrazo mas fuerte a mí, escondiendo su rostro en mi hombro.

-No puedo amarlo a él-me dijo.

-Tonto, ¿Cómo que no lo puedes amar a el?-le dije.

-Sebas, es que tú no entiendes-me dijo.

-No, sino me lo cuentas es obvio que no voy a entender-sonreí levantando su rostro solo encontrándome con esos ojos azules todo aguados.

-Es…-me dijo-… Sebas es mi hermano…-termino de decir mientras escondía nuevamente su rostro como avergonzándose de lo que acababa de decir.

Podía sentir el latido de su corazón acelerándose, como su cuerpo se tensionaba y sus orejas se volvían rojas, pensando tal vez que yo lo acusaría o que me reiría de sus sentimientos. Lo separe de mi momentáneamente y mostrándole una sonrisa en mi rostro le dije.

-Nadie elige los sentimientos, si uno pudiera elegir a quien amar la vida sería mucho más fácil, pero no puedes dictar en tu corazón-mirándolo tiernamente y viendo, por primera vez, como mi amigo largaba una lagrima cargada de sufrimiento.

-Sebas….-se tiro a mi abrazándome nuevamente, parecía un niño no queriendo separarse de mí, de hecho la escena era algo chistosa, Fran era mucho más alto que yo por lo cual tenía que agacharse un poco para poder alcanzarme.

-Me vas a asfixiar si sigues sujetándome así-le dijo riendo un poco y acariciándole el cabello.

-Es que eres muy suave-me dijo- pareces un muñeco-termino de decir mientras volvía a sonreír, una sonrisa que era apenas una mueca pero aun así una sonrisa.

-Debo sentirme alagado u ofendido con eso-le dije riéndome.

-Las dos cosas-me dijo el separándose por completo de mi.

-Ni creas que te salvas así-le dije-aun tienes que terminar de contarme, no creo que sea solamente eso.

-Algunas veces eres tan….-no término la frase y yo dije.

-Ya lo sé, soy tu mejor amigo ¿lo recuerdas?-sonreí sarcásticamente.

-Hay veces en que tu aspecto no concuerda con tu persona-me dijo.

-No cambies de tema-conteste más serio ahora.

Los dos caminamos nuevamente hasta la mesa del living y allí el comenzó a contarme.

-El jueves ¿te acuerdas que tenía que salir y encontrarme con alguien?-pregunto.

-Sí, de hecho desde esa tarde estas bastante raro-conteste.

-Ese día, yo, bueno, ese día me encontré con Cris-me dijo.

-¿Y?-estaba ansioso, conocía a Cristian solo por fotos que Fran me había mostrado, prácticamente no lo conocía en persona pero debido a que su hermanito se encargaba de llenarlo de halagos todo el tiempo era como si lo hubiese conocido de toda la vida.

-No es tan fácil…-me dijo.

-Y eso que no estás de mi lado-conteste sarcástico.

-Como sea, el hecho es que cuando nos encontramos paso algo y bueno todo termino mal-me dijo, mientras que yo le hacía seña para que continuara- la verdad, es que…bueno el me dijo algo y luego yo lo rechace y buen…

-No entiendo ¿qué te dijo?-pregunte.

-Bueno…-el puso cara de cachorro mojado- es que…-parecía no poder continuar.

-Vamos-lo anime mirándolo comprensivo.

-Sebas el me dijo que…que me quería, que me tenía en su corazón y en su mente, Sebas el prácticamente se me confesó-me dijo agarrándose ambas manos. Yo no entendía al fin y al cabo momentos antes me dijo que lo había rechazado.

-Espera, ya me perdí, se supone que el te dijo que te amaba y tu lo rechazaste ¿Por qué?-pregunte desentendido.

-Bueno no me dijo eso textual pero…-dijo intentando zafarse de mi pregunta.

-¡Fran!-le dije ya me estaba impacientando.

-Es que mira…es mi hermano… ¿Qué diría su padre eh?, ¿Qué pensaría de que su hijo fuera gay y peor aun que yo estuviera saliendo con él? Destruiría la familia que mi madre tanto se esforzó en construir, ¿Qué pasaría conmigo y mi madre?-me dijo confuso y frustrado.

-Fran hay veces que eres más tonto de lo que pareces-le dije

-Pero-dijo.

  • Realmente crees que tu madre diría algo, aun mas el Sr. Octavio -su padrastro- nunca seria capas de reprocharte, el te quiere más que a cualquier otro, incluso más que a Cristian, es mas creo que el que estará en problemas si algo pasa será el, por tocarte a ti-le dije en tono chistoso viendo su rostro un poco decaído pero con algo más de luz en sus ojos.

-Eso no es chistoso-me dijo.

-Para ti tal vez no, pero yo sé que es la verdad-conteste con suficiencia, conocía a sus padres desde pequeño sabia como eran.

Ella era una mujer hermosa y de grandes características, graciosa y divertida, amable, confortable, más que una madre parecía una amiga, se comportaba de esa forma. El sin embargo aunque pareciera serio y brusco en el fondo era un padre sobreprotector y caprichoso, trataba a Fran como su verdadero hijo, un padre ejemplar que lo daba todo por el aunque siempre se lo escondiera. Frank tal vez por estar siempre con ellos no veía lo especiales que eran pero, yo que siempre necesite de ese cariño, lo podía saber a la perfección.

-Ellos te aman y al parecer tu hermanito también lo hace-le dije levantándome de la silla y abrazándolo por la espalda.

-Eres demasiado pesado-me dijo empujándome un poco.

-Con tal de levantarte el ánimo hago lo que sea-conteste soltándome de él y viéndolo divertido.

-Ya no tengo ganas-me dijo.

-Pues más vale que las ganas vuelvas, porque si no recuerdas ayer te comente sobre lo de la fiesta de esta noche y tu aceptaste ir-comente.

-Eh ¿Cuándo me dijiste?-pregunto confundido.

-Ayer, cuando volví de las clases te lo comente.

-No, espera, yo te dije que si, ¿Qué estaba haciendo?-pregunto.

-Lo mismo que has estado haciendo durante los últimos dos días, durmiendo-conteste.

-Y entonces ¿Cómo te conteste?-pregunto de nuevo.

-Estabas medio dormido y aproveche-le dije levantando su tasa y la mía llevándolos a la cocina- por cierto te toca lavar esto yo tengo que salir.

-Espera un momento…-me dijo pero yo ya estaba saliendo por la puerta y no lo escuche más.

Mientras bajaba tenía en mente todo lo que me había contado Fran, a veces podía llegar a ser tan tonto, pero aun así no cabe duda de que es muy noble, siempre poniendo a todos antes que a él. Tal vez ya era hora de que yo hiciera algo.



El día había transcurrido con total normalidad. La noche iba cayendo lentamente, cubriendo la ciudad con su tan notable manto negro, prendiendo las hermosas luces que el cielo posaban triunfantes.

Cam, Ceci y Nati habían llegado ya hace bastante tiempo al boliche, ni bien entraron se dirigieron a las mesas que habían resguardado desde antes y sentándose en ellas comenzaron a inspeccionar cada uno de los especímenes que se encontraban bailando sobre la pista en aquel momento, aunque por el horario aun no había algo realmente interesante que mirar.

Sin embargo desde hace rato Cami estaba un poco rara, había algo que le llamaba mucho la atención, miro constantemente a unos chicos que se encontraban un poco alejados de donde ellas se encontraban creyendo reconocer la figura de uno de los jóvenes. Ella sabía que lo conocía pero por las luces no lo podía distinguir con total claridad, en un primer momento pensó que tal vez se trataba de Sam pero luego se dio cuenta de que no era, le pareció extraño, muy extraño e intento acercárseles sin embargo debido a la insistencia de sus amigas por que le prestara atención a la “interesante” conversación que tenían en ese momento dejo de darle tanto importancia. Minutos después vio como sus amigos se iban acercando.



Sam

Habíamos llegado un poco tarde, las chicas nos habían dicho que ellas llegarían alrededor de las 10 y 30pm sin embargo nosotros habíamos salido del dpto a las 11pm. Íbamos apurados pero cuando al fin logramos llegar salimos muy apurados para encontrarnos con las chicas. Erick y Fran decidieron ir a aparcar el auto sin embargo junto con Sebas entramos al boliche con total desesperación ya que cada uno sabia como eran las chicas cuando las dejabas esperando.

-Hola-dijimos ambos saludando a cada una de las chicas quienes nos miraban con unas caras de asesinas.

-¿Tienen reloj?-dijo Cami claramente enfadada, esta vestía un vestido al cuerpo, de color negro junto con zapatos realmente altos del mismo color y su hermoso cabello negro suelto agarrando solo una mecha con una hebilla de pequeños detalles rojizos.

-Perdón-dijo Sebas a mi lado vistiendo un vaquero algo ajustado y una remera azul marino que le quedaba hermosa.

-Fue culpa de Erick el muy idiota tardo un montón en vestirse y nosotros lo tuvimos que esperar-dije yo.

-Hablando de eso, ¿Dónde está ese cabeza hueca y tu amigo?-dijo Nati mirando a Sebas. Mi amiga resaltaba entre las tres, llevaba un vestido rojo algo corto junto con unos zapatos en punta de color negro y collares en el cuello, sus cabellos iba semi recogido por una supuesta coleta que la hacía parecer más alta de lo que era, levantando su porte.

-Aparcando el coche-conteste yo.

-Siéntate Sebas- dijo Ceci quien le dio lugar a este a su lado, ella parecía la más inocente de las tres, aunque la belleza no le faltaba. Ella opto por una calza negra junto con una larga remera de color blanca que era más parecido a un vestido, y unos zapatos con plataforma. Su cabello castaño recogido completamente pegaba a la perfección con su hermosa piel perlada.

-Está bien-dijo este y se sentó a su lado.

-Tú vas a esperar parado a que el niñito (refiriéndose a Erick) regrese-me dijo Cami.

-Ya voy-dije yo y me senté a su lado.

-¡Wau miren eso!- dijo de pronto Natalia quien abrió los ojos como plato mirando hacia la pista de baile.

-¿Qué pasa?-pregunto Cami.

-A las 12 un espécimen de tipo A-dijo mi amiga.

Francamente cuando comenzaban a hablar así me sacaban de quicio, era como si estuvieran hablando en japonés delante de mí.

Lo peor era que no solo Cami y Nat sino que pronto Ceci también comenzó a comunicare con ella de la misma manera. Sebas me miraba incrédulo ante la conversación que tenían las chicas y yo solo le hacía seña dándole a entender que estaban locas a lo que él se reía continuamente.

-Es hermoso en verdad-dijo Ceci.

-¿Qué es hermoso?-dije yo.

-Esto es un tema para solteras asique tú ni mires-dijo Cami.

-Sebas tu tampoco-dijo Ceci.

-Ya que se supone que las trae tan loca-dije yo mirando en la misma dirección que ellas tenían plantados sus ojos desde hace rato.

Luego vi como en la pista de baile se encontraba un chico bastante alto, de cabellos negros un poco corto, cuerpo algo fibrado, pensé que conocía esa espalda, hasta que vi que a su lado bailaba una chica de cabellos extremadamente negros, con una sonrisa picara en su rostro tan conocido por mí, ella tenía un estilo tipo emo con ropa que no pasaba de lo negro o lo violeta y su flequillo tapaba un poco su rostro. Sonreí irónico, “en todos lados los encuentro” pensé.

-De que te ríes-pregunte Sebas.

-No reconoces esos chicos de allá-le dije señalando hacia donde mis amigas también miraban.

-Esos no son…-dijo pensativo- ¡A si! Ya los recuerdo, ellos entraron junto conmigo-“si de despistado lo tienes todo” pensé para mí mismo.

-¿Los conocen?-pregunte eufórica Nat.

-Sí, van junto con nosotros-dije.

-Eh?-pregunto Ceci “otra despistada” pensé nuevamente.

-Ellos están atrás, al lado de Sam-le explico Sebas.

-Ya veo, por eso nunca los vi-dijo pensativa Ceci.

-¿Cómo no ves a una hermosura como esa?-exclamo Nat.

-Seguramente porque tiene otra hermosura que mirar-insinuó Cami a lo que yo la mire sorprendido, sin embargo nadie aparte de mi le prestó especial atención a lo que ella había dicho.

-Sam invítalos a venir-dijo suplicante Nat- tu los conoces.

-Invítalos tu-conteste cortante.

-Sebas por favor pídele a Sam que los vaya a buscar-esta vez Nat recurrió a Sebi que me miro de tal manera que no me pude resistir y me dirigí a la pista de baile hacia donde esos dos se encontraban.


Erick

Nos distrajimos bastante tiempo intentando buscar donde aparcar el auto, Fran iba a mi lado y yo francamente deseaba nunca encontrar un lugar para estacionar al menos así el tiempo a solas con él se hacía más largo.

Desde el día en que salimos a beber no me lo podía sacar de la cabeza, cada vez que deseaba recordar a Sam la única imagen que aparecía en mi cabeza era la de Fran. Intente sacármelo de la cabeza pero era inútil, me traía loco, en verdad me estaba volviendo loco, lo deseaba demasiado mis instintos eran demasiado grandes y yo no los podía controlar.

Viéndolo distraído a mi lado en aquel auto, con esa mirada de perfil que tenia, su rostro perdido entre las luces del aparcamiento, y su cuerpo escultural a mi lado, soñé con tirármelo allí mismo pero los sueños solo son eso sueños.

-Parece que allí hay un lugar-me dijo de pronto sacándome de mis pensamientos.

-Así parece-dije un poco desilusionado.

-Oye-me dijo mientras yo cerraba la puerta del auto con el seguro y prendía la alarma- ¿Qué paso ese día con aquella chica?-me miro inquisitivo.

-¿A qué te refieres?-me hice el desentendido.

-Ni lo intentes-me dijo- vi como esa chica salió detrás de ti, justo después de que tu salieras del baño.

-Intento ligarme y yo la rechace ¿Qué tiene de raro eso?-pregunte.

-Primero, si fue así y tú la rechazarte ¿Por qué tardaste tanto?, Segundo el hecho de que tengas a Samuel lo hace “raro” y Tercero yo no quiero estar comprometido con ningún engaño asique si haces algo así de nuevo te recomiendo que te asegures que yo no esté contigo-me dijo enfadado yéndose asía la salida del aparcamiento.

-Espera un minuto-le dije tomándolo del brazo- déjame explicarte.

-¿Por qué tendrías que explicármelo a mi?-me dijo él, quedando yo completamente sorprendido.

-No quiero que tengas una mala imagen de mí, la minita se me tiro y me detuvo pero juro que no paso nada-exprese con la mayor vergüenza de mi vida, no podía mostrarle la cara tenía miedo de que descubriera el tipo de persona que soy, tenía miedo a que me rechazara.

-Está bien-me dijo sonriendo- te creo, pero espero no hagas nada de lo que luego te puedas arrepentir, Sam es un buen chico, no se lo merecería-me dijo.

Luego de eso salimos del aparcamiento y empezamos a caminar, tenerlo a mi lado era hermoso pero la imagen de Sam distorsionaba todo mi mundo, cada vez que lo nombrábamos era raro, el ambiente se hacía tenso y en mi mente las imágenes de ese día en que lo traicione con esa zorra volvían atormentándome.


Sam

Me fui haciendo paso entre la gente, que ya se había acumulado en la pista, intente no perder de vista a mis objetivos, pero mi baja estatura me lo impidió. En un momento estuve perdido entre los que allí bailaban, pero fui salvado por alguien que me tomo de la mano arrastrándome hacia fuera de la pista. Yo me deje llevar ya que no me quedaba de otra pero cuando al fin salimos pude ver a ese chico de ojos marrones con ondulaciones en su cabello.

-Guapo nos encontramos en todas partes-me dijo dándome un pequeño beso en la mejilla.

-Raúl-le dije sorprendido- me asustaste.

-Es que te veías como un gatito asustado entre tanta gente-me contesto él.

-No me gustan las multitudes y además me estaban aplastando-conteste apenado.

-¿Qué buscabas con tanto fervor que te metiste allí?-pregunto.

-A Laura y Fer-dije.

-que lindo escuchaste Lau nos estaba buscando-dijo Fer abrazándome desde atrás.

-Mi muñequito me buscaba, la mejor noticia que he recibido hoy-dijo Lau copiando lo que Fer estaba haciendo.

-Déjenme una parte a mí-dijo Raúl intentando abrazarme también pero lo pare en seco.

-Entre los tres terminaran aplastándome de nuevo-dije y me aparte de los otros dos- ya vasta saben que no me gustan los abrazos.

-Vamos-dijo Lau- solo un ratito.

-Ni un ratito, Fer unas amigas te quieren conocer, me dijeron que te invitara a la mesa-le dije.

-¿Nosotros podemos ir?-pregunto Raúl.

-Por supuesto-conteste.

-Entonces que esperamos-dijo Lau y camino por delante de nosotros.

-Ni siquiera sabe a dónde es-le dije a Fer.

-Ella se maneja por instinto-contesto.

-Es así desde que la conocí-dijo Raúl- siempre tan libre, a ella no le importa nada, es una chica especial.

-Es allí-le grite a Lau para que se fuera hacia la mesa donde las chicas nos esperaban- de seguro es especial, especialmente impulsiva-dije y ambos chicos que estaban a mi lado se rieron junto conmigo.

-¿Son ellas?, en verdad hermosas-dijo Fernando.

-Wau que rubia infartarte-dijo Raúl.

-La rubia se llama Nat, la morocha es Cami y a Ceci ya la conocen.

-¿Quién llamaba?-pregunto Fer.

-En realidad la primera que te puso en vos los ojos fue Nata pero luego las tres quedaron embobadas mirando como bailabas con Lau.

Cuando dije eso pude ver como Lau comenzaba a saludar a todos mientras se sentaba junto a Sebas y comenzaba a hablarle. Sonreía ante la cara de desesperación que tenia Sebas, mientras Ceci parecía resentida por la presencia de Lau y recién en ese momento comprendí el comentario de Cami minutos antes.

-Qué gran honor entonces iré por la rubia-dijo Fer.

-Ten cuidado que es mi amiga-lo amenace.

-Tranqui que mi objetivo principal eres tu-contesto nuevamente Fer mirándome de manera picara.

-Es un lanzado-dije.

-¿Te habías perdido o qué?-pregunto Cami desde la mesa.

-La verdad es que si-dije yo.

En eso ya Fer se había presentado con las chicas y hablaba amistosamente son Nat. Lau seguía al lado de Sebas quien intentaba escapar desesperadamente. Yo me senté a su lado y distraje un rato a Lau.

Luego de un rato vi como Fran y Erick iban llegando y se sentaban a nuestro lado, rápidamente todos empezaron a hablar y al pasar la noche los tragos fueron aumentando. Erick me invito a bailar y yo lo seguí, Fer y Nat ya hace rato habían salido mientras que Fran y Cami se mantenían tranquilos hablando sobre cualquier cosa. Sebas seguía en medio de Lau y Ceci él, Cami y yo éramos los únicos que se mantenía sobrios.

Empecé a bailar, las luces de colores, el sonido de la música y la gente no era algo que me gusté del todo, de hecho la única razón por la cual salí a bailar era porque Erick me lo pidió casi rogándome osino de seguro me iba a quedar hablando de cualquier cosa con los demás.

-¿Qué pasa?-le pregunte a Erick al ver como se distraía a cada rato.

-Nada, es solo que me empiezo a marear-me dijo.

-Eso es porque tomaste demasiado, mejor vamos a sentarnos-agarre su mano y lo dirigí hacia donde estaban las mesas sin embargo con la cantidad de cuerpos bailando parecía que no podía continuar, y me quede a mitad de camino.

Mire a mi alrededor intentando divisar una salida y cuando al fin encontré una me dirigí a paso rápido hacia ella pero justo en ese momento un chico se cruza frente a mí y ambos caemos al piso.

-lo siento mucho-fue lo primero que atine a decir al verlo caído en el piso.

-no te preocupes fue mi culpa-me dijo y cuando lo vi no lo podía creer.

Sebas

Hace rato Sam había salido a bailar y yo me quede junto con Ceci y Laura la cual parecía estar muy interesada en molestar a Cecilia. Yo sin embargo estaba más interesado en salir del medio de estas dos, ya que si seguía escuchándolas de seguro me quedaría sordo con sus gritos.

-Chicos quieren más bebidas-le dije a Cam y Fran que me miraban divertidos ante mi expresión.

-Si porque no-dijo Fran.

-Voy a traer algo, ¿Qué quieres?-le pregunte a Fran.

-Sorpréndeme-me dijo este.

-Está bien-dije yo y me dirigí hacia la barra.

Descanse un rato de los gritos en mis oídos, pensé en pasearme por la pista pero me decidí por ir mejor a la barra. Llegado allí le pedía a la chica de serbia los tragos que me sirviera algo liviano, ella me lo sirvio y luego me quede alli, deseaba descansar y me puse a ver a los lados. Cuando de pronto...

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Vi sus ojos brillar en aquella oscuridad, mire a mí alrededor pensando en que caería plasmado, sin embargo ninguna parte de mi cuerpo reaccionaba, era como si esos ojos volvieran a atraparme en un profundo abismo, y al mismo tiempo llenaran mi corazón de un alivio que avía perdido hace rato.

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Bueno chicos hasta aquí por ahora, gracias por los comentarios en el anterior relato, se que parece mucha tragedia pero si no estoy mal en los próximos dos cap. todo se calma…Una cosa más, perdonen la tardanza….Saludos… comenten y valoren…