Cruzando caminos: Encuentros 2/4

Esa persona que tenia entre mis brazos, esa persona que representaba a mi novio, ya no era "esa persona" que yo Amaba, ya NO LO ERA.

Gabriel

Llegue a la casa molido, eran alrededor de las 10 y 30 de la noche, quería poder entrar y no darles explicaciones a nadie, solo ir a mi pieza y dormir plácidamente sobre mi cama, dormir para ya nunca despertar permaneciendo en mis sueños donde todo era perfecto, pero huir de la realidad no era un opción.

Entre sigilosamente por la puerta de atrás, las luces del cuarto de mis padres estaban apagadas lo que indicaba que se encontraban durmiendo, abrí con la copia de la llave y caminando unos pasos hacia la cocina, prendí la luz encontrándome con ella sentada en la mesa tomando un jugo.

-¿Se supone que debo creer que estabas en la casa de un amigo?-pregunto.

-No tengo por qué darte explicaciones a ti Camila-le dije y me escondí sigilosamente en la sombra.

Sam

Mire el rostro de Sebas, estaba tan pálido como un papel, mi rostro demostraba incomprensión y al parecer el entendió a la perfección mi reacción.

-Fran todavía no ha llegado, le envié mensajes pero no me contesta, lo llame y tampoco contesto, hace un rato intente de nuevo y su celular me daba apagado-me dijo explicándome.

-No puede ser-dije pensativo- Erick tampoco ha llegado.

-Yo tenía razón, les paso algo ¿verdad?-me dijo casi llorando.

-No tranquilo, apuesto que solo fueron a tomar algo-le dije intentando encontrar una razón- llamare a Erick y él me dirá donde están.

Luego de llamar varias veces al celular de Erick y luego al de Fran (que efectivamente se encontraba apagado) comencé a desesperarme también yo. Junto con Sebas bajamos a la recepción y le preguntamos al portero si no los había visto. Sin embargo este nos negó haberlos visto llegar.

-Sam a ellos les paso algo, y si es mi culpa yo…yo…-me dijo este ya no pudiendo contener las lagrimas, y yo tiernamente lo tome entre mis brazos.

-Tranquilo, nada es tu culpa, apuesto a que ellos están bien-dije mirando por sobre su hombro y viendo como a lo lejos se veían dos sombras llegando.

Mire más claramente confirmando mis sospechas, ellos venían sosteniéndose mutuamente lo cual denotaba que se encontraban borrachos, me separe bruscamente de Sebas y yendo a paso decidido a su encuentro me encontré frente a frente con ellos. Y sin más levantando mi mano derecha, no me resistí a hacerlo.

Sebas

Estaba preocupado, tenía miedo de que por mi culpa Fran y Erick se hubieran agarrado con esos chicos de antes y de que hubieran salido lastimados. Cuando me encontré con Sam me encontraba completamente nervioso, sin embargo el se mantenía sereno ante la situación.

Cuando intentamos llamarlos y no nos contestaban me sentí aun más nervioso, mis lágrimas ya no se contenían sino que fluían con total normalidad, Sam me abrazo como lo hace un hermano y logro calmarme mínimamente. Sin embargo hubo un momento en el que él se aparto de mi, y yendo hacia la puerta de entrada del edificio quedo parado ante dos personas que acababan de llegar, mis ojos llorosos no me permitían ver con claridad y no fue hasta que me los limpie que pude ver como Sam les daba esa cachetada a ambos, dándome cuenta que eran Fran y Erick.

-¡Son unos idiotas de primera!-exclamo Sam mirándolos a ambos con cara de asesino en serie.

Y luego de terminar de decir eso me hizo una seña a mí para que lo ayudara a llevarlos a los aptos.

-No intentes cargar todo el peso o te lastimaras-me dijo a mi preocupado.

-Está bien-conteste.

Y como pudimos llevamos a ambos hasta el ascensor, Fran estaba semi borracho mientras que Erick se encontraba por completo fuera de control.

-Deja de moverte tanto idiota-le decía Sam a Erick, mientras que este ultimo apenas y podía mantenerse en pie.

Llegamos a mi dpto. y Sam recostó a ambos en el sillón mientras yo me iba a buscar unas pastillas.

-Toma esto con cuidado-le dijo a Fran mientras cuidadosamente le daba de tomar el agua.

-Gracias-contestaba mi amigo ya más lucido.

-Sam, me duele la cabeza-decía Erick un poco delirante.

-Aguántate-contestaba Sam sin darle mucha importancia.

Después de eso Sam me dio unos consejos para que cuidara a Fran y él se fue junto con Erick a su dpto.

Sam

Después de verlos llegar de la manera en que llegaron no me resistí a darles una cachetada a ambos, estaban totalmente borrachos, mas Erick que Fran pero eso no cambiaba el hecho de que ambos fueron irresponsables y eso era algo que yo odiaba, aun mas teniendo en cuenta que a Sebas le dio un ataque de nervios por la idiotez de ellos.

Cuando íbamos subiendo el ascensor pude comprobar mis sospechas sobre lo que habrán estado haciendo, ambos olían a mujeres el olor del perfume se podía percibir a la distancia, aunque intuí que Sebas con lo despistado que puede llegar a ser no lo habrá notado. No me importo el hecho de que Fran lo hiciera, al fin y al cabo el era libre pero a Erick sí que se le iba a cobrar.

Llegamos a nuestro dpto. y tirándolo (con todo el sentido de la palabra) en el sofá lo deje allí para buscar una jarra con agua, que termino de rebotar por la cara de mí ahora, desgraciado novio, que sin más se despertó, un tanto despistado, pero aun así reconociendo la persona que tenía en frente.

-Espero te hayas divertido-le dije completamente enfadado y termine por irme al cuarto.

-Sam-me llamo pero yo ya había entrado al cuarto sin siquiera voltearme a verlo.

Erick

La resaca era tremenda, el dolor de cabeza me estaba matando, pude ver como un Sam visiblemente enojado se situaba delante de mí junto con una jarra en la mano, que seguramente fue el transporte para el agua que estaba desparramada por todo mi rostro, pecho y hasta boca ya que había tragado un poco casi ahogándome.

-Espero te hayas divertido-me dijo depositando la jarra en la mesa y yéndose hacia el cuanto.

-Sam-intente llamarlo pero ya era demasiado tarde, el ya había entrado.

Después de estar un buen rato sentado en aquel sillón como pude me levante encaminándome hacia el baño, con la intensión de sacarme esa resaca y ver si podría recordar lo pasado.

Ni bien entre llene la tina con agua fría y tirándome en ella cerré mis ojos recostándome junto con un trapo sobre mi cabeza.

Comencé a recordar que después de salir de la facultad Fran tuvo la idea de salir a tomar algo a algún bar y cuando llegamos allí nos quedamos hasta eso de las 8 de la noche pero cuando ya íbamos saliendo unas compañeras de la facu nos encontraron y nos invitaron a ir a un Karaoke a lo que nosotros aceptamos un poco forzados por sus continuas insinuaciones.

Ya llegando allí empezamos a tomar mas y mas, de momento a otro sentí como mi cabeza empezó a dar vueltas por los efectos del alcohol y el hecho de que Fran se veía muy "cómodo" con una de las chicas, mis celos se apoderaron de mi cuerpo y comencé a "juguetear" con mi "compañera" que muy gustosa se prestaba al juego, con la simple intensión de que él me viera y al menos me dijera que me detuviese pero nunca lo hizo.

Ya bastante tarde, después de unas horas Fran me dijo que era mejor irnos, al ver las constantes llamadas perdidas en su celular después de prenderlo, yo estuve de acuerdo pero antes de partir me fui al baño.

Al no darme cuenta, por el estado de ebriedad en el que estaba, no vi que la chica de antes me había seguido el baño y muy insinuante se acerco a mi cuando me estaba lavando un poco la cara, luego de eso entro en uno de los baños individuales y sentándome en el retrete se sentó ella sobre mis piernas.

La muy zorra era hermosa, con cabellera negra y ojos azules, me recordaba a Fran, y bajo los efectos del alcohol y de sus insinuaciones no me pude resistir a besarla, dándole así a ella el permiso para continuar.

Ella me acaricio la espalda, bajando por momentos hacia mi tableta pasando sus sabrosos labios por mi cuello, lambiendo la zona de mi oreja, susurrando palabras al oído, tomando con sus manos mi cabello, besándome sin contemplaciones, metiendo su lengua y finalmente bajando una de sus manos hacia la cremallera, abriéndola lentamente haciéndome desearlo.

-Apresúrate-recuerdo que le dije tomando su cabeza con mis manos y arrodillándola a ella el suelo quedando con mi monumento delante de su rostro.

-Sera un placer-dijo esta complacida abriendo su boca y metiendo la cabeza de mi amigo.

Lambio suavemente la punta, recorrió el tronco se centro en mi huevos hasta que estuve en mi máximo esplendor entonces fue hay que yo tome el ritmo de la acción y la obligue a tomar todo lo que cabera en su boca, ella tenía claramente una garganta profunda ya que ni siquiera arcadas le provoque, su acción era exquisita, la puta era obvio que tenía experiencia, me hacia desear seguir dentro de esa experta boca, y aumentando lentamente el ritmo llegue a lo que sería una corrida fantástica, como si hace años no lo hubiera hecho.

Ella se levanto dispuesta a que ahora el placer se lo diera yo, y hasta que esa imagen se presento en mi cabeza yo estaba dispuesto a ir hasta el final, sino hubiera sido por eso yo nunca me hubiera detenido.

Salí precipitado del baño, la deje a ella tirada en el suelo viéndome incrédulamente mientras yo me subía los pantalones y la dejaba allí.

En mi mente una y otra y otra esa imagen se repetía, su sonrisa, sus ojos, su cuerpo escultural, su nombre y su vos, todo lo que era FRAN se presentaba una y otra vez en mi. Haciéndome sentir el mas culpable del mundo, ensuciando su imagen pura imaginándomelo a el por esa perra. De seguro nunca me lo perdonaría.

Salí y en el marco de la puerta de salida se encontraba Fran con esa chica ablándale alegremente, y el sin darle mucha importancia, camine con dificultad y haciéndole una seña le indique que ya nos fuéramos. El me miro inquisitivo, queriendo seguramente saber el porqué de que me tarde tanto, pero yo solo ignore su mirada.

Caminamos varias cuadras por nuestra cuenta pero en el estado en que ambos nos encontrábamos no llegaríamos muy lejos y la hora ya era demasiado peligrosa, paramos en una garita y esperamos a que algún taxi pasara por suerte muy pronto uno se presento y subiéndonos le dijimos la dirección.

Durante todo el transcurso ni él ni yo hablábamos, me hacia incomodar, lo miraba de reojo, observando y detallando cada parte de su cuerpo, quería poder poseerlo, tenerlo solo para mi, observarlo cuando se me diera la gana, probar las partes prohibidas de su cuerpo, hacerlo gritar mi nombre, hacerlo gemir y entonces……………………………………………………..SAM se me cruzo por la mente, esa persona con la que estaba, esa persona que decía amaba, esa persona que tenia entre mis brazos, esa persona que representaba a mi novio, ya no era "esa persona" que yo Amaba, ya NO LO ERA.

Desde la ducha me quede pensando en esas últimas palabras, si en verdad no quería a Sam entonces ¿Qué se suponía hacia a su lado? Pero y si solo era algo pasajero, el desear algo que parece ser imposible si era eso entonces estaría lastimando a Sam sin razón alguna, o al menos no con una razón que valiera la pena, entonces, otra pregunta mas, ¿que debería hacer a partir de ahora?

Cami

Estaba preocupada, mi hermano aun no llegaba, eran las 10 y 30 de la noche y el no aparecía, mis padres se encontraban enfurecidos, de lo enojados que se encontraban se fueron a dormir temprano dejándome a mí el recado de que lo esperara y cuando llegara se lo hiciera saber.

Espere en la cocina con las luces apagadas, sabía que Gabi (Gabriel Romero, ese era nuestro apellido) tenía una copia de la llave de atrás y de seguro la usaría para pasar desapercibido, mi plan funciono ya que cierta persona abriendo la puerta y prendiendo la luz se encontró conmigo.

-¿Se supone que debo creer que estabas en la casa de un amigo?-le dije mirando las marcas en sus muñecas.

-No tengo por qué darte explicaciones a ti Camila-me dijo el queriendo esconderse en la sombra de un mueble pero ya era demasiado tarde.

Me acerque a el, y tirándolo de su brazo lo lleve hasta la mesa, sentándolo en una silla, y examinando cada una de sus heridas.

-Eres un IDIOTA con mayúscula-le dije yo, viendo como el evitaba mi mirada.

-No tienes porque hacer esto-me dijo con un leve hilo de voz.

-Solo cállate y déjame hacer al menos esto-le dije agarrando el botiquín que estaba sobre en uno de los estantes.

No sabía como él se dejaba hacer lo que quisiera, solo porque LO amaba, solo porque se enamoro de LA PERSONA equivocada, solo porque es su AMIGO aunque lo quiera como otra cosa, solo porque le tiene respeto, solo porque cree que el único que lo entiende es el. UN AMOR NO CORRESPONDIDO, un amor que controla su corazón y su mente, un amor que acabaría con uno de los dos.

Una lagrima roso por mi rostro, al ver las heridas en su cuello.

-¿Hasta cuándo?-le dije pasándole una pomada para que la herida se curara más rápido.

-Supongo que hasta que me canse-me dijo el haciendo una sonrisa irónica.

-¿Qué va a pasar el día en el que EL se deje llevar y termine por matarte?-le pregunte.

-Al menos moriré de su mano-me dijo.

-Y ese día ¿Qué hare cuando tu ya no estés?-le dije abrazándolo.

-Tienes muchos amigos que lloraran a tu lado, que te consolaran y hasta lo tienes a EL de tu hermano asique ¿de qué te preocupas?-me contesto.

-El es mi hermano del corazón, pero nunca podrá remplazarte a ti, ni tú a él, ambos son las dos personas que más amo, ¿Qué es lo que no entiendes en esas palabras?-le dije molesta soltándolo.

-No necesitas dos hermanos, con uno te alcanza-me dijo levantándose-además yo no deseo ser el hermano de nadie que esté relacionado con ESA PERSONA-me dijo el dándose la vuelta y yéndose seguramente hacia su habitación.

Sus últimas palabras fueron como dagas en mi corazón, yo a él lo quería mucho, era la segunda persona después de Sam que mas amaba, la persona por la cual daría mi vida, pero él estaba tan confundido, tan ciego de amor que no podía ver la realidad, ver que los únicos que tenían la culpa eran él y Pablo al fin y al cabo el resto solo sobrábamos, ni Sam ni Yo teníamos que ver, solo éramos los afectados directos en la ecuación, yo perdiendo mi hermano Sam ignorando por completo la situación, y ellos jugando a desahogarse haciéndose daño a sí mismos.

Quería poder gritarle que se diera cuenta de la verdad sin embargo mis gritos fueron acallados hace ya tanto tiempo que ahora el nudo en la garganta era más como una amarra, apretando tan fuertemente que las palabras no salían, dejándome sin el derecho de poder tan solo aconsejarlo, aunque él no me considerada su hermana, aunque él no quisiera aceptar nuestro lazo eso no cambiaba el hecho de que existiera y de que yo a pesar de todo lo seguía queriendo.

Me fui a dormir con todos esos pensamientos en la cabeza, ya al siguiente día me encargaría de inventarles una excusa a mis padres para que Gabriel lograra zafar. Al fin y al cabo ser la menor y aun así la mas responsable me daba cierto merito, tenía sus ventajas el fingir ser alguien que no se es, aunque sea para cubrir las apariencias.


Sam

En toda la noche no había podido pegar un ojo, la rabia consumía cada uno de mis sentidos, no podía soportar saber que Erick había estado con alguna perra por ahí, mientras que yo me encontraba preocupado por su bienestar. Quería poder gritarle unas cuantas verdades a la cara.

Pero la ira que me consumía se desvaneció al verlo tirado en el sillón, con ese rostro tranquilo y ese cuerpo perfecto del que me enamore, por segunda vez. Toque su mejilla suavemente y al sentir su piel me estremecí de la emoción, el era como una droga que me hacía perder todos los sentidos, que me descontrolaba y dejaba salir la parte de mi que ni yo sabía que existiere, tal vez por eso lo mantuve a mi lado haciéndolo entrar a mi vida para quedarse en ella hasta que el fin llegara.

Salí del dpto. en dirección a mi trabajo ya que mi turno comenzaba 8:00am, ya al salir del ascensor vi como Sam iba saliendo por la puerta de entrada y al llamarlo pude lograr captar su atención.

-A ¿Dónde te vas tan temprano?-pregunte curioso.

-Sam hola-me dijo el- voy a la biblioteca, quede con Ceci en que la encontraría allí para hacer el trabajo que nos mando la de Organización e Industria-explico.

-ya veo, yo creo que lo he terminado ayer, como sea ¿Fran se encuentra bien?-pregunte.

-sí, aunque de seguro se levantara con una resaca, lo cuide un buen rato hasta que se durmiera y luego lo deje acostado en el sillón como castigo, y Erick-me dijo.

-No lo sé, cuando me levante seguía dormido-conteste secamente.

-No te enojes tanto con él, solo fue una salida-me dijo el indagando en mi rostro que denotaba furia.

-El suele comportarse como un niño muy seguido, ya me estoy acostumbrando sin embargo, el sabe lo que yo odio que el salga con mujeres y aun así lo hizo-conteste yo viendo a Sebas sorprenderse.

-¿Cómo es eso?-pregunto.

-Anoche se encontraron con unas compañeras y fueron todos juntos al Karaoke-explique.

-A ya veo, de igual manera me sorprendes, hasta vos podes llegar a ser celoso-me dijo divertido a lo que me saco una risa a mí también.

-También soy humano-conteste yo protegiéndome del comentario.

-Aquí es donde trabajas-me dijo viendo que habíamos llegado al local.

-Sí, bueno nos vemos más tarde-me despedí.

-Nos vemos-se despidió Sebas siguiendo su camino hacia la uní.

Fran

Me desperté temprano en la mañana, la resaca del día anterior me seguía a cada paso que daba, mi cabeza estaba dando vueltas, el cuerpo me dolía ya que había dormido en mala posición por aquel incomodo sillón.

Vi a mi alrededor, en la mesa de luz un reloj indicaba las 8 y 30am, me levante y decidí tomarme una baño, ya cuando termine busque si no había pastillas para la resaca y afortunadamente aun quedaban ibuprofenos, después hice algo para desayunar y vi una nota pegada en el refrigerador proveniente de Sebas que me decía que saldría y no sabía a qué hora volvería.

Me dirigí al cuarto y tome un cambio de ropa ya que había estado paseando por la casa con apena la toalla puesto por la cintura. Prendí mi celular y me encontré con un mensaje que me llamo la atención, era un número desconocido y al abrirlo pude identificar al remitente, era de Cristian que me recordaba sobre nuestra "cita" en la tarde. " Me olvide por completo" pensé para mi mismo pero sin darle mucha importancia conteste al mismo número con el que me había mandado el mensaje " no se me olvido, esta tarde nos vemos".

Por mi cabeza pasaban miles de preguntas, después de no vernos por tanto tiempo yo ni siquiera sabía cómo actuar, al fin y al cabo nunca fui muy apegado a él, aunque fuera mi hermano, yo desde el primer momento sentí una conexión más fuerte, un lazo diferente, algo que me atemorizaba, ya que mi corazón se oprimía al sentirlo, era un sentimiento entre placer y dolor, miedo y felicidad, odio y AMOR, si exactamente eso ultimo era lo que me pasaba, estaba demasiado enamorado de él como para poder aceptar tomar los riesgos, después de todo prefería su indiferencia a su odio, prefería que ignorara mis sentimientos a que los supiera y tener que enfrentarme a su reacción. Y por supuesto prefería cualquier cosa antes de destruir la familia que mi madre tanto se esmero en construir.

Salí un rato, seguramente si corría unas cuantas horas mis dudas se despejaran, después de todo debía pensar en cómo rechazar el volver a verlo, no debía acercarme demasiado a él ya que la tentación podría hacerse presente en cualquier momento y las circunstancias me llevarían a cometer un error.

Ceci

Vi a Sebas acercarse caminando hacia la biblioteca, lo mire detenidamente y pude ver con exactitud cada una de sus fracciones, era en verdad hermoso, esos ojos café que me encantaban, penetrantemente tristes en el fondo, hacían que mi corazón desbordara ternura por él. Su rostro era tan tierno, parecía un niño, aun así en el fondo se podía ver su gran fortaleza que aunque no lo demostrara yo sabía que la tenia, personas que pasan por lo mas doloroso y aun así siguen en pie son aquellas que en verdad tienen valor y que en verdad viven la vida como debe ser vivida.

-Hola Ceci-me dijo abrazándome y dándome dos pequeños besos en las mejillas como saludo.

-Hola Sebi-le dije-entremos que se nos va a ser tarde.

-Está bien-contesto.

Entramos adentro de la biblioteca, en donde el silencio era tranquilizador para mi, siempre me gustaron las cosas tranquilas aunque me viera como alguien alocada en verdad no era de esa manera, Sebas y Sam también parecían ser igual que yo, por eso desde el primer momento me cayeron bien ambos.

-Este es mi lugar favorito-le comente a Sebas.

-El mío también-me dijo- aquí puedes estar tranquilo sin que nadie te moleste, estar solo, es como si fuera algo fuera de este mundo.

-Yo pienso lo mismo, aunque para la mayoría esto es como una cárcel para mí se parece más a algo confortable.

-Parece que tenemos la misma opinión-me dijo divertido.

-Al parecer si-dije yo.

Llegamos a las mesas que se encontraban junto a los ordenadores y allí nos pusimos a investigar sobre el trabajo que nos habían mandado, Sebas parecía atento a todo, su expresión tranquila cambiaba a una seria, era realmente HERMOSO.

Nos retiramos después de unas horas las cuales se hicieron muy cortas, logramos terminar a tiempo, gracias en gran parte a Sebas que supo identificar a la perfección las referencias dadas por el profesor.

Nos despedimos, lamentablemente las direcciones hacia nuestros hogares eran diferentes o sino tal vez hubiera podido pasar más tiempo con él, aun así esa mañana ya fue mucho mas de lo que yo había pedido.

Fran

Sebas llego al dpto. ya bastante tarde, eran alrededor de las 12am, yo le dije que me iría antes ya que tenía que hacer cierta cosa pero él no me hizo mucho caso que digamos.

Salí dirigiéndome a un café que estaba cerca de la facu, con Cristian habíamos acordado encontrarnos antes de las clases en ese lugar, ya que ese día yo entraba recién a las 3 de la tarde aprovecharía para encontrarme con él.

Llegue un poco tarde y sorprendentemente pude ver como Sam era un mozo en aquel café, intente esconderme ya que no quería que me bombardeara con preguntas y mucho menos quería que viera a Cristian junto conmigo. Por suerte al parecer el había terminado su turno ya que cuando entre el se sacaba el delantal dejándolo en un perchero y salía por la puerta de atrás del local.

-El se parece mucho a ese amiguito tuyo-dijo una vos en mi oído, sobresaltándome enormemente.

-Intenta saludar al menos y no me asustes así-le dije dándome vuelta encontrándome de lleno con su rostro.

-lo siento, no pensé que te asustaría, pero tienes razón con lo del saludo, Hola hermanito-me dijo abrazándome fuertemente.

-Me refería a un apretón de manos-le dije soltándome bruscamente.

-Lo siento-me dijo divertido-vamos a sentarnos- y agarrándome de la muñeca me llevo hasta una de las mesas que estaba cerca del ventanal.

-Se por donde es el camino-conteste yo y me solté de nuevo.

-Está bien-me dijo sentándose.

Durante unos minutos estuvimos callados, el miraba a los lados como queriendo encontrar un tema de conversación y yo me mantenía serio sin demostrarle mi verdadero nerviosismo.

-Mama me ha llamado, dice que está preocupada por cómo te esta yendo y que quiere hablar contigo-comento de pronto.

-Mama te pidió que hablaras conmigo-pregunte secamente.

-No, yo vine porque quería hablar contigo de algo aparte-me dijo.

-Pues habla-conteste.

-Es que, bueno, ¿te caído mal o algo por el estilo?-esa pregunta me desconcertó.

Mi nerviosismo estaba al tope, quería salir corriendo, no me imagine que se animara a preguntármelo.

Cristian

Había llegado al café que me dijo Fran encontrándome con él en la entrada y viéndolo detenidamente, estaba tan hermoso como siempre, siempre fue hermoso pero ahora estaba bellísimo. Su cuerpo había madurado enormemente, se veía que se cuidaba e incluso su gusto por la ropa era exquisito.

Me acerque sigilosamente a el, y le hable en al oído lo que provocó que se sobresaltara, pude prestar atención a quien estaba mirando hace unos momentos, era un chico, se notaba que uno de los mozos, muy parecido a ese otro muchacho el tal Estefan, algo de celos se desprendieron de mi al comprobar que la mirada de mi hermano no se separaba se la figura de aquel chico.

Después de saludarlo lo lleve hasta una de las mesas donde el silencio se hizo tenso e intentando buscar un tema de conversación saque el hecho de que Isabel me había llamado días antes para saber de su hijo, sin embargo se noto que a Francisco no le gusto el comentario hecho ya que su gesto al contestarme era de indignación. Desvié el tema y le dije que lo que quería hablar con él era otra cosa, sin embargo el me bombardeo con más preguntas que yo no pude soportar y le dije lo que en verdad quería saber.

-Es que, bueno, ¿te caigo mal o algo por el estilo?-al parecer al fin había logrado desestabilizarlo ya que su cara de sorpresa era completa.

-Bueno, ¿Por qué preguntas eso?-me dijo recuperándose.

-¿por qué no me contestas?-ya una vez que empezaba no acabaría con mi objetivó de sacarle todo.

-No se contesta con una pregunta-me dijo.

-entonces contestas tu primero ¿verdad?-le dije con suficiencia.

-No es que no me agrades, es solo que tu forma de ser es distinta a la mía-me dijo.

-Dime dos diferencias que tengamos y acepto tu respuesta-conteste sabiendo que en realidad me dijo eso solo para que no lo descubriera.

-Bueno, pues…-no sabía que decir.

-Admite que ni siquiera me diste la oportunidad de conocernos-le dije.

-Y ¿Qué si es así?-me dijo enfadado.

-¿Por qué?-conteste serio y con un dije de tristeza en mi rostro.

-No me mires así-me dijo desviando su rostro- ¿Por qué es tan importante para ti que yo te acepte? Ni siquiera somos hermanos en verdad.

-Porque para mi sos muy importante-conteste sin anestesia alguna.

-Yo a ti ni siquiera te recuerdo-me dijo- además ¿por qué sería importante para ti?

-Yo a ti te tengo cada segundo en mi mente y….-quise detenerme pero ya era demasiado tarde mis sentimientos salieron convertidos en palabras-…..en mi corazón-termine de decir mirándolo directamente en los ojos y viendo la sorpresa en su rostro.

Fran

Por un momento escuche a los ángeles cantar a mi alrededor, las mariposas en mi estomago revolviéndose constantemente, las risas queriendo salir, los brazos querer abrazarse a su espalda, mis labios deseando los suyos, mi corazón deseando ser uno con el de él y luego…...

Recordé a mi madre, a mi padre, a mi familia, a los esfuerzos de aquella mujer que todo lo dio por mi solo intentando que lo tuviera todo, sus lagrimas en las noches de soledad esperando a que aquel hombre que ella amo entrara por la puerta de frente diciendo que al fin había regresado para llevaros consigo, pero nunca paso, nunca volvió, y nunca volvería al fin y al cabo el tener hijo no estaba en sus planes y cuando mi madre se embarazo el la abandono. Al menos eso era lo que sabía por mi abuela, que un día antes de morir me pidió que nunca abandonara a mi madre hasta que ella encontrara a un nuevo hombre que la haría feliz, porque el día que yo no estuviera ella moriría de soledad.

Intente ser un buen hijo, nunca me metí en problemas, siempre seguí las ordenes, estuve al lado de ella durante toda la vida, acepte incluso sus relaciones, entonces ¿Por qué? ¿Por qué justo la persona que amaba tenía que convertirse en mi hermano, porque tenía que ser él? Acaso el destino deseaba burlase en mi cara, desde el primer momento cuando cruce aquella puerta y vi ese chico más alto y maduro que yo lo empecé amar, y desde aquel momento supe que lo "nuestro" no llegaría a nada. Mis ojos querían humedecerse pero aguante ya que osino me delataría a mí mismo.

-A ¿Qué te refieres con eso?-pregunte sin dejar de poner mi cara de seriedad fingida.

-creo que te lo he dejado más que claro-me dijo Cris mirándome fijamente.

-Te recomiendo, por el bien de los dos-dije levantándome de la silla- que dé a partir de ahora ya no nos veamos, y que por supuesto olvidemos esta conversación-Salí lo más rápido del local, viéndolo a él de reojo como meditaba sin siquiera moverse.

En el momento que le decía mis últimas palabras pude ver como su rostro se transformaba, era la primera vez que veía tal tristeza en sus ojos, me dolía haberle dicho aquello pero entre mi felicidad y la de mi madre, siempre preferiría esta última, corrí hasta el edificio, y tomando las escaleras subí al segundo piso entrando directamente en el dpto. Donde no dude en irme en la cama y hay sí, descargarme al fin.

Las lágrimas fluían sin yo poder detenerlas, parecía como si la realidad me golpeaba una y otra vez en el rostro sin dejarme descansar, sus palabras se repetían en mi mente y las mías propias eran como puñales, ahora sabia que él m quería a mi tanto como yo a él, pero iba a preferir no saberlo al menos así el dolor de sentirme culpable al hacerle daño no existiría.

Por suerte Sebas no se encontraba, seguramente ya se habría ido a la facu. Sin embargo en cierta forma me hacía falta, tal vez llorar en el hombro de un amigo era mejor que llorar solo. Quede acostado por un buen rato, obviamente no iría a las clases de la tarde, pero aun así el quedarme toda la siesta acostado no era la mejor opción, me levante y buscando que hacer me puse a revisar unas carpetas encontrando así unos trabajos para la próxima semana. Me puse a hacerlos y me concentre en ellos.

Gabriel

Llegue al campus y vi como Pablo se encontraba esperándome, Ignacio siempre llegaba tarde por lo cual no me sorprendía.

-Hola-le dije a mi amigo.

-¿Por qué te fuiste anoche?-ni siquiera me miro.

-No pedí permiso-le dije

-Ven-me dijo y camine junto con el hacia adentro de uno de los auditorios.

La sala se encontraba totalmente vacía, el camino son decir una palabra hasta sentarse en una de las sillas. Me hizo una seña para que me acercara a él y tirándome del cabello me acerco hacia su rostro.

-Nunca vuelvas a hacerlo-me dijo amenazante-tu eres mío, no me vulvas a desobedecer-termino de decir.

-Discúlpame, mis padres, tu sabes cómo son con eso de las reglas-le dije haciendo un terrible gesto de dolor, mi cabello era un tanto largo por lo cual que me lo tiraran era algo que odiaba.

-Solo por esta vez -me dijo y soltó mi cabello- nunca lo vuelvas a hacer.

Durante la tarde no hicimos nada y cada uno se fue para su respectiva casa.

Sam

Salí de clases y no espere a que Erick me llevara, si bien mis sentimientos no eran de enfado total, de igual manera lo que había ocurrido me pareció una de las peores chiquilinadas de todas, Sebas me acompaño y en el camino íbamos hablando de diversos temas, entre los que se encontraban la fiesta del sábado, las materias, sobre Ceci y las chicas e incluso sobre mis supuestos celos, que debo decir no estaban fundamentados.

Llegamos al dpto y después en el ascensor nos despedimos, antes de entrar me imaginaba en que decirle a mi novio, aun no lo había pensado y durante ese día no habíamos hablado de absolutamente nada, es mas ni siquiera nos habíamos visto.

-Llegaste-me dijo recibiéndome desde el sillón sentado.

-Así es-le dije y fui a la pieza a guardar mis cosas.

-No me vas a hablar ¿verdad?-pregunto desde el marco de la puerta del cuarto.

-¿Acaso soy yo el que tiene que hablar?-le dije.

-Si te pido disculpas y te invito a cenar, ¿se arreglaría todo?-pregunto de nuevo.

-Si te digo que mañana mismo me voy a pasar una noche entera solos Sebas y yo ¿me dejarías?-dije demostrándole mi punto de vista.

-Solo salimos a beber, nada mas-me dijo rechinando los dientes.

-¿Solos? ¿Estás seguro de que fueron SOLOS?-pregunte a lo que él se sobresalto- con esa reacción me contestas-le dije y saque una muda de ropa para ir a bañarme.

-Aun así solo salimos a beber, además estaba con Fran-contesto.

-Con más razón aun-dije susurrante para mí mismo.

-¿Qué?-pregunto.

-Que dé a partir de ahora haz lo que quieras y yo haré lo mismo-le dije y me metí en la bañera.

-¿Podrías no dejarme colgado en medio de una conversación?-me pregunto desde el otro lado de la puerta.

-¿Qué mas hay que hablar? Ya aclaramos los puntos.

-PERDON, perdón, perdón, ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?-grito nuevamente.

Que el dijera eso en cierta forma me ablando, mi enojo se había esfumado, si lo que tenia era enojo porque en verdad parecía más a inseguridad, tal vez ese presentimiento que tenia a cuestas hacia unos días era el que me traía tan sensible, pero de igual manera no podía pagármelas con él, al fin y al cabo, al final del día yo aun lo amaba con todo mi corazón, y él era el único que supo ocupar el vacío que esa primera vez dejo.

-Hasta que me canse de escucharlo-le conteste.

-¿Qué?-pregunto sorprendido.

-que tendrás que pedirme perdón hasta el cansancio-su risa se escucho a través de la puerta y la perilla abriéndose también- puedes pedirme perdón desde afuera-le dije mirándolo directamente a los ojos cuando me lo encontró parado frente a la bañera.

-Es más formal si te lo digo cara a cara-me dijo y se acerco a mí.

-Esa es una metáfora no lo tienes que tomar tan literal-le dije dando vuelta la cara provocando que el con sus manos me tomara nuevamente y sin aviso alguno comenzara a besarme.

-Esta es mi forma de pedirte perdón-me dijo sacándose la camisa y metiéndose junto conmigo a la bañera.

-por alguna razón todas "tus formas" de hacer las cosas son muy convenientes……para ti mismo-le dije y ya no me contuve tomando esos labios que tanto me volvían loco.

-No creo que solamente sea conveniente para mí-me dijo y poniéndonos de una manera en la que yo quede sentado sobre sus piernas en la estrecha bañera comenzamos a besarnos y recorrer cada parte de nuestros cuerpos.

-Puede ser-termine de decir ya concentrándome en lo que "verdaderamente era importante".


Salimos de la ducha después de lavarnos bien, los besos y algo más nos habían dejado algo agotados, por lo que fuimos directo a la cama, durmiendo plácidamente con aquel cuerpo a mi lado, con su calidez y sus hermosos brazos que se aferraban a mí, como en "aquel tiempo" ese otro par también lo había hecho. Soñé plácidamente, imaginándome una vida en la cual el siempre estaría a mi lado………..sin preocupaciones, solo MI AMOR y el SUYO.


Bueno chicos hola nuevamente, agradezco los comentarios y todo. Espero les guste como va yendo. No sé que mas decir solo Comenten y voten, cualquier cosa me la dicen…saludos…