Cruzando Caminos: Encuentros 1/4

Nosotros éramos parecidos ya que ambo sabíamos que nunca llegaríamos a conseguir el corazón de la persona que amábamos.

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Nati

Iba caminado por la vereda cuando vi que en la puerta de mi casa se encontraban dos personas, hablando muy tranquilamente, acercándome más y viendo que esos dos chicos se volteaban a verme me sorprendí al reconocer esas dos caras.


Sam

Nos habíamos separado de las chicas después de salir de la pizzería, íbamos caminando por la vereda hacia el departamento. Cuando estábamos relativamente cerca llego un mensaje y al mirarlo sonreí.

¿Qué pasa?-dijo Sebas que iba a mi lado y se sorprendió al ver mi sonrisa.

Nada, mira esto-le dije mostrándole la pantalla del celular.

Después de haber visto el mensaje su cara se sereno sorprendentemente: el mensaje era de Erick y decía "Todo arreglado, avísale a Sebas".

Ya más tranquilo-mire con una sonrisa a Sebas.

No te imaginas cuanto-me dijo.

Por un momento pensé que saldrías corriendo de los nervios-le dije divertido.

Es que ya se metieron en muchos problemas por mi culpa, no quería causar ningún disgusto más-contesto él.

En qué momento algunos de nosotros dijimos que tú eras un disgusto-pregunte.

En ninguno-me miro sinceró- pero igualmente eso no me quita la culpa.

Ya, esos tontos necesitaban que alguien les enseñara, tu solo fuiste la gota que reboso el bazo, el cual ya se había estado llenando hace tiempo-conteste.

Sabes por alguna razón me gusta que hables con metáforas-me dijo riendo.

Te estás burlando-pregunte sonriendo.

Jajaja no-me dijo y siguió riéndose aun más a lo que yo lo acompañe.

Ah sabes-dije ya pasando las risas.

No, no se-me dijo él.

Hoy estas chistoso, como sea hoy tengo que ir a trabajar y en verdad no tengo ganas-le conté.

Trabajar, de veras, pero yo pensé que sus padres eran los que los mantenían-me dijo él.

No, en realidad en un principio fue así, pero después le dije a Erick que no me gustaba ser una carga.

Ya veo, eres un chico responsable-me dijo el divertido.

Pues fíjate que si-conteste.

No ya fuera de broma, ¿Dónde trabajas?-pregunto.

Aquí cerca, en el bar músico, que esta frente a la tienda de ropa "Tiara" yendo hacia la universidad-explique.

Ya veo, en verdad te queda cerca, y ¿Cómo haces con los horarios, nosotros tenemos rotación?-me dijo el refiriéndose a las clases compartidas entre la tarde y la mañana.

No hay problema con eso ya que el dueño me dijo que con tal de que le avise un día antes el me acomoda los horarios.

Wau, eso es tener suerte-me dijo sorprendido Sebas.

Si es que al dueño lo conozco hace mucho, en realidad es amigo de mi padre-le dije a Sebas mirándolo y viendo que finalmente habíamos llegado al edificio.

Eso es aun mejor, dime ¿será que no me puedes conseguir algo?-me pregunto- es que yo también quiero ayudar a Fran a pagar el alquiler.

Por mi no hay drama, hoy mismo le digo al dueño sobre ti-le dije mientras entrabamos al ascensor.

En verdad te lo agradezco, me salvaste-dijo él.

El bajo del ascensor despidiéndose de mí, y yo me fui directo al departamento para poder bañarme, estaba cansado pero aun así me encontraba ansioso por empezar a trabajar.

Salí apresurado del edificio ya que si bien la cafetería se encontraba cerca aun así el hecho de llegar sobre la hora no me gustaba, entraba a las 3 de la tarde pero tenía la idea de llegar a las 2 y 30 hs para ayudar a acomodar las mesas. Corrí gran parte del camino y al llegar mi compañera, Jessica se rio bastante por el estado en el que llegue.

¿Qué eres tonto, porque te apresuras tanto?-me dijo ella.

No me gusta llegar tarde-conteste poniéndome el delantal blanco.

Llegaste 30 minutos antes-contesto resignada.

Ese era el propósito-le dije.

Paranoico-me dijo divertida.

Luego de tan hermoso encuentro comenzamos a trabajar, había bastante gente por lo tanto de seguro el día estaría pesado.

Los vi a los dos parados en la puerta de mi casa, me sorprendió verlos pero a la vez me puse muy feliz, me encantaba ver a mi amigo de la infancia tan feliz al lado de su precioso novio. Eran la pareja perfecta, ambos eran unos tontos enamorados.

Corrí para saludarlos y ni bien llegue ante ellos me tire a los grandes brazos de mi amigo, mientras claro le hacía ojitos a su pareja quien miraba divertido a nuestro lado.

Me encanta verlos-les dije separándome.

A nosotros también-contesto mi amigo.

Creímos que te trago la tierra después de todo dijiste que vendrías pero nunca lo hiciste-comento su novio.

Es que estuve con un montón de cosas en la cabeza-me excuse.

Mente de enamorada-comento chistoso él.

Pues los únicos enamorados que yo veo ya están frente a mi-dijo él.

Como siempre tiene la lengua mas filosa que conocí-dijo mi amigo.

No soy la única-lo mire divertida.

Tiene razón.

Entremos-exclame y abrí la puerta-David lleva a Estefan en el cuarto, yo le digo a la vieja que prepare algo.

Está bien-dijo mi amigo.

Después de eso vi como los dos subían las escaleras, yo me dirigí a la cocina y hay vi como mi tía estaba preparando algo.

Me prepararías algo, llegaron unos amigos-le dije y fui hasta la heladera a tomar algo.

Está bien, en seguida te lo subo-me dijo.

Gracias vieja-le conteste y rodee mis brazos a su cuello dándole un pequeño beso en la mejilla.

De nada-dijo ella respondiéndome mi gesto.

Esa mujer era mi tía, me recogió después de que mis padres me dejaran abandonada en medio de la calle, ella se llama Silvia, una mujer imponente pero a la vez muy dulce. Tenía su propia manera de hacer las cosas, su propio ritmo, yo me influencie en gran parte de ella, le debía mi visa después de todo. Aun así, par ella nunca fui una carga, sino que siempre me trato como un regalo, era sola por lo tanto vivía diciéndome que yo era la luz de su vida. Y aunque nunca se lo dije, ella era mi vida, la persona que más cerca tenia de mi corazón.

Subí las escaleras, y doble a la derecha, la primer puerta era mi habitación, a su lado estaban otras 2 habitaciones que eran las de huéspedes. A la izquierda se encontraba el cuarto de mi tía, y junto al suyo una habitación a la que nunca entre. En el primer piso estaba la cocina, el baño, el living-comedor y por supuesto el sótano. Era una casa bastante grande, con un patio espectacular.

Entre a mi cuarto mientras veía como David estaba acostado en mi cama, y Estefan se encontraba mirando un montón de retratos pegados por toda la pared. Entre y me tire a la cama al lado de mi amigo, abrazándolo fuertemente.

No sabes cuánto te extrañe-le dije a David.

Y yo a ti hermanita-me contesto.

¿Estos dos niños son ustedes verdad?-pregunto Estefan por una foto.

Si eso es cuando teníamos 10, estábamos en la feria de ciencias y esta tonta se olvido por completo lo que tenía que decir, por lo que la profesora nos reprimió a ambos-explico mi amigo, refiriéndose a la foto donde estamos él y yo junto a la profesora retándonos.

No puedo creer que les haya pasado eso, son un caso perdido-comento Estefan.

Me puse nerviosa y olvide todo, no fue mi culpa-me excuse.

Si claro pero bien que no le dijiste eso a la profesora y nos termino retando a los dos-me dijo reprimiéndome mi amigo.

Es que tú no me podías dejar sola-le dije yo.

Eres un caso perdido-me dijo él.

Pasando a otro tema-dije yo.

Ya comenzó-comento en vos alta mi amigo

Era raro que no preguntara antes-dijo su novio.

Ni modo, ¿arreglaron las cosas en su relación, digo se aclararon las dudas?-pregunte ansiosa.

Se arreglo todo después de esa noche, gracias a ti-dijo Estefan.

¿De veras?-me reí- tengo que ser casamentera entonces.

Ni de broma, ella solo nos empujo un poquito lo que nos la arreglamos fuimos nosotros-dijo mi amigo a lo que yo lo mire con desprecio y me separe de su lado.

El quiso decir gracias por todo-dijo Estefan.

Es un malagradecido-comente yo.

Lo siento, fue un chiste-dijo mi amigo tomándome de la cintura y tirándome encima suyo de nuevo.

Está bien, por esta vez te perdono-me reí divertida.

Solo por esta vez, tenlo en cuenta-dijo Estefan acompañándome.

Ustedes dos son la luz y la oscuridad de mi vida-dijo mi amigo.

A si, dime Estefan ¿te uniste al club de natación?-pregunte ansiosa.

Si me uní ni bien comencé, este-refiriéndose a su novio-me apuro para que lo hiciera.

Estoy aquí sabes-dijo mi amigo.

Así que así se dieron las cosas, ¿te agradaron los chicos?-pregunte sin anestesia.

Son muy agradables-dijo Estefan.

Qué bien, es bueno que te lleves bien con ellos, yo los conozco a la mayoría, el sábado vamos a salir a festejar y apuesto que ellos también irán ¿Qué te parece si vas y los conoces y de paso conoces también a mis amigos? Apuesto a que te agradaran-sentía como David me apretaba fuertemente pero no le di importancia.

Ya veo, me encantaría en verdad conocerlos un poco mas y saber un poco con quién andas también-podía ver a un Estefan muy ansioso.

La fiesta es en Molino Rojo-largue sin darme cuenta que la propuesto no le agradaría a mi amigo.

Sería fantástico, David casi no quiere salir, y despejarme un poco me sentaría bien-decía el novio de mi amigo muy contento.

Pues a mí no me parece para nada bien-David estaba un poco enfadado.

Pues a mí no me importa lo que tu pienses-contraataque.

A mí tampoco me interesa demasiado-dijo Estefan siguiéndome el juego, al final cierta persona sucumbiría.

Ya va no, mi decisión es importante, tu eres mi novio-se enfado más de lo pensado mi amigo.

Lo soy, justamente por esa razón me voy-dijo un poco enfadado Estefan.

Está bien, haz lo que quieras-contesto a mi amigo y se desprendió de mi cintura.

Eso hare-contesto Estefan.

Te parece si te paso a buscar o ¿nos encontramos allí?-pregunte ignorando por completo la discusión.

Nos encontramos allí, después de todo voy a encontrar a alguien que me lleve-me dijo guiñándome un ojo, estaba decidido a enfadarlo a mi amigo.

Entiendo, mientras más mejor, a David por supuesto que a ti también te invito-le dije.

Demasiado tarde, ¿no te parece?-me dijo sin mirarme.

Mejor tarde que nunca-conteste.

Si no me llevas tu le diré a mi amigo-comento Estefan.

Pues entonces diviértete con tu amigo-estaba bastante terco.

Yo llamo a los chicos así podrán conocer a su nuevo compañero.

¿Porque tienen que conocerse?-pregunto fastidiado mi amiguito.

Porque quiero hacer amigos, recuerda-dijo Estefan haciéndome seña para que me alejara y le dejara mi lugar- mis supuestos amigos desaparecieron, tú ocupaste su lugar pero ahora quiero en verdad hacer amigos-le dijo este sentándose al lado de su novio mientras lo abrazaba.

¿No te soy suficiente?-pregunto angustiado David.

Lo eres todo para mí, pero yo también necesito personas a las que pueda llamar "amigos", compréndeme, por favor-le dijo Estefan a lo que le dio vuelta la cara y miro directo a los ojos a mi amigo.

Pero…-intento decir.

Pero nada David, solo imagínate si no me hubieras tenido a tu lado en aquellos momentos cuando todos te negaban, Estefan se siente de la misma manera y aunque tu lo quieras mucho hay cosas que solo los amigos podemos comprender-lo rete.

Ya está bien-dijo resignado- lo comprendo, tienes razón si no puedo ganar contra uno solo no me imagino con los dos, era una batalla perdida desde un primer momento.

Yo sabía que comprenderías amor-Estefan se le tiro encima prácticamente y comenzó a basarlo.

Los dos estuvieron un buen momento besándose y toda esa cursilería conmigo presente.

Si quieren les dejo la habitación-dije cortándole la fiestita.

Me la dejarías por 1 hora-pregunto mi amigo.

No tengo problema-conteste.

Seria preciso que te fueras ahora-dijo Estefan.

Por mi está bien, pero no hay drama en que mi tía los escuche verdad-pregunte siguiendo el juego.

No te preocupes, veras ya cuando pasa dos o tres minutos, los gritos son ahogados-en ese momento Estefan lo miro sonrojado, y un poco fastidiado.

De veras, más vale me enseñas la técnica más tarde-en ese momento a la que miro mal Estefan fue a mí.

No tengo drama-dijo mi amigo, mirándome seductoramente.

Ya va, yo no tengo tanta paciencia como David, asique la terminan acá-se descontrolo Estefan y nos saco risas a los dos.

En verdad duras poco amor-le dijo Dav.

Tú me conoces y aun no lo sabías-le contesto.

Lo sabia pero igual no me lo imagine.

Ustedes son dos tortolos pero los quiero a ambos-les dije, mientras veía como ambos se levantaban.

Y nosotros a vos-dijeron ambos abrazándome.

En ese momento se escucho los golpes en la puerta, indicando que mi tía me traía algo para "picar" (comer).

Entra tía-le dije.

Hola Sra. Silvia-dijo formalmente mi amigo viendo a mi tía en la puerta.

Hijo-dijo mi tía reconociendo a David y abrazándolo después de que dejo la bandeja sobre una mesa- pero mira que grande que estas, ya eres todo un señor, estas hermoso.

Usted no ha cambiado Sra. Silvia, sigue tan hermosa como siempre-a veces mi amigo era demasiado amable.

Pero mi niño si tú me dices hermosa entonces aun tengo oportunidades en el amor-dijo ella.

Ya vieja-le dije yo- tenemos otro invitado, el es Estefan, el novio de David-este último me miro con cara de asesino en serie.

Ya veo, pero mi niño te conseguiste a un ángel de pareja-dijo mi tía dirigiéndose a abrazar a Estefan, quien le correspondía.

Un placer conocerla Sra.-dijo el-y gracias por el cumplido.

Ningún cumplido, no debo ser la primera que te lo dice, en verdad que mi hijo adoptivo se consiguió la mejor pareja de todas.

Gracias Sra.-contesto Estefan.

De nada, bueno ahora lo dejo, apuesto que querrán seguir ablando-se despidió mi tía- y espero volver a verlos, a ambos.

Por supuesto-dijo David.

Luego de salir mi tía ambos me miraron, parecían que querían comerme viva.

Eres el demonio en persona-dijo mi amigo.

Ni modo, todo salió bien, además ella ya sospechaba de ti-conteste.

No porque sospechara tenias que confirmárselo-contraataco mi amigo.

Tu tía es un amor-dijo Estefan.

Si es mi mama prácticamente, pero de igual manera no le digo así ya que desprecio a la verdadera-conteste yo a lo que Estefan me miro con duda si de seguir o no, pero al final no lo hizo.

Luego de todo eso, seguimos hablando, cuando nos dimos cuenta las horas habían pasado, hablamos prácticamente de todo. Pero cuando la tarde se perdió para dar lugar a la noche ambos decidieron que era hora de despedirse.

Bueno chicos espero verlos pronto-dije despidiéndome.

Nosotros también-se despidió Estefan.

El sábado en Molino rojo-dijo David.

Mira el que no quería ir-dije yo.

Estoy ansioso de conocer a tus nuevos amigos-contesto.

Jajaja y ahora tu los quieres conocer-conteste.

Mejor lo llevo que no se meta otra cosa a la cabeza-dijo Estefan y lo tomo del brazo.

Nos vemos amiga-dijeron los dos.

Nos vemos chicos.

Después se despidieron, los vi alejarse, eran alrededor de las 9 de la noche.

Me agrado verlos de nuevo, ellos llegaron a formar parte importante de mi vida. Si bien seguían con dudas en su relación, sabía que las irían pasando poco a poco, al fin y al cabo después de todo lo que sucedió entre ellos sería casi imposible que algo los separara.

Pablo

La pequeña charla con Erick y su amiguito me habían dejado sacando chispas por todos lados. Después de al fin calmar la tonta reacción de Ignacio me dirigí junto con Gabriel a un bar. Empezamos a tomar una tras otra cerveza hasta ahogar las penas en la botella. Yo me encontraba por completo fuera de control, mi rabia se hacía presente cada vez que me daba una borrachera, mi cuerpo se encontraba bajo los efectos del alcohol y yo muy poco podía resistir.

Gabriel

Salimos de aquel bar alrededor de las 9 de la noche, Pablo estaba completamente borracho y yo muy poco podía hacer para controlarlo.

Vámonos a un hotel-me dijo tomándome fuertemente del brazo derecho.

Espera-dije desesperado- aun es entre semana que pasaría si nos vieran-preocupado.

Me importa muy poco-concluyo la conversación.

Pablo aceleraba el paso cada vez más, hasta correr por momentos, mi brazo era preso de su fuerza, me llevaba en contra de mi voluntad, aunque eso era algo que ocurría muy seguido aun no me acostumbraba a tanta brusquedad.

Llegamos a un hotel y el pidió una habitación para toda la noche, yo sabía a que veníamos ´pero de igual manera opte por ignorarlo. Yo subí primero a la habitación mientras el se iba a comprar más cervezas.

Cuando lo vi llegar con una bolsa llena de latas de cerveza lo primero que hice fue quitárselo.

Deja eso-tome la bolsa en mis manos- ya bebiste demasiado por hoy.

Ya basta, no eres mi madre eres mi perra asique compórtate como tal-sabia que la verdad en aquellas palabras eran indiscutibles pero aun así el dolor que sentía al escucharlas no desaparecía.

Solo trato de cuidarte-le dije agachando mi cabeza.

El se acerco a mi desde la puerta en la que se encontraba minutos antes, en solo una fracción de segundos no supe cómo pero me tomo de ambas muñecas, apretándolas fuertemente, tirándome contra la pared me acorralo entre esta y su cuerpo. Podía oler su aliento a cerveza pura, el calor de su cuerpo bronceado y musculoso, su respiración, el latir acelerado de su corazón. Incluso en el momento en que se descontrolo pude ver como esos ojos verdes se volvían rojos de la furia interna que llegaba a cabo, las llamas del infierno prenderse tomando control de lo ultima parte de conciencia que quedaba en su mente.

Si quieres cuidarme entonces has todo lo que diga-susurro a mi oído derecho.

Yo solo asentí con la cabeza, mientras sentía como esas manos apretaban mis muñeca cada vez más fuerte, como queriendo cortarlas, sentía sus dientes recorrer parte de mi cuello, mordiéndome fuertemente hasta hacer que pequeñas gotas de sangre salieras, su cuerpo aprisionándome contra la pared de aquel departamento haciendo que difícilmente pudiera respirar con total normalidad. Susurrándome cualquier insulto existente a mi iodo, valiéndose de mi profundo amor hacia él. Haciéndome prisionero de mi propio corazón, que lo único que deseaba era ser reconocido por la primera persona que lo hice latir de manera acelerada. Quería poder ver en sus ojos ese profundo amor y cariño tal cual se lo tenía a "aquella persona", solo quería poder por una milésima de segundo ser yo el dueño de cada uno de sus pensamientos, ser esa persona a la cual él le dedicaba esos sentimientos y estar en su mente lo suficientemente mucho como para poder dejarle grabado en su pecho todo lo que mi boca nunca se atrevió a decir. No solo ser su juguete sino ser "alguien" en su vida.

Pablo

Gabriel fue siempre tan sumiso que no me costó nada llegar a saber de sus sentimientos hacia mí, podía llegar a saberlo con solo mirarlo, era mi amigo. Pero de igual manera no había forma de desperdiciar tan lujosa oportunidad de probar tan exquisito cuerpo marcado, con esa piel lampiña tan suave como seda, risos rubios atados con una cola de caballo, ojos marrones oscuros, profundos, rostro serio pero a la vez tan tierno, monos suaves, deseos de corromperlo se apoderaban de mi cuerpo, deseos de poder ensuciar tan perfecta figura, deseos de dejarlo marcado para siempre.

Baje mis manos hasta sus pantalones, bajando la cremallera lleve mi dedos hacia dentro del bóxer sintiendo las primeras gotas salir, su excitación era enorme y mi rabia era infinita asique estaba decidido a pasar una noche inolvidable.

Comencé a mover mi mano de arriba abajo mientras que con la otra mano seguía teniendo fuertemente sus muñecas, mordiéndole ese exquisito cuello, esa piel que daba la sensación de ser la ceda más fina, ceda que no dudaría en romper en mil pedazos si así fuera necesario.

Lo escuchaba gemir silenciosamente, mientras yo jugaba con cada parte de su cuerpo. Sometiéndolo a la humillación mas grande, lo agarre fuertemente del cabello y arrodillándolo hice que me la hiciera de manera lenta y pausada al principio hasta acabar con estocadas que iban de seguro a dejarle un mal sabor de boca.

Luego sin preguntas ni avisos tome ambas piernas y tirándolo de nuevo contra la pared, se las abrí dejándome cada uno de sus agujeros a mi disposición, podría asegurar que cada una de las estocadas fue con total brutalidad, ninguna con una pizca de remordimiento, solo deseos de hacerlo sangrar, de hacerlo sufrir, de enseñarle las reglas del juego en la que yo era el maestro y el solo una zorra que debía estará mi disposición.

Mientras se lo hacía podía sentir su cuerpo tensarse cada vez más, como ahogaba sus gemidos, lloraba silenciosamente, apretaba sus puños fuertemente.

Pablo….espera…muy fuerte….por favor-suplicaba mientras sus lágrimas se perdían en mi hombro en el cual su cabeza estaba reposada.

Pero yo no pensaba darle ni el menor de los descansos, deseaba sacar todo eso que me llevaba dentro y la mejor manera era por medio del sexo brusco. Tome aun más fuerte sus piernas, levantándola más y metiendo por fin las últimas estocadas que derramarían esa sustancia blanca en su interior, mezclándose con lo rojo de la sangre producto de la brutal sesión de sexo llevado a cabo minutos antes.

Cuando lo vi tirado en el piso con los ojos entre abiertos, parte de su camisa blanca manchada con sangre, su cabello revuelto, las numerosas marcas de mordiscos en el cuello y los moretones en las muñecas que eran la prueba de lo ocurrido allí. Por un momento pensé en ayudarlo pero después me dije a mi mismo que "Las perras deberían saber cuidarse por sí solas" y partiendo de la escena agarre unas latas de cerveza mientras prendía la televisión.

Gabriel

Quería levantarme pero el dolor era insoportable, mire como Pablo se alejaba hacia el sillón y prendiendo la tele se quedo allí mirando. Deseaba con todo mi corazón que un día el me mirara de manera tierna y me ayudara pero mi deseo parecía imposible de cumplir. Pensaba que tal vez con el tiempo el llegaría a amarme tanto como yo lo amaba a él, creí que a través del sexo conocería sus verdaderos sentimientos, pero nunca funciono lo único que siempre recibía de su parte era furia, dolor y frustración, aunque él lo quisiera yo nunca podría ser esa persona que deseaba con todo su corazón y aunque yo lo quisiera tampoco podría llegar a convertirme en su amor.

Nosotros éramos parecidos ya que ambo sabíamos que nunca llegaríamos a conseguir el corazón de la persona que amábamos.

Me levante silenciosamente después de un rato y yéndome hacia el baño, llene la ducha tomándome un baño refrescante con el cual podría llegar a ahogar las penas. Sacar los problemas de mi mente, sentir que al menos lo tenía a mi lado y no alejado al menos eso sería mi consuelo. Prefería tenerlo cerca a que el ya nunca me dirigiera la palabra, después de todo si no obtenía su corazón al menos deseaba estar a su lado para calmar el dolor, aunque para ello tuviera que pagar con mi cuerpo, su felicidad era lo que más deseaba.

Salí y cuando lo vi dormir plácidamente sobre el sillón mi corazón no tardo en sentirse conmovido por tal visión, su rostro durmiendo era su verdadero ser, porque a pesar de que demostrara ser alguien insensible y molesto en verdad solo yo podía ver su naturaleza escondida bajo un caparazón forrado con grandes torres que lo resguardarían, protegiéndolo de la traición, la envidia, el desprecio, la ignorancia pero nunca podría llegar a crear una fortaleza que lo resguardara de la cruda realidad ya que aunque no lo quisiera admitir tanto él como yo teníamos "al único" que nos podría hacer feliz frente a nuestros ojos, tan cerca y a la vez tan lejos, a un paso pero sin poder tocarlo, lleno de amor pero sin poder demostrarle nada, viendo ante nuestro, el cariño de "esa persona que amábamos" derrocharse por otro individuo, sufriendo en la oscuridad anhelando la luz, anhelando sus tiernos besos, anhelando sus pensamientos y sentimientos, anhelando tan solo su AMOR.

Lo tape con una frazada y juntando las latas de cerveza esparcidas por toda la habitación me dispuse a salir de aquel lugar, después de todo seguramente mis padres ya me estarían esperando ansiosos por mi llegada, por mi explicación de por qué tarde tanto en llegar y otras muchas preguntas que se asemejaban a un autentico interrogatorio.

Sam

Llegue al edificio ya bastante tarde en la noche mi turno duraba 6 horas y ya llegaba casi a las 10 de la noche, quería poder acostarme y descansar pero cuando entre al departamento al fin, me sorprendí al ver que las luces apagadas adornaban todo el ambiente, proyectándome que Erick no estaba. Ignore por completo el hecho que no estuviera y sentándome en el sillón el sonido del timbre sonar me sobresalto. "De seguro es ese idiota que se olvido las llaves de nuevo" pensé al creer que la persona que tocaba el timbre era mi novio y sorprendido al ver a Sebas con cara de asustado del otro lado de la puerta, en el pasillo.


Hola chicos me alegra poder retomar esto, lamento no haber subido antes, y agradezco todos los comentarios en el anterior relato, en verdad me alegra que les guste. Espero poder seguir subiendo este mas seguido de a partir de ahora. Bueno me despido saludándolos y por ultimo VALOREN Y COMENTEN, gracias por todo.