Cruzando caminos: deseos y recuerdos.

-ahhhhhhh... -¿te rindes?-pregunte al ver la exitacion que llevaba mi niño.

La vida nos da sorpresa y estos chicos se llevaran la mayor de sus vidas…

Erick

Primero que todo me presento, soy Erick, tengo 21 años voy a la universidad, a segundo año, soy un chico común y corriente, estudio informática de avanzada, tengo un negocio familiar que heredare por la cual me estoy preparando para ello. Respecto a mi forma física se podría decir  que estoy bastante bien, soy marcadito por decirlo así, especialmente mi tableta y brazos, mi cabello es negro azabache, ojos marrones claro, bastante alto 1,90m para precisar, según me dicen mi cara desborda picardía así que no sé exactamente como describirla,  mi personalidad es un poco juguetona, no soy malo pero  hay algunos que dicen que soy engreído. Pues por mi allá ellos. Soy gay, me di cuenta de eso cuando conocí a mi actual novio, Samuel.

Mi novio y yo llevábamos una relación hace ya bastante tiempo, 3 años a decir verdad. Comenzamos bien, no hay  una historia triste que contar sobre nuestra relación ni mucho menos, esto lo digo sin tener en cuenta que el maldito se hizo rogar por medio año, pero bueno al final todo salió muy bien.

Hoy comenzamos nuestro nuevo año escolar, anoche nos aviamos acostado bastante tarde porque fuimos a una joda que estuvo súper buena y como me gusto un montón decidí quedarme y obligarlo a él a hacer lo mismo. Debo decir que estaba bastante enfadado, odia las reuniones familiares y que lo haya hecho salir ya fue un milagro, asique cuando le dije para quedarnos más tiempo se me enfurruño como niño pequeño.  Llegamos como a las 4 de la mañana al departamento, el fue directo a la cama, yo intente despertar  a su amigo pero al parecer estaba tan enojado que ni la hora me quería dar.

Esta mañana, me levante y lo vi tan hermoso como siempre, vestía un short corto, como los de gimnasia, y lo que parecía su remera de deporte en conjunto con el delantal blanco que se había comprado hace poco tiempo,  estaba de espalda haciendo el desayuno y tarareando una canción que reconocí como  “Cada Mañana” de Reik.  Era impresionante escucharlo cantar, tenía una vos bellísima, era como escuchar un ángel. Me acerque suavemente, sin que se diera cuenta, era tanta mi excitación que mi polla estaba llena de deseo. Lo agarro de su cintura y empiezo a acariciarlo por encima de la camisa, el rápidamente saca mis manos de su cuerpo sin inmutar palabra. Esto me enoja de sobremanera y comienzo a decirle palabras lascivas en su oído.

  • Tú tienes la culpa de que este así tan temprano-le dije acercando mi pelvis sobre su hermoso trasero- ¿sabes? anoche me fui a dormir insatisfecho, no me diste nada de ti y con nada digo nada-le dije suavemente al oído mordisqueándolo un poco en lo cual recibí un quejido de su parte- y encima de todo hoy me provocas con ese short corto meneando tus caderas y cantando esa hermosa canción con vos sensual-subí mis manos hasta sus pezones comenzando a hacerles círculos a través de la tela.

  • Basta- dijo sacando nuevamente mis manos de su cuerpo- me hartas cuando te pones así ¿lo sabías?-intento alejarse de mí.

  • Yo sería el que tuviera que decir eso, ¿acoso somos o no pareja?-me estaba comenzando a enfadar- tenemos tiempo limitado y tu cuando estas junto a mi solo estas enojado y ni siquiera me hablas-esto se lo dije casi gritando, el se dio la vuelta mirándome a los ojos.

  • Pues tu eres el culpable, ¿Por qué haces cosas que sabes que me molesta?, sales a bailar con mujeres toda la noche y me dejas a mi sentado en la barra teniendo que soportar a viejos y viejas verdes que vengan a querer comprar mi cuerpo- comenzó a largar unas cuantas lagrimas que sobresalían de sus grandes ojos color verde.

  • ¿Qué?-pregunte incrédulo- ¿cómo es eso?, ¿Por qué no me lo dijiste antes? Acaso eres tonto.

  • El tonto eres tu- grito- acepto salir contigo y tú te cuelgas por la primer mina con curvas que se te cruza por el frente, y luego trató de decirte que quiero irme y tu solo me ignoras.

  • Ehhh pero yo pensé que a ti…-corte mis palabras por la mitad, no había forma de seguir.

  • ¿Qué? Vas a decirme que no creías que tuviera sentimientos o que también pienso en nuestra relación, se suponía que ayer estaríamos solos pero tú decidiste salir, y claro después me dices que el de la culpa soy yo ¿no?, en tu mundo todo es tan fácil que tú nunca tienes la culpa de nada ¿verdad?

  • Tienes razón, eh estado siendo egoísta, pensé que tu no estabas interesado en nuestra relación y  me comporte como un completo idiota- me acerque a él y lo abrace, susurre muy despacio en su oído-lo siento, prometo que seré mas atento a partir de ahora.

  • Te amo-me dijo correspondiendo mi abrazo.

  • Yo más.

  • Jajajajajaja no se si creerte-al fin sonrió, me encantaba verlo de esa manera.

  • Te lo demostrare- dije agarrándolo de las dos muñecas y empujándolo sobre la mesada de la cocina, quedando el recostado sobre esta y yo sobre el empujando con una de mis piernas su parte inferior. La cual comenzaba a tener plena reacción.

  • ¿Qué haces?-me dijo con su cara completamente roja- no tengo ganas, para.

  • ¿Qué no tienes gana? Pero mira como esta esto-dije refregando mi rodilla sobre su paquete- tus palabras dirán que no, pero tu cuerpo dice que sí.

Levante la remera que llevaba puesto y baje su short por completo, agarre una botella de vino, que había dejado sin terminar esa noche, rociando el contenido por su torso provocando que se viera a la perfección su cuerpo bajo ese liso delantal que llevaba puesto.

  • Que escena mas erótica la que me muestras- dije con la vos más sensual que tenia.

  • Basta, te dije que no, además esta tarde tenemos las primeras clases, me vas a acabar- dijo el intentando separarme de su cuerpo.

  • Tranquilo si es necesario te llevare cargando- le dije mirando su rostro completamente rojizo y sus ojos más abiertos que antes.

Lo levante sobre la mesada, introduciendo mis manos por debajo del delantal, mordisqueando su oreja y tomando su paquete entre mis manos, comencé a frotarlo y a darle un beso que de seguro le sacaría más de un suspiro, lo agarre de su barbilla y metí mi lengua en su boca examinando cada una de sus partes, dejándolo sin aires por momentos, viendo sus pezones ponerse duros como roca y su amigo creciendo a cada momento, mientras a mi comenzaba a hacerme efecto la lujuria y el deseo que sentía desde la noche anterior.

Lo di vuelta, y agarre el corcho de la botella de vino que se encontraba al costado de la mesada, sin más se lo metí en su orificio, provocando un quejido de su parte.

  • Ahhhhh, basta Eri…ck- dijo claramente excitado.

  • No lo hare hasta que me digas que me quieres dentro, si lo haces esto terminara pronto sino tendrás que quedarte satisfecho con el corcho en tu interior.

Seguí metiendo y sacando el corcho de dentro suyo, el gemía y respiraba hondo y fuerte. Lleve mis manos hacia mi paquete y lo saque de su prisión, bajándome por completo el vaquero y bóxer que llevaba puesto, acercando cada ver más mi paquete hacia su raya y refregándolo contra  esta.

  • Ahhhhhhh.

  • ¿Te rindes?- pregunte al ver la excitación que llevaba mi niño.

No me contesto solo movió su cabeza indicando que no. Entonces decidí ser un poco mas brusco, agarre su amigo con fuerza y lo apreté la punta provocando que tuviera contracciones en su ano, Sam no paraba de gemir de deseo, sabía que lo que tenía en su interior no lo satisfacía y pronto se rediría al deseo.

  • Basta….basta..esta..bien-dijo de un momento a otro.

  • ¿Lo dirás?-pregunte sabiendo la respuesta.

  • S…si.

  • Te escucho.

  • Por…favor..lo quiero…quiero que me lo metas.

  • No te escucho, se mas claro ¿qué quieres que te meta y en donde?

  • Mi trasero…..-grito- quiero que metas tu polla en mi trasero carajo- cayo al fin, pensé para mí mismo.

  • Tus palabras son ordenes- le dije sacando el corcho de su interior.

Se lo metí de la única forma que sabía, y sabia que eso le encantaba a él también, fuerte y de una sola vez  hasta el fondo sin rechinar.

  • Ahhhh…ahh-gimio.

Levante una de sus piernas sobre la mesada, sujetándolo de sus caderas provocando que su orificio se abriera más a mi paquete, y que el tuviera que sostenerse sobre sus manos y no pudiera evitar que las mías recorrieran su cuerpo. Se lo metía y sacaba de una manera brutal, haciendo que él me apretara cada vez más, y provocando que mi polla estuviera al borde de la eyaculación.

Llego el momento al fin, metí la última estocada, luego de que él se viniera abundantemente sobre la mesada, y sucedió descargue todo mi ser en su interior. De manera agitada y potente.

  • Ahhhhh….ahhhh-gimio el.

  • Ya no aguanto-aullé yo sacando todo lo que tenia contenido desde la noche.

Luego de un momento de descanso en los que él se quedo recostado sobre la mesada y yo lamiendo toda su espalda. Lo agarre del brazo y lo arrodille. Era costumbre hacer eso después de cada sesión de sexo, o al menos para mí lo era.  El agarro con sus manos mi pene, y abriendo tímidamente su boca se fue introduciendo mi pedazo de carne, me encantaba esa sensación.

  • Lo tienes que dejar bien limpio-le dije acariciando su cabeza- si lo haces te daré una sorpresa.

El siguió lamiendo con su lengua desde la punta hasta la base, llegando hasta mis testículos y dando pequeños besos y chupones en ellos, mi amigo comenzó a despertarse nuevamente y fue cuando agarre su cabeza dándole potentes estocadas a su boca. Primero hasta la mitad, para no provocarle arcadas, y luego aumentando el ritmo si hasta el final, por momentos se quedaba sin aire asique bajaba el ritmo. Luego de que se acostumbrase, al largo y grosor de mi paquete, lo hice con toda seguridad y llegue hasta su garganta cada vez más, teniendo una sensación placentera y haciendo que me viniera en su boca, no pudiendo hacer otra cosa que tragárselo él.

  • Ahhhhh…ahhh.ah- gemí yo totalmente agitado y sin fuerzas ya para otra ronda.

  • Eres un monstruo-me dijo con lágrimas en sus ojos.

  • Y aun así me amas y yo a ti- le dije dándole un pasional beso.

  • Me conoces demasiado bien, esa es mi debilidad.

  • Yo no diría que es una debilidad, más bien es un punto fuerte, eres sincero, ya sea con palabras-pase mi  pulgar por sus labios-o con tu cuerpo-dije mirándolo de manera lasciva, de arriba abajo, arrodillado como estaba y con su delantal todo lleno de semen.

  • Tienes una presencia diabólica-dijo secando sus lágrimas e intentando levantarse, cayendo sin éxito, largando un pequeño suspiro por su boca.

  • Mmmmm al parecer me tengo que hacer cargo de mis actos-dije levantándolo.

  • ¿Qué haces?-pregunto alterado.

  • Te cargo hasta la bañera, no querrás salir así como estas ahora, ¿verdad?- le dije conociendo su respuesta, no tenia elección al menos no si quería ir al colegio hoy.

Llevarlo en mis brazos era estupendo podía ver sus pezones a través de su remera levemente levantada, además no es que yo sea súper fuerte sino que él pesaba menos que una pluma, o al menos así lo sentía yo. Podía oler su aroma, y sentir su piel contra la mía. Lamentablemente todo tiene su final y cuando llegamos a la bañera lo tuve que sentar al borde de esta mientras cargaba el agua. Me fui sacando toda la ropa y la puse en el cesto de ropa sucia, mientras me la sacaba podía sentir su mirada sobre mi espalda  y mi trasero, estando de esa manera no podía ver su rostro pero si me lo imaginaba. Al darme vuelta vi que él estaba con sus mejillas rojizas,  le saque primero el delantal, luego lentamente la camisa rosando suavemente sus tetillas provocándole escalofríos.

Primero me metí yo y luego levantándolo nuevamente lo metí a el dentro de la ahora estrecha bañera.  Agarre una esponja y fue lavándole la espalda, esta acción le provoco escalofríos por todo el cuerpo. Lentamente con el jabón fui enjabonándole todo su espalda, brazos, pecho, y como no su parte inferior.

  • ¿Qué haces?-pregunto bastante alterado, dándose vuela a mirarme.

  • Nada, solo estoy lavándote, ¿Qué te imaginabas?- le dije provocando que se sonrojara y diera vuelta su cabeza nuevamente- ¿no me digas que te estabas imaginando que haríamos cochinadas aquí en el baño? Pero mira que mente sucia que tienes- dije casi riéndome con un sarcasmo que no sé de donde lo saque.

  • Cállate, y en todo caso lo que sea que me haya imaginado es por influencia tuya-me encantaba cuando se enojaba, parecía un niño pequeño.

  • Jajajajajajajaja pero mira que ahora la culpa la tengo yo, no creo que yo sea el culpable que tu estés medio erecto después de la intensa sesión de sexo que acabamos de tener, solo porque te rosara con el jabón- dije con vos suave en su oído.

  • Ahhhh….basta ¿Qué haces?

  • Nada solo quiero satisfacerte a ti también, o ¿Qué? Piensas quedarte así hasta que lleguemos a casa nuevamente-le dije tocando suavemente su polla ya completamente erecta.

  • N…no.

  • Entonces ¿continuo?

  • S…si.

  • My bien, así me gusta que seas sincero, me encanta eso de ti.

Nuevamente comenzó un desborde de placer que cubría todo mi cuerpo y el de Sam, el gemía y yo subía y bajaba mi mano llena de jabón, mientras le daba pequeños besos en su jovial nuca, sacándole suspiros de su hermosa boca. No tardo mucho tiempo en eyacular y al ver que estaba tremendamente cansado lo deje hay.

  • Muy bien, hoy te portaste de maravilla, si quieres duerme y yo luego te acuesto en la cama, aun tienes 3 horas antes de ir a clases yo te levanto y vamos junto ¿de acuerdo?- le dije mientras veía como se recostaba sobre mi pecho.

  • Esta….bien-dijo entrecerrando los ojos y quedándose dormido por momentos.

Lo lave muy bien, y liándolo con una toalla lo lleve hasta la cama tapándolo únicamente con una fina sabana y dejándolo descansar.

Volví al baño y me vestí con una camisa blanca, un vaquero suelto, como era mi gusto, me peine y me puse las pulseras y la cadena con una cruz que me había regalado Sam por nuestro primer mes juntos.  Me decidí a limpiar todo el desastre ocasionado o si no el se levantaría y comenzaría a limpiar todo por su cuenta, empecé con el baño, no fue tan difícil. Continúe con la cocina, esta si  costo un poco mas y ordenando todo el living, termine. Me senté a mirar la TV  mientras pasaba el tiempo, cuando me di cuenta ya era bastante tarde y aun tenía que levantar a Sam para que se vistiera.

Lo desperté de una manera brusca, estaba muy cansado y se resistía a levantarse, lo moví un poco y se levanto dio vuelta su cabeza y al mirar la hora 12:30, se paró de inmediato.

  • Se suponía que me levantaras una hora antes, no faltando 30 minutos-dijo evidentemente enojado.

  • No te preocupes, con el carro llegamos en 10 minutos-le dije intentando calmarlo.

  • Juro que si pudiera te mataría e este instante- agarro su ropa y la llevo al baño, salió minutos después, completamente vestido, peinado, perfumado ya acomodando sus cosas salió hacia afuera.

  • Espérame yo aun estoy aquí ¿te diste cuenta?- le grite o si no se iría corriendo y no me esperaría.

  • Apúrate-grito desde el coche.

  • Ya llegue-le dije tomando el volante de mi coche poniéndome en marcha.

Hubo un momento de silencio interminable mientras llegábamos a la universidad, no lo notaba enojado pero si distraído, iba mirando por la ventanilla como en otro mundo. Me canse de la situación y rompí el silencio.

  • ¿Acaso estas enojado por no haberte levantado antes?- pregunte con cara de niño bueno, haciéndole una seña con la mano para que me perdone.

  • No, no es eso, pero no dudes que después voy a cobrar con creces  el estrés que me has causado esta mañana-me dijo con una de esas sonrisas que amaba.

  • Lo espero, pero, ¿entonces a que se debe esa cara?-pregunte haciendo una mueca que denotaba preocupación.

  • Mmmmm, es que mi tía avisó a mi madre que Estefan, su hijo, entrara este año a estudiar en esta universidad y pues a decir verdad tengo miedo de encontrarme con él.

  • Ehhhhhhh, ¿tienes miedo de encontrarte con tu primo? Pero ¿Por qué?

  • Es que veras cuando éramos niños, nosotros nos la pasábamos todo el tiempo juntos y pues cuando te conocí a ti hace tres años atrás, decidí contarle toda la situación de aquel entonces, pensando que él me apoyaría, pero sucedió lo contrario y pues desde ese día  ya nunca me volvió a hablar. Aunque le agradezco que jamás que le haya dicho una palabra a mis padres, ni lo haya divulgado a los cuatro vientos.

  • Pues aun así es un idiota-dije notablemente molesto- si él te hubiera querido de verdad, te viera aceptado tal y como eras, no se hubiera puesto en contra tuya.

  • Eso ya lo sé-dijo Sam agachando la cabeza y juntando sus manos-lo que pasa es que mi madre me pidió que lo vigilara y que estuviera cerca de él para que no esté completamente solo-termino de contarme dando un suspiro.

  • Eso es mucho más complicado-dije yo estacionando el auto y bajándonos los dos de el- pues mira lo mejor es que si lo encuentras lo ignores y ya, al fin y al cabo si no dijo nada antes no dirá nada ahora, ¿no te parece?-le dije a mi pareja dándole un beso y despidiéndome de él.

  • Tienes razón-me dijo soltándome y yendo para donde quedaba su campus.

  • Y si no la tengo y el comienza  molestarte pues me llamas y lo zamarreo un poco y ya está, tema resuelto-dije levantando mi mano y despidiéndolo también.

  • No te atrevas-dijo haciendo el mismo gesto que yo realice anteriormente- nos vemos, cuídate-me saco la lengua y guiño un ojo corriendo hacia el campus que quedaba en la otra punta.

El resto del día no lo pude ver más debido al alejamiento de nuestros campus. Pero si tuve una grata sorpresa cuando al llegar a los pasillos vi a un chico extremadamente lindo que iba  corriendo hacia los pisos de primer año. Pasó a mi lado y un poco agitado me pregunto:

  • Oye discúlpame, me podría decir ¿Dónde están los cursos de los de primero? Es que creo que me perdí-me dijo sonriéndome un tanto traspirado y con una cara agitada.

  • Claro amigo, mira sigue esas escaleras-dije señalando las escaleras a mi derecha- que van hacia el primer piso y podrás encontrar todos los cursos de los de primero-le dije terminando de hablar.

  • Ah gracias, me salvaste-corrió hacia las escaleras- a por cierto soy Fran-termino de decir  y lo perdí de vista, viéndolo partir hacia el primer piso.

Todo el resto de la tarde estuve con la imagen de ese chico en mi cabeza, de su sonrisa, su rostro, esos expectantes ojos azules y su carita de niño bueno.

De solo imaginarlo desnudo me babeaba, no preste nada de atención en clase y varias veces  me llamaron la atención. Quería verlo de nuevo a como diera lugar, tenía un indicio, se llamaba Fran, eso no era mucho pero era mejor que nada.

Lo sorprendente fue que al salir de clases vi a Samuel junto con dos chicos, uno no conocía y el otro estaba de espalda, al darme cuenta que él  que estaba de espalda se dio vuelta pude divisar por completo su rostro y cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que era ese ángel  que me encontré a la mañana.

Samuel

Bueno primero me presento, me llamo Samuel Rodríguez, tengo 21 años y voy a la universidad en la cual estudio ingeniería agroindustrial, me va bastante bien, soy responsable y de carácter serio. Algunas veces me paso un poco pero me gusta ser sincero y decir lo que pienso, guardarme algo no es mi estilo. Mi figura es mi peor enemiga, por así decirlo, toda mi familia está dotada con la cara de niño que nos simboliza, y la cual a mi no me gusta. No soy muy alto 1.68 m, soy flaco, mi piel es blanca, no muy pálida pero es como si nunca estuviera en el sol. Mis ojos son verdes, grandes  con largas pestañas, según mi novio, mi cabello es castaño claro y mis labios son finos y rojos.

Lo que me falta decir es que soy gay, desde los 12 años si no me equivoco cuando conocí a aquel que fue mi primer amor (pero eso es otra cosa que no quiero recordar), ahora estoy con un chico que conocí hace tres años atrás, el es egocéntrico y un poco tonto a veces, pero tiene su lado bueno, se podría decir que es transparente, si no fuera por esa característica no creo que me hubiera enamorado de él. Además de que es bastante pesado, en todos los sentidos,  hoy no mas era nuestro primer día de clases y al tonto se le ocurre  una sesión de sexo que me dejo hecho polvo. Pero juro que cuanto pueda se lo hago pagar con creces.

Como dije hoy es mi primer día de clases, estaba emocionado, feliz y triste a la vez, tenía un lio tremendo en la cabeza, dirigiéndome hacia el campus me puse a recordar un montón de cosas respeto a una persona que quería mucho, el día que le conté toda la verdad a mi primo fue el mismo día que perdí por completo su confianza y su aprecio, hasta ahora es el precio más caro que tuve que pagar por ser como soy.

Ese día tan triste para mí, yo legaba a la casa de m tía Cristina y le pregunte que donde se encontraba Estefan, ella contesto que estaba en su cuarto escuchando música, subí rápidamente por las escaleras, estaba completamente seguro de contarle toda la verdad a mi primo, hermano y amigo. Al llegar a su cuarto  y abrir la puerta me encontré con el acostado, con los auriculares puestos y los ojos cerrados. Me acerque lentamente hasta su lado y me acomode en una silla que había al lado de su cama. Prepare mi voz lo más que pude y me dispuse a gritarle.

  • Oye dormilón- le saque los auriculares- DESPIERTATEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-grite provocando que diera un salto en la cama y se quedara  sentado en ella mirando hacia todos lados-jajajajajajajajajaja tendrías que ver tu cara-le dije riéndome y mirándolo a él cómo me  tenía entre ceja y ceja,  sabía que odia que le hicieran eso y para romper el hielo era una buena forma.

  • Pero mira que eres un niño-me dijo serenándose un poco- ¿qué trae por aquí a mi tonto primito? Después de todo es raro que nos honre con su presencia-con todo lo que pasaba con Erick esos días no anduve visitando demasiado  Estefan y sabia que claramente estaría enojado.

  • Wauuu ¿no me digas que me extrañaste?-dijo simulando una cara de alegría, no hace falta decir que ante el único que me comportaba así era delante de él- me da una felicidad extrema.

  • Y ¿Quién dijo eso?-dijo el levantándose de la cama y poniéndose las zapatillas- solo te lo pregunte porque se me hacia raro que no anduvieras molestándome con tu presencia-concluyo sentándose en la silla que era del escritorio de la PC.

  • Dios, ¿alguna vez te dijeron que eres un ogro?-si yo tenía un carácter tremendo el me ganaba.

  • Si, y apuesto que no soy el único al que le dijeron eso-contesto mirándome a los ojos y sonriéndome con complicidad.

  • Ok, me riendo-termine el juego que habíamos comenzado desde un principio de la conversación- ahora a la nuestro, tengo que decirte algo muy importante-dije poniéndome completamente serio, estaba a un pasó de contarle todo y sentía como los nervios  comenzaban  a presentarse.

  • Entiendo, supongo que eso “importante” tendrá que ver con el hecho de que desaparecieras de mi vista por dos semanas completas, o ¿me equivoco?-pregunto mi primo serio al igual que yo.

  • Estas en lo correcto-odiaba que él me conociera tan bien- pero es algo que te va a impactar y en realidad me temo que no lo entiendas y te enfades conmigo-termine de decir.

  • Y yo ¿Cuándo no eh entendido tu desastrosa cabeza?, sea lo que sea soy tu hermano y lo voy a entender-dijo sonriéndome-asique desembucha.

  • Está bien pero tienes que prometerme que esto no saldrá de este cuarto.

  • Esto quedara entre nosotros, de mi boca no saldrá una palabra-dijo levantando la mano en son de juramento-¿es suficiente con eso o quieres que te firme algo?

  • Jajajaja tu sí que sabes cómo romper el hielo ¿verdad?-le die sonriendo levemente.

  • Vamos no lo retrases mas y cuéntamelo que me estoy desesperando-estaba más ansioso que nunca.

  • Está bien, prepárate, me enamore de alguien-le dije casi gritando y serrando los ojos.

  • Ehhhhhhhhhhh y eso ¿qué tiene de raro?, ¿por eso me hiciste estar tan ansioso?-me dijo dándose la vuelta.

  • No espera, es que no lo entiendes, la persona de la cual me enamore es….-mi vos no sabía cómo continuar- es……..

  • ¿es?-me dijo el dándose la vuelta nuevamente mirándome desesperado.

  • UN CHICO!!!!!-grite no tan fuerte pero si cosa que lo escuchara él para no volver a repetirlo- me enamore de un chico- repetí- soy gay- esto último lo dije cerrando los ojos y con la vos casi inaudible.

  • Todo esto, y me terminas diciendo una broma, pero que ¿eres idiota?- me dijo dándome un leve golpe a la cabeza y dándose la vuela nuevamente dispuesto a prender la PC.

  • ¿eh?, no, no te equivocas no es una broma, ES LA VERDAD, te digo la verdad-dije agarrándole de la manga de su remera y agachando mi cabeza.

Estefan se quedo quieto y callado por algunos minutos que fueron sepulcrales para mi, era como estar esperando  tu sentencia de muerte. Yo no hable solo estaba ahí, en la misma posición de minutos atrás, sentado en la silla con la cabeza agachada y las manos agarradas como rezando para esperar a un milagro, no sabía como iba a reaccionar mi primo, pero sabía que fuera la decisión que fuera marcaria de cierta forma nuestra relación.

De un momento a otro Estefan se levanto, al sentir sus pisadas levante mi rostro y lo vi dirigiéndose hasta la puerta de su habitación, yo no decía ni hacia nada solo lo seguía con la vista, se para frente a la puerta y di vuelta a mirarme, cuando vi sus ojos pude leer su respuesta, agarro con una de sus manos la perilla de la puerta, paro un instante y se dispuso a decirme la frase que acabaría con nuestra relación.

  • Para tu suerte, prometí no decir nada de esto, pero no creas que fue por consideración sino por lastima-dijo mirándome con unos ojos llenos de ira y de dolor- me das lastima, lo asqueroso de tu ser me repugna, y me da asco ser parte de tu familia-esas palabras fueron como mil agujas entrando en todo mi cuerpo- y te recomendaría que nunca en la vida te vuelvas a presentar ante mí, si lo haces no sé hasta qué extremo pueda llegar-termino abriendo la puerta y dándome paso a que me fuera. Unas lagrimas salieron de mis ojos no pudiendo contenerme, levante mi cabeza y me dispuse a caminar hacia la salida. Mi tía no se encontraba, por suerte, salí sin ser visto y sin despedirme de nadie.

Desde aquella ves ya no vi mas a mi primo, como íbamos a secundarias diferentes y vivíamos bastante alejados fue muy fácil no verlo. Pero por alguna razón el dolor que sentí desde ese día no se iba si importar el tiempo que pasara o la distancia a la que nos encontráramos el dolor aguado, y vacio seguía en el mismo lugar desde esa ocasión, en mi corazón, resonando como una melodía que me repetía una y otra vez, que había perdido algo importante.

Un suspiro salió de mi boca, recordé todo eso sin querer hacerlo, no podía seguir pensando que el que cometió el error fui yo, Erick tenía razón si Estefan no dijo nada antes pues menos lo haría ahora y además le hablare una vez solo para aclararle las cosas después de eso ya no lo vería mas, si eso es lo que debía hacer, después de todo ahora tenía a muchas personas con la cual contar, ya no estaba solo él como aquel entonces.

De repente me sacan de mis pensamientos dos personas, una me tapa los ojos y la otra me agarra los brazos llevándolos hacia atrás y provocando que no pudiera zafarme, caminamos uno metros, nadie decía nada, hasta que me sientan en lo que parecía unos bancos y me sacan las manos de los ojos soltándome al mismo tiempo los brazos, cuando logro abrir los ojos me encuentro con ESAS DOS PERSONAS……....

CONTINUARA.

Bueno perdonen la ortografia. y gracias nuevamente a todos aquellos que leen mis historia, y me aguantan jaja, saludos a todos. ATTE: NoE...