Cruzado Caminos: Preguntas sin respuesta...cap 13

Creo que me debes una explicación-el me siguió con la mirada, yo no pude evitar que en ese justo instante una lagrima se me escapara- ¿Por qué Erick?.....

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Todo dio un giro entre Fran y Cristian, después de tanto tiempo y con la intervención de Estefan y Sebas lograron al fin confesarse sus sentimientos. Por otra parte, Sebas, le responde a Cecilia, dándole una respuesta negativa, esta se lo toma de la manera más integra y se alejo de él. Erick sigue cometiendo los mismos errores, y agrava cada vez más su relación con Sam.


CRISTIAN

Esto tiene que ser el mejor sueño que he tenido en mi vida entera. El aun sigue dormido, está a mi lado en la cama, me tiene fuertemente agarrado por el brazo, por lo cual no puedo moverme demasiado. Sin embargo, tengo una mano libre con lo cual acaricio suevamente su cabello.

Siento algo de pena, estoy a espaldas del asique no puedo ver su hermoso rostro dormido. Lo deseo enormemente pero lamentablemente no puedo moverme o correría con el riesgo de despertarlo.

Puedo sentir su cuerpo pegado al mío, su calor corporal, su respiración tranquila. Esta de espalda y aun así la vista es increíble, todo su cuerpo parece esculpido. Es hermoso.

No puedo evitar pensar en todo el tiempo perdido, si tan solo nos hubiéramos animado mucho antes a confesar nuestros sentimientos. Pero, de igual manera ahora todo vale la pena, solo por tener este tiempo a mi lado, así como estamos ahora, juntos.

-Tan temprano y tan despierto-sentí que se movía dándose vuelta para quedar frente a frente contra mí.

-Es que a tu lado es imposible estar tranquilo-conteste, no sin antes darle un pequeño beso de buenos días.

-Mmmm, si todos los días fueran así…-deliro.

-Con tan solo una palabra tuya serán así por siempre-comencé a darle pequeños besos por todo su rostro y si no hubiera sido porque en ese preciso momento golpearon la puerta hubiera continuado.

Atiende-me dijo levantándose.

-No espera, sea quien sea lo despediré cuanto antes, quédate en la cama ya vuelvo-lo detuve y el acudió mi orden al pie de la letra.

Me levante perezoso, la verdad no quería salir de la cama, deseaba permanecer a su lado todo el tiempo que fuera posible.

Llegue hasta la entrada y sin pensarlo dos veces abrí la puerta. Francamente lo tuviera que haber pensado mejor, mirar primero quien era, o al menos preguntar pero ahora ya era demasiado tarde y sin importar que hiciera ellos estaban allí.

-No nos vas a saludar-me dijo el hombre parado frente a mí, de ojos  color miel y cabellos rubios igual que los míos.

-Papa…-respondí aun atónito. Me había olvidado por completo que me dijo que vendrían- ¿Qué hacen aquí?-le pregunte, aun me sorprendía que hayan venido directo hacia mi apartamento. Y digo hallan porque la Sra. Isabel también estaba allí parada sonriéndome.

-No pareces contento de vernos querido hijo, acaso te molestamos-me pregunto ella abrazándome mientras me daba dos pequeños besos en las mejillas.

-Por supuesto que no mama, es solo que me sorprende verlos aquí, es decir pensé que pasarían por un Hotel antes- vi como ella entraba detrás de mi padre. Mientras este se sentaba en el sillón del living.

-Díselo a tu padre,  estaba preocupado por la manera en la que vives y dijo que quería verlo con sus propios ojos-dejo las maletas al costado de la puerta y se sentó junto a mi padre.

-Siempre tan confiado…-susurre para mis adentros.

-Acaso no te enseñe modales, ¿Qué paso con los Buenos días?-me dijo de manera autoritaria.

-Me los enseñaste, y también me enseñaste a no llegar a una propiedad ajena sin previo aviso-lo rete.

Creo que decir que nuestra relación es tensa seria poco.  Desde siempre ha sido así, no digo que mi padre no me quiera es solo que a veces puede llegar a ser un poco desconfiado, piensa que no puedo sobrevivir si no estoy a su lado y nunca eh sido de las personas que les gustan depender de nadie asique tenemos diferentes opiniones. Es de la misma manera con Fran, solamente que con él es más protector y al mismo tiempo cariñoso.

-Tienes razón, pero veo que llevas una buena vida-pego un ojo por toda la casa. A lo que me empezó a temblar las piernas, Francisco todavía estaba en la habitación.

-¿Cómo has estado pequeño?-La Sra. Isabel  tenía esa manía de llamarme pequeño siempre.

-Muy bien mama-en ese momento se escucho un ruido en mi habitación- Maldición - pensé.

-¿Hay alguien más aquí?-pregunto curiosa mi madre.

Sin previo aviso mi padre se dirigió hacia la habitación y la abrió. Ahora si estoy muerto, y por la mano de mi propio padre.

-Frank pequeño, ¿Qué haces aquí?-mi padre no dudo en ir a abrazarlo.

-Hijo…-en ese momento Isabel me miro extrañada y yo solo esquive su mirada.

Isabel paso a mi lado para ir a saludar a su hijo no sin antes susurrarme cierto comentario, “ Esto me lo explican si o si”. Esa mujer tenía un sexto sentido un tanto aterrador.

Fran los saludo a ambos, y luego todos nos fuimos a sentar. La cosa estaba rara, Papa no había preguntado nada sobre porque su hijito estaba en mi casa, y sorpresivamente la conversación solo  giro en temas triviales, como la universidad, el trabajo, la convivencia y cosas como esas.

-Bueno tenemos que ir despidiéndonos, a ver si encontramos donde quedarnos-dijo Isabel despidiéndose de Fran y de mi.

-Nos vemos luego hijo-se despidió mi padre- Fran, pequeño te me cuidas.

Mis padres se fueron y los dos respiramos aliviados.

-Te voy a matar Cristian- estoy muerto- Como no me dijiste antes que vendrían.

-Se me olvido-me excuse.

-¿Se te olvido? Cris estuvimos  casi un día entero juntos y a ti se te olvida decirme algo tan importante- lo sé, tenía razón, pero me olvide con todo lo que paso.

-Pero, todo salió bien-lo tome de los brazos y lo acerque hacia mí.

-Mama te dijo algo ¿verdad?-me pregunto.

-¿Por qué lo preguntas?-era obvio que Isabel se dio cuenta pero, si le decía eso a Fran era capaz de dejarme solo para que lo nuestro no se supiera.

-Porque tenía esa mirada en su rostro….-a lo que se refería Fran es que Isabel tiene una particular manera de mirarte, es muy persuasiva.

-Tal vez me dijo cierta cosa…-por más que quisiera ocultárselo ya era tarde.

-Cris ¿Qué te dijo?-se aparto unos centímetros de mi.

-Algo insignificante-quería esquivarlo pero el ya tenía la preocupación implantada en su rostro- “Esto me lo explicas si o si”-repetí las palabras que Isabel había dicho minutos antes.

La cara de terror que tenia Fran en ese momento no se comparaba con nada.

-Cris, cris mama se dio cuenta ¿Qué hacemos?- ven lo que digo, estaba que daba vueltas por todo el living.

-Nada- OK, con eso me arriesgaba a que Fran me matara pero la verdad era esa, ¿Qué hacer? Nada, de todos modos si se entero ya no podemos hacer algo.

-Eres un…- sabía lo que venía.

-Inconsciente, ya me lo has dicho-Fran solo suspiro un momento, y fue a sentarse en el sillón.

-¡Dios!, Cris esto es un error- maldición, ya comenzaba lo que tanto temía.

-Tan solo hace un momento dijiste que deseabas que todos los días fueran así y ahora me dices que fue un error- no otra vez, ahora no dejaría que se escapara de mis manos.

-Cris, si papa se entera….mi madre, debí pesar en ella cuando hice esto…. ¡Maldita sea!- está bien, esto ya se fue de las manos. Camine hasta donde estaba el teléfono celular, Fran seguía maldiciendo en la sala.

Marque el número de teléfono de Isabel, no estaba dispuesto a perderlo. El teléfono sonó dos veces y a la tercera ella contesto.

-Hola- contesto desde el otro lado.

-Necesito explicártelo ahora, ¿Puedes hablar?-estaba decidido.

-Tu padre está aquí, pero, no es necesario ocultárselo-bueno, era ahora o nunca.

-Muy bien, entonces pon el altavoz-aclaro lo que iba a hacer a continuación no estaba previamente pensado.

-Corazón, tu hijo quiere hablarlos sobre ese temita- yo también puse el altavoz y escuche claramente cuando Isabel decía eso, ni siquiera pensé 2 minutos en el hecho de que tal vez fuera un tema para hablarlo personalmente y no por un teléfono celular. La realidad es que estaba más preocupado por lo que estuviera a punto de hacer Fran que otra cosa. No estaba dispuesto a perderlo nuevamente.

-Fran, ven un momento por favor-lo llame.

-Por favor ahora no Cris…-vio que tenía el celular en la mano y por un momento me miro directamente, no supo que pasaba pero creo que después se dio cuenta-¿Qué hiciste?

-Corazón habla ahora, ya estamos más tranquilos- Isabel hablaba desde el otro lado.

Cundo Fran escucho la voz de Isabel su mirada se trasformo.

-No puede ser…Cris no lo hagas- ni que fuera el fin del mundo.

-Pequeño, no tienes que temer a nada y tu Idiota anda ahora mismo, cuéntame lo que tengas que contarme-Fue mi padre quien hablo  -_- me sorprende cuanto me ama.

Fran estaba paralizado, yo tenía el teléfono en mis manos, los dos parados en medio de la sala.

-Francisco y yo, tenemos una….-en ese momento estuve a punto de titubear al ver su cara de espanto-Pero antes de eso, necesito decirte Papa que Fran te quiere con todo su corazón y Isabel, tu hijo lo dio todo por ti, el no quiso dañar su relación y por ello estuvo a punto de renunciar a mi-se escuchaba tan solo un pequeño ruido del otro lado-Lo amo, papa, y el siente lo mismo por mí.

------Un silencio escalofriante recorrió toda la sala, solo es escuchaba el latir acelerado del corazón de mi amado hermanito y desde el otra lado del teléfono la respiración de los allí presentes. En un momento hasta yo me puse nervioso, transpiraba e incluso mi respiración empezó a agitarse.

- Vamos de regreso para el apartamento, dile a Fran que se quede- fue mi padre quien hablo, debo admitir que me estremecí al escuchar su voz, estaba demasiado serio y por un momento hasta a mi me asusto…dude por un momento lo que acababa de hacer.

Corte casi al instante. Mire a Fran, el temblaba, se le veía en la mirada el miedo. No supe que hacer, pero me acerque a él, lo mire mientras tomaba su cuerpo entre mis brazos.

-¿Qué hiciste?-la verdad no supe que responder.

NATALIA

Estaba acostaba mientras él me tomaba entre sus brazos fuertemente, se había quedado a pasar la noche después de salir del trabajo. Respiraba, o mejor dicho roncaba fuertemente, cosa que provoco que toda la noche le diera de codazos.

-Despertaste…-me dijo mientras se removía en la cama.

-Con tus ronquidos no pude siquiera dormir-lo reproche.

-Habla la que duerme como si estuviera poseída por mil demonios, no dejabas de moverte en toda la noche-esta vez me reprocho él.

-No puedo dormir como una momia-verán, la verdad es que cuando duermo suelo darme vuelta de todos lados y no me quedo quieta.

-Yo no puedo dejar de roncar-jaque mate.

-Bueno dejemos de discutir, mejor hagamos algo más productivo-me acerque aun mas a él.

-Buena idea-no tardo en envolver sus labios con los míos. Un morreo a toda regla…hasta que mi tía entro por la puerta de mi habitación y nos encontró en plena faena.

-Buenos días para ustedes-ella solo sonrió y volvió a salir de mi habitación. No sin antes dejar una bandeja con el desayudo apoyada sobre la mesa de luz.

-Tu tía  me asusta-me dijo Fer mientras suspiraba de alivio.

La verdad es que mi tía ya varias veces nos había encontrado en plena acción pero no decía nada. Era muy liberal en ese sentido. Y bueno a pesar de eso Fer aun no se acostumbraba aquello.

El y yo habíamos comenzado a salir hacia un mes, al principio nos llevábamos bien, a ambos nos gustaba ir de frente.  Y teníamos personalidades parecidas. Pero luego cuando comenzamos a pasar más tiempo juntos y la cosa paso a mayores, (me refiero a mas que encuentro casuales) pues la cosa se complico, las pequeñas peleas era algo común entre nosotros pero, eso no quería decir que pasábamos días sin hablarnos o algo así, es mas esas pequeñas peleas se arreglaban después de una buena sesión de sexo a lo cual ambos aportábamos.

La verdad es que cuando nuestros amigos se enteraron de nuestra relación nadie pareció sorprenderse Todos pensaron que éramos tal para cual.

-Viene David, ¿te quedas?-le pregunte después de revisar mi celular y ver un mensaje de mi amigo en el.

-Sí, hoy tengo el día libre-habíamos bajado a la cocina para llevar las sobras del desayuno.

Mi tía ya no estaba, se había ido a trabajar. Arreglamos lo que pudimos para esperar la llegada de David.

ESTEFAN

-¿Ya le dijiste?-no tenía ganas de seguir aguantando aquella situación. Lo último que deseaba era que le vieran la cara de cornudo a Sam, el no se lo merecía.

-No le voy a decir, lo amo-esa mañana llegue al departamento de mi primo sabiendo que este tendría que trabajar hasta medio día.

Camila me acompaño, creo que decir que ella fue una de las primeras que se dio cuenta seria poco. Apenas una semana después del beso, ella me interrogo y logro sacar la verdad de mis labios.

-¿Cómo puedes ser tan hipócrita?-fue Cam la que hablo esta vez.

-No me importa lo que piensen, me di cuenta de mi error y estoy intentando remediarlo. Además, juro que ya no me cruce con Francisco.  Por favor, déjeme remediarlo, en verdad lo amo-Erick parecía seguro de lo que sentía.

Por mi parte le hubiera querido creer.  Yo más que nadie se que un error se puede cometer. Pero a pesar de todo, nada de lo que nos decía era verdad.  Erick seguía traicionando a Sam, y lo que es peor lo hacía con chicos que siquiera conocía. Se la pasaba en hoteles durmiendo con cualquiera mientras Sam día tras día se preocupaba por ser él, el problema en la relación.

-¿Cómo puedes decir eso? Lo estas engañando maldito idiota-Cam se paro y empezó a gritarle.

-¿Y qué? Lo amo a él, los demás son solo diversión, un pasatiempo. A demás, “ojos que no ven corazón que no siente” Realmente quieren ser la causa de su sufrimiento-Nos pregunto mirándonos a mí y Camila pero nosotros realmente no sabíamos si ya era Idiota o estaba bromeando con nosotros.

-Esto debe ser una maldita tomada de pelo-bufo enojada Camila.

-¿Cómo puedes decir eso?-le pregunte yo.

-Acaso no es verdad, díganme que creen que pasara si ustedes le cuentan-otra vez se puso en plan amenazador y esta vez Camila no parecía dispuesta a soportar sus tonterías.

-Lo que yo creo es que esto se está volviendo en algo sin retorno, si esta misma noche no se lo cuentas, lo haremos nosotros- ve lo que les digo esta chica no se anda con rodeos.

-Camila no crees que es un poco precipitado- la verdad es que no quería que mi primo sufriera, lo único que quería era que viviera feliz con quien el amaba.

-Hazle caso, Sam no lo soportaría, tú lo sabes- OK, sabía que una traición era algo terrible pero de ahí a ser tan severo como “no lo soportaría” pues hay una gran brecha.

-Ya una vez aguanto una traición, el es más fuerte de lo que tú y todos nosotros creemos-Camila y Erick se pusieron en plan dramático y misterioso, cosa que yo no entendía.

-De que hablan, lo que dicen es por mi ¿verdad?-el bichito de la curiosidad se hizo presente.

-Estamos hablando de Raían, después te explico-me contesto Camila y la verdad yo no entendía nada.

-El me conto lo que le paso después de que ese lo traicionara, te vas a arriesgar a una segunda vez- que alguien me de una guía porque se me hace me perdí. Y porque carajo se me hace que ellos saben más de mi primo que yo.

-Exacto, si lo aguanto una vez lo hará otra-amenazo Cami.

-No puedes decir que yo bese a Francisco y mucho menos que me acosté con esos, fueron un simple pasatiempo ¿Qué es lo que no entienden en esas palabras?-esta vez Erick se paro del sillón donde había permanecido sentado desde el momento en que la discusión empezó.

-No va a ser necesario que me lo digas, es suficiente con haberlo escuchado una vez-todos nos congelamos.

La puerta se había abierto de manera sorpresiva, y en ella vimos la figura de Sam, con su rostro inundado en melancolía y dolor.

Era justo ese rostro el que no deseaba ver.

SAM

-Sam, te lo puedo explicar-fue Camila quien en un primer momento se acerco hacia mí, mientras aun parecía estar en trance.

-No es necesario, escuche suficiente como para hacerme una idea, ahora por favor-mire tanto a mi amiga como a mi primo y me dirigí con las palabras a ellos- Váyanse, necesito arreglar esto con Erick.

Vi sus rostros sorprendidos y minutos después, la sala se lleno de un silencio sepulcral. Ellos había respetado mis deseos y Erick seguía en la misma posición de un primer momento.

Camine hacia él y en su rostro no vi absolutamente nada, ni arrepentimiento, ni miedo. Nada. Sin embargo, no estaba dispuesto a hacer una escena. Pase a su lado e incluso en ese momento sentí el latir de su corazón acelerado.

-Creo que me debes una explicación-el me siguió con la mirada, yo no pude evitar que en ese justo instante una lagrima se me escapara- ¿Por qué Erick?.....