Cruising II. En los sórdidos baños de la estación

Todo olía a macho en celo… la competición para levantarse una buena presa era feroz.

Es de lo más sórdido. Tanto, que la primera vez que entré ahí no me lo podía creer. Cuatro meaderos indiscretos y tres cabinas que no cierran… todo lleno de tíos buscando jaleo… y algún usuario “normal” que debe flipar lo suyo. Ahora Adif está reformando los baños y supongo que los adecentarán, pero yo he pasado en el pleno centro de Barcelona algunos ratos de morbo muy subido.

Esa tarde estuve mucho rato… viendo pollas, metiendo mano, sobando, mirando, oliendo… pero nada, solo hubo escarceos para calentarse y subir temperatura… de hecho, de vez en cuando tenía que salir porque ya no aguantaba ese ambiente tan cargado y necesitaba aire fresco. Varias veces entré pensando “esta vez me corro y me largo ya” , pero lo único que hacía era guarrear, calentarme más, pero sin acabar. Ya empezaba a tener esa sensación de que los huevos me dolerían toda la noche de tanto aguantar la corrida, pero salí de nuevo a airearme.

En esas que vi entrar a un chaval como de veintipocos, barba de tres días, guapete aunque algo ido, pantalón de chándal gris y camiseta bastante ajustada, delgado tirando a flaco, de barrio… “a ver si a ese le va el rollo” y lo seguí. Se puso a mear entrando a la derecha, al lado de otro, y yo tuve que ponerme a la izquierda, dándole la espalda. Pero me iba girando para ver qué hacía. Los otros cuatro tíos que había dentro también buscaban rollo así que eso era una cacería… en cuanto vi que el chaval se dejaba meter mano en el culo por el que tenía al lado, me ladeé para que viera también mi polla en caso de que se girara… tardó lo suyo pero echó una miradita hacia donde estaba yo y me miró… vi que ya la tenía dura y que el tío a su lado le ofrecía la polla para que se la agarrara…sin esperar un segundo más lo asalté. Literalmente. Sin tan siquiera guardármela me puse detrás de él y metí mi polla entre sus nalgas apretando su chándal… “venga tío, ven” y tiré de él hacia el wc que quedaba libre, dudó un momento pero cedió. Los otros me miraron pasmados y con cara de envidia, en silencio.

Una vez dentro me bajé un poco los pantalones y le dije “chúpamela”… y obedeció. Que bueno estaba el chaval y tragaba bien, casi conseguía metérsela toda… “este fijo que aguanta una embestida aquí mismo” me dije. Cuando ya la tenía bien babeada, lo puse de cara a la pared y le bajé el chándal y los calzoncillos, mi polla rozando su raja, su ojete, por debajo, hasta sus huevos… le metía la mano izquierda por debajo de su camiseta y con la derecha lo pajeé un poco… tenía el pecho velludo, mmm, como me gusta eso… iba caliente el cabrón, tenía la polla bien dura, recta, caliente… gimió cuando le acaricié los huevos… me gustaron sus huevos, suaves, de buen tamaño. Sin dejar de manosearlo, pero sin permitir que se corriera me preparé para follarlo… se apartó al sentir mi polla contra su ojete “no, tío” susurró… pero volví a apretar “que no, tío”… sin mediar palabra insistí y mi capullo entró… se zafó ahogando un sollozo “duele, cabrón” me dijo y aunque yo no le dejaba girarse, él tampoco hacía muchos esfuerzos para evitar que lo follara… así que le seguí besando el cuello y lo manoseé un rato más… sus huevos, que eran su punto débil… y sin avisar se la metí de nuevo… ahogó un gemido pero aguantó… “bien” le dije y seguí entrando. El chaval hacía lo que podía por aguantar… y le gustaba porque cuando ya se la había metido hasta acomodar todo mi rabo en sus entrañas, le acaricié la polla y seguía dura y babeante… me encantaba abrazar su cuerpo, sus huesos… era tan flaco que se le marcaban las costillas… me daba la impresión de que mi polla lo llenaba todo… lo tenía completamente dominado por mi polla, bombeando… aunque a una embestida especialmente bruta se salió de nuevo con un gesto de dolor traspasando su cara… esperé que se calmara manoseándole de nuevo los huevos y entré de nuevo en él… con un hilo de voz susurró “no tío… para” y con eso aun me dio más ganas… así que lo agarré bien y entré de nuevo suavemente… para luego bombear su culo cada vez más rápido, lo abrazaba cada vez más fuerte… él se apoyaba a la pared con su mano derecha y con su mano izquierda agarraba mi mano izquierda y también me apretaba más y más fuerte… notaba el sudor mojando mi espalda y olía su sudor y su calentura… ese olor me daba un morbo tremendo… y lo follé, a lo bestia, hasta correrme… lo mordí mientras me corría… notaba todo su cuerpo tenso… cuando aflojé mi abrazo, sin sacar mi polla de su culo, le agarré la suya y se la casqué … yo mantenía la erección intacta y conseguí que se corriera encaramado a mi polla… me moló sentir su esfínter apretando mi rabo… se corrió mucho, pringando toda la pared.

Cuando le saqué la polla casi se cae al suelo. Estaba como aturdido. Le enseñé el condón lleno de lefa y me miró desconcertado “creía que me follabas sin…” . Sin decirle nada lo sorprendí pegándole un buen morreo.

Esperé a que se vistiera y le dejé salir primero. Fuera estaba lleno de tíos expectantes con la polla dura en la mano… uno le dio un cachete en el culo y le dijo ¿te follo yo, ahora? ... el chaval negó con la cabeza y el otro lo llamó “puta…” . Sentí lástima por el chaval, seguía como ido y caminaba raro por la enculada que le había metido. Aunque mirándolo me puse caliente de nuevo…

Ya fuera, le dije si se venía a tomar algo, pero me dijo que no. Le di mi teléfono por si quería repetir. Y se fue sin decir nada. Viéndolo marcharse notaba mi polla poniéndose morcillona… espero pillarlo de nuevo… aunque molaría que me llamara para poder buscar un sitio tranquilo y follarlo completamente desnudos, de caras, con sus piernas bien abiertas encima de mis hombros y morreándolo mientras lo follo…

Marcos - cruising_38@yahoo.es