Cruising I. Levantándome a un niñato en el centro

Me siento caliente. Y cuando estoy en ese estado necesito pillar a alguien para follar. Si no, no puedo concentrarme en nada, ni en el trabajo, ni en la familia, ni en los amigos, ni en nada. Mi mujer renunció al sexo poco después de nacer nuestra hija, que ya tiene siete años. Seguramente se imagina que voy con otras, aunque tampoco pregunta. Pero en realidad soy incapaz de acostarme con otra mujer, por eso busco tíos de mi edad para abajo para saciarme. Soy bisexual desde la adolescencia, aunque lo dejé al casarme… y lo retomé hace unos siete años.

Ahora tengo 38, aunque aparento menos porque estoy muy bien de cuerpo: 170, delgado, fuerte por el curro y el deporte que hago, pelo negro rizado, pecho velludo, moreno, cara de buen tío y una polla tremenda. Mi rabo es grueso, algo curvado hacia arriba, y tiene bastante éxito en los sitios de cruising.

Vivo en Cornellà, cerca de Barcelona, pero como soy comercial, la mayor parte de los días estoy en la carretera de un lado para otro. No me gusta follar en el coche, prefiero hacerlo en los baños o en los parques a pleno día. Así, he follado con muchos tíos… morreos, mamadas, sobeteos y, como soy mayormente activo, a muchos me los he follado. Tipos de diferentes edades y complexiones, aunque si puedo escoger me pido los chavales delgados. Eso os quería contar.

Los centros comerciales son parte de mi ruta y aunque por lo general respeto eso de “donde tengas la olla no metas la polla”, hay veces que uno no se puede contener. Ese día iba de puto culo porque calculé mal la ruta y me puse demasiados compromisos. Encima, la pija con la que había quedado me envió un sms a última hora retrasando la cita 40 minutos. Pues vaya mierda. Media hora perdida… me tomé una birra para bajar el cabreo.

Era principios de verano, y esa mañana estaba todo lleno de familias con críos y adolescentes enseñando carnes. Vi a unos chavales con gorra y pantalones cagados… “el día que consiga levantarme a uno de esos…” , pensé. Los adolescentes son muy gregarios y es muy difícil pillarlos por separado, pero aun así, me pudo el calentón y me dirigí a los aseos a mear la birra y a ver si encontraba algún tío que me la mamara y así aprovechaba el tiempo.

Al entrar solo había un padre y un niño secándose las manos y un mulatito en los meaderos. Me puse dos más para allá, me saqué la polla y lo miré de reojo. Tenía esa pose de suficiencia que ponen los adolescentes que se creen que ya lo saben todo. “Capullo” , pensé. Me dispuse a esperar que se largara y ver si entraba alguien más… pero el chaval no se iba. Lo miré y se estaba manoseando la polla, aunque no la tenía ni morcillona. Me aparté un pelín para que viera algo de mi erección. Cuando la vio, se le transformó la cara… como el chaval no le sacaba el ojo de encima, se la enseñé bien. Tendría como 18 años, no era muy alto, ni gordo ni delgado, labios carnosos, sería medio africano, medio europeo. Con esos labios pensé que sería bueno mamando… y pensar eso me la puso aun más gorda.

Me acerqué y vi que seguía sin ponérsela dura… aun así me arriesgué y le metí la mano en el culo agarrando sus llamativos boxers naranjas mientras le decía suave ¿quieres agarrarla? … y me la agarró.

Me tuve que apartar rápido porque oí gente que iba a entrar. Era otro padre con crío que se metieron en un wc. Me la guardé y le dije, dominante, “ven” con la duda de si me seguiría al wc o se acojonaría y se largaría… no cerré la puerta para controlar lo que hacía… dudó… le hice señas de que entrara… dudaba… me la saqué… pensé “como me pille un segurata, me echan del curro”… pero finalmente entró. Cerré la puerta en el mismo momento en que el padre y el crío salían del wc de al lado. Le cogí la mano y se la puse en mi rabo... me la acarició suavemente… y empezó a masturbarme lentamente…

No podía verle la cara porque no paraba de mirar para abajo… ¿te apetece chuparla? , le susurré... me miró con cara de miedo, “venga, que no pasa nada… y nadie se va a enterar” … seguía masturbándome suavemente y nada más… “solo un poquito” insistí apretando un poco su hombro dándole a entender que debía agacharse… y se agachó… mmm… esos labios carnosos, el chaval la chupaba fenomenal, suavecito, como si lamiera un caramelo… le acaricié el cuello y tenía la piel muy caliente… su boca también se notaba caliente alrededor de mi capullo… se agarraba a mi muslo mientras me la chupaba… estuvo un buen rato así… hice gesto de follarle un poco la boca para que tragara más y no se apartó… se la follaba sin forzarlo, suavecito, mientras le acariciaba la espalda por debajo de la camiseta… me encanta la piel tersa de los negros… el chaval quizá tenía un problema porque aunque chupaba con ganas no se le empinaba o eso me parecía… luego vi que si, pero que la tenía muy pequeña… quizá por eso flipaba tanto con la mía.

Se apartó para coger aire… sus labios se veían rojos de placer… lo incorporé pero no se dejó morrear demasiado, le metí la mano en el culo, pero esta vez por debajo del boxer… hizo cara de placer, pero cuando mi dedo rozó su ojete se apartó asustado “tranquilo, que no te lo voy a meter, solo es para darte gusto mientras te pajeo” y lo pajeé con la mano derecha mientras le manoseaba el culo con la izquierda. Él se agarraba a mi polla, pero ya no me la cascaba, solo estaba pendiente de su placer y de su inminente corrida… yo también estaba que me salía con solo manosear ese culo y de imaginar lo que sería estrenarlo… noté las contracciones de su ojete en la yema de mi dedo y se corrió cerrando los ojos y jadeando en silencio. Sin sacarle la mano del culo terminé mi paja y mi eyaculación explotó delante de él.

En ese momento me cercioré de que había al menos tres personas fuera en los meaderos hablando animadamente. Le sonreí al chaval y le hice seña de silencio. Nos vestimos y cuando se fueron salimos. El chaval se largó cagando leches, ni tan siquiera se lavó las manos… Yo sí, pero también me apresé porque ¡la pija ya hacía lo menos diez minutos que me esperaba!

Para quien quiera contactarme, me llamo Marcos: cruising_38@yahoo.es