Crucero relajante (Primera parte)

MI novia y yo nos vamos de crucero para relajarnos... y vaya si lo hicimos, sobre todo ella

Mi novia y yo necesitabamos unos días de vacaciones para relajarnos después de varios meses seguidos de trabajo. Tras encajar fechas nos decidimos por un crucero de 7 días por el Mediterraneo, un viaje de relax total que no tenía paradas en tierra, simplemente 7 días de sol, piscina y todo a bordo de un barco con todas las comodidades.

Elena y yo, Luis, tenemos 29 años, ella es una chica bajita con el pelo rubio y largo y ojos marrones. Es un poco ancha de caderas aunque no demasiado debido a que hace deporte y tiene unos pechos más grandes de los que corresponderían a su altura, aunque no excesivos. Curiosamente, no le gustan sus tetas ya que dice que no le gusta la forma de sus pezones y que están empezando a caerse. A mi, en cambio, me encantan. Por mi parte yo soy un chico de 1,75, ojos marrones, con barba, ancho de espalda y con brazos y piernas bien formados, no tengo un vientre excesivamente trabajado, pero tampoco dejado.

Nos conocidmos en el trabajo. Al principio pensé que era una chica sosa y hasta un poco borde, pero según la fui conociendo comprobé que se trataba de una chica buena, amable y con un sentido del humor parecido al mio. Terminamos conectando e iniciamos una relación hace 3 años, desde entonces nos va bien. En el tema del sexo no tenemos quejas, si bien es cierto que yo soy algo más aventurero y aunque ella me confiese que le gustaría probar más cosas al final su vergüenza hace que no pase de puras fantasias. Cada vez que sale por la noche, siempre le hago la broma de que puede hacer lo que quiere con un chco siempre que la tenga más grande que yo y que me cuente lo ha pasado. Lo decimos más en broma que en serio, aunque ella se ríe porque la verdad que tengo un buen tamaño.

Llegó el día del crucero y la primera impresión fue magnífica. Un barco con cubiertas amplias, zonas para tomar el sol con tumbonas, piscinas, varios bares y restaurantes e incluso una sala de fiestas. Nuestro camarote era amplio, con una cama grande, una mesa y varias sillas donde había espacio para comer, un baño y salida directa a un gran balcon comunitario que compartiamos con las habitaciones colindantes. Elena estaba encantada

  • Es justamente lo que quería. Un lugar donde poder relajarnos y olvidarnos de todo unos días. - dijo mientras se tiraba en la cama con un gran suspiro

  • Creo que hemos acertado, ademas esta cama parece muy comoda - le dije con una mirada que delataba mis intenciones

  • jajajaj espera un poco Luis, vamos a reconocer el terreno y luego te doy lo tuyo

Sabía perfectamente como calentarme, y lo hacia con una cara de niña buena que nunca ha roto un plato. A mi en el fondo me gustaba, pues cuando se hacía de rogar conseguía que lo disfrutara más.

Dios una vuelta por el barco y nos dimos cuenta de que en su mayoría en el crucero habia gente de nuestra franja de edad. Había mas parejas, grupos de amigos e incluso algún viajero que parecía viajar solo. Uno de ellos llamó mi atención: el típico chico obseso de gimnasio, con varios tatuajes y con cara de comerse el mundo a cada momento. Estaba hablando con un grupo de jovencitas a las que al parecer les hacía mucha gradia lo que él contaba.

  • No podía faltar el tipico chulín en un viaje de estos - dijo Elena con una sonrisa

  • Bueno tiene que haber de todo no? Que lo disfrute jaja - contesté sin darle excesiva importancia

Los primeros días transcurrieron según lo previsto, sol y piscina por la mañana, comer en diferentes restaurantes, siesta, sexo postsiesta y ducha, arreglarnos, tomar algo, cenar y unas copitas nocturnas. Al tercer día conocimos en la piscina un grupo de gente de nuestra quinta con el que conectamos muy bien. Eran los 5 amigos desde el colegio: Angel y Esther que eran pareja (Esther era una chica preciosa de cara, algo ancha y rellenita aunque no excesivamente; Angel era un chico que catalogaría como normal, moreno, ni muy alto ni muy bajo, ni muy gordo ni muy flaco), Marta (una chica morena, alta, muy deportista y con un cuerpo de escandalo), María (una chica pelirroja de la altura de mi novia aunque con pocas curvas) y Juan Ramon, al que llamaban Juanra, que era el chulín al que habiamos visto ligando el primer día.

Quedamos todos en vernos después de cenar para tomar unas copas después de cenar. Mientras cenabamos Elena y yo comentamos nuestras nuevas amistades:

  • La verdad que es un grupo de gente maja y divertida, yo creo que nos lo pasaremos bien - dije yo

  • Si, salvo el tontito ese que se quiere demasiado, los demaás son muy majos. Aunque a gente como esa lo mejor es seguirle la corriente y reirse jaja- dijo Elena

  • Si, la verdad que hay que mirar el lado positivo jajaja - concluí

Nos juntamos después de cenar en una mesa con un par de cerveza y al poco rato llegaron nuestros amigos. Juntamos varias mesas y hablamos de nuestra vida. Supimos que Angel y Esther se iban a casar, que Marta estaba soltera buscando el amor, María estaba con un chico con el que no le iban muy bien las cosas y que Juanra, en fin, él iba a lo que iba.

Según avanzaba la noche la conversación fue subiendo de tono al punto de que Juanra dijo:

  • Yo no entiendo como las mujeres no hacéis topless... Deberías lucir las maravillas que os ha dado la naturaleza

  • Tu lo que quieres es ver tetas listillo - le dijo Marta

  • Hombre, eso también jajaja - contestó

  • Tendrás que conformarte con ver bikinos gupo - le dijo Angel

  • Yo prefiero la lencerá, es más sexy - contesto Juanra con un tono que pretendía ser elegante

  • Según que ropa interior, porque hay prenda que es lo contrario a erótica - añadí yo

  • Bueno, pero cuando salimos a tomar copas las chicas nos ponemos ropa interior sexy - dijo María mirándome de una manera que me extraño.

Elena se dio cuenta y se mosqueó, a lo que contestó: Bueno es que habrá algunas que van hasta sin ropa interior, para calentar más

  • Bah, yo creo que hoy no lleváis ropa interior adecuada, estamos de cruce tomando copas, no en una discoteca...

  • Si crees que picándonos vas a conseguir que te enseñemos nuestra ropa interior vas listo. Por qué no lo intentas con las de la mesa del fondo? - le retó María

Ya era tarde y sólo quedábamos nosotros y un grupo de 4 chicas en una mesa del fondo, a las que la cerveza había puesto muy contentas.

  • Muy bien- dijo Juanra- Son 4 chicas no? yvosotras también sois 4. Estais cada una sentaba en una silla en una posición similar a la de ellas 4. Vamos a hacer una cosa, os quitaréis las mismas prendas que se quite la chica que corresponde a vuestra posición en la mesa. Cronometadme 15 minutos.

  • Tu estas flipando - le dije yo

  • Y si no lo consigues?- le dijo María con cara juguetona

  • Si  a los 15 minutos no se han quitado nada, me quito yo todo delante de ellas - contestó Juanra

Yo estaba bastante enfadado y Angel tenía cara de haber vivido otra vez situaciones similares, como viendo una película que ha visto varias veces.

Elena se me acercó al oído y me dijo: Luis, este es un flipado, no creo que consiga nada en 15 minutos. Dejemosle seguir adelante y así nos reimos un rato de él.

Marta y María dijeron que sí picada con Juanra, miestras que las 2 parejas dijimos que si convencidos de que no conseguiría nada.

Juanra se acercó a las chicas, y no sabemos como pero a los 5 minutos ya estaba sentado entre ellas de un modo jugueton. Ellas se lo pasaban bien. A los 8 minutos Juarna se levantó y se quitó la camiseta y acto seguido, para nuestra sorpresa, las 4 chicas se quitaron sus camisetas y se quedarón en sostén. La cara de Elena era un poema. Juanra miró hacia nuestra mesa con cara de triunfo y entonces cogió una toalla y se la puso a la cintura. Se acercó a la que chica que estaba en la posición de María y le dijo algo al oído. Ella se puso roja, río y dijo que si con la cabeza. Entonces Juanra se bajo el pantalón bajo la toalla y se acercó a la chica, para que sólo ella pudiera ver lo que escondia. En ese momento la chica se quitó el sujetador. Estuvieron jugando un minuto y Juanra fue donde la chica que estaba en la posición de mi novia. Sólo quedaba minuto y medio. La chica se puso muy roja, se hacía de rogar y sus amigas la animaban. En el momento en el que acercaba sus manos al cierre del sujetador sonó la alarma del cronómetro y gritamos: TIEMPO. A los 4 segundos, la chica se quitó el sostén y también jugó un rato con Juanra.

Juanra volió con una sonrisa de triunfo en sus labios y un bulto evidente bajo la toalla

  • Bueno chicas, creo que me toca comprobar si vuestra ropa interior es adecuada

Las chicas maldijeron y se quejaron, aunque empezaron a despojarse de sus camisetas. Primero Marta que tenía una buena delantera, después María a la que se intuían unos pechos  pequeños bien formados, después fue Esther que mostró unas tetas bajo el sostén y sólo quedana Elena.

  • Está bien, un pacto es un pacto- y se quitó la blusa. Ese día llevaba un sujetador morado muy sexy, con algo de transparencia y que hacía una forma perfecta en sus pechos.

A Juanra le creció el bulto de la toalla y María la miraba con envidia. Elena se ruborizó y se tapó con las manos, apareciendo en ese momento la verguenza que siempre vuelve a su cabeza.

En ese momento Juanra le recordó a María su parte del pacto: - Creo que tu te tienes que quitar algo más no? una apuesta es una apuesta...

Para nuestra sorpresa, María no protestó y se quitó el sostén al segundo, mostrando unas pechos pequeños pero bien formados, con unos pezones pequeños y rosados. AL mirarlos me parecieron preciosos y se me emezpó a endurecer. María notó algo en mi mi mirada, al igual que Elena que me dio un golpe con el pie por debajo de la mesa.

  • Y tu no las tienes que enseñar de milagro eh jajaja- dijo Juanra a mi novia

Elena se puso aún más roja y dije: - Eso es lo que tu querrías, pero me temo que hay que ser más rapido jajaj

  • Bueno, tampoco nos perderemos nada, porque esas tetas seguro que pierden sin el agarre del sujetador. En cambio las mias mirala que bonitas- dijo Maria sacando pecho descaradamente en mi dirección. Ahí había tocado el punto débil de Elena, su inseguridad y noté como mi chica se enfadaba

  • Nos vamos a dormir, estoy cansada- dijo Elena

  • Vaya, que pena, ahora que la cosa se ponía interesante- contestó Juanra

Elena ya se había puesto la blusa y se levantaba para marcharse, me levanté rápidamente - Buenas noches- y corrí a alcanzarla. Cuando entramos al camarote estalló:

  • Que se cree la tonta esa?

  • Déjala, sóo te estaba picando

  • Tu mejor cállate, que bien que le has mirado las tetas, si hasta te has empalmado - me dijo dolida

  • Me tendrás que reconocer que una situación así produce morbo en general, y es inevitable excitarse; no por una persona, sino por la situación- contesté intentando calmas las cosas

  • Claro, osea que si yo me saco las tetas delante del baboso ese a ti te parece bien por el morbo de la situación, no? - dijo enfadada

Me quedé en blanco, realmente una parte de mi deseaba que Elena se hubiera quitado el sujetador. Ella lo notó y me dijo:

  • Tomo nota, ya veremos la próxima noche, a ver si te gusta el morbo de la situación...

Dicho esto se metió en la cama apagó la luz e ignorór todos mis acercamientos hasta que me quedé dormido.


A la mañana siguiente desperté sólo y vi una nota en la mesa: "Te espero en la piscina". Fui hacia allí y me encontré a Elena con María, Marta y Juanra. Estaba tomando el sol baco abajo, con la parte superior del bikini desabrochada. Los saludé y me tumbé con ellos. En ese momento Juanra se acercó a Elena y le dijo algo, está levantó la espalda y dejando ver más de lo necesario al chulito estuvo hablando con él con su mejor sonrisa durante un buen rato. Me hubiera mosqueado mucho de no ser porque María y Marta se acercaron más de lo necesario para hablar conmigo. Tras la piscina, fuimos a comer y después a la siesta, donde por fin me quedé solo con Elena:

  • Elena, yo creo que ya esta bien no? No vamos a estar mosqueados todo el viaje- le dije con tono conciliador

  • Lo he estado pensando y tienes razón. No debí enfadarme contigo. Esa chica me había herido el orgullo y lo pagué contigo, he sido injusta. - y me abrazó dulcemente

  • Me alegro que lo hayas entendido, ya sabes que no me gusta estar enfadados. - y le devolví el abrazo

Acto seguido ella me besó los labios, el cuello, el pecho y se arrodilló:

  • Esta es mi forma de pedirte disculpas- me dijo mientras me sacaba la polla mirandome a los ojos

Empezó a chupar como de costumbre, lento al principio y más rápido después, con mucha ternura. El sexo con ella es maravilloso, muy tierno y nada agresivo, me transmite paz y placer a partes iguales. Me encanta como lo hace aunque no la mete hasta el fondo, pues dice que es demasiado grande y que se agobia. A los pocos minutos estaba a punto de explotar, ella lo notó y me dijo:

  • Avisame, ya sabes que donde quieras menos en la boca.

La avisé y me corrí abundantemente en sus tetas, un chorro fue a dar a sus labios y ella se lo quití rápidamente.

  • Disculpas aceptadas cariño- le dije

Nos tumbamos en la cama y nos dormimos abrazados

Esa noche nos esperarían emociones más fuertes que contaré a su debido tiempo