Crucero por el Mediterráneo (4)

Sandra, pasa de las manos de Malossi a las de Germán, que la martiriza más de la cuenta y Sandra, pide ayuda al anfitrión. Espero que os agrade esta continuación y perdonad el enorme retraso. Un beso especial para todos y todas. Sandra Raquel.

CRUCERO POR EL MEDITERRANEO

--------------------- 4ª parte -----------------

Malossi, despertó antes que ella. Se fijó en el reloj y aún faltaban mas de 3 horas para el desayuno y el momento de cedérsela a Germán. Pensó en despertarla y azotarla brutal y sádicamente, pero mirándola como dormía todas sus emociones pasaron al primer plano de la dulzura de Sandra.

Decidió, que era mejor conservar esta imagen, pués ya tendría tiempo de actos vandálicos, suponiendo que ella acudiera a la cita prometida. Aunque dudaba un poco de que una vez finalizado el crucero, ella lo hiciera. Sin embargo, guardaba esa ilusión en su interior.

La destapó del todo y se quedó admirando su cuerpo desnudo, mientras yacía placenteramente en la cama, con posibles sueños maravillosos, pero que no la quitaban nada de belleza. Se sentó a su lado y la siguió admirando, hasta que una hora después, Sandra despertaba deliciosa y lentamente ante la atenta mirada de Malossi.

  • Ufffff.......Hola Malo, ya es de día?.

  • Sí, preciosa compañera, ya es de día. Y sigues estando encantadora y sublime. Por cierto, te dice algo una cita, después de desembarcar del crucero?.

  • Ummmmmm, claro que sí, Malo. He quedado contigo en tu casa de la sierra, en Madrid.

  • Vale. Es que me preguntaba, si habrías olvidado la cita, después de dormir.

  • Tranquilo my dulce Malo, asistiré. Por cierto faltan 2 horas para el desayuno. Me vas a azotar, torturar o follar?.

  • Podría hacer todas esas cosas, pero prefiero amarte, follarte y acariciarte lenta y sensualmente.........si te parece bien.

  • Me parece genial Malo. Y me encanta que me lo digas........Gracias.

Sabes una cosa que ronda por mi cabecita, Malo?.

  • Dime cúal es, preciosa Sandra.

  • Pues que después de todo, me voy a enamorar, también, del que será mi verdugo.

  • Jajajajaja, que cosas dices. Tranquila, todo es distinto a cómo lo pintan. Pero que sepas, que te torturaré en cuántos aparatos tengo.

  • No esperaría menos de tí, Malo.

Y acto seguido se abrazaron y besaron durante unos pocos minutos.....terminando entre caricias y una dulce, serena y cálida sesión de sexo.

Sandra, se sentía angustiosamente agradecida y maravillada por el trato que le había dispensado Malossi.

  • Sandra, estás sin marcas en tu cuerpo. Creo qué es llegado el momento de reunirnos con los demás.

  • Sí, Malo. La verdad es que para mí has sido un encanto......a pesar de tus rudezas.

  • Y sin olvidar, qué me has prometido visitarme “sin límites” en mi casa de la sierra de Madrid, verdad?.

  • Verdad. En fin......creo que lo mejor será cambiar de aires y esperar que todo acontezca, como debe ser.

Sandra, se colocó sobre el cuerpo un pañuelo de gasa al modo de un pareo, qué aunque era transparente, al menos tapaba o minimizaba tenuemente su desnudez.

Salieron del camarote de Malo y pasaron al salón, en donde ya estaban el resto de invitados, incluyendo a FX y Alex, pues el yate se encontraba anclado.

Al verlos llegar, todos aplaudieron su presencia, quedando Sandra deslumbrada por tan fervoroso recibimiento.

  • Buenos días compañeros. Ha sido para mí un inmenso placer poder tener a esta mujer, durante unas cuantas horas. Es maravillosa en todos y cada uno de los sentidos. Germán, te la cedo para que la pruebes y disfrutes, al menos, tanto cómo yo he disfrutado con ella.

  • Gracias Malossi. La verdad es que se la ve espléndida y guapa. Y sí, creo que podré disfrutar de ella al menos tanto cómo tú.

Alex, se levantó y después de abrazar y besar a Sandra, dijo.....:

  • Bien, parece que todo os va bien......pero acaso nuestra invitada no merece la opción de poder decir lo que piensa, siente o sintió?.

  • Gracias Alex. Eres y serás siempre un amor para mí. En efecto, debo decir algunas cosas. En primer lugar, que le habéis hecho un feo a Malossi. En segundo lugar, qué aunque soy facilona no por ello soy simple. En tercer lugar, qué falta un poco de música y ritmo en ustedes......pero eso cambiará en lo que tengo preparado para Germán. Por lo demás encantada de haberos hecho disfrutar.

Todos quedaron algo perplejos...pero a los pocos segundos, aplaudieron las palabras de Sandra y después se justificaron ante Malossi.

  • Sandrita, qué has pensado para mí?.

  • Germán, espero que lo qué te voy a mostrar te halague, te guste y hasta envenene tu mente al punto de ser ambos una parte esencial de cada uno.

Breo, sonrió ante las palabras de Sandra, pues él conocía toda la fuerza de ella, mientras los demás lo ignoraban prácticamente todo.

Germán miró a Breo y éste le hizo un ligero gesto de asentimiento, dando a expresar que se dejara llevar y hacer. Y Germán se rindió ante Sandra a la qué animó para que le presentara ese evento tan maravilloso.

  • Germán, te dedico todo este día a tí. Pero, deseo animarte a que disfrutes de un baile que sólo lo he hecho en una ocasión y fue ante Breo, a quién tu conoces bien. Te rogaría que te quedaras desnudo sobre una toalla de playa, para así poder danzar para tí. Si lo prefieres en privado, lo haré....pero jamás repetiré este baile.

  • Sandra, me desnudaré y agradeceré tu baile ante todos.

  • Gracias Germán. Déjate llevar por la música y el ritmo, porque sólo así serás capaz de concebir la magia de mi baile.

Sandra, se preparó ante Germán, quién ya estaba desnudo y hasta excitado de cuánto pudiere acontecer con el cuerpo de ella.

Le acarició suavemente, pasando los dedos por sus ojos, los labios de la boca para ir descendiendo por el torso, el vientre y casi acariciar la polla que estaba en un estado altamente excitado. Sin embargo no se entretuvo en parte alguna, ya qué lo que deseaba era provocar en él esas ansias de placer, que preparaban todo para el evento que le iba a dedicar.

Sandra, se separó del cuerpo ansioso y palpitante de Germán y la música comenzó a sonar con un ritmo relajante y sensual, acompañado de suaves percusiones en las que el cuerpo de Sandra, comenzaba a removerse dulce y voluptuosamente, sin dejar de mirarle.

Sandra se deshizo de su pareo y lo dejó flotando en el aire, mientras balanceaba su cuerpo ante la mirada perdida de Germán, que no perdía detalle de los movimientos de ese cuerpo tan ansiado y amado.

Cada uno de los demás invitados, miraban ensimismados aquella danza lenta y sensual qué Sandra estaba dedicando a Germán y de paso, a ellos.

Sandra iba adquiriendo mayor velocidad en sus movimientos, contorsionando cada fibra de su cuerpo, de la que escapaban efluvios de placer y sensualidad.

Cada pocos pasos, su cuerpo bajaba hasta rozar la piel en distintas partes del cuerpo de Germán, sin qué éste tuviese opción de tocarla.

Sandra saltaba y se retorcía en mil figuras enervantes y cálidas, mientras los ojos de todos ellos estaban como distorsionados. En uno de los giros, se retorció hasta tal extremo que su cuerpo se arqueó mágicamente en el aire, para posarse con suavidad, sin desmerecer el ritmo de la música, sobre el cuerpo de Germán y poderle aplicar la lengua por todo su cuerpo desnudo.

Y antes de que él pudiese reaccionar, ella ya había cambiado los giros, para caer de nuevo sobre su compañero. Ésta vez, pasando la lengua por el prepucio y después sus tetas sobre su rostro.

Germán estaba frenético de ansiedad y excitación, pero se sentía incapaz de abrazar ese cuerpo maravilloso que le hacía locuras tan descaradas y apetecibles.

Sandra, se cimbreaba al ritmo de la música y su cuerpo caía suavemente sobre el de Germán, para deslizarse sobre el mismo, sin que una sola caricia escapase a sus movimientos.

Algunas veces, la boca de ella acariciaba el pene y otras, su vagina y vientre, hacían las mismas funciones, enervando más y más las percepciones de él.

Sandra, daba volteretas en el aire y hasta saltos mortales, pero de un modo suave y dejando que la vista de él, la pudiese seguir en sus piruetas y sin dejar de acariciarle alguna parte de su cuerpo en cada acto.

Germán estaba enfervorecido y casi ausente del resto de invitados. Sus ojos eran para ella y ansiaba el momento de poderla tener, besarla y amarla hasta el final de los tiempos.

Sandra, después de media hora de frenética y sensual actuación realizó una serie de movimientos muy complicados, para terminar cayendo sobre el pene erguido de Germán, trás un brutal acorde grave y profundo de la música.

Su vagina lubricada, dio paso a ese pene enorme que la buscaba y después de ser ensartada y ante su jadeante respiración, logró que Germán orgasmara, mientras ella no cesaba de cabalgarle, suavemente, pero sin descanso.

Germán, soltó un alarido de placer, que electrizó a todos los presentes y después de unos segundos de quedar ausente, abrazó a Sandra por los hombros y la atrajo hacia sí, para besarla y retenerla para todo el resto de su vida.

Sandra, se dejó tomar y así pasaron unos dilatados minutos, hasta que los invitados se alejaron, dejándoles solos en la cubierta.

Y yacieron bajo el dulce sol del mediodía, sin moverse para nada de la postura adoptada y aún enganchados por sus sexos.

Unos minutos más tarde y después de una nueva erección de Germán, éste soltó una nueva ponzoña dentro de Sandra, quién se apretó junto a él, al sentir su quinto orgasmo.

Sus cuerpos perlados de sudor, sus miradas plenas y las gratificantes sensaciones de placer hicieron que se deleitaran entre sí, no cabiendo más gozo entre sus cuerpos unidos.

  • Sandra, realmente esperaba algo grandioso de tí, pero he de decirte qué ésto jamás lo llegué a imaginar y ha superado cualquier fantasía mía. Por lo que te lo agradezco desde lo más profundo de mi ser.

  • Germán, deseaba guardar algo importante para tí, porque siempre me has apoyado y ayudado. Ahora estamos juntos y prometo hacerte sentir volar en las horas que nos restan de estar unidos y dedicados.

  • Sandra, has pensado....quizás.......qué deseara azotarte?.

  • Sí, lo he pensado y además me placería ser dominada y atormentada por y para tí. Pero, cualquiera de esos eventos, no quitará qué logre hacerte sentir el placer más grande recibido por tí.

  • Muy segura estás, aunque no dudo de tu profundidad y tampoco de tu saber hacer. Sin embargo, me gustará comprobar esa afirmación tuya.

  • Al menos, así lo intentaré hacer Germán. Nunca podría decir que soy la mejor mujer en sexo. Pero mi dedicación, si será sublime hacia tí.

  • Lo comprobaremos más tarde. Ahora, creo que una ducha, una buena comida y después una buena sesión de sexo, me dejarán cómo nuevo para poderte atormentar unas horas antes de que me demuestres cuánto dices.

Sandra, asintió y se despegó lentamente del cuerpo de Germán, mientras algunos hilillos de esperma reseca se desprendían de sus sexos.

Ambos abandonaron la cubierta y se dieron una ducha juntos, sin cesar de tocarse y acariciarse.

Germán se sentía sublime y deliciosamente transformado. Jamás había llegado a idealizar que lo qué estaba viviendo pudiese hacerse realidad. Y ahora lo sentía plena y magníficamente, en toda su dimensión.

Sandra, sécate bien y salgamos a comer, qué después deseo tenerte muy cerquita de mí......y sólo para mí.

Sandra y Germán se secaron suave y dulcemente, cada uno admirando el cuerpo del otro. Y en cuánto estuvieron dispuestos, con un vestir liviano, pero cómodo y elegante, salieron de su camarote y pasaron hasta el salón. Allí había ya, varios miembros del grupo, que se quedaron asombrados y casi pasmados, de la belleza que mostraban los nuevos comensales.

  • Buenas tardes compañeros. Qué os parece la presencia y belleza de nuestra amiga común?.

Nadie se lanzó a decir palabra alguna. Unos sonrieron y los otros, siguieron mudos de asombro. Quizás, la danza que había realizado Sandra, les había hecho ver cosas y mundos diferentes a cuánto ansiaban. Quizás, simplemente, estaban asombrados de ver en una mujer todo un mundo de placer.

  • Vale!, vale!.....no habléis todos al mismo tiempo.....Gracias!!!.

  • Germán, no es que no comprobemos lo que esta amiga nuestra ha supuesto para cada uno de nosotros, simplemente es, que tanta belleza y armonía nos desarma y aún peor, sentimos un peso de culpa por no haberla tratado de un modo más digno.

  • Muchas gracias Alex, por darme tu opinión y además tus afables palabras. Pero, yo acepté el reunirme con todos vosotros y además sabía que me trataríais de un modo similar. Alex, soy distinta a cómo estoy aquí en la vida cotidiana. Pero es verdad que puedo dar ésto y mucho más. Ahora estoy con Germán, pero mañana estaré con otro distinto. Me siento bien entre todos vosotros y así terminaré de completar el contrato. Y el último día del crucero, me pronunciaré ante todos.

  • Perdona Sandra Raquel. No era mi intención ofenderte.

  • No te preocupes Alex. No me has ofendido para nada. Y por el contrario, me has hecho pública una idea que surge de entre vosotros. A todos, yo, estoy agradecida. Y es sincero y de verdad.

  • Ya ves Alex, que mi chica de hoy es capaz de manejarse solita, aunque secunde cuánto has dicho. Pero debo añadir algo. Alex ha sido un magnífico anfitrión para cada uno de nosotros y creo que Sandra, estará de acuerdo conmigo.

Sandra, asintió.

  • Germán, muchas gracias por tus palabras, a las que no se responder. Hice, lo que pensé sería mejor. Y gracias, a nuestra amiga Sandra Raquel, por habernos cedido sus emociones, sentimientos y por supuesto su cuerpo.

La comida se fue animando, pero sin que hubiese roces o pensamientos nefastos, ya que todo el grupo era una piña de Sandra Raquel.

  • Sandra, nuestros amigos están un poco arrebatados y hasta incluso, ansiosos. Podrías desnudarte y pasar por cada uno de ellos, con tus maravillosas delicadezas?.

  • Así lo haré Germán. Creo que mi carne les encanta. Por lo que me dejaré tocar y acariciar, con cada uno de ellos.

Y Sandra, se desnudó ante todos y después de dar un largo y prolongado beso a Germán, se fue paseando detrás de cada uno de ellos, dejándose acariciar, tocar y hasta pellizcar.

Cada uno de los presentes, al menos, le tocó una teta. Pero por contra, sus dos pezones fueron retorcidos fuertemente. Sandra soltaba lágrimas de dolor, cuando sus pezones eran rigurosamente retorcidos, pero soportó toda la vuelta, hasta sentarse junto a Germán.

Sus lágrimas aún rasgaban su cuerpo, cuando Germán se los volvió a retorcer sin piedad, hasta que Sandra se desplomó sobre la mesa soltando un leve, pero continuado gemido en presencia de todos ellos.

Germán a pesar del suplicio que veía en Sandra, siguió retorciendo los pezones de ella, hasta que sus llantos y lágrimas anunciaron el final de la resistencia de ella.

Cuándo separó sus manos, los pezones de Sandra estaban de un rojo subido, con pequeños moratones.

Sandra, sollozaba y temblaba de sensaciones de dolor, ante los ojos lascivos de todos los presentes. Y el más lascivo de todos, en esos instantes, era Germán. Sonreía ante la visión del cuerpo desnudo de Sandra, viéndola debatirse en los dolores terribles de sus tetas.

  • Basta ya!, no deseo más tormento en estas condiciones. Imploro la autoridad de Alex.

Todos, incluído Germán, se quedaron mudos de asombro, mientras Alex se hacía cargo de la nueva situación. Sandra, era protegida por el capitán de la nave, quién la cubría con una especie de capote y se la llevaba hasta su camarote.

Germán, no había imaginado este final para con Sandra. Pero realmente, era el final de su posesión para con ella, a la que admiraba, seguía y hasta amaba silenciosamente.

Breo, se acercó a Germán y le consoló, pues entendía su mudo pesar.

  • Germán, no le des muchas vueltas. Las cosas ahora se han torcido, pero Sandra nunca olvida a quienes la queremos y amamos, por más perrerías que la hagamos.

  • Gracias Breo, pero realmente me siento cómo un miserable. No debí actuar así con ella.

  • Eso en muy cierto Germán, pero no quita que ella se dejara hacer, hasta que ya no pudo soportar más esa acción abierta impropia. Y ella estará ahora protegida por Alex. Así que lo mejor es pasar página y esperar acontecimientos, que de seguro llegarán. Confía en mí, conozco a Sandra en profundidad y antes de medianoche te visitará en tu camarote para entregarse a tí, con profundo y real amor.

  • Breo, lo que me cuentas es una maravilla, pero no creo que suceda tal cual dices. Creo que he quedado maldito para ella.

  • Germán, apostaremos una comida de alto copete. Sí Sandra no aparece ante tí, durante este crucero, la pago yo, Pero, si aparece y se cumple lo que digo, la pagas tú......estás de acuerdo?. En otro caso, iremos a comer, pero a medias.

  • Breo, me encantará pagar esa comida. Ojalá sea así.

Alex consolaba a la afligida Sandra, tratando de calmarla y atendiéndola personalmente. Ni siquiera FX había irrumpido en el camarote del capitán para acto alguno, pues era muy consciente de la gravedad de la situación.

  • Alex, gracias por tu generosidad y protección. No sé qué me ha sucedido.

  • Sandra, simplemente las cosas y los actos se fueron de “madre”, pero ya estás a salvo, así qué lo qué tu desees, será lo que se haga.

  • Jo......muchas gracias Alex. Eres un buen capitán, pero sobre todo eres una excelente persona.

  • Sandra, no digas esas cosas que me haces sonrojar........jajajajaja.

  • Alex, perdona mi forma de ser. Te he causado muchos problemas, aunque me siento protegida por tí en todo momento. Algún día sabré pagarte tus favores hacia mí.

  • Sandra, todo lo que yo haga y he hecho desde que llegaste a bordo, está sobradamente pagado por tu parte, así que olvida éso.

  • Vale, queda olvidada mi deuda para contigo.....pero aún así, me gustaría agradecerte de un modo más personal, lo que significas para mí.

  • Vale, te esperaré en ese caso, a que decidas agradecérmelo de ese modo.

Ambos rieron abrazados y casi cómplices de todo lo sucedido y de lo que pudiese acontecer.