Crucero por el Mediterraneo 3

La noche siguio y ahora os cuento lo que les paso a Antonio y a Patricia

Tras contar lo que sucedió esa noche Carlos y yo, Antonio nos empezó a contar lo que le paso con Patricia esa noche.

-          Después de que ustedes dos os fuerais Patricia y yo seguimos bailando un rato más. Cada vez estábamos más calientes, ella no paraba de rozarse contra mi entrepierna que cada vez estaba más abultado, cuando ya no podía más le dije que nos fuéramos a un sitio más tranquilo que ya estaba empezando a estar cansado. Nos fuimos a un sitio tranquilo y oscuro donde había unos sofás donde estaríamos más tranquilos. Allí es donde os vi a ti y a Ana. En el sofá empezamos a comernos la boca. Al rato de estar así y ya con mi entrepierna que iba a reventar ella empezó a tocarme mi bulto a trabes del pantalón. Yo ya no podía mas iba a reventar cuando Patricia empezó a bajarme la cremallera, yo la deje encantado, me echo hacia un lado los calzoncillos y me saco mi pene que estaba ya en todo su esplendor, al verla así ella me miro a los ojos y se mordió el labio, esa mirada de lujuria que me echo no se lo había visto a ninguna chica en mi vida. Empezó a pasar sus dedos por mi pene pero sin cogerlo, solo acariciarlo con las llena de los dedos, estaba acariciándomela, eso ya termino de ponerme a 100 y le dije, no seas mala.

-          Lo bueno se hace esperar un poco.- Me contesto guiñándome un ojo.

Al ver que Patricia seguía acariciándome yo le subí un poco la falda y le empecé a acariciar su chocho a través del tanguita que ya en ese momento estaba chorreando, le quería devolver la jugada que me estaba haciendo en ese momento y solo lo que hacía era acariciarle por encima de su tanguita, la jugada me salió bien porque al ver que yo solo acariciaba ella se bajo y empezó a lamerme el pene de una forma frenética. Cuando se canso de lamer y tenía mi pene muy resbaladizo se engullo de una sola vez mi pene, su nariz daba con mi barriga, me estaba haciendo una garganta profunda que me estaba poniendo a punto de correrme, así estuvo no mucho tiempo porque le dije que como siguiera así le iba a llenar de leche toda la boca. Al escuchar esto ella paro pero antes de ponerse recta me dio un lametón desde los huevos hasta la punta del prepucio.

-          ¿Ahora me toca a mi disfrutar un poquito no?- Me dijo Patricia poniéndose bien el pelo.

-          Claro que te voy a devolver el favor, ¿Pero donde aquí o en tu camarote?

-          No, empieza aquí como te echo yo y ya después nos vamos al camarote.- Me contesto mientras se quitaba el tanguita y me lo metía en el bolsillo del pantalón.- Y esto es un regalo por anticipado de la buena noche que me vas hacer pasar.

Tras esto metí mi mano directamente debajo de su vestido que ya lo tenía enrollado por los muslos así que me dejaba vía libre para hacer lo que quería. El chocho lo tenía muy mojado, nunca había visto a una chica tan mojada como estaba Patricia en ese momento. Antes de meterle un par de dedos le empecé a acariciar el clítoris, que ya en ese instante lo tenía bastante hinchado. Solo con las caricias que le estaba proporcionando en el clítoris ya empezaba a gemir. Llevábamos ya así un rato y los gemidos de Patricia cada vez eran más fuertes cuando se me acerco al oído y con una voz de desesperación me dijo.

-          Méteme ya de una vez los dedos, que si no me voy a volver loca.

Al escuchar esto y sin pensármelo dos veces le introduje dos de mis dedos dentro de su chocho, no me costó nada metérselos porque estaba aun mas mojada que anteriormente. Después de tres o cuatro mete saca de mis dedos en su chocho, Patricia empezó a gemir como una loca pero con la música que estaba soñando muy alta no se dio cuanta nadie acepto yo. Empezó a correrse como nunca había visto correrse a una chica en mi vida, diréis que soy muy exagerado pero parecía una fuente, parecía que se estaba meando pero no era, eran fluidos vaginales de Patricia.

Después de que se recuperara un poco la cogí de la mano y nos fuimos a su camarote, tardamos más de diez minutos en llega porque en cada esquinas nos empezábamos a comer la boca y a rozarnos como animales en celo.

Nada más entrar en la habitación le di un empujón para que callera en la cama y me fui directo hacia su fada que se la subí hasta la cintura y me fui directamente hacia su chocho, todavía no lo había probado pero la primera impresión fue sublime, estaba chorreando y su sabor era impresionante, mientras le succionaba el clítoris le introducía un par de dedos, a los cinco minutos de estar así, Patricia le llego otro orgasmo con unos gemidos impresionantes, como esperaba empezó a correrse como lo había hecho y eso es lo que yo quería, me dejo toda la cara llena de sus fluidos mientras ella convulsionaba después de su orgasmo.

Mientras ella se recuperaba de sus orgasmos fue cuando María entro al Camarote para coger el biquini para irse a la piscina

-          Valla fiestecita que os estáis pegando.- Nos dijo María mientras se cambiaba del vestido para ponerse el bikini.

Al ver a María cambiarse mi pene se puso mirando hacia el techo, de esto María no se dio cuenta pero Patricia si, así que antes de que María saliera por la puerta se acero a mi pene y empezó  a comérmelo. Cuando salió María del camarote agarre del pelo a Patricia y de un empujón le metí mi pene hasta la garganta, ella lo encajo bastante bien porque después de soltarle el pelo siguió con mi pene en su garganta durante unos segundos más. Tras sacárselo de la boca se puso a boca arriba en la cama y me dijo.

-          Vente ya para acá y métemela hasta el fondo que hace tiempo que no follo y ya lo necesito.

Al escuchar esto yo me fui directo con mi pene a máxima potencia hasta la entrada de su chocho, pero antes de metérsela me pare justo antes de rozarle los labios genitales, Patricia al ver esto, con la ayuda de sus piernas me dio un empujón y entro mi pene de una sola vez hasta el fondo en el chocho de Patricia. Al suceder esto los dos dimos un gemido a casi a la vez.

Estuve bombeándola durante casi diez minutos, y en esos diez minutos Patricia le llegaron por lo menos dos orgasmos más. Después del segundo orgasmo ella me dijo que mirar en la mesa que había en la entrada, yo me levante y abrí un cajón de la mesa que había en la entrada. Lo que había dentro del cajón era un bote de vaselina, al ver esto mire hacia la cama y vi a Patricia a cuatro patas.

-          ¿Ya sabes lo que quiero no?- Me dijo Patricia mientras se abria el cachete del culo.

Yo al ver esto me fui directamente hacia la cama donde estaba Patricia. Cogí el tarro de vaselina, y se lo unte a Patricia por su ano y en mis dedos. Empecé a dilatarle poquito a poco el ano, al principio solo lo acaricia y expandí bien la vaselina por todo el ano, cuando estaba bien untado por todo el ano empecé a meterle solo la puntita de uno de mis dedos, al ver que no se quejaba empecé a meterle más y más hasta que prácticamente lo tenía entero dentro, esta operación lo repetí unas cuantas veces y cuando vi que estaba bien dilatada le metí el segundo, al metérselo Patricia se quejo un poco pero nada más. Cuando ya estaba bien dilatado por mi par de dedos ya sabía que estaba preparada para meterle mi pene. Me unte el prepucio con vaselina, después de estar bien untado me decidí a empezar con la faena. Acerque la punta de mi pene hacia su ano y empecé a empujar poquito a poco para no hacerle daño. Entro sin ningún problema y Patricia casi ni se inmuto, al ver esto empecé a introducírselo poquito a poco hasta que ya no quedaba ni un centímetro de mi pene fuera de su ano, repetí esto unas cuantas veces hasta que vi que ya estaba dilatado como para empezar a darle fuerte, así que sin previo aviso empecé a empujar como en mi vida había empujado, esto Patricia le cogió desprevenida y al sentir mis envestidas miro para atrás y me dijo.

-          Como me gusta que me hagan estas cosas y sin previo aviso.

Al escuchar esto empecé a empujar más fuerte aún. Después de dos o tres minutos así yo ya no podía más y le dije que estaba a punto.

-          No pares y córrete en mi culo que hace tiempo que no se me derraman dentro.

Al escuchar esto me dio más morbo aún así que sin previo aviso me empecé a correr dentro de su culo. Patricia al sentir mi semen dentro de su culo apretó su esfínter para que se le quedara toda mi leche dentro. Después de correré la saque y me puse a descansar después del orgasmo. Patricia se hecho al lado mío y empezó a masturbarse hasta que se corrió.

Después de fumarnos un cigarro y darnos un par de besos de despedidas me vestí y me dispuse a salir por la puerta cuando me dijo.

-          Esto hay que repetirlo durante esta semana.

-          Eso no hace falta ni que lo digas, lo tenía claro jajaja.

Tras esto abrí la puerta y salí del camarote y me fui hacia el nuestro.

Continuara….