Crucero por el Mediterráneo (2)

Sigue el crucero y espero que mis 7 aligos y mis seguidores se sientan bien con la lectura. Un beso.

CRUCERO POR EL MEDITERRANEO

------------------------------------------------- 2ª parte-----------------------------------------

Los participantes, se fueron tirando al agua para dar unas cuántas brazadas y desentumecer los músculos.

Todos aguardaban a qué Sandra se lanzara al agua. La contemplaban esbelta sobre la popa del yate, con su mini bikini azulado.

Cuándo se lanzó al agua de cabeza, todos pudieron apreciar cómo una especie de diosa rasgaba el aire para caer limpiamente sobre las calmas aguas del mar.

Emergió al lado de ellos, cual si de una sirena se tratase. Todos, aún, estaban prendados de su limpieza en la zambullida, pero se sintieron dichosos de tenerla junto a ellos.

Sandra, nadaba entre ellos, para que se divirtieran con su presencia. La verdad es que algunos, ya percibían que Sandra les dominaría e impondría dentro del agua. Germán, fue el primero en percatarse de que Sandra los pulverizaría en velocidad. Y se quedó algo pasmado de la facilidad con la que se movía ella.

Breo, también en el agua, sonreía viendo evolucionar a su niña, cómo él siempre la había llamado. Se unió a ella en sus inmersiones y consiguió seguirla durante bastante rato, al ritmo con que ella se desplazaba, pero estaba claro que los años no pasaban en balde y Sandra, seguía alucinándole, en el más perfecto y total de los sentidos.

Todos admiraban la suavidad con que ella nadaba y buceaba entre cada uno de ellos. Pero ninguno, deseaba darse por vencido antes de tiempo y simplemente la contemplaban con un exquisito gusto, al verla evolucionar.

La prueba consistía en llegar hasta la cala, partiendo de la popa del yate y circunvalando la proa, o bien atajar por debajo de la quilla y avanzar hasta la meta. La distancia total era de 400 metros.

FX, se quedó expectante para ver las evoluciones de los participantes y preparado para saltar al agua en caso necesario.

Antes de empezar, John Cena, decidió que acompañaría a FX y que no participaría del premio, sabiendo que más adelante lo tendría.

Malossi, Christian, Breo y Germán competirían contra Sandra. Y los cinco se posicionaron en la popa del yate, para realizar la prueba.

Cuándo Alex, dio la orden de salida todos los participantes salieron disparados hacia la proa, quedando rezagada Sandra y Germán que no la perdía ojo.

Breo, al mirar hacia atrás contempló la escena y supo que Sandra rebasaría la quilla buceando, pero Germán parecía seguirla, lo que alertó a Breo para ayudar, ya que no era nada fácil bucear bajo la quilla y emerger a tiempo. Al menos a alguien que no estuviese familiarizado con la inmersión profunda y la emersión cautelar.

En efecto, Sandra se sumergió y pataleó desapareciendo a la vista de Germán y Breo. Germán la imitó y Breo, cogió aire profundamente y siguió el pequeño rastro de Germán, que se manejaba bien bajo el agua.

Cuándo Sandra, pasó la quilla, Germán estaba a poco menos de 3 metros de ella y Breo un poco mas alejado. Sandra emergió y tomó aire, para volverse a zambullir, sin percatarse de que Germán y Breo la seguían.

Durante la breve inmersión, percibió por el rabillo de su ojo izquierdo que dos figuras intentaban emerger y se dio cuenta de que una de las figuras era Germán, que apenas tenía fuerzas para lograr ascender y aspirar aire nuevo.

Sandra se acercó hasta él y asiéndole del brazo, tiró de él, ascendiendo a gran velocidad, hasta que Germán afloró a la superficie y pudo respirar con verdadero placer.

Sandra se volvió a sumergir a por el segundo hombre, pero se encontró cara a cara con Breo y realizó una especie de sonrisa al verle, para ascender los dos juntos, junto a Germán, que ya nadaba hacia la cala.

Sandra tomó una nueva dosis de oxígeno y se sumergió, pateando suave pero inexorablemente hacia la meta.

Breo se mantuvo a la altura de Germán, mientras Malossi y Christian, les amenazaban con sobrepasarlos, pero Germán imprimió una brazada fuerte, típica de un canario, acompañado de cerca por Breo y les sacaron unos tres metros de ventaja, que mantuvieron hasta el final.

Germán y Breo, no decaían en la brazada y poco a poco, sacaban más espacio entre sus seguidores. Pero, cuándo Germán reparó en Sandra, ya era demasiado tarde. Una nebulosa visión se cernía ante él. El agua en los ojos le impedía discernir si se traba de algo real o imaginario.

Sandra, estaba sentada en la roca de la meta, viendo acercarse a sus amigos.

Germán, fue empujado por Breo, para que logrará llegar a la meta el primero. Y después el tocó la base de la roca en dónde estaba sentada Sandra, que les sonreía.

En 5 segundos, llegaron Malossi y Christian, que agradecieron el fin de la prueba, también sorprendidos de ver a Sandra, sentada sobre la piedra. Y tras ellos, La barca que conducía FX y John Cena.

  • Muy bien, amigos.....os habéis portado bastante bien, pero la ganadora he sido yo. Así que decidiré yo. Pero, cómo no deseo incomodaros, haremos una pequeña fiesta en la cala. Se tratará de que me cacéis alguno entre la playa y la roca de la meta. Es sencillo. Sois 6 contra una, así qué es más fácil para alguno de vosotros. A quién me cace le haré una mamada bestial y después follaremos, sí aún siente fuerzas. Qué os parece?.

Aunque lo normal, hubiese sido un griterío unánime, todos callaron, aunque sus sonrisas les delataron. Y aceptaron el reto, que por otra parte era gratis.

Sandra, se lanzó al agua y esperó a sus captores, todos, ansiosos por tenerla, pero ninguno capaz de atraparla, al menos eso pensaban ellos, exceptuando a Breo qué sí sabía como capturarla, pero no dijo nada.

Breo, se lanzó al agua también, pero en sentido opuesto al que lo había hecho ella. Los demás le imitaron y se zambulleron tras de él.

Breo sabía cómo darles esquinazo "valga la palabra" y que no pudieran seguirle. Y braceando en las profundidades oscuras, consiguió que sus camaradas no pudiesen seguirlo.

Encontró a Sandra a unos 50 metros de su variación y juntos nadaron hasta el yate, que se mantenía quieto en su anclaje inicial.

  • Sandra, sigues siendo la mejor. Me gusta tu estilo y gracias por aceptarme.

Sandra, no dijo nada y se abrazó a Breo, besándole apasionadamente hasta sentir que el agua les cubría la cabeza.....aún así siguió besándose junto a él, hasta que tuvieron que recoger oxígeno para ambos.

Cuándo emergieron, sus miradas eran iguales. Y Breo la quitó las piezas del bikini, sin que ella opusiera el más mínimo reparo.

  • Sandra, los llevaré bien lejos. Mientras, tú, dale amor y placer a nuestro anfitrión, que debe estar triste y desolado.

  • Así lo haré Breo, Amo de Amor. Nunca podré olvidarte, porque siempre has estado conmigo.

  • Venga, tú por allí y yo en sentido opuesto con tu cortas ropas, a ver si los engañamos.......y aprovecha el tiempo, que Alex se lo merece.

  • Gracias Breo, te veré más tarde. Te quiero y te adoro.

  • Anda, mi niña, ve pues.

Breo se sumergió, llevando el bikini de Sandra, mientras ella ascendía por la escala opuesta a la cala.

En cuanto Alex, la vio aparecer se quedó semi parapléjico, pero tras dos palabras de ella, la ayudó a izarse a bordo y ofrecerla una toalla para que se secara.

  • Sandra, que maravilla verte y admirarte......pero no deberías estar con ellos?.

  • Sí, debería estar con ellos, pero Breo me ha ayudado para llegar junto a ti, que estás muy sólo. Además a mí me placía más estar contigo que jugando con los demás.

  • Gran amiga, jamás olvidaré esto. Bienvenida a bordo y tu ordenarás que debo hacer.

  • Muy sencillo Alex. Soy tu médico-enfermera y debemos cuidar del aparato enfermo. Te parece bien, que lo analicemos ahora?.

  • Realmente me encantaría. Será un privilegio para mí, tenerte cómo doctora ante mis males.

  • No se hable más. Desnúdate y veamos el mal.

Sandra apreció de nuevo, con orgullo aquella polla erguida y enorme que pertenecía a Alex. No se amedentró y rápidamente supo que hacer para aflojar aquel muelle que la sustentaba.

Acercó sus labios abiertos ante la misma y supo que la iba a conquistar.

Alex, por su parte admiraba a Sandra en todos sus sentidos. No ya por lo que se sentiría hacer, sino por cómo aquella mujer le hacía sentirse humano y persona. Nunca, otra mujer lo había logrado, por lo que Sandra para él, era la misma diosa de la vida y del amor.

Sandra le mamaba la polla con suavidad, permitiendo que él viera todo el proceso, sin sentir el más mínimo rubor por sus acciones, cosa que agradecía él.

Alex acariciaba los hombros de Sandra, mientras ella seguía mamando su gran polla, altamente necesitada de afecto.

Los movimientos rítmicos, junto a las caricias sensuales y suaves de Sandra hacían en Alex maravillas extraordinarias.

Alex, intentaba controlar su aparato y su excitación, que a cada segundo era mayor.

Las caricias de lengua en semejante glande sólo hacían aumentar las sensaciones maravillosas en Alex, qué se debatía en verdaderos esfuerzos para no derramarse sobre su amiga, más, especial. Pero Sandra, sabía cómo lograr lo mejor de Alex y seguía lamiendo lenta y pausadamente su polla.

  • Alex, amor, derrámate cuándo lo desees, porque sé que después habrá mucha más leche.

Alex, se sintió tan impresionado por semejante comentario, que literalmente se corrió en el rostro de Sandra, al tiempo que ella tragaba lo más que podía de esa primera lechada, ante las convulsiones espasmódicas de Alex, que gritaba y casi aullaba de placer.

Pasaron unos minutos, unidos, juntos y fusionados, porque no había palabra alguna que se pudiera decir, entre los estertores de Alex y las suaves caricias que Sandra aún propiciaba a ese glande que iba extinguiéndose ante la boca de ella, que tragaba suave y ordenadamente la esperma derramada.

  • Sandra, ya te dije que nunca podría olvidar lo que habías hecho por mí. Ahora lo reafirmo, sin que me quede una pizca de duda. Sé que no tengo derecho a soñar por tí, pero permíteme hacerlo para poder guardarlo dentro de mí, para cuándo te sienta y piense en tí.

  • Alex, gracias por tus palabras, pero desearía que supieras, por mí, que me siento de maravilla a tu lado y algunas cosas más que no me atrevo a decir. Pero sobre todo, que eres el ser más genial, que nunca logré imaginar. Espero, que no te moleste esta opinión mía.

  • Sandra, Sandra Raquel.......Miel.......o cómo te hayas llamado alguna vez. Para mí es un honor, un orgullo......pero sobre todo una bendición, que te hayas cruzado en mi camino. Y desde este mismo instante, anuncio, juro y digo.......que me dedicaré a tí por entero. Qué seré tu guardián, tu siervo y sobre todo tu amor. En tu vida o en la mía, nadie será capaz de pronunciar una palabra ofensiva sobre tí. Espero, Sandra que puedas aceptarme de este modo.

  • Alex, nunca imaginé tal declaración de amor. Me siento ínfima y a la vez suprema, porque siento todo el entorno que me rodea, ya junto a tí. Perdóname por ser tan simple, amor.

  • Nada que perdonarte mi dulce miel. Nada hará que cambie de parecer, suceda lo que suceda en las próximas horas. Sólo decirte, que quién te ama te recibirá en todo momento con los brazos abiertos.

Mientras Alex y Sandra se decían estas frases fervorosas, en la cala sucedían cosas muy distintas por personajes muy distintos.

Breo había alcanzado la orilla con el bikini de Sandra y Germán al verle aparecer, supo de su complicidad para con ella, por lo que no se mostró intrusivo.

  • Breo, parece ser que nuestra chica ha ganado el torneo, verdad?.

  • Dices muy acertadamente, Germán. Sandra es especial en el agua, aunque también lo es fuera de ella.........no te parece?.

  • Totalmente de acuerdo contigo, Breo. Tú la conoces mejor que nadie. Qué se le va a hacer, esperaremos al siguiente influjo de la luna.

  • No te des por vencido Germán. Sandra es capaz de amar a mil hombres y mujeres a la vez, sin perder un ápice de amor para cada uno de ellos.

  • Y cómo es posible éso?

  • Sandra es muy especial y su amor es infinito hacia las personas a las que ama, Para que te hagas una idea...divide infinito entre 2 y me dices el resultado.

  • El resultado es simple..........sigue siendo infinito.

  • Exactamente, Germán. Así es Sandra Raquel y sus clones. Pocas personas pueden entender esta filosofía, pero quiero asegurarte de que existe y es factible. Yo ya he vivido sus amores, sin haberme visto menospreciado o amado. Cuándo se la entiende, se pueden vivir experiencias abrumadoras y maravillosas.

  • Breo, gracias por explicarme todo ésto, porque era lo que me faltaba para entender a Sandra completamente.

  • Nunca alguien la entenderá completamente, porque es algo que sólo va en ella misma y en un ser (no sé si real o no) llamada Morgana, que es quién la ayuda y anima a ser así.

  • Vaya, parece que nuestra chica es mucho más que muy especial, verdad?

  • Así la conocí y así sigue siendo. Nunca me he atrevido a averiguar nada más sobre ella, a pesar de mis conocimientos directos, porque ella se adapta a su entorno, salvaguardando su vida privada, que me parece por otro lado genial.

  • A mí, también me parece así y estoy de acuerdo con sus limitaciones. La verdad es que me he enamorado de ella, Breo.

  • Bueno, pues ponte a la cola, porque te gano por años de antigüedad, pero es que hay otros cuántos más que también se han enamorado apasionadamente de ella. Ten en cuenta que si ella tuviera que soportar y/o ceñirse a cuántos nos hemos enamorado de ella, debería hacer una lista anual para saber que día le tocaba con cada uno. Yo la conozco desde hace más de 10 años y siempre ha sido igual de genial, salvando sus distintas edades. Porque desde sus 24 años en que la conocí hasta sus 36 actuales, ha llovido.

  • Gracias Breo, la veo ahora desde una perspectiva especial y me sigue encantado.

  • Y te seguirá encantando, siempre que mantengas el contacto con ella. Nunca te traicionará en ese aspecto.

Quedaron enmudecidos los dos, ante los conocimientos que sabían de ella. Breo conocía el modo y la forma de tratarla, entenderla y vivirla en la distancia desde hacía muchos años, pero Germán aún no lograba comprender cómo poder soportar esa distancia física.

En el yate las cosas iban más calmadas. Alex se sentía derretir ante la presencia de Sandra, por todo cuánto le había ofrecido y logrado. Poderla contemplar sonriente, desnuda y abierta a todas sus fantasías, hacían de Alex un ser muy especial y maravillado ante esa mujer.

  • Alex, creo que acudiré de nuevo a la cita. Breo, ya me ha protegido demasiado y creo que Germán estará algo celoso de esta situación.

  • Sí, me parece lo más adecuado. Pero, me alegra que te hayas escapado unas cuantas horas, para dedicármelas a mí.

  • La alegría ha sido mía al sentir a un anfitrión tan maravilloso cómo tú. Y por cierto, Alex.....cuánto hay desde la cruz hasta el agua?.

  • Unos 12 metros, por qué?.

  • Porque desde allí me voy a zambullir como regalo de esta primera noche. Ah!, necesito saber cuánto fondo tengo.....con 4 metros me conformo.

  • Sandra, no se te ocurra lanzarte desde tan alto. El fondo es de 9 metros, pero es muy imprudente hacer ese salto. Esto está lleno de peces malos.

  • No te preocupes por mí. Además, espero que no te asustes cuándo te abrace por detrás y te bese.

  • Cómo dices?........Qué quieres decir?.

  • Alex, me zambulliré y retornaré a esta nave sin que te des cuenta. Subiré hasta donde estés tú y te abrazaré llena de amor.

  • Sandra, no juegues conmigo de ese modo. Me sentiré muy preocupado de no verte en la superficie del agua.

  • Alex, pasa esta prueba por y para mí, por favor. Creo que al final lo agradecerás.

Alex, no supo o no quiso decir algo más y dejó que Sandra se subiera hasta la cruz y de allí se dispusiera a lanzarse al agua.

A pesar de su miedo, la veía esbelta y muy capaz de lograr todo. Estaba maravillosamente desnuda allí arriba, pero además infundía esa confianza que a veces surge en la vida y que no te abandona durante un tiempo.

Y Sandra, se lanzó de cabeza desde lo más alto del buque. Surcaba el aire cómo una diosa celeste, mientras los ojos de Alex seguían su estela hasta que la misma, se perdió limpiamente en las aguas oscuras.

Alex, se asomó por la barandilla intentando captar a Sandra y su emersión, pero no pudo distinguirla en lugar alguno.

Nervioso, corrió hacia la otra borda, pero nada pudo ver. Se sentía fatal y ya casi pensaba en lo peor, cuándo unas manos húmedas, le taparon los ojos, al tiempo que escuchaba.........:

  • Adivina quién soy.......jajajajajaja.

  • Sandra!, por Dios, que susto me habías dado. Cómo lo has hecho?.

  • Es fácil, Alex. Me sumergí por debajo de la quilla hasta que comprobé que la sombra que proyectaban los focos de tu maravilloso buque sobre tí, se alejaban de la borda por la que me había sumergido y ascendí en silencio por la misma, hasta aquí.

  • Sandra, no vuelvas a hacerme ésto, por favor.

  • Vale, no lo volveré a repetir......Lo prometo.

Y ambos se fundieron en un cálido abrazo, lleno de jadeos y caricias, mientras sus bocas se encontraban de nuevo.

Mientras estaban jadeando y acariciándose solitariamente, Breo y Germán arrivaban al buque y se quedaban expectantes de verles abrazados y desnudos bajo la sinuosa luz de la luna.

  • Vaya!, al parecer hemos llegado demasiado pronto, Germán. Fíjate en estos dos tortolitos.

Tanto Sandra cómo Alex dieron un respingo y se separaron apresuradamente.

  • No deseábamos molestaros. Simplemente, cómo habían pasado horas desde que mi compadre Breo le sustrajera el bikini a nuestra encantadora amiga, decidimos averiguar sí se encontraba bien o no.

  • No es molestia, amigos. Simplemente que no os esperaba.....en fin, creo que mejor os dejo a solas con ella. Tendréis muchas cosas de las que hablar.

  • Alex, no te vayas, por favor. Me alegra que ellos dos estén aquí, pero no deseo dejarte sólo. Quédate, por favor.

  • Alex, ya has escuchado a nuestra amiga, ella desea que te quedes...y Germán y yo, también. Podremos disfrutar los tres de ella.

  • Gracias Breo, pero creo que ya os la he robado demasiado tiempo.

  • Nada de eso, Alex......Sandra debía pasar la noche conmigo, Pero Breo y yo hemos estado hablando durante horas de ella y hasta de tí. Creo que podremos realizar un 3 en una. Y además Sandra, no creo que se niegue a semejante propuesta.

Sandra, ligeramente ruborizada y excitada denegó silenciosamente, imaginándose la situación en la que se vería como centro de lujuria y placer de ellos tres.

  • Estupendo y genial. Una vez todos de acuerdo, la penetraremos los 3 al mismo tiempo, para lo cual ya he ideado el modo más eficaz.

  • Breo, eres genial. Vale.....me entrego a los tres a la vez. Y ya imagino el aparatejo que habrás ideado para los que me penetren en la vagina y en el ano.

  • Anda......Y tu Sandra, cómo puedes saber ya éso?.

  • Germán y Alex, Sandra y yo llevamos mucho tiempo conociéndomos, Hace ya más de 10 años, ella, era capaz de leer casi mis ideas y pensamientos. Entonces tenía 24 añitos. Calculad lo que puede suponer y las formas, en estos días. Además, la cosa está clara. Para poder estar los tres con ella, se puede hacer de dos modos. Uno, a lo bestia sin importar la chica.......y Dos, mediante un mecanismo fácil de lograr, de modo que la penetración sea continua y segura.

Germán y Alex, quedaron pensativos, mientras Breo abrazaba a Sandra en todo su cuerpo y ambos se besaban tierna y dulcemente.

Fue la misma Sandra, la que dispuso el sistema para sus dos penetraciones inferiores, mediante un pequeño y ligero balancín muy liviano y consistente, que se utilizaba como asiento acolchado.

Breo, por su parte asignó la vagina de Sandra a Alex, ya que aparte de ser el anfitrión, tenía la polla enorme para cualquier otra abertura de ella.

  • Germán, la vagina es para Alex. Tu debes decidir si prefieres la boca o el ano.

  • Breo, con tu permiso me gustaría penetrarla en el ano, siento inmensos deseos de hacerlo desde que la conocí.

  • De acuerdo, yo me ocuparé de su boquita. Por cierto, a Sandra la pone más, si se la anima con pequeños tormentos. Alex, tu te ocuparas de sus tetas y pezones. Hazla rabiar. Germán, tu tendrás su espalda y costados, ayúdate con palillos o lo que imagines. También pellizcos servirán. Yo me haré cargo desde sus axilas hacia arriba. Algo que objetar, Sandra?.

  • Nada en absoluto, Breo.

  • Pues que comience la fiesta ya, antes de que regresen todos los demás.

Sandra se sentía tan excitada que ayudaba en todo, para que se sintieran bien. Le encantaba esa penetración múltiple y sobre todo saber que Breo seguía dirigiendo la orquesta. Estaba preparada para el suplicio de placer qué estaba segura se produciría durante mucho rato, especialmente de las manos de Breo.

Y comenzó el acoplamiento. Inicialmente Germán fue el que introdujo su polla entre las nalgas de Sandra, ayudándose de apretones y manotazos, hasta que entró del todo junto a una exclamación de Sandra.

Alex, ya dispuesto al otro extremo del balancín, se acopló entre grandes esfuerzos en la vagina, mientras ésta sentía como si se fuera a desgarrar por dentro. Sentía un vértigo dentro de su cuerpo, que no sabía definirlo, pero que ya le dejaban sensaciones muy especiales.

En un momento dado, Sandra quedando de rodillas entre Alex y Germán, dejó que el balancín actuara y sintió como las dos pollas la penetraban alternativamente una tras otra. Su mirada se enturbió y al mirar a Breo, abrió la boca para dar paso a la polla de este, al mismo tiempo que alzaba sus brazos por encima de su cabeza.

Sandra sentía el pulsar de las dos pollas que tenía dentro de su cuerpo y cómo las primeras y tímidas caricias de Alex y Germán la hacían ponerse frenética. Antes de que pudiese pensar en más, la polla de Breo la invadía la boca hasta bloquear su garganta, al mismo tiempo que las manos de Breo, comenzaban a darle pellizcos en los brazos y algunos en las axilas.

El frenesí que ella notaba, sólo estaba en los comienzos........ya que los émbolos dentro de su cuerpo la producían sensaciones de placer inmenso, al tiempo que sentía punzadas de dolor y retorcimiento de sus pezones y Breo la axfisiaba continuamente con su polla, además de martirizarla cada cm de piel de sus brazos y axilas.

Sandra, se contorsionaba llena de un placer nunca vivido y experimentaba sensaciones pavorosas, mezcladas con subidas extremas de la líbido.

Alex, se había animado y además de retorcerla los pezones, la presionaba fuertemente las tetas y a veces se las abofeteaba repetidas veces, notando las contorsiones de ella.

Germán por su parte, seguía incordiándola la espalda, los muslos y las nalgas, pinchándola con unos cuántos palillos de mesa.

Sandra, que no podía decir palabra, tan sólo se retorcía entre inmensos dolores y un placer que rayaba lo inimaginable. Ya había orgasmado en dos ocasiones y su frenesí seguía subiendo cada vez más. Sentía su cuerpo, completa y totalmente horadado y sus contorsiones anunciaban un nuevo orgasmo, pero se daba cuenta de que sus compañeros estaban también en las últimas y que desearía llegar junto a ellos al final de la eclosión de todos los fluídos.

Los manoseos, pellizcos y punzadas se hacían mas seguidas y con mayor brutalidad y cuando se sintió que ya no podría sujetar por más tiempo el megaorgasmo, todos ellos casi, al mismo tiempo derramaron sus lechadas dentro de ella entre intensas convulsiones y gritos de placer, que impidieron que notaran el orgasmo, casi agónico de ella, entre los distintos desvaríos de los tres.

Breo, fué el primero en separarse de su boca de la que caían hilillos de babas y esperma, sujetándola las manos por encima de la cabeza, para evitar que se cayera de lado. A continuación, se retiró Germán, aún resoplando de auténtico placer. Y pocos segundo después lo hizo Alex, que se sentía tremendamente dolorido de su polla suprema después de todo el día de trabajo incansable.

Sandra, sintió un enorme vacío dentro de su cuerpo, pero nada pudo decir pues sus fuerzas se habían extinguido y jadeaba entrecortadamente, mientras Breo la dejaba en el suelo, sin que ella pudiese articular miembro alguno del mismo, debido al extremo cansancio.

Al cabo de unos minutos, solicitó ayuda para que la condujeran al baño y los tres se mostraron generosos y la auparon para llevarla hasta el baño.

Breo llenó la bañera, que además disponía de yacuzzi y vertió unas sales en la misma, para poco después introducirla y quedarse a su cuidado. Aunque, tanto Alex cómo Germán se quedaron para ver a Sandra en el interior de la bañera.

Sandra, se sintió renacer al contacto del agua caliente con las sales que Breo había añadido y les sonrió a los tres, notando sus sonrisas cómo respuesta.

  • Ponte buenecita, que aún esta noche es mía, Sandra.

  • No te preocupes Germán, que sabré comportarme. Sólo serán unos minutos más y después seré toda tuya.

  • Así me gusta mi niña.........Oleeeeee!

Todos rieron ante las palabras de Germán, incluída Sandra.

Y la dejaron con Breo, mientras Alex y Germán se acercaban al salón del buque y tomaban unas copas

Sandra apareció una hora después, ya recuperada completamente, desnuda integralmente y de la mano de Breo.

  • Ya estamos aquí, que sean dos wiskitos con hielo.......plis.

Tanto Germán como Alex, se quedaron maravillados ante la presencia de Sandra, completamente desnuda y rebosante de una sonrisa traviesa, juguetona y sincera.

Se sentaron los cuatro para disfrutar del momento, rememorando todo lo acontecido unas horas antes, sin que Sandra se sintiera menospreciada y menos ofendida, riendo las gracias de uno y otro en sus exposiciones.

  • Sandra, repetirías esa misma situación?

  • Sí se tratara de vosotros tres, sin dudarlo.

Las risas, se quedaron en sonrisas cómplices y ahí quedó todo, mientras bebían y hablaban de varios temas diferentes.

Una hora después, regresaba el resto del crucero y se presentaba en el salón, admirando la belleza y desnudez de Sandra.

  • Poneos cómodos, cenaremos en pocos minutos. Nuestra amiga Sandra os ofrece su desnudez para que os sintáis algo más animados, los derrotados ante ella, de la prueba de natación. Germán, tiene la palabra.

  • Gracias Alex. Para mí es un honor y un orgullo de poder identificarme como amigo personal de Sandra. Además esta noche me corresponde aún a mí. Así que disfrutad de las vistas y cenemos.

Todos sonrieron, mientras se comían con la mirada el cuerpo desnudo de ella.

Se sentaron alrededor de la mesa, sin dejar de fantasear cada uno de ellos qué es lo que harían con ella.

La cena transcurrió demasiado tranquila, pero Sandra sabía que había unos cuántos a los que les gustaría agredirla salvajemente. Sin embargo, ella ya estaba dispuesta a todo. Casi le apetecía ser tratada cruelmente en presencia de los demás.

Malossi se levantó de la silla y dijo.....:

  • A mí me gustaría `poseerla, después de haberla azotado en público y después en privado, claro que cómo no me toca esta noche.....esperaré.

  • Malossi, si entre todos me permitís un nuevo día con Sandra, te podría pasar el testigo.

Sandra miró a Germán por las palabras que había dicho, con un poco de preocupación.

Todos, estuvieron de acuerdo en cederle un día más a Germán, por lo que Sandra pasaba a estar en manos de Malossi durante algo más de 27 horas.

No la importaba demasiado, aunque se sentía un poco apartada de todos. Ella no tenía la última palabra. Y aunque la hubiese tenido, tampoco habría hecho el feo.

  • Bien, Sandrita, cómo verás hay cambio en los planes de la noche. Y debo decirte, que me encantará azotarte durante un rato, delante de todos los demás. Después nos iremos a mi camarote y allí terminare de hacerte las diabluras que llevo guardadas desde hace mucho tiempo.

  • Me dejaré hacer, Malossi..........Así lo han decidido los demás.

  • Muy bien Sandra. Baja a mi camarote y busca un bullwhip de color azul, es el que tiene el doblez de metal y sube lo más rápidamente que puedas. Por cada minuto que te ausentes, 5 latigazos. Y empieza a contar desde ya!.

Sandra, sabedora de lo que le iba a suceder, se alejo corriendo del grupo y bajó las escaleras saltando de dos en dos. Sabía que no sería fácil encontrar el látigo maléfico, pero aún así se sentía un tanto excitada de poder probar un látigo semejante-

Llegó hasta el camarote de Malossi y entro sin problemas. Buscó y rebuscó hasta que al final halló un arcón camuflado en donde estaban escondidos todos los látigos.

La verdad es que se derretía de sólo pensar en la noche y día que pasaría de las manos de Malossi. La perversión estaba asegurada. Había pinzas de cocodrilo, electrodos, punzones...y hasta plantas urticantes metidas en un bote.

Cogió el látigo azul y comprobó que el doblez era metálico, soportando 4 tiras de cuero en cuadradillo de 30 cm de largo. Y se apresuró a subir rápidamente hasta el salón en donde los demás la esperaban expectantes y ansiosos.

Llegaba al salón en donde todos aguardaban impacientes, mientras en su cabecita podía sentir ya las delicias de aquel diabólico látigo, que siempre había deseado probar.

  • Malossi, es este verdad?.

  • En efecto Sandrita. Ponte allí y cúbrete la cara con los brazos. Ah y no quiero escuchar ni un grito, de acuerdo?.

  • Sí, lo intentaré.

  • Muy bien. Amigos, espero que disfrutéis de este pequeño obsequio y si véis que se cae, ni caso. Cómo ha tardado cuatro minutos, la daré 20 latigazos que espero os agraden.

Sandra alucinaba de sensaciones extrañas, pero al mismo tiempo muy gratificantes. 20 latigazos con aquel cacharro la harían volar de dolor y emociones. Salvo Breo, ninguno de los demás sabían que a Sandra le gustaba ser exhibida y atormentada en público.

  • Malossi, si me lo permites rociaría a Sandra con un spray, que hace que desaparezca toda huella al cabo de entre 60 y 90 minutos. No escuece, no deja secuelas, dura 36 horas y lo mejor, no elimina el dolor, ni las sensaciones.

  • Breo, me parece genial eso que dices. Aplícala el spray y me lanzaré a por ella.

Sandra, fué rociada por el spray de Breo, en todo el cuerpo. No picaba y se sentía genial, ante la proposición de sufrir sin marcas duraderas.

Malossi cogió el látigo y lo zarandeó varias veces, ante la expectación de los presentes. Sandra escuchaba los chasquidos que producía y la verdad es que sintió un poco de miedo. Pero estaba dispuesta a probarlo....aunque ella hubiese preferido estar colgada de las muñecas. Sin embargo, intentó adaptarse a la nueva situación.

Y Malossi, azotó descaradamente a Sandra, con gran dolor para ella y regocijo de todos los asistentes.

Sandra se retorcía de dolor, pero sólo gemía. Ni un sólo grito se la escapó, hasta terminar en el suelo, temblando aún de las convulsiones que le había proferido ese látigo infernal.

Malossi, hizo levantar a Sandra, aún jadeante y convulsa y mostró el cuerpo de ella marcado por el látigo ante los demás.

Todos pudieron admirar los costurones en la piel de Sandra, mientras ésta lloraba y aún se contorsionaba de dolor y sensaciones.

  • Como comprenderéis, debo llevarme a nuestra amiga para que no decaiga. Os veré mañana en el almuerzo. Sed felices, que yo lo soy junto a esta preciosidad.

Y juntos, Sandra y Malossi se alejaron del salón para llegar al camarote de Malossi.

  • Sandra, te has sentido muy mal?.

  • No, Malossi.........realmente me he sentido volar. Tenía ganas de probar ese látigo......pero ahora que lo he probado, no se que decirte. Me sigue gustando, aunque soportarlo sin estar atada, no me va. No sé, creo que cuando estoy atada todo es mas sugerente para mí.

  • Sandrita, eso lo podemos remediar de inmediato. Revolviste mi arcón y descubriste un montón de cosas. Alguna en especial que te guste probar?.

  • Todas. Me gustaron todas, pero tenía poco tiempo. Pero sí....me gustaría probarlas todas, aunque en una fase suave.

  • Las probarás todas, Sandra. Y creo que te encantarán más aún de lo que había imaginado. Ahora es el momento de ir a dormir.

Se acostaron en la misma cama y abrazado Malossi a Sandra, se durmieron.

Cuando Sandra despertaba, ya estaba atada en X en la cama y Malossi la contemplaba con ojos lascivos. La veía como la hembra más jugosa y al mismo tiempo, la más voluptuosa.