Crucero por el Maditerraneo 1

El inicio de unas vacaciones por el mediterraneo

Por fin llego ese día de Agosto que tanto tiempo llevábamos esperando un viaje por el mediterráneo. El viaje era un crucero por el mediterráneo durante una semana, donde tocaríamos cuatro ciudades. En este viaje íbamos tres compañeros de trabajo.

El día de salida quedamos temprano porque el crucero salía desde Málaga y nosotros vivimos en  Sevilla, así que quedamos para irnos en un solo coche.

De camino para Málaga, pues los tres empezamos a hablar de las expectativas que llevábamos para el crucero, imaginaros tres chicos solos con muchas ganas de todo y sobre todo pasarlo en grande. Los tres más o menos somos de la misma quinta así que la diversión estaba asegurada cien por cien.

Os voy a describirnos un poco por encima para no aburriros demasiado: Carlos: Es moreno, pelo de corte normal, ojos marrones, 1.70 aproximadamente. Antonio: Es rubio, pelos largos, 1.80 aproximadamente y por ultimo yo (Luis) soy moreno, pelo rapado, ojos negros, 1.85 aproximadamente y de complexión fuerte, no llego a ser gordo pero como se dice por aquí por el sur grandote.

Bueno pues voy a empezar lo importante de este relato que es el viaje en sí:

Llegamos a Málaga sobre las diez de la mañana, aparcamos el coche y nos fuimos directos para el barco porque a esa hora ya podíamos entrar y empezar a disfrutar de las instalaciones. Como ya sabréis las personas que habéis hecho alguna vez un crucero, de la maleta te olvidas cuando llegas al barco, la dejas al entrar al barco y por la noche la tienes en la puerta del camarote, así que íbamos con bañadores y camisetas puestas para  no perder el tiempo. Al entrar pues lo típico una vuelta por el barco para ver todas las cosas bares, piscinas, jacuzzis, camarote etc.

Después de ver todo eso pues ya teníamos sed y calor y decidimos ir a uno de los chiringuitos de la piscina para tomarnos una par de cervecitas y pegarnos un baño en la piscina. En esa parte del barco había un par de piscinas no muy grandes y un par de jacuzzis muy pequeño donde cabían diez personas más o menos pero muy pegadas las unas a las otras, muy agobiante, aunque después descubrimos que eso era una gran ventaja. Después del baño en una de las piscinas pues nos tumbamos en las hamacas a tomar un poco el sol y tomarnos las cervezas tranquilos, ya en ese momento nos dimos cuentas que había muchas mujeres, y además la gran mayoría muy guapas, y de ellas un número importante iban en grupo pero sin pareja es decir solas como íbamos nosotros tres solteros.

Después de un rato tomando el sol pues nos entro hambre y nos fuimos a comer al buffet libre, allí cogimos una mesa para los tres y almorzamos tranquilamente. Justo después de almorzar tuvimos que ir a la cubierta del barco para hacer el simulacro por si pasa algo en alta mar saber lo que hay que hacer y los botes que teníamos asignados en caso de evacuación.

Estando haciendo el simulacro nos fijamos que en nuestro grupo, que éramos vente personas más o menos se encontraban tres chicas que no paraban de reírse y estar de cachondeo entre ellas, y además iban solas, al ver esto nos miramos los tres y dijimos estas tres llevan el mismo plan que nosotros.

Después de media hora de simulacro decidimos ir al gimnasio donde se encontraba un jacuzzi enorme de agua salada y caliente, allí nos relajamos un buen rato. Después fuimos a la zona deportiva del barco donde se encontraba una pista de futbol y baloncesto, mini golf escalada y echamos un par de canastas. Entre una cosa y otra llego la hora de tener que irnos al camarote para ducharnos e irnos para la cena, habíamos cogido el horario más temprano para después por la noche poder disfrutar de los espectáculos que hacían en el barco.

Era un camarote para los tres donde había una cama enorme donde durmiendo dos personas podían dormir estirado y no te tocabas con la otra persona y otra cama más pequeña supletoria donde dormiría el otro.

Al terminar de ducharnos los tres bajamos para el salón donde teníamos que ir a cenar. A diferencia del desayuno y almuerzo la cena no era buffet si no era comida a la carta servidas por camareros. Era los típicos platos muy grandes con muy poca comida en media donde solo se ve verduras y ensalada. Cuando llegamos nos sentaron a los tres en una mesa de las pequeñas, eran mesas para seis personas, cuando llegamos no había nadie sentado en la mesa, así que nos sentamos como quisimos.

-          ¿Haber con quien nos toca en la mesa?- Dijo Antonio no muy entusiasmado.

-          Espero que no nos toque la típica pareja con el niño pequeño que da por saco durante toda la cena.- Dije yo

Antes de que nos trajeran el primer plato, por el fondo empezó a acercarse el camarero con el grupo de las tres chicas que habíamos visto por la tarde en el simulacro.

-          Mira quien vienen por allí, las tres chicas del simulacro. –Dijo Carlos que estaba justo de frente de por dónde venían.- Además viene con el camarero que nos sirve a nosotros, me parece que nos van a sentar juntos.

-          No te hagas ilusiones que no creo que tengamos tanta suerte.- Le conteste yo sin ninguna esperanza de que eso acorriera.

Finalmente Carlos tenía razón llegaron a nuestra mesa y el camarero les dijo que esta era la mesa donde iban a cenar durante toda la semana. Las chicas un poco cortadas se sentaron y nos saludaron con un tímido hola buenas noches, nosotros muy educados le contestamos al saludo con un buenas noches. En ese momento Carlos me pego una patada en la espinilla por debajo de la mesa.

Al principio las chicas estaban un poco cortadas, casi ni levantaban la cabeza de la carta, y nosotros en cambio a nuestra bola como si no estuvieran ellas allí, hablando de nuestras cosas y todo eso.

Carlos que es el que tiene más poca vergüenza de los tres fue e que rompió el hielo.

-          Chicas no leáis más la carta que no tiene nada más, que os la vais a saber de memoria.

Las tres chicas empezaron a reírse y se les subieron un poco los colores. La que estaba justo enfrente fue la que empezó a hablar.

-          Bueno pues yo me llamo María.

Era una chica rubia con ojos claros 1.70, con una figura estilizada, y con los pechos que se notaban que eran operados. Unas piernas muy largas y se notaba que abría ido bastante a la playa porque tenía un bronceado espectacular.

La chica que estaba a su izquierda al ver que la amiga había acabado su presentación se presento ella.

-          Hola mi nombre es Patricia.

Esta chica era morena con mechas rubias, con ojos negros, ella era más bajita que María media 1.60 aproximadamente era más gordita que su amiga y tenia mas curvas, sin ser operadas tenia mas pecho que María y no tan bronceada.

Por último la otra chica se veía que era las más cortada de las tres y no se arrancaba a presentarse así que Patricia fingiendo estar enfadada dijo.

-          Venga ya y preséntate de una vez que nos vamos a llegar los postres y todavía no te has presentado.

-          Me llamo Ana. – Al decir estas tres palabras empezó a ruborizarse y agacho la cabeza.

-          Esta niña siempre igual, con la vergüenza no se llega a ningún lado.- Dijo María en tono de reprimenda.

-          No le eches la bronca hombre la que es vergonzosa no puede evitarlo es superior a ella.- Dijo Carlos.- Bueno ya aprovecho y me presento mi nombre es Carlos.

Ana era la más alta de las tres amigas media 1.75 aproximadamente, era morena, con ojos marrones y delgada no tenía apenas curvas eso si tenía un pecho que a simple vista se veía muy bonito, no era muy grande.

Al ver que mi amigo se presento me dije pues bueno me voy a presentar yo pero se me adelanto Antonio que estaba a mi derecha.

-          Hola me llamo Antonio.- Dijo él con una voz potente.

-          Joder Antonio se va a enterar de cómo te llamas hasta el capitán que está en su camarote acostado.- Dije yo mientras los demás se reían.- Bueno ya que he hablado y veo que soy el ultimo me voy a presentar mi nombre es Luis.

Una vez ya echa las presentaciones se rompió un poco el hielo y ya empezamos a hablar entre los seis. Nos comentaron que eran de Madrid y que eran compañeras de piso, que ese mismo año habían acabado la carrera de magistratura y que el viaje era como un viaje de fin de curso y para celebrar que habían acabado ya.

Al haber empezado a cenar nosotros antes que ellas acabamos cuando ellas todavía estaban por el segundo plato.

-          Bueno pues nosotros nos vamos al teatro para coger sitio que nos han dicho que como no vallamos temprano nos quedamos fuera.- Dijo Antonio

Es que en el barco había un teatro donde todas las noches después de la cena  hacían espectáculos.

-          Pues nosotras no sabemos si vamos a ir, me parece que nos vamos a ir directas a la cama, porque estamos muy cansadas, hemos salido a las cuatro de la mañana de Madrid para llegar temprano a Málaga y estamos molidas.- Dijo María con voz de cansada.

-          ¿Cómo os vais a acostar tan temprano? Cuando acabéis de cenar os venís para el teatro que nosotros os guardamos tres sitios.- Dije yo.

-          Bueno ya veremos si vamos o no, la verdad es que estamos muy cansadas.- Salto Patricia nada más acabar yo de hablar.

-          Vale nosotros vamos para el teatro, os guardamos tres sitios si tenéis ganas allí estaremos.- Dijo Antonio levantándose de la mesa.

Al ver que Antonio se levanto Carlos y yo nos levantamos también y nos fuimos directos para el teatro. Mientras íbamos para el teatro estábamos comentando lo que nos habían parecido nuestras tres nuevas amigas.

El espectáculo acabo y nuestras tres nuevas amigas no aparecieron, así que nos imaginamos que se habrían ido para sus camarotes. Después del espectáculo decidimos ir a la discoteca para tomarnos unas copas y pegarnos un bailoteo. Estando allí pues estuvimos viendo la gente que había en el crucero, había muchas chicas muy guapas y además muy atractivas e iban vestida muy provocativa, pero no le entramos a ninguna porque estábamos cansados y nos fuimos temprano para el camarote.

Al día siguiente llegamos a Valencia, teníamos solo cuatro horas para poder ver la ciudad y decidimos ir a la Ciudad de las Ciencias, y allí fuimos directos hacia el acuario. Estando en la cola nos encontramos a nuestras nuevas migas que habíamos conocido la noche anterior en la cena.

-          Hombre si están aquí las dormilonas.- Dijo Antonio señalando a las tres chicas.

-          Jojana si ustedes hubierais pegado la paliza de viaje en coche que nos pegamos ayer seguro que hubierais estado igual que nosotras-. Dijo María haciéndose la enfadada.

-          Oye que nosotros también nos hemos pegado casi tres horas de coche y después nos fuimos a la discoteca.- Dijo Carlos.

-          Si claro vais a comparar tres horas a las cinco que nos hemos pegado nosotras tres.- Dijo Patricia.

-          Bueno da igual, la primera noche es normal pero esta noche nos vamos a pegar un buen homenaje, ¿Os apuntareis no?-. Dije yo.

-          Bueno, bueno ya veremos.-  Dijo Ana quitándose las gafas de sol que llevaba puestas.

-          No ya veremos no esta noche vamos a arrasar la discoteca.- Les conteste yo mirando a los ojos a Ana.

La tarde paso muy rápido, porque aquello era demasiado grande para tan poco tiempo que teníamos para poderlo verlo todo. Después de casi ver todo el acuario ya el tiempo se nos había casi acabado decidimos irnos ya hacia el barco.

-          Bueno pues nosotros antes de ir a cenar vamos a ir a tomarnos un bañito en la piscina.- Dijo Antonio mientras entrabamos en el barco.

-          Pues sí, es buena idea además que las tres tenemos los bikinis debajo de la ropa-. Dijo Patricia bajándose un poco los short que llevaba enseñándonos las braguitas del bikini.

Llegamos a la piscina y empezamos a mirar a ver si había seis hamacas libres para poder sentarnos todos juntos. Finalmente las encontramos y empezamos a quedarnos en bañadores para irnos directamente hacia el agua.

Las tres chicas estaban despampanaste en bikini, Ana llevaba un bikini de color rojo, con las braguitas tipo tangas, Patricia llevaba uno de color negro este las braguitas no era de tipo tanga pero el sujetador era pequeño, tenia mas pecho enseñando que tapado y finalmente María llevaba un bikini de color azul mas tapadito que el de las dos amigas.

Al ver el panorama nosotros tres nos miramos y les lanzamos unas miradas picaronas a las tres. Ya en el agua pues empezamos con los típicos juegos que se hacen en las piscinas, echarnos agua los uno a los otros cogernos por los hombros.

-          Voy a ir al bar a por unas cervezas ¿Queréis que os traiga algo?- Dije yo mientras me salía de la piscina.

Mis dos amigos me contestaron que querían una par de cervezas ellos también pero las tres chicas no contestaron.

-          ¿Ustedes no queréis nada?- Dijo Antonio aun metido en la piscina.

-          Bueno venga traednos también unas cervecitas para nosotras.- Dijo María sentada en el bordillo de la piscina.

-          Bueno pues ustedes dos venid a ayudarme a traer las bebidas que yo no puedo con todo.- Dije yo refiriéndome a mis dos amigos.

Después de esto nos fuimos los tres para el bar a pedir las seis cervezas.

-          Oye valla como están nuestras nuevas amigas.- Dijo Carlos mirándonos a los dos.

-          Y que lo digas haber si tenemos suerte y nos la ligamos.- Dije yo cuando estábamos ya llegando a la barra del chiringuito.

-          Seguro que si, además cenamos juntos y allí ya cogeremos más confianzas.- Dijo Antonio después de pedir las seis cervezas.

Nos acercamos donde habíamos dejado a nuestras amigas con las seis cervezas y allí estaban las tres tumbadas en las hamacas, boca abajo y con los tirantes de los sujetadores. Al ver esto los tres nos miramos y  os empezamos a reír.

-          Ya estamos aquí con las cervezas.- Dije yo acercándome hacia María y dándosela.

-          Muchas gracias.- Dijo levantándose y poniendo la mano en el sujetador para que no se le cayera y nos enseñara sus pecho a medio crucero. ¿Me puedes amarrar el sujetador? Porfa.

-          Claro sin problema, tú me avisas si te aprieto mucho que soy muy bruto.- Y le guiñe un ojo.

Los otros cuatros estaban también hablando pero también en parejas como estaba yo y María, estaban Carlos hablando con Ana y Antonio con Patricia. Cuando nos dirigíamos al camarote nos dimos cuenta de que los camarotes estaban casi juntos, nos separaban solo dos camarotes entre nosotros y ellas.

-          Oye ¿sabéis que esta noche es la cena con el capitán?- Nos pregunto Patricia justo antes de entrar en el camarote.

-          Claro que lo sabemos, tenemos los trajes ya preparados.- Dije yo caminando hacia nuestra habitación. Bueno ya que vamos los seis a la misma mesa vamos juntos y no por separados.

-          Claro nosotras tardamos por lo menos una hora en arreglarnos, así que quedamos en una hora aquí en el pasillo.- Dijo Patricia justo antes de entrar en la habitación.

-          Vale pues en una hora nos vemos aquí, pero una hora es una hora que ya sabemos cómo sois las mujeres que tardáis mucho en arreglaros.- Dijo Carlos riéndose.

-          Seguro en una hora estamos listas, los primeros que estén preparados que llamen al camarote de los otros.- Dijo Ana.

Una hora más tarde ya estábamos los tres listos y salimos del camarote para esperar a nuestras amigas, dio la casualidad que ellas también estaban ya listas y también estaban saliendo hacia el pasillo. Estaban las tres espectaculares, las tres llevaban vestido largos, el María era de un rojo muy brillante que le llegaba por debajo de las rodillas y se notaba a simple vista que no llevaba sujetador también llevaba unos tacones de uno 10cm, el vestido de Ana era de color negro igual que el de María ella si llevaba sujetador y unos tacones no tan altos como los de su amiga y por ultimo Patricia llevaba un vestido de color azul marino y era el más corto de las tres que le llegaba por la rodilla y no llevaba unos tacones muy altos.

-          Qué guapo estáis.- Dijo Ana saliendo de la habitación.

-          ¿Guapos nosotros? Guapas vosotras, vais espectaculares, vamos a ser la envidia de todo el barco jajaja.- Dije yo sin dejar de mirar a nuestras amigas.

-          No seas tan exagerado que no es para tanto.- Dijo Patricia.

-          Exagerados no que es verdad que estáis radiantes.- Le conteste.

Llegamos al comedor donde estuvimos la noche anterior, y tuvimos una velada muy agradable, no estuvimos sentados como la noche anterior, nos pusimos por parejas como estuvimos la tarde anterior en la piscina. En esa cena se noto ya que nos habíamos caído my bien y estábamos haciendo muy buenas migas.

Al acabar la cena decidimos irnos a la discoteca para tomar unas copas ya que la noche anterior por el cansancio no pudimos mucho. Antes de ir hacia la pista de baile nos fuimos directos hacia la barra para pedir unas copas. Después de tomarnos unas cuantas copas y pegarnos unos cuantos bailes decidí ir a fumarme un cigarro a una de las cubiertas del barco. Me acompaño María a fumar aunque ella no fumaba.

-          ¿Te apetece un cigarro?0.

-          No gracias deje de fumar hace un par de años.

-          Pues lo mejor que has hecho, yo haber si puedo dejarlo cuando acabe el viaje.

-          ¿Bueno y que hacéis tres chicos solos en un viaje? ¿No tenéis pareja ninguno de los tres?

-          Que va estamos los tres solteros, y después de un año duro respecto al trabajo nos hemos liado la manta a la cabeza y hemos decidido tomarnos unas vacaciones, ¿y ustedes tenéis parejas?

-          Pues nosotras tampoco tenemos pareja, y después de acabar por fin la carrera pues nos hemos venido aquí a descansar.

Después de estas palabras nos pegamos un minuto sin hablar solo mirando hacia la luna que estaba llena e iluminaba todo el mar.

-          La verdad es que no me apetece mucho volver a la discoteca, estaba un poco agobiada con tanta gente que había allí metida.

-          Bueno pues si quieres no podemos quedar aquí o irnos a cualquier otro bar del barco y tomarnos allí cualquier cosa.

-          ¿Hacemos otra cosa mejor si te apetece?

-          Haber dime.

-          Nos vamos al camarote nos cambiamos y nos ponemos los bañadores y nos vamos a la piscina ya que podemos bañarnos por la noche.

-          Buena idea, allí podemos estar mejor.

Después de esta conversación cogimos el ascensor y nos fuimos directos hacia los camarotes para cambiarnos e irnos hacia la piscina. Al entrar al camarote estaban todas las luces apagadas cosa que me extraño porque siempre dejábamos una de las luces, al encenderla vi a Ana tumbada en la cama abierta de piernas con Carlos metido entre sus piernas, comiéndole en coño. Ellos dos ni se inmutaron y siguieron a lo suyo, yo al ver que no les importaba me empecé a desnudar y me puse la camiseta y el bañador para irme a la pisciana con María.

-          Adiós os dejo a lo vuestro.- Dije saliendo por la puerta.

No hubo respuesta a mi despedida, así que me empecé a reír a carcajadas. Al ratito de estar allí esperando en el pasillo vi salir a María con el mismo biquini que llevaba por la tarde.

-          ¿A que Antonio y Patricia están en vuestro camarote?-. Le pregunte yo riéndome.

-          ¿Y Carlos y Ana en el tuyo?

-          Exacto, jajaja valla cuatro, esta gente no pierden el tiempo, vamos lo que se dice un aquí te pillo aquí te mato.

-          Jajá la verdad es que estas dos estaban necesitadas llevaban ya bastante tiempo sin hacer nada.

-          Pues si quieren esta semana se van a poder hartar porque estos dos son insaciables.

-          Pues que aprovechen que sabe dios cuando se van a ver en otra.

-          Di que si que se arte de follar durante toda la semana.

Mientras teníamos esta conversación nos dirigimos hacia la piscina, al llegar allí me quite la camiseta y me tire de cabeza a la piscina. Justo después se tiro ella y empezó a nadar un poco. Yo me quede parado mirando como nadaba, la verdad es que era un bellezon y de noche con los focos de la piscina se le notaba mucho más el moreno que tenia. Al ver esto y después del espectáculo que vi en el camarote pues me empecé a poner a tono. Yo lo intentaba disimular como podía pero era imposible, María se acerco a mí y me dejo atrapado contra la pared.

-          Una cosa yo no es que este muy necesitada pero con lo que he visto en mi camarote me ha puesto a cien, y veo que a ti también.- Dijo María mirándome a los ojos mientras me cogía el pene con la mano.

-          Pues no te tengo que decir porque ya lo habrás notado como estoy yo ¿No?

Justo después de decirle esto ella se abalanzo hacia mí y me metió la lengua hasta la campanilla sin dejar de tener entre sus manos mi pene que cada vez estaba más grande, sin dejar de besarla le eche hacia un lado la braga del biquini y empecé a acariciar su coño, si meterle aun ningún dedo solo acariciándole el clítoris. Así estuvimos durante un buen tiempo y yo ya no podía más.

-          Oye yo ya no puedo más vamos a irnos a otro sitio para seguir lo que hemos empezado.- Le dije yo sin parar de acariciarle el clitoris que cada vez estaba más grande.

-          Pues a los camarotes no podemos porque están estos cuatro.

-          Es verdad, pero vamos que nos podemos ir a algún cuarto de baño que hay por aquí y allí terminamos lo que hemos empezado.

Nos salimos de la piscina la cogí de la mano y nos fuimos directo hacia uno de los baños que se encontraban en la piscina. Nada más entrar me bajos en bañador y me cogió el pene y se lo metió la mitad. Mientras me la estaba chupando no se la saco de su boca en ningún solo momento cuando llegaba al prepucio se la volvía a tragar de nuevo, cuando estaba a punto de correrme la levante y le dije.

-          Ahora te toca a ti disfrutar un poquito como me estás haciendo disfrutar tú a mí.

Le hice que pusiera una de las piernas en uno de los bater y me fui con mi lengua directo hacia su clítoris que estaba pidiendo a gritos que se lo comiera y succionara. El chocho lo tenía completamente depilado sin un solo pelo, se lo estaba succionando con nunca había succionando a ninguna chica porque hacía tiempo que no estaba tan caliente como esa noche, María cada vez estaba más mojada y cada vez sus gemidos eran más altos. Justo antes de que llegara a su primer orgasmo deje de succionarselo y le empecé a meter un par de dedos, entro sin ningún problema por los fluido vaginales que había soltado mientras le trabajaba el clítoris. Después de un par de mete sacas e mis dedos en su chocho tuvo un orgasmo que lo grito como pocas chicas había escuchado. Se quedo durante un rato exhausta por los orgasmos que había acabo de tener cuando me dijo:

-          Siéntate aquí que ahora vamos a disfrutar los dos a la vez.

Me senté en uno de los váter y sin previo aviso me cogio el pene se lo puso en la entrada de su chocho y se lo metió hasta en fondo de una sola vez. Ella era la que llevaba el ritmo, al principio iba despacio, se la metía hasta el fondo y justo antes de sacarla entera volvía a bajar para metérsela otra vez hasta el fondo. Mientras hacía esto yo me dedicaba a sus pechos que eran espectaculares, eran grandes pero no los tenía caídos y con unos pezones muy morenos con unas grades aureolas, mientras que con una mano le amasaba uno de ellos, el pezón del otro se lo succionaba y se lo mordía, eso le volvía loca así que empezó a aumentar el ritmo de la cabalgada. Empezó a mordisquearme la oreja mientras me decía:

-          Que polvo que me estas echando, hacía tiempo que tenía ganas de un meneo como este.

Al decirme esto se la saque nos levantamos y me la puse a cuatro patas para hacerlo en la postura el perrito. Se la clave hasta el fondo de un solo empujón  al hacer esto ella pego un aullido de placer que nunca se lo había escuchado a ninguna chica en mi vida, mientras se la metía por su chocho le amasaba el pedazo de culo que tenia y le abría los cachetes.

-          Si acabas como tienes que acabar en esta semana podrás probar ese agujerito.- Dijo María mirándome a los ojos mientras se mordía el labio.

Al escuchar esto aumente la potencia y la velocidad de mis embestidas, mientras hacía eso le llegaba otro orgasmo a mi nueva amiga, al escuchar sus gemidos de orgasmo ya llegue a mi límite para llegar al orgasmo.

-          Me voy a correr ya ¿Dónde quieres que me corra?

-          Córrete dentro que estoy tomando la pastilla y no hay posibilidades de que me quede embarazada.

Después de un par de embestidas me llego el orgasmo y empecé a correrme dentro de ella, al notar que me corría dentro de ella se dio la vuelta a la cabeza y se metió uno de sus dedos en la boca. Tras dejar de correrme  y que mi pene se empezara a poner cada vez más pequeño se la saque, y tras sacarla empezó a salir de sus adentros una mezcla de me semen con sus fluidos, esta mezcla empezó a resbalarse por sus muslos. Tras un par de minutos de descanso María cogió papel higiénico, me cogió el pene y me lo limpio enterito, después de esto volvió a coger otro trozo de papel y me lo dio para que le limpiara su chocho, lo cogí le limpie por sus labios que todavía estaban palpitantes y después por dentro. Al acabar de limpiarnos nos pusimos ella su biquini y yo el bañador y nos fuimos para uno de los jacuzzi para relajarnos después de lo ocurrido.

Continuara….