Cruce de miradas
Jamás supuse que a plena luz del día se pudiese ligar en una plaza comercial... miradas van, miradas vienen, bultos frontales descomunales a la vista y calentura en todos los rostros...
CRUCE DE MIRADAS
Sucedió este viernes 9 de julio.
Hacía mínimo ocho meses que yo no daba una vuelta por centros comerciales de la ciudad, es una actividad que no va conmigo. Vivo siempre ocupado y generalmente si tengo encargos pido a alguien que me los haga. Soy un ratón de biblioteca y ahora un fanático de la computadora.
Vivo caliente, deseoso de experiencias ricas en lo sexual, me encantan los hombres, me gusta coger y ser cogido, mamar y ser mamado, disfruto tremendamente el 69 y gozo en general el roce de la piel velluda de un hombre en la superficie de mi cuerpo, pero este viernes me sorprendí al comprobar que hay cantidad de personas cruzando sus miradas con los transeúntes, buscando ávidamente la primera oportunidad para un "ligue". No imaginaba esta realidad.
Hice mis vueltas, al sentirme cansado, me senté en un corredor a tomar un helado .. alguien llegó a donde estaba y me dice: "Qué rico lo chupa señor". Reí y le ofrecí de mi helado. Rehusó. Sin más ni más me dijo: "Yo le puedo chupar lo que quiera. ¿Tiene a dónde ir?". Se trataba de un hermoso muchacho que, según me dijo estaba cumpliendo 23 años. Desde luego que no le seguí el juego. Me despedí y el osado jovenazo me pasó un papelito con su número de teléfono celular. Todavía se promocionó: "En serio, me encanta la verga y la mamo muy bien hasta sacar la leche. Hábleme ".
Seguí mi peregrinar y tuve necesidad de buscar los servicios sanitarios. Entré, empecé a orinar en la pileta común y había mínimo ocho individuos haciendo lo propio, sólo que aquello parecía una pasarela de vergas de todos colores, tamaños, formas y seguramente sabores. Algunas en plena erección, otras morcillotas, pero todos los tipos buscaban "acción".
Terminé de orinar, fui a lavarme las manos, algunos hombres salieron y uno de ellos, un joven de cuando mucho treinta años, siguió mostrando su verga que yo veía a través del espejo: grande, larga, algo gruesa con una cabeza uniforme con el grosor de la tranca pero sumamente erecta . Me gustó, pero sentí que no era el lugar para algo más.
Salí del baño y el tipo me siguió. Usaba un pantalón de mezclilla ajustado y aquella enorme tranca se dibujaba amenazante y a la vez antojable .. me alcanzó y me pidió que fuéramos juntos a algún lado.
Para esa hora yo estaba que ardía de excitación, sentía mi propia verga mojada de precum y le sugeri ir a los privados de los Baños Capri que tanto he promovido. Aceptó y hacia allá fuimos.
Él pagó las entradas, nos registramos, nos dotaron de las sabanillas acostumbradas y nos asignaron un privado. Pedí dos cervezas y empezamos a desnudarnos. Realmente aquel tipo era un ejemplar de macho.
Ya viendo, tocando y mamando su vergota supe que iba a tener un "almuerzo" sustancioso. Me aclaró que era cien por ciento activo. Eso, desde luego no me importó, a mí me gustan ambos roles por igual .. entramos a la ducha, nos enjabonamos uno al otro, nos enjuagamos y salimos a la salita recibidor.
Empecé a mamarle aquella tranca con tal emoción que el tipo gemía de placer .. me dijo que estaba muy caliente .. me coloqué en posición de "perrito", me acarició el culo, me pasó los dedos primero y luego la lengua por mi agujero deseoso de ser llenado y enseguida empezó a penetrarme .sus estocadas no fueron precisamente un dechado de ternura, pero a cada empujón de su verga en mi ano sentía que estaba con un verdadero macho.
Sacó su arma durísima, se quitó el condón y me la dio a mamar; a las dos o tres succiones, soltó su blanca carga en mi garganta . Qué delicia de mecos, qué ricura de semen espeso, con sabor ácido pero delicioso.
Nos volvimos a duchar, salimos bañaditos y peinaditos haciendo el acuerdo de vernos el siguiente viernes .. espero con ansia. Me gustó ser sometido por ese machote cogelón.