Crossroads X

Ojala hubiera un reglamento para la intimidad, una guía donde se explique cuando se traspasan los limites, estaría bien saber cuándo lo haces... Intimas cuando te lo permiten, y sigues mientras te dejan. En cuanto a las normas quizás no haya ninguna, quizás sea uno mismo quien tenga que definirlas

CAPITULO 10

VANESSA

Intimidad es una palabra que significa, aquí están mi corazón y mi alma, pícalos hasta hacer una hamburguesa y disfrútalos, es algo deseado y temido, es difícil vivir con ella, e imposible vivir sin ella. La intimidad también esta ligada a tres cosas en la vida, los parientes, el amor y los compañeros del piso. Hay cosas de las que no puedes escapar y otras que no quieres saber

  • Seguro que estoy bien tonto - le dije en tono repetitivo y ya un poco cansada -.

  • ¿Seguro? - pregunto por millonésima vez -.

  • Que sí Santiago - respondí aún más hastiada de lo que me encontraba - no tienes por qué llamarme 5 veces al día para saber de mi ¿sabes?

  • Si ya lo sé - me dijo insinuando una sonrisa, no lo veía pero sabía que lo estaba haciendo - pero es que me preocupas Vanessa - luego duro algunos segundos en silencio y luego continuo - entonces te dejo porque tengo que haces unas cosas. Te cuidas ¿está bien?

  • Si, está bien - volví de nuevo con mis voz cansada y tono de fastidio - nos vemos... un beso - le termine de decir un poco cohibida y luego colgué el celular -.

Nuevamente era Santiago chequeando como me encontraba como había sido ya algo rutinario desde hace algunos días, luego de... de lo del accidente habíamos mantenido un contacto diario y me atrevería a decir que nos estábamos volviendo amigos, por más extraño que parezca. Él estaba solo porque así lo había querido y yo también lo estaba por las mismas circunstancias, él no me pregunto porque estaba tan deprimida y con ese humor - además de las claras razones - y yo espere hasta que él se abriera conmigo con respecto a su problema con Diego. Durante el último par de días él había ido a mi casa en las mañanas, llevado obviamente por su papa debido al problema de su pierna en proceso de sanación, y se iba a altas horas de la noche; creo que la experiencia que habíamos vivido nos había unido de tal forma que si antes habíamos tenido algunas diferencias, estas ya no existían.

Comienza a sonar If I lose Myself - One Republic

No éramos los mejores amigos ni tampoco como hermanos - como estaba comenzando a considerar a Gabriel - pero hablar con él era tan sencillo e “incomplicado” que durábamos horas y horas hablando solo de nosotros y algunas veces también... de Marcos. Ellos de verdad eran muy buenos amigos, incluso muchos más de lo que había pensado, y había entendido que le iba a costar mucho tiempo superar y entender la muerte de uno de sus mejores amigos. Estaba - o al menos se consideraba - solo y la verdad solo necesitaba de alguien en que apoyarse y tratar de olvidar todo lo que estaba sucediendo... y eso era más o menos lo que necesitaba yo también. Éramos tan parecidos que ambos habíamos apartados a nuestros amigos para que nos dieran un poco de espacio y reflexionar las cosas, claro por diferentes razones pero básicamente con un principio en igual. Santiago al parecer no se encontraba en los mejores momentos con Diego y su amistad se encontraba bastante tensa, él me había confesado exactamente porque se encontraba así con Diego y la verdad era que se trataba de una razón un poco ilógica, pero en el fondo lo entendía y muy bien... él solo estaba tratando de lidiar con su duelo de cualquier forma posible, y había aprovechado de tomarla con Diego para así sentirse un poco mejor y poder volcar su furia hacía alguien. Santiago se encontraba en la segunda etapa de cinco por las que pasamos cuando perdemos algún familiar o alguien muy querido... la rabia.

Yo creía haberme estancado en la fase cuatro: La Depresión, pero gracias a los cuidados y ánimos de Santiago creía ya estar en la última fase... y había comenzado a aceptar todo lo que había sucedido con Marcos, y conmigo también. Digamos que mi enfermedad era ya algo aceptado por mí desde hace mucho tiempo, bueno algo “aceptado” pero solo había 50% de posibilidad de que pudiera desarrollarla gracias a mis genes maternos... y “La Suerte de los dioses estuvo conmigo” porque finalmente y luego de mis negativas para descubrir si cargaba con el gen o no, de la peor forma termine dándome por enterada de que si corría por mis venas. Quizás haya sido toda la experiencia por la que pase con Mama pero finalmente como ya sabía todo lo que el destino me tenía preparado, no me fue muy difícil aceptar todo lo que venía; quizás me fue mucho más difícil aceptar que como yo cuide de Mama, quizás no iba a poder encontrar una persona que estuviera acompañándome por todo ese proceso... pero aunque sabía que siempre a partir de ahora iba a poder contar con Santiago, también sabía que Gabriel era mi roca y nunca me iba a abandonar.

Había decidido por el bien de nuestra amistad - extremadamente raro “llamarnos” así, sabía que Gabo lo aborrecería rotundamente - que mantuviéramos la distancia para que yo pudiera aclarar todo lo que sentía y ordenara un poco mis ideas con respecto a mí ya no tan incierto futuro. Sabía perfectamente que podía confiar a Gabriel hasta mi propia vida, pero no me sentía preparada para hablar profundamente sobre todo lo que me sucedía y todo lo que había “descubierto”, la diferencia entre los distanciamientos de Santiago con Diego y Gabriel conmigo era que yo no estaba de ninguna manera enojada con él... solo necesitaba espacio y estar sola por algunos días, claro que luego entendí que esto combinado con lo que le había sucedido a Marcos era mucho para soportarlo sola y había decidido hablar con Gabriel, pero luego apareció Santiago y nuevamente me sentí cómoda; creo que todo ese razonamiento da por verdadera la teoría que nadie puede comprendernos a nosotras las chicas, vamos que primero quería estar sola, luego acompañada y luego sola nuevamente... lo repito ¡estamos locas!.

Ya pasados todos mis rollos mentales había decido hablar con Gabo y explicarle vagamente todo lo que me estaba sucediendo para que volviéramos a estar como antes, además que obviamente - nuevamente... ¡Soy una Chica! - quería saber todo sobre los últimos capítulos de mi nueva telenovela favorita: “Diego y Gabriel: Idiotas Enamorados”; Santiago no me había dicho nada relevante sobre ellos y en parte entendía por qué, pero algo en el fondo me decía que “eso” que tenían ellos no se había acabado desde la última vez que los vi juntos en el Cementerio. Los dos eran unos idiotas y creo que ellos mismos lo sabían pero al parecer lo único que desconocían es que cuando uno estaba sin el otro, se comportaban como niños malcriados e insoportables; definitivamente necesitaba olvidarme un poco de mis problemas y nada había mejor que hablar con otra persona sobre los suyos, y si esa persona era Gabo con sus comentarios imprudentes, amargados y sarcásticos tenía ya aseguradas una cuantas horas - o días, nadie sabía - de risas y comentarios igualmente sarcásticamente divertidos. Siempre me preguntaba ¿Por qué y cómo nos habíamos hecho amigos si éramos tan diferentes? Y la respuesta que igualmente siempre me daba era que... quizás no éramos tan diferentes.

Ese día que finalmente nos reencontramos, no fueron necesarias las palabras solo fui yo que dando grandes zancadas llegué a la puerta y sin siquiera dejarlo que emitiera algún sonido le salté encima y le di un abrazo largo y profundo, él no movió siquiera un solo musculo y obviamente yo sabía que esas muestras de afecto lo hacían sentir muy incómodo porque nunca sabía cómo reaccionar, pero la verdad no me interesaba mucho lo que pensara porque lo importante era que estaba ahí conmigo y así fuera amordazado y amarrado iba a recibir mi abrazo y mis besos en las mejillas. Él con una voz monótona me lanzó una de las suyas, esas frases que cautivan el alma de cualquier persona... “ Sé que me extrañaste y soy muy importante para ti, pero no estamos en los últimos minutos del Titanic ”.

No sabía si reír o golpearlo como había prometido que haría cada vez que me comportara de una forma “amistosa” con él y me respondiera de esas formas, sabía que era casi imposible lograr que Gabo respondiera a algún gesto de cariño por mi parte ya sea física o emocionalmente pero así era nuestra relación y la verdad es que me encantaba como nos tratábamos. A pesar de yo ser una chica, él no me trataba como si fuera de cristal y que cualquier palabra o frase mal dicha iba a ser que mis hormonas explotaran y terminara llorando o deprimida por días, y eso era algo que agradecía mucho de mi relación con él. Obviamente en algunas ocasiones me hacía la ofendida y trataba de alguna manera hacerlo sentir algo culpable, pero como nunca lo lograba terminaba chantajeándolo con que me comprara dulces o regalos para que volviéramos a estar “normales”... en el fondo sabía que mis chantajes no funcionaban porque al parecer el agujero negro que tenía en el pecho - y yo llamaba “corazón” - no sabía distinguir cuando había dicho o había reaccionado de una forma “incorrecta”, pero igualmente siempre me regalaba lo que le pidiera porque así él lo quería. Al final lo importante era que nunca estaba desprovista de dulces.

Yo lo hice pasar - no sin antes darle un golpe en la nuca por su hermoso comentario - e inmediatamente nos dijimos a mi habitación, en donde obviamente y como no podía dejar de hacerlo ni una sola vez, comenzó a fastidiarme con mis gustos musicales y con mis gustos en general que eran bastante “rosas” al parecer; en venganza por sus burlas y discursos sobre lo que “buena” música era, coloque a volumen bajo para dar algo de ambiente el nuevo CD de Katy Perry ... no había nada mejor que ver su cara a medida que la música iba llenando el ambiente y a su vez yo tarareaba sin emitir algún sonido mis canciones favoritas.

Él en ningún momento me pregunto sobre porque había decidido mantener distancia y la verdad era que se lo agradecía, porque eso era algo sobre lo que quería hablarle un poco ya más entrada la conversación. Sin embargo lo que sí hizo fue preguntarme sobre Santiago y la gran cantidad de tiempo que últimamente estaba pasando con él, obviamente insinuando que teníamos o íbamos por el camino de tener algo, yo solo sonreí y me ruborice un poco mientras le decía que Santiago y yo nos habíamos conocido mejor y solo éramos amigos, y un poco para gastarle una broma y a su vez evitar el tema le dije que yo también necesitaba un amigo en todo el sentido de la palabra que aceptara mis muestras de cariño y que además estuviera dispuesto a hablar sobre nuestros sentimientos y dar soluciones a los problemas del corazón. Él solo rio irónicamente y me dijo claramente que la verdad es que era bueno que finalmente tuviera una “amiga” con quien compartir... yo no pude evitar una sonrisa y también el que ahora al parecer iba a ser algo común entre nosotros, golpe en la nuca por su respuesta irónica e insensible.

Ya avanzada la tarde los dos estábamos acostados en mi cama viendo hacía el techo y hablando sobre cualquier estupidez posible antes de entrar a los temas importantes y algo más serios, mantuvimos unos pocos segundos de silencio cuando hablamos de Marcos y todo lo que nos había sucedido en el accidente y él bromeó - como no podía ser de otra manera - diciendo que solo faltaba que nos secuestraran o que colocaran una bomba en la Universidad para que muriéramos todos... obviamente le di su correspondiente reprimenda y pude ver un vestigio de sonrisa en sus labios. No pude evitar ponerme algo melancólica mientras hablábamos de Marcos y él al parecer lo noto porque rápidamente cambio el tema y me pregunto sobre porque Santiago estaba enojado con Diego, yo solo le dije que lo que ellos dos estuvieran pasando no era problema de nosotros dos y que efectivamente tenían unos asuntos que resolver pero que no era mi deber estar diciendo exactamente qué estaba pasando porque Santiago me lo había contado como amigo y solo para mis oídos. Él como siempre no expresó respuesta alguna pero su pregunta me dejo pensando y llegue finalmente al tema que quería tocar desde el momento que puso un pie en mi casa: Diego.

No sé exactamente como pasó, pero un instante estábamos “discutiendo” sobre el accidente, Marcos y los problemas de Santiago y en otro estábamos adentrándonos en los confines de la relación más complicada después de la de Phoebe y Cole en Charmed ; Gabo no se puso nervioso ni demostró sinceramente ninguna emoción que me hiciera pensar que lo de Diego y él iba por mal camino, pero si me extraño bastante el largo suspiro que lanzó al aire cuando le pregunte sobre qué había sucedido finalmente entre él y D - no pude evitarlo... Gossip Girl aún sigue en mi cabeza - y luego del monótono “ Nada ” que me dijo a continuación entendí que al parecer se le hacía algo difícil hablar sobre “eso”... y obviamente era entendible conociendo a Gabo y su política de NO amigos, NO emociones y NO sentimientos.

Luego de tratar, tratar, tratar y tratar un poco más logre que Gabo me dijera algo de lo que había sucedido con D, me conto algo sobre una “cita-no-cita” que acabo muy mal gracias a un ataque de celos que había tenido Diego gracias a un mensaje que el hermano mayor de Marcos, Roberto, le había enviado; y que al parecer Diego pensaba que Roberto quería algo con él por la forma insistente en que trataba de llamar su atención, yo en mi interior no pude evitar una sonrisa de satisfacción porque cada vez esta telenovela se enredaba y se volvía más divertida cada capítulo. Luego de algunos segundos con ese pensamiento le pregunte a Gabo exactamente como se sentía, un craso error porque gracias a su desconocimiento sobre los “sentimientos” su respuesta fue casi tan inútil como mis esfuerzos para explicarle como se “sentía” el cariño, los celos, el arrepentimiento... el amor. No pude evitar reír por lo bajo gracias a su obvia estupidez y su empeño en no reconocer todo lo que estaba comenzando a sentir por Diego, solo le di como consejo que no actuara prematuramente en ninguna situación y que se llenara de bastante paciencia porque ellos dos - Diego y Gabriel obviamente - eran bastante brutos en lo que a relaciones se refería y todo les iba a resultar particularmente difícil.

Comienza a sonar Give me love - Ed Sheeran

No notamos que había anochecido sino hasta que a mí se me ocurrió ver por la ventana y me encontré con un cielo azulado oscuro que nos indicaba que ya era momento de la despedida, y despedida no era más que una tonta formalidad porque sabía que no pasarían siquiera 15 minutos desde el momento que Gabo llegara a su casa para que me mandara un mensaje de texto o un What’s App - como le gustaba hacer ahora - y nuevamente reanudáramos la charla. El momento que más nerviosa me tenía finalmente había llegado y senté y mire seriamente a Gabo para decirle que era lo que me había sucedido y porque me había comportado como lo hice. Al principio titubeé bastante pero decidí que lo mejor era decirle la verdad “general” y no la específica, como nadie excepto Mama sabía. Luego de informarle que padecía una enfermedad y que además está era incurable no noté ningún cambio en su semblante, solo me miraba profundamente y contra todo pronóstico, contra cualquier augurio, contra lo que dictaba el Universo y su conducta... Gabo coloco su mano sobre la mía y me susurro “ Sabes que cuentas conmigo en lo que sea ¿verdad? ”, no pude evitar sonreír y lanzarme nuevamente a sus brazos para darle un abrazo aún más fuerte que el anterior. Al parecer Diego estaba haciendo algo bien con Gabo, porque nunca hubiera imaginado que pudiera tener una conducta tan “humana” conmigo o cualquiera; luego de dos besos que él recibió con mala cara - aunque parecía algo forzada - lo acompañe hasta la puerta y dándole otro abrazo - que obviamente no respondió - espere a que tomara un taxi que lo llevaría hasta su casa.

Pasé todo lo que quedaba de semana “vacacional” hablando con Gabo, pensando en todo lo que estaba sucediendo y hablando también con Santiago, ya hasta eso se había vuelto una costumbre y no había ningún día que Santiago no me llamara o se presentara en mi casa para hablar sobre lo que fuera. Ya era Domingo y finalmente mañana regresaríamos a la aburrida rutina y quizás fue porque me gustaba dejar todo para un último momento, o las palabras de ánimo que constantemente me decía Santiago, o los comentarios imprudentes y de humor cuestionable de Gabriel; pero finalmente había decido que esta enfermedad no iba a controlarme, había decidido seguir viviendo mi vida normalmente y ya había planeado un viaje para vacaciones a donde estaba Mama para hacerme mis chequeos médicos y comenzar a tomar las medicinas que se volverían mi droga de por vida... finalmente aunque había decido vivir normalmente como antes, debía aceptar que mi vida había cambiado y que tenía que hacer cambios necesarios para adaptarme a mi nueva realidad fuera cual fuera.

  • Yo Vanessa, tú robot - le dije jugando a Gabo por teléfono, el Domingo por la noche justo antes de acostarme -.

  • A veces me cuestiono la madurez mental que tienes Vanessa - me dijo lentamente y reconociéndome al instante - ¿Qué sucede?.

  • No seas aguafiestas Gabo, ríete y bromea un poco y veras que no te hará nada mal - dije riéndome y esbozando una sonrisa que esperaba él se imaginara - solo quería saber si ibas mañana a la Universidad ¿si vas, cierto?

  • Cuantas veces te he dicho que no me llames “Gabo” - me lanzó, luego de un suspiro y poniendo un tono de voz aniñado en la última palabra - me haces parecer un niño de primaria. Y obviamente que mañana iré a clases - me contesto - acaso ¿Por qué no lo haría?.

  • Te llamo como quiero y como me dé la gana Gabo - respondí haciendo énfasis en “Gabo” - y te preguntaba si irías o no porque se lo bipolar que eres y capaz ahora no te daba la gana de ir a clases. Además - continúe diciéndole - lo más seguro es que mañana explote el problema que tienen Santiago y Diego y solo quería asegurarme que lo que habíamos hablado allá quedado claro.

  • ¿Y cómo estas segura que mañana habrá un problema entre los dos? - me preguntó, tratando de esconder la curiosidad - ¿acaso Santiago te menciono algo?

  • Solo lo sospecho tonto - agregué yo, y él me iba a interrumpir pero yo rápidamente continué hablándole - más te vale que no interfieras si acaso se forma un problema entre ellos dos, si no te las veras con mis golpes en tu cabezota. Ya me voy a dormir, buenas noches BFF

  • terminé de decirle con una risa estruendosa y obviando su “ Pero no entien...”, sabía que mañana pagaría caro ese “BFF” porque conocía la repulsión que sentía Gabo cuando me refería a nosotros así.

DIEGO

La idea de regresar a clases no era una de las más emocionantes que pasaban por mi cabeza, más que nada por la idea de volver a la rutina normal de siempre, porque esa “rutina” no tenía nada de normal y mucho menos de rutinaria - al parecer Gabriel está enseñándome palabras - gracias a todos los cambios que habíamos enfrentado la última semana: ya Marcos no estaba, Santiago no me quería siquiera contestar las llamadas y Gabriel y yo... estábamos en “algo”; desde la estupidez que había cometido la última vez que habíamos salido no nos habíamos visto sino un par de rápidas ocasiones, una de esas salidas fue el Sábado cuando me dijo que Vanessa lo había invitado al cine y que si tanto quería verlo podía servirle de chofer y llevarlo a encontrarse con ella, esa idea francamente no me molesto porque sentía que aún no estaba preparado para tener salidas “no tan de amigos” con Gabriel como las de ir al cine y además sabía que tenía que ponerse al día con Vanessa ya que habían pasado unos cuantos días desde que no se hablaban. Lo único que si me dejo un poco inquieto era que necesitaba hablar con Vanessa para que al menos me diera una idea de que era lo que le sucedía a Santiago y si podía ayudarlo con lo que fuera, pero como no tuve oportunidad de quedarme a solas con ella mientras llevaba a Gabriel descarte la idea y preferí regresarme a mi casa a pensar en un mejor plan.

La verdad es que entre Gabriel y yo las cosas estaban normales, no sabía explicar exactamente como nos encontrábamos y eso era lo que siempre me decía. Desde los besos que nos habíamos dados la última vez había sentido que lo que teníamos estaba pasando a un nivel completamente nuevo que no sabía cómo describir y me sentía bastante inseguro al no saber exactamente cómo actuar ni que decirle, mi historial no era precisamente el mejor en cuanto a relaciones se trataba y la idea de continuar pensando con “la erección” como había hecho con mis relaciones anteriores no me parecía la mejor; a pesar de que quería repetir lo que habíamos hecho, sabía que si lo hacía todo iba a terminar bastante descontrolado y lo último que quería era mandarlo todo nuevamente a la mierda y cagarla otra vez con Gabriel. No podía siquiera pensar en lo de los besos porque inmediatamente volvía la “famosa” erección y tenía que terminar bañándome con agua bastante fría, y lo peor era que de verdad necesitaba descargarme teniendo algo de sexo porque ya hacía bastante tiempo que no tenía nada de acción... ¡Maldito Gabriel! Antes si por casualidad me encontraba bastante urgido y no tenía una chica conmigo solo tenía que marcar un numero de mi celular y cualquiera llegaba a mi casa - o a veces yo iba a la de ellas - y terminaba saciándome hasta el cansancio, claro que ahora también podía hacerlo pero me parecía algo sucio tener sexo con otra persona mientras estaba teniendo lo que fuera con Gabriel... y ese era otro maldito indició de que mi cabeza estaba mal ¡Nunca había tenido remordimientos en lo que al sexo se trataba!

El Domingo antes de regresar a la Universidad había hablado con Gabriel y habíamos quedado - luego de bastantes bromas características y comentarios que iban a terminar haciendo que lo insultara - en que lo pasaría buscando para ir juntos a clases, pero como cosa rara me había quedado dormido e iba bastante tarde para encontrarme con él; antes de enviarle un mensaje para decirle que se me había hecho un poco tarde noté que tenía dos llamadas perdidas de un numero privado pero automáticamente pensé que había sido Gabriel que estaba perdiendo la paciencia y me había llamado para gritarme que me apresurara. No sé cómo llegue tan rápidamente a su casa, pero solo me había retrasado diez minutos.

  • Sube, que vamos un poco tarde - le dije llamándolo desde el auto hasta el pequeño banco donde me estaba esperando -.

  • Ya voy Sr. Puntualidad - me dijo mientras caminaba y hacía la puerta del copiloto y la abría - Nos quedamos dormidos ¿no?

  • Cállate - le lancé antes de pisar el acelerador y volar camino a la Universidad -.

Lo que quedó de camino lo pasé bostezando y viendo como Gabriel no dejaba de tocar su teléfono haciendo no sé qué, hablamos un poco sobre que lo nos había sucedido estos días que no nos habíamos visto y yo trate de preguntarle sobre que había hablado con Vanessa y como se encontraba ella. Solo me menciono vagamente que habían hablado y que ya se encontraban bien como antes, pero el idiota no pudo evitar decirme con sus comentarios “especiales” que si quería saber que sucedía con Santiago se lo preguntara yo mismo. Justo cuando estaba estacionando el auto donde comúnmente lo hacía en la Universidad una estúpida idea paso por mi cabeza y me quede pensativo por algunos segundos.

  • Creo que si hubieras querido llegar más tarde a la Universidad - me dijo, sacándome de mi pensamiento y haciendo que volcara mi atención nuevamente en el
  • era preferible que no hubieras venido. Se supone que debemos entrar ¿no crees?

  • Estaba pensando en algo idiota - le conteste, abriendo bastante los ojos y bostezando nuevamente - ¿puedo... preguntarte... algo? - pregunté, entre bostezos -.

- Fuck Diego ¿no podías elegir un mejor momento para ponerte a hacerme preguntas? - contestó, con tono de voz Gabriel -.

  • ¿Qué te dijo te hablarme en inglés? - comencé a decirle fingiendo molestia y viendo como algo que se parecía a una sonrisa salía de sus labios - que conste que quería preguntarte antes de hacerlo, pero como eres un idiota te toca de la manera mala - continué diciéndole mientras me desabrochaba el cinturón y sin darle opción a algún movimiento me le lanzaba encima para besarlo -.

El obviamente al principio se sorprendió bastante, pero incluso antes de lo que imaginaba me estaba siguiendo la corriente y me besaba agresivamente, no pasó ni medio segundo antes de que mi entrepierna saludara a Gabriel y tampoco paso mucho antes de que mis manos buscaran su camisa y comenzaran a subirla lentamente.

  • Tenemos... tenemos que ir... a... clases - me dijo separándose de mi jadeando y recomponiéndose un poco - además idiota ¿Qué te había dicho de besarme como si fuera un títere que puedes manejar?

  • Todo fue tu culpa - respondí mientras me acomodaba igualmente, y sonreía con suficiencia - ¿Qué crees que pasa cuando te pones altanero y te comportas más idiota de lo que eres? - le pregunte rápidamente y a la vez le conteste - ya sabes lo que te va a pasar cada vez que te pongas así.

El me miró duramente mientras hacía una mueca de fastidio y luego volvió a la “normalidad” sin emoción alguna en su cara.

  • Vamos a ver si la próxima vez te será tan sencillo - me lanzó, pero esta vez con un poco de molestia escondida en su voz a la que no le preste mucho atención luego de escuchar “la próxima vez” - ya me voy Moroon porque a diferencia de ti yo no quiero llegar tarde a clases, nos vemos a la salida y recuerda que dentro de la Universidad cada quien tiene que estar con su gente... no me acoses por favor - terminó de decirme antes de abrir la puerta del copiloto y caminar hacía la entrada de la Universidad -.

Yo no pude evitar una gran carcajada pensando en el supuesto “acoso” que le había aplicado a Gabriel y su idea de mantenernos algo separados mientras estuviéramos en la Universidad, una idea que tampoco me parecía nada mala. Me tuve que quedar otros cinco minutos en el auto para poder luego entrar a la Universidad... gracias a que mi amigo estaba empeñado en saludar a la gente y no quería calmarse siquiera un poco.

Luego de entrar a clases y encontrarme con Manuel no pude evitar las miradas que me lanzaron todos los idiotas del salón al momento de caminar hacía mí acostumbrado puesto en la parte final del salón, justo en el momento que me habían visto comenzaron a hablarse a los oídos como si fueran viejas chismosas y afortunadamente para ellos - y gracias a mi fama en la Universidad - ninguno tuvo la genial idea de señalarme, porque sabían que mi puño les iba a demostrar cuanto los había olvidado. Mientras estaba sentado y saludaba a Manuel capté la mirada de Gabriel y Vanessa y entendí que no solo era yo el que recibía esas miradas de idiotas sino que a ellos también los habían recibido de esa manera, comencé a pensar en ideas para recuperar el poco respeto que al parecer estaba perdiendo en el salón y a su vez hacer que las miradas y la “habladera de mierda” pararán cuando algo así como un suspiro de asombro grupal se escuchó en el salón a su vez que casi todas las cabezas se volteaban a la entrada para mirar... a Santiago entrando al salón.

Quizás era por no haberlo visto desde hace casi una semana o quizás porque de verdad estaba mejorando bastante, pero me costó un poco reconocer a Santiago sin las raspaduras y los vendajes que le habían colocado del hospital, ahora solo mantenía las muletas con las que se ayudaba para poder caminar y algo así como una gran venda que sobresalía incluso fuera de la chaqueta con la que estaba vestido; nada más entro noté como su mirada se quedaba clavada en mí y también como Manuel acomodaba la mesa donde siempre nos sentábamos nosotros cuatro... que ahora éramos tres, él inmediatamente separo la mirada de mí y la dirigió hacía Vanessa que al parecer entendió inmediatamente su idea de sentarse en la mesa que estaba cerca de ella y Gabriel, ella se levantó y lo ayudo cargando sus muletas mientras él se sentaba y me lanzaba una última mirada antes de darme la espalda. Sin siquiera poder entender que había pasado, el profesor de Matemática entró al salón pidiendo silencio y comenzó las clases.

Las clases a pesar de ser tan aburridas como antes no fueron tan importantes para mí como el constante esfuerzo de Manuel para mantener conversación conmigo y preguntarme “¿Estas bien jefe?” , constantemente trataba de sacarme cualquier palabra sobre lo que fuera y cuando al fin supuse que se había dado por vencido entendí que se estaba poniendo de pie porque las clases habían terminado. No podía dejar de pensar en Santiago y todo lo que le sucedía y por eso imagino que el tiempo transcurrió de manera tan rápido sin yo siquiera darme cuenta, Manuel me hizo algunas señas y luego de varios intentos entendí que me estaba preguntando si íbamos a hacer algo en este tiempo libre, yo solo le dije que me esperara en la cafetería y él camino rápido hacía la salida no sin antes detener para saludar a Santiago. Cuando Vanessa estaba sosteniendo a Santiago para levantarlo y llevarlo afuera decidí que era el momento de actuar y aclarar frente a frente que era lo que le estaba sucediendo a Santiago conmigo, me acerque a donde estaban ellos dos y Gabriel y les dije que por favor me dejaran a solas con Santiago porque necesitaba hablar un momento con él.

Comienza a sonar Crack the Shutters - Snow Patrol

  • Bien - le dije, luego de esperar que el salón se quedara completamente vació y esperar unos largos segundos a que dijera cualquier cosa - ¿creo que es el momento de explicar algunas cosas, no crees?

Él se mantenía aun en silencio pero con la diferencia que me veía fijamente a los ojos.

  • ¿Santiago? - le pregunté con voz baja tratando de llamar de su atención - ¿Qué sucede? ¿Por qué estas así conmigo? - continué preguntándole aún sin obtener respuesta - ¿Es culpa mía acaso? Vamos Santiago sabes que puedes decirme lo que sea, creo que no es el momento para tener vergüenza.

Y finalmente luego de casi una semana - y algo más - Santiago reaccionó ante mí, soltando una risa fría y al parecer resentida. Sin dejar de mirarme

  • No te preocupes Diego - me dijo con voz ronca y fuerte - no soy yo el que debe de tener vergüenza.

  • ¿A qué te refieres? - le pregunté nuevamente, pero esta vez mas extrañado que las anteriores veces - ¿Yo soy el debo tener vergüenza acaso?

  • Si - respondió secamente y yo me quede esperando lo que le faltaba por decir que nunca llego -.

  • ¿Si qué? - continué preguntándole, ya molestándome un poco por su falta de comunicación y además más extrañado

  • ¿Podrías dejarte de rodeas y decir lo que quieres decir?

Él soltó un resoplido y luego acomodo su postura para hacerla un poco más imponente, aunque era obvio que yo era más alto que Santiago.

  • ¿Qué me deje de rodeos? - preguntó irónicamente y me miro más duramente si era posible - está bien, tú lo pediste así - agregó - tu eres el que debes de tener vergüenza, porque por tu culpa Marcos está muerto, ¿lo entiendes? ¡Marcos está muerto por tu culpa! - me terminó de decir subiendo bastante la voz y señalándome -.

Yo no sabía qué diablos era lo que le pasaba a Santiago, porque me estaba diciendo esas estupideces o porque al parecer él creía esas estupideces. Creo que mi cara de idiota no la pude quitar por mucho tiempo mientras respondía.

  • ¿De qué diablos estás hablando? - le lancé precípitemente y con una cara de no entender nada de lo que pasaba - ¿Cómo que yo fui el respon... - pero antes de terminar la pregunta Santiago me interrumpió -.

  • ¿De qué diablos estoy hablando? - repitió imitando mi voz y elevando aún más su voz - Hablo de ti y Gabriel, hablo que si no fuera por tu culpa y tu maldita locura con Gabriel nada de esto hubiera sucedido - respiro agitado y me continuó hablando mientras yo lo miraba comenzándome a molestar - no hubiéramos planeado ninguna salida, no nos hubiéramos reunido en mi auto... y... y no nos hubiéramos quedado esperando en la casa de Marcos a que ustedes terminaran de mamarse y morderse lo que fuera que pudieran.

Si bien no entendía nada de lo que Santiago me estaba diciendo no pude evitar ponerme molesto como un toro cuando mencionó lo último y me culpaba porque Marcos estuviera muerto. Me le lancé encima y lo sujete por el cuello de la camisa.

  • ¿Qué mierda estas diciendo? - le grite, apretando los dientes y aguantando las ganas de golpearlo - ¿Yo el culpable? ¿Qué mierda te sucede Santiago? ¿Acaso escuchas lo que estás diciendo? ¿Acaso entiendes que me estás diciendo que soy el responsable de la muerte de uno de mis mejores amigos? Porque al parecer has olvidado que Marcos también era mi amigo ¡No solo tuyo!

Yo estaba molesto pero Santiago también se veía bastante molesto, cuando noté que estaba sujetándolo fuerte por la camisa lo solté inmediatamente y trate de calmarme todo lo que pudiera.

  • ¿Ahora también quieres golpearme? - me gritó ahora él, tensando los músculos y poniéndose rojo - ¿No te basto con joderme la vida? ¿No te basto con jodernos la vida a todos?... ¿No te basto con joderle la vida a Marcos? Me importa muy poco lo que digas, y la verdad es que no quiero ni escuchar tus explicaciones y sencillamente tampoco quiero escucharte - continuó diciéndome ahora bajando un poco el tono de voz pero aun visiblemente molesto - a partir de ahora yo también estoy muerto para ti... pero a diferencia de Marcos ya sé que tú eres el culpable de todo Diego.

  • ¿Santiago te estas escuchando? - le pregunte nuevamente, pero ahora más que nada preocupado por todo lo que me estaba diciendo - sé que todo lo de Marcos te afecto bastante pero no entiendo porque me estas dici... - le iba a terminar de decir pero nuevamente me contesto -.

  • Jodete Diego - me dijo duramente, tomando las muletas y colocándolas en posición para caminar - solo espero que en tu conciencia esté que todo lo que nos paso es por tu culpa...tu culpa y de nadie más.

Tomó las muletas y a un paso bastante rápido - para el estado en que se encontraba - salió del salón a no sé dónde, yo solo me quede de pie como un idiota sin siquiera poder reaccionar a todo lo que me había dicho. No podía entender que mierda se le había metido en la cabeza a Santiago, porque mierda me estaba acusando de todas esas estupideces... ¡Es que era increíble! Mi mejor amigo me estaba culpando por la muerte de Marcos, que además también era uno de mis mejores amigos. Sentía que todo esto era un broma pesada y que Santiago iba a entrar para burlarse en mi cara y reírnos como lo hacíamos antes de que todo el maldito accidente sucediera... antes de que Marcos muriera.

Mientras caminaba por los pasillos de la Universidad no pude evitar pensar en que Santiago quizás estaba un poco - bastante - mal de la cabeza o que estaba sufriendo una de esas mierdas traumáticas que te pasan cuando sufres un accidente como el que nosotros habíamos sufrido, la verdad es que aún no me cabía en la cabeza todo lo que me había dicho.... todo por lo que me había acusado. Necesitaba hablar con Vanessa para preguntarle si ella sabía exactamente que era lo que le sucedía a Santiago y si acaso es que estaba tomando unas drogas muy fuertes que estaban jugando con su forma de ser, necesitaba respuestas y las necesitaba ahora.

Caminaba rápidamente por los pasillos sin siquiera haberme acordado que Manuel me estaba esperando en la cafetería, pero decidí que esto era más importante y encontrar a Vanessa se había vuelto mi tarea principal. Claro que tampoco estaba esperando que al cruzar la esquina y llegar el pasillo de la Dirección de la Universidad me iba a encontrar a Roberto hablando animadamente con Gabriel.

GABRIEL

¿Puede uno sentirse incomodo en un lugar donde ya se estaba incomodo? Esa especial pregunta me la respondieron mis mejores amigos de la Universidad, y particularmente del salón de clases donde nos tocaba la primera clase del “reingreso”. No es que precisamente al principio de clases me hubiera sentido incomodo, más bien no había sentido nada, nada de miradas hacía mí, nada de estúpidos chismoseos “disimulados” y mucho menos nada de señalamientos cínicos que me hacían querer cumplir mi oscura fantasía de vivir en USA y comprar un arma para entrar a la Universidad y... si tan solo los sueños se hicieran realidad. Lo que más me gustaba de la Universidad era precisamente eso, que fuera invisible para los demás como a mí me gustaba y que solo reparan en mi presencia cuando se sintieran humillados por mi superioridad o si hubiera logrado un gran logro que hiciera que los idiotas tuvieran envidia. Pero ahora todo lo “divertido” de la Universidad se había perdido, al parecer no hay nada mejor para darte popularidad que casi morir en un accidente automovilístico masivo y que además sí muriera alguien que hayas conocido vagamente.

Nada más entrar en los iluminados pasillos de la Universidad sentí que se había cumplido mi gran sueño de volverme tan popular como una de esas idiotas protagonistas de las series de Disney Channel - sarcasmo más que implícito -, miradas y susurros fue lo primero que percibí y esto continuo en el momento que puse un pie en el salón de clases, pero agregándole más diversión y sumándole los señalamientos y que la gente fuera más descarada aún. Al principio pensaba que todo eran maquinaciones de mi mente, pero luego de reflexionar un poco instintivamente mí mirada bajo disimuladamente hacía mi bragueta para cerciorarme si acaso tenía una erección “en proceso de eliminación” gracias al encuentro que tuve con el idiota de Diego justo antes de entrar a la Universidad.

El maldito nuevamente me había tomado por sorpresa y prácticamente obligado me beso fuertemente hasta que yo finalmente - y por algo de lastima - decidí seguirle la corriente; exactamente lo mismo había sucedido hace ya algunos días cuando tuvo su momento Jersey Shore el día que salimos a la cafetería, en el momento que habíamos estado detenidos y cuando estábamos a metros de mi casa, nos habíamos besado de una forma extraña pero agresiva, nunca había “sentido” - seriously What’s that? - algo tan extraño cuando había besado a alguien, había sido una excitación muy extrema y no sabía si fue gracias a los besos del idiota de Diego o si fue porque en el fondo - bastante en el fondo - yo también estaba disfrutando el beso; la respuesta me llegó en el momento que habíamos llegado a mi casa y quise pagarle con la misma moneda dominándolo con mis manos y comiéndole la boca aún más agresivamente de lo que él me había hecho. Me sentía algo extraño “sintiendo” lo que estaba sintiendo, obviamente si había sentido bastante lastima por Diego y había decido volverlo a besar luego de la última vez el día del accidente, pero no me había imaginado que el beso fuera a ser de aquella manera y que además me fuera a gustar tanto que yo mismo quisiera repetirlo, principalmente todo se debía a mi idea que el beso iba a ser igual que a los de una chica: suaves, lentos y sentimentales, pero Diego había volteado todos mis pronósticos y me había besado fuerte, violentamente y como un tipo supongo que debía hacerlo. La verdad esperaba que no hubieran habido “sentimientos” de por medio, porque ahí de verdad no hubiera sabido cómo reaccionar.

Luego de finalmente llegar a la conclusión de que no tenía ninguna erección y que nadie nos había visto a Diego y a mí en su auto, me senté junto a Vanessa en el salón y ella luego de los saludos correspondientes, mis correspondientes respuestas - “ ¿acaso eres un Osito Cariñosito también Vanessa? Ya deja de abrazarme” - y él correspondiente golpe de Vanessa, finalmente entendí que no solo yo me había vuelto famoso gracias al maravilloso acontecimiento vivido, sino que también ella y suponía que Diego y Santiago estaban viviendo sus cinco minutos de fama.

Después de que Diego entrara al salón y se sentara en su correspondiente puesto de bully no deje de sentir que su mirada estaba pegada a mi nuca y ya estaba comenzando a cansarme de eso, claro que al menos todo cambio en el momento que Santiago se nos unió a la fiesta y le dio ese cierto toque de incomodidad extrema y tensión que nunca pueden dejar de faltar en - nuestras - clases.

No fue demasiada sorpresa que decidiera alejarse lo más posible de su lugar como mano derecha del King Bully y su trono, y finalmente decidiera sentarse junto a Vanessa y yo. No sé si es que todos lo sentíamos, bueno al menos los tres que estábamos juntos, pero las miradas y las habladurías aumentaron de nivel aun luego de que el profesor comenzara a dar su clase y comencé a sentir una extraña conexión entre nosotros que me hizo pensar que estábamos y estaríamos juntos en esto por mucho tiempo. Sabía que no debía haberle pedido al maldito destino que me ayudara un poco con “la amistad”, cosa que aún no sé qué diablos significa ni cómo manejarla pero esperaba fuertemente que no consistiera en abrazarme a cada rato con Vanessa y los otros, porque me ayudo demasiado y ahora tengo todo un grupo de “amigos Post-Morten”... bueno al menos era algo original.

Suponía que nadie estaba prestando especial atención a la clase gracias a los nuevos Trending Topics del salón, porque luego de que el profesor nos informara que de que se acercaban los exámenes finales de semestre no escuche los acostumbrados e infantiles “ Noo ” “ ¿Tan pronto?” y mi favorito “¿Cuánto dinero cuesta aprobar la asignatura?” . Miré a Vanessa pero estaba aún más concentrada en Santiago que muchos de los otros mirones del salón, pero cuando finalmente termino la clase y creía que todo volvería un poco a la “normalidad” Diego se encargó de volver todo más awkward aún y nos dijo que necesitaba hablar con Santiago así que por favor lo esperáramos afuera. Eso de tener a Santiago todo el día pegado a nosotros no era lo que más ansiaba, pero luego de la charla inspiracional obligatoria de Vanessa decidimos que al menos hasta que arreglara su problema con Diego debía ser un poco “soportable” con su presencia. Aunque era más que obvio por los gritos que salían del salón que aún les faltaba mucho para llegar a estar “tan bien” como antes.

Logre finalmente persuadir a Vanessa de alejarnos del salón y que me acompañara rápidamente al área de “Información” de la Universidad para instruirme un poco sobre las actividades curriculares que podría cursar para ayudar mi record académico y además para saber las fechas exactas de los exámenes finales. Obviamente lo hizo de mala gana y un poco obligada porque justo cuando ya estábamos llegando al pasillo donde se encontraba “Información” recibió un mensaje de Santiago y me dijo que se tenía que ir a encontrar con él pero que los alcanzara luego en el cafetín. Y eso era claramente lo que más quería: ser el héroe de decenas de personas y entregar autógrafos firmados como “El Sobreviviente.

Me había molestado un poco por todo lo de Vanessa y Santiago pero igualmente me dirigí a la oficina para que me explicaran lo que necesitaba.

  • ¡Hey bro! ¿Pasas de largo o qué? - me dijo un tipo a mis espaldas, que luego de voltear y ver a un tipo alto rápidamente lo reconocí como Roberto el hermano de Marcos.

- What’s up dude ? - le dije casi sin pensarlo y alejándome un poco de la entrada de la oficina de “Información” que estaba bloqueando - disculpa por eso ¿Qué... - pero antes de que pudiera continuar me interrumpió -.

- I’ve been better, what about you? - me dijo rápida y fluidamente con lo que reconocí como un acento británico -.

- Well done - dije casi sin reflexionar mi respuesta y aún bastante sorprendido por su dominio en inglés - veo que sabes ingles ¿no? - le pregunté -.

  • Claro - comentó como si fuera algo obvio y además sonriendo al parecer, burlándose de mí - ¿te dije que había vivo en el exterior no? - me preguntó y yo asentí lentamente - pase en Gran Bretaña un par de años y casi sin notarlo ya estaba hablando con acento británico.

  • Es el acento más difícil según yo - exclamé mientras veía que salía y entraba gente de la oficina que estaba a mi lado - la pronunciación es pretty annoying y a pesar de que sé bastante ingles americano, se me hace algo difícil pronunciar correctamente algunas de las palabras. Y ni hablar del acento de países como Escocia o áreas como Bristol .

  • Aún no he evaluado correctamente tu desempeño en ingles convencional - me dijo riendo y sosteniendo algunas carpetas que estaban comenzando a perder el equilibrio de sus brazos - pero con respecto al británico, cuando quieras te recomiendo unas excelentes escuelas donde te aseguro que te será bastante fácil dominar el acento siempre y cuando practiques lo suficiente.

- That would be great , envíame un SMS con el nombre de las opciones - y luego de un par de segundos entendí que había elegido la peor frase porque ahora debía encontrar una excusa por la cual no le había respondido su famoso SMS - oye por cierto no te había respondido tu mensaje porque estaba un poco... - estaba comenzando a inventar la excusa perfecta aunque realmente me importaba poco si me creía o no, pero varias carpetas de las que llevaba se terminaron resbalando y cayendo al suelo -.

  • Como te decía - continué hablándole, pero ahora en cuclillas mientras lo ayudaba a levantar algunas carpetas que luego de verlas de cerca asumí que se trataban de expedientes... expedientes de Marcos para ser exactos - estos son documentos de Marcos ¿no?

  • Ah si - me respondió un poco ajetreado mientras nos levantábamos y el sostenía en una mejor posición y agarre todos los expediente - por eso estoy aquí hoy, la Universidad me llamó para que viniera a recoger todos los papeles de Marcos y además para decirme un discurso muy bien ensayado sobre lo mucho que sentían por todo lo que estaba pasando mi familia.

La verdad no pude evitar esbozar una sonrisa bastante irónica mientras lo miraba y me aseguraba de que los papeles estuvieran bien colocados ayudándolo a enderezarlos.

  • Déjame adivinar - comenté mientras mi tono duro y sarcástico acompañaba mi sonrisa - fue cortesía de nuestro elocuente Director ¿no? - él asintió riendo un poco más - entiende que aquí solo lo que les interesa la reputación de la Universidad y la manera en como esta sea retratada en la prensa. Apuesto que ni siquiera sabe el nombre de tuyo o de tu Mama ¿cierto?

  • Sabes bastante, sabes bastante - me dijo aun riendo y distrayéndose un poco escuchando como de la oficina de “información” se oían los gritos de una secretaría que suponía estaba hablando por celular -.

Yo también reí un poco porque al menos compartíamos la opinión sobre la “verdadera falsedad” de las autoridades de la Universidad, pero la sonrisa la perdí cuando vi que desde el extremo del pasillo estaba Diego observándonos fijamente y además estaba bastante serio. La verdad es que lo menos quería era otra novela como la que había hecho el día del café y si volvía con su comportamiento de niña celosa iba a terminar rompiéndole la cara como debía haberlo hecho la última vez cuando me deje convencer estúpidamente. Esperaba que al menos tuviera un poco de sentido común y me llamara a mi celular o me enviara un SMS pero decidió hablarlo él mismo en persona porque caminaba con paso decidido a donde me encontraba con Roberto.

  • ¿Qué hay Diego? - comentó Roberto luego de seguir mi mirada, voltear y encontrarse con Diego a escasos centímetros - tiempo sin hablar man .

  • He estado bastante ocupado - le respondió Diego luego de “saludarlo” con un tenso asentimiento de cabeza, después de lanzarme una mirada rara y seria a mí - ¿Qué haces aquí? ¿Te mandaron a llamar acaso por algo de Marcos?

No sabía si es que antes Diego y Roberto eran muy cercanos o qué diablos, pero él se le quedo viendo a Diego un poco extrañado por su manera de contestarle y creo que también noto la mirada que me lanzó mientras le contestaba.

  • Este... si - respondió Roberto un poco incómodo por lo que podía ver y tratando de sostener las carpetas que nuevamente volvían a tambalear - querían que viniera a recoger todos los papeles de Marcos - agregó él - por cierto no sé si lo sabes, pero voy a quedarme a vivir de ahora en adelante en la casa de Marcos y me gustaría que fueran tú, Santiago, Manuel y si quieres también tu Gabriel - dijo mirándome rápidamente - para darles algunas de las cosas de Marcos, sinceramente no se bien qué hacer con ellas y sé que él preferiría que terminaran con ustedes en vez de donadas en otro lugar.

  • Bueno, Santiago en estos momentos está molesto conmigo por una mierda que ni siquiera yo entiendo así que creo que no sería lo mejor reunirnos todos en la casa de Marcos... tú casa - se corrigió, y luego continúo hablando con su tono de voz duro y raro - mejor reúne todo lo que quieras darme y yo lo pasó buscando por allá rápido.

  • Que raro tú y Santiago, ustedes siempre fueron los desordenados por excelencia - le dijo divertido y un poco extrañado creo - ¿Qué fue lo que suce...? - estaba preguntándole Roberto pero Diego lo interrumpió -.

  • No quiero hablar de eso - lo cortó en seco - creo que lo mejor es que nos vallamos de una vez, que vamos bastante tarde- dijo Diego, pero esta vez mirándome -.

  • ¿Cómo? - le pregunté rápidamente sin entender nada - ¿irnos, pero acaso no ten...? - pero antes de que me dejara terminar me interrumpió -.

  • Vamos, en el camino te explico - me dijo enfáticamente y lanzándome una mirada sería y rara nuevamente - hablamos Roberto, recuerda avisarme para ir a buscar las cosas de Marcos. Saludas a Elaine.

Y antes de si quiera poder agitar mi mano en señal de despedida - cosa que obviamente no iba a hacer - y la cara de confusión de Roberto, Diego me estaba llevando hasta la salida de la Universidad. Decidí seguirlo para que me dijera finalmente que era lo que había sucedido con Santiago pero obviamente estaba bastante extraño y serio, solo esperara que no me hiciera otra de sus obras de teatro porque sinceramente no estaba de humor para comportarme como una buena persona y soportarlo... como siempre lo hacía. En el camino hacía el estacionamiento vi como sacaba su celular que estaba sonando anunciando al parecer una llamada entrante, que rechazo luego de quedarse contemplando la pantalla un poco extrañado y sorprendido por unos segundos. La verdad que como no sabía si Diego estaba teniendo una crisis nerviosa o algo parecido, decidí que ese comportamiento con la llamada era algo normal... finalmente lo que importaba era el obvio ”discurso” que me iba a decir cuando nos encontráramos solos.

Comienza a sonar What I Wouldn't Do - Serena Ryder

  • ¿Irnos a dónde Diego? - le pregunte luego de finalmente subirnos al auto y esperar los correspondientes segundos “por educación” - ¿sabes que un día de clases consiste en más de una clase al día no?

Ojala hubiera un reglamento para la intimidad...

  • ¿Roberto es un tipo muy divertido no? - me lanzó, ignorando mis preguntas y adoptando un semblante medio serio -.

- Really ¿otra vez con eso? - dije de una vez y comenzando a molestarme, estaba tratando de ser una buena persona pero Diego estaba volviendo a ser el mismo asshole de hace días - ¿recuerdas lo que te dije la otra vez no? Además no estoy de humor como para reaccionar tranquilo, contento y comprensivo, como siempre lo hago con tus películas celosas de amor francesas que tanto aburren

...una guía donde se explique cuando se traspasan los limites...

Él se mantuvo en silencio unos cuantos segundos y no dejaba de mirarme, me estaba ya aburriendo la situación y tenía preparado un comentario particularmente sarcástico y gracioso.

  • ¡Es que no entiendo que hacías hablando con ese idiota! - contestó luego de al parecer sopesar bastante sus palabras y pensarlas mucho, pero aún con el raro tono de voz -.

...estaría bien saber cuándo lo haces...

  • ¡Me lo encontré en el pasillo! - dije esta vez yo, pero alzando bastante la voz y comenzando a molestarme de verdad - voy a continuar siendo maduro, sensato y comprensivo y te diré una última vez que dejes el tema, si no lo haces me voy a bajar del auto y por tu bien no me vallas a perseguir porque esta vez te aseguro que si te voy a golpear como te lo mereces - respire una vez y “sonreí” nuevamente para continuar, él aún continuaba mirándome - ¿Qué sucedió finalmente con Santiago? Entiende que estoy esforzándome lo mayor que puedo en fingir que en realidad me importan tus problemas y todo lo que te suceda con Santiago.

...aunque no sé si podrías lograrlo...

Se mantuvo en silencio por otro par de segundos pero poco a poco iba dejando la estúpida actitud, finalmente me miró seriamente y luego sonrió idiotamente como siempre lo hacía.

  • ¿Nunca vas a dejar de ser así verdad? - me pregunto en tono de burla - A veces te comportas como un maldito idiota y me provoca golpearte.

...Intimas cuando te lo permiten...

  • ¡Oh Diego! - exclamé fingiendo una sonrisa y abriendo bastante los ojos - basta de sr tan romántico que me voy a sonrojar - él rio esta vez notoriamente y yo luego cambie semblante por el normal amigable de siempre - ya idiota, dime que sucedió con Santiago.

Mientras me decía todo lo que había hablado con Santiago si pude notar como se ponía bastante serio y al parecer molesto o decepcionado - mal momento para no ser un experto en emociones -, ya yo sabía que Santiago y él compartían una “amistad” propiamente dicha pero la verdad es que no sabía cómo responderle y mucho menos como dar ánimos en una situación como esa.

  • ¿No vas a contestar? - le pregunté, luego de que el ringtone de su teléfono interrumpiera la “conversación” - unilateral - y el mirara la pantalla e ignorara la supuesta llamada -.

...y sigues mientras te dejan...

  • No es importante - me dijo restándole importancia y cortando la llamada - mejor vámonos de aquí, que la verdad no tengo ganas para seguir viendo clases que ni siquiera entiendo.

  • ¿Vamos a faltar a clases en el primer día de reingreso? - atiné a decirle mientras yo también revisaba mi teléfono y entraba en los correos entrantes - hubieras dicho que aún no querías regresar a clases y hubiéramos planeado otro accidente, quizás una pelea con ladrones que termine con disparos porque sinceramente otro accidente de auto se haría muy aburrido.

No sé porque pero mi comentario no hizo que cambiara su semblanteen nada, sino más bien lo que hizo fue sonreír aún más “Diegamente”.

  • Ahora soy yo el que te digo que espero que recuerdes lo que te dije la última vez ¿verdad? - dijo rápidamente y agarrándome un poco desconcentrado, momento que aprovecho para lanzárseme encima -.

...en cuanto a las normas quizá no haya ninguna...

El idiota comenzó a besarme como lo había hecho antes y la verdad es que me estaba gustando un poco así que decidí seguirle la corriente, la única diferencia fue que esta vez comenzó a tocarme más rápidamente y antes de que pudiera notar nada ya estaba sin mi camisa y él automáticamente también estaba quitándose la suya; yo estaba comenzando a excitarme bastante y por la mirada y los movimientos de Diego él también lo estaba aún más, comenzó a tocarme lentamente el abdomen mientras literalmente se montaba encima de mí y me comía la boca como un maldito hambriento, sentí como obviamente estaba más excitado de lo normal pero a pesar de eso se notaba bastante torpe y no sabía exactamente que hacer a continuación, cuando por fin decidió al parecer algo y comenzó a bajar sus manos hasta el botón de mi pantalón algo así como un destello paso rápidamente por mi mente, luego vi algo así como un sofá y luego no sé qué mierda más vi.

  • Su...suficiente - le dije respirando entrecortadamente y separándome de él - vamos mejor a comer, que está comenzando a darme bastante hambre - terminé de decirle, mientras tomaba mi camisa y me la colocaba nuevamente sin siquiera mirarlo -.

  • ¿Qué paso? - me pregunto extrañado y también buscando en el auto su camisa - ¿te sientes mal o qué?

  • Solo vamos y listo - exclamé duramente mientras me terminaba de acomodar un poco la ropa - ¿querías salir de la Universidad no? Te estoy dando un boleto de salida.

...quizá sea uno mismo...

  • ¿Pero qué diablos...? - pregunto nuevamente mientras se terminaba de colocar antes de que yo lo interrumpiera -.

  • Conduce y ya idiota - respondí adoptando mi semblante normal - pero eso sí, no vallamos al café de la otra vez que no quiero enfrentarme a ninguna estupidez tuya ni mucho menos a la mesera necesitada.

“Sonreí” fingidamente y a él no le quedó más remedio que poner el auto en funcionamiento luego de darme un golpe algo fuerte en el hombro en señal de “agradecimiento por tus palabras”, finalmente sonrió y encendió luego la radio mientras yo protestaba nuevamente por la “música” que se escuchaba.

...quien tenga que definirlas.


Dure tanto en publicar este capítulo por el final, que citando a J.K Rowling “ quise dejar algunas ideas para capítulos futuros ”. Decidí incluir muchas cosas que iban en este para el próximo y este capítulo lo termine de manera cerrada. Comenten, califiquen y si hay críticas bienvenidas sean, no hay nada peor que escribir algo que no valga la pena ni siquiera colocar en un comentario del Facebook, y que te digan “excelente, continua así”; por eso existen tantas historias y autores mediocres que creen ser unos genios literarios porque no tienen el correcto Feedback , hay bastantes ejemplos sobre todo aquí en esta categoría. Pero para no crear debates - in - necesarios, nos vemos en la proxima que espero no tarde tanto

SPOILERS

- Game Changing Events en el próximo capítulo muy importantes.

  • Este capítulo decidí hacerlo bastante lento y sin que sucediera “nada” en especial, porque el arco final de temporada es muy hardcore y se va a llevar muchas líneas importantes

  • Santiago comenzara a cobrar fuerza y su papel clave sucederá en uno de los capítulos finales restantes.

  • El tema de los exámenes y la Universidad quiero darle bastante continuidad, crear una historia alrededor de estudiantes Universitarios y no pasar por todas esas etapas me parece estúpido e incoherente. Van a haber momentos muy importantes que involucran personajes y obviamente... los exámenes finales.