Crossroads - V

A veces lo esperado simplemente se queda en nada en comparación con lo inesperado.

CAPITULO 5

DIEGO

Nadie cree que su vida saldrá más o menos bien. Todos creemos que vamos a estar bien. Y desde el día en el que decidimos ser lo que queremos ser y hacer, nos llenamos de esperanza. Esperanzas de los caminos que nos abriremos… La gente a la que ayudaremos, lo que nos afectará… Grandes esperanzas de quién seremos, adónde iremos. Y entonces, llegamos ahí.

  • ¿Diego? - escuche que me llamó con una voz completamente apagada y quebrada -.

“Sí, soy... ya estoy aquí y por fin estas conmigo” fue lo que mi mente instintivamente me indicaba que dijera, pero solo en mi subconsciente fue esto posible, en el “mundo real” solo pude acariciar su mejilla y... ya, eso fue todo; no emití sonidos - creo que ni respire - mis pensamientos cada vez se volvían mas y mas extraños, y el mas extraño de todos me empujaba a que.... a... que... bes... besara a Gabriel.

No sé que diablos estaba sucediendo conmigo, durante todo el camino  ¡No quería soltarlo! Se veía tan frágil, tan roto, tan... tan anti-Gabriel, ese arrogante, soberbio y misterioso que existía en la Universidad, no era el que estaba en el asiento del copiloto con la cabeza recostada en  mis piernas. Sabía que estaba respirando por la exhalación e inhalación que realizaba su pecho, pero sus ojos cerrados solo me llamaban a acariciar su tersa piel... diablos ¡¿QUÉ ME PASA?!

Mejor decidí dejar mis diarreas mentales - término que pronto acoplara la Real Academia - para después y concentrarme en el problema actual: Gabriel y llevarlo a un hospital. Tome la autopista y me dirigí a toda velocidad hacia el hospital mas cercano, en un momento dado Gabriel comenzó a quejarse del dolor y eso hizo que me entrara un poco de pánico.

  • Tranquilo - le dije, y como un imán mi mano comenzó a acariciar su cabello -aguanta solo unos minutos, ya  estamos por llegar al hospital.

Se desmayo por unos segundos y luego comenzó a revolverse como loco en el asiento.

  • ¡NO! - gritó de forma un poco psicótica - al hospital no, por favor.

  • ¿De que hablas? - comente sin dejar de observar el camino - estas muy golpeado y necesitar ir al medico inmediatamente, quizás tengas hemorragias internas ó algo peor - termine diciendo, y una punzada de dolor me invadió a mi también-.

A juzgar por el silencio que se mantuvo por un par de minutos - maldita teoría de la relatividad - estaba meditando su respuesta.

  • Quieras o no te llevare al hospital - dije nuevamente sin mirarlo -.

Cuando note que no respondía, lo moví un poco y fue cuando aprecie que se había desmayado nuevamente. Debo admitirlo estaba bastante asustado, sentía que Gabriel se encontraba en condiciones bastantes delicadas y la herida que tenia en el labio - la cual no paraba de sangrar - solo me hacia pensar una cosa... y esa cosa me llevaba a sus labios... y esos labios me llevaban a... diablos, otra vez estos malditos pensamientos. “ Creo que preguntare sin en el hospital también hay un ala de psiquiatría, debo internarme ahora mismo” dijo una voz en mi cabeza... que fue callada cuando finalmente habíamos llegado.

Comienza a sonar In the End - Snow Patrol

Nada más entrar al hospital - con Gabriel en mis brazos - me dirigí a recepción y no fue necesario decir ninguna palabra, la enfermera inmediatamente noto la gravedad del asunto - y las heridas -  y me indico que lo colocara en una camilla, luego la misma enfermera presiono un botón que se encontraba en el mostrador  y unos minutos después aparecieron un par de enfermeras mas - vestidas un poco diferente - y un médico. “A Emergencias inmediatamente ” fue lo único logre escuchar antes de que se alejaran rápidamente y atravesaran unas puertas dobles.

Si estaba un poco preocupado anteriormente, ahora mi pecho parecía que fuera a explotar de un momento a otro, los peores pensamientos comenzaron a inundar mi cabeza y al final solo pude mantener uno ¿Y si no... Sobrevive?.

  • Disculpa - dijo una suave voz que me saco de mis cavilaciones mentales - ¿que parentesco tienes con el paciente que acaba de ingresar? - me pregunto -.

  • Este... pues... - me había tomado desprevenido, y mi cerebro proceso la pregunta lentamente - soy su primo - termine respondiendo, con la excusa mas vieja del libro.

  • Está bien - exclamó, un poco perspicaz - ¿y me podrías describir bajo que situación el paciente sufrió esas heridas? - pregunto de nuevo la enfermera “incomodidad”.

Y ahora si que me había quedado sin respuestas, era obvio que no le iba a decir “Bueno, lo estaban tratando de violar y cuando llegue a rescatarlo lo encontré en esa pésima situación” no solo por vergüenza... si no mas que todo por respeto a Gabriel. No podía ni imaginarme como iba a sentirse cuando despertara y alguien le dijera “Cuéntanos como te iban a violar”, lo mejor era evitar mencionar el tema e irme por la tangente mas obvia.

  • Íbamos juntos por la calle... y pues nos quisieron asaltar, pero Gabriel se resistió y terminaron golpeándolo - dije de forma serena y manteniendo mi papel-.

  • ¿Y a ti porque aparentemente no te ocurrió nada? - lanzó inmediatamente, tratando de derribar mí mentira... pero no iba a resultarle tan fácil -.

  • A mi me llevaron hacia un callejón oscuro y me separaron de mi primo, cuando al fin me dejaron libre lo encontré en ese estado - continué explicando, de forma segura -.

  • ¿Y porque su ropa estaba destrozada?

Y esa era la pregunta a la que no quería llegar, no podía decir nada convincente, era imposible no delatar la situación de mi “primo”.

  • ¿Continuamos con el interrogatorio - dije esquivando la pregunta y un poco molesto e impaciente - ó mejor me dice como se encuentra, y si puedo pasar a verlo?

  • Son preguntas de rutina joven - me comento, volviendo al tono de voz dulce y calmado que tenia al comienzo del “interrogatorio”- creo que lo mejor será que el paciente me explique de manera detallada cuando despierte y se encuentre estable - dijo, aliviándome y dándome un poco mas de tiempo para pensar en mas excusas - espere sentado, qué en lo que tenga cualquier tipo de información  se la haré saber.

Solo sonreí débilmente y comencé a caminar hacia la sala de espera, pero al parecer la enfermera no tenía otras ocupaciones, y de nuevo se dirigió a mí.

  • A propósito - me dijo, levantando un poco la voz para que la escuchara - necesito que llene este formulario de registro - término, entregándome una ficha inmensa de 2 páginas que contenía todo tipo de preguntas... que yo debería contestar-

  • Está bien - respondí yo un poco desorientado por la cantidad de información que tendría que conocer de Gabriel  - en lo que termine, se la entrego.

Lo mas complicado de responder eran las “Enfermedades Existentes” algo que yo como “primo” de Gabriel debería conocer, las coloque todas en negativo y le entregue el formulario a la enfermera. Durante el tiempo que estaba esperando por noticias de Gabriel, pensé en llamar a alguien de su familia pero no tenía ningún número de teléfono para localizarlos, luego pensé en llamar a Santiago para que viniera a darme algún tipo de apoyo  pero el solo pensar en las explicaciones que le debía dar me hicieron descartar esa idea inmediatamente, finalmente me di cuenta que en este problemas estaba yo... y solo yo.

Según el reloj de mi teléfono celular habían pasado 2 horas hasta el momento en que el medico en guardia se dirigió a donde estaba sentado para informarme sobre la condición de Gabriel, al parecer - y milagrosamente - no había tenido ningún tipo de daño físico serio, solo eran preocupantes el par de moretones que tenia en la espalda gracias a los golpes que le había propinado el “asaltante”. También me informo que Gabriel tenía que pasar la noche en observación para ver como evolucionaban las heridas pero que mañana a primera hora del día sería dado de alta, y por ultimo me indico el numero de habitación donde se encontraba descansando; al parecer no lo mantenían sedado debido a que las heridas no eran de naturaleza preocupante y que el dolor no era algo preocupante en esos momentos.

Lentamente atravesé puertas, gire en pasillos, subí un par de escaleras y finalmente llegue a la habitación donde se encontraba Gabriel, nada mas entrar lo encontré acostado en la cama de espaldas a la puerta y al parecer dormido, di pocos pasos y cuando estuve lo bastante cerca me entraron unas ganas tremendas de abrazarlo... un obvio signo de que la demencia ya estaba en una etapa avanzada en mi cerebro.

  • Hey, ¿como est...? - comencé a decir con voz baja y queda, y a su vez alzando mi mano para cerciorarme si estaba despierto ó no - .

Cuando tan solo sintió el toque de mi mano se apartó de una manera  aterradora, se enderezo en la cama y se le veía completamente perdido, su mirada no era la misma y además la cicatriz que tenía en el labio no lo hacía parecer precisamente amigable.

  • ¡No me Toques! - soltó de manera violenta -.

  • Tranquilo - dije con voz un poco preocupada, pero manteniéndome tranquilo - soy yo, Diego, no pienso lastimarte ni hacerte nada malo - le aclaré.

  • Se quien eres... aún no me he vuelto loco - me dijo, ya un poco mas tranquilo - pero por favor mantente lejos... no quiero que me toques - termino diciendo, con la mirada en las blancas baldosas que adornaban la habitación - .

No entendía que le pasaba, parecía Gabriel... pero no era Gabriel, creo que explicarme en estos momentos sería inútil pero en mi interior sabía que las heridas físicas no eran nada dolorosas comparadas con las interiores - creo que son las psicológicas - que sufría Gabriel.  Claro, también podía pensar que no quisiera que me acercara a él porque me odiaba en demasía, pero presentía que había una razón mas profunda para el comportamiento de Gabriel.

  • Está bien, tranquilo no me acercare - comenté,  tratando de calmarlo un poco - solo quiero saber como te encuentras.

  • Pues hombre, ¿no me ves? - comenzó a decir con un tono sarcástico inconfundible - estoy excelente, no hay nada mejor que un intento de violación para alegrarte el día.

  • Dis... Disculpa, no era mi intención recordarte lo de... - traté de disculparme pero inmediatamente me interrumpió -.

  • Ya basta Diego, no quiero tu lastima ni la de nadie - exclamó con una amargura que parecía salir... de su alma - si eso es todo lo que querías preguntarme ya te respondí, puedes retirarte ahora mismo.

Ahora sí era Gabriel, ese tipo de comentarios solo los podía comunicar él, pero aunque es increíblemente molesto y sarcástico ese tono de voz que había usado en las últimas oraciones estaba cargado de un resentimiento y un odio que no era propiamente característico de él.

  • Tranquilo tigre - le respondí tratando de ser divertido - eso no es todo lo que necesito, también necesito el numero de alguno de tus padres para avisarles sobre lo que... sobre el accidente que tuviste.

  • ¡NO! - gritó repentinamente - escúchame bien que lo diré lentamente para que tu estúpido cerebro lo  interprete mejor: Déjame solo, y no se te ocurra avisarle a nadie de mi familia sobre... sobre lo que me sucedió -concluyó, con amargura al pronunciar “sobre” lo que le sucedió -.

  • Pues te tengo noticias: no pienso dejarte solo - le dije un poco exaltado y haciendo hincapié en la palabra “solo” - y no te preocupes que si no quieres darme el número de tus padres, en un rato pienso pasarme por tu casa para avisar sobre lo que te ocurrió.

  • ¿Cual es tu maldito problema? - me preguntó - ¿Por qué te interesas tanto? si te dije que me dijeras solo... entiéndelo, eso significa que ME DEJES SOLO.

  • Me importa - comencé a decir - porque si no lo recuerdas fui YO el que te saco de ese lugar donde casi... te pasa “eso”, y quieras ó no me quedare contigo y le avisare a tus padres.

Caviló por unos minutos, y me respondió con la mirada de nuevo perdida.

  • No te preocupes Superman - expresó con un tono calmado y creo... ¿doloroso? - que este magnifico día lo voy a recordar siempre, y de verdad por lo que mas quieras no le digas nada a mis padres porque yo...yo no sabría como explicarles lo que me ha pasado y sinceramente no tengo  ganas ni de estar ni de hablar con nadie.

Su respuesta me había calado profundamente, ya que al final el que sufría en esta situación era él... no yo, ni su familia, era él y solo él.

  • No... No te preocupes que si no quieres que llame a tus padres no lo haré - le comente, tratando de tranquilizarlo un poco - pero lo que si no esta bajo condición es que me quedare a cuidarte toda la noche, quieras ó no.

Lo pensó por unos segundos, y juro que pude notar un atisbo de sonrisa en sus labios

  • No entiendo por qué te preocupas tanto - me pregunto de nuevo, pero esta vez con una curiosidad nada violenta... si no más bien serena - al fin y al cabo no somos amigos ni nada parecido.

Esa era la pregunta del millón, “¿Por qué me preocupaba tanto?”, ni yo mismo sabía la respuesta a esa pregunta... y tampoco tenía demasiadas ganas de descubrirla. Toda esta situación con Gabriel me estaba tomando desprevenido y estaba comenzando a hacerme perder la poca razón que me quedaba.

  • Ahora lo importante es que descanses - le conteste tratando de evitar el tema, y con una pequeña y tranquilizante sonrisa - mañana tendrás todo el día para hacerme las preguntas que desees, y bueno yo espero también poder responderlas.

  • Está bien - dijo con voz baja - esto... mmm... si lo deseas puedes dormir en ese sofá - agregó, señalando a un pequeño sofá de color marón que se encontraba en el lado derecho de la hitación, y que a su vez se hallaba algo cerca de su cama - no tengo ningún tipo de problema con eso... ah y Diego... Gracias por todo - me termino de decir, un poco nerviosos por lo que pude notar - .

Porque mierda tenía que terminar diciendo ese “Gracias por todo”, las ganas de abrazarlo se acrecentaron a niveles preocupantes e insospechados, esa ultima frase me dejo un poco perplejo porque su actitud hacía mi nunca había sido precisamente la mejor... y ahora la estaba cambiando - ó al menos estaba comenzando a cambiarla - y la verdad me asustaba un poco. “Eso” lo que fuera que me estaba sucediendo con Gabriel me estaba asustando y la razón como siempre era desconocida.

  • Y pensabas  que iba a dormir en el suelo del hospital ¿ó que? - comenté, tratando de ser divertido y callar todas esas preguntas que estaban rondando mi cabeza - no te preocupes Gabriel, ya la enfermera me había indicado que podía pasar la noche en ese sofá. De todas maneras, en la mañana vendrán a darte de alta así que solo descansare un poco.

Y así sin más, luego de 20 minutos observe como él caía en un profundo sueño al que pronto yo me le uniría. La noche transcurrió de manera normal, exceptuando el momento  en que debido a los ruidos termine despertándome y encontré a Gabriel cubierto en sudor - bastante sudor - y temblando dormido, imaginaba que estaba teniendo una pesadilla por lo que no le di especial importancia y luego que noté que se tranquilizo un poco seguí mi conversación con Morfeo.


Nada mas amanecer sentí como repentinamente las puertas de la habitación se abrían y por estás entraba un médico... bastante joven a mi parecer. Calculaba que tenia unos 22 años, eso sí, era bastante alto y su blanca piel contrastaba con su oscuro cabello de una manera increíble. Inmediatamente me presenté como el “primo” del paciente, y él contesto mi saludo con un fuerte apretón de manos e indicándome que su nombre era Jorge y que venía a realizarle un examen a Gabriel para descartar una posible recaída ó dolor, y finalmente darlo de alta.

Desperté y presenté a Gabriel con el médico que se encargaría que saliera del hospital e inmediatamente pude notar como la mirada de Jorge se clavó completamente en la de él; y así continuo durante el transcurso del examen de rutina - 25 minutos -, acompañando la exhaustiva mirada con preguntas que a mi parecer eran demasiado personales, y para colmo cuando - finalmente -Jorge  decidió largarse  le entregó una tarjeta a Gabriel con su numero de teléfono diciéndole que “Cualquier cosa que necesites, llámame y te ayudare en lo que sea” . Esa situación había hecho que mí humor se convirtiera en el de un ogro, cosa que sinceramente no entendía...

  • ¿Estás bien? -  me preguntó un mejorado Gabriel - te pusiste bastante serio durante el examen que me realizo Jorge.

  • Creo que no existe el suficiente nivel  de confianza como para que lo tutees ¿no? - le respondí irónicamente - y por favor vístete rápidamente para llegar rápido a mi casa, que muero por desayunar.

  • A ver Diego, dijiste muchas cosas rápidamente y creo que es necesario aclarártelas - dijo un poco perplejo por la repuesta que le había lanzado - primero, ¿acaso tienes algún tipo de problema con Jorge? - me preguntó con una mirada inquisitiva - y segundo, ¿a tu casa? Y cuando los dos - haciendo especialmente énfasis en el “dos” - decidimos que me quedaría en tu casa.

Al parecer había notado mi “molestia” - aún no sabia como llamarlo - con Jorge, así que mejor decidí cambiar el tema y contestar su segunda pregunta.

  • Creo que es lógico que si no quieres que nadie de tu familia este al tanto sobre lo que te ocurrió - comencé a decir, un poco incomodo al recordar “lo de ayer” - no puedes quedarte a descansar en tu casa, así que lo mejor es... que te quedes descansando en mi casa hasta el domingo y luego regreses normalmente a tu casa -concluí bastante orgulloso de mi propuesta -.

  • Pues veo que al parecer no eres tan, y discúlpame la palabra,  inútil como imaginaba  - dijo aguantando la risa - es un buen plan, donde solo falla el hecho de que yo no e aceptado ir a  quedarme a tu casa - continuo - sinceramente debo agradecerte enormemente por todo lo que haz hecho por mi, pero sería demasiado de tu parte que terminaras hospedándome en tu casa sin al menos haber avisado a tus padres ni nada por el estilo.

  • De nuevo te vuelves a equivocar - le respondí tratando de ser lo mas amigable posible - no le he avisado a mi padres, porque para tu fortuna están visitando a unos familiares y no piensan regresar a casa hasta el martes, y para mejor hacer la “discusión” lo mas corta posible te digo que no voy a aceptar un no por respuesta. Y es mi última palabra

Hizo una mueca como de resignación, y terminó de cambiarse de ropa - ropa que le fue entregada por la enfermera “incomodidad”, luego de que le realizó el interrogatorio pendiente- .

  • Creo - me lanzó de repente, con una calmada voz que me producía... ni sé que me producía - que van a hacer falta muchas “gracias” para que en verdad entiendas que te estoy increíblemente agradecido por todo lo que estas haciendo... eres un buen amigo Diego.

  • Ya olvídalo - le respondí un poco cortado por lo que acaba de decir - no es nada que tu no hubieras hecho por mi. Lo mejor es que nos vallamos despidiendo del hospital, que siendo sinceros no quiero regresar... bajo ninguna circunstancia.

Solo sonrío afirmativamente y partimos hacia la salida del hospital, en el camino “casualmente” nos encontramos  al idiota de Jorge y sobra decir como se le quedó mirando a un ya mejorado Gabriel - físicamente claro -.

Mientras íbamos en el automóvil - él como copiloto claro - hacía mi casa no pude evitar recordar la condición en la que se encontraba Gabriel la noche anterior. Todo era increíblemente surreal: hace mas  de una semana estaba dispuesto a molerlo a puñetazos por su estúpida actitud y comportamiento, luego comenzó ese estúpido “¿sentimiento?” que hace que constantemente este preocupándome por él y que no pueda estar unos minutos sin saber donde se encuentra, después vino... Julián y todas sus estupideces y ahora estaba llevándolo a mi casa para que durmiera y descansara como si fuéramos los mejores amigos desde hace mucho tiempo. Gabriel me estaba cambiando de eso si estaba claro, lo que no sabia era si para bien ó para mal.

GABRIEL

Recuerdo que luego del primer puñetazo de Julián termine desmayándome por no sé cuanto tiempo, y en ese momento sentí que estaba sentado en un cómodo sillón con una enorme pantalla en frente de mí, casi podría jurar que me encontraba en un cine ¿para una persona?,  todo era increíblemente oscuro exceptuando la brillante pantalla que de un momento a otro comenzó a emitir imágenes... imágenes de mí. Yo era el flamante espectador de como Julián literalmente estaba comenzando a abusar de mi; me veía en la pantalla siendo maltratado, golpeado e insultado por mi Brand new Boyfriend ... en el fondo yo lo sabía, sabía que tanta perfección no podía ser posible y como un estúpido me abrí  ante él como nunca lo había hecho con nadie - menos un hombre - y termine siendo traicionado de la peor forma posible , the life is a bitch .

Observaba el psicótico rostro de Julián tratando de obtener algún tipo de respuesta para su nuevo comportamiento pero no encontraba nada, luego mi ropa al parecer estaba sobrando así que decidió destrozarla con sus manos cosa que también hizo con mis pantalones. El horror que estaba viviendo no era posible describirlo y lo peor de todo es que era un simple observador en esta película de terror no apta para menores de edad, los insultos iban y venían hasta que a base de patadas me estaba ordenando que despertara porque “ la foto te tiene que mostrar despierto o toda esta mierda habrá sido en vano ”. La pantalla se volvió de un color carmesí oscuro y todo mí alrededor se convirtió en un vórtice que solo tenia como tarea absorberme, quedé cegado por unos instantes y luego todo se volvió de un color blanco totalmente puro... pensé que había muerto y estaba llegando al ¿cielo? O que se yo, pero en un su lugar llegue a la realidad, a mí realidad: el infierno.

No creía que fuera posible sentir tanto dolor en tanas partes del cuerpo al mismo tiempo, pero al parecer yo era la excepción a ese razonamiento;  mi abdomen estaba lleno de moretones, mi espalda ardía como si brasas calientes hubieran sido colocadas sobre ella por varias horas y mi visión era prácticamente de un color rojo vivo que hacía que el golpe en mi labio inferior ardiera y quemara de una manera increíble. Palpe con mis manos mi rostro y pude sentir como la sangre brotaba como si de un río se tratara, en se momento pensé que Julián me había destrozado el cráneo y que eso era todo, en unos minutos iba a morir desangrado de la manera mas cruel e inhumana posible.

Luego sentí como de nuevo perdí el conocimiento y después fui despertado con una “delicada” patada nuevamente en mi abdomen... después de eso lo que recuerdo son pequeños flashes de memoria que mi cerebro hace aparecer por momentos en su mayoría inoportunos: sentí como Julián me levantaba y me ponía contra el sofá pa... para... para comenzar a violarme, luego un estruendo se unió a mis lamentos y suplicas dirigidas a Julián, al parecer alguien se había sumado a la fiesta, ese “alguien” había golpeado violentamente  a Julián y luego me había llevado al hospital, ese “alguien”... era Diego.

Comienza a sonar Run - Snow Patrol

Mi sorpresa al descubrir que se trataba de Diego era inmensa, creo que si me hubieran dicho hace unos días que Diego el tipo que mas me odiaba de la Universidad iba a llegar a salvarme de una situación de vida o muerte le habría lanzado la carcajada mas salvaje e irónica que tengo en mi - gigante - repertorio, claro que si también me hubieran dicho que iban a intentar violarme le hubiera recomendando a esa persona asistir a un psiquiatra lo mas rápido posible. Creo por unas cuantas horas no supe exactamente donde me encontraba ni que me había pasado, verifique - internamente - mi organismo y al no sentir dolor pude al menos estar tranquilo con respecto al tema de la...la violación. Luego comenzar a caer en cuenta de todo lo que me había sucedido, comencé a pensar en Julián, en mi Mama, en mi Papa, en mis Hermanas y...en Diego.

Tenía la mente en él cuando sentí que alguien estaba tocándome por la espalda lo que instintivamente me hizo saltar de temor y enderezarme en la cama del hospital, por unos segundos pensé que Julián había regresado para terminar el trabajo pero para mi ¿fortuna? Era Diego quien estaba tratando de tocarme. Al verlo y reconocerlo me entraron unas ganas increíbles de llorar - algo enormemente extraño en mi... un alma sin sentimientos - pero decidí mantenerme y hacerme el fuerte delante de él al menos.

Rápidamente comenzó a explicarme algo de lo que había pasado, y rápidamente yo comencé a construir mi nueva y mejorada fachada llena de amargura y dolor pagando toda mi frustración con él, insultándolo y haciéndolo sentir al menos un poco miserable en comparación a mí. Pero el extrañamente se mantuvo ahí, en silencio a veces, tratando de ser comprensivo, dándome frases de apoyo, ¡incluso ofreciéndose a pasar la noche junto a mí en el hospital! Definitivamente pensaba que la lastima estaba comenzando a aflorar en el corazón de Diego para que se comportara de esa manera conmigo, pero luego ese pensamiento fue desvaneciéndose a medida que sus atenciones y cuidados se volvían mas naturales y constantes.

No entendía esta nueva actitud de Diego conmigo, creo que ahora éramos ¿amigos? Ó algo parecido, y está de mas decir que su mirada - profunda como siempre -estuvo clavada en mi constantemente hasta el momento en que finalmente pude conciliar el sueño. Un “sueño” lleno de pesadillas donde el único protagonista era Julián y su sádico juego, atormentándome, volviéndome loco y haciendo que despertara a mitad de la noche envuelto en un denso sudor que cubría mi cuerpo en su totalidad. Estuve algunos minutos despierto intentando volver de nuevo a los brazos de Morfeo, pero en su lugar solo pude mirar a Diego mientras dormía, mirarlo, mirarlo y solo eso, su ancho pecho se contraía y expandía rítmicamente y su rostro se volvía pacifico y tranquilo mientras dormía. Me atrevería a decir que hasta se veía un poco... guapo.

Al momento en que mis ojos fueron golpeados de lleno por la luz de la mañana, pude darme cuenta que un nuevo día se abría en el horizonte. Lo primero que vi al despertar fue a Diego con el cabello totalmente alborotado y con unas ojeras enormes informándome que el médico que iba a darme de alta había echo acto de presencia. Me presenté con él y este a su vez me informo que su nombre era Jorge, algo a lo que ni le di mucha importancia... no podía negar que el chico era bastante guapo y amistoso, pero creo que en las circunstancias en las que me encontraba no era capaz de mirar a otro hombre con otros ojos más que con los de un amigo. Claro eso respecto a mis ojos, porque los de Diego se encontraban clavados de una manera indisimulable en mí y en Jorge, no podía dejar de mirar todo lo que Jorge me comentaba o me indicaba que realizara... y creo que lo que remato la escena fue el momento en que Jorge decidió entregarme su numero de celular para “ cualquier problema que tengas ”, la actitud de Diego cada vez me cuadraba menos y de verdad que ahora si podía jurar que estaba teniendo... celos.

Decidí ignorarme a mi mismo y comenzar a pensar en la excusa que diría en mi hogar al presentarme con una herida gigante en el labio y múltiples moretones en todo el cuerpo - el dolor lentamente estaba mermando -, sabía que mi mama enloquecería y comenzaría a hacerme todas las preguntas posibles... preguntas a las que ni yo mimo le tenía respuesta. Diego a base de argumentos más bien ridículos me ofreció que me alojara en su casa hasta el domingo, y aunque al principio había declinado la oferta  - más que nada por vergüenza - luego no tuve más opción  que aceptar su propuesta. Así y sin mas me estaba preparando para pasar un Weekend en la casa del tipo que hace 3 días me odiaba a muerte pero que ahora se había convertido en mi ¿salvador?.

En el momento que Diego decidió arrancar el automóvil, un recuerdo de él acariciando mi mejilla se hizo presente en forma de flash - como acostumbraban -, al parecer nos encontrábamos en el carro como estábamos actualmente con la única variante que ahora estaba vestido y sin sangre en mi exterior. En ese momento muchas preguntas vinieron a mi mente y en mi interior sabía que muchas de esas preguntas solo podría contestarlas Diego... además de que muchas eran dirigidas especialmente hacia él. Cuando nos detuvimos en frente de una casa bastante grande de dos pisos intuí que había llegado al hogar de los Blanco, y posteriormente lo confirme cuando Diego rebuscando en su bolsillo derecho encontró e introdujo una llave en la gran puerta de madera que separaba la morada de los peatones y los intrusos.

  • Bueno siéntete cómodo - me dijo nada más entrar al gran salón, y con una gran sonrisa - espero que estos dos días, te sientas como en casa.

Luego de esa bienvenida se excuso diciéndome que iría a ducharse pero que regresaba en solo algunos minutos, tiempo que aproveche para detallar el bonito e inmenso primer piso que contenía la estructura: la madera abundaba por todas partes, puertas de madera, mesas de madera, sillas de madera - las del comedor -, muebles de madera, también en el centro del salón se encontraba algo así como una estructura  metálica de varios pisos que soportaba una TV en el ultimo escalón y a medida que se descendía se podían encontrar múltiples fotos de la familia de Diego pero en ninguna se encontraba él solo, camine un poco por la cocina - comedor y noté una decoración armoniosa donde los colores tierra cobraban protagonismo. Justamente cuando estaba observando las diferentes obras de arte que adornaban las paredes, Diego hizo acto de presencia vestido solamente con una camiseta deportiva de color negro y una toalla anudada a su cintura, la imagen me hizo sentir un poco fuera de lugar además de nervioso e incomodo... porque diablos nervioso, no lo sé.

Así como estaba vestido decidió mostrarme sus dotes culinarias preparándome un desayuno increíble... cereal. Después de eso - y luego de cambiarse - básicamente pasamos el día viendo TV en su habitación - bastante grande, inclusive más que la mía - y hablando de temas triviales. Cuando el rey Sol se oculto y la  Luna entró en escena, una gran ansiedad comenzó a crecer en mi interior.

  • Oye Diego - le llamé, captando su atención - ¿en donde dormiré yo? - le pregunté, un poco nervioso por su respuesta-.

  • Bueno - dijo colocándose de pie - tenía pensado... que durmieras aquí conmigo... en mi cama, es bastante grande y podemos dejar un espacio  - terminó diciéndome, un poco nervioso -.

Si respuesta me dejo - valga la redundancia - sin respuesta aparente, ¿dormir juntos? No sé que estaba planeando Diego pero conmigo no lo iba a conseguir.

-¿No hay otro lugar donde pueda dormir? - le pregunte de nuevo, ansiando que su respuesta fuera afirmativa - .

  • El cuarto de mis padres, pero queda un poco alejado de mi habitación - dijo un poco ¿decepcionado? - sabes lo digo por tu medio a estar solo y eso.

No se como diablos se había dado cuenta de mi recién adquirida fobia a la oscuridad y a la soledad, sentía que Diego estaba conociendo demasiadas cosas sobre mí y eso me estaba asustando.

  • ¿Miedo a estar solo? - exclamé, tratando de ocultar que me había descubierto - creo que estas un poco equivoc... -  iba a terminar de decir pero me interrumpió - .

  • No me vengas ahora con mentiras Gabriel - me respondió - ayer prácticamente me dijiste que durmiera en el sofá contigo porque no querías estar solo... y de verdad créelo, estoy tratando de ser lo mas amable posible contigo y por eso si te digo que durmamos juntos en la misma cama lo hago para que no te levantes a mitad de la noche sudando temblando como lo hiciste en el hospital.

Ya está me había descubierto, ya al parecer no tenía ningún tipo de secretos con Diego. Y la verdad es que sí se estaba comportando muy amable conmigo, y eso viniendo de él parecía todo un premio.

  • Está bien - afirmé ya resignado - y disculpa mi actitud es que todo esto de los amigos es nuevo para mi, aceptó dormir contigo... junto a ti - rectifique al ultimo momento - .

Él solo esbozo una sonrisa afirmativa y 2 horas después ya estábamos acostados y durmiendo juntos... en lados separados. La verdad es que me sentía un poco incomodo teniendo a Diego tan cerca, no era ciego y sabía que era bastante guapo pero su sola presencia mas que causarme malos pensamientos... lograba ponerme increíblemente nervioso. Traté de cerrar los ojos y conciliar el sueño como siempre hacía, y luego de un tiempo comencé a sentir como una mano acariciaba lentamente mi espalda e iba bajando hasta llegar a mi trasero, él solo imaginar que Diego estaba tocándome de esa forma hizo que mi cerebro enloqueciera, no pude soportar un segundo mas y me gire para quedar cara a cara con... Julián.

  • ¡NO! - grité alarmado, y colocándome de pie en la cama -.

Diego inmediatamente se levantó impresionado y... ¿preocupado?

  • ¿Qué sucede? - me preguntó entre dormido y despierto - ¿Por qué gritas?

  • Era él - respondí avergonzado y tembloroso - Julián estaba aquí... en la cama.

  • ¿Julián? - pregunto increíblemente extrañado - creo que todo fue una pesadilla Gabriel, solo eso.

El sentido común comenzó lentamente a hacer presencia y al final terminé convenciéndome de que efectivamente había sido una pesadilla. Pero el problema fue que mi sueño se había colocado en modo OFF lo que significaba que esa noche  no descansaría en lo más mínimo... pero al parecer yo no era él único noctambulo.

  • No puedes dormir ¿cierto?- me lanzó de repente Diego, sacándome de mis vagos pensamientos-.

  • ¿Cómo lo descubriste? - respondí con otra pregunta - tengo miedo... tengo miedo de que esto que me pasó por ser un estúpido ingenuo no me deje vivir normalmente y terminé convirtiéndome en alguien que no soy - le confesé un poco agradecido por la aparente oscuridad -

El silenció que adorno el ambiente comenzaba a volverse sepulcral, hasta que él lo rompió.

  • Lo que te sucedió fue - comenzó a decirme en un tono serio - algo terrible, y óyeme bien, no fue tu culpa, la culpa la tiene el... el... la culpa la tiene Julián - hizo una pausa y luego continuo - tu aquí fuiste solo una victima. Y no te preocupes que esto lo vas a superar te aseguró que así será... y volverás a la personalidad “adorable” que tenías anteriormente - me termino de decir, sacándome una pequeña sonrisa -.

Diego cada vez me sorprendía mas - positivamente claro -, esas palabras ni en un millón de años hubiera imaginado que podían haber sido pronunciadas por él, cada vez que me decía algo así... sentía que se preocupaba por mí, y eso me... ¿alegraba?.  Pero había una duda que me estaba dando vueltas en la cabeza desde ayer mismo, una duda que como fuera tenía que aclarar.

  • Diego - le llamé - quiero saber... necesito saber, ¿Cómo fue que llegaste hasta donde estaba con Julián? - pregunté con un nerviosismo total, temía que decidiera dejar la pregunta en el aire e ignorarme-.

  • Sabía que me preguntarías eso tarde o temprano -admitió -.

A continuación me relato exhaustivamente la forma en que  había descubierto “mi paradero”, y ahí fue cuando todo en mi cabeza hizo “clic”... todo había sido una apuesta, una maldita apuesta donde el lugar de honor había sido reservado especialmente para mí. No pude evitar notar el tono de voz con incomodidad y vergüenza que expresaba Diego al contarme todo, y la verdad es que temía que además de eso Tomás le hubiera contado sobre... mi relación con Julián. No es que me avergonzara de mi condición de bisexual, pero es que por alguna extraña razón sentía que Diego no debía enterarse de esa “parte”.

  • Además de todo eso - le comencé a decir, escogiendo cuidadosamente mis palabras - no te contó más nada ¿no? - le pregunté-.

Calló por un par de segundos, que parecieron horas.

  • Bueno... la verdad es que - me respondió igual o mas nervioso que yo - también me conto que tu y Julián se habían vuelto novios, y que eso también había sido en base a la apuesta.

Ya lo sabia, ahora sí Diego sabia todo sobre mi, no existían secretos entre el y yo... al menos de mi parte. En ese momento me pareció tener una experiencia extra corporal, y termine viéndome con el rostro completamente sonrojado de espaldas a un Diego que permanecía impasible en el velo de la oscuridad. No sé de donde encontré valor y fuerzas, pero decidí afrontar  lo que sea que fuera a suceder.

  • Ya a estas alturas debes de saber que eso no es mentira ¿cierto? - le pregunté de nuevo... y esté asintió - déjame dejarte algo claro Diego yo no... - iba a comenzar a decir, cuando me interrumpió -.

  • No necesito explicaciones Gabriel - me corto en seco mi discurso - eso sencillamente no es de mi incumbencia y para serte completamente franco... no me gusta juzgar a las personas en ningún ámbito. Lo mejor será que durmamos lo suficiente, porque tenía pensado que mañana trabajáramos un poco en el trabajo que encargo la vieja de Ingles  -  me termino de decir, un poco como cambiando el tema ó algo así - .

La verdad es que no tenía fuerzas para discutir, el problema de que Diego supiera la verdad sobre  mi relación con Julián me preocupaba, pero más importante era descubrir que había sido parte de una apuesta... una apuesta que habían organizado los seres mas psicópatas y morbosos que había conocido en toda mi vida, a partir de ese momento había tomado la decisión de no confiar en la primera impresión que alguien pudiera causar en mi, y mucho más importante... había decidido que no iba a tener mas relaciones con hombres, al fin y al cabo la primera había terminado de una forma no tan genial. Al final solo susurre un inaudible “Buenas Noches” y dormí como bebe por las siguientes horas... quizás era porque Diego se encontraba tan cerca de mí ó quizás porque había aclarado todo los detalles sobre mi “violación” y al fin podía darle algún especie de cierre emocional.

Comienza a sonar New York - Snow Patrol

El despertar del día siguiente fue en una palabra, incomodo: nada mas pude abrir mis ojos sentí como mi almohada se encontraba considerablemente caliente y lo peor era que me elevaba rítmicamente como si se tratara de... respiraciones. ¡Me encontraba dormido en el pecho de Diego!, no entendía como mierda había sucedido eso pero lo importante es que había sucedido. Lo primero que hice fue levantarme de manera brusca alzando mis brazos para simular que me estaba levantando y no tenía ni idea de lo que había sucedido.

  • Discúlpame Diego - le comencé a decir completamente apenado, y sintiendo como el rubor comenzaba a hacerse presente - te juro que no sucedió nada, todo esto sucedió mientras estábamos dormidos.

  • Ehm... esto... no te preocupes - me dijo como para restarle algo de importancia al asunto  - estoy seguro que no sucedió nada, lo mejor es que entré a ducharme porque me siento bastante acalorado.

Y rápidamente se escabullo a la ducha, tal vez era producto de mi imaginación pero noté como estaba un poco... un poco no, bastante nervioso, y no parecía haberle importado que los dos hubiéramos amanecido abrazados, en su cama y semidesnudos. Diego cada vez lograba confundirme más y más y sinceramente no podía estar tranquilo hasta que le aclarara personalmente y de una vez por todas que es lo que había sucedido exactamente con Julián... y todo sobre mi condición de bisexual.

En el momento que salió de la ducha debo admitir que quede un poco desorientado debido a su... cuerpo. Sabía que me había jurado a mi mismo no volver a prestarle ningún tipo de atención a los hombres, y menos a los que estudiaran en mi Universidad, y mucho menos en mi Universidad... sobre todo luego de lo que me había sucedido con Julián por haber entregado mi confianza tan rápidamente. Decidí ordenarle a mi mente - y a mi ¿corazón? - que borrara todo tipo de pensamientos que involucraran a Diego, así fuera necesario poner tierra de por medio nada iba a suceder entre él y yo... sobre todo porque Diego era él claro ejemplo de tipo heterosexual, lo cual en este caso era una virtud para mi.

  • Diego - lo llamé captando su atención  antes de que se colocara su playera - a propósito de la charla que tuvimos anoche - le comencé a recordar - creo que hubo un punto que no terminamos de tocar, y de verdad para evitar cualquier tipo de mal entendí... - iba a continuar diciéndole, pero inoportunamente el timbre de la casa sonó - .

  • Disculpa - me dijo - mantén ese pensamiento, solo déjame averiguar quien es y como puedo deshacerme de él lo mas rápido posible.

Abrió la puerta y desapareció hacía el primer piso para atender a la aparente visita. Decidí recorrer y ordenar un poco la habitación - que al fin y al cabo, yo había ayudado a volver un desorden - y mientras lo hacía encontré diferentes fotos de Diego  que estaban esparcidas por toda la habitación además de su celular que se encontraba totalmente escondido bajo un pilar de ropa cerca de la cama. La curiosidad pudo mucho más que mi voluntad por hacer lo correcto y sin haberlo notado ya estaba tocando la pantalla táctil tratando de buscar la bandeja de entrada ó el registro de llamadas... y cuando estaba a punto de comenzar a leer algunos mensajes escuche que en el piso inferior una voz diferente a la de Diego pronunciaba mi nombre, creó que sobra decir que me acerque lo suficiente a la escalera como para poder escuchar exactamente que era lo que se estaba hablando sobre mi.

Todos pensamos que vamos a estar bien. Y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Pero a veces, nuestras esperanzas nos subestiman...

  • Admítelo - decía la voz misteriosa de manera inquisitiva - admite que te gusta y terminamos con este estúpido juego de adivinanzas de una vez por todas.

...A veces lo esperado simplemente se queda en nada en comparación con lo inesperado

  • No sé de que hablas Santiago - le respondió Diego con un palparte nerviosismo en su tono de voz - creo que en esta ocasión estas equivocado.

...Tienes que preguntarte por qué nos aferramos a nuestras esperanzas…

  • Tu nerviosismo te delata - le lanzó repentinamente “Santiago” - y sé que aunque tu me lo niegues, tu sientes algo por Gabriel... quizás no estas enamorado ni nada por el estilo, pero sé que te gusta.

...porque lo esperado es lo que nos mantiene firmes, derechos… inmóviles...

¡QUE DIABLOS! Que diablo estaba pasando, todos mis sentidos estaban desorientados... no podía creer lo que estaba escuchando, pero para mi desgracia - ó fortuna, aún no lo descubría - las sorpresas aún no habían terminado.

...Lo esperado solamente es el comienzo. Lo inesperado...

  • ¿Eso es lo que quieres escuchar? - le pregunto Diego a Santiago de forma compulsiva - está bien, me gusta ¿contento? Él me gusta... me gusta Gabriel - terminó diciendo, con un tono liberador que hizo que todo mi cuerpo terminara congelado dé la impresión-.

… es lo que cambia nuestras vidas.


Creo que comenzar a pedir disculpas por mi larga ausencia sería sinceramente hacerles perder tiempo, solo debo dejar claro que esta vez no es mi culpa la tardanza del relato, mi Universidad me tiene en finales y el poco tiempo que puedo tener para descansar lo utilizo en dormir y rara vez para escrirbir. Ya sbore el relato a mi parecer quedo espantoso, quedo bastante largo porque quise que todo sucediera lo mas lento posible y no hubiera ningun tipo de salto de tiempo ni nada por el estilo. Ya creo que extendi bastante y lo que me falta x decir es que si les gusto el relato comenten cualquier cosa que se les ocurra - hasta cosas negativas por favor - caligiquen si así tambien lo desean. !Hasta la proxima!