Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 3
Continúa el viaje de Val con Dhi y sus hijas Problemas a causa de la belleza de las tres mujeres Val tiene que poner en su sitio a ambas chicas, incluyendo dejarlas claro quién es él en realidad
CRONICAS DE VHAALZORD
Libro - 7
Capitulo- 3
Justo cuando ya estábamos a punto de entrar en los reinos "civilizados" enfrenté el problema del vestuario de mis tres acompañantes, no diré que no estuvieran preciosas, deseables y fueran súper sensuales con sus ropas Talkinq, pero digamos que no era lo más apropiado si queríamos pasar relativamente desapercibidos en nuestro viaje. En principio Dhi no puso pegas a mi idea del cambio de vestuario aceptando mis motivos como lógicos, pero Dhilmia y Vhalara eran otra cuestión... se confiaron con mi aparente amabilidad cerrándose en banda con el no cambiarse de ropajes, según ellas eran guerreras Talkinq y no pensaban vestir de otro modo, además se negaron de muy malos modos... algo muy mal hecho por su parte.
Me puse muy, muy serio cuando las escuche decir eso y no os digo ya por cómo me lo dijeron. Según terminaron de gritarme sin mediar ni media palabra, detuve mi caballo descabalgando, entregándole las riendas a Dhi, a continuación me gire, las enfrente y les pedí a ambas chicas que hicieran lo mismo que yo, de paso les roge amablemente que cogieran sus armas porque les iban a hacer falta. Fue apenas cuestión de tres minutos lo que tarde en tenerlas a las dos de rodillas totalmente desarmadas y agarrándose el estomago mientras vomitaban hasta el hígado... me había puesto completamente serio con las dos en esa ocasión, no las di ni la mas mínima oportunidad después del “ahora os aconsejo que os defendáis como podáis”.
- Val : Punto uno... aceptasteis seguir mis indicaciones al pie de la letra, dijera lo que dijera os gustara o no os gustara... y punto dos... vosotras aquí afuera ir haciéndoos a la idea de que no sois nada de nada salvo dos niñas mimadas por vuestra madre... Ya va siendo hora de que empecéis a tener claro las dos de que aquí mando yo, y no pienso pasaros ni una estupidez más... así que procurad no volver a enfadarme.
Una vez puestos los puntos sobre las íes, volví de nuevo a montar en mi caballo apremiando a ambas mujeres a hacer lo mismo sin que ninguna de ellas se atreviera a decir ni media. Vi como Dhilmia y Vhalara se subían como buenamente podían a sus caballos para reemprender la marcha de nuevo, Dhi y yo seguimos hablando animadamente sin hacerlas el menor caso a ambas. Hice que las tres me esperaran a la salida del primer pueblecito que encontramos, en el compre a sus gentes algo de ropa para todas ellas, como no es que les hiciera mucha gracia a ninguna de las tres no se cambiaron, dado que Dhi se rehusó, Dhilmia y Vhalara aprovecharon la circunstancia en el acto... Decidí esperar pacientemente a que el tiempo les demostrara que ir como iban era una muy mala idea si se querían evitar problemas... era o eso, o liarme esta vez con las tres por cabezonas… y no tenía ganas de estar machacándolas a cada paso, afortunadamente no se tardo mucho en que el problema se presentase tranquilamente.
No os penséis que pretendía un cambio muy brusco de imagen, que no, simplemente la ropa habitual de las Talkinq era excesivamente provocativa para la forma de vestir habitual en los reinos que deberíamos de atravesar. Otra circunstancia que costó sangre que entendieran las dos chicas es que desde ese momento solo eran "mujeres", solo eso, nada más, y que nadie las vería como algo más que eso... que por esa razón sus ropajes no eran adecuados para los sitios por donde íbamos a pasar si queríamos andar evitándonos problemas, porque enseñaban demasiada cantidad de piel para lo que era habitual en esas tierras… con Dhi no me resulto muy complicado en exceso que comprendiera, pero con estas dos... era como intentar hablar con un árbol, igual, eran igual de comprensivas y receptivas a lo que les decía.
El primer problema por ello llego en el camino, fuimos detenidos por tres tipos de aspecto patibularios muy bien armados, la verdad es que creo que solo intentaban hacerse los graciosos a mi costa al ir acompañado por esas tres preciosidades, mas siendo mi aspecto cualquier cosa menos el de alguien capaz de defenderlas... también creo que en cierto modo fue debido a la ropa que usaban las tres mujeres la razón de que se confundieran con ellas y tomarlas por lo que desde luego no eran, lo que acabo de rematar el problema, ya que eso les indujo a pasarse de la raya con nosotros. Eso aun teniendo en cuenta que se veía claramente que las tres iban armadas, de hecho iban excesivamente armadas como para no ir con cuidado con ellas, aunque solo fuese por precaución, pero… imbéciles hay en todos sitios.
Uno de ellos dándoselas de listo hizo un comentario nada agradable sobre lo que le gustaría hacerle a Vhalara cuando la pillara a solas un momento, después se relamió mientras la desnudaba con la mirada. Otro comento que debían de ser tres putas de primera, que estaba deseando follarse a una de ellas, que le daba igual, y para remátalo llego el ultimo "listo" y le toco un pecho a Dhi... según dijo a él le apetecía follarse a la madurita, que tenía dos tetazas durísimas... La buena de Dhi en cuestión de tres segundos le amputo la mano con la que le estaba tocando el pecho con una de sus espadas, mientras que con la otra espada lo decapitaba. Vhalara amablemente atravesó a su galán con su espada de parte a parte por un costado mientras que Dhilmia ensartaba como a un pollo al tercer sujeto metiéndole la hoja de la espada en el estomago, moviéndola después de forma lateral destripándolo... Según me dijeron las tres cuando me las quede mirando socarronamente mientras limpiaban sus armas con las ropas de los tres fiambres tras descabalgar para rematarlos. La estaba mirando con cara de estar diciéndolas eso de “…os lo dije…”, estaba claro que de esos tres, ni sus acciones ni sus comentarios les habían hecho la menor gracia, motivo por el que según me dijeron habían decidido darles ellas también sus opiniones al respecto... un poquito radicales estas tres, ¿no?.
El resultado final fue los cuatro saliéndonos del camino a un sitio discreto para que las tres mujeres se pudieran cambiar de ropa... no dije ni media palabra al respecto, aunque por sus caras de enfado creo que mi sonrisita socarrona cada vez que las miraba desde el encontronazo, era suficiente como para que supieran lo que estaba pensando y lo bien que me lo estaba pasando a su costa por cabezonas. Debo también de reconocer que me lleve un alegrón al ver a las tres cambiarse, eran tres autenticas preciosidades. Una vez cambiadas seguían pareciendo las tres mismas temibles guerreras de siempre pero con una ropa más acorde al ambiente donde nos íbamos a estar moviendo hasta llegar al puerto de destino, aun así seguían destacando las tres con mucho... eran tres mujeres realmente impresionantes, esperaba que no nos encontráramos con muchos estúpidos por el camino… aunque al mirarlas lo dudaba seriamente.
Debo de reseñar que los entrenamientos a los que estaba sometiendo principalmente a ambas jóvenes empezaban a dar sus frutos... Dhilmia empezaba a mostrarse tan temible como su madre y Vhalara empezaba a despuntar como una maga muy, muy, muy poderosa... su capacidad mágica interior era elevadísima, de las más elevadas que nunca me hubiera encontrado, podía rivalizar perfectamente con la que actualmente tenia Thala, y la de esta tras mi intervención era realmente enorme de verdad. Para haceros una idea deciros que Vhalara podría invocar casi una treintena de Lobos de las montañas instantáneamente sin que su fuente interna de poder se resintiera en lo más mínimo... otro tema evidentemente era el controlar esos lobos y ese enorme poder que tenia sin destruirse a sí misma… algo en lo que estábamos trabajando los dos ahora.
El ultimo día que pasamos en los territorios salvajes conseguí que las dos chicas aceptaran quien era yo de verdad, estaba ya harto de que cada vez que su madre y yo hablábamos dejando entrever quien era yo torcieran el gesto, veía que eso podría ser un problema para el futuro así que hice que nos adentráramos en un pequeño bosquecillo los cuatro... Cuando estuvimos en la parte más densa, un sitio donde a duras penas conseguía incluso llegar la luz, ordene que todos descabalgáramos, comprobé que no hubiera ojos y oídos curiosos de ningún tipo en los alrededores o el cielo, después hice que nos ocupáramos de los caballos antes de hacer ante ellas mi pequeña demostración.
Una vez que los caballos estuvieron buen atados para que no se escaparan me situé ante las dos atónitas chicas presentándome en su cara como "Vhaalzord, el Nigromante"... No os digo las carcajadas de ambas, se estuvieron riendo con ganas un buen rato mientras su madre y yo las mirábamos pacientemente con los brazos cruzados… cuando mas agusto estaban riéndose las dos…, justo detrás de mí y de su madre que estaba a mi lado con una cara muy seria mirándolas, aparecieron media docena de guerreros Khulgan sobre sus respectivos Hrull... sus risas se congelaron en el acto en sus ahora aterrorizados rostros... aproximadamente treinta segundos después de su aparición estelar, desconvoque a los guerreros... estuve tentado de usar ilusiones, ya que desde lo de los Lahishins ese era justo el tipo de hechizo que prefería evitar realizar, pero decidí que esto era un riesgo mínimo que debía de correr. Las caras de ambas me indicaban a las claras que mi pequeña demostración había surtido en ambas el efecto deseado, por sus caras Dhi y yo supimos en el acto que no habían tenido el menor problema en reconocer a los jinetes.
- Dhi : Desde este mismo instante quiero que todo esto que ha pasado aquí lo olvidéis… no quiero oír que nada de esto salga de vuestros labios desde ya… ¿queda claro?
- Val : Mi nombre es Val, yo soy Val... solo Val y punto... Como os acaban de decir de esto no se volverá a hablar más entre nosotros, salvo que vuestra madre o yo saquemos el tema preguntándoos o dirigiéndonos a vosotras directamente... ¿os ha quedado claro a las dos?
Ambas chicas se limitaron a asentir con la cabeza sin poder pronunciar palabra... estaban lívidas y sus caras reflejaban autentico terror... ahora sí que eran conscientes las dos de quién era yo realmente, como ya he dicho, ninguna de las dos había tenido el menor problema en reconocer a los Khulgan cuando aparecieron, conscientes en todo momento de lo que eso significaba.
Durante el viaje más de una vez Dhilmia había tenido que ser contenida por su madre para que no interfiriera en mi entrenamiento con Vhalara al ver como lo pasaba de mal su hermana, lo mismo que pasaba al contrario. Desde ese mismo momento y por razones obvias eran ellas mismas las que ahora pedían a la otra no intervenir por muy mal que vieran que lo estaban pasando en caso de que vieran la menor reacción en la otra. Ninguna de las dos era idiota, pese a lo que anteriormente opinaran de mi, les gustase o no, me temiesen ahora o no, estaba claro que ambas veían en sí mismas los beneficios y avances que mis entrenamientos les reportaban. Ahora además se daba el hecho de que eran conscientes de que no las estaba entrenando alguien “normal”, las dos consideraban que la ocasión probablemente fuese única en sus vidas, y las dos parecían estar desacuerdo en sacarle todo el provecho posible les costase lo que les costase, imitando lo que hizo su madre en su momento.
Una de las sorpresas que me lleve sobre mi acción de demostrarlas quien era de verdad, fue que estuvieron muchísimo mas calmadas de lo que me esperaba tras ello, sinceramente esperaba que estuvieran nerviosas cuanto menos al principio, pero no, aparentemente estaban “tranquilas”. La diferencia a nivel de nuestro día a día, fue que si antes únicamente tenían mucho cuidado con lo que hacían o decían cuando entrenábamos, ahora esto se había extendido también al resto del tiempo, la presencia de Dhi y su trato conmigo ayudo muchísimo a la normalización de la situación de una forma tan rápida. Otra consecuencia la empecé a ver durante la parte del viaje por "territorio civilizado", al mostrarme yo siendo quien era contenido pese a lo que oyera o me dijeran, ellas me empezaron a imitar... supongo que más o menos debieron de pensar que si yo lo hacía así pudiendo reducirlo todo a cenizas, ellas no iban a ser menos que yo.
No obstante hubo una situación que no proveí por no estar acostumbrado a ello, me di cuenta de ello el primer día que nos quedamos a dormir en una posta... o quizá sería más correcto decir que fue Dhi quien se dio cuenta de ello y después estuve atento corroborándolo. Desde luego cuando me lo dijo si no la hubiera conocido tan bien me hubiera estado riendo un buen rato... pero con la cara que me lo dijo supe en el acto que lo decía completamente en serio, y más teniendo en cuenta el momento en que me lo dijo.
Llegamos a la posta y pedimos dos habitaciones, una para ellas dos y otra para Dhi y para mi... ninguna dijo nada pero Vhalara y Dhilmia nos miraron raro a Dhi y a mí, lo achaque a lo de siempre, su madre con un hombre de igual a igual, por mucho que yo fuera quien era... en fin, típicos prejuicios de Guerrera Talkinq.
Nada más entrar en la habitación no me dio tiempo a decir esta boca es mia ya que Dhi salto sobre mi quitándonos la ropa como buenamente podíamos mientras nos desnudábamos. Reconozco que en este caso yo tenía tantas o más ganas que ella de follar, por lo que no me ande con tonterías ni pre eliminares... simplemente la tumbe sobre la cama, la abrí de piernas poniendo mi miembro en la entrada de su coño y empuje hasta el fondo... Lo cierto es que Dhi estaba más que mojada, mi pene entro en su sexo como un hierro al rojo haciendo que soltara un gemido de placer en un tono muy alto.
Sin más dilación empecé a bombearla sin piedad, empujándola con fuerza mientras ella casi a voces me pedía más, me pedía que fuera más duro y más rápido con ella, que no parara. Lo cierto es que le hice caso y empecé a moverme más rápido dándola más fuerte, entraba y salía de ella sin parar, dándola con todas mis fuerzas... estaba poco a poco desfondándome con ella cuando le llego el orgasmo... se corrió de forma animal, jadeo, gimió, grito, se agito... no había terminado todavía de correrse cuando me corrí yo en su interior desencadenándola un nuevo orgasmo más leve y suave que el anterior.
Tras esto quedamos los dos abrazados recuperando el aliento... lo cierto es que fóllabamos casi todas las noches a poco que pudiéramos, pero debido al cansancio del viaje tampoco nos prodigábamos mucho... solo fóllabamos y ya está. Estudiemos hablando de como lo estaban haciendo Vhalara y Dhilmia durante lo que llevábamos de viaje, fue entonces cuando me lo soltó...
- Dhi : Tendrás que armarte de paciencia con las dos...
- Val : ¿Porque lo dices?, parece que por fin van entrando por el aro... no creo que den problemas…
- Dhi : Jajajajaja... no lo digo por eso Val... no te preocupes que te obedecerán en lo que digas, no te defraudaran... no ahora...
- Val : ¿Entonces?
- Dhi : Muy simple tontorrón... esas dos ahora mismo están muriéndose de ganas de pasársete por la piedra, se mueren de ganas por tenerte... Piensa en lo que sería para ellas como Talkinq y como mujer el poder estar con Vhaalzord, desde pequeñas al igual que cualquier otra niña Talkinq han podido escuchar todas tus historias, incluidas las particulares de nuestro Clan, y ahora acabas de convertirte en una realidad a su alcance... Además Val, que pese a todo lo que digan o parezca que te odian tu les gustas a las dos desde el principio... y mucho, créeme, las conozco bien... y eso es así aun sin saber ninguna de las dos que en realidad eres su padre...
- Val : Pues sí…, si tienes razón con lo que dices entonces solo me hubiera faltado ya eso...
- Dhi : Bueno, míralo por el lado positivo, para ellas serias un hombre de su Clan, de ese modo ten por seguro de que se te acabarían todos los problemas con las dos... se terminarían sus reticencias por el hecho de que yo este contigo... claro que eso también les daría a las dos ciertos derechos sobre cierta parte de ti… (Soltó una risita maliciosa mientras me acariciaba cierta parte de mi anatomía que empezó a reaccionar otra vez)
- Val : Buffffffff... -me limite a soltar un bufido a modo de desacuerdo con su apreciación.
Mi cara debió de ser un poema de lo que pensaba porque Dhi se estuvo riendo de mí un buen rato. Después, dado que había vuelto a reaccionar a sus caricias, volvimos a follar otra vez los dos antes de dormirnos abrazados.
Lo cierto es que tras esta conversación estuve más pendiente de las dos, más atento a su comportamientos y ciertamente posiblemente Dhi llevara razón, las dos estaban algo mas pegajosas conmigo y las dos se procuraban rozar mas contra mí en los entrenamientos físicos, especialmente Vhalara... aunque procuraban hacerlo de forma que su madre no lo notara y no penséis que era por el hecho de que se estuviera acostando conmigo, que no iban por ahí, en ese aspecto las Talkinq no tienen ese sentimiento normal de propiedad de la pareja ni suelen ser "celosas" tal y como normalmente se entiende ese término. El problema es que Dhi era su madre y jefa de su clan, como cualquiera de ambas figuras podría aprobar sus intenciones o no... y yo diría que dada su especial relación conmigo, ninguna de ambas hermanas tenía muy claro por donde las podría salir, de modo que debieron de pensar que lo mejor para sus deseos era primero llevarlos a cabo, y después preguntar... solo por si acaso.
Para que podáis entender plenamente la situación, primero debéis de saber que las Talkinq tienen una serie de características que las hacen únicas como mujeres y como pueblo. Como ya sabéis por libros anteriores pueden decidir si no quieren quedarse embarazadas por lo que por ese lado no tienen problemas para tener relaciones con quien quieran o tantas veces como quieran. Otra característica es que normalmente en el 80% de los casos tienen niñas, pero por su propia naturaleza tampoco sufren los problemas genéticos típicos de la endogamia por reproducirse dentro de su propia sangre, aunque cierto es que prefieren tener los hijos con hombres ajenos a su propio Clan, sus preferencias se dirigen no obstante hacia los hombres de otros Clanes Talkinq. Pero no por ello está mal visto que una Talkinq se embarace de un hombre de su propio Clan, aun siendo este un familiar directo, existen múltiples casos de ello sobre todo en clanes pequeños. En su cultura no existe el incesto, es más, lo normal para ellas es poder disfrutar sexualmente de forma habitual con los hombres de su propio Clan una vez que han alcanzado la edad adulta... Debido a su altísima tasa de natalidad femenina la sociedad Talkinq se desarrollo hacia un matriarcado que es el origen de todas estas diferencias con el resto de pueblos.
Desde luego en este caso concreto el que ambas pudieran llegar a saber que era su padre, solo complicaría mas las cosas, porque entonces considerarían que como Talkinq tendrían ciertos derechos sobre mí y yo ciertas obligaciones con ellas al podérseme considerar en cierta forma como "un hombre del Clan"... Para colmo Dhi se lo estaba pasando en grande a mi costa con la situación, por un lado sabía que yo pertenecía a una cultura donde el incesto era... bufffffff... en mi pueblo natal, donde me crie y eduque hace más de dos mil años, no se daba como algo bien visto precisamente, digamos que mas valía que nunca te pillaran en algo semejante. Cierto que había países a lo largo de todo mi tiempo de vida donde este se daba principalmente entre las clases poderosas, nobles, reyes, príncipes, con el fin de fortalecer la rama familiar, pero no era lo normal fuera de las cuestiones políticas.
Yo tenía dos problemas... por un lado se puede decir que mi educación original era contraria al incesto, pero que por mi situación actual este me daba absolutamente igual... digamos que por mi falta de sentimientos hacia que no tuviera una conciencia instintiva clara del bien o del mal, aunque racionalmente sabia las diferencias que había entre ambos, debía de molestarme en pensar en ello para diferenciarlo, en cualquier aspecto de mi vida, y el sexo no era ninguna excepción. Eso era bastante malo si me dejaba llevar por mi instinto en algún momento, era la típica situación en la que normalmente no se tiene tiempo para pensar con la cabeza precisamente, y si con otra parte de la anatomía…
Mi dilema es que por un lado Vhalara y Dhilmia eran mis hijas, y por otro eran dos mujeres la mar de apetecibles a las que me encantaría follarme... luego estaba lo que opinara Dhi, que por un lado me la traía floja, ni fu ni fa, pero por otro no quería hacerle daño de forma innecesaria o fastidiar mi buena relación con ella. Si lo miramos esto tenía su miga, porque estaba seguro de que por un lado no la importaría que me follara a ambas por su educación Talkinq, pero por otro lado como mujer pese a su educación Talkinq… no creía que le hiciera la menor gracia ni siquiera la existencia de la mera posibilidad, con otro hombre dudaba que le importara tres pimientos en cualquier circunstancia, pero conmigo... quizá sí, o quizá no… pero no me apetecía correr ese riesgo, en fin, la situación era un lio de cuidado por donde se mirara.
Desde luego tenía por delante una bonita situación en ese aspecto... y para terminar de arreglarlo todavía quedaba que nos encontráramos con Thala, otra mujer más del Clan que como Talkinq sin duda pensaría en sus derechos sobre un hombre de su “Clan”... seguramente también querrá que le dedique parte de mi tiempo, y ella si sabía por mí que Dhilmia y Vhalara eran hijas mías... era una de esas situaciones en las que piensas que hubieras hecho mucho mejor callándote la boquita en su momento...
En fin que deje pasar el asunto, decidí que ya vería como lo iba solucionando a medida que se presentaran los problemas en ese sentido. Para llegar a la ciudad portuaria en la que debíamos embarcar debíamos cruzar por diversos reinos en los que esperaba no encontrar ningún problema. Procuramos ir parando en las poblaciones únicamente para dormir, campábamos víveres con lo que comíamos la mayor parte de las veces por el camino. Dhi y Dhilmia tenían sus entrenamientos cada vez más restringidos por la situación, no así Vhalara, con la que me solía poner a la par mientras cabalgábamos con el fin de ir controlando los ejercicios de concentración que le iba haciendo hacer. Lo cierto es que se estaba convirtiendo poco a poco en una maga muy buena.
Se podría decir que estábamos teniendo muchísima suerte al no encontrarnos el mas mínimo problema durante esta parte del viaje... entrabamos en una población en la que pernoctábamos para después continuar viaje sin más complicaciones. Seamos sinceros, mi presencia no es que impusiera mucho que dijéramos debido principalmente a que mi especialidad era pasar desapercibido y ser inofensivo del todo. El ir acompañado de tres mujeres tan atractivas no es que ayudara nada a lograr eso precisamente... en fin que me esperaba algún que otro conflicto que no se estaba dando por el momento, afortunadamente. Pero todavía teníamos que cruzar la importante ciudad de K'jholn y en ella estaba seguro de que habría problemas si o si... La ciudad era un cruce de tres importantes caminos con lo que entraban y salían de ella todo tipo de caravanas comerciales, por lo que en la misma ciudad se daba cita todo tipo de gente poco recomendable y era un nido de negocios menos recomendables todavía... era la típica ciudad donde no hacía falta hacer mucho para atraer los problemas.
Nada más entrar en la ciudad me di cuenta de que mis acompañantes llamaban muchísimo la atención, primero por ser tan bellas, segundo por ir armadas hasta los dientes y tercero por ir únicamente acompañadas por mí, cuando normalmente las mujeres “duras” en esa ciudad solían ir como miembros de mercenarios y bandas organizadas. Se podría decir que tanto las tres mujeres como yo dábamos el perfil de ser bastante blanditos principalmente por culpa de mi aspecto inofensivo, y a ello también ayudaba bastante el hecho de que las tres lo miraban todo atentamente muertas de curiosidad. Aunque Dhi por lo que me había dicho había estado anteriormente en algún pequeña población, esto era una gran ciudad… algo totalmente distinto de lo que ella había visto, y claro, de Dhilmia y Vhalara mejor no hablamos, miraban todo con la boca abierta de par en par.
Enseguida supe que antes o después íbamos a tener problemas, yo no daba el perfil de tío con el que tener cuidado y ellas tres por cómo se comportaban mirándolo todo parecía que se hubieran disfrazado llevando armas solo para asustar. Las tres tenían un físico espectacular y serian sin duda enormemente apreciadas como fulanas o como esclavas y sabia por experiencia que alguien intentaría algo feo en algún momento, era de ese tipo de ciudad. Mi preocupación aumento varios enteros cuando Dhi se empeño en entrar en algún local con el fin de tomar algo, alegando que estábamos completamente sedientos del camino… No me negué a ello, después de todo pensaba sinceramente que tendríamos problemas más pronto o más tarde…, así que terminamos entrando los cuatro en el local más cercano, uno de los que te podías esperar encontrarte en ese tipo de ciudad.
Pedimos nuestras bebidas con toda amabilidad y educación… Las mujeres bebieron su bebida de un solo trago pidiendo otra ronda mientras que yo lo hacía lentamente, observando discretamente todo el local y a sus parroquianos intentando localizar los peligros potenciales. Enseguida vi de donde llegarían los problemas, identifique sin género de dudas al mandamás del sitio y a sus matones, el mandamás no quitaba ojo de las tres mujeres, por sus movimientos y gestos mientras las miraba el muy cretino debía de estar empalmado con ellas, lo que significaba problemas… apenas tardaron cinco minutos en empezar a molestarnos de mala manera.
Quien me preocupaba de verdad en esta situación era Vhalara, me preocupaba su reacción. Vi como Vhalara por propia iniciativa se movía levemente como de forma casual para tener vía franca hacia sus espadas sin que nada la molestase, pero lo que más me agrado fue el hecho de que antes de hacer nada me hiciera una silenciosa pregunta con su mirada… más o menos me pretendía decir algo del estilo de… ¿debía de usar magia en este caso o limitarse a sus armas?, sonriendo moví levemente la cabeza indicándola que se limitara a sus espadas, no nos convenía descubrirnos como magos si no era estrictamente necesario.
Me moví un poco de lateral para intentar poner orden, pero Dhi se dio cuenta de que deje mi bastón libre de molestias… al ver mi maniobra ella y Dhilmia también se movieron lo justo para poder usar sus armas en caso de necesidad. Os aseguro que intente que se calmaran y dejaran de meterse con nosotros, pero parecía que eso solo provocaba en ellos hilaridad… al final me puse serio y cambie de actitud en el momento en que uno de los matones cogió a Dhilmia por un brazo… decidí dejar clara la situación para todos los presentes, creo que mi reacción sorprendió incluso a las tres mujeres.
Le pedí una vez al tipo que dejara el brazo de Dhilmia con voz muy suave, el me escupió y entonces mi daga se hundió en su cuello cortándoselo de un tajo… se llevo las manos a la garganta mientras chorros de sangre escapaban entre ellas. Dos de sus amigos decidieron que yo debía de pagar y para su sorpresa mi bastón se movió con una rapidez que no debieron ni de soñar, uno de los extremos del bastón le rompió la cabeza a uno de los dos, otro leve movimiento contra el segundo y el otro extremo del bastón le golpeo en el cuello aplastándole la tráquea, haciendo que cayera al suelo ahogándose. Entonces un parroquiano saco su espada para encontrarse con una de las hojas de Dhi que se hundía en su estomago, atravesándolo para después moverla rajándoselo de parte a parte.
Cuando no quería demostrar que era mago y usaba la Shilkka, lo que hacía era crear una ilusión sobre el bastón que hiera ver a todos como la hoja salía del centro del bastón, como si hubiera apretado algún resorte en el mismo desplegándola… Si se pensaba detenidamente no debería de ser posible dada la anchura de la hoja, pero existían las armas poseedoras de cierta magia… bien podría ser el caso de la mia que al encajarse por ejemplo redujera el tamaño de la hoja o algo así, con lo que pasaba como un arma “normal”, el problema es que eso la convertía en algo también muy goloso de poseer por su indudable valor como arma, ese fue el motivo por el que en esta ocasión no la use, limitándome únicamente al bastón, no quería más problemas de los estrictamente necesarios, y en ese tipo de ciudad la posesión de un arma con características mágicas, por leves que fueran, podría ser un serio problema.
Otros tres matones que también habían sacado sus armas cayeron ante las espadas de Vhalara mientras que el mandamás tuvo la gran fortuna cuando se intentaba levantar con los dos matones que quedaban de encontrarse con las espadas de Dhilmia que termino con los tres en menos de un segundo. Todo esto había sucedido en menos de 15 segundos ante la atónita mirada de todos los presentes… Nos pusimos de sangre que daba asco ya que hubo salpicaduras en todas direcciones por los cortes de las espadas de las tres mujeres, pero bueno, al menos logramos imponer cierto respeto hacia los cuatro, pese a lo blanditos que pudiésemos parecer acabábamos de demostrar que más valía dejarnos tranquilitos con nuestros asuntos.
Lo del hotel fue todo un espectáculo, porque las tres Talkinq me demostraron que por muy guerreras que fueran cuando estaban sucias eran como todas las demás mujeres… parecían opinar que pudiéndoselo dar, un baño es siempre un baño y tiene preferencia sobre muchas otras cosas, en fin. El posadero pese a sus protestas sobre el hecho de que podían hacerlo por turnos, al final creo que pensando en su salud tras enterarse de lo que había pasado para llegar así de sangre, cuando vio el percal que tomaba el asunto con ellas preparo tres grandes tinas de agua para que se pudieran lavar a gusto las tres a la vez…
Por mi parte debo de decir que recibí unas nada sutiles invitaciones por parte de las tres para que ocupara alguna de sus respectivas tinas junto con ellas… Por muy poderoso que se me pueda considerar, en esta ocasión decidí obrar con sabiduría y me largue de allí por patas antes de que la cosa se pusiera peor… Salí de allí entre las risas de las tres por mi huida…, aunque qué queréis que os diga, lo cierto es que pese a sus posteriores risas en plan de coña al irme, me pareció que lo de meterme en una tina con alguna de ellas de broma poco… mas valía no tentar a la suerte con ninguna de las tres.
CONTINUARA