Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 2

Inicio el viaje con Dhi, un par de días después se nos unen Dhilmia y Vhalara ante el cabreo de su madre… me espera un viajecito la mar de interesante con las dos… y a ellas conmigo

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 7

Capitulo- 2

Durante los siguientes dos días mientras preparábamos el viaje y ultimábamos las cosas con las Grandes Matriarcas apenas salí de la vivienda de Dhi, algo que aproveche para ir poco a poco y sin prisas investigando con Halcones las bastas montañas centrales del Continente Occidental, debía de localizar con exactitud la fortaleza de Thalmunt, sin levantar sospechas, debía de evitar ante todo ser detectado, y para ello nada mejor que la cautela, la paciencia y el tiempo que fuese necesario para ello.

Durante estos días no pude por menos que observar pequeños detalles en Dhilmia y Vhalara, las dos jóvenes tenían un enorme potencial, puede que quizá tan grande como el de su madre, o por lo menos quedarían muy, muy, muy cerca, solo era cuestión de por donde se las pudiera conducir. Observe también que poco a poco, lentamente se iban preparando también para un largo viaje, intentaban ambas imitar en lo posible nuestros preparativos con toda la discreción que eran capaces... Debo de confesar que les fui dejando pistas más que suficientes sobre lo que deberían de procurar llevarse para el largo viaje y lo que no. Me gustase que nos acompañaran o no, a esas alturas tras verlas a ambas no podía dejar de reconocer que lo mejor que podía pasar es que se nos unieran las dos en el viaje... antes, o después lo iban a hacer de todos modos... pero preferí dejar que las cosas siguieran su curso y fueran ellas mismas las que decidieran cuando.

Por fin emprendimos el viaje Dhi y yo solos, adentrándonos en lo más profundo de los bosques de Khal-tor-Khild... momento que aproveche para mandar un Halcón con un mensaje para Thala notificándola nuestra puesta en marcha, aunque sin especificarla número de integrantes del grupo o fechas aproximadas de llegada. El tercer día por la mañana Dhi se mostraba nerviosa y un pelín irascible, por su forma de comportarse entendí que sin duda habría descubierto ya que nos seguían, tampoco dude ni por un instante que no supiera quienes lo hacían. Decidí esperar pacientemente a que Dhi decidiera la estrategia a seguir al respecto... ella seria la que debería decidir sobre qué hacer con sus dos hijas.

Después de desayunar no pudo más y me dijo que esperara un momento que enseguida regresaba... Una hora después regreso con las dos jóvenes caminando cabizbajas detrás de ella, la cara que Dhi traía era para echarla de comer a parte, menudo mosqueo que traía la señora con toda la situación. Tras una áspera discusión entre ellas, tras la que ambas jóvenes me hicieron la pelota a base de bien al decirlas su madre que todo dependería de lo que yo dijese y cerrarse en banda con ello... acepte que nos acompañaran con la única condición de que harían lo que yo les dijera sin dudar en ningún momento.

Para terminar de rematarlas nada más acabar yo de presentarles mi exigencia, su madre las dijo que era de ese modo si o si, que si no aceptaban entonces no quería volver a verlas fuera del poblado otra vez hasta su regreso... echándolas de una forma bastante efectiva y efectista un autentico balde de agua fría a ambas si esperaban algún tipo de ayuda o apoyo de su madre para que pudieran acompañarnos, lo que no se es como podían esperarse algo así sabiendo el cabreo que debían de suponerse que se cogería por su desobediencia. No las quedo otra que aceptar mis condiciones para poder acompañarnos... no es que estuvieran dando saltos de alegría por cómo había sido pero sin duda más que felices las dos de estar con nosotros... o más bien de acompañar a su madre para protegerla del "hombre ese".

No penséis ni por un momento que logre engañar a Dhi, ella era más que consciente de que dada la facilidad con que las había detectado a ambas al segundo día, yo debía de estar al tanto de su "persecución" casi desde el principio de ella. También por mi parte era consciente de que pese a sus reticencias Dhi se alegraba de que sus dos hijas pudieran acompañarla en este viaje, y en algo estábamos de acuerdo los dos, que esto sería una experiencia muy positiva para ambas hermanas.

Tenía claro que Dhi pretendería que las fuera entrenando un poco a las tres mientras avanzábamos... Efectivamente así fue, al día siguiente cuando nos levantamos aprovecho un momento en que quedamos a solas para pedirme que durante el viaje aprovecháramos y las entrenara a las tres, pero en especial a Vhalara al ser una maga como yo. Dhi era más que consciente del valor que para ella tendría en su futuro que yo fuese su maestro, más o menos el mismo que había tenido el serlo para ella hacía ya tantos años atrás, también sabía que si aceptaba entrenarlas las haría sudar sangre durante todo el camino. Acepte entrenarlas a las tres, con ella y Dhilmia no habría ningún problema, ya que las dos eran terriblemente buenas, no así Vhalara, entre ella y Dhilmia había bastante diferencia, lógica por otra parte.

Vhalara aparte de ser entrenada por su madre también lo fue por algunas de las magas de su aldea, lo que distrajo horas de su entrenamiento con Dhi, y eso se le notaba en relación con su hermana, también es cierto que yo veía todo el potencial que tenía como maga, pero para poder desarrollárselo en este corto periodo de tiempo, o por lo menos encauzárselo, debería de ser tremendamente duro con ella, más de lo que su madre pudiera llegar a suponerse ahora, y lo que menos necesitaría era la intromisión de Dhi o de Dhilmia… Acepte como dije antes, pero con Vhalara le puse a Dhi una única condición, ella y Dhilmia debían de mantenerse al margen de cualquier cosa que sucediera, sabía que por Dhi no habría problema, pero no sería así con Dhilmia, de forma que le encargue a Dhi el controlarla… antes de que tuviera que hacerlo yo en algún momento… La pobre Dhi palideció al oírme decir eso, sabia de primera mano cómo me las gastaba si alguien me hartaba a conciencia… sus hijas no tardarían demasiado en empezar a comprobarlo de primera mano.

Durante los dos siguientes días estuve entrenando con las tres a la vez, durante una hora cada día nada más levantarnos estuve machacándolas vivas a las tres, aunque Dhi aguanto bastante más que las otras dos... Después con Dhi y Dhilmia me entretenía una hora más, mientras que a Vhalara la ponía ejercicios de control mágico. El tercero viendo que Vhalara se medio tomaba mis peticiones para que usara su magia medio en coña, le ate las manos al tronco de un árbol, obligándola de ese modo a tenerlas extendías tras el tronco, entonces situé sobre ellas una bola de ardiente energía que de tocarlas se las achicharraría sin remedio. El único modo que tenia para no quemarse era concentrarse en un escudo que le enseñe… le obligue a mantenerlo durante toda una hora antes de retirar la bola, para complicárselo más todavía, cada cierto tiempo iba variando la intensidad y cantidad de la energía, obligándola a modificar el escudo a su vez. Eso aparte de obligarla a usar su poder la generaba tensión debido a su postura forzada, lo que sumado al cansancio acumulado de la hora anterior provoco que cuando corte las cuerdas que la ataban al árbol se derrumbase exhausta en el suelo…

Durante cinco días que nos llevo atravesar el bosque poco a poco fui incrementándoles los ejercicios a las tres… durante dos horas nada más levantarse eran absolutamente mías… El tercer día hubo un conato de rebelión de Dhilmia y de Vhalara que fue sofocado por mí con… digamos que brutalidad, según empezaron con sus protestas las deje inconscientes de un solo golpe. Seguí mi camino con Dhi llevándolas a ambas como dos fardos sobre sus caballos hasta que recobraron el conocimiento… Esa misma noche como castigo para ambas por sus quejas sobre mi dureza las ate de brazos y piernas sentándolas con sus espaldas apoyadas en un árbol, atándolas también a él. Después convoque dos poderosos lobos espectrales con la orden de atacarlas si se dormían en algún momento… esa noche Dhi y yo dormimos tan ricamente, pero ni Dhilmia ni Vhalara pegaron ojo, según dijeron luego, cuando alguna de ambas daba un cabezazo por el sueño “su Lobo” se lanzaba a por ella con la sana intención de “saborearla”. Lo que ellas no sabían obviamente es que los Lobos únicamente las hubieran dado algún que otro doloroso mordisco, de momento no hubiera permitido nada más grave que eso por ser la primera vez.

Afortunadamente para las dos íbamos a caballo, lo que evitaba que se resintiesen mucho de sus palizas respectivas al terminar con sus ejercicios de esa mañana. Según las desate les obligue a entrenarse más duro todavía que el día anterior, de modo que imaginad como iban ambas. Les basto con esos días en el bosque para que poco a poco Dhilmia y Vhalara me fuesen tomando cada vez más en serio... a cada minuto de entrenamiento conmigo que pasaba me iban tomando menos a coña, sobre todo tras los castigos, y más al ver encima como su madre aguantaba sin ceder un ápice mientras ellas iban de mal en peor pese a ser más jóvenes, cierto es también que Dhi ya me conocía y sabia cuando era mejor concentrarse sin perder tiempo o energía en protestas inútiles....

Para cuando salimos del bosque Dhilmia y Vhalara se podría decir que se comportaban conmigo como Dhi cuando empecé con ella hacia tantos años… Dhi no podía evitar mirar a ambas con una sonrisita socarrona al verlas como ahora se encogían y no osaban ni mirarme cuando metían la pata en algo del entrenamiento… Con Dhi parecía como si no hubieran pasado los años, y pese a saber quien soy realmente hubiéramos continuado desde entonces sin interrupción, con la misma confianza mutua entre ambos.

La forma más rápida para llegar tranquilos y rápido al puerto de destino, con el fin de allí poder embarcar con rumbo a la isla donde nos esperaba Thala, era atravesando territorio Lantar, y digamos que pese a estas décadas de paz impuesta por el miedo de ambos pueblos a lo más profundo de los gigantescos bosques de Khal-tor-Khild tras mi paso y el de los Khulgan por allí, pese a estas décadas de ausencia de enfrentamientos entre ellos, tampoco es que ambos pueblos se llevaran muy allá... Se podría decir que al menos ahora se toleraban, pero poco más. El atravesar en estas circunstancias territorio Lantar de extremo a extremo con tres guerreras Talkinq como compañeras puede que no fuese lo más efectivo como para tener un viaje tranquilo del todo, pero... en fin, era lo mas rápido para ir, eso sí, al menos el primer día nos interesaba salir del bosque cuando empezara a anochecer ya que en sus cercanías eran frecuentes las partidas de cazadores Lantares, y más en esa época del año.

Justo cuando íbamos a salir de los bosque de Khal-tor-Khild tuvimos un muy, pero que muy serio contratiempo con los Lantares. Afortunadamente dada la situación entre Talkinq y Lantares había tenido la precaución de distribuir desde el medio día pequeños espías por delante nuestro junto con un Halcón Azul en el cielo para evitarnos sorpresas desagradables, justo por donde pensábamos abandonar los bosques observe que jóvenes cazadores Lantares habían instalado un campamento para pasar la noche, estaban justo en medio de nuestra ruta… ¡¡genial!!, ¿qué no?.

Por lo que vi era un campamento de jóvenes que estaban pasando el rito de su primera cacería, lo que no debería de darnos muchos problemas, dada nuestra destreza debería de ser relativamente fácil para los cuatro el esquivarlos sin que se llegaran a enterar de que estábamos allí... pero se me presento un pequeño dilema al respecto, gracias a mi halcón empecé a ver pequeños detalles extraños en las cercanías del campamento, movimientos extraños en las lindes del bosque un poco más al sur de donde nosotros nos encontrábamos en esos momentos... solo tarde un par de horas de descubrir lo que sucedía.

El campamento estaba compuesto por una veintena de jóvenes de ambos sexos, acompañados por lo que vi por cuatro veteranos cazadores y a ellos se estaban acercando con sigilo desde las lindes del bosque una veintena de esclavistas... De momento al no ser todavía totalmente de noche permanecían escondidos a la espera, pero sabía que si lograban llegar al campamento sin ser detectados esos Lantares terminarían vendidos como esclavos en cualquier reino "civilizado". Estuve hablando con Dhi sobre que hacer al respecto... Dhilmia y Vhalara rápidamente se metieron en la conversación apuntando a que no era problema nuestro, y que unos Lantares menos se agradecerían... pero Dhi no opino igual que ellas, y yo tampoco… personalmente no me gustaban los esclavistas en lo mas minimo.

Dhi enseguida vio una posible oportunidad para mejorar las relaciones con ellos, por lo menos por su parte, ya que las montañas donde se asentaría la 18ª aldea de la que sería Matriarca tendría frontera con ellos y lo que más la convendría en esos primeros años era una frontera segura... esta oportunidad quizá pudiera sentar las bases para ello. Pero algo teníamos claro Dhi y yo, primero que debíamos ser nosotros los que termináramos con los esclavistas para que nos la debieran, segundo que sería una inmejorable oportunidad para Dhilmia y Vhalara de probarse a la vez que así yo podría avaluarlas en acción... algo también importante.

Una vez anocheció nos pusimos en movimiento, apenas ocupamos nuestras posiciones cuando los esclavistas se pusieron en marcha, yo tenía a mi lado a Vhalara, cuando hizo ademan de sacar sus espadas se lo impedí poniéndola una mano en su hombro...

- Val : No Vhalara, así no... usa la magia, usa tu poder...

- Vhalara : ¿Que quieres que haga?

Estábamos con una rodilla en tierra, necesitaba que aprendiera rápido, había un sistema, doloroso, muy doloroso, pero también muy eficaz si se era lo bastante hábil como para usarlo sin matar a tu estudiante, y yo desde luego lo era. Entonces apoye mi mano en su hombro, pidiéndola que hiciera lo mismo para que se apoyara en mí...

- Val : Vhalara lo siento pero no tengo tiempo para ser sutil contigo y con tu enseñanza, tendré que enseñarte mucho más deprisa de lo que me gustaría, pero es necesario por tu bien, así que aprieta bien los dientes porque quizá esto duela un poco, pero te garantizo que cuando acabemos sabrás hacerlo por ti misma... ¡¡Voy!!

- Vhalara : Que... Ahhhhh (Soltó un gemido ahogado de dolor al sentir mi poderosa sonda mental en su mente)

Una vez establecido contacto la dije en susurros que pensara en los lobos de sus montañas y después formara una imagen nítida en su mente... una vez que vi con la sonda que lo había logrado, hice que duplicara en dos ocasiones esa imagen, hasta tener tres lobos completos. Pese a dolor de cabeza que debía de estar sintiendo hizo lo que le pedía, una vez vi que lo había logrado use mi sonda para enseñarla como fijarlos a su mente, a su subconsciente y como fijar también allí su control sobre ellos, de este modo tan doloroso aprendería a hacerlo casi al instante en lugar de tardar semanas, pero como contrapartida existía un enorme riesgo en este método, si yo no hubiera sido tan hábil podría haberla destrozado la mente con la sonda... pero desgraciadamente no tenía tiempo de ser conservador con Vhalara, después de esto le hice usar su poder para convocarlos...

Junto a nosotros, tumbados en la hierba, aparecieron tres lobos de las montañas... entonces usando mi sonda enseñe a Vhalara como darlos ordenes mentales sobre lo que quería que hicieran, ordenes simples y directas, una vez hecho los tres lobos se lanzaron sobre los esclavistas. Fue un caos, lo que menos se podían esperar los esclavistas era un ataque procedente de lobos... el desconcierto fue perfectamente aprovechado por Dhi y Dhilmia para eliminar a cuatro de ellos en un plis, mientras de otros tres se encargaban los Lobos de Vhalara...

Dos que estaban cercanos a nosotros intentaron matarnos, pero sin soltar en ningún momento el Hombro de Vhalara mi Shilkka se encargo de ellos... no podía romper ese contacto con ella ya que era mi poder lo que en esos momentos la estaba sosteniendo. Debéis de entender que el ser víctima de una sonda mental que te crea un dolor infernal de cabeza no es lo mejor como para combatir o poder concentrarse en hacer magia de ningún tipo, y menos siendo la primera vez que sufría esto, paradójicamente si queréis verlo así, todo esto que ella estaba haciendo y consiguiendo estaba siendo sostenido por mi sonda, la misma que por otro lado causaba todo el problema para ella.

A los lobos de las montañas de Vhalara se unieron seis poderos Lobos Espectrales que yo convoque, enseñándola con mi sonda como lo hacía yo a mi vez, aumentando desafortunadamente de ese modo la intensidad de su dolor... Vhalara apretaba los dientes aguantando como podía el dolor mientras intentaba absorber todo lo que podía de lo que le enseñaba.

Entre Dhi, Dhilmia, mis lobos, los lobos de Vhalara y los cuatro veteranos Lantares que se nos unieron rápidamente al darse cuenta de la situación, terminamos con todo el grupo esclavista sin problemas. Los jóvenes no tuvieron casi tiempo ni de armarse para combatir, cuando quisieron participar no quedaban enemigos en pie. Una vez que el ultimo esclavista paso a mejor vida hecho pedazos por un Lantar, deje que Vhalara desconvocara sus Lobos y retire mi sonda... la pobre se derrumbo sobre el suelo sin resuello, llevándose las manos a la cabeza debido al dolor que sentía. Me arrodille junto a ella y poniendo mis manos en sus sienes use mi poder para que su dolor se atenuara lo suficiente como para hacerlo soportable... tampoco quería que le dejara de doler en el acto... Aunque no os lo creáis sabia que esa pequeña punzada de dolor que la dejaba mantener haría que lograra dominar lo suficiente la convocación de los lobos de las montañas...

Por lo que vi en el comportamiento de los Lantares cuando nos reunimos con ellos, Dhi debía de ser bastante conocida... ya que pese a ser una Talkinq en cuanto se presento los cuatro veteranos la trataron con un respeto que me sorprendió un poco. Por lo que luego me enteraría entre los Lantares Dhi era prácticamente una leyenda, sus razzias en el bosque cuando era joven únicamente acompañada de un esclavo le habían granjeado pese a lo sucedido un tremendo respeto entre ellos. Luego durante las conversaciones con ellos para la paz acrecentó ese respeto, ya que pese a lo famosa que se había hecho entre ambos pueblos no dejaba de ser una persona sencilla que trataba con el máximo respeto a todo el mundo, enemigos incluidos. Se podría decir que Dhi ahora solo estaba recogiendo lo que llevaba todos estos años sembrando pacientemente con su forma natural de ser.

No tuvimos otra que acompañarlos a su aldea para hablar con sus jefes y que estos nos agasajaran por nuestra ayuda, no nos quedo más remedio que hacerlo así pese a la pérdida de tiempo que nos supondría, hubiera sido una descortesía lo contrario y si de algo se trataba todo esto era de mejorar las relaciones con los Lantares, esta oportunidad era tremendamente valiosa para el futuro de Dhi. Las mujeres Lantares cazaban pero no luchaban, solo llevaban armas fuera de las aldeas, y solo cuando iban de caza, el mero hecho de que ni a Dhi, ni a ninguna de las chicas las hubieran intentado retirar sus armas decía mucho sobre el respeto que los Lantares le tenían a Dhi.

Algunos jóvenes Lantares pidieron a Dhi el poder enfrentarse a ella en un combate simulado, no penséis mal, lo hicieron con todo el respeto y considerándolo un honor si aceptaba. Lo cierto que es Dhi acepto la petición y en la principal plaza de la aldea se enfrento a seis de los mejores guerreros jóvenes de la aldea... los pobres apenas le duraron 30sg, en ese tiempo, todos y cada uno de ellos fueron golpeados por las enfundadas hojas de las espadas de Dhi. Esos seis jóvenes la hicieron una reverencia por el "honor" que les había hecho al aceptar medir espadas con ellos y el resto de guerreros prorrumpió en aplausos tras el combate... si no os confesara que todo esto me dejo un poco perplejo mentiría como un bellaco. Aunque una cosa si me quedo clara, por lo que vi para los Lantares una cosa era Dhi, y otra las Talkinq... Dhilmia y Vhalara tenían el respeto de todos por lo que había hecho ayudando al campamento y por ser las hijas de Dhi, pero poco más que eso, nada comparado a lo de Dhi.

Una vez nos volvimos a poner en camino Dhi me conto que durante una de las reuniones para la paz tras mi desaparición, cinco guerreros Lantares que no estaban nada desacuerdo con la paz las atacaron en medio de la conferencia, ella sin embargo logro desarmarlos a los cinco sin matarlos ni prácticamente causarles heridas de consideración, después intercedió personalmente por ellos ante las Matriarcas y los propios jefes Lantares... En ese enfrentamiento fue donde los Lantares descubrieron que esa jovencita que todavía estaba recuperándose de una herida seria de flecha, casi una niña para ellos, la misma que pedía ante los jefes de ambos pueblos por la vida de sus propios hombres, era el fantasma que los había estado masacrando en los bosques sin piedad durante todo ese tiempo, el mismo con el que no lograron dar en ningún momento. Digamos que el que alguien así pudiera dejar de lado su antipatía y presunto odio hacia ellos hizo mucho por la “paz” entre ambos pueblos…

Otra consecuencia de esto es que la reputación de Dhi entre los mismo Lantares alcanzo prácticamente las mismas cotas que entre las Talkinq. Tampoco era esta la primera vez que ayudaba a los Lantares, en alguna ocasión a lo largo de estos años había ayudado a alguno de ellos que había tenido problemas en los bosques, fieras, accidentes, etc… cuatro o cinco casos por lo que me conto... En estos encuentros que había tenido con los Lantares a lo largo de los años, simplemente había reforzado y aumentado su reputación entre ellos... se podría decir que de un modo totalmente involuntario ella misma se había convertido en su mejor embajadora con sus propias acciones, mas cuando tras estas ayudas siempre había vuelto a desaparecer en los bosques sin esperar recompensa o parabienes de nadie ya que según decía, solo cumplía con su obligación para con gente que necesitaba ayuda en esos momentos. Por lo que saque en claro de lo que me conto y de lo que pude ver en los Lantares hacia ella, Dhi quizá fuera la única persona de la que ambos pueblos escucharan lo que dijera sin la desconfianza propia existente entre ellos, algo que en el futuro sería muy importante para su aldea.

El entrenamiento de las tres siguió a buen ritmo, desde lo del campamento Dhilmia y Vhalara parecía que hubieran cambiado por completo de actitud, por lo menos durante los entrenamientos. Durante estos la dos hacían lo que les pedía sin rechistar, simplemente si no entendían algo me preguntaban por cómo hacerlo, pero poco mas, otro cantar era después... seguía dándolas tres patadas la confianza que su madre demostraba conmigo, no les parecía... "apropiada". Estaba visto que las dos seguían siendo Talkinq de pies a cabeza, en cuestión de entrenarse un hombre que demostraba su valía como instructor pues vale, pero en cuestión de luego relacionarse como iguales digamos que les chirriaba muchísimo... no os digo la gracia que esto me hacía y como las pinchaba para divertirme... Dhi muchas veces me llamaba la atención para que no tuviera, según ella, tan mala leche con las "chicas"...

Justo antes de abandonar las tierras salvajes para entrar en territorios "civilizados" nos dispusimos a tomar un baño en un remanso de un rio. Dhilmia y Vhalara estuvieron primero, una vez que ellas salieron de su baño entramos en el rio Dhi y yo, mientras las chicas se encargaban de vigilar y de paso preparar la cena su madre y yo disfrutábamos de la paz del remanso… estuvimos un buen rato sentados en unas piedras sobre la orilla con los pies metidos en el agua… moviéndolos y salpicándonos como dos críos. Dhi se quedo mirándome con ojos turbios y me dijo…

- Dhi : Vamos a bañarnos…

- Val : No me parece oportuno… no creo que fuera lo único que termináramos haciendo Dhi…

- Dhi : Y qué, ¿es que no quieres…?

- Val : Dhi, Dhi, Dhi… no me tientes, sabes que me muero de ganas pero…

Dhi se levanto desnudándose lentamente delante de mí, fue quitándose la ropa con deliberada lentitud, mostrándome lentamente todo su desnudo esplendor… entonces me tendió la mano…, se la cogí tirando entonces ella de mi para que me pusiera en pie…

- Dhi : Venga no seas cobarde…

- Val : Dhi… que si nos pillan tus hijas tendremos jaleo…

- Dhi : Eso me da igual Val, no tienen ningún derecho a meterse en lo que yo haga o deje de hacer… y menos contigo… amor…

Dhi se puso de puntillas tras decir eso y me beso en los labios con suavidad, vi como tras esa palabra se le nublaban los ojos por una decima de segundo pero se recupero rápido, entonces empezó a quitarme la ropa lentamente mientras me besaba al hacerlo… tras quedar desnudo tiro de mi mano arrastrándome con ella al agua donde empezamos a juguetear como dos críos… pero eso duro muy poco tiempo dado lo que ambos deseábamos a esas alturas.

A los pocos minutos de estar en el agua Dhi y yo ya estábamos besándonos mientras nos abrazábamos, sus piernas se enlazaron a mi cintura, moviendo sus caderas con la sana intención de que su coño encontrara mi polla y se la tragara entera en su interior. Lo cierto es que no tardo en exceso además, fue solo cuestión de segundo el que mi pene encontrara la entrada de su gruta y se introdujera en su interior, Dhi fue introduciéndoselo lentamente, acostumbrándose a su tamaño, despacio, rotando sus caderas, moviéndose de forma acompasada a la corriendo de rio que hacia como oleaje en el remanso. Una vez que mi pene estuvo del todo en su interior, sus caderas empezaron a imprimir un suave ritmo de rotación, logrando arrancarnos mutuamente gemidos y jadeos cada vez más intensos.

Dhi llevaba por completo el control del la acción, imprimía suaves movimientos sin parar, estrujándome el pene con sus músculos vaginales al entrar y salir de ella, confieso que me estaba costando muchísimo poder evitar el correrme a la primera de cambio. Dhi me miraba fijamente a los ojos cada vez que nuestros labios se separaban, mirándome con ojos brillantes de málica al notar mis esfuerzos por aguantar. Logre deslizar una de mis manos de su cintura hacia su culito, introduciéndola lentamente el dedo corazón en su agujerito, lo que hizo que soltara un gemido muy ruidoso al sentirlo, sus caderas aceleraron su ritmo según introducía yo mi dedo en su interior... era como una lucha de voluntades intentado lograr que el otro se corriera primero.

Debo de confesar que pese a toda mi vasta experiencia Dhi me estaba ganando la partida de largo en esta ocasión, era ella quien dominaba la situación, aunque mi dedo la hubiera puesto en jaque por unos breves instantes. La presión de su vagina sobre mi pene, el rotar de sus caderas mientras entraba y salía de su interior logro que al final me derramara en su interior sin poder evitarlo. Para compensar el hecho de que todavía no había logrado hacer que se corriera salí del remanso con ella todavía subida sobre mi cintura, tumbándola en la orilla. Aproveche que dejo libre el cepo que hacía con sus piernas para meterme rápido entre ellas, dirigiendo mi boca y mi lengua a su rajita... metiéndole la lengua rápidamente en el coñito, arrancándola gemidos y jadeos sin parar con mi acción... cuando considere que estaba a punto de caramelo rodee su clítoris con mis labios e inicie una suave succión del mismo mientras la puntita de mi lengua golpeaba muy suavemente sobre el... se corrió convulsionándose levemente al llegarla el orgasmo... quedo medio desmadejada sobre la orilla del remanso abrazada a mí. Después de eso, una vez que nos recuperamos nos vestimos y nos fuimos con las chicas para dormir.

A la mañana siguiente al despertarme acudí nuevamente al remanso para lavarme un poco, pero dado que hacia buena temperatura me apeteció tomarme otro baño rápido como el de la noche anterior. Apenas llevaba un rato allí cuando apareció Vhalara justo en el momento en que salía del agua... se empezó a desnudar mientras que yo me secaba, no pude por menos que admirar el precioso cuerpo que tenia sin intentar disimularlo lo mas mínimo ante ella, le pegue un repaso de arriba a abajo ante sus narices con todo el descaro del mundo. El resultado es que cuando termino de desnudarse puso las manos en la cintura y con gesto desafiante se puso a meterse conmigo por según ella ser un viejo baboso, como no podía ser de otro modo eso provoco que tuviéramos nuestro rifirrafe mañanero... me soltó alguna perla del estilo de...

- Vhalara : No mires tanto que esto que ves no es para ti... yo necesito hombres que me aguanten cuando me los follo, y no viejos... Si quieres sexo machácatela con dos piedras... abuelo…

Lo cierto es que me hicieron gracia las borderías que me soltó por su preciosa boquita, y como se puso, me había recordado nada sutilmente que pese a mi apariencia actual, yo era el “anciano” que fue instructor de su madre hacia una veintena de años... Estaba más que indudablemente enfadada por el repaso que le pegue cuando se estaba desnudando, sin contar con que sabía que ella y su hermana habían estado observándonos la noche anterior a su madre y a mí en el remanso mientras "jugábamos"... reconozco que en gran parte lo hice aposta debido a esto último que he dicho, también en cierto modo simplemente por el mero placer de molestarla, de haber sido su hermana Dhilmia hubiera hecho exactamente igual que con ella. Confieso que me encantaba andar fastidiándolas a las dos ya desde por la mañana temprano, me hacia muchísima gracia ver lo rápido que era capaz de sacarlas de quicio a las dos... pero en este caso si me di cuenta de una cosa, y es que Vhalara podía tranquilamente amenazar con sacar un ojo al alguien si se ponía muy cerca de ella… tenia los pezones durísimos y los pechos erguidos, su respiración era un poco jadeante, sus ojos brillaban desafiantes… como ejerciendo una especie de invitación muda, que desde luego no pensaba aceptar en modo alguno de ella… aunque recuerdo que pensé que con autentica malicia, que quizá sí que pudiera darla en las narices con su propia excitación.

Reaccione de un modo que Vhalara creo que nunca se espero que lo hiciera, me acerque a ella cogiéndola por el pelo, la atraje contra mí con cierta violencia, entonces una de mis manos acudió a uno de sus pechos masajeándoselo, estrujándoselo, acariciándoselo... para finalmente bajar un poco la cabeza y meterme su pezón en la boca, mordisqueándoselo un poquito mientras ella intentaba zafarse como podía aunque algún que otro leve gemidito de placer se le escapo con mi maniobra... además que no es que opusiera tampoco la menor resistencia con sus manos o su cuerpo, solo parecía dejarse hacer… Tras hacer esto volví a enfrentarme a sus ojos... sin dejar de mirarla a los ojos, le dije de forma socarrona que no se preocupara, que no me gustaba para nada lo que acababa de probar, que no me iban las crías calentorras a medio formar como ella, que prefería mil veces a su madre porque ella sí que era toda una mujer... tras lo cual sin que le diera tiempo a reaccionar o intentar hacer nada mas, la sujete con toda la fuerza que pude por la cintura levantándola a pulso y lanzándola al remanso del rio de cabeza... donde fue a caer a plomo lanzando un gritito de sorpresa… mientras la arrojaba al agua le dije algo así como… “ale, a bañarse sola sin la ayuda de mami, que ya eres lo bastante mayor para hacerlo tu solita… ¡niñita…!”

Tras esto me fui rumbo al campamento mientras dejaba en el agua a una Vhalara ultrajada y ofendidísima que me llamaba de todo a gritos mientras oía perfectamente como me reía a carcajadas de ella mientras me marchaba de allí... que vocabulario que se gastaba la niña y la mala leche que se le había puesto por una bromita de nada.

CONTINUARA