Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 5 (Fin)

Val por fin localiza al impostor, echándole el guante… pero las cosas son mucho más complicadas de lo que inicialmente parecían

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 6

Capitulo- 5

Mientras cabalgaba tras el impostor iba pensando sin cesar en el momento en que este huyo de la aldea, todo tal y como vi en la mente de jefe de los mercenarios… Al final me di cuenta de lo que sucedía, según él fue hacia 72h, pero debía de ser un error mío al verlo por el caos de su mente por la situación… sin duda no podía hacer mas de 48h que el impostor había escapado, sino era así… debía de comprobar este extremo lo antes posible…

El impostor cabalgaba en dirección norte, alejándose del territorio “Real”, por narices tendría que haber pasado por la siguiente población, de forma que un poco antes de llegar al pueblo desconvoque mi montura y entre andando como un viajero mas, empecé a moverme por los bares o tabernas del pueblo, cuatro en total, indagando por el fugitivo con toda discreción.

Entraba preguntado y guiando la conversación para obligar a mi interlocutor a pensar en el viajero en cuestión… Veréis, lo cierto es que una sonda mental explora los pensamientos de la persona sobre la que la lanzas, o de un conjunto de personas si es una sonda muy amplia. Contra mas información quieras mas tendrás que presionar con la sonda, a mas presión mayor sensación de molestia para quien la sufre, va desde leve molestia a migraña seria… esto evidentemente varia también dependiendo de la suavidad del mago que la usa, y yo tenía más de 2000 años de experiencia con las sondas mentales motivo por el que extraía mucha más información de lo normal sin que se notara. Aun así, tampoco es lo mismo rebuscar en la mente de alguien que leer lo que en ese momento está pensando, en este último caso se puede profundizar más en esa información sin que el blanco se dé cuenta, pero a cambio solo obtienes lo que él te da al pensar, por así decirlo.

Tarde más de cuatro horas y varios vinos en conseguir una imagen fiable de la situación o mejor dicho, de la huida del impostor, y lo que logre confirmar no me hizo la menor gracia… el sujeto me llevaba algo más de 72h de ventaja, lo que no me preocupaba lo mas mínimo ya que con el Hrull podría reducirla rápidamente… sin embargo hacia solo 72h que me había cargado al “señor” y provocado el derrumbe de su incipiente imperio… en resumidas cuentas, había empezado una huida desenfrenada antes de que yo actuara o como mucho justo a la vez que yo estaba actuando contra su jefe.

Salí del pueblo y una vez que me aleje volví a contar con mi Hrull… mientras cabalgaba por entre los campos, lejos de donde me pudieran ver, dirigiéndome al siguiente punto donde pensaba que podría obtener información de mi presa iba pensando en el brusco giro que acababa de dar todo esto… además se me estaba echando el tiempo encima para mi cita con Dhi… todo eran problemas de un tiempo a esta parte, todo se aceleraba de mala manera.

El impostor empezó a huir antes de que pudiera saber de mi… todo lo que hice sucedió en el interior de una construcción, allí no había ninguna criatura mágica ya que era algo que comprobaba cada vez que me movía de mi escondite… el no podía saber que estaba pasando y mucho menos quien era yo, tampoco tenía porque sospechar que después de terminar con su señor quien lo matara iría tras el de inmediato más todavía cuando se suponía que él se había ido ya, tampoco podía saber que tan poderoso soy… Lo que se traduce en que no estaba huyendo de mi o del Rey, ¿entonces… de que o de quien narices estaba huyendo de esa forma tan desesperada?

Los siguientes seis días fue más de lo mismo, por el camino logre obtener más datos del impostor… seguía huyendo todo lo deprisa que podía. Sin embargo para mi sorpresa estaba describiendo una especie de arco semicircular para terminar dirigiéndose hacia el sur… daba la impresión de que intentaba despistar a alguien… y ese desde luego no era yo. Una vez supe lo que buscaba puse en el cielo tres poderosos Halcones Azules… Estos halcones eran unas rapaces pequeñas y muy veloces, cuyas plumas tenían una mezcla de tonos grisáceos y blanco-azulados… al volar muy altas su silueta se confundía con el cielo o las nubes, siendo muy difíciles de divisar aun sabiendo que estaban ahí. Los lance hacia la posición sobre la que pensé que debía de estar en esos momentos el fugitivo… de acuerdo a los datos obtenidos de la gente a la que pregunte sobre él.

Tarde tres días más en conseguir que mis pájaros le localizaran cabalgando hacia el Sur a toda velocidad. Gracias al Hrull había logrado recortar la distancia con él a poco más de 24h… Pero las poblaciones cada vez empezaban a ser más numerosas y la apariencia que la ilusión le daba al Hrull sabia por experiencia que podía terminar por darme problemas, por otro lado también llamaba mucho la atención… de modo que decidí comprar un caballo en el primer pueblo importante en el que parara…

El fugitivo se dirigía a toda velocidad hacia una población relativamente importante en esa zona, una ciudad para ser concretos… use uno de mis halcones para seguirle hasta que se perdiera en ella, con un poco de suerte iría directo hacia donde se decidiera alojar, y use los otros dos para intentar buscar otros viajeros que pudieran estar siguiéndolo, les hice controlar todos los alrededores y especialmente el espacio entre ambos… aunque debo de confesar que no logre encontrar nada de nada al respecto, pero lo cierto es que el fugitivo no aflojaba el paso en lo mas mínimo… seguía huyendo a toda velocidad.

Mi halcón perdió a mi presa al entrar en la ciudad, lo perdió cuando se adentro en una taberna… hacia allí me dirigí cuando un día después entre en la ciudad. Use un halcón para comprobar que no hubiera huido de la ciudad mientras yo me dedicaba a buscarlo por los locales de diversión de la misma. No fue hasta el día siguiente cuando me lo encontré, o mejor dicho cuando choque contra el… yo iba a entrar en un local y el salía por la puerta, ambos mirábamos a otro lado y chocamos accidentalmente…

El se disculpo y con rapidez se dirigió hacia otro local distinto… no dude en seguirlo unos pocos minutos después, entrando en él como si ya fuese un poquito cargado de bebida, pedí una jarra de vino y me fui a una mesa perdida en una esquina desde donde poder vigilarlo sin llamar la atención de nadie… ya solo me quedaba encontrar un momento en que pudiéramos estar a solas para poder preguntarle largo y tendido sobre un montón de cosas… ansiaba poder cogerlo a solas, pero de momento lo único que podía hacer era desconvocar mi halcón, cuanto menos magia a mi alrededor mejor, y vigilarlo sin llamar la atención a la espera del momento adecuado.

El estaba en una mesa aparentemente divirtiéndose con una de las mujeres del local, pero no perdía de vista la puerta y sus ojos se movían nerviosos vigilando a todos los presentes. Tome un vaso de vino e hice como que dormitaba por la medio borrachera que simulaba llevar… sentí una sonda mental que mis protecciones mágicas evitaron que pudiera captar nada de mi… Su sonda no había sido nada, pero que nada sutil, debía de estar muy nervioso para hacerlo tan mal, obviamente estaba vigilante y en tensión, lo que quería decir que no me iba a ser nada fácil poder sorprenderle.

La primera noche comprobé que no se alojaba en ningún hotel o fonda, sino que elegía una de las mujeres y se iba con ella durante toda la noche, además lo hacía de la forma más discreta posible, sino hubiera llegado a estar vigilándolo no habría podido saber con cuál de ellas se habría ido. Estaba claro que en la ciudad iba a ser muy difícil poder cogerlo a solas, lo más sensato sería seguir controlándolo para que no se me escapara y esperar a que saliera de la ciudad… allí sería mucho más fácil poder echarle el guante con discreción.

Tres días más tarde no parecía que tuviera prisa ninguna por irse de allí, se movía por toda la ciudad, dudaba que a estas alturas hubiera algún local que no hubiese visitado todavía en la ciudad, o alguna mujer de estos con la que no hubiese tonteado o invitado a tomar algo… cada vez se me hacia todo más raro, tanta prisa para detenerse de golpe sin venir a cuento. Lo cierto es que por otro lado cada vez se me hacia mas difícil poder seguirle dentro de los locales, en los grandes no había problema para poder confundirme con la gente, pero en el resto, con lo pequeños que eran la mayoría hubiera llamado muchísimo la atención si lo siguiera por todos ellos… me estaba empezando a mosquear la situación.

Decidí ser un poco más agresivo con su seguimiento, no podía seguir así, el tiempo se me estaba echando poco a poco encima y no lograba nada de nada con este tío, además de que poco a poco también iban menguando mis reservas monetarias… esa tarde decidí ser más directo con él y establecer contacto, me senté en la mesa de su lado con una de las mujeres del local, uno de los más grandes y lujosos de toda la ciudad. Mientras tonteaba con la mujer que estaba conmigo, la acariciaba y jugueteaba con ella bromeaba con el impostor, mientras preparaba lentamente el poder necesario para lanzarle una sonda mental, necesitaba saber que estaba pasando y porque este repentino parón en su huida.

De repente vi como el impostor hacia un gesto suave con una de sus manos, algo casual si no fuera porque estaba pendiente de él y en el acto sentí una considerable cantidad de poder extenderse por todo el local, a mi concretamente me alcanzo una especie de haz concentrado de su poder…, digamos que era como algo de poder residual concentrado fijándose sobre mí, algo que era inofensivo del todo aunque no veía la razón de ello, me llevo poco menos de un cinco minutos entender el porqué había hecho esto. Segundos después sentí en mis defensas como una poderosa sonda mental nada sutil y bastante agresiva que investigaba en todo el local… cuando me llego a mí, mis defensas la desviaron, rechazándola, entonces con gran rapidez empezaron a suceder cosas mientras me apresuraba a disipar todo uso de magia innecesario sobre mi… aunque no tuve tiempo de hacer nada sobre la magia residual que el impostor había colocado sobre mi…

Por un lado cuando me quise dar cuenta me encontraba yo solo con las dos mujeres, la que estaba conmigo y la que estaba con el impostor, empezaron a discutir entre ellas por mí, por el cliente, atrayendo la atención de casi todo el mundo sobre nosotros incluyendo quienes acaban de entrar por la puerta del local en ese momento. En los que acaban de entrar vi el origen de la sonda que acababa de inspeccionar todo el local y que choco contra mis defensas, eran tres personas con largas capas de viaje negras, un anciano y dos hombres jóvenes, sus ojos recorrían todo el local, pude notar cómo ahora estaban sondeando individualmente a todos y cada uno de los parroquianos… esta vez eran más delicados con sus investigaciones, vi que sus sondeos se acercaban lentamente a mi posición.

Intente concentrarme en pensar solo en separar a las dos mujeres, evitar pensar en nada mas… al final logre quedarme solo con la mujer que estaba conmigo y despachar a la otra, pero aunque la sonda paso de largo no pude por menos que observar discretamente que en todo momento al menos uno de los dos sujetos jóvenes me observaba supuse que por orden del anciano, se podría decir sin lugar a dudas que me estaban vigilando. De repente entendí lo que pasaba, esos tres magos buscaban a alguien, y no hacía falta ser muy listo tras todo lo sucedido para suponer que estaban buscando a la misma persona que yo… si me estaban controlado era sin lugar a dudas por esa descarga de poder que el impostor había desplegado sobre mí… Era quien estaba más cerca de él, el blanco perfecto, así que podría decirse que le había salido redondo, el muy cabrito me había colocado una enorme diana encima en la que se fijaría automáticamente cualquiera que le buscara, acababa de enfrentar de pura chiripa a sus dos grupos de perseguidores.

Ellos debían de haber estado buscando al sujeto o al menos un patrón de energía mágica concreto, patrón que ahora mismo yo tenía encima, lo peor era que para quedar limpio de él debería de usar mi propio poder y no sabía hasta que punto me interesaba descubrirme como un mago de verdad… De momento solo me estaban observando sin actuar contra mi… imagine por su actitud, prácticamente como la mia cuando vigilaba al impostor, que no querían llamar la atención de la gente sobre ellos, lo que me daba tiempo para poder pensar...

Si yo era el impostor ese residuo que ellos detectaban podía ser perfectamente de un conjuro de ilusión que hubiera alterado mi aspecto físico… normalmente para eso debía de mantenerse una mínima concentración sobre el conjuro, eso era algo que cualquier mago que se precie podía hacer de forma inconsciente, no era necesario estar pendiente de ello… cierto que tenía sus limitaciones, tuve una pequeña idea, quizá…

Una cosa era cierta, el impostor me gustara o no debía de reconocer que era muy inteligente al colocar a alguien en el punto de mira de sus enemigos en su lugar. Pese a ello, ese falso Vhaalzord no dejaba de ser un mago poderoso, muy poderoso, y sin embargo estaba escapando de estos tres como un desesperado, por lo menos hasta hacia tres días más o menos en que se había parado aquí... y ahora empezaba a entender el motivo de ello. Pero eso me dejaba claro que estos tres debían de ser también de cuidado, tenía que hacer algo con ellos, debía de deshacer sus sospechas sobre mi… Como dije antes, se me ocurrió una cosa que quizá pudiera servirme para ello, si eran tal y como yo pensaba no dudarían en aprovechar la oportunidad de asegurarse de que realmente era su presa.

Espere un par de horas todavía, haciendo tiempo a que anocheciera mas para no levantar sospechas haciéndolo todo de la forma más normal y natural posible, entonces llegue a un ruidoso acuerdo con mi acompañante para acompañarla a pasar la noche… Pude comprobar que según nos pusimos los dos en marcha rumbo a las dependencias de la mujer los tres sujetos se ponían también en marcha tras nosotros…

Según entre con la chica en su habitación, me ofreció una palancana para lavarme mi cosita antes de entrar en materia, yo me mantenía concentrado en evitar que alguna sonda pudiera descubrir mis pensamientos, estaba también concentrado en vigilar todo a mí alrededor, cualquier irrupción de tipo mágico o físico… Detecte la intrusión en la habitación de una pequeña criatura mágica que se situaba en un lugar desde donde poder observar… que era justo lo que yo suponía que harían esos tres si eran inteligentes…

Era de lo más obvio a lo que íbamos la chica y yo a la habitación, en caso de estar usando un conjuro de ilusión necesitaba un mínimo de concentración, o para ser más precisa no perder mi serenidad por nada, y en lo que íbamos a hacer había al menos un momento concreto si todo era normal, en el que por circunstancias totalmente ajenas al control de cualquiera sería imposible mantener esa “serenidad” para seguir con el conjuro, este momento concreto como mínimo haría oscilar el conjuro de ilusión, descubriendo en el acto a quien lo estuviera usando…

Según nos quedamos los dos desnudos rápidamente me lance a por la chica, situándome sin más preámbulos entre sus piernas, introduciéndole mi miembro lentamente mientras ella soltaba un gemidito al sentir como iba entrando poco a poco en su interior… Como podréis comprender desde luego no tenía tampoco la menor intención de desaprovechar la ocasión de echar un buen polvo con la preciosidad de chica con la que estaba… esos tres estaban esperando a que me corriera para verificar si perdía el control sobre el presumible conjuro de ilusión que usaba, y yo pensaba disfrutar al máximo de la chica con la que estaba antes de correrme en ella… después ya vería que hacia al respecto de esos tres… y al impostor, por supuesto.

Poco a poco empecé a moverme dentro de la chica, embistiéndola con fuerza, cada vez más rápido y duro, controlando en lo posible cualquier ruido sospechoso que viniera del exterior para evitar posibles sorpresas, aunque os aseguro que estar follando, escuchando los gemidos, los jadeos, los grititos de la chica y pretender estar pendiente de otra cosa mientras, os aseguro que no es nada, pero que nada sencillo de hacer… mi atención se iba cada dos por tres hacia mi pareja y debía de forzarme a volver a prestar atención a esos tres.

Estuve un buen rato embistiéndola sin piedad, logre que se corriera una vez sin que por ello dejara de embestirla, llevándola a un segundo orgasmo consecutivo y casi simultaneo con el primero… Debía de ser por la tensión del momento, pero no había forma de correrme, estaba destrozando a la pobre chica a orgasmos sin lograr mi objetivo de correrme con ella… Después de cinco minutos más en los que la mujer logro su tercer orgasmo, decidí cambiar de tercio, me incorpore haciéndola situarse a cuatro patas, colocándome tras ella y metiéndosela desde detrás.

Seguí embistiéndola sin cesar, empujándola con todas mis fuerzas y dándola con toda la dureza de que era capaz, cosa que ella misma no hacía más que pedirme… a estas alturas la chica se había olvidado del tema puta-cliente para dedicarse a disfrutar del polvo. Llego un momento en que yo me preocupe solo por disfrutar de mi acompañante, dejando en un segundo plano a esos tres, lo que pareció ser decisivo para lograr mi objetivo… ya que me corrí ruidosamente en el interior del coño de la chica, regándolo de forma abundante con mi semen… fue un orgasmo increíble, supongo que en cierto modo avivado por el morbo del peligro en que estaba con esos tres.

Me pude dar cuenta que menos de un minuto después la criatura mágica que había entrado en la habitación para observar había sido desconvocada. Unos minutos después no podía ya sentir la presencia de esos tres magos en las cercanías. Un así no podía arriesgarme a salir ya mismo de esa habitación, de modo que seguí con lo que estaba haciendo, es decir, seguí jugando con mi acompañante. Volví a reincorporarla para ponerla a cuatro patas otra vez, entonces cuando ella pensaba que volvería a introducírsela en el coño desde detrás… puse la punta de mi miembro en su entrada trasera, metiéndola media polla antes de que tuviera tiempo de hacer nada al respecto…

Enseguida empezó a suplicarme que se la sacara, que le dolía, que por ahí no… que solo por su coño… no la hice ni caso, me eche sobre ella metiéndola entonces de golpe la totalidad de mi pija en su culito. Mientras dirigí una de mis manos a su coñito para jugar con él. Permanecí quieto sin parar de jugar con su rajita y su clítoris pero sin moverme para que su ano se acostumbrara a su invasor. Unos minutos después empecé un rápido movimiento de mete-saca en su culito mientras seguía masturbándola sin parar… apenas tardamos los dos en alcanzar un orgasmo que nos dejo para el arrastre…

Me quede todo el resto de la noche con ella sin salir de la habitación… Un calmado rastreo mágico por el pasillo de salida de la misma nada más terminar de follar me descubrió un pequeño conjuro de alerta colocado de forma que se activara si alguien salía de la habitación donde estaba… Supuse que lo habían colocado para controlar si nada mas irse de allí yo abandonaba la habitación, era lo que yo hubiera hecho para comprobar si era solo un cebo o bien estaba compinchado con mi presa… sobre todo si esta había demostrado ser tan escurridiza como el impostor, desde luego esos tres no eran nada descuidados, por lo menos ahora ya sabía de quienes había huido el falso Vhaalzord con tantas prisas…

Al día siguiente abandone la habitación tranquilamente tras despedirme de la chica, que por cierto me dijo que la siguiente vez me haría un precio especial ya que había disfrutado mucho conmigo… por lo menos eso me subió un poquito el ego, jajajaja. Durante todo el día estuve indagando sobre donde estaba el impostor evitando cuidadosamente encontrarme con esos tres mientras lo hacía, los vi un par de veces en el día, pero logre evitar que ellos me vieran a mí. Ese día no logre nada de nada, parecía como si al impostor se le hubiera tragado la tierra, no hacían más que rebotarme de un local a otro, o darme informaciones contradictorias sobre la dirección que pensaba tomar cuando se fuera de la ciudad.

Al otro día volví a la carga con mis indagaciones y fue más de lo mismo hasta que por fin de pura casualidad obtuve la información que buscaba… Pregunte a uno de los camareros de uno de los locales sin obtener nada nuevo cuando un hombre que acababa de llegar con una caravana de comerciantes me dijo que si era generoso me podía indicar, por unas pocas monedas me dijo que había visto a alguien de las características de quien estaba buscando cuando se dirigían hacia la ciudad, por la información que me facilito deduje que justo la misma noche de usarme de cebo había abandonado la ciudad. Entonces entendí porque se había parado todos esos días allí, había tejido una red de falsas informaciones sobre él con vistas a que quien llegara preguntando por el no fuera capaz de discernir hacia donde se dirigía realmente… de esa ciudad salían multitud de caravanas de comerciantes en todas direcciones, y dejó pistas suficientes como para haberse podido ir en cualquiera de ellas…

Partí de allí a toda velocidad con la intención de recuperar el terreno que había perdido y sin saber nada de nada de lo que estaba pasando, pero teniendo muy claro que ese sujeto podía darme muchas respuestas si lograba ponerle la mano encima. Rápidamente nada mas perder la ciudad de vista puse en vuelo una vez más los tres halcones… esta vez localice dos cosas, primero a mi presa que se dirigía a toda velocidad hacia la ciudad portuaria más grande de toda aquella zona, si llegaba a ella podría embarcar con rumbo hacia cualquier sitio y lo perdería… la segunda que los tres intrusos que le seguían estaban tras su pista, le pisaban los talones y me llevaban ventaja. Por lo visto a ellos no logro despistarlos tanto tiempo como a mí, lo que no sabía es como narices habían podido seguirle la pista tan rápidamente sin perderlo en ningún momento.

Viendo la situación decidí arriesgarme, abandone el camino y decida ir campo a través, convoque el Hrull continuando sobre esa montura a toda velocidad rumbo a la gran ciudad portuaria de Whell, decidí jugármela y llegar yo antes que todos ellos, mantuve uno de mis halcones fijo sobre mi presa con el fin de evitar que si cambiaba de rumbo pudiera perderle. Intente lo mismo sobre los tres intrusos pero fue imposible, apenas una hora de estar vigilándolos pusieron en el aire sus propias rapaces que fueron a por la mia… logro esquivarlas y pude desconvocarla… Si la hubieran logrado derribar podrían haber conseguido atraves de su magia obtener más o menos datos sobre quien pudo ser el que la convoco, dependería de sus conocimientos para ello, pero con esos tres no me hacia demasiadas ilusiones al respecto… esperaba que al escapárseles se la achacaran al falso Vhaalzord, pero eso me demostró sin género de dudas que esos tres eran peligrosos, muy peligrosos.

Llegar a la ciudad no fue ningún problema, el problema es que llegue unas dos horas después de que llegara mi presa, ahora tenía que conseguir encontrarlo, sabiendo que si todo iba normal esos tres intrusos llegarían como mucho en un par de horas para unirse a la juerga, y no tenía ni las mas mínimas ganas de volver a tropezarme con ellos otra vez, si me veían también en esta ciudad supuse que tendría problemas con ellos tras lo de la vez anterior, algo que no me convenía para nada… si esos tres se ponían serios no dudaba en absoluto de que me vería obligado a ponerme también de lo más serio con ellos… y una pelea de magos del calibre que intuía que tenían esos tres, o por lo menos el anciano… si teníamos una confrontación desde luego no era lo ideal para pasar desapercibido.

Después de estar buscando a mi queridísimo impostor por fin logre dar con el por la noche, fue en la zona de los muelles, en un sitio bastante aislado… el problema es que esos tres habían dado con él antes que yo, y por primera vez supe la razón de que lo hubieran podido encontrar tan rápido… Pude ver que habían usado un perro del inframundo, de algún modo habían controlado por completo al sabueso y hecho que este rastreara para ellos… debo de confesar que es algo que no se me había ocurrido nunca, usar uno de esos perros para perseguir a alguien o como evitarlos si alguien los usara contra mi… y eso era algo que debería de investigar detenidamente. Pero de repente me di cuenta de un detalle… esos tres también conocían magia que no deberían… esto empezaba a ser grave, muy, muy grave.

Me agazape para observar lo que sucediera entre ellos, con suavidad y delicadeza convoque varias pequeñas criaturas a las que hice distribuirse de forma rápida para obtener la mayor información posible de lo que sucediera entre estos… Por lo que pude escuchar de su corta conversación, esos tres habían dado con el persiguiendo el rumor de la aparición de “Vhaalzord, el maldito” por aquellas tierras, lo que parece que les gusto muchísimo ya que el impostor tenia puesto precio a su cabeza por el maestro (Quien quiera que fuese)… El más anciano de los tres dijo que su muerte sería algo muy apreciado a su regreso, según él su largo viaje ahora ya no habría sido en vano… tras esto el impostor lanzo un ataque mágico contra los tres, algo que no les costó nada evitar.

Puedo aseguraros de que me sorprendió eso de que estaban investigando la aparición de Vhaalzord cuando dieron con él, luego el sobrenombre que me dio de “el maldito”, eso era la primera vez que lo oía y no me hacia la menor gracia por las posibles implicaciones que ese apodo pudiera tener para mi… por otro lado la forma en que el impostor se dirigía a ese anciano… le miraba y hablaba con miedo, más que con miedo diría yo que con un total, absoluto y abyecto terror. Tuve poco tiempo para poder ponerme a pensar en todo esto, el impostor convoco una docena de perros del inframundo que lanzo contra los tres magos… después intento escapar mientras estos se lanzaban contra ellos. Aun en estas circunstancias el anciano logro lanzar contra él un dardo mágico que atravesando sus defensas le alcanzo en un costado, del que vi brotar algo de sangre mientras se perdía en las sombras trastabillando por el impacto…

Lo peor vino después, los dos hombres jóvenes crearon varias barreras para protegerse los tres de los perros, convocando a su vez uno de ellos a un par de perros que atacaron a los otros. Apenas un minuto después pude ver algo que disparo mis preocupaciones al límite, ahora sí que sabía de cierto que tenía problemas y serios… el anciano convoco un Guerrero Khulgan que lanzo contra los perros. Uno de los dos hombres jóvenes puso su mano en el hombro del anciano y retiro su barrera mágica, supuse en el acto que estaba enlazando su poder con el del anciano para evitar que el Khulgan pudiera escapar a su control, si este intentaba tirar de energía seria de la del joven, siendo incapaz de hacer que el anciano perdiera su control… mientras el tercer mago los defendía a los tres con su barrera. Había visto hacer esto mismo muchas veces… lo había visto hacer hacia miles de años, se lo había visto hacer a los sacerdotes del Dios Loco, y si ese anciano era tan poderoso como empezaba a creer... sin duda sería capaz de convocar sin problemas a más de un Khulgan, solo dependiera de los ayudantes que tuviera en ese momento.

Una vez que el Khulgan entrara en acción, ninguno de los perros convocados por el Impostor seria un problema para los tres magos… rápidamente me puse en marcha rodeándolos por otra calle para perseguir a mi presa, dejando a esos tres allí…, debía de darme prisa porque sabía que el Khulgan no tardaría mucho en dejarles el camino libre otra vez a esos tres… y ahora sí que no me debían de ver bajo ningún concepto.

Me resulto relativamente fácil dar con el impostor, al fin y al cabo iba dejando un rastro de sangre cada vez más evidente, pensé que el anciano no le había alcanzado de gravedad, pero desde luego me equivoque de medio a medio… por la cantidad de sangre que perdía la herida sin duda era grave, en ese estado no lograría llegar muy lejos. Iba dando bandazos por el puerto junto al agua, necesitaba al menos dos minutos para poder ocuparme de él y que los otros tres al llegar no me vieran, así que solo vi una solución factible, llegue a la carrera contra él y lo lance conmigo al agua. El agua estaba como cerca de un metro o metro y medio por debajo del nivel del muelle, lo que me daba un parapeto para no ser vistos por esos tres cuando llegaran…

Me hice con él en el agua, le cogí por la espalda y me apoye con la mia contra la pared de piedra y maderos que hacia el muelle para conseguir soporte y facilitarme nadar con mi presa. Con una mano lo cogí por la boca apretando su cabeza contra mí, sujetándolo de esa forma, por suerte el golpe recibido por mí, la caída al agua y la herida lo habían dejado atontado por completo e incapaz de defenderse. Puse mi otra mano en su frente con los dedos sobre las sienes e inicie una salvaje y brutal lectura mental… mi mano sobre su boca evito el alarido de dolor al sentirme hurgar en su mente, cuando quiso reaccionar mágicamente contra mi ya era muy tarde, además de que vi que su fuente interna de poder estaba muy baja, sin duda había usado muchísimo y de forma constante durante su huida...

Entre la herida y mi lectura mental no aguanto, muriendo en menos de tres minutos impidiéndome poder terminar de exprimir su cerebro… cuando vi que había muerto lo deje flotar en el agua. Entonces oí acercarse rápidamente un ruido que reconocí en el acto, era sin duda el gruñido que emitían los perros del inframundo, lo que quería decir que los tres magos vendrían tras él. Evitando cualquier uso de magia y limpiando antes a toda prisa cualquier rastro de la mia en él para evitar en lo posible que descubrieran lo que había hecho… aspire todo el aire que pude y me metí bajo el agua. Me dirigí buceando hacia el barco más próximo que había amarrado, logre pasar por debajo de él sin excesiva dificultad, sacando la cabeza para respirar por el otro lado, dejando a este entre esos tres y yo. Lentamente fui alejándome en dirección contraria a la que ellos estaban pasando por debajo de los sucesivos barcos amarrados, buscando una posición desde donde poder verles.

Al final logre situarme tras un gran buque de guerra amarrado de proa al puerto y anclado de popa, sacando la cabeza justo a la altura del timón, desde allí pude observar como los tres se dedicaban a mirar fijamente al mar en clara actitud de buscar algo, supuse que el bulto que tenían a sus pies seria el cuerpo del impostor que habrían recuperado del agua del puerto. Esperaba que no quedara en el ningún rastro de mi sonda mental y que no hubieran detectado ningún residuo de mi magia… Tras lo que había averiguado no tenía la menor intención de enfrentarme a esos tres en esos momentos, al menos no sin más información de donde me estaba metiendo. De momento debía de esquivarlos como fuera, empecé a retirarme hacia la salida del puerto, pensaba salir de la ciudad por mar a nado, no me debería de llevar más de cinco o seis horas el poder hacerlo, aunque eso fuera más fácil decirlo que hacerlo…

A la mañana siguiente por fin logre salir del agua a las afueras de la ciudad completamente desecho, pese a mi agotamiento convoque un Hrull y me largue de allí a toda velocidad una vez más campo atraves para evitar que nadie me pudiera ver en semejante caballo evitándome así más problemas. Me dirigí hacia las altas montañas que separaban el territorio civilizado de la salvaje parte central del Gran Continente donde estaba el territorio de las Talkinq mientras rumiaba lo que había descubierto.

Esos tres magos eran Lahishins… una leyenda del continente occidental que se hacía visible de repente… y desde luego si ya como leyenda eran un muy mal asunto… estaba claro que antes de poder pisar el continente occidental o arrimarme por allí tan siquiera, necesitaba obtener información sobre ellos... y de diverso tipo además.

EPILOGO –

REFLEXIONES

En toda mi vida apenas estuve cien años en el Continente Occidental y hacia más de mil años de mi última visita. La mayoría solo fueron visitas esporádicas al mismo de uno o dos meses. Pero en plena locura, al principio de todo esto, lo visite por más de treinta años ya que dos de los grandes sacerdotes del Dios Loco con sus ayudantes huyeron allí. Durante ese tiempo cruce el continente con un ejército Khulgan tras de mí de un extremo a otro arrasándolo todo a mi paso, en esos treinta años calculo que reduje su población en más del 70%, cualquier semejanza con el culto o conocimiento transmitido por estos suponía el automático exterminio de toda la comarca… por eso pese a mi corto tiempo en el deje una muy profunda huella, aunque dudaba que tras tanto tiempo sin pisarlo alguien recuerde esas viejas historias… o eso pensaba yo hasta ahora, y lo que pensaba era mucho peor que el mero hecho de que recordasen viejas historias.

Los Lahishins son unos asesinos cuya leyenda corre por los garitos de los puertos de las principales ciudades portuarias del Gran Continente y del Continente Sur. Donde más “información” obtuve de ellos fue durante mi estancia en la ciudad de Kliwgord antes de que sufriera el desgraciado accidente... ejem, pero como digo todo lo que se sabe de ellos está envuelto en leyendas y fantasías para asustar a los niños…, justo como ocurre conmigo o con los Dragones, por citar dos ejemplos más de “leyendas” o fabulas imposibles.

Según las leyendas y sus historias, los Lahishins de existir funcionarían como una especie de Gremio cerrado de “sombras”, dedicados al arte de la eliminación, el secuestro, la información y el hurto…. Tendrían su sede en Thalmunt, su mítica fortaleza excavada en la roca, situada en las grandes montañas del centro del continente occidental. Todo lo que hacen es por encargo y en la más absoluta confidencialidad, según me contaron tenían en ciertas poblaciones del continente occidental unos intermediarios que recogían las ofertas de trabajo y en una semana confirmaban si se hacían cargo del trabajo o no, sino es atraves de estos personajes es imposible contactar con ellos, y cualquier intento de investigación serio sobre los Lahishins en el Continente Occidental tiende a terminar de muy mala manera para el investigador… pero como digo, todo esto en su momento solo me parecieron leyendas inverosímiles. De hecho, ahora sabia que durante cientos de años habían permanecido invisibles para todo el mundo amparándose en esas mismas leyendas.

Al leer la mente del falso Vhaalzord, cuyo verdadero nombre era Isshin, descubrí que había estado durante tres años como miembro de la más baja categoría de asesinos de los Lahishins, entrenado por ellos en magia y el arte del asesinato. Por lo que logre extraer cuando le leí la mente era un experto en hacer las cosas que no se debían en Thalmunt si querías seguir vivo... aprender conjuros que se suponía que no estaban a su alcance, como el de los perros del inframundo, obtener datos de funcionamiento interno del gremio… etc, desgraciadamente no pude obtener toda esa información al completo al fallecer de forma tan inoportuna, aunque si conseguí averiguar algunas cosas muy interesantes antes de su muerte.

Por ejemplo que los Lahishins tienen las funciones debidamente separadas y solo cuando llegan a determinado nivel pasan a aprender de las demás ramas, pasando tras completar su aprendizaje a la elite del Gremio. Esta elite es la encargada de los trabajos más importantes, solo cuando alguien llegaba a este nivel se le consideraba un autentico Lahishin, de ahí para abajo solo son “prescindibles”. Sus miembros de la elite suelen actuar individualmente y raramente en grupos, cuando esto es necesario suelen hacerlo solo de dos o tres miembros y eso solo en circunstancias especialísimas.

La fortaleza de Thalmunt, sede de los Lahishins, efectivamente se ubica en el centro de las grandes montañas del Continente Occidental y nadie es nunca invitado a ella por lo que vi en la mente de Isshin. El anciano que le buscaba con los dos jóvenes según lo que vi en la mente de Isshin se llamaba Kless, es uno de los magos más poderosos y uno de los miembros más elevados en la jerarquía de los Lahishins…  Otra cosa que vi en la aterrorizada mente de Isshin es que los miembros de los Lahishins de este nivel solo abandonaban Thalmunt cuando el encargo es muy, muy, muy importante o cuando están interesados en algo muy concreto... aunque no sé si es que Isshin no sabía qué era eso tan especial o que no pude extraérselo antes de su muerte…

Cuando a Isshin le mandaron a su primera misión para ponerle a prueba, aprovecho la ocasión para escapar de Thalmunt y no regresar nunca mas allí, según vi en su mente… de la fortaleza de los Lahishins solo se sale de dos formas, muerto o para cumplir con una misión… Según parece tienen ojos y oídos por todo el continente Occidental, así que cuando tras cumplir su misión no regreso pusieron precio a su cabeza al instante ya que al ser de tan baja categoría no les merecía la pena mandar a ninguno de los suyos tras él. No obstante sabía de sobra que cualquier Lahishin fuera del nivel que fuera recibiría una recompensa de la jerarquía si en el transcurso de alguna misión se lo encontraba y lo eliminaba, se podía decir que el Continente Occidental era el jardín particular de la cofradía.

Esto le obligo a huir del continente para poder seguir vivo, no obstante era consciente de que si en algún momento le localizaban, por muy lejos que estuviera entonces mandarían o contratarían a alguien para matarlo, de una u otra forma a esas alturas ya sabía que nadie escapaba de los Lahishins vivo.

Otra cosa más que supe cuando le leí la mente es que creía firmemente que la única razón que no habían mandado directamente a ningún Lahishin de rango tras él cuando huyo es porque no sabían que podía invocar los perros del inframundo y que dominaba otros conjuros prohibidos... desgraciadamente no logre extraer información sobre esos otros conjuros antes de que muriera. Según vi, para Thalmunt esos conocimientos con su nivel suponían la pena de muerte instantánea en donde estuviera.

Esto era lo único que logre sacar en claro de rumores, leyendas y la confusa información que extraje de Isshin… Tenía mucho en que pensar, por lo poco que saque en claro sobre la situación, es que habían mandado un mago del más alto nivel fuera del Continente Occidental con otros dos Lahishin de rango solo para investigar a Vhaalzord, por muy falso que este resultase ser luego… El anciano llamado Kless había convocado y controlado un Khulgan con ayuda de sus dos acompañantes al modo de los antiguos sacerdotes, demasiados detalles de la magia del culto al Dios Loco, y todos ellos procedentes de un mismo sitio…

Todo parecía apuntar hacia la presencia del nefasto libro de conjuros del culto en Thalmunt, lo que en si ya era un autentico problema, hacerse con el no sería nada sencillo por las características especiales del sitio, a tener de lo que cuentan las leyendas… sin contar con su…  por el momento digamos que presunto interés por mi persona y paradero…

FIN