Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 3

Val soluciona por fin los pequeños problemas creados por la sustracción de su caballo por su antiguo dueño a su inigualable estilo… Poco a poco se va acercando a donde esta el falso Vhaalzord

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 6

Capitulo- 3

Al final conseguí encontrar donde vivía semejante alhaja... Era una casa a las afueras de la ciudad, en una zona que la gente normal no solía frecuentar por la cuenta que le traía, era como una especie de barrio exclusivo para los más poderosos de la ciudad, una zona exclusiva para ellos, parecía que todos se hubieran puesto de acuerdo para vivir allí... de locos, todo el poder de la ciudad allí juntito, aunque dudaba que los demás "poderosos" supieran la joyita que tenían de vecino. Eran casas enormemente lujosas, con espaciosos terrenos a su alrededor, vamos, mansiones en toda regla. Lo malo de esto es que si algo pasaba en el interior de la casa no se enteraría nadie fuera de sus paredes, lo que supongo que para sus negocios, fiestas, intimidad, etc, les vendría de perlas, pero quizá todo eso cuando alguien como yo los visitaba les era contraproducente... aunque la verdad es que por lo que vi estaban todas la mansiones protegidas por muchos guardias... En este caso en concreto lo de estar tan aislados iba a ser de lo mas contraproducente para este Señor porque no podría pedir ayuda a nadie cuando yo empezara a pedirle "explicaciones".

Me cole en la finca por uno de los laterales del muro que la circunvalaba protegiéndola de extraños, esquivando de ese modo a los guardias de las puertas, no quería que nada llamara la atención, y la falta de estos la hubiera llamado enseguida, por eso se salvaron junto con los que patrullaban la finca alrededor de la casa... de momento. Una vez llegue hasta la casa me cole por una ventana del piso superior, entrando en una habitación donde me sorprendió un criado que tuvo la mala suerte de morir en el acto del susto, bueno no solo del susto, ya que supongo que algo tubo también que ver mi daga clavada en su corazón... Las siguientes en tener mala suerte fueron dos criadas, que por cierto eran feas como demonios, casi me matan ellas a mi del susto… brrrrrrr. Las dos cayeron con dos dagas clavadas en sus cuellos cuando intentaron gritar... pase por su lado recuperándolas, limpiándolas en sus ropas y volviendo a guardármelas.

Diez minutos después de mi entrada, sabia donde estaba el simpático Señor que andaba buscando, donde estaba su hija y donde estaba todo el resto de personal de la casa... el y su hija en el salón, el resto de gente del interior de la casa a esas alturas ya estaba muerta. Solo quedaban vivos los guardias exteriores y los de las puertas, pero debido a la construcción de la casa, a lo grueso de sus muros, etc, dudaba de que se enteraran de nada de lo que sucediera dentro a partir de ese momento, pero por si acaso distribuí mis pequeñines por los accesos para evitarme sorpresas desagradables.

Una vez tuve claro que no habría peligro de sorprendernos mientras charlábamos hice mi entrada triunfal en el salón usando inmediatamente una sonda mental sobre ambas personas presentes en ese salón... el jefecillo, un hombre de unos cincuenta años, delgado, bajito y con cara de sádico se levanto corriendo sacando una daga de un costado, listo para hacerme frente... la joven por el contrario solo se llevo las manos a la boca para ahogar un grito de miedo al verme entrar allí, por cierto, era una joven preciosa, que me la puso dura nada más verla... ¡¡¡qué mujer más guapa, y que cuerpazo se dejaba insinuar bajo el vestido que llevaba!!!, ¡¡¡como estaba!!!. Y por otro lado que mala ostia tenia… mi sonda revelo que lo único que pasaba por su mente en esos momentos además de su miedo, era pensar en cómo castigar con el látigo a sus criadas por permitirme llegar hasta allí… menuda arpía más atractiva.

En ese momento decidí mi curso de acción, introduciendo cambios en el plan original... antes pensaba matarlos a todos y después interrogar al jefe, ahora había cambiado de idea, ahora antes de nada pensaba follarme a la hijita del desalmado este... era una ocasión de desahogarme que no pensaba desaprovechar, con las prisas que llevaba no follaba desde que entre en territorio "civilizado" y me folle a aquella zorra de la fonda... y sinceramente, por otro lado me apetecía mucho follarme a esa jovencita tan divertida para sus criadas, estaba de miedo y una vez más podría disfrutar de mis particulares gustos para correrme. El padre intento venirse a por mí usando su, sin duda, alta pericia con el cuchillo... pero desgraciadamente para él, era yo quien estaba enfrente, en un minuto quedo desarmado, derrotado y humillado ante su hija. Tras ello me apresure a atarlo a una silla, en todo este tiempo la hija permanecía sentada en su silla completamente aterrada, parecía totalmente incapaz de moverse de allí por el miedo.

Después de amordazar y atar al padre a una silla me dirigí hacia su aterrorizada hija, obligándola a levantarse de la silla donde parecía que la hubiesen clavado, según se levanto puse mis manos en sus pechos para comprobar cómo eran de duritos... instintivamente pego un gritito intentando sacudirme un guantazo, pare su mano en el aire, entonces le rompí el vestido hasta dejarla desnuda y echa un ovillo en un rincón de la sala sollozando... me dirigí al padre quitándole la mordaza, lo primero que hizo fue insultarme, lo siguiente que paso fue que le solté cuatro guantazos seguidos calmándolo en el acto, acto seguido lo interrogue sobre mis caballos y sobre el falso "Vhaalzord", se negó a contestarme lo que le pregunte, no quiso decirme nada de nada por lo que volví a ponerle la mordaza.

Me fui a por la joven, la forcé a levantarse, una vez llegue a la altura de la mesa la obligue a ponerse sobre ella con el  culo en pompa y pese a que intento impedirlo con todas sus fuerzas introduje mi polla de golpe hasta el fondo de su coño... note perfectamente cuando atravesé su virginidad, ella pego un alarido al sentir la cuchillada en su interior... estaba frente a su padre que veía como me follaba de forma salvaje a su queridísima hijita... Poco a poco logre que ella fuera sintiendo placer... en unos minutos estuvo gimiendo y jadeando de placer ante la cara de su lloriquearte padre... mientras la embestía no hacía otra cosa que llamarla puta, zorra y guarra, diciéndole a su padre que viera como disfrutaba esa puta de mi polla, como movía el culo la muy guarra para que le entrara mas dentro... que la iba a convertir en mi zorra y la pondría a trabajar de puta en algún local... El hombre tenía las mejillas cubiertas de lágrimas al ver a su querida hijita en esa situación... lo que ninguno de ambos sabían es que la joven estaba siendo sutilmente manipulada para que su cuerpo respondiera a los estímulos de placer que estaba recibiendo.

Estuve dándola como cinco minutos tras su primer orgasmo, metiéndosela hasta el hígado, pero esta vez hice que levantara el torso un poco para que su padre pudiera ver como se bamboleaban sus tetas con mis embestidas a su coño, como la muy zorra gemía y jadeaba disfrutándolo, como sus pezones estaba enhiestos por su excitación al ser tratada de ese modo, a estas alturas dudaba ya de que mi conjuro siguiera todavía activo, la recatada niñita se había destapado a si misma... reconozco que estaba disfrutando de esa zorrita como un enano... tenía un coñito apretado que era una delicia como apretaba mi polla. Antes de hacerla correrse por segunda vez tuve una maligna idea viendo al padre, observe que no pudo evitar el empalmarse viendo lo que sucedía, supuse que una cosa es lo que el sintiera y otra muy distinta lo que su polla opinara al respecto.

Me salí de la joven que quedo visiblemente aliviada cuando me sintió abandonarla pese a como le babeaba el coño... peor le sentó cuando saque la polla de su padre y la obligue a chupársela mientras yo seguían entonces fóllandola otra vez el coño... ambos lloraban por esa situación. El pobre hombre no pudo evitar correrse enseguida en la boca de su hijita, llenándosela de su leche... cuando ella intento escupirla yo la obligue a tragársela delante de los ojos de su padre, además hice que lo realizara de forma que él lo pudiera apreciar con claridad. Tras lo cual seguí embistiéndola hasta que me corrí dentro de su chorreante raja, llenándosela de leche, quedó completamente desmadejada sobre la mesa donde la había vuelto a apoyar para poder seguir fòllandomela...

Tras esto le volví a pedir al padre que me contara todo lo que sabia y conocía... estaba destrozado por lo sucedido, una vez satisfecho con sus respuestas le deje sin la mordaza, yéndome otra vez a por la hija, pero en esta ocasión una vez la volví a colocar en posición, lo que hice fue romperla el culo sin piedad, le metí la verga por el hasta el fondo, le hice pegar una alarido de dolor al sentirme invadiendo sus entrañas... el padre gritaba como un energúmeno, sollozaba por su hija, me amenazaba, me juraba la muerte... en fin, que por fin se había desquiciado del todo viendo como violaban a su adorada niñita delante suyo. Una vez más cuando paso el dolor su cuerpo de nuevo la traicionaba, haciéndola gozar y comportarse como una autentica puta ante su ya casi enajenado padre, que no creo que pudiera haber llegado a imaginar alguna vez que su hijita se comportase de ese modo.

Le estuve reventando el culo durante casi diez minutos en los que se corrió dos veces dando alaridos de placer, moviendo el culo como la zorra más experimentada. Tras ello hice que me limpiara la polla con su lengua ante la cara de su padre, para ello había usado un pequeño escudo sobre mi querido aparato por temor a que me mordiera... El pobre hombre tuvo que ver a escasos centímetros de sus ojos como su hijita me chupaba la polla con glotonería y vicio... Poco a poco fui potenciando su idea de que su querida niña en realidad era una autentica puta que estaba disfrutando de todo esto... lo que lo estaba destrozando mentalmente, se podría decir que a estas alturas su cordura ya corría un serio peligro... Tras terminar de chuparme la polla cuando me corrí, la niña se trago toda mi leche delante de su padre, recogiendo con la lengua incluso los grumos o pegotes que habían escurrido por la comisura de sus labios al no haberle cogido toda mí corría entera en la boca.

Tras esto volví a colocarla en posición ante su padre, volviendo a metérsela por el coño desde atrás, empecé a moverme como un salvaje fòllandomela una vez más, según note que nos llegaba el orgasmo a ambos, acelere para sincronizarme con ella, justo cuando íbamos a corrernos la corte el cuello ante su padre que tuvo que ver atónito como su hija moría mientras se corría y me provocaba a mí un orgasmo brutal al contraerse los músculos por los estertores de su muerte y su propio orgasmo... Tras esto creo que enloqueció por completo, su mente se desconecto. Una vez me recupere me acerque a él para usar un conjuro de lectura mental, extrayéndole todo lo que me interesaba de él, tras lo cual le corte el cuello como a su hija.

Cuando salí de aquella casa con mis caballos quedo en llamas, previo a mi marcha lo registre todo, llevándome lo que encontré de valor en dinero, necesitaba reponer mis fondos, de paso al salir de allí mate a los guardias de las puertas cuando me trataron de detener, use mi Shilkka contra ellos, convirtiéndolos en guiñapos sanguinolentos en cuestión de un minuto. Tras ocuparme de este ultimo problemilla partí, eso sí, al pasarme por el establo para recuperar mi caballo me encontré con una enorme cantidad de ellos, de forma que me lleve el mejor que encontré, y que era como unas diez veces mejor que el otro... Tras esto continúe mi viaje rumbo a mi siguiente parada en la búsqueda de ese usurpador de mi nombre..., y cada vez iba más contento a por él.

Por lo que logre sacar en claro del jefecillo de marras, las últimas noticias lo situaba en la zona norte ayudando a cierto noble en sus venganzas contra los nobles vecinos... pero me sorprendió saber que era allí donde empezó a usar el nombre de Vhaalzord y no antes como yo creía. Este era un reino cuya corona era muy débil y estaba totalmente bajo el poder de la nobleza, desatándose guerras internas entre ellos cada dos por tres sin que el rey pudiera hacer nada por evitarlo... no sé porque, pero mientras pensaba en toda esta nueva situación, me estaba dando en la nariz de que me encaminaba directamente a meterme en otro lio al que nadie me había invitado... esto de ir de lio en lio empezaba a ser una inercia en mi vida, llevaba una racha de aúpa. Por lo menos parecía que tanta muerte y destrucción era el remedio más eficaz para aplacar mi "locura"... esta pese a todo lo sucedido, pese a todo el poder que había estado usando, no daba la menor muestra de su existencia... me encontraba mejor que nunca a ese respecto.

Para ser sincero, desde mi visita al Gran Templo de “Los Archipiélagos” tenía una leve idea del por qué ahora no enloquecía, allí encontré ciertos posibles datos que quizá se aplicaran sobre esa parte del dios residente en mí, datos que no tenía nada claros y que pese a su aparente inconsistencia me ponían los pelos de punta, creedme. Pero bueno, este no es el momento de hablar de ello.

Una semana después empecé a encontrarme con señales evidentes de saqueos... granjas quemadas, pueblos arrasados, restos de escaramuzas o pequeñas batallas... estaba claro que esa zona estaba o había estado recientemente en guerra. En el siguiente pueblo a parte de parar para intentar reabastecerme, lo hice por indagar sobre lo que sucedía en esa zona, lo último que quería era meterme en medio de alguna guerra que no tuviera nada que ver con mi objetivo...

Desde luego no tuve la menor suerte al respecto, según me contaron un poco recelosos, y únicamente lo hicieron por la influencia de algún que otro hechizo inocente... todo esto lo había organizado un noble que había contratado al "Gran Vhaalzord" eliminando a sus oponentes y conquistando sus tierras, algunos de sus enemigos lograron escapar... pero esos eran los menos importantes además y por eso mismo con casi nulas expectativas de recuperar lo suyo. Tal y como ya sabía, el falso Vhaalzord estaba actuando por cuenta de alguien, estaba al servicio de un “Señor*”… la cosa se ponía más que interesante…

Se podía considerar que ese “Señor” había conquistado para si toda la región sin excesivo esfuerzo, y en poco tiempo podría convertirse en un poder a tener en cuenta por el trono... ya que de ser lo suficientemente ambicioso podría intentar ir a por él. Para desgracia suya y fortuna mia, parece que todavía contaba con cierto mago mítico a su servicio... lo que hizo que me pusiera en marcha inmediatamente rumbo a su fortaleza... pobre noble, su suerte acababa de cambiar... de buena a pésima, y todavía no sabía el animalito hasta que punto era así.

La fortaleza en cuestión era una construcción realmente formidable, consistía en un enorme castillo en lo alto de una altísima loma de origen granítico, uno de cuyos laterales terminaba en una cortada que daba a un caudaloso rio, el otro era una enorme pendiente semicircular por la que se accedía a la fortaleza. Para llegar a esta había que cruzar una puerta amurallada, después un camino serpenteaba por la loma excavado en el granito hasta alcanzar la puerta de la fortaleza, otra particularidad es que este camino tenía un parapeto de piedra en su parte externa, por lo que en caso de asedio desde la parte externa los arqueros difícilmente podrían alcanzar a los soldados que fueran desde la muralla exterior a la fortaleza o viceversa, sin embargo si alguien intentaba acceder por él, desde la fortaleza debido a su altura y situación, los arqueros o ballesteros que la defendieran podrían coser a los imprudentes... Otra defensa consistía en enormes depósitos de aceite que descargarían en el camino en caso de ataque, el camino al estar excavado en el granito podría conducir el aceite ardiendo como si fuese un rio de fuego…

La guarnición de la fortaleza debía de ser de aproximadamente 300 soldados de leva de los pueblos pertenecientes al Señor, también debo de reconocer que no escatimaba con ellos al estar todos excelentemente entrenados y pagados, esto último era para evitar posibles traiciones. Además también había una unidad mercenaria compuesta por 100 hombres que hacía las veces de escolta personal del Señor. Esto solo hablamos de la fortaleza y la puerta de acceso al camino que conducía a ella, la guarnición del pueblo situado a sus pies era independiente por completo, aunque no estaban ni tan bien pagados, ni tan bien entrenados.

El pueblo situado en su base estaba protegido también por poderosas murallas, se veía una localidad prospera que poco a poco se iba recuperando de la guerra, en sus murallas y el interior de la población se veían las huellas de la batalla, los desperfectos causados por catapultas, balistas, el fuego, etc... Estuve dos días en esa población intentando reunir información sobre el "poderoso mago" contratado por su Señor. Como os explicaría yo lo que era intentar que alguien dijera algo de el... en cuanto el nombre de Vhaalzord salía a colación se hacia un silencio sepulcral, la gente se miraba una a otra nerviosa y se pasaba corriendo de largo sobre ese asunto... os aseguro que fue algo frustrante para mí. Incluso con sondas mentales tuve poco que hacer al respecto, ya que incluso evitaban pensar en el de cualquier modo...

Otro cantar era su "Señor", sobre este te costaba que hablaran, pero un vinito o alguna otra bebiducha y sus lenguas se soltaban con relativa facilidad, eso sí, también pretendiendo contarlo con la mas que debida discreción. Así me entere de que el ambicioso en cuestión empezó una guerra por vanidad, pensando que su ejército era el mejor del mundo... primer enfrentamiento y primera escabechina, el poderoso ejército destrozado. Estuvo a punto de caer, pero su fortaleza le salvo, tras dos años de asedio tuvieron que levantarlo por no poder mantenerlo... problemas con los avituallamientos del ejercito, el coste económico del sitio, etc... Después de eso, el "Señor" empezó a contratar mercenarios, tubo algunas derrotas mas aunque mínimas, pero logro que sus adversarios en esos momentos tampoco consiguieran una superioridad manifiesta sobre él. Cierto día apareció a su lado ese "mago" que según los lugareños es mejor no nombrar si quieres seguir vivo... y con él a su lado empezó a cosechar victorias sin cesar... hasta derrotar y eliminar a sus enemigos junto con sus familias... nadie me lo dijo, pero en todos ellos se leía claramente que pensaban que el siguiente paso de ese ambicioso seria el trono, y que con ese "mago" a su lado seria invencible, que el reino estaba condenado a caer en sus manos.

Pese a todo esto yo veía un problema bastante serio para mis intereses, el "Señor" había conseguido multiplicar por diez la extensión de sus dominios, pero a cambio seguro que había dejado su tesoro exhausto, y sin dinero dífilamente se podían contratar mercenarios, al mago o incluso levantar un ejército de levas entre sus población. Para llevar a cabo sus indudables planes sobre el trono necesitaría dinero, y mucho dinero para ser exactos. Dudaba que tuviera todavía consigo al falso Vhaalzord al igual que no se veía rastro ninguno de mercenarios por ningún lado, obviamente había debido de verse forzado a abaratar costes tras la guerra.

El motivo por el que esto no me preocupaba en absoluto es porque era casi seguro que el "Señor" supiera a ciencia cierta dónde y cómo localizar a tan famoso, poderoso y mítico mago... y algo en mi interior me decía que compartiría ese interesante conocimiento conmigo enseguida que se lo solicitara... por la cuenta que le traería. Aproveche para descansar mientras estudiaba como eran las cosas por allí, nunca está de más aprender de sitios nuevos...

Un problema que se me presentaba era como acceder a la fortaleza, digamos que el "Señor" estaba algo paranoico con su seguridad. Nadie entraba a la fortaleza sin un permiso especial. Los víveres frescos se servían en la parte inferior del camino de acceso, era personal de la fortaleza el que bajaba a por él y no al proveedor el que accedía a ella. Tal y como estaba la cosa tenía poco tiempo de margen para hacer algo ya que quince días después habría un fiesta en la fortaleza, esa era mi mejor oportunidad, tenía que conseguir que me invitaran a ella... tenía quince días para que un humilde cuenta historias fuese invitado a la fortaleza para amenizar la fiesta... Si no lo lograba tendría que usar mi Plan B, entrar en la fortaleza pidiéndolo amablemente, es decir, arrasándolo todo a mi paso... algo que para mí sería algo ciertamente fácil, pero posiblemente de consecuencias funestas para el pueblo en el que ahora estaba.

No me quedo otra que emplear sondas mentales a diestro y siniestro para poder descubrir por donde tenía que moverme para ser invitado a la fiesta. Fue algo realmente agotador, pero por fin logre localizar tres posibles puertas de acceso a la fiesta. Logre que al menos dos de ellos me escucharan, logrando que quedaran gratamente sorprendidos con mi trabajo de relator de historias. Justo cuatro días antes de la fiesta logre que uno de ellos me hiciera una prueba con vistas a presentarme a la fiesta... Por lo que deduje todos los invitados llevarían algún tipo de presente u obsequio para hacerle la pelota al "Señor"... y esta persona aparte de su obsequio pensó en llevar a la fiesta un entretenimiento también por su parte, o lo que es lo mismo, ganar más puntos ante el Señor que los demás. Por lo que pude ver la competencia en el peloteo era feroz.

La fiesta era en un enorme salón de piedra con un pasillo circunvalándolo por arriba, en el había guardias apostados, unos diez ballesteros por pared. La planta baja también estaba repleta de guardias, por lo que deduje debían de estar presentes los 100 guardias personales del "Señor". Cuando este se movía entre los invitados le acompañaban cuatro sujetos de aspecto tétrico... tras esta pequeña excursión entre sus invitados, estrechando manos y dando besos a las damas, pasaron al espectáculo de los artistas que los invitados habían llevado intentando quedar lo mejor posible. Traga fuegos, tiradores de cuchillos, traga espadas, contorsionistas, relatores de historias, etc... En fin, todo lo que se les ocurrió o a lo que pudieron echar mano.

Según empezó el espectáculo disimuladamente deje libres a mis chiquitines para que se dispersaran por la fortaleza, tenían tres misiones primordiales, encontrar un buen escondite para poder quedarme tras la fiesta, averiguar cuál era la habitación del Señor e intentar obtener todos los datos posibles sobre la fortaleza, personal y puestos de guardia de la misma. Lo cierto es que la gente se había esmerado muchísimo en buscar lo mejor posible para intentar sorprender al "Señor" de forma positiva... entonces llego mi turno.

Empecé con una historia sencilla y muy conocida en el Gran Continente, el segundo cuento fue algo terrorífico según la expresión que puso todo el mundo, empecé a contar una de las celebres historias de "Vhaalzord, El Nigromante"... La gente palideció, algunos parecían cadáveres por su lividez... el único que parecía divertirse y que aplaudió el inicio de mi historia fue el "Señor", parecía que se recreaba ante todos por su "dominio" y conocimiento sobre Vhaalzord... Una leve sonda mental sobre el "Señor" aprovechando que la historia seguro que le hacía pensar en el, me rebelo que efectivamente no estaba en la fortaleza, pero que estaba seguro de poder traerlo de regreso de ser necesario para él, que era precisamente lo que necesitaba saber... ahora era cuestión de poder quedarnos los dos a solas para poder preguntarle y obtener lo que quería... por las buenas o por las malas...

La gente que estábamos como entretenimiento habíamos sido situados en dos largas salas adyacentes al gran salón donde se celebraba la fiesta. En este justo sobre la puerta de entrada principal se situaba una gran balconada donde se situaban los músicos que amenizaban la velada con instrumentos de cuerda. Únicamente cesaban cuando había alguna actuación. Mis pequeñines descubrieron que desde una de estas salas se podía acceder mediante unas angostas escaleras a una zona almenada que daba hacia el precipicio a cuyos pies discurría el caudaloso rio, una zona que hacia como una terraza privada de la gran torre de homenaje al estar cortada en sus extremos justo donde la torre terminaba de un arco enrejado que impedía al paso a cualquiera, no obstante ese mismo enrejado permitía a la ronda de patrulla comprobar si había alguien en la terraza o no.

En esa zona “protegida”, según mis chiquitines existían un par de puntos muertos donde podría permanecer oculto de los guardias o las patrullas interiores de la fortaleza, no dude en lo mas mínimo de ir a investigarlos. Justo en la esquina que hacia la gran torre de homenaje con una de las murallas laterales, fuera de la vista de quien mirara desde el enrejado, había un pequeño hueco donde se habían desprendido de su mortero algunas de las grandes piedras, desplazándose estas como medio metro aproximadamente hacia adelante. Dejaban entre el muro y la torre un estrechísimo paso que conducía a un hueco que quedaba entre esas piedras y el contramuro interior de la torre en el que tranquilamente podría esconderse un hombre, era el sitio perfecto para poder ocultarme al terminar la fiesta y así poder hablar con el "Señor" en sus habitaciones... cuando averiguara donde estaban estas, claro.

Estuve analizando las posibilidades del escondite, solo era necesario un pequeñísimo y prácticamente indetectable conjuro de ilusión sobre ese estrecho pasillito entre el muro y la torre para que nadie supiera de su existencia, para que un mago cualquiera descubriera el conjuro debería de buscarlo directamente en el sitio donde había sido empleado. Lo prepare todo, primero el conjuro de retención de poder, después uno de longevidad y para terminar el de ilusión, con ello pretendía que el conjuro durara al menos cuatro o cinco días... mas tiempo hubiera requerido de una cantidad de poder que un mago habría podido detectar de pasar delante de suyo... y desde luego cuantos menos riesgos en ese sentido mejor, de ser necesario renovaría los conjuros y listos.

Lo tenía todo listo para reintegrarme a mi sitio antes de que me echaran de menos o me pudieran llamar cuando ocurrió el desastre... o casi. De improviso y justo cuando estaba a punto de abandonar el escondite tras acondicionármelo un poco, aparecieron dos personas en la terraza provenientes del fondo del almenado, debían de haber salido desde algún otro acceso al mismo... por lo que vi era uno de los consejeros del "Señor" y una de las invitadas. Maldije mi suerte, ya que si prolongaba mucho mi ausencia alguien podría notarlo, o bien llamarme para que contara alguna nueva historia, lo que dado lo paranoico que era el Señor... sería un serio problema.

Mis esperanzas de que solo estuvieran paseando se derrumbaron enseguida, en cuanto vi como la Señora se apoyaba en una de las almenas* y el consejero del "Señor" metía su cabeza bajo sus faldas... entendí que la cosa podía ir para rato... para colmo la buena Señora jadeaba y gemía como si la estuvieran matando mientras abrazaba la cabeza del consejero por encima de su falda... Confieso que maldecía todo lo que se me pasaba por la cabeza, evidentemente esos dos habían acudido a tan discretísimo sitio a lo obvio... y yo debía de salir rápido de allí para regresar a mi sitio.

CONTINUARA

  • El “Señorío” se trata de una donación hereditaria de tierras y vasallos incluida la jurisdicción, es dada por los monarcas como pago por servicios prestados o como recompensa a meritos adquiridos, pero por su mera voluntad… El noble propietario de un Señorío es conocido simplemente por el titulo de Señor y en este caso del relato se le considera el más ínfimo de los títulos nobiliarios.

Almena o merlón es como se le llama al diente que sobresale en el parapeto de una muralla, funciona como defensa pasiva al ser un resguardo para los soldados defensores de la muralla, también se podía usar como defensa activa al derribarlo sobre los asaltantes, matando a quienes pillara debajo al caer.