Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 - 5 (Final)

Las cosas se complican todavía más de lo que ya estaban para el futuro de Val… Por fin explora el Nuevo Templo encontrando en el más de lo que esperaba… y desde luego no todas agradables

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 5

Capitulo- 5

Lo cierto es que después de terminar este viaje a las Ruinas no pensaba dejar supervivientes tras de mí, no pensaba dejar vivo a nadie que supiera donde había ido, a que o por donde había entrado hasta ellas, así que aunque me costó lo mío, fui a reclutar a lo más granado de lo disponible en el puerto… asesinos, antiguos piratas, violadores… gentuza que por uno u otro motivo ahora estaban sin barco… mis sondas mentales me revelaron quienes serian perfectos para acompañarme a este viaje sin retorno para ellos y quiénes no merecían de momento ese final.

Tras zarpar lo primero que hice fue desplegar por todo el barco a mis chiquitines para asegurarme de que me enteraría cuando mi tripulación se preparara para eliminar a su capitán, es decir, a mi. Después discretamente desplegué un par de rapaces para que volaran hasta las ruinas y la isla, quería observar por mi mismo la situación, encontrándome con algo que ya suponía por lo que vi de Thala... la isla tenía pinta de estar plagada de trampas, sabia el camino que esta había usado y que por ahí podría llegar hasta la misma entrada de las ruinas sin peligro, pero una vez dentro de ellas...

Al sexto día mis pequeñines me avisaron de que la tripulación se preparaba para "enfadarme a conciencia"... Cuando estaba aparentemente distraído en cubierta el elegido para enfadarme se acerco sigiloso a mí, saco una daga y con todas sus fuerzas intento clavármela en el costado... lástima que de repente su cuerpo se quedara paralizado por mi magia... Entonces me limite a usar un hechizo de escudo con mi mano, golpear con ella como si fuese un cuchillo contra su pecho, meterla dentro rompiendo dos costillas... que sonido más bonito que hicieron al partirse las dos... entonces mi mano se cerró sobre su corazón arrancándoselo...

La tripulación me miraba aterrada por lo que acababa de ver, acababa de arrancarle del pecho el corazón a un hombre, incluso para esta gente sabía que eso resultaría muy fuerte. Me dirigí a un marinero que se había quedado mirando horrorizado... era uno de los tres cabecillas que decidieron matarme, uno de los jefecillos... Le sujete por el cuello, entonces reforzando mis escudos le lance un conjuro ígneo al interior de su cuerpo, empezó a quemarse de adentro hacia afuera entre alaridos mientras mi mano se cerraba sobre su cuello... no le solté hasta que quedo completamente carbonizado.

Al segundo lo pille de seguido cuando intentaba esconderse detrás de otro marinero. Cuando me vio ir a por él me ataco con un cuchillo, secundado por el otro cabecilla que seguro que pensó que él sería el siguiente... a ambos les explotaron las rodillas dejándolos sin piernas... después les hice lo mismo con los brazos, sus codos estallaron. Di una orden a uno de los marineros para que cogiera los desechos, textual, y los tirara al mar para que murieran ahogados... como vi que se hizo el remolón, al pobre idiota le hice explotar la cabeza por no obedecer en el acto... al siguiente marinero que se lo pedí lo hizo atropellándose en sus prisas y sin atreverse a cuestionarme lo mas mínimo, entonces...

- Yo : Bueno, creo que los que quedáis me entenderéis si os digo que tengo muy poco sentido del humor con los motines... con los próximos que lo intenten seré muchísimo más desagradable... ahora se termino la juerga, limpien la cubierta y a trabajar.

Cuando regrese a mi camarote lance sondas para comprobar la situación, y por lo que dejaron entrever ahora mismo estaban muy asustados, demasiado como para pretender ninguno hacerse el valiente después de mi demostración.

La isla a la que nos dirigíamos tenía aproximadamente unos 270.000 Kilómetros cuadrados, la circunvalaban poderosas corrientes que hacían de ella peligrosa para la navegación... en cualquier momento uno de sus traicioneros cambios de las mismas podía enviar el barco contra las rocas. En el extremo sur de la isla había un puesto de comercio gestionado por una poderosa familia de mercaderes de una de las principales Islas de Los Archipiélagos, único punto realmente seguro de la isla para la entrada y atraque de los barcos. Cuando llegamos al extremo norte de la misma, lugar por el que pretendía entrar hasta el templo ya que la antigua carta me indicaba por donde entrar exactamente a varias bahías o ensenadas, me encontré con la desagradable sorpresa de que nadie quería desembarcar allí por culpa de los nativos de la isla.

Según me informaron mis tripulantes, los Nauruem, son extremadamente celosos de su territorio y no permiten que nadie entre en el, por lo que me contaron han sufrido varios intentos de invasión ya que la isla es rica en alguno materiales muy golosos, pero todos los intentos de conquista terminaron en desastre, ocasión tras ocasión los soldados desembarcados fueron masacrados sin dejar supervivientes por los guerreros Nauruem. No son alguien con quienes se puede tontear, la fama de la isla es que quien se adentra en ella no regresa nunca... imaginad lo que opinaban los marineros sobre desembarcar en pleno territorio Nauruem para adentrarse a lo más profundo del mismo en busca de algo que yo digo que existe pero que nadie más conoce... por mucho miedo que me tuvieran a mi tras lo visto, me di cuenta de que más miedo le tenían a los Nauruem.

Ninguno de ellos se atrevería a desembarcar conmigo, por lo que averigüe del puesto comercial, el barco allí anclado esperándome me podría traer problemas ya que no quería bajo ningún concepto que se supiera que había estado allí o lo que allí hubiera, por ese motivo contrate a todos estos, mi intención desde el principio era que no quedaran testigos de lo que pasara o de donde hubiéramos estado... era consciente de que si los dejaba a todos en el barco tardarían en levar anclas e irse por donde habíamos entrado lo que yo tardara en desaparecer en el interior de la isla... bonito problema que paradójicamente era la solución ideal para mi... ahora me sobraban todos estos y el mismísimo navío. Sin embargo el barco con toda su tripulación me convenía mas hundirlo con todos ellos fuera de la ensenada, no quería que nadie pudiera sospechar siquiera que se podía llegar hasta allí intacto.

Tome la única decisión posible dadas las circunstancias, hice mover el barco hacia una zona un poco más al oeste donde mis pájaros me indicaron que desembocaba un rio con agua limpia y fresca. Hice anclar el barco en otra pequeña ensenada protegida por uno de sus extremos por un alto promontorio justo al lado de donde desembocaba el rio, haciendo que los marineros echaran al agua la Chalupa con suficientes víveres para aguantar bastante tiempo en la isla o por si quería irme a otro sitio con ella no tener problemas al respecto, tenía claro que tendría que ir yo solo a las ruinas... Antes de ir hable con toda la tripulación, dejándolos bien claro que esperaba que estuvieran allí cuando volviera o me enfadaría con ellos. Seguro que si les llego a decir que les deseaba buen viaje hubieran sospechado algo, quería que asumieran que me iba a internar por unos días en la isla para que intentaran largarse cuanto antes mejor.

Cuando llegue a la costa vare la Chalupa para que no se la llevara la marea, me adentre unos metros desapareciendo de su vista, luego regrese hacia la orilla, pero me situé sobre el promontorio que cubría unos de los laterales de la entrada a la ensenada, debidamente oculto entre la vegetación, después me mantuve quiero para ver hasta cuando obedecía la tripulación mis instrucciones de permanecer allí sin moverse... Una hora después de supuestamente haberme internado en el territorio Nauruem vi como empezaban a largar velas a toda prisa para irse de allí. Alzaron el ancla, largaron todo el velamen y el barco empezó a moverse hacia la salida de la ensenada, una vez que salió de ella la nave y empezó a adentrarse en alta mar fue alcanzada por tres bolas de fuego consecutivas que les lance... vi como estallaron en llamas, tras el impacto de la tercera el barco en llamas empezó a hundirse a toda velocidad... me asegure con los halcones de que nadie sobreviviera al infierno... los pocos que lograron salir fueron eliminados en el agua, ya no existían testigos de mi paradero o de donde había ido. El barco fue prácticamente intacto al fondo, y los pocos restos del mismo que quedaron las corrientes los arrastraron hacia alta mar.

Una vez solucionado ese problema me ocupe de la Chalupa, me puse a trabajar con ella, ocultándola cerca de la desembocadura del rio, camuflándola con los arboles de la zona boscosa para que nadie pudiera encontrarla sino era por pura casualidad... esa chalupa era mi billete de salida de esa isla.

Al adentrarme en el territorio Nauruem empecé a desplegar mis halcones y mis pequeñines por delante mío con intención de no llevarme sustos... quería controlar por tierra y aire todo el terreno posible. Localice por ese medio la posición exacta de las ruinas, al no querer que nadie supiera de mi presencia me costó llegar hasta ellas poco más de una semana. Era un trayecto de poco más de tres días, pero al tener que ir con cuidado de no toparme con ningún Nauruem o tener de dar rodeos cuando algunos se acercaban a mi peligrosamente, se me hizo muy largo en tiempo, tarda casi el triple en llegar a mi meta. Al final llegue a las ruinas sin contratiempos.

Para mi alegría eran unas ruinas muy parecidas a aquellas de mi pueblo, a aquellas desde donde me transporte al territorio del Dios Loco al que termine matando... solo que este templo aunque visible y mas que evidentemente abandonado estaba prácticamente intacto. Al estar allí me di cuenta de dos cosas, una de ellas es de que no se advertía presencia humana en las cercanías del mismo desde hacía muchos años, era como si los Nauruem no se atrevieran a venir hasta el templo y fuera para ellos algo así como tabú, que tuvieran miedo de acercarse por algún motivo... Por un lado eso me alegraba ya que me permitiría estar tranquilo, pero por otro me preocupaba... pensaba en el peligro de las trampas. La otra y más preocupante es la alta saturación y concentración mágica que allí había, en esa zona cualquier mago podría hacer cualquier conjuro por poderoso y escandaloso que fuera que prácticamente no se advertiría su presencia, o eso es lo que pensaba en ese momento al encontrarme con la situación. El problema era que esa saturación debía de proceder de algún sitio y todo apuntaba al templo.

La primera trampa fue con la mismísima puerta de entrada... me busque alguna pequeña lateral o trasera, de ser como el de mi pueblo debía de haber al menos una. Lo hice sabiendo que de existir trampas o defensas las principales estarían mucho más protegidas, no porque esta no fuera a tenerlas... No me costó casi nada abrirla, empuje con magia, la forcé con ella y abrió girando sobre uno de sus extremos como si fuese una puerta normal. Antes de entrar tantee con un palo por delante suyo, la puerta cuando di sobre determinada zona salió despedida para ir contra la pared de enfrente... si llego a entrar yo me hubiese aplastado en al acto al estar a su altura.

Comprobé donde está el sistema que provocaba esa reacción, pero no lo destruí, simplemente lo paralice para poder cruzar yo sin peligro, dejándolo tan activo como antes a mi espalda. En previsión por lo que pudiera encontrarme no tenía la menor intención de inutilizar ninguna trampa, quería que tras marcharme yo sus defensas siguieran tal y como me las encontrara ahora. Tras la puerta me tope con el típico pasillo... avance con muchísimo cuidado usando mi bastón debidamente protegido para ir tanteando por delante mío... me encontré varias trampas laterales que sacaban de la pared lanzas que cruzaban de parte a parte el pasillo y a cualquiera que estuviera en medio, ya que las puntas detecte que estaban protegidas con algún tipo de escudo mágico para poder atravesar armaduras convencionales... ni os digo el poder de los conjuros que debieron de ser usados para lograr esto tras tantos cientos de años... Todo esto era emocionante para mí, por fin pude que lograra mi objetivo de todos estos siglos.

También me encontré algunas en el suelo, abriéndose este para que quien estuviera sobre el callera a un pozo para quedar allí ensartado en lanzas... para terminar determinados resortes en el suelo activaban algunos conjuros que se disparaban a lo largo del pasillo... eran una mezcla de haces ígneos con haces de energía... normalmente para poder esquivarlos cualquiera antes o después hubiera activado alguna de las otras trampas. Pese a lo que os pueda parecer todo esto no fue el menor problema para mí... pero esto solo era la parte fácil.

Tras esto salí a una gran sala con tres puertas, con un buen número de conjuros tallados en sus paredes... Por todo lo que en estos más de 2000 años había logrado sacar del otro templo, excepto el correcto, todos los demás presuntos conjuros lo único que harían era disparar trampas contra quien usara esos conjuros falsos con afán de abrir las puertas... las trampas se activarían atacando al lector, además lo harían usando su propio poder... Usaban al intruso contra sí mismo, de no ser un mago este imagine que lo harían por si solas de algún modo o usarían su propia vida como energía, no me extrañaba que los nativos no se acercaran al templo... Me llevo dos días encontrar tres frases que podían ser las correctas... el problema es que de las tres puertas solo una me llevaría en la dirección adecuada, directo hacia la cámara de conjuros... actué suponiendo que fuera más o menos como suponía que debió de ser en el otro templo cuando estuvo en pie de acuerdo a mis investigaciones...

La primera puerta por la que me metí fue un fracaso total, me llevaba directo a la zona del altar, no hacia donde yo quería. Tuve que esquivar aun dos trampas más antes de poder llegar al altar, la primero fueron poderosos haces de fuego, la segunda multitud de lanzas que me golpearon desde todas direcciones, de no ser yo cualquier otro mago hubiera acabado muerto por consumir su fuente de poder con esas dos trampas, tras ese fracaso di media vuelta para intentarlo por otra puerta. Con esta segunda tuve la suerte de que fuese la correcta... lo que me indico que no era exactamente como el de mi pueblo, o que yo no lo deduje bien al estudiarlo. Tras algunas peripecias más con las trampas, ninguna de las cuales me puso en apuros debido a mi enorme poder interior, logre llegar a la famosa cámara de los conjuros... como yo la llamaba. Estuve casi tres meses allí metido estudiándola, salía para conseguir agua y comida regresando después otra vez a la cámara para continuar con mis investigaciones.

En este caso en el templo no había nada que me hiciera pensar que estaba destinado para lo mismo que el de mi pueblo, era tremendamente parecido pero solo eso, sin embargo encontré dos cosas que sobre todos mis demás hallazgos me podrían ser de enorme utilidad desde ese mismo momento... La primera eran dos poderosos conjuros de los denominados Arcanos escondidos entre el maremágnum de runas inservibles y conjuros “simples” de la enorme cámara.

El primero me podría permitir sellar de forma eficaz el libro del Dios loco situado en la Biblioteca Imperial, era un conjuro Arcano de Sangre... podría usar mi propia sangre para sellarlo y únicamente esta permitiría la apertura del sello... tenía además la particularidad de que cualquier intento de forzarlo supondría que me enteraría en el acto, independientemente de si se lograba, cosa dudosa, o no, mientras estuviera vivo lo sabría, lo que para mí era algo muy importante a tener en cuenta. Un dato que a nadie dije sobre el libro de rezos es que en el aparecía el autentico nombre del Dios Loco y no esté apodo que poco a poco fui implementando sobre él, algo que me costó borrar de la faz de la tierra y sustituirlo casi mil años… y no estaba dispuesto a dejar que regresara a la luz… el conocimiento de ese nombre era peligroso, muy peligroso…

El segundo era mucho más peliagudo y complejo, en principio tal y como yo lo entendía me podría servir para dominar mi locura, para neutralizar la pequeña esencia del Dios Loco que reside en mi alma durante un periodo corto de tiempo, volviendo a sepultarla en lo más profundo de mi ser. Esto me hacia concebir esperanzas de que si en algún momento llegaba al borde de la locura, ese conjuro me otorgara el tiempo suficiente como para poder dominarme... pero si bien el sello de sangre podía probarlo y verificar su uso, en este caso si se daba la ocasión, sería intentar algo a ciegas... debería de hacerlo perfecto a la primera... y rogar porque funcionara tal y como yo lo había entendido al estudiarlo, porque sino... malo.

La segunda cosa que encontré allí oculta entre los jeroglíficos de la cámara de conjuros, fue la información de que esa cámara no era la principal preocupación para los sacerdotes del templo, en algún punto según mis apreciaciones debía de existir algo similar a una biblioteca u otra cámara de conocimientos del tipo que fuesen… no sé, pero con lo poco que pude deducir de los jeroglíficos tenía claro que en esa sala se hallaba lo que fuera que esa raza protegiera en ese templo concreto, sin duda mucho mas valioso que el conocimiento de la cámara de conjuros misma… ahora que el encontrar esa sala era otra cuestión, iba a necesitar muchísimo tiempo de investigación de las ruinas y sus trampas para ello, tiempo que en estos precisos momentos no tenia… nuevamente se me torcían las cosas.

Existía otro conjuro en la sala que puede que fuera perfecto para mi dado todo el trabajo que tenía por delante y lo apremiado que posiblemente me viera con el tiempo... algo que ya había estudiado en el otro Templo, pero allí estaba incompleto y no fui capaz de dilucidar a qué hacía referencia exactamente, no lo sospeche siquiera en su momento, aquí sin embargo estaba intacto, este conjuro era una invocación... me permitiría llegado el caso poder invocar un caballo Khulgan por mi mismo... uno de los que ellos usan... Lo cierto es que esto me intranquilizo bastante, ni sabía, ni entendía qué relación podría tener esta raza que creo estos templos ancestrales con el dios loco, ya que estos caballos eran por lo que sabía únicamente cosa suya, igual que los Khulgan… Ahora tenía muchas más preguntas sobre muchas más cosas que antes, como podéis suponer no me hizo la menor gracia descubrir esta “posible” relación… empezaban a ser demasiados dolores de cabeza juntos…

Sobre los caballos Khulgan… podéis creerme si os digo que no es algo que me haga especial ilusión invocarlos, esos caballos son como los Khulgan o peor... parece que disfruten matando tanto como sus jinetes, cuando estos los montan en medio de la pelea, los propios caballos atacan al adversario cuando esta frente a ellos... uno de ellos podría estar galopando más de un día sin mostrar síntomas de nada... al igual que con sus jinetes, estos caballos se alimentarían de mi poder. Hay que manejarlos con mano de hierro... definitivamente es una opción interesante para tener a mano... pero muy poco agradable.

El principal problema con el templo es que me podría llevar años el estudiar todo lo que había en él, la sala de conjuros era gigantesca por definirla de la forma más correcta posible... por otra parte no digamos ya la posibilidad de encontrar la otra sala, sin contar la posible relación que hubiera entre ese templo y sus creadores con el Dios Loco, algo que sinceramente me provocaba escalofríos… lo único que tenía claro es que todo este templo debía de ser protegido.

Podía usar el conjuro arcano de Sellado Sanguíneo con las puertas de esa cámara para protegerla... junto con las puertas exteriores del templo… además de con ese arcano concreto también se podría usar sobre él un hechizo de retención para añadir un conjuro mas, uno de protección que se activara si se intentaba violar el sello, en lugar de usar alguno de ataque o algo así, decidí usar uno que usara poco poder pero que llamara la atención de cualquier mago en la Isla... lo que era tanto como decir a los Nauruem de que allí había algún intruso... después de eso dudaba de que quien fuera saliera vivo de la isla. Podría haber usado un conjuro de convocación para media docena de magos Khulgan que acudieran a mi poder por muy lejos que estuviera para solucionar el problema, pero mi principal objetivo era que pasara desapercibido y no llamar la atención sobre el templo. Y estaba claro que la aparición de esos personajes llamaría la atención sobre él en el acto si por algún milagro alguien lograba salir vivo de allí.

Logre llegar hasta la chalupa sin novedad en una semana, al igual que cuando iba hacia las ruinas fui despacio, midiendo todos mis pasos para no ser descubierto por los Nauruem. Durante los dos últimos días me procure caza, secándola para poder consumirla durante el camino hasta la isla más cercana, también aproveche la presencia del rio para reabastecerme de agua para el trayecto, la isla está a unos días de distancia de navegación. Use magia también para mantener una suave brisa sobre la chalupa...

Cuando llegue a mi destino vendí la Chalupa a lo que considere un buen precio dada la prisa que tenia por deshacerme de ella. Ahora lo que debía era de buscarme un barco que me trasladara al Gran Continente rodeando el continente Oriental por el Norte... una vez más mi intento de cruzar por Los Archipiélagos al garete... como dije al principio, cuando no es por una cosa es por otra, pero el resultado es que nunca termino cruzándolos... en fin. Encontré pasaje en un barco que me llevaba hasta un puerto comercial en la costa Noroccidental del Gran Continente... Pero una vez más se lio durante el viaje... otro asalto pirata sobre el indefenso barco en el que me encontraba... esto ya era de traca.

El capitán ordeno a todo el mundo coger sus armas y desplegar las velas al máximo... yo mientras me acerque a la borda por donde se veían las velas del otro navío. La tripulación nos pidió a los pasajeros que bajáramos a nuestras cámaras para que no sufriéramos daños, cosa que obedecí en el acto. Según sentí un par de horas después como caían piedras contra al agua, cerca del barco salí a cubierta, extendiendo un escudo por todo el navío, la sorpresa de la tripulación algunas rocas cayeron sobre él, siendo desviadas... me acerque a la borda y con todo el teatro que pude echarle al caso, cosí literalmente al barco pirata a haces ígneos, quemando barco y tripulantes por igual... lanzando también pequeñas bolas de fuego que difícilmente podrían prender todo el barco rápidamente pero sin embargo sí que eran una maravilla para quemar vivos a los piratas... cuando casi media hora después me canse de todo esto, concentre mi poder y de un solo bolazo de fuego hice saltar el barco entero en llamas... Salude al capitán indicándole que regresaba a mi cámara a descansar después de la diversión... hasta nuestra llegada a puerto estuvieron todos la mar de solícitos conmigo.

Cuando llegue al puerto lo primero que hice fue buscar algún sitio donde alojarme y poder divertirme, llevaba mucho tiempo sin hacerlo. El sitio donde me aloje tenia de todo, juego, bebida, mujeres... lo que pudieras pagar ellos te lo servían. Una cosa que me entere que tenían disponible eran los servicios de una prostituta Dhurand... cosa extraña tan lejos del Sur, pero sin duda eso es algo por lo que merecía la pena pagar por disfrutar. No penséis nada raro, las prostitutas Dhurand son tremendamente apreciadas y respetadas en su lugar de origen... quizá para que os hagáis una idea debáis de pensar en las Geishas Japonesas... mujeres expertas en los más diversos artes, incluidos los amatorios... En este caso además las Dhurand tienen la particularidad de decidir ellas si quieren el cliente o no...

Tras descansar un par de días fui a hablar con la dueña para intentar cerrar un trato para poder disfrutar de la Dhurand durante al menos una noche completa... al final logre cerrar el trato por un precio astronómico, aunque note ciertas cosas extrañas en el. Esa misma noche entro en mi habitación la chica... una mujer bellísima, con unos ojos negros preciosos, pelo negro a media melena, senos voluptuosos, culito respingón y cuerpo de diosa... lentamente dejo caer su túnica al suelo, mientras giraba sobre si misma mostrando la mercancía al cliente...

Me desnude rápidamente, una vez desnudo del todo vino hacia mí contoneándose, deteniéndose delante mío, su cabeza avanzo lentamente hacia mí, sus labios se posaron sobre mi cuello... mordisqueándomelo, lamiéndomelo, bajando lentamente hacia el pecho... mientras jugaba con él me derribo sobre la cama... haciendo que me colocara en su centro mientras ella no abandonaba mis pezoncillos, mordisqueándomelos, tironeando de ellos con los dientes arrancándome gemiditos de placer, sus mordisquitos me arrancaban escalofríos que subían por mi columna dándome una sensación de tensión enormemente placentera.

Al final su boca termino sobre mi miembro, usando su lengua todo a lo largo lo estuvo humedeciendo con su saliva, lengüeteando sobre él, mordiéndome suavemente mis testículos... arañándomelos con las uñas mientras se metía mi polla en su boca hasta tragársela por completo... se la metía y se la sacaba a gran velocidad, para después dejarla un ratito dentro de su boca mientras su lengua la trabajaba... Cuando ya estaba casi a punto de caramelo para correrme se la saco hasta la mitad, iniciando una succión violenta presionando el glande con la lengua contra el paladar, haciendo que me corriera en su boca de forma exagerada.

Tras esto continúo trabajándome la polla con la boca hasta que poco a poco fue recobrando su consistencia. Una vez que mi miembro estuvo duro por completo se ensarto en el lentamente, dejando que yo sintiera como mi miembro iba poco a poco enfundándose en su cálido estuche... todo mientras sus pulgares con el filo de sus uñas jugueteaban con mis pezones y su boca lamia o me daba húmedos besitos calientes en el cuello, mi excitación estaba otra vez alcanzando cotas...

Una vez mi miembro estuvo por completo dentro de ella sus músculos vaginales empezaron a trabajar sobre él mientras se movía, usaba sus caderas imprimiéndoles un pequeño y leve giro rotatorio al cabalgarme lentamente, muy lentamente, parecía que literalmente me estuviese ordeñando la polla con su coño. Mientras ella se movía yo le masajeaba los pechos, concentrándome en sus sensibles pezones que al poco la tenían caliente del todo. Empecé a acompasarme a sus movimientos de cadera, obteniendo yo mas placer y proporcionándoselo también a ella. Durante casi diez minutos estuvimos con esta dulce agonía intentando que fuese el otro el que se corriese... Una vez más me hizo llegar al orgasmo sin que pudiera evitarlo...

Después de descansar unos pocos minutos y recuperarme tome la incoativa aunque ella intento evitarlo, la tumbe sobre la cama situándome sobre ella, le introduje el pene y comencé a moverme al instante... estaba muy mojada, empecé poco a poco a forzar la máquina, mis embestidas aumentaron de intensidad, fuerza y velocidad. Poco a poco empecé a notar un aumento de sensaciones en mi polla, supuse correctamente que la chica empezaba a usar el mejor truco del que disponían las Dhurand, estaba aumentando la temperatura de su sangre, haciendo que el interior de su coño fuese como una caldera en ebullición...

Resistiendo la tentación de usar la magia para salir triunfante aguante como pude, por fortuna para mí en este caso concreto su propia excitación la venció antes de que la mia pudiera hacer mella en mi... se corrió de forma espasmódica mientras yo no cesaba de penetrarla moviéndome encima de ella sin parar... Con el orgasmo su concentración decayó lo justo para que su sangre perdiera algo de temperatura, permitiéndome con ello recobrar un poco de terreno... Conseguí hacerla alcanzar un segundo orgasmo mientras que me vaciaba por completo en su interior, dando ambos un alarido de placer... no os hacéis una idea de la sensación tan magnífica que es correrte dentro del tremendamente cálido coñito de una Dhurand.

Lo siguiente que hizo fue colocarse a cuatro patas, indicándome su entrada trasera... empezó ella misma a dilatarse el culito con dos dedos mientras me miraba con ojos de zorrita... daba la impresión de estar ansiosa de ser completamente ensartada en su culito. No me hice de rogar, con mucho cuidado se la empezó a meter lentamente, muy despacito entre grititos, jadeos y gemiditos al sentir como su culo era abierto por mi polla.

Una vez dentro de ella empecé a moverme despacio, para ir lenta pero progresivamente aumentando mi velocidad, me incline sobre ella para poder meterla dos dedos en el coño y follàrmela con ellos. Sentí como sus músculos una vez más empezaban a apretarme la polla de una forma realmente increíble... la sensación que ello me producía al moverme dentro de ella era terrible por el calentón que generaba... poco a poco sentía como iba perdiendo la batalla con ella... entonces una vez mas subió un poco su temperatura corporal, pero esta vez en su zona rectal. Entre la prisión de sus músculos, la estrechez de su recto y el calor que desprendía... estaba a punto de córreme una vez más sin poder evitarlo...

Reconozco que hice trampa, no me gusta perder, empecé a embestirla de forma que me hiciera un poco de daño, lo justo para poder controlarme, un pequeño truco aprendido a lo largo de los siglos... cuando todavía no controlaba también mi magia y debía de valerme por otros medios. Unos pocos minutos después ambos volvimos a corrernos como animales casi a la vez... caí sobre ella completamente exhausto... ella quedo debajo mío jadeante y cubierta de todo tipo de líquidos, jugos, etc...

Desde luego era una de las mejores Dhurand con las que había estado... no entendía que demonios hacia allí... con delicadeza empecé a sondearla hablando a la vez con ella para obligarla a pensar en lo que me interesaba y que mi sonda recogiera la información, logrando averiguar algunas cosas muy interesantes sobre ella... Decidí intervenir en su futuro cuando descubrí ciertas cosas en su mente.

Casi de madrugada acudí a hablar con la dueña sobre ella a su habitación... a sus gorilas no les debió de parecer muy buena idea y fueron tan amables de querer explicármelo con la fuerza... resultando ambos muertos al rajarlos el cuello con mi daga. Cuando estuve dentro de la habitación lo primero que hice fue acercarme velozmente a la cama donde mate al amante de turno de la dueña, una precisa puñalada en el corazón y paso a mejor vida, no quería estorbos.

Intente interrogar a la dueña con delicadeza, pero no hubo forma, no quiso colaborar y además llevaba prisa, así que un par de preguntas y cinco guantazos después harto de perder tiempo, puse mi mano sobre su cabeza, extrayendo todo lo que necesitaba directamente de ella con un conjuro... después me limite a cortarla el cuello. La chica había sido capturada en un ataque pirata a un barco que la trasladaba junto con otras cuatro Dhurand mas, las tenían separadas en ese mismo hotel... dado como funcionaban las Dhurand estaban usando a las unas para domar a las otras con el sistema de amenazar con matar a las demás si alguna intentaba escapar o no hacer su trabajo...

No me enrollare mucho con esto, logre liberarlas a las cinco... Es cierto que deje una docena de muertos, ejem... vale o quizá fueran treinta o cuarenta en realidad... Pero digo yo que tampoco es tanto muerto arriba o abajo en de este viaje, ¿no?.

Una vez libres hice que se pudieran embarcar hacia el sur, proporcionándolas suficiente dinero como para poder establecerse por libre en alguna de las principales y más importantes ciudades del continente Sur... Las prostitutas Dhurand son siempre una magnifica fuente de información por su trabajo, su cache es muy alto y sus clientes suelen ser personajes de muy alto rango en las ciudades donde se instalan... lo que hace que sepan mucho de muchas cosas...

EPILOGO

- REFLEXIONES

Me gusta hacer favores a la gente que lo está pasando mal, haciendo algo de justicia de paso, se podría decir que quizá lo que hago en cierta forma es un intento por mi parte de compensar todo el daño que he echo... Mientras continuo con mi búsqueda particular expió mis culpas en lo posible y siempre dentro de lo razonable, pero aun así podríamos decir que en cierta forma sigo siendo un hombre "normal".

Confesare también no obstante, que mis acciones no siempre son por un motivo tan altruista, sino porque sé que me beneficiara de un modo u otro al hacerlo...  durante mi largo periplo por el mundo en determinadas ocasiones me he dejado llevar por “mi instinto”, por ejemplo en este caso al intervenir con esas cinco prostitutas Dhurand, o cuando Nardhu intercedió por los habitantes de la 18º aldea de las Talkinq que habían logrado escapar a mi brutal castigo… no fueron en ninguno de ambos casos sucesos que lleve o deje de llevar a cabo por “piedad”, sino porque algo en mi me indicaba que debía de hacerlo así… que antes o después me beneficiaria de ello, ¿ciertas dotes de adivinación?, ¿el poder del Dios Loco residente en mi interior?... no lo sé, quizá si o quizá no, quizá una de las dos, quizá ambas, quizá ninguna... solo sé que es así y que me funciona bien.

Como ya habréis supuesto a estas alturas Thala pertenece a la sangre de Nardhu, y por tanto a la sangre de Dhi... el no matar a aquellas personas hace unos cientos de años, dejándome llevar por mi corazonada ante la petición de Nardhu me ha supuesto encontrar ahora un segundo templo después de más de 2000 años… encontrarlo en un lugar donde posiblemente nunca hubiera pensado que pudiera existir… junto con nuevas e inquietantes incógnitas en el mismo no tan agradables.

Seguro que todos pensareis que ahora mismo debería estar estudiando el templo y ser esa mi máxima prioridad en lugar de volver a ponerme en camino rumbo a vete a saber donde, pero algo en mí interior me dice que eso sería un error en estos momentos…, que debo de ponerme en marcha una vez más… ¿Por qué?, la verdad es que no lo sé, pero tengo claro que mis corazonadas hasta ahora y a lo largo de más de 2000 años nunca me han fallado, me han sido de mayor o menor utilidad en un momento dado, han tardado más o menos en dar sus frutos, pero hasta el día de hoy siempre han sido favorables a mis intereses… de una u otra forma.

Muchas de mis acciones vienen marcadas por ellas, aunque trate en la mayoría de las ocasiones de intentar racionalizarlas… supongo que por querer encontrar una mínima lógica razonable para ellas, algo menos místico y menos “loco”… que bastante “locura” tengo ya en mi vida. ¿Por qué las tengo?, ¿de dónde vienen?, ¿Qué son…? Digamos que esas son las preguntas más intrigantes quizá sobre mí mismo, desconozco la respuesta para cualquiera de ellas… supongo que es otra extrañeza mia mas a la que ya me he acostumbrado… Quizá algún día logre también desentrañar ese misterio… pero de momento me vale con saber que no son nada negativo o perjudiciales para mí.

FIN