Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 3

Después de follar con Lizeth la cosa se complica, y mucho… Algún imbécil viola la seguridad de las cámaras prohibidas de la biblioteca… Investigadores Imperiales hacen acto de presencia… y alguna investigadora cañón también

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 3

Capitulo- 3

Desde luego debo de reconocer que el polvo con Lizeth me sentó genial, estaba otra vez en plena forma y por lo que vi a ella tampoco la debió de sentar nada mal porque estaba de lo más simpática con todo el mundo en la clase, algo que antes bueno... no es que se llevara mal con nadie pero tampoco es que fuera el alma de la fiesta precisamente que digamos. Se ve que el follar le había endulzado el carácter, por lo menos de momento.

Lo problemático en este caso es que se ve que quedo tan satisfecha que se empezó a empeñar en acercarse más a mí, cada vez me buscaba con más frecuencia en la clase, con lo que el punto de mira de todo el mundo poco a poco de seguir así empezaría a apuntarme a mí también si la cosa continuaba, que era justo lo que trataba de evitar desde el principio de entrar en la academia.

Para follar no me parecía mal que quisiera que lo hiciéramos mas veces, pero sinceramente para estudiar ni de broma, lo que yo quería seguir es siendo igual de mediocre que siempre y si estudiaba habitualmente con ella por fuerza debería de empezar a mejorar, lo que no me convenía lo mas mínimo. Por fortuna para mí al ser más abierta, mostrarse más agradable y receptiva poco a poco empezó a entrar en el área de influencia de las grandes promesas de la academia, juntándose cada vez más con ellos o ellas y pasando yo a un seguidísimo plano en su rutina diaria, por no decir a un plano completamente nulo para ella, afortunadamente.

Eso sí, no os penséis que había renunciado a follar conmigo, por lo visto el patán la dejo tan contenta y satisfecha que no la importaba follar conmigo todo lo que quisiera, ni hacer todo lo que yo la pidiera o yo lo que ella deseara ya que estamos. Lizeth no me negaba nada después de esa primera vez en que quedo tan desecha.

En la academia lo del paso de los cursos era un tanto difuminado ya que no existía eso de vacaciones o demás tiempo libre, solo un día de la semana se concedía como descanso a los alumnos, pero todos seguíamos sin poder abandonar la academia. Solo los miembros de las familias más ricas o poderosas podían ir de vez en cuando a ver a sus familias, y eso con un permiso especial de la dirección gestionado siempre por la propia familia, nunca por el alumno. El resto de estudiantes solo podríamos salir de allí después de graduarnos, seis años después de entrar si todo iba bien... y eso de ir todo bien solo solía pasar en los dos primeros años, en el resto de los cursos solo solía pasar si eras muy, muy bueno.

Lo normal es que el periodo de estudios se fuera fácilmente a ocho, e incluso diez años en alguno casos, nadie salía de allí al servicio del imperio sin estar total y absolutamente preparado para poder hacerlo, por eso era tan buena y funcionaba todo también con los magos salidos de allí.

Como ya he dicho antes, lo del paso de curso era raro, pero que bastante raro. Lo del paso de curso era por sorpresa, pero de una total y completa sorpresa, un día entrabas a tu aula y el profesor leía la lista de los que al día siguiente se incorporarían al segundo curso... como digo era raro de narices, pero parece que les funcionaba perfectamente.

Como digo del primer al segundo curso pasaba casi todo el mundo, raro era el que no lo hacía en el tiempo establecido. Además que ese que no lo conseguía normalmente era desechado como mago y devuelto a su origen. Lizeth pasó de curso la primera, después fueron pasando los mejores, después el montón de los que sobresalían un poco de la media en algo, y por ultimo logramos pasar todos los demás de la clase juntos, ahí iba incluido yo mismo, con el resto de la clase.

Pasamos a segundo donde compartiríamos curso con esa clase donde todavía ninguno había pasado de curso, ya que según sus plazos estos no pasarían a tercero como mínimo hasta un par de meses o tres después. Según aprecia este era un modo de que los mejores de primero pudieran mostrar toda su capacidad al estar con gente mucho más avanzada, incluso se habían dado casos de alguno que se engancho a los del siguiente curso subiendo desde ese curso al siguiente tan solo tres o cuatro meses después de que hubiera llegado allí, aunque también debo de reseñar que eso era más normal desde cuarto, ya que para entonces estaban ya totalmente definidas sus especialidades como magos y podía surgir algún genio en alguna de ellas.

Al estar en este segundo curso cambiamos el color de las túnicas, ahora eran de un color verde mucho más intenso que el anterior, con bocamangas y cinturón marrones. Lizeth empezó a subir como la espuma lenta pero progresivamente al estar con el segundo curso, poco a poco iba alcanzándolos, aunque obviamente o seria lo bastante rápida en esta ocasión, era claro que de seguir así para el tercer o el cuarto año como mucho tardar pasaría todo un curso de golpe sin esforzarse excesivamente.

Todo esto hacia que los lumbreras y los machos Alfa de la academia se fijaran en ella casi en el acto, eso de aprender así, de mostrar mucho poder o mucha inteligencia era como un faro para ellos. En las clases de magia sin lugar a dudas Lizeth era de todo el curso, de hecho de ambos cursos, la más poderosa con cualquier conjuro, en cualquier aspecto. Pero para mi gusto había demasiados “listos” calentándola las orejas con lo buena que era. Me empezó a dar la impresión de que los profesores no la metían mas caña por que estaban esperando a que se estrellara antes de empezar a "moldearla", antes de empezar a hacerla trabajar en serio, digamos que querían que se la quitaran los humos que estaba cogiendo con tanto elogio como recibía...

Os diré que incluso a mí, cuando alguna noche quedábamos para follar estaba empezando a cansarme con las tonterías que estaba empezando a tener, y fijaos que solo era para follar, que no era para nada mas, pues aun así me empezaba a no gustar en lo mas mínimo lo que estaba pasando con ella y como se las daba la niña de “ser la más lista”. Al final paso lo que tenía que pasar con tanta confianza, y exceso de pago de sí misma, se estrello sin poder evitarlo, y además de mala manera para su orgullo.

La verdad es que se podría decir que gran parte de la culpa era mia... bueno, realmente era mia solo hasta cierto punto. Cuando yo llegaba a su habitación para follar ya tenía a todos mis pequeños espías distribuidos, vigilando desde hacía un tiempo para evitar emboscadas y que nos pudieran sorprender. Cuando yo picaba en la puerta de su habitación y ella me franqueaba el paso entrabamos directos en materia sin más prolegómenos, sin preocuparnos de nada mas, follando los dos como salvajes, gritando ella todo lo que quería y un poco más sin que en ningún momento hiciera que se preocupara de no armar mucho escándalo por si nos pillaban, dado que yo también usaba siempre en esas ocasiones algún hechizo amortiguador de sonido anclado a mi poder interior para que nadie pudiera oír nada de lo que ocurriera en la habitación.

Por todo esto en ningún momento la dije nada sobre contener su efusividad sonora, de forma que cuando la embestía fuerte porque me pedía dureza, cuando disfrutaba, cuando sus sensaciones empezaban a poderla ella podía chillar cuanto quisiera, que no la oirían salvo que estuvieran al otro lado de la puerta, cosa imposible porque antes de que se pudieran acercar mis pequeñines me lo hubieran advertido con suficiente antelación. Que por cierto y ya que estamos, no os digo como gritaba Lizeth, lo hacía sin cortarse ni un pelo... era una escandalosa de narices.

Cuando la enculaba era todavía peor, aun dilatándoselo un poco era increíble la forma de chillar y de gritarme lo que quería que la hiciera, para que os hagáis una idea del escándalo os diré que era como la sirena de los bomberos, igual, unos alaridos impresionantes los que pegaba la niña. Eso sí, reconozco que era una delicia follar con ella, te dejaba molido del todo, aguantaba todo lo que quisieras darla y por donde quisieras darla. Además conmigo se había acostumbrado a follar como si yo fuera un martillo neumático, recibiendo de mi todo lo fuerte que ella pedía, manteniendo una alta velocidad de embestidas y llevándola al orgasmo una vez tras otra, de varias formas distintas además, practicando bastantes posturas y no negándome a hacerla nada que se la ocurriera cuando fóllabamos, se pude decir que conmigo estaba encantadísima como amante.

Para ser totalmente sinceros, he de confesar que la verdad es que a mí eso me venía de perlas, como digo la niña follaba de vicio y de paso me desestresaba un poquito, manteniéndome alerta, practicando conjuros para protegernos mientras ocultaba a mi amante mi verdadera capacidad mágica, manteniendo ese puntito de riesgo “mínimo” que me mantenía digamos que… "despierto".

Llevábamos un mes y medio con el segundo curso cuando paso algo que no me hizo la menor gracia, pero que nada de nada, ni en lo mas mínimo. Uno de los machitos del antiguo segundo curso se camelo a Lizeth, ella consintió en quedar con él en su habitación para follar... y los pillaron a la primera de cambio. El salió de rositas pero ella no, como dije anteriormente el estaba en su cuarto, pero Lizeth no, era el cuarto de él. La pobrecita se llevo media docena de latigazos y una treintena de palmetazos con una madera de espino (con sus graciosas espinitas y todo) en cada una de las nalgas... dejándola sin casi poder sentarse durante más de una semana para regocijo y cachondeo de toda la clase, tanto la nuestra como la de segundo con la que nos habían juntado, incluido en este el don Juan que quizá para más Inri era quien más se reía de ella.

No creo que Lizeth se hubiera sentido más humillada en su vida que como tras el castigo, con una completísima explicación del porqué del mismo a todos los alumnos. Además por cómo se ejecutaba este castigo, el resultado fue una mayor humillación si cabía para Lizeth, ya que al ser totalmente publico todo el mundo la pudo ver el culo, literal, al darla los varazos, y si no es por lo cuidadosos que son con esos castigos, con lo que eso de los varazos debe de doler, al moverse con cada golpe la hubiésemos acabado viendo hasta las amígdalas por ir sin ningún tipo de ropa interior durante el mismo.

Desde ese momento mi interés por ver a Lizeth se esfumo del todo, no fue por joderla o porque hubiera estado con ese imbécil, que no diré que no me jodiera o me hubiera encantado joderla por ser tan gilipollas, pero después del castigo estaría en el punto de mira de un exceso de gente para mi gusto, con lo que mi anonimato se podría ver comprometido, de modo que decidí esquivarla desde ese momento. Una vez que la cosa se tranquilizara ya veríamos.

Por suerte fue ella la que me estuvo evitando todo lo que pudo. No diré que no me hiciera gracia la cosa, en esos momento me resulto más que evidente la razón por la que me evitaba ella misma, hasta cierto punto, diría que incluso comprensible, ella pensaba en nosotros como en una especie de pareja en cierta forma oficiosa, con lo que sin duda debía de interpretar lo que había hecho con ese otro chico como unos cuernos en toda regla hacia mi, por lo que me evitaba tanto como podía... sinceramente me vino de perlas todo esto, porque así permaneció lejos de mi todo el tiempo.

No diré que me hubiera dado igual eso de que se fuera a follar con el otro imbécil pasando de mi, y del hecho de que estaba follando conmigo en esos momentos, lo que en cierta forma se podría ver como una traición pese a no existir compromiso ninguno entre ambos. Lo que realmente me jodío de todo esto es con el imbécil con el que se fue, pero tenía claro que eso era su problema, no el mío, ella sabría que era lo que hacía y con quien lo hacía. Si no era así, mas la valía espabilarse rapidito para darse cuenta de la situación real que había en la academia entre y con los alumnos más “listos”, pero bueno, como digo no era cosa mia, de ella por fuerte que os pueda sonar tan solo me interesaba realmente su coño, su culo, su boca para que me la chupara, sus pechos y poco más. Es decir, solo me interesaba para follar y poco más.

Una de las cosas más surrealistas que me paso mientras estuve en la academia fue en ese mes precisamente... en la clase que trataba sobre las leyendas, evidentemente salió a colación la leyenda sobre la sabiduría encerrada en la biblioteca, sus legendarias habitaciones prohibidas, etc... Según dijo el profesor en esas habitaciones simplemente había pergaminos que recogían algunos de los conjuros más peligrosos que existían y como combatirlos, pero nada que te diera más poder, que te convirtiera en un súpermago o algo así. La verdad es que todos parecían enormemente entusiasmados con el tema, pero al tratarse de la Gran Biblioteca de la academia y con lo susceptibles que eran con ella los profesores, los custodios de la misma, la misma dirección, etc… Ninguno hizo mucho esfuerzo por mantener el tema, dándole la razón al profesor como a los locos. Realmente se podía apreciar que quien más quien menos pensaba que en las mas prohibidas salas de la biblioteca debía de haber cosas que nadie podría imaginar siquiera…

Después pasamos por otras leyendas de monstruos marinos, seres de ultratumba, Dragones… etc. Lo malo fue cuando pasamos a la siguiente falsa Leyenda famosa como lo denomino el profesor, aunque sobre lo de los Dragones habríamos podido hablar mucho sobre su “presunta falsedad”... Pero en fin, lo de los Dragones es otro tema que quizá algún día os cuente, cuando pasamos como digo a la siguiente Leyenda os juro que casi me atraganto con ella.

El profesor nos pregunto a todos sobre una leyenda que se ha logrado mantener a lo largo de los siglos en casi todos los continentes, la leyenda sobre “Vhaalzord, el Nigromante”... Me debí de quedar con una cara de estúpido de aúpa, porque os aseguro que pese a lo que podáis pensar eso si que no me lo esperaba para nada... y como digo se me debió de quedar una cara de idiota que debía de dar grima, porque el profesor me dijo que hiciera el favor de dejar de poner esa cara de tonto, que seguro que incluso en las aldeas perdidas del imperio esa leyenda era conocida, de modo que irónicamente me fue a preguntar a mí en primer lugar por mi opinión sobre la famosa leyenda de “Vhaalzord, El Nigromante”… de traca.

Yo solo me limite a decir que creía que casi todo lo de la leyenda debía de ser verdad y joder como me pusieron de iluso para arriba unos cuantos de mis compañeros y compañeras, profesor incluido. Estallo el caos tras eso, si el profesor quería que hubiera discusión en su clase, que todos participaran desde luego lo consiguió, se lio un follón de cuidado, todos hablando a la vez para defender o atacar la leyenda, sin olvidarnos de los ataques personales entre personas “afines”, como por ejemplo Lizeth y su “amante”, que se dijeron de todo menos guapos. Al final el profesor tuvo que poner orden en el caos que se formo.

Os hacéis a la idea de lo que supone el estar oyendo como todos hablan de ti soltando a cual mayor gilipollez, estupidez, fantasmada o mentira… de locos, creedme, cuando lo recuerdo todavía no puedo evitar descojonarme de la risa. Y si, tal y como muchos pensáis no sabéis la de cantidad de maldades que se me empezaron a ocurrir para demostrarles que la leyenda era cierta… lástima que me interesara mas la biblioteca que el poder divertirme a costa de todos estos panolis, en fin, que me quede con las ganas de darlos un susto de muerte a todos convocando a ciertas criaturas tremendamente apreciadas por mí, con sus armas, sus ojitos rojos tan aterradores… jejejeje, ¿adivináis en que adorables criaturas estaba pensando?... jejejeje.

Aun con el profesor poniendo orden e intentando que no se desmadrara la cosa se lio una de aúpa, ahí cada cual tenía su propia idea sobre esa leyenda, creo que el único que no abrió la boca para nada de nada tras mi “obligada comparecencia para dar mi opinión”, fui yo. El único que no hablo en toda la clase tras ese inicio tan “traumático” para mi invisibilidad, fue justo el único que tenia casualmente la respuesta a todo lo que estuvieron preguntándose unos a otros y diciéndose unos a otros, algunas de las cosas autenticas majaderías. Decidme, ¿todo esto era como para descojonarse en sus caras, o no?.

La encantadora Lizeth con el profesor y algunos más opinaban que la leyenda en su origen debía de proceder de algún mago loco antiguo que asesino a muchísima gente, y luego los aprovechados de turno que seguro que empezaron a hacerse pasar por él fueron extendiéndola... cuando empezaron con los Khulgan fue donde ya se desmadro todo, unos que si que existían y otros que no podían ser verdaderos, en algunos casos aprovechando la excusa para venganzas personales no veáis lo que se llamaban unos a otros...

El profesor aun tuvo tiempo suficiente para volver a acordarse de mí, me pregunto una vez más delante de todos por mi opinión, dado que era el único que estaba calladito sin decir ni media. Dije lo obvio, que si pensaba que la leyenda de Vhaalzord era cierta, entonces esas criaturas también debían de serlo… casi me linchan los que negaban su existencia. Lo que no sabía todavía era la cola que traería toda esta discusión, os juro que yo alucinaba del todo con esto, me parecía algo surrealista por completo el que estuvieran perdiendo tanto tiempo en discutir si yo era o no real, si los Khulgan eran reales también o no, y más todavía con la que se estaba montado entre todos ellos, profesor incluido, de verdad que era increíble.

Una de las cosas que me sorprendieron en la biblioteca cuando estuve en ella de noche investigando fue lo deteriorados que estaban algunos hechizos de protección sobre las distintas puertas que pude ir analizando para poder abrirlas sin que se notara. Esto hacia por un lado que hasta el más tonto de los estudiantes pudiera violar sus precintos, algo que era como para ejecutar a los responsables por negligentes. Pero por otro lado era el mejor sistema de alerta que pudieron haber puesto, pues luego no había forma de volver a poder recomponerlos en ese estado si se forzaban… se podían poner nuevos ciertamente, pero al día siguiente se darían cuenta enseguida de que alguien había violado el acceso.

Era un magnifico sistema de alarma pero ciertamente no impedía que alguien entrara si los eliminaba… Otra cosa buena es que con ese nivel de deterioro yo sí que sabia una forma de poder… digamos que para que podáis entenderlo, sabia una forma de congelarlos el tiempo suficiente como para poder abrir, entrar y cerrar tras de mi sin tener que deshacerme de ellos. Además era un conjuro tonto de primer año incluso, aunque dudo que nadie que no fuera yo pensara en él para hacer algo así, como digo para matar a alguien por negligente. Me llevaría más tiempo hacerlo de esa forma, pero para lo que yo quería me venía la situación genial… hasta que se jodío, ¿Qué raro, no?

No sé a quién fue el anormal al que se le ocurrió una noche meterse en la biblioteca para intentar entrar en una de las secciones prohibidas, bueno si que lo averigüe al final, junto con todos los demás y de una forma nada agradable para nadie. El muy imbécil fallo al intentar entrar violando los conjuros, o eso pareció en ese momento ya que las protecciones parecieron que aguantar perfectamente por increíble que pudiera parecer dado su estado, dando la impresión de que fue descubierto el intento antes de que nadie hubiera entrado dentro de la sala en cuestión.

A mí me jodío vivo, yo que ya estaba a sus puertas, analizándolas tranquilamente antes de paralizar los conjuros de protección y entrar por primera vez. Estaba ultimando ya mis comprobaciones por si aparte de todos los precintos normales y demás, también tuvieran algún tipo de trampas o hechizos de alerta suplementarios al ser esas habitaciones, tuve que dejar mis excursiones nocturnas por la que se monto con el intento de intrusión. No se logro averiguar nada en principio con la investigación interna que realizo la propia academia, pero la cosa se puso más jodida cuando informaron de todo al gran consejo imperial de magos.

Como primera medida el Consejo aumento la protección de la academia por si a caso la cosa había sido desde el exterior, la fuerza de defensa y vigilancia paso de veinte magos militares a unos sesenta... Sin incluir en estos a media docena de investigadores dependientes del Gran Consejo de Magos Imperial incluyendo en ellos también algunos de los mejores magos militares el imperio, lo que era todavía peor para mí al tener a todos estos cretinos por allí danzando, dando por saco y revolviéndolo todo. Justo lo que yo necesitaba para estar agusto y seguir con lo mío.

Encima para acabar de arreglar mis problemas me paso otra cosa todavía peor que  todo lo anterior, por idiota y olvidarme de lo que estaba haciendo, aunque tratándose de mí... en fin, que si no es por una metedura de pata, al final me acababa complicando la vida por otra en cuanto me relajaba. Estábamos practicando en la arena con nuestros bastones todos los de la clase con el profesor pasando entre nosotros corrigiéndonos e instruyéndonos, yo como siempre iba a mi aire, ocupado en no destacar entre todos ellos tampoco en el bastón. Ese maldito día el profesor invito a darnos algunas clases a tres de los mejores entre los magos militares que estaban custodiando la academia cuyos refuerzos enviados tanto para protección como para la investigación eran de los mejores del imperio.

Tuvo la ocurrencia de decidir obligarnos a todos y cada uno de nosotros a enfrentarnos a alguno de ellos, a mi me toco una maga, una mujer de unos 33 años, rubia, guapísima, pero con unos ojos de color azul zafiro fríos como el hielo de los páramos del Norte... más adelante me enteraría que se llamaba Nhizra. Era extremadamente ágil en el combate, toda una experta con el bastón, una experta que me derroto en medio minuto escaso de simulacro de combate, pero pese a ello no logre engañarla con mi aparente “mediocridad”. Cometí un error de cálculo tremendo.

Me perdí en mi mundo analizando sin parar como poder arreglármelas con tanto parasito suelto para poder seguir con mis andanzas en la biblioteca, mas ahora que sabía que habían reforzado todos los hechizos de protección a lo bestia. El estado de estos había sido el primer informe enviado por lo investigadores al consejo, y esta había advertido a director que una nueva negligencia de ese estilo y sería ejecutado en el acto por los magos militares por incompetencia delictiva. Como podéis suponer todo esto eran rumores, pero como en todos estos sitios… raro era si no eran de verdad, sobre todo con tanto mago suelto, con capacidad para poner las orejas de mil formas distintas. Imaginad mi preocupación por todo esto ya que era evidente que el director vendería su alma para que no pasara nada mas con la biblioteca, imaginad las medidas de seguridad que instauraría, y también preocupado porque nadie pudiera descubrirme… por eso me despiste.

También reconozco que me olvide de que habían estado hablando con todos nosotros, y que llevaban más de una semana observándonos a todos, con lo que sabían que esperar de cada uno de nosotros en cada aspecto. Para divertirse un poco ya que como digo habían estado observándonos a todos cuando peleábamos entre nosotros, y Nhizra vio lo "bueno" que era con el bastón, por lo que decidió que no iba a perder su valioso tiempo conmigo. Creo que suponiendo por lo que había visto en mis combates que me vencería solo con el meñique a tenor de mi destreza y no queriendo perder tiempo con un mediocre como yo, me intento gastar una broma para por lo menos divertirse un poco, así que empezó con ella llamando mi atención sobre otra cosa antes de dar la orden de inicio.

Como estaba en babia al oírla ni lo pensé, confiado mire hacia donde me dijo... entonces ella aprovecho para lanzarme un golpecito humillante con el borde de su bastón sobre cierto agujerito en mi trasero con la sana intención de darme un “escarmiento” por idiota y despistado, algo con lo que reírse un ratito a mi costa, el problema es que al estar solo medio distraído actué por instinto ante su ataque por sorpresa, parando el golpe que me lanzo en seco, anulando su bastón con la parada y devolviéndoselo a tal velocidad que estuve a punto de pillarla completamente por sorpresa y dejarla completamente KO de haberla alcanzado. Y digo que apunto porque si no se llevo el golpe fue porque pude retenerlo en el ultimo momento desviándolo y fallando estrepitosamente como si hubiera sido solo pura casualidad, no porque ella hubiese sido capaz de detenerlo en ningún momento, cuando instintivamente logro desbloquear su bastón y contraataco la deje tocarme y vencerme sin oponer resistencia apenas.

Sin embargo la cara de Nhizra pese a haberme vencido de la forma más humillante y a que su primer contraataque me tumbo completamente, me decía claramente que no se lo tragaba, que mi parada y contraataque habían estado demasiado bien sincronizados como para ser solo una casualidad, incluso el fallo del final tampoco colaba, excesivamente extraño también quizá al tenerlo que hacer de ese modo tan imprevisto. Un fallo que en caso de haber sido realizado a adrede como todo apuntaba habría significado una enorme pericia y una todavía más enorme habilidad.

Pero no penséis que Nhizra pensara nada raro con algo como esto, sino hubiera sido por como paso todo conmigo, tampoco esto de fingir delante de ellos o los profesores era tan extraño como ahora os pudiera parecer a todos, poca gente quería ir a parar a la rama militar de los magos, muchos intentaban disimular sin el menor éxito su pericia en cualquier cosa que los encaminara hacia allí, todo por el afán de evitarla sin llegar a conseguirlo. Tened en cuenta que a lo largo de los seis años, mas si ibas más lento era inevitable que te pillaran antes o después, y sobre todo en los dos primeros años en los que nadie dominaba la magia lo suficiente como para ocultarlo todo tal y como yo hacía. Era más deseable para casi todos, salvo que se tuviera una gran vocación militar, el ir a cualquier otro departamento que no a la rígida vida del ejercito Imperial.

Digamos que en este caso concreto algo fue distinto para Nhizra, ella misma había detectado más de un “simulador" con relativa facilidad cuando había estado destinada en la academia anteriormente por lo que me entere a posteriori, todos los guardias militares de la academia estaban también vigilantes sobre los alumnos para evitar estos “disimulos”, era parte de su obligación también. A los observadores expertos como Nhizra o sus compañeros destinados allí siempre les solía bastar con observar a los alumnos, en especial de los primeros cursos, durante una semana para que estos les dieran pistas sobre si escondían algo o no. Pero en mi caso concreto desde el principio de darse cuenta de mi habilidad al parar y contraatacar por mucho que disimulara después, fue consciente de que se la habría tragado por entero si no la hubiese dado por jugármela con una broma cuando estada distraído, lo que era todavía peor porque había sido por instinto y no controlado. Se la había estado colando durante meses a todos sus compañeros allí destinados, lo que era todavía peor, porque además ello indicaba una gran inteligencia, paciencia y calma para no haberme descubierto hasta ahora, y si en vez de ser ella hubiera sido uno de mis compañeros posiblemente esta vez también hubiera escapado a su escrutinio.

No veáis lo mal que la sentó el darse cuenta de que un alumno había estado a punto de reírse de ella en su mismísima cara, me había pillado sí, pero... todo por pura chiripa, por eso mismo estaba con una enorme mosca tras la oreja conmigo y con un cabreo que no os digo también al darse cuenta de eso precisamente, de que casi se la cuelo hasta el fondo en sus mismos morros. Sus compañeros no vieron nada raro, pero por lo que deduje observándolos cuando les explico lo que había pasado los otros dos se volvieron para mirarme fijamente... enseguida me di cuenta de que la había jodido pero bien jodido. Por las reacciones de los otros dos con lo que estaba hablando, me fue evidente que opinaban como ella, era muy raro que un alumno de un curso tan bajo pudiera demostrar tal pericia con el bastón... o había algo raro o era un genio, en ambos casos era muy malo para mí y mi intento de pasar desapercibido, sobre todo como ya he dicho después de que se dieran cuenta estos dos también de que llevaba meses burlando a sus compañeros destinados allí.

Desde ese mismo instante Nhizra no me perdía de vista en ningún momento, incluso aprovechando lo de la investigación de la que formaba parte, algunas veces estaba presente en clase y todo evaluándome clarísimamente... parecía que hubiera recibido órdenes de olvidarse de todo lo demás y concentrarse exclusivamente en mi, dada la situación era algo que tampoco era descabellado, podía haber sido yo perfectamente quien violara la biblioteca dado como me había estado riendo de sus compañeros durante tanto tiempo. Hubo algo que todavía empeoro mas todavía la cosa para mi, y esta vez también fue por mi culpa única y exclusivamente, por pasarme totalmente de listo, digamos que es el exceso de inteligencia y de confianza.

A ver si os lo puedo explicar, digamos que mi mediocridad se pasaba de mediocre... Era como si te ponen exámenes y te los pongan con la dificultad que sea siempre sacas seis porque de las diez preguntas siempre contestas mal las cuatro últimas, o en caso de que una mala respuesta te restara un punto, contestases bien ocho y mal dos... eso cantaría un montón en cuanto los exámenes los revisaran con lupa, quedaría como que claramente no quieres por lo que sea pasar de un seis. Pues en mi caso era algo similar, tanta media era estadística, material y humanamente imposible, algo se te tenía que dar bien, muy bien, mal o muy mal, pero imposible que todo en la media más perfecta de todas por muy difícil o fácil que fuera lo que hiciéramos, imposible del todo. Como dije anteriormente, ponían alguna cosa que hacer y yo la hacía, más o menos rápido, con más o menos torpeza pero siempre la hacía, pero ese era el problema, que siempre la hacía, además fuera la cosa al hacerla mejor o peor siempre cuando terminaba era ni bien, ni mal, constantemente me mantenía un una media imposible.

Después de descubrir esto Nhizra ya no se cortaba en lo mas mínimo, parecía mi sombra, incluso se las apaño para hacerse un hueco y sentarse a mi lado en clase, lo que pude ver que no hacia la menor gracia de tenerla allí a ninguno de mis compañeros que empezaron por razones obvias a evitarme. Pero también pude darme cuenta de otra cosa, me di cuenta de que esta presencia constante de Nhizra a mi lado no le hacia ni la menor gracia a cierta persona que observaba esa cada vez mayor cercanía de Nhizra con cara de pocos amigos. Tampoco diré que Nhizra no se diera cuenta de esas expresiones o que si se diera, porque su cara  la mayoría de las veces era completamente hermética sobre lo que pudiera estar pensando.

Tarde poco en averiguar el porqué del intento de entrar en la biblioteca, en los sectores prohibidos, como siempre el maldito orgullo mal entendido... siempre tiene que haber algún imbécil que la hace y la caga de mala manera. En poco más de una semana habría el concurso anual de magia en la academia, entre los alumnos, combates de exhibición y no exhibición también, etc... Había un pique tremendo entre todos los "listos" de las distintas clases, incluida Lizeth... algo de lo que yo como toda mi preocupación y tiempo libre lo dedicaba a pasarlo en la biblioteca de noche esquivando a mi sombra sin muchos problemas ya que sus vigilantes eran fáciles de burlar, es decir, que me pasaba gran parte de la noche trasteando con las puertas para poder llegar a mi destino sin que nadie se diera cuenta sobre todo ahora que las habían reforzado todas en sus protecciones ni me entere del concurso, como digo en cierto modo vivía en babia, andaba perdido en mi mundo.

Era digamos que una pelea a muerte por mucho que se quisiera edulcorar con lo del campeonato anual, por ver quienes eran los mejores de cada clase, por llamar la atención del profesorado, de la dirección y ahora para colmo con los investigadores andando por todos lados la cosa se había recrudecido en su intento por destacar, así que a algún imbécil no se le ocurrió otra que asaltar la sección de hechizos peligrosos para pode llevarse el premio con algo extraído de allí y así poder dar la campanada, lo peor es que como descubrimos todos en la arena no sé cómo pero lo había conseguido pese a la creencia de que fallo... que hace falta ser imbécil como digo para intentarlo siquiera siendo solo un aprendiz.

Estábamos en la arena de práctica de magia, este sitio tenía los más potentes conjuros de protección activos de toda la academia por razones obvias. Ninguna bola de fuego, golpe de energía, perforador o cualquier otro ataque podría salir de allí, ni tampoco las criaturas convocadas podrían escaparse de allí, máxime en esta ocasión con tanto mago militar viendo el espectáculo y las exhibiciones de los alumnos. La cosa empezó mal desde el principio con el concurso de invocaciones... yo hice la mia tranquilamente ya que fui "elegido" para ello... convoque una especie de Gran Alce obteniendo un buen aplauso.

Digo que fui “elegido” porque la gente se apuntaba como mínimo por obligación a tres de los concursos, y misteriosamente yo aparecí en todos ellos apuntados… cuando proteste me mandaron directamente a ver al director. No os creáis, que con el cabreo que pille al ver lo que habían hecho me fui a hablar con él, y me dijo que era cosa de los investigadores militares, ¿qué raro verdad?. Intente protestar por considerar que era una injusticia hacer eso conmigo, entonces me explico que había mucha más gente en la misma situación, así que no podía hacer nada de nada… joder que bien, ¿no?. En los demás casos no sé porque los apuntaron, pero en el mío estaba claro que Nhizra debía de querer observarme detenidamente, ya que como digo era mi sombra, incluso cuando no estaba participando en nada, cuando simplemente hablaba con la gente o me movía. Me sometía a una estrechísima vigilancia, lo que me ponía muy, muy nervioso, sobre todo porque temía por mis visitas nocturnas a la biblioteca, de momento la estaba burlando, pero su vigilancia me obligaba a ir demasiado despacio con todo.

Detrás mío en el concurso de convocaciones empezaron con los depredadores, cada vez la cosa iba a peor con ellos, empezaron a invocar animales cada vez más peligrosos y complicados de controlar, no hacía falta ser un observador experto para darse cuenta de la creciente preocupación de profesores y magos militares presentes, estaban temiéndose que alguno convocara más de lo que era capaz de controlar, con el peligro consiguiente. El colmo llego con Lizeth, su única ocurrencia fue convocar un Lobo Negro de los pantanos del sur del Imperio... mucho más pequeño que un Lobo Espectral pero igual de salvaje y con sus mismos instintos depredadores sobre todo lo que vieran sus ojos, oyeran sus oídos u oliera su nariz... Su querido “amante” disimuladamente la distrajo durante un segundo, haciéndola casi perder el control sobre el Lobo, los profesores saltaron en el acto cubriéndole de ligaduras mágicas para evitar que se pudiera escapar del control cada vez más inestable de Lizeth...

La ayudaron a desconvocarlo, ni os digo la que se la avecinaba a la pobre después de su estupidez. O eso pensamos todos en ese momento, pero resulto que la estupidez de Lizeth comparada con la del siguiente invitado era la de un niño pequeño ensuciándose con chocolate, ni os cuento la burrada que hizo el imbécil que la seguía. El siguiente era el chico al que pillaron con ella, el mismo con el que después de eso se llevaba a matar.

Todo este enfrentamiento entre ellos venia porque Lizeth, después del castigo que la dieron cuando la pillaron follando con él y de tener que ver como él encima se reía en su cara por el castigo que la dieron, se entretuvo diciendo por todos lados que era un “poquita cosa”, que no sabía porque había vuelto a intentarlo con él cuando la vez anterior (falso pero que increíblemente coló) la había dejado a medias por picha floja y eyaculador precoz o algo así. De forma que ahora para este chico toda su obsesión era dejarla en ridículo, dejar claro que él era el mejor. Lizeth tras su “exhibición” con la cabeza baja y aun sin atreverse a mirarme se vino a mi lado, se puso junto a mí, parecía que en ese momento yo fuera su único amigo, el único que aunque la hizo un gesto de negación por lo que había hecho al menos la sonrió... creo que por eso se vino allí, aun estando Nhizra cerca de mi sin perderme de vista algo de lo que más de uno se estaba empezando a dar cuenta también.

Cuando el muy imbécil del "amante" de Lizeth inicio su invocación me sobresalte, ya que la conocía muy, pero que muy bien, creo que la maga se dio cuenta de mi sobresalto, aunque como en ese momento Lizeth me apretó la mano, abrazándose a mi brazo como dándome las gracias, afortunadamente creo que lo malinterpreto, porque de reojo vi como entrecerraba mas sus ojos mirándonos alternativamente a ambos, sobre todo cuando también aprecie que Lizeth al ver que no la rechazaba se sonrojo un poco, pero enseguida deje eso de lado para centrarme en la arena donde estaban haciendo la invocación… como otro participante cualquiera estaba en uno de los laterales en la misma, junto a una de las barreras, parecidas a las de las plazas de toros.

Cuando acabo de conjurar la criatura era justo lo que yo me temía por el conjuro, aunque sinceramente había esperado equivocarme con ello, pero no... El muy imbécil, no sé como coño se las pudo apañar para haber conseguido ese hechizo, pero había logrado invocar a un Khulgan. Como ya dije en una ocasión si alguien ni tiene ningún problema para reconocer a una criatura de la que solo ha oído hablar en leyendas, o visto en grabados, esa es un Guerrero Khulgan, son inconfundibles del todo. El control del imbécil sobre el Khulgan duro exactamente segundos... Nada más aparecer al sentir el control de mago, y sin duda al darse cuenta de lo precario que era, pego el tirón sobre su fuente de magia interna haciéndole perder el control en el acto.

El guerrero lanzo un grito de triunfo al sentirse libre del control del mago mientras todos los magos presentes, militares, profesores y todos los que podían hacer hechizos poderosos se alistaron para enfrentarse a una autentica pesadilla... mientras algunos trataban de que los alumnos salieran de allí antes de al Khulgan le pudiera dar por intentar cazarlos. Su suerte fue que el Khulgan se giro para atacar al mago alzando su arma para empezar la carnicería, pero el giro lo hizo empezando por donde yo me encontraba… como todos los demás se habían refugiado corriendo en las barreras buscando por donde salir yo me quede al descubierto con una aterrorizada Lizeth abrazada a mí. Entonces pareció detectar algo, darse cuenta de algo o pasarle algo raro, porque se quedo por un momento estático, como olvidándose por completo de todo el mundo, mago que lo convoco incluido.

En menos de un segundo se quedo inmóvil con sus fulgentes ojos fijos hacia mí, hacia donde yo me encontraba, después dio dos pasos hacia adelante un tanto vacilantes, parándose en seco, continuando sus ojos fijos en mi dirección, obviamente mirándome a mi pero eso era demasiado suponer ya para cualquiera de los allí presentes, incluida Nhizra que estaba también en una posición en que podía sentir de seguro como si la estuviera mirando solo a ella... dio dos rápidos pasos en mi dirección, entonces se volvió a parar en seco, dándole a todo el mundo un vuelco el corazón, más todavía cuando después de pararse alzo la cabeza hacia el cielo soltando un rugido como de rabia y frustración... rielando en ese mismo instante, a continuación desapareció de allí, volviendo allá de donde ellos procedieran cuando se les invocaba.

De lo que si se dio cuenta Nhizra es que todo el mundo demostraba estar asustado, algunos incluso aterrorizados como el caso de Lizeth y casi todos los demás alumnos. Incluyendo en los asustados muchos de sus compañeros y profesores, incluyéndose ella misma. Todos menos aparentemente yo, que mantenía la calma, no creo que se atreviera a decir que la sangre fría, pero al menos sí que mantenía la calma ayudando a los profesores y demás magos a poner orden, bueno digamos que yo realmente solo lo hacía con la chica que se encontraba abrazada asustada a mí, obviamente Lizeth. Pero digamos que esa calma en un alumno era algo digno de tenerse en cuenta, lo que me puso todavía más en su punto de mira… no veáis como me cabree conmigo mismo por no disimular mejor, pero en esos momentos la verdad es que bastante tenía con el Khulgan, como para preocuparme de nada más.

Lo que todo el mundo pensó es que el Khulgan se había quedado sin el poder mágico que le suministro el mago al convocarlo justo a tiempo, que por eso su grito de frustración al no haber podido matar a nadie... La realidad es que en cuanto me vio intento una conexión conmigo, con mi poder, como para asegurarse que era efectivamente yo quien estaba frente a él, al permitírselo y verificarlo creo que no se atrevió a intentar nada conmigo allí, ante él, sobre todo cuando para asegurarse intento un tironcillo a mi fuente de poder, avanzar hacia mí y yo amablemente en ese momento le deje acceder a mi fuente interior en forma de advertencia, dándole a saborear lo que podría pasarle si de verdad decidía… digamos que suministrarle más poder, creo que recordó en el acto la otra ocasión en que hice aquello mismo con ellos cuando me lo exigieron.

Sinceramente creo que ese fue el motivo por el que se auto desconvoco, algo que sabía que podían hacer por si mismos cuando habían terminado con mis órdenes, lo que en este caso al estar unido a mí se podía considerar de ese modo, el rugido digamos que más que de frustración fue de dolor, ya que cuando le ordene mentalmente que se fuera él me respondió dando dos pasos hacia mí, entonces por decirlo de forma comprensible fue cuando le mostré el “grifo”, desconvocándose en el acto en ese mismo momento, rugido de dolor incluido. Para que no quede duda ninguna, os diré que si no llega a desconvocarse en ese momento lo hubiera destruido sin la menor vacilación… no estaba dispuesto a mostrar la menor clemencia con ellos… si respeto hacia ellos, pero no clemencia, eso ni por asomo y supongo que os podréis imaginar el motivo, ¿no?.

Lo que sí que no sabía era que ellos podían establecer un vínculo conmigo por su cuenta, siempre pensé que en esos casos los guiaban los magos cuando los convocaban por orden mia, pero eso ya lo investigaría más adelante. Una cosa que si se aclaro fue la discusión de la clase de leyendas sobre si los Khulgan existían o no, se aclaro de forma definitiva para todos los presentes el día de la discusión... os aseguro que ver las caras que ponían cuando en clase al día siguiente se lo recordé a todos ellos me resulto ciertamente irónico. Claro que después de eso amablemente les pregunte si todavía alguno opinaba que estaba loco por pensar que Vhaalzord quizá si existiera, o hubiese existido de verdad… lo que me pude reír de todos, no hubo ni uno solo de mis compañeros que volviera a poner la mano en el fuego con que “yo”, que estaba sentadito junto a ellos, no existiera también de verdad. ¿No me digáis que no tiene su guasa?

Por lo que pude enterarme de diversas formas después, el pergamino con el hechizo que cogió, el de la invocación del Khulgan hasta ese momento nadie sabía que era lo que hacía, solo que tenía una marca de prohibición absoluta de uso... lo tenían marcado como uno de los más peligrosos de los allí almacenados pero como digo sin saber exactamente el porqué, ahora al menos ya sabían que era lo que tenía el pergamino, y este al día siguiente fue sellado, lacrado y dividido como todos los que eran tan peligrosos como ese y conocían para que eran, todo para asegurar que no volviera a pasar algo semejante otra vez, que nadie tuviera acceso a algo semejante de nuevo.

Por otra parte esto sirvió para hacer comprender a todos los alumnos de la academia del peligro de las invocaciones muy poderosas... aunque no creo que nadie de allí olvidara mientras viviera lo que sintió al ver esa pesadilla frente a ellos, y mucho menos que a alguno le hubieran quedado ganas de intentar convocar a otro de esos por su cuenta y riesgo, aun en el caso de que averiguaran como hacerlo.

Debo de reseñar que del imbécil no volvimos a saber nada mas en algunos meses, desapareció de la academia aquel mismo día... nadie dijo que fue lo que sucedió con él, pero corrieron rumores para todos los gustos, incluido el de que lo estaban torturando para sacarle datos sobre si alguien más entro en la biblioteca con él.

Después del espectáculo todos los alumnos fuimos interrogados por los investigadores y los profesores, como por casualidad yo fui a parar con Nhizra, también como por casualidad resulto que era el último de todos y no os imaginareis quien era la que fue interrogada delante de mí… Lizeth, que casualidades que tenia la vida oye. Cuando salió de allí salía pálida, pero paso algo que me mosqueo al punto de hacerme, pese al riesgo, lanzar contra ella una discreta sonda mental…

Nada más salir y verme paso de una palidez aguda a un color tomate rojo intenso, fue poco lo que pude sacar en claro con la sonda antes de tener que retirarla rápidamente para que no me pillara Nhizra. Averigüe que la pobre debía de haber cantado todas las veces que nos habíamos acostado juntos… lo que no tenia del todo claro era para que quería la maga esos datos… pero bueno, dado que era el siguiente supuse que me enteraría enseguida.

Cuando entre me hizo sentarme en una silla delante de la mesa del despacho, una mesa completamente limpia, sin nada de nada encima, yo esperaba ver pergaminos, libros o cualquier otra cosa así, pero… bueno supuse que dado que se lo habían prestado para eso lo mismo se lo habían dejado así de limpio. Empezó a preguntarme de todo lo que se le ocurrió, cambiando varias veces de forma la pregunta para ver si picaba, yo a mala hostia le cambiaba también de forma la misma respuesta que la vez anterior. Como además se lo hacía de notar discretamente, ósea, en sus mismísimos morros, Nhizra estaba empezando a arrugar el hocico cosa mala. Después de ver que por ahí no lograría sacar nada de nada, cambio de táctica, por fin vi porque el interés sobre saber por Lizeth cuando y como lo habíamos estado haciendo los dos… se puso en plan matahombres.

Empezó a interrogarme sentada en la mesa, mostrando bastante carne al hacerlo, mostrando sus firmes y torneadas piernas, volviéndose de vez en cuando como si mirara algo en cualquier cajón, sacando algún librito o pergamino, mirándolo mientras movía el culo delante mío… ofreciéndome el espectáculo de un esplendido culo, un culazo que me estaba poniendo la polla durísima, estaban incluso a dolerme los huevos del calentón que estaba pillando con ella, al fin y al cabo llevaba bastante otra vez sin follar porque Lizeth se largo con aquel imbécil y después la estuve esquivando, además este jueguecito me estaba poniendo más caliente todavía, digamos que me estaba poniendo juguetón, muy, muy juguetón.

Debo de confesar que desde el momento en que ella decidió cambiar de táctica sentí un pequeño tirón en mi… discretamente alce sobre mi mismo una sonda para detectar conjuros… Fue increíble, descubrí que Nhizra estaba intentando controlar mis reacciones hasta cierto punto, intentaba aumentar mi nivel hormonal por decirlo suavemente… de esta forma sin duda se pensaría que si pensaba con otra cabeza distinta lograría sacarme lo que quisiera. Solo necesitaría esa pequeña manipulación y excitarme para tenerme en sus manos… Supuse que durante toda la última parte del interrogatorio anterior debió de estar preparando este conjuro discretamente, entonces lo soltó y empezó su actuación.

Lo calculo todo al milímetro, salvo por el detalle de que yo llevaba jugando a esto mas de mil añitos para su desgracia, y conocía hechizos mucho, mucho más efectivos que el suyo, como no tardaría la pobrecita en comprobar en sus turgentes carnes. Use discretamente entonces varios sobre ella, sensibilizándola sus partes clave, y haciéndola lo que pretendía conmigo solo que mucho más efectivo, fui poco a poco haciendo que se calentase ella también… pero en ningún momento corte o interferí con su conjuro, al fin y al cabo contra más caliente estuviera yo también, mejor para los dos ¿no?.

Estaba en esa situación cuando decidí que era el momento de actuar ya que ella debía de estar también bastante calentita a estas alturas, me levante soltando el cinturón de mi túnica, dejando mi polla al aire prácticamente, situándome tras ella, al incorporarse y echarse un poco hacia atrás al oír el ruido que hice al levantarme termino chocando contra mi cuerpo, momento que aproveche para meter una de mis manos dentro de su túnica, encontrando uno de sus turgentes pechos, cuyo pezón estaba total y completamente erecto… mi otra mano fue a su cintura soltándola el cinturón y partiendo en busca de su rajita. Me encontré con la sorpresa de que bajo su túnica no llevaba nada de nada, iba completamente desnuda, cuando mi mano llego a su coño se lo encontró completamente encharcado por su flujo… metí de golpe dos dedos que empezaron a chapotear en el al moverse follándoselo. Nhizra empezó a gemir, a jadear pidiéndome que la soltara, mientras su culo se echaba hacia atrás restregándose contra mi polla sin cesar, moviéndose como una gata en celo, como una gata deseando la polla de su gato.

No la hice ni caso, mientras me follaba su coñito con dos dedos y el pulgar se cebaba en su clítoris, mi otra mano seguía torturando sus pechos, una vez suelta su túnica ambos quedaron al alcance de mi mano sin problemas, mi boca iba de su cuello a sus orejas, de allí a su boca, de allí a su nuca, y luego pasando siempre de uno a otro lugar, arrancándola cada vez gemidos y jadeos más intensos… su culo cada vez se incrustaba mas contra mi polla, sus restregones cada vez más fuertes y continuados.

Al final saque ambas manos, con una la sujete por su espalda tumbándola sobre la mesa, con la otra la subí la túnica hasta la cintura mientras me apartaba lo justo. Intento resistirse hasta el momento en que mi polla encontró el camino de su coño, entrando en él como un cuchillo en la mantequilla, abriéndose paso por su híper lubricada gruta, mientras Nhizra  dejaba escapar un jadeo ahogado al sentir como iba poco a poco introduciéndome en su interior, despacio, con suavidad, profundamente, sin pausa. Por increíble que pueda parecer según toque el fondo de su vagina estallo en un orgasmo… así de caliente estaba la poderosa Nhizra.

Poco a poco empecé a follàrmela sin permitirla siquiera recuperarse de sus orgasmo, poco a poco me iba moviendo más rápido, pero manteniendo la suavidad y la profundidad, ocupándome de besarla la nuca mientras me la follaba, mi otra mano paso por su cintura para encontrar su clítoris y machacárselo mientras continuaba dándola… al poco la lleve a un nuevo orgasmo totalmente brutal… creo que esto era algo que no se esperaba para nada, pese a estar desnuda por completo bajo su túnica. Pienso que creyó que sería un mago novato muy fácil de manejar, encontrándose de sopetón con que realmente era yo quien la estaba manejando a ella, aun con el uso por su parte de un conjuro ya que en esos momentos no había forma posible de que fuera capaz de hilvanar alguno para comprobar si yo había hecho con ella lo que ella conmigo, algo que realmente no se si se la llego a pasar por la cabeza siquiera.

Después de este orgasmo, jadeante me dijo que había terminado el interrogatorio que ya me podía ir… cosa que no hice ni de broma ya que yo todavía no me había corrido. Este vez se la volví a clavar, pero por el culo y sin avisar, haciendo que soltara un alarido que por suerte pudo callar al haberla tapado la boca previamente a encularla.

Depuse de estar dentro de ella, con mi polla metida hasta lo más profundo de su culo, empecé a moverme a lo bestia, dándola de forma salvaje, entonces la solté la boca y me puse a besarla otra vez el cuello, mientras que mis manos se cerraron sobre sus pechos amasándoselos de forma salvaje, haciéndola soltar muchos más jadeos y gemidos ahogados… Era incapaz de hablar nada de nada, lo único que parecía que podía hacer era gemir y jadear… su coño chorreaba patas abajo el flujo que constantemente expulsaba. Su culo debía de estar ardiendo, aprovechando lo “descentrada” que estaba la pobre Nhizra, use con ella el truco de las prostitutas Dhurand aplicándolo sobre mi, calentando mi sangre al pasar por mi polla en 2 o 3 grados más, provocando en ella una sensación todavía más placentera por la diferencia de temperatura… llegando incluso a correrse por tercera vez mientras yo seguía rompiéndola el culo sin contemplaciones. Por fin llegue al orgasmo, logrando milagrosamente unirlo al cuarto de Nhizra, que tras este cayó de bruces contra la mesa, donde la di las ultimas embestidas hasta correrme en el interior de su culito.

Después de estar sobre ella, recuperando ambos el resuello me dijo con voz queda que el interrogatorio había terminado, que volviera a mis habitaciones… Entonces rápidamente retire mis “interferencias” de ella y me salí de su interior, pero antes de incorporarme busque sus labios con los míos, aunque intento esquivar el beso, al final conseguí unir mi lengua a la suya, que dejo de oponerse para entregarse por completo a la caricia, tras ella me levante arreglándome la túnica, viendo como caían por sus piernas chorretones de leche que salían del interior de su culo, escurriendo por sus torneadas piernas abajo.

Cuando salí del despacho enfile hacia mi dormitorio… pero antes de dar tres pasos me dio la impresión de que alguien me observaba, volviéndome de forma brusca para ver como una sombra de formas femeninas se perdía corriendo por la esquina del otro extremo del pasillo… creí haber reconocido sin género de dudas quien era la sombra que parecía habernos estado espiando a Nhizra y a mi… Solo me preocupo el hecho de no haberme dado cuenta de que me espiaban al haber tenido que retirar toda la magia sobre mi o cualquier parte de mi persona, tenía claro que eso era algo que debía de solucionar de algún modo.

CONTINUARA